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Roy Swan por Eowyn Fitzgerald

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Phill para ser un sujeto desconocido que de pronto aparecía formando parte de la familia, era agradable. Y no se escandalizó ni un poco cuando se enteró que tenía novio, incluso me trató con normalidad e intentó hacer conversación sobre cosas triviales, por ejemplo me contó sobre un sobrino suyo llamado Harley O'Neil, que no era mucho mayor que Rachel y vivían en Seattle con su jefe millonario ( la escritora intenta decirles que éste es un universo extendido y tal vez publicaré otro fic basado en 50 sombras, no lo he decidido). No había dejado a Phil acercarse mucho pero en la poca interacción que tuvimos me respetó y eso fue mucho más de lo que podía decir de otras personas. En especial porque de él fue la idea de que quería conocer el pueblo antes de irse, entretuvo a Renee un día entero, así que nos dejaron para convivir sin más incomodidad de la necesaria. Si quieren saber, creo que apruebo más al propio Phill que a mi madre, si pudiera quedarme con él y sacar a mamá de la ecuación sería mejor.

Jake ayudó a Charlie a poner la televisión en el patio trasero y a conectarla con una extensión. Sacamos algunas sillas al jardín y para mí hubo una cama de playa con varias almohadas y una colchoneta, ni siquiera recordaba que tuviéramos una cama de playa. Por ésta vez no puse mala cara, de mi dependía ahora intentar llevar la situación por un sentido de normalidad, en parte yo también tenía la culpa por ponerme tan a la defensiva, talvez si yo me comportaba como si nada pasará los demás me seguirían la corriente.

Bella tomó gustosa el libro de recetas que la señora Cullen me dió, y me hizo un licuado verde que a pesar de su fea apariencia, y gracias a todo lo sagrado, sabía bastante bien. Charlie, Bill y Rachel tomaban cerveza, mientras que Jacob y Bella refresco. Fueron considerados conmigo poniendo frituras de frutas secas en lugar de las chucherías de siempre, y comimos Sandwiches de pollo... Me moría por una hamburguesa de doble tocino con queso y un refresco de un litro. La vida podía ser tan injusta a veces.

Vimos el partido y a pesar de los nuevos ajustes por un instante me sentí yo mismo de nuevo, ya saben, la persona sana que ve a la muerte como una posibilidad lejana. Rachel incluso me hizo a un lado compartiendo conmigo la cama de playa, y Bella me lanzó un puñado de frituras a la cara cuando quise hacer una broma sobre su nula habilidad atlética. Me sentí como cuando éramos niños y la vida no era tan complicada.

Cuando todo terminó y los Black comenzaron a retirarse Rachel me abrazó y me metió bajo la camiseta una barra de chocolate para diabéticos, se había asegurado personalmente que supiera bien, y no tendría que tener problemas por comerla, pero por si acaso me lo entregó a escondidas de Charlie y Bella.

Una vez que se habían ido me encerré en el baño a comerme el chocolate, oh glorioso chocolate. Aún estaba en eso cuando tocaron a la puerta.

—¿Si? —pregunté algo desconfiado—.

—Cuando termines de comer el contrabando que te trajo Rachel ¿Podrías ir a la cocina?

—¿Sí?

—No olvides traer la envoltura, voy a analizar esa cosa.

Escuché sus pasos alejarse y sonreí divertido por la situación, los ojos observadores de Charlie podían detectar mi mercancía "ilegal" pero no a un grupo de vampiros viviendo en el mismo pueblo, me terminé la barra rápido y fui tras él esperando no tener problemas por los ingredientes artificiales del producto que no me molesté en leer.

