Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Roy Swan por Eowyn Fitzgerald

[Reviews - 22]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Comenzó en medio de la noche, estaba ahogándome en mi propia sangre a la vez que la vomitaba, mi camisa que minutos antes había sido azul cielo ahora estaba mojada y de color rojo... Mi vista se nublaba, me dolía hasta el alma y estaba de rodillas en el piso de la sala mientras Charlie desesperado llamaba a la ambulancia, Bella había corrido escaleras arriba preparando mi maleta para el hospital, el televisor estaba encendido mostrando un partido de Fútbol en el que nuestro equipo favorito estaba perdiendo.

Charlie se cansó y me cargó hasta la patrulla, me dejó acostado en la parte de atrás.

—¡Bella! ¡Nos vemos en el hospital!

Gritó antes de subirse y manejar a una gran velocidad, perdí el conocimiento después de eso. Cuando desperté estaba en una habitación llena de máquinas y a la vez que el suero goteaba también una transfusión de sangre lo hacía. Traía las incomodas puntas nasales en la nariz y el sonido de mi propia frecuencia cardiaca inundaba la sala blanca donde estaba mi camilla en emergencias. El único otro sonido era la respiración acompasada de Bella que estaba dormida en el piso al pie de mi cama, y fuera podía ver por el cristal a Charlie hablando con un médico.

Muchas veces he estado al borde de la muerte, pero ahora, es difícil describir, pero es como si pudiera tocarla con la punta de los dedos. No pasó mucho después de eso, digo, nada interesante. Charlie volvió solo para asegurarme que el peligro ya había pasado, aun así nos quedamos un par de días mas en observación mi madre que ya se había ido llamó pero tuvo que conformarse en ser respondida por Bella, todo el tiempo que estuve allí me la pasé durmiendo, supe que Edward me visitó, pero no llegué a verlo. No podía comer todo lo que lograba tragar lo terminaba por vomitar, a veces con sangre. Baje de peso en tiempo récord, quedé a medio camino de ser un esqueleto, los moretones aumentaron, estaba pálido y por momentos creí que este era el final, pero no fue así, aparentemente solo era el comienzo.

El día que salí me sentí como un vegetal, sin fuerza, sin energía, sin vida... Mi estado emocional y mental fueron golpeados con un bate, repetidamente y con mucha enjundia ¿Esto era eso del estúpido folleto? Si, recordaba que un efecto colateral del cáncer es la depresión, pero nunca he sido del tipo melancólico, tal vez soy raro, sarcástico y melodramático, y con traumas fuertes por resolver, pero nunca he sido melancólico, nunca he pensado sacar mis galletas de animalitos y cortarme las venas o algo así. Aunque justo ahora, parecía una agradable idea el arrojarme desde lo alto de un edificio, lastima que en Forks no existía nada así, a lo mucho me rompería un brazo en el intento.

Mierda, no, no quería morir, solo estaba muy cansado ¿quién no querría terminar con una situación así sin importar la forma? Al menos hoy volvía a casa, aunque tristemente no podría volver a la escuela, eso se había terminado para mi. La buena noticia es que por estar un año adelantado no afectaría mucho si repetía el curso, eso si me recuperaba claro.

Extrañamente Charlie no me recogió, mandó a Edward. Lo supe cuando lo vi con mi maleta junto con Carlisle listos para firmar mi salida. Y lo mas interesante del asunto es que tronaba con fuerza afuera, parecía una gran tormenta, y sin embargo ambos tenían puesta ropa deportiva como si estuvieran listos para jugar un partido de Béisbol. Es normal aquí hacer deporta aun con la lluvia, en un lugar como este donde llovía casi todo el año y nevaba cuando no era normal, pero a fuera parecía un diluvio.

No hice ninguna pregunta, me dejé llevar con la corriente así como dejé que el doctor Cullen me subiera al monstruoso Jeep de Emmett, y Edward llevaba mi silla de ruedas en su auto..

—No creo que quieras morir, he visto los suficientes pacientes en mi vida como para saber que aunque no estás bien ahora, quieres vivir con todas tus fuerzas.

—Edward le contó sobre mi negativa a que me conviertan.

—Si, sobre eso y sobre tu miedo a la inmortalidad y miedo a la muerte. Lamento tanto que siendo tan joven tengas que tomar una decisión tan aterradora, pero tendrás que tomarla pronto y si yo no te pongo las cartas sobre la mesa nadie lo hará. Los chicos y Esme piensan que sin lugar a dudas nos elegirás así que solo están buscando un espacio donde poner mas de tus cosas, Edward está asustado pero te ama y no quiere obligarte a nada así que no te lo dirá. Solo quedo yo, y estoy dispuesto a escuchar todo lo que quieras decir hasta que tomes tu elección, y si sirve de algo, no voy a mentirte, voy a decirte la verdad a la cara aunque sea horrible.

—¿Qué pasará con Edward? Ya sabe, cuando...

—No esperes que se quede tranquilo, con los nuestros es de por vida o nada. No lo va a superar, y el paso de los años no lo hará mejor. Solo le quedarían dos opciones.

—¿Y eso sería?

—Vivir el resto de la eternidad en un dolor perpetuo o dejarse matar.

—¡No! No es posible, ¡él no debe jamás! Edward no puede... ¡¿Qué hay de la inmortalidad?!

—Hay formas, un vampiro puedo morir pero no es lo mas agradable que existe, y conociendo a Edward, lo lamento esto es lo que es, me gustaría ser amable y decirte que se recuperara que no tomará medidas drásticas para parar el dolor, y que puedes irte en paz de este mundo, pero las cosas no son tan fáciles.

—No quiero que él muera.

—Sé que no. Aunque si pasa no deberías sentirte triste, lleva una vida muy vacía. A intentado todas las formas posibles de vivir consigo mismo y jamás se ha sentido cómodo en su propia piel, tu le diste vida y esa otra cosa que le hacía tanta falta y es mas que suficiente. Si te vas podrás descansar en paz, y a lo mejor también él. No solo le haz dado una razón para vivir, le haz dado una para morir y eso también está bien.

—¿Y bien es algo bueno? Bien es solo una respuesta genérica que das para no decir que estas en la mierda, lo siento, no quise decir algo tan grosero frente a usted.

—Bien también es maravilloso, tiene mas de una forma de utilizarse. Y no sé porque te preocupas, he visto partidos de fútbol contigo y con Charlie, te he escuchado decir palabrotas mucho mas fuertes que "Mierda". De todas formas, quiero que pienses en lo que harás, que tomas un elección consciente y no importa cuál sea, habrá manos que te den fuerza cuando llegué el momento y por sobre todo quiero decirte otra cosa.

—¿Qué pasa?

—Toma la elección por ti. Puedo decirte como se sentirá mi familia, podremos hablar sobre la tuya, sobre tus amigos sobre las implicaciones filosóficas del tema, o de que la vida siempre vale la pena porque simplemente es verdad, pero no hablamos de la vida, hablamos de la inmortalidad. Hablamos de ti y de como te sientes tu. De que pasarás el resto de la eternidad aquí, sin cambiar nunca, de que tal vez incluso olvides que tus ojos algún día fueron azules, de que la comida te sabrá a tierra y que incluso podremos ver como este mundo se acaba, e incluso quizá sobrevivamos a eso.

—Por un momento creí que todo se trataría sobre... Ya sabe, convencerme de elegir ser mordido, gracias por ponerme las cosas en claro, tendré mucho en que pensar.

—Si, pero no hoy. Hoy vamos a hacer otra cosa.

—Cierto ¿a donde me llevan? Hace mucho que me di cuenta que no íbamos a mi casa y que me habían secuestrado.

—No te preocupes tenemos el permiso de Charlie, aunque técnicamente le mentimos y le dijimos que te llevaríamos al cine a distraerte, luego a cenar en casa y que podrías quedarte a dormir en la habitación con Edward.

No pudo evitar reír.

—¿Como le sacaron permiso?

—Hicieron equipo, bueno, Jasper, Edward y Esme.

—Pobre papá, nunca tuvo oportunidad contra semejante equipo. ¿Y Bella? Ella esta intentando tomar el papel de mi mamá o algo así. Seguro que intentó apuntarse para vigilarme.

—Le pedimos a tu amigo de la reservación que la distrajera para darte un día agradable, y aceptó inmediatamente. Me sorprendió un poco, ese chico y Edward llevan peleando desde que llegamos al pueblo, pero parece que es un buen muchacho, y un buen amigo por como reaccionó a le comentamos que el objetivo de esto era hacerte sentir mejor.

—Si, Jacob es perfectamente capaz de ayudarme a ocultar un cadáver si se lo pidiera. Y yo también lo haría por él. Es mi único amigo real en el mundo.

—Eso no es exactamente cierto, estamos nosotros. Pero te lo perdono solo porque nosotros somos mas familia que otra cosa.

Llegamos al bosque, allí bajamos y Carlisle me cargó mientras corría por lo que faltaba de camino, cerré los ojos y me sentí un poco mareado pero fue muy cuidadoso, hasta que llegamos a un enorme campo abierto en la ladera de los montes Olimpic, el lugar estaba seco porque la tormenta se quedó atrás en el pueblo, aún así se podían ver las nubes negras y rayos y truenos iban y venían con fuerza encima del pueblo. Edward llegó poco después cargando mi silla de ruedas con una sonrisa, pero esta murió en cuanto vio a Carlisle, soltó la silla y empujó a Carlisle contra un árbol de un tronco mas grueso que el de un carrito de golf, y la madera crujió.

—¡No tenías derecho a decirle!

Me apresuré a llegar a ellos, Edward lo soltó cuando me sintió cerca, con solo verle a los ojos supe que le dolía que yo supiera lo que iba a hacer después de que me fuera. Carlisle le dio una palmada el hombro y se fue junto con los demás, dándonos un poco de espacio. Absurdo, sabía que podrían escucharnos sin problemas a esa distancia. Pero igual hablé, las cartas ya estaban sobre la mesa.

—A lo mejor no tenía porque decirme, pero tu debiste hacerlo. Esas cosas no se mantienen en secreto Eddie.

—Si te lo decía te ibas a quedar y jamás me lo perdonaría. No quiero que estés atado a la inmortalidad.

—¿No quieres que me quedé contigo para siempre?

—Claro que quiero, lo deseo desesperadamente, eres mi vida, te amo y solo pensar en perderte me destruye. Pero tu no lo quieres y no haré que te sacrifiques por mi.

—Yo no sé lo que quiero, soy un adolescente atolondrado. Lo que pienso hoy no será lo que esté en mi mente mañana. Esta elección es muy dura y a mi edad no debería tener que pensar en cuestiones tan importantes pero ya que tengo que hacerlo estoy aterrorizado y solo quiero tener todos las variables, quiero saberlo todo antes de morir o vivir, o lo que sea. Yo no he tomado ninguna decisión así que no te pongas raro, sin mencionar que los últimos días me han dejado muy claro que no quiero morir. Así que no pienses que si me quedo sera por ti a lo mejor yo...

Me abrazó, de la misma forma en que abrazan a un soldado cuando vuelve a casa. Jamás un abrazo me había sabido tanto a dolor y a amor. Se separo un poco de mi para vernos a la cara. Los vampiros no lloran pero algo en su expresión me dio a entender que si pudiera ahora estaría hecho un río de lágrimas.

—¿Te atreves a darme esperanza?

—Solo digo la verdad, tuve tiempo para pensar y a lo mejor necesito mas, pero por ahora sé que no quiero morir. No sé que vaya a pasar al final, no puedo prometerte nada, pero puedo admitir que ahora estoy considerándolo mas que antes. Y es por mi, Edward, yo te amo, te amo de una forma mas allá de la razón, pero nunca tomaría esta elección pensando en alguien mas que no fuera yo. He crecido siendo mimado consecuentado e impulsado a ser egoísta. Lo sabés, Charlie me crió para que pensara solo en mi y en mi felicidad porque le da miedo que no haya tenido la mejor vida posible.

—Y aún así siempre piensas en otros. En tu familia y en lo que pasará con ellos, estas muy enfermo y te preocupa que tu papá esté estresado por esto. Y ahora no dejas de pensar en mi... Me cuesta creerte, estoy viendo como como tus pensamientos pasan a la velocidad de la luz, y en cada uno de ellos estoy yo.

—Por que te amo. Y no quiero que tires todo a la basura si me voy. Personalmente no me siento culpable para que lo sepas, yo soy fiel creyente de que cada quién toma la mejor elección para si mismo y se debe cargar con las consecuencias. Pero me duele, y la sola idea de que elijas morir cuando no tienes que... No quiero ni pensarlo, quiero que seas feliz y sigas adelante.

—Pues me será imposible. Mira, la vida para mi era irrelevante, es como si el mundo no fuera mas que una escala de grises. El día que nos conocimos lo cambió todo, de pronto había colores, musica y sabores. Había un motivo del todo, y de pronto tuve el privilegio de amarte y de que me amaras y es como tener el paraíso, si te vas, todo eso se irá, y ni si sera una escala de grises será una profunda oscuridad de la que no podría escapar.

—No pensé que me lo dirías a la cara, creí que intentarías aminorar la situación. Tomando en cuenta tu posición en esto.

—Tu querías la verdad y no voy a mentirte.

—Hagamos una cosa, olvidemos el tema. No para siempre, lo hablaremos no sé, cuando las cosas se pongan muy mal y haya que tomar una elección, es muy estúpido y nada inteligente. Lo sé. Pero ya sea que muera, me recupere milagrosamente o me conviertas, no quiero pasar los que podrían ser mis últimos días, de vida o como humano, discutiendo y llorando, y no sé convencerte que hago las cosas por mi o mas mierda. Quiero ser feliz, y disfrutar, y ahora me ibas a mostrar como le PATEAS el trasero a todos en Béisbol por mi.

—Si lo pones así...

Solo sonrió y me besó en la punta de la nariz antes de cargarme a una pequeña zona previamente preparada. Había una sombrilla por los pequeños rayos de sol, Rosalie puso mi silla de ruedas y le metió un cobertor, con la perdida de peso vino el no poder soportar el clima como antes. Había un cojín bastante grande donde pude poner mis pies una vez que Edward me sentó y Jasper me entregó un batido verde, la única cosa que había podido tragar en los últimos días.

—Oye Roy, lamento tener que decirlo, pero quién terminará con el trasero hecho papilla será Edward.

Dijo Emmett a carcajada limpia. Iniciaron una pelea amistosa llena de bullas y luego se fueron a sus lugares. Tanto dramatismo en nuestra discusión y ahora pasábamos directo a los chistes, esto me encantaba. Ellos sin lugar a dudas se sentían como familia, como parte de, porque después de todo Charlie era mi familia.

Jugaban muy agresivamente, hacían todas las trampas posibles y la pelota sonaba como un trueno. Esme que hacía de arbitro cada tanto se acercaba a mi y se aseguraba de que estuviera bien. Hice chistes con ellos, incluso aposté en contra de Edward con Rosalie, perdí cinco dólares. Esta es de esas cosas que te dan energía. Me olvidé realmente de todo lo que habíamos hablado al principio y me concentré mucho en seguir el juego, una tarea difícil con ellos corriendo a la velocidad de Flash y golpeando la pelota como Shazam.

El partido era tan interesante que dudaba si alguna vez volvería a disfrutar algún partido por televisión, comparando la serie mundial quedaría muy patética. Esta era la mejor cita de la vida, para un gran aficionado de los deportes como yo esto sabía a gloria.

Pero la felicidad no duró tanto como me hubiera gustado. De la nada se escuchó un fuerte gritó, era Alice. Edward no tardó ni medio segundo en llegar hasta a mi y cargarme al estilo princesa dispuesto a echarse a correr hasta mi casa, de no ser porque Esme lo paró, preguntando que pasaba. Todos los demás rodearon a Alice y ella fue la que habló.

—Nomlo he visto con claridad, no podría decirlo...

—¿Alice?

Preguntó Carlisle, y ella aturdida respondió lo que pudo, mientras Edward estaba desesperado por llevarme lejos.

—Me equivoqué, viajan mucho mas rápido de lo que pensaba. Nos escucharon jugar y han cambiado de dirección...

—¿Cuanto tardarán en llegar?

—Cinco minutos.

Todos voltearon a verme y Carlisle se dirigió a Edward.

—No puedes huir con él así, para escapar tendrías que usar el doble de velocidad que yo usé para traerlo y si no tienes cuidado le harás daño, en esa condición tendrá una nueva hemorragia.

—¡No puedo permitir que le vean! Le va a dar un ataque de pánico.

Oh allí lo entendí, me dolió el corazón el mundo empezó a moverte y sentí que el aire me faltaba. El otro grupo de Vampiros del que Edward me había hablado estaba aquí.

—Llevame a casa... N-no importa si yo...

Intenté hablar pero a penas si me salían las palabras. Me sentó en el piso, acarició mi cabello y de pronto Jasper que había estado hace nada tranquilizando a Alice ahora estaba a mi lado, allí comprendí que si Edward era telepatía, Jasper debía tener alguna especie de control sobre las emociones porque una oleada de paz pasó como mantequilla por mi cerebro. El ataque no paró del todo, pero ya podía respirar y al menos nos sentía que el corazón me fuera a explotar.

La tormenta había crecido mucho, sonaba como si fuera el fin del mundo. Y allí estaba yo sentado como buda con Jasper a un lado y Edward al otro. Carlisle tomó el mando.

—Nos limitáremos a seguir jugando, solo tienen curiosidad. Edward sé que no tengo que pedirlo pero quedate con Roy allí mientras nos encargamos, solo es seguridad no creo que pasé nada. Es especial por las circunstancias, su olor no creo que... Tu sabés, los anime a cazar.

¿Olor? ¿Cuál era mi olor para que un vampiro se desanime de comer?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).