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SÍ, SOMOS PADRES por The_dark_Duchess

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Notas del capitulo:

Hola! Hermosa gentecita del yaoi :D!

Bueno, como prometí la vez pasada, les traigo episodio hoy domingo xD sin mentir, aquí son las 00:23 del domingo :’v es decir, estoy bien puntual el día de hoy xD

Muchos agradecimientos con todo mi cariño a las bellas personitas que me comentaron el episodio pasado, vosotros sois los que me animan a seguir ;’3

Esta semana estuve distrayéndome mucho :’v alv, sobre todo con un dounjinshi hard XD de DoffyCroco jajaja me lo pasó un amigo :’v las cosas que veo por la amistad… ok no ¬w¬ xD

 

Al episodio:

-        Todo ocurre luego de 4 meses xD

-        Texto del inicio en cursiva es flashback

-        Si alguien tiene curiosidad (sé que al menos dos personitas la tendrán ¬w¬) esta es la canción que escucha Sabo: AQUÍ ...  y esta la que escucha Sellawk: AQUÍ   (No es necesario que las escuchen xD es para los curiosos)

Sin más preámbulos, les dejo con la lectura, nos vemos abajo ;)

Capítulo 12:

¿Buenas nuevas?

 

****.****

(4 meses después)

 

 

-        Oye… Smoker… ¿a dónde vamos?

-        Pronto lo sabrás

 

Si la situación ese día era totalmente tensa para Shanks, Smoker y su “sorpresa” se la estaban poniendo más difícil.

Shanks y Smoker habían tenido una especie de relación por unos tres meses, en los cuales sólo habían salido y platicado de vez en cuando. Pero cuando la pequeña Sellawk de siete años dijo: “no lo quiero, es serio, da mucho miedo y parece que me odia”; fue claro para el pelirrojo, no expondría a su hija a malos ratos porque él quisiera rehacer su vida, además, por el peli gris solo sentía algo de aprecio. Era atractivo no lo negaba… pero… pero no lo hacía sentir como Mihawk, no, nadie era como ese azabache de ojos dorados.

Y ese día había preparado un discurso para decirle a Smoker que ya no podían seguir saliendo a cenar o algo, al principio de todo estaba receptivo, dándole la oportunidad que muchos y muchas le pedían… y aunque el peli gris sabía respetar su espacio, no había podido darle ni la mitad de su corazón. Lo apreciaba, pero no podía seguir con ello si eso significaba que Smoker saliera más lastimado de lo que seguro estaría. No, debía terminarlo lo más pronto posible.

 

-        Smoker… yo te cité en ese café porque teníamos que hablar de algo muy importante

-        Claro – dijo seriamente – pero primero quiero que escuches lo que tengo que decirte

 

Él sólo asintió por inercia, no tenía caso el alargarlo más tiempo, así que hablaría aun estando en pleno taxi. Pero para su mala suerte, el automóvil paró, anunciándoles que habían llegado. Era un lujoso hotel cinco estrellas; Shanks sudó frío ¿acaso Smoker querría…?

Iba a reclamar hasta que el peli gris simplemente lo jaló con brusquedad hasta dentro, había reservado la sala de reuniones, lo cual le sorprendió. Llegaron a un salón con mesas arregladas y varias personas. Una pareja mayor los saludó.

 

-        ¡Oh! ¡Hijo! Es muy apuesto, así como nos dijiste  – dijo la señora palmeándole los cachetes a Shanks

 

Ugh… esos eran los padres de Smoker. ¿Qué hacían los padres de Smoker ahí? ¿Y toda esa gente?

 

-        Smoker… qué es todo esto…

 

Fue llevado por varias mesas mientras las personas lo saludaban y aprobaban… ¡toda esa gente era la familia del peli gris! ¿¡Qué carajos estaba pasando!?

 

-        Shanks, tenía planeado esto desde hace un tiempo… espero no te incomode

-        ¿Ah? Pero si ni siquiera sé de qué va el asunto

-        Ya verás

 

Y fue dejado en la mesa del podio, la central. Mientras se mosqueaba conforme pasaban los minutos, y por alguna razón, todo ello le daba pésima espina… ahora ¿cómo le diría que quería terminar todo en frente de su familia?

Una vez llegó Smoker, se dispuso a no alargar más la situación. Pero el hombre que había dejado sus puros en la mesa, se le adelantó.

 

-        Familia – llamó con la copa – su atención por favor – y todos se pusieron de pie, mirándolos

“Oh rayos…” susurró Shanks en su mente, estaba empezando hiperventilarse.

 

-        Quería compartir este especial y crucial momento en mi vida con todos ustedes – dijo con su típico semblante serio

Y se arrodilló mirando a Shanks, sacando de su bolsillo una cajita.

“¡Oh! ¡No es posible!” Shanks supo de inmediato qué pasaba “No… no debí dejar que la situación avanzara más”

-        He preparado todo esto para pedirte matrimonio… así que… bueno ¿quieres casarte, Shanks?

Ahora sí que se sentía peor que mierda, Shanks se sentía la peor persona del mundo por esto, o al menos por lo que iba a hacer. Pero ni caso, primero estaba Sellawk y sus obligaciones como padre, así que… tenía que hacer lo que era correcto no sólo para él, sino para Smoker, él de seguro merecía alguien que lo amara de verdad, y Shanks no podía darle lo que necesitaba.

-        Smoker… bueno yo… – miró a los presentes, que le sonreían – todo esto… es bonito, y lo agradezco pero…

“Qué difícil situación” pensó una vez más.

-        Pero no puedo… no puedo casarme contigo – la sonrisa en la cara de todos se borró de inmediato, tenía que salir de ahí o lo mataban – eres una buena persona… pero ¡No puedo! ¡Lo siento!