En la sala ya me estaban esperando papá y Bella. Ambos se veían cansados y no los culpaba, de pronto me había convertido en una carga para todos, actualmente solo emocional pero en un par de semanas sería también de forma física. no imaginaba como debía ser para ellos, si para mi era difícil... Los hijos no deberían morir antes que los padres, está científicamente comprobado que ellos nos quieren mas de lo que nosotros si quiera podemos corresponder, la vida de Charlie sin mi sería mas fácil pero un poquito mas gris, no era nada justo que un hombre bueno como él tuviera la mala fortuna de tener un hijo como yo. ¿Y qué puedo decir de Bella? es mi hermana mayor y puede que no nos llevemos del todo bien, y que básicamente seamos una piedra en el zapato para el otro, pero sé que me quiere y si algo me llegara a pasar terminaría atormentándose con ello.

No quería pensar en la tragedia de mi vida pero, vamos ¿cómo no hacerlo? y ¿debía mantenerme positivo todo el tiempo después de lo que ha pasado? yo digo que no, la realidad es dura y cruel pero de momento la prefiero, serán menos lagrimas que secar después

—No he tenido ocasión de hablar con ustedes desde... bueno ya saben. ¿Qué tal ha ido el día? ¿algo interesante en la escuela?

Charlie estaba una vez mas haciendo su mejor esfuerzo para hacernos sentir como una familia normal debería, por la expresión de Bella supe que era tan incomodo para ella como para mi. De cierta forma sentí pena, él solo buscaba ser un buen padre, respetar nuestro espacio, ser fuerte para todos, mantenernos unidos... y Todo eso al mismo tiempo, debía ser agotador.

—Nada interesante que reportar, hoy ni siquiera pelee con la oxigenada.

—¿No traes ni un solo reporte de dirección?

—No, estoy limpio. Supongo que asustaste al director...

Bella me miró con desaprobación antes de volver su atención a Charlie y contestarle.

—Mi equipo de badminton ganó lo cuatro partidos.

¿Cuando había pasado eso? Al parecer había estado muy ensimismado conmigo mismo...

Me quedé en silencio mientras ellos a hablaban con bastante alegría y Charlie intentaba convencerla de ir aL baile con Mike, me gustaba verlos tan relajados después tanto estrés. Y a pesar de todo tuve pesadillas esa noche, supongo que un buen rato no borraba de la anda tantos pensamientos oscuros de los últimos días, mi subconsciente debía estar hecho un lío.

A la mañana siguiente estaba casi muerto y a punto de dejar caer mi cara sobre el cereal, pero Edward llegó temprano por mi y me llevó a rastras a su coche donde me dejó dormir todo el camino sin hacer ninguna pregunta, incluso una vez en la escuela esperó hasta que el timbre sonara dando indio a las clases para despertarme. Estuve adormilado casi todo el día y en los espacios entre clases y en los recesos se acercaba para hacer de mi almohada y dejarme descansar... Probablemente de noche iba a pagar quedándome sin sueño. Casi al terminar el almuerzo me dijo que tendría que irme con Bella.

—¿Por qué?

—Me voy a ir con Alice justo ahora, tengo que ir de caza. Si voy a estar a solas contigo mañana, voy a tomar todas las precauciones existentes, no me voy a dejar arruinar nuestra primera cita oficial.

—Entiendo, ¿nos vemos temprano?

—¿no te gusta dormir hasta tarde?

—Amo dormir hasta tarde, pero quiero aprovechar todo lo que pueda que vamos a estar solos, no voy a dejarme arruinar esto tampoco solo porque no me gusta madrugar.

—Y así es como sé que me quieres.

—Eres un bobo.

Me besó dulcemente antes de levantarnos de la mesa, se supone que ya se iba pero parecía interesado en acompañarme todo el camino hasta mi clase.

—¿Tu padre estará allí para amenazarme?

—No, se va de pesca o algo así. Y creo que no deberías preocuparte tanto por Charlie, está en modo automático y básicamente fue el único que no se molestó por pensar que me había acostado contigo... Cierto, no te conté lo que pasó después de que, va no es importante, te lo contaré mañana.

—Todo lo que tengas que decir es importante para mi.

—¿Y si me pongo a hablar de linterna verde por tres horas?

—Creo que puedo con eso.

Me volvió a besar, se sentía como si se estuviera conteniendo para alargar el beso.

—¿Solo vas con Alice?

—Rosalie está ocupada básicamente planeando nuestra boda imaginaría con ayuda de Emmet, y Jasper decidió quedarse para asegurarse de que no huyas...

Se estaba divirtiendo, bueno, todos ellos ¿por qué?

—¿Por qué les parece tan fácil aceptarme? Creí que serían mas cerrados por eso de que son vampiros y no sé, yo creo que no entendería para nada tu fijación por un humano normal. Con todo eso del secreto y de la inmortalidad, pensé que sería mas complicado para ellos. Esperaba recibir alguna amenaza de muerte en realidad.

—Tal vez hubiera sido así si se tratará de alguien más. Pero Roy, tus circunstancias son muy especiales, te conocimos cuando estabas internado en el hospital a punto de morir, haz pasado enfermo toda tu vida y siempre tienes el riesgo de...

—Si, ya entendí, no tienen problemas para aceptarme porque creen que no tengo opciones, básicamente son ustedes o morir. No sé si me siento cómodo con eso.

—Bueno, también ayuda que seas poco sociable y de una familia pequeña.

—Soy olvidable querrás decir... Básicamente el candidato perfecto para ser convertido.

—Si, lo siento.

—No empieces, no es culpa de nadie que como humano sea tan deficiente, no es tan malo, al menos nos estamos ahorrando el drama familiar y sobrenatural por eso.

—¿Lo haz pensado?

—¿Qué cosa?

—Ser convertido.

—No... —mentí, y ambos estábamos consientes de ello—

Me miró como miras un tablero de ajedrez, parecía analizar que movimiento debería hacer a continuación, y yo solo intentaba mantenerme en blanco.

—¿Y podrías pensar en la posibilidad?

—¿Podemos hablar de esto en otro momento? Tengo clase...

—Claro.

Nos despedimos con un beso rápido y entre a clase llegando unos minutos tarde, ahora con algo atorado en la cabeza. No, yo no quería para nada ser un vampiro y claro que Edward con sus poderes lo sabía... ¿Por qué había sacado el tema? ¿Estaba intentando converserme? ¿Para qué? Gracias al problema que ni siquiera me había dado cuenta que tenía terminé mas despierto de lo que había estado en todo el día.

El resto de la jornada escolar se fue rápido, entre clase y clase me perdí, y ahora tenía a Jasper siguiéndome a todas partes, aun no estaba cómodo con la idea de los vampiros, me estaba costando mucho aceptarlo a decir verdad, pero al menos no había tenido ningún ataque de pánico y eso era un enorme avance. No me había sentado cerca de ninguno de ellos mas que de Edward durante el almuerzo o a lo clases, podía comportarme como una persona normal a su alrededor, pero seguía siendo chocante para mi corazón, y no ayudaba mucho tener a Jasper asechando como psicópata.

En pleno corredor me di la vuelta y lo enfrenté.

—¿Por qué piensan que voy a escapar? Ya soy novio de Edward, es claro que ganaron esa pelea hace mucho tiempo.

—No queremos correr ningún riesgo. Ya eres prácticamente de la familia, es cuestión de tiempo. Rosalie cree especialmente que hemos invertido mucho en ti como para dejarte ir, Alice tiene un razonamiento mas profundo sobre eso con bases mas solidas de que se acerca el momento.

—No sé ni para que pregunto, de verdad no quería saber como esas dos intentan planear mi vida. Da miedo, es de acosadores, y lo peor es que ni siquiera tiene que ver con ustedes. Ya, relajense, no voy a escapar, voy a ir con él porque en verdad siento algo muy fuerte por él, y se acabó, nadie necesita ponerme presión, gracias. Espero que estén contentos con eso.

—Puede.

Al terminar las clases me fui con Bella aun cuando Rosalie se ofreció a llevarme. Ya había tenido suficiente de vampiros por un día, los chicos lo comprendieron, Rosalie se ofendió y hasta me reclamó que a las actuales alturas del partido era mas un Cullen que un Swan... No supe ni que contestar a eso.

¿Yo siendo uno de ellos? La inmortalidad nunca me había parecido algo deseable, por todos los libros, comics y mangas que he leído sé que vivir eternamente no puede ser ni de cerca tan maravilloso como lo pintan, para la mayoría significaría llegar a un punto donde quieres morir y no puedes. Luego está el ver morir a todos los que te han importado alguna vez. Eso sonaba a la peor de las maldiciones.

Luego el tener que vivir de sangre, y que el mejor de los pasteles te sepa a arena...

No poder llorar, que asesinar sea tan fácil, nunca poder quedarte mucho tiempo en un solo lugar.

¿Quien querría una existencia tan vacía y miserable? Vivir por vivir sonaba patético.

He vivido enfermo toda mi vida, y si algo siempre he querido es algún día verme al espejo y ver que he envejecido. Cabello blanco, lleno de arrugas y con signos a haber hecho lo que quería para después morir. Y ese para mi seguía siendo el plan, aún cuando en este momento parecía imposible de hacer.

Pasé todo el viaje a casa solo pensando en ello, intentado inventar alguna excusa para querer convertirme, pero no se me ocurrió nada. Tal vez necesitaba hablar con Edward.

Nada mas llegar a casa Cené y dormí hasta el día siguiente.

Por dormir tanto me desperté muy temprano en la mañana, tuve tiempo de comer y despedirme de Charlie, después de que se fue no tuve que esperar un par de minutos para que tocarán la puerta.

Era mi primera cita oficial y reconozco que hubiera estado mas que bien ponerme la ropa formal que me hacía lucir mejor, esas cosas que amontoné al fondo de mi armario. Pero conociendo a Edward y a mi, definitivamente no terminaríamos en un restaurante elegante o algo que requiera mas arreglo. Me puse mi camisa favorita que tenía el logo de twisted sister. Un pantalón entallado y tenis negros de marca genérica que combinan con todo. ¿Cuál sería el problema? Él me invitó a salir sabiendo perfectamente mi estilo o falta del mismo o lo que sea, el punto es que me conoce.

Fui a abrir y me encontré con el sonriendo coqueto y vistiendo una playera de Batman. Retrocedí con con las manos en mi cara ocultando mi sonrisa, era un maldito manipulador.

—¡Carajo Edward! Bendito sea Eros, podría casarme contigo ahora mismo.

—Sabía que reaccionarías así.

Sonrió más, estaba orgulloso y me quité las manos de la cara para después arrojarme contra él, como pensé me tomó en el aire y me cargó sosteniéndome de la cintura mientras yo enredaba mis pientas en la suya y ponía mis brazos al rededor de su cuello. Lo besé porque así lo sentí y cualquier cosa que hubiera estado en mi mente antes se había ido, ahora solo podía pensar en lo mucho que lo quería.

—Te amo Eddie.

—Yo te amo mas, Roy.

—Muy bien par de tontos, ya pueden soltarse —Dijo Bella desde dentro de la casa, tenía llaves en mano y estaba lista para también irse—. Con Charlie de pesca y yo fuera de la ciudad espero que se comporten.

—Como si eso fuera a suceder —Le contestó Edward mientras apretaba mas mi cuerpo contra el suyo haciéndome imposible bajar—, pero no te preocupes, voy a cuidar de él.

—Mas te vale, sino tendrás a todo el departamento de policía tras de ti... Hablando de protección —arrojó una bolsa de papel a nosotros y Edward la atrapó—, son condones, Charlie me obligó a dárselos así que no hagan ningún comentario de esto jamás.

Tanto Bella como yo nos pusimos rojos por la mención, entonces ella cerró la puerta de la casa con llave, se subió a su coche y desapareció por la carretera. Entonces Edward me dejó bajar, pero parecía particularmente feliz. Me enseñó la bolsa antes de arrojarla al asiento trasero de su auto.

—No te preocupes, no los vamos a necesitar.

—¿De verdad?

—Si —me besó una vez mas antes de subir al asiento del piloto y decirme desde allí — te puedo asegurar que no tengo ninguna enfermedad y no creo poder dejarte preñado.

—¡Edward!


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