Y salió corriendo como alma que lleva el diablo, trepándose hasta por las mesas mientras algunos de los familiares le gritaban o intentaban que no escapase. No había tiempo para el shock, hubiera deseado que fuese de otra manera pero la situación se presentó diferente. Una vez en la entrada de la sala, giró por última vez y vio a Smoker ahí, paralizado, mirándole fijamente con una expresión neutra pero triste. Shanks cerró los ojos y se reverenció a modo de disculpa antes de volver a correr para salir del lugar.

 

 

 

 

Shanks se despertó de golpe y casi sudando frío, ya había olvidado esa vergonzosa situación hace bastante pero por alguna razón, su memoria le estaba jugando muchas bromas a menudo. ¿Será que la culpa lo estaba empezando a abrumar?... Cuando se dio cuenta, Mihawk ya casi había estacionado el auto en el hospital.

 

-        Al fin despiertas, ya llegamos – le dijo neutral mientras buscaba un lugar donde estacionar el auto

 

El pelirrojo se vio el bultito en su vientre y lo acarició con delicadeza, últimamente estaba algo más agotado que de costumbre y estaba casi seguro que era por la gestación. Ese bebé le estaba dando más pelea que Sellawk… y eso significaba que sería una joyita en cuanto a carácter, de eso seguro.

Y por cierto… no sabía cómo era que Sellawk aún no se daba cuenta, ya se lo había ocultado por mucho tiempo, y a decir verdad, estaba empezando a cansarse de ponerse casacones de escalador para ocultar su evidente estado, la chica ya lo veía raro, pero no preguntaba más ya que estaba ocupada con lo de la escuela.

Cuatro meses y algo más llevaba su bebé y el ultrasonido ya había revelado si Sellawk tendría un hermano o una hermana.

 

-        Las clases comenzarán en diez minutos

-        Ya lo sé señor amargado Dahahaha – se burló mientras bajada del auto

 

Mihawk solo lo tomó de la nuca y lo atrajo hacia él para besarlo con furor, últimamente verlo en ese estado lo mataba de ternura, pero nunca se lo diría a Shanks, por supuesto.

Hacía un par de sesiones que las clases de psicoprofilaxis ameritaban de la presencia del “padre” por así decirlo, no sólo por el hecho de que también criaría al bebé, sino para que se familiarice con el proceso y la relación de pareja sea más estable. Padres felices, bebés felices, era el lema de la guía principal, la carismática Viví.

Subieron de a pocos por las escaleras mientras de vez en cuando descansaba.

 

-        Deberíamos usar el ascensor

-        Mihawk… es solo el segundo piso…

 

Una vez llegaron, Shanks se saludó con algunas embarazadas más, empezando a platicar con ellas, algunas se le acercaban maravilladas a palparle o acariciando sus cabellos, todas querían tocar el bultito sobresaliente de su vientre.

Mihawk las veía con un tic enfermizo en el ojo “¿No vez que esas arpías sólo quieren tocarte?” susurraba casi a gritos analizando cómo Shanks las trataba amablemente. Aunque las parejas de las señoras estaban sentados casi a su lado, y ni prestaban atención al asunto, más bien estaban leyendo periódico o revistas o bien dormían.

 

-        Muy bien futuras madres y padres, es hora de empezar – llegó Viví alegre

 

A los que llevaban el bebé los hizo sentarse formando media luna, con sus parejas a medio metro detrás de sus respectivos. De improviso, la puerta principal se abrió dando un portazo; Mihawk enarcó una ceja y los demás solo vieron al par que recién llegaba.

 

-        ¡Hemos llegado tarde por tu culpa, cabeza de alga!

-        ¡Quién fue el que se quedó dormido!

-        ¡A pero quién fue el que se perdió como mil veces con el auto!

 

Eran Zoro y Sanji que llegaban retrasados.

 

-        ¡Pero bueno! Siéntense, bienvenidos pareja Roronoa

 

Ambos se giraron a prestarle atención con un notorio sonrojo al ser llamados así, más por parte de Sanji.

Luego de media hora, el ambiente se suavizó, aunque a decir verdad, no mucho para algunos padres que miraban medio mosqueados la gimnasia obstétrica.

 

-        Y ahora… la sentadilla del bebé… sí, muy bien – animaba Viví, haciendo una sentadilla lenta con los brazos extendidos, ayudando como ejemplo a las mamás que no recordaban

 

Shanks lo hacía con entusiasmo, esforzándose en el proceso. Sanji estaba sonrojado mientras lo hacía, una cosa era hacerlo frente a todas ya que se estaba acostumbrando, pero otra era hacerlo frente a Zoro, quien dicho sea de paso lo miraba con una ceja alzada y conteniéndose de no irritarlo con múltiples frases que rondaban por su cabeza.

 

-        Excelente chicas y chicos – aplaudió – ahora por favor futuros papás, tomen una colchoneta y acérquense, es hora del masaje para el bebé

 

Tanto Mihawk como Zoro y los demás fueron a por una colchoneta de la pila de estas en una esquina.

 

-        Curioso verte haciendo estas cosas tío

-        Lo que se tiene que hacer por los hijos

-        ¿Ya les dijiste a la familia de tu futuro hijo?

-        No

-        ¿Les dirás?

-        Pronto, espero – susurró mirando a Shanks

 

Una vez todos se acomodaron con sus parejas, Viví les indicó que debían colocarse detrás de sus parejas, muy cerca, como si los quisieran abrazar por la espalda, pero sentados y con las piernas extendidas a los costados.

 

-        Perfecto, ahora empezarán los masajes por donde se alimentará el bebé… ajá, no sean tímidos

 

Debían colocar sus manos al lado de los senos de sus parejas y cerrar y abrir en pequeños intervalos. Y aunque Zoro pensó que porque Sanji era varón, no tendría que hacerlo ya que no tenía senos, con la mirada, Viví le dijo que lo hiciera.

 

-        El ejercicio es suave marimo tonto

-        Lo intento – se acercó a su oreja, respirándole suavemente – en vez de eso, quisiera motivar tus pezones pero terminaríamos dando un espectáculo

 

Sanji se sonrojó por lo dicho e intentó apartarse, pero las manos del peli verde lo sostuvieron firmemente.

Otro caso eran Shanks y Mihawk.

 

-        Mihi por favor, aprieta más fuerte, no tengo senos pero tienes que relajarme

-        Estoy intentándolo – dijo con un tono de molestia – y no me llames así

-        Ah pero en la cama te gusta que lo grite – le susurró coquetamente – ahh…

 

Shanks no pudo evitar gemir bajito cuando Mihawk capturó con sus dedos ambos pezones aún por encima del polo, eso era vergonzoso hasta para él mismo.

 

-        Ahora por favor, las y los gestantes colocarse de a gatas y sus parejas detrás, sosteniendo sus caderas

 

Esa era una posición un poco vergonzosa para Sanji, ya que habían tenido sexo de esa manera muchas veces, además, la ladina sonrisa de medio lado que le dedicaba Zoro no ayudaba en nada.

 

-        Ahora mis queridos, encórvense y tiren de las caderas de sus parejas hacia sí mismos, no los agiten mucho, el objetivo es estirar de a pocos los músculos y ayudar a las rótulas a soportar el peso…

 

Zoro hizo caso encantado y empezó a tirar, técnicamente, de Sanji; apegando a propósito su virilidad en el trasero del rubio.

 

-        ¿Qué crees que haces marimo pervertido? No te apegues mucho… ha…

-        Te gusta imaginarte cosas sucias ¿no es así? – le susurró ladino

-        No… no claro que no…

 

Otro par un poco peculiar era conformado por el pelirrojo y el de ojos dorados.

 

-        Ah… Mihi… ah… tira más fuerte…

-        Shanks por favor – sentenció Mihawk abochornado – deja de hacer tanto escándalo

-        Pero si lo estoy susurrando para ti…

 

El azabache tragó en seco, definitivamente a Shanks le encantaba sacarlo de quicio.

Por su lado, Smoker los miraba un poco extrañado, su pareja, la afamada y guapa Hina, tenía un vientre algo abultado… y pensar que meses antes le coqueteaba furtivamente a Shanks, bueno, ahora había reservado sus frases coquetas para el peli gris detrás suyo. De paso, algunas embarazadas casi distraídas y maravilladas miraban a las parejas de varones de reojo. Así, pasó cerca de media hora más antes de que todo finalizara.

 

-        No olviden que a la otra todos deben traer un muñeco, aprenderemos algunos cuidados básicos para el bebé

 

Y con un sí general las parejas fueron saliendo de a pocos. Smoker salió casi junto a Shanks y le miró con desdén al evaluar su abultadito vientre.

 

-        ¿Se te ofrece algo? – Mihawk inquirió agresivamente, no había pasado desapercibido la atención que el peli gris le prestaba a su pareja, demasiada para ser un desconocido

-        Supongo que es tarde para decir lo que se me apetece – contestó colocándose los puros aún sin prender

 

El azabache abrió los ojos algo impresionado, apretó los puños pero fue sostenido por Shanks.

 

-        Mihawk… tranquilízate por favor

-        ¿Conoces a este tipo?

-        Bueno…

 

Smoker soltó una leve y seca risa antes de girarse, dispuesto a alcanzar a su chica.

 

-        Menudo partido te has conseguido… Akagami – y se fue sin hacer más barullo

 

La pareja se quedó en silencio por unos minutos, Shanks sabía que Mihawk le pediría explicaciones… y sus sospechas no tardaron en hacerse realidad.

 

-        Tienes cinco minutos para explicar algo, Shanks

-        Err… bueno… es un conocido

-        ¿Conocido? ¿De dónde? ¿cuándo? ¿qué especie de relación comparten?

-        Mihawk, somos conocidos… viejos amigos de universidad

-        ¿Qué facultad?

 

Ahí sí la regó, pues… Shanks y Smoker se habían conocido antes de que el primero conociera a Mihawk, cuando el pelirrojo fue llevado a la comisaría por haber bebido mucho en una fiesta y terminó haciendo escándalo con sus demás amigos; Smoker era un aprendiz de policía por ese entonces… ahora era todo un jefe en esos lares. Nunca había mantenido mucho contacto con él hasta unos años después.

 

-        Tal vez no lo conocí en la universidad

-        ¿Me has mentido?

-        ¡Por favor! ¿Vas a interrogar a tu chico embarazado? – le suplicó con un puchero

 

Definitivamente no le diría “Ah… Smoker es un ex, pero descuida no hubo sexo ni nada… aunque sí me pidió matrimonio…” no, no iba a decirle eso.

 

-        Shanks… – dijo a modo de reproche

-        Ya no importa, Mihawk… ¿ok?

 

El de mirada dorada soltó un gruñido molesto antes de tomar al pelirrojo de la mano y dar marcha hacia la salida del hospital.

 

 

 

****.****

 

Sanji estaba sentado en la sala de espera del consultorio mientras Zoro caminaba a pasos lentos.

 

-        No te alejes mucho o te perderás – le advirtió el rubio

-        Tch

 

Justo después de la sesión de psicoprofilaxis tenían cita con el médico para hacerle el ultrasonido, saber el estado del bebé y si se podía, saber si era dama o varón. Sanji acariciaba suavemente el bulto en su vientre, no era muy grande aún pero ya no podía simular un abdomen plano a menos que se ponga casacones de montañeros; miró de reojo al peli verde y no pudo evitar sonreír de lado, se notaba a leguas que estaba un poco nervioso por no decir ansioso, de pronto, pensó con diversión que ojalá el bebé no sacara esa peculiar habilidad de perderse que tenía Zoro.

 

-        Pareja Roronoa… pase por favor – llamó Chopper, vestido con una mini bata blanca un poco mosqueado por la formalidad del caso

 

Y si algunos habían olvidado el detalle explicado hace mucho, Chopper trabajaba formalmente en el Ishida Hospital, pero también daba consultas externas en casa de Makino, donde vivía.

 

-        ¿Un mapache? – dijo Zoro girando la cabeza

-        ¡Soy un reno!

-        Ah bueno, eso…

-        ¿Nunca has visto animales que hablan?

-        Pocas veces – el peli verde entrecerró los ojos por un rato hasta que recibió un golpecito en la cabeza por parte del rubio

-        No lo pongas nervioso, cabeza de lechuga, es un buen doctor y eso basta

-        Yo no dije que no lo fuera, solo me parece curioso

 

Chopper carraspeó para que le prestasen atención. Sanji había buscado cita exactamente con él porque le tenía confianza.

 

-        Sanji por favor recuéstate en la camilla y remángate el polo, exponiendo tu gestación

 

El rubio hizo caso con un ligero rubor en las mejillas ya que Zoro no dejaba de escrutarle con la mirada. De pronto, una enfermera interrumpió en la sala.

 

-        ¡Chopper-sama! ¡Le necesitamos! La paciente del 402 tiene complicaciones, el cordón umbilical se ha enredado al cuello del bebé y parece que puede tener alto riesgo en las vías respiratorias…

-        ¡Voy de inmediato! Esperen un rato por favor, les mandaré alguien

 

El par que se quedó totalmente consternado ante lo ocurrido, por instinto, una de las manos del moreno tomó la pálida mano de Sanji que estaba más cerca y en silencio se miraron… no sabían cómo nacería su bebé o si estaría en alto riesgo por obvias razones.

Al rato, entró al lugar una mujer alta, pelinegra, bronceada y de ojos azul oscuro. Sanji la reconoció ni bien la vio y no pudo evitar sonreírle.

 

-        Buenos días – leyó el folio – pareja Roronoa, soy Nico Robin, pediatra-obstetra, yo tomaré el lugar del Dr. Chopper por esta vez ya que va a demorar más de lo previsto

-        Robin-chan

 

La mujer le sonrió con tranquilidad, Robin y Sanji se conocieron hacía bastante tiempo, cuando la familia del rubio buscaba cómo deshacerse de él, Robin fue en donde encontró consuelo y una amiga incondicional, puesto que era por mucho más madura, aunque solo le llevaba unos seis años al rubio. Y fue ella misma quien recomendó al patriarca de los Vinsmoke el que mandasen a Sanji donde Makino, era eso o probablemente Sanji estaría en un monasterio en los rincones más olvidados de Italia, remoto y siendo encadenado a una vida privada de sus objetivos.

 

-        Hola Sanji-san

-        ¡Robin-chan! ¡Pensé que te habías ido a Rusia!

-        Fufufufu… me fui a Rusia unos cuantos años, pero tanto mi madre y yo nos sentimos más a gusto en Japón

-        Ya veo, me alegra verte de nuevo

-        De igual manera – le sonrió curiosa – veo que tienes una pequeña sorpresa aquí… - le acarició el vientre abultado suavemente

 

Zoro carraspeó un poco mosqueado e incómodo, cruzándose de brazos.

 

-        ¡Ah! Robin-chan, este es el marimo

 

Pero al ver la ceja alzada de la dama se retractó.

 

-        Se llama Zoro… mi… pareja – dijo lo último sonrojándose un poco

-        Un gusto, Zoro-san

-        Igualmente – musitó el peli verde

 

La chica comenzó a preparar los indumentos que iba a utilizar, conectar el transductor al ecógrafo y encender la pantalla. Sanji empezó a toser de nerviosismo, de hecho, fue un momento poco oportuno para que le diera picazón en la garganta.

Robin empezó a pasar el transductor por el bulto del vientre de Sanji, sorprendiéndose al analizarlo; los latidos acompasados de los bebés retumbaban por toda la habitación. Pero antes de que la peli negro pudiera decir algo, Sanji habló.

 

-        Ugh… marimo… tráeme algo de agua por favor

-        Tsk, está bien

 

Zoro salió del consultorio al ver que la obstetra no decía nada alarmante, directo a buscar una máquina expendedora de bebidas. Y se iba a tardar algo dado su excelente sentido de orientación.

 

-        ¿El bebé está en buen estado? – inquirió el rubio una vez calmó la carraspera ya que Robin paseaba el transductor por todo su vientre

-        Los bebés están bien

 

Los ojos azules de Sanji se clavaron en el sereno rostro de Robin de inmediato, muy alarmado y sorprendido, creyendo haber escuchado mal.

 

-        Ro… Robin-chan… hahaha debo estar sumamente distraído, es    que no escuché bien…

-        Bueno – sonrió la dama con tranquilidad – dije que los bebés están bien

-        Er… este oído mío – se frotó las orejas – escuché “los”, lo cual es una locura claro hahaha…

-        Sanji-san, has escuchado bien… los bebés están bien, vas a tener gemelos

 

Los ojos de Sanji se abrieron tanto que parecía que se salían de órbita, de inmediato, una vena de cabreo se hizo notar en su frente, enrojecido por la sorpresa.

 

-        ¡¡¡¿¿¿QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉ???!!!

 

Robin le señaló la pantalla.

 

-        Son dos saludables gemelos

-        ¡No es cierto! ¡¡¡¡No puede seeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeer!!! ¡¡¡¡PERO ESE MARIMO DE MIERDA AHORA SÍ ME LAS VA A PAGAAAAAAAR!!!

 

Ya Sanji ni sabía qué sentir, aunque era una grata sorpresa, estaba aterrado. Si ya una gestación para un varón era riesgosa, un par de gemelos era más que eso, tal vez.

 

 

 

****.****

 

La casa de los Donquixote, estos últimos meses, había sido una tertulia. Sobre todo por el par de chicos en espera que tenían.

 

-        Doflamingo ¡El mocoso de tu yerno se ha acabado el café de la despensa! – gritó Sir Crocodile

-        ¿¡Quién osa molestar a mi Croco-chan!? – musitó el rubio de gafas antes de aparecer en la cocina – espera ¡Tú no debes tomar café en tu estado!

-        ¡Me importa bien poco! Primero mi tabaco y ahora el café ¡Todo lo que causas en mi vida!

 

Doflamingo sonrió con sarcasmo, relamiéndose los labios al ver a Sir Crocodile más rellenito, intentando cubrir su estado con abrigos de todo tipo.

 

-        ¿¡Qué tanto me miras!? – farfulló, irritado – demonios

-        Croco-chan~ te vez adorable en ese estado

-        ¡No digas sandeces! – gritó ya al borde del colapso y bastante sonrojado

-        Ffuffuffuffuffu~

-        ¿¡Te estás riendo de mí!? Bastardo descarado

 

El azabache intentó zafarse cuando el rubio lo apresó por la espalda y le mordió el cuello sin toque de cuidado, aunque sabía que era en vano, su pareja no lo soltaría ni aunque le patease. Sir Crocodile era de las personas que no cantarían lo que sentían por doquier, y Doflamingo lo sabía de sobra; así que por el momento se contentaba con verlo berrinchar.

 

 

 

Otro caso era la segunda pareja que vivía en el lugar, un poquito más sincronizada pero no por eso menos problemática. Law y Luffy se entendían como podían, aunque para el menor de ellos la situación era divertida; mientras Law estaba haciendo cuentas y listas, sabía que Doflamingo no decía bromas con respecto a hacerse cargo de su familia. Aún le daba un escalofrío al pensar que, literalmente, era padre de familia.

Para el ojeroso, lo más difícil era hacerse a la idea de cuánto necesitaba al mes para poder llenar el barril sin fondo que representaba su pareja, últimamente, con su nuevo estado, comía como si la vida se le fuera en ello… lo más impresionante del caso era que Luffy no engordaba, en grasa refiero, tal vez se debía al hecho de que se mantenía muy activo, ni gota de cansancio por tener peso extra dentro.

Lo mejor de todo eran… las calenturas matutinas que tenía el menor, ni bien despertaban, Luffy le manifestaba un hambre voraz… y no precisamente de comida.

-        Ugh… es… espera… To… rao – se cubrió con las sábanas

-        ¿Sucede algo?

Law besaba con cariño las clavículas del menor y paseaba una de sus curiosas manos por los costados de aquel suave cuerpo, lo había visto muchas veces desnudo durante estos meses, le parecía extrañísimo que se avergonzara. El mayor se batió los cabellos con frustración, probablemente su mente y corazón sean pacientes, pero su ahora prominente erección no lo era, y clamaba a gritos que fuera atendida. Luffy era despistado pero esta vez no tanto, sabía que Law necesitaba, literalmente, meterla… así que se tragó su pudor y se giró, alzándole las caderas antes de empezar a tallarse con insistencia.

-        Mmm… rayos…  - Law trató de auto controlarse y sacó su lubricante de la cómoda contigua

Con una rudeza no muy propia de él, metió dos dedos de una sola y comenzó a dilatar la estrecha entrada de Luffy, quien apretó las sábanas y le dedicó unos cuantos suspiros agudos. Law presionó en el lugar sensible del menor con insistencia, animándolo casi al instante, sabía que Luffy nunca se lo pediría, pero le encantaba que le tocara ahí. Unos minutos fueron suficientes antes de tener la voz del menor rogando y suplicando que algo de más volumen reemplazara los dedos de Law.

El placer les segó la razón a ambos mientras empezaban a retumbar los gemidos en el cuarto, esas cuatro paredes no solo contenía los jadeos del par, sino también el chillido de la cama que empezaba a parecer exagerado; el calor era otro factor en desventaja para el par de amantes.

Un dulce mar de sensaciones antes prohibidas para Luffy embriagó a este y lo obligaron apretar su interior con desdén.

-        Ah… uh… maldición Luffy… estás tan estrecho

Si de por sí el menor era estrecho, que apretara su interior lo hacía perder la cordura; sus embestidas se tornaron rudas y desesperadas, con sus dedos delineó el trasero de su sometido antes de aferrarlos a sus caderas, marcándoles un ritmo desesperante para el de abajo.

Luffy se retorcía ansioso, quería llegar al clímax pero a la vez necesitaba hacerlo junto a su pareja, le susurró unas cuantas frases inocentes mientras los interminables cosquilleos que atrapaban su cuerpo se acumulaban con fuerza en la parte baja de su vientre. Law lo acarició entero con un poco de rudeza antes de masturbar la olvidada erección de su pareja; hundió su nariz en los sedosos cabellos del menor y aspiró ese dulce aroma a champo de canela, que le sacó una sonrisa intrépida y lo obligó a morder parte de los hombros de Luffy.

Unos minutos más y la joven pareja terminó explotando su éxtasis, uno en las sábanas y el otro dentro del menor. Respirando agitados y abochornados, permanecieron así por unos segundos hasta que normalizaron sus respiraciones; Law salió lentamente de Luffy y se sentó a su lado.

 

-        ¿Estás bien?

-        Sí… - se acarició el semi abultadito vientre y se tapó

 

Últimamente Luffy estaba muy pudoroso cuando se trataba de sexo; y eso a Law le parecía ridículo e infantil.

 

-        Luffy… ¿sucede algo?

-        No… nada

-        ¿Seguro?

 

Recibió un sí con el gesto, el mayor sólo optó por botar aire y se tiró los cabellos para atrás antes de estirarse e ir a la ducha del cuarto. No iba a tardar más de diez minutos.

Casi como una alarma, unos quince minutos después, Doflamingo llamaba:

 

-        ¡Law! ¡Ven aquí inmediatamente!

 

El oji gris entornó los ojos un poco hastiado antes de terminar de cambiarse y salir de su habitación.

 

-        ¿Pasa algo? – musitó una vez llegó a la cocina, donde estaban su… “madre adoptiva”, como lo había llamado Luffy, y su padre adoptivo

 

Seguro que si Sir Crocodile escuchaba las diferentes referencias de Luffy hacia él, se molestaría un montón.

 

-        Sucede, que tienes que empezar a controlar más a tu novio ¡se ha acabado las galletas y el café de mi Croco-chan!

-        ¿¡Se ha acabado el café!? ¡¡¡LUFFYYYYY!!!

 

Casi de inmediato, el menor de la casa bajó, pensando que lo llamaban para desayunar, ya que así lo llamaba su mamá siempre.

 

-        ¿La comida ya está? – inquirió emocionado

-        ¡Claro que no! – reprochó el ojeroso - ¿¡Cómo que te has acabado el café!? ¡Tú no puedes tomar tanto café y menos de un porrazo!

-        Pero si lo tiré ni bien lo probé – hizo un puchero – estaba amarguísimo

-        ¿¡Desperdiciaste mi café de una sola!? – farfulló Crocodile – ¡Y claro que iba a estar amargo si te terminaste la lata entera en una taza!

-        Ya, ya… Despertarán a toda la cuadra con este escándalo – entraba a escena Rosinante despeinado y con pijama

-        ¡Tú callate! – gritaron todos en conjunto, a excepción de Luffy

 

Law caminó masajeándose las sienes un poco cansado mientras todos se sentaban en la mesa con sus respectivos desayunos. Para suerte de Luffy, Rosinante cocinaba para él, los demás optaban por comer cosas ligeras.

 

-        Shishishi cada día te vez más gordito Cocodrilo – canturreó el menor un tanto divertido

-        Repite eso mocoso – soltó su tostada y fulminó a Luffy con la mirada

-        Ffuffuffuffu~ le doy la razón al chiquillo, Croco-chan~

 

Un par de golpes cayeron en la rubia cabeza de Doflamingo.

 

-        ¿Viste eso? – era Luffy hablándole a su bebé aún en el vientre – la abuelita Cocodrilo es fuerte, ni el abuelito Mingo puede con él shishishishi

 

Una risa mal contenida por parte de Rosinante resonó en toda la cocina mientras servía la carne asada de desayuno en dos platos, inclusive Law dejó de tomar su infusión para suspirar ante la escalofriante idea de que su hijo llamase “abuelita” a Sir Crocodile.

 

-        Ffuffuffuffu~ – rió al fin Doflamingo – me encanta la sola idea de…

 

Sir Crocodile lo dejó knock out en una sola.

 

-        ¡Te pasaste, mocoso! Como le enseñes a ese crío que llevas a decir semejantes sandeces ¡YO MISMO VOY A…!

-        ¡Croco-chan! ¡No te alteres! Es malo para el bebé

 

El mayor de los azabaches, bastante irritado, agitó la cabeza y salió de la cocina con su infusión y el periódico de la mañana siendo seguido con cariñosos apelativos por Doflamingo.

 

-        Luffy-ya – llamó Law – por lo que más quieras… que nuestro hijo no se refiera de abuelos a esos dos

-        Pero si eso son…

-        Sería interesante – habló Rosinante una vez le daba el plato correspondiente a Luffy – por cierto ¿mi ahijado será varón o dama? – dijo risueño

-        No lo sabemos, tampoco importa mucho – respondió Law seriamente

-        ¡Claro que importa! ¿Sino como escogerán el nombre? ¿Les cuento un secreto? – susurró con una sonrisa torcida

 

Law rodó los ojos, otro chisme de Rosinante, seguro sandeces.

 

-        Shishishishi ¡Cuéntanos!

-        El bebé de Doffy y Crocodile será dama…

-        ¿¡ENSERIO!? ¡GENIAL!

-        Shhhhh – interrumpió el rubio a Luffy – ellos no saben que lo sé

-        ¿Husmeaste entre sus cosas? – preguntó Law, sorprendido

-        No como me crees capaz – dijo, ofendido – Crocodile y Doffy discutían ayer porque no se decidían cómo la llamarían hahaha

-        Si mi bebé es hombre, se llamará Arturo, y si es mujer Artura, asunto solucionado – dijo Luffy

-        ¿Arturo por qué? – dijo Law, horrorizado

-        Por el héroe de los cuentos medievales

-        No, no me gusta ese nombre

-        Pero Torao…

-        Ya, ya… ya habrá tiempo de decidirlo – sugirió el rubio – ahora, terminen sus desayunos

 

Unos minutos más y todo estuvo mas o menos tranquilo entre las risas y bromas que protagonizaban Luffy y Rosinante hasta que el teléfono de la casa sonó. Un rato después, Doflamingo llamaba a Luffy, era una llamada para él.

 

-        ¿Aló? – dijo, curioso al contestar

-        ¡Hola Luffy! Soy Sabo – saludó el rubio desde la otra línea

-        ¡Sabo! Shishishi ¡qué gusto hablar contigo!

Law torció una mueca de mal gusto al escuchar los canturreos de Luffy, a pesar de saber que esos dos sólo se querían como hermanos, no podía evitar sentirse celoso al saber que fueron novios.

 

****.****

 

-        Hace buen tiempo que no nos vemos ¿te parece si salimos a pasear? – sugirió Sabo con la mejor de las intenciones

-        Shishishi ¡Claro! Tú dime cuando

-        Mañana ¿estaría bien?

-        ¡Ok! Oye y ¿cómo está Ace?

 

Soltó un bufido al recordar a su azabache pareja.

 

-        ¿Te soy sincero?

-        Por supuesto

-        Es un dolor en el trasero

-        SHISHISHISHI

 

Ambos rieron por un rato, suerte que el pecoso había salido a comprar.

 

-        ¿Por qué lo dices?

-        ¿¡Podrías creer que él parece el gestante!? Que tiene hambre todo el día… que le duele el cuerpo… que tiene sueño… que cambia de humor… que le dan los antojos…

-        ¿Es enserio?

-        Sí, ya lo consultamos con los médicos y dice que es normal, es decir, que hay parejas que tienen malestares invertidos o algo así

-        ¡Genial! Lo que daría porque Torao tuviera los mismos malestares que yo

-        Hahaha no lo sé… es mejor que los tengas tú, así te engríen

 

Escuchó unas voces desde el otro lado de la línea, parecía que lo llamaban.

 

-        Sabo, me tengo que ir, Torao me llama

-        Está bien, oye y no te olvides que mañana salimos

-        ¡Tenlo por hecho!

 

El rubio dejó el teléfono y se dirigió a la cocina de la casa de Ace, el señor Roger lo había recibido de muy buena manera, en realidad al hombre le entusiasmaba mucho el hecho de convertirse en abuelo.

Cogió una manzana y le dio un mordisco mientras tarareaba y prendía la música; sonaba Billie Jean de Michael Jackson y empezó a moverse ligeramente en el centro de la sala.

En esta situación encontró Ace a Sabo, quien soltó las bolsas de víveres que traía y corrió a apagar la radio.

 

-        ¡Hey! ¡Ace! ¡Pero qué te pasa!

-        ¿Por qué no estás en la cama? Te dije que te quedaras ahí, quieto y descansando ¿¡Quieres que nuestro hijo tenga riesgos!?

-        ¡No puedo quedarme todo el día en cama, Ace! ¡Por favor!

-        ¡Ve a la cama y descansa he dicho!

 

Sabo, mirándolo irritado y por qué mentir, hastiado, fue directo hacia la radio, plantándose frente al pecoso, prendió la radio de nuevo; y siguió comiendo su manzana mientras tarareaba y bailaba.

 

-        ¿No me has escuchado, Sabo? – farfulló

-        Por el amor a… no es posible, parecemos un par de críos… sin embargo estamos a meses de ser padres, Ace, no seas tan infantil

-        No soy infantil, el desobediente eres tú

-        No empecemos otra vez…

 

Ambos suspiraron algo frustrados, con lo de la venida del bebé, Ace estaba histérico con el cuidado de Sabo… si bien era bastante consentidor y extremadamente preocupado. Pero cuando los malestares le afectaban a él era un delirio, ya se había acabado la nevera dos veces y a veces se la pasaba tirado al lado de Sabo, quejándose.

 

-        Ok… puedes estar fuera de la cama pero no hagas muchos movimientos

-        Ace, no va a pasar nada malo… cómo Luffy puede…

-        Él y tú son diferentes, punto

 

Sabo rodó los ojos y se sentó en el sofá para revisar los víveres que había traído Ace; sabía que este se ponía celoso al recordar la relación anterior que tuvo y era muy malo disimulando. Sonrió un poco para sí mismo y empezó a seleccionar las latas; un notorio sonrojo pintó sus mejillas cuando sacó un biberón y papilla de frutas de entre las cosas.

 

-        Ace… ¿qué es esto?

-        Cosas para el bebé

-        Pero falta para que nazca

-        ¿Y vamos a esperar eso? – sacó una lata de papilla, la abrió y empezó a comer de esta

-        ¿¡Eso no se supone que es del bebé!? – inquirió el rubio

-        Sí, pero es su culpa que yo tenga antojos, así que se jode, ya después le compramos más

 

No sabía si reír o molestarse, con Ace como padre, el pequeño que venía la iba a tener liada y por bastante; Ace sería como un hermano más que como un padre… y eso le preocupaba, si al final terminaría teniendo dos hijos, literalmente.

 

-        Por cierto, mañana iré con mi padre a comprar los columpios y a hacer arreglos para construir una piscina

-        ¿¡Y todo eso!?

-        Para que el bebé pueda jugar

-        ¡Pero va a ser un bebé, se podría ahogar o algo, eso estaría bien para cuando cumpla seis o siete

-        No seas tan histérico, mi hijo tendrá todo lo que mi padre no me dio cuando fui un crío

-        ¿Tú querías una piscina?

-        Y mi propio parque de diversiones

-        ¿Y el señor Roger está de acuerdo?

-        Creo que quiere expiar sus culpas por dejarme a mi suerte porque trabajaba todo el día, así que va a engreír a su nieto

 

Ya ni siquiera le estaba agradando la idea de quedarse a vivir allí, entre su pareja y su suegro terminarían por malcriar al bebé; lo último que quería era un hijo con la actitud engreída de su hermanastro… un escalofrío le recorrió toda la vértebra hasta helarle los pies, había recordado pésimos momentos. Se sentó de improvisto cuando un mareo impropio le azotó antes de correr al escusado del primer piso y devolver lo poco que había ingerido esa mañana.

 

-        ¡SABOOOO! – Ace se revoloteaba por el baño mientras el rubio yacía arrodillado frente al váter

De vez en cuando le palmeaba la espalda para calmarlo, pero el azabache se desesperaba tan o más que el rubio por los malestares. De pronto, el dueño de casa llegó de trabajar y al escuchar el escándalo en el baño, que era causado más por su hijo que por su yerno, fue corriendo hasta ellos.

 

-        ¡Pero qué sucede! ¿Está mi nieto a salvo?

-        ¡Padre! ¡Sabo va a devolver a nuestro hijo por la boca!

 

Una vez terminó, el rubio inmediatamente le lanzó un capote a su pareja.

 

-        ¿¡CÓMO SE TE OCURRE QUE VOY A VOMITAR A NUESTRO HIJO, ESTAS LOCO!?

 

Ambos azabaches, con ojos llorosos, lo siguieron como cachorritos mientras Sabo se lavaba antes de irse a sentar al sofá, intentando relajarse.

 

-        ¿Y ahora que sucede?

-        Estamos cuidando de que no te pongas mal otra vez

-        Me están estresando, vayan a servirse la comida, preparé estofado

 

Y el par obedeció en silencio. Sabo sólo sonrió algo divertido, aunque a veces se sentía cansado, la nueva experiencia era grata.

 

 

 

*****.*****

 

Mihawk y Shanks estaban en la cocina, el primero estaba leyendo una revista de negocios y el segundo preparaba el almuerzo, al llegar a casa luego de las clases de psicoprofilaxis, habían escuchado música proviniendo del segundo piso del apartamento. Efectivamente, Sellawk escuchaba “No” de Meghan Trainor a todo volumen, encerrada en su cuarto mientras cantaba e imitaba la danza del video clip en la pantalla de su computadora.

Shanks ya sabía esa costumbre de su hija, se la pasaba horas escuchando música a todo volumen ya sea en su cuarto o en toda la casa, y ello no le molestaba, de hecho, agradecía que Sellawk le mostrara su música favorita. Y como la chica estaba ocupada, decidió no ponerse los casacones de escalador para ocultar su evidente estado, aunque ya venía la hora de que no podría disimularlo ni con mil abrigos encima, su vientre estaba creciendo a pasos apresurados. Sintió las manos de Mihawk en sus caderas, que comenzaban a acariciarlas hasta entrometerse dentro de los pantalones y bajar para acariciarle los muslos. Shanks suspiró ante las atenciones del azabache.

 

-        Mihawk… estoy cocinando

-        Sólo necesita que lo dejes cocer… ven aquí

 

Se alejaron de las hornillas y Mihawk lo estampó suavemente contra el refrigerador, de espaldas a él y le desabrochó los pantalones junto con el bóxer, iba a sacar el lubricante de su bolsillo pero la voz del pelirrojo lo detuvo.

-        Mihawk… lo hacemos casi todos los días ¿crees que necesite lubricante? Estoy acostumbrado y moldeado a tu pene

-        Shanks, por favor, no pronuncies esa palabra frente al bebé

-        ¿Es enserio? Aún ni nace

-        Pero seguro que escucha

Una risa coqueta salió de los labios de Shanks mientras empezó a tallarse en la erección del azabache, que permanecía encerrada dentro de sus pantalones.

-        Rápido Mihawk… sabes que últimamente no puedo contenerme mucho tiempo

El de ojos dorados le besó el cuello y le dejó una rojiza marca donde era visible, relamiéndose antes de morderle una de sus orejas, arrancándole un pequeño gemido. Y sin esperar mucho, se bajó el zíper antes de liberar su erección de a poco; sonrió con superioridad al escuchar los jadeos suplicantes del pelirrojo, y sin muchas ganas de esperar, jugar o torturar a su pareja, se introdujo cautelosamente, no quería hacer doler a Shanks, menos en el estado que se encontraba.

-        Ah… Mihi… hmm…

Comenzó a embestir con delicadeza al principio, Shanks se esmeraba en apretar la entrepierna del azabache con desdén, provocándolo. Mihawk sabía que lo hacía a propósito, así que aumentó la fuerza de sus estocadas, lentas pero profundas, rozando el punto sensible del pelirrojo, quien suspiraba y se deshacía, anhelando poder gritar y explotar el placer… más debía ser discreto, y eso lo enloquecía.

Sus piernas empezaron a temblar, no solo por el peso extra que tenía ya de por sí, sino por el peso de Mihawk, que aunque procuraba no recostar su cuerpo entero en Shanks, las embestidas exigían que se recueste ligeramente. El mayor sabía que su pareja estaba limitado físicamente por la gestación, así que ávido y ágil, lo asió sobre sí y se sentó en una de las sillas, cayendo Shanks sentado sobre su erección.

-        ¡Ah!... espera…

Las caderas del azabache apenas y le dieron un respiro antes de que empezaran a sacudirse con rudeza, haciendo saltar levemente el cuerpo del pelirrojo sobre él. Mihawk jaló de la camisa de Shanks y mordió el hombro que quedaba libre, antes de besar su nuca y aspirar el dulce aroma a fresas de los rojizos cabellos.

Shanks se mordía los labios para evitar gritar, en vez de eso se le escapaban suspiros mal contenidos que terminaban por enloquecer al de mirada amarilla.

-        Shanks… estás tan apretado… ugh… me vengo

El aludido asintió, Mihawk lo masturbó por unos momentos, embistiendo tan rápido y duro como podía, evitando moverlo mucho y finalmente se derramó en el interior del pelirrojo, quien contrajo su interior con fuerza segundos antes de tener su respectivo orgasmo.

La pareja se quedó descansando de la actividad por un rato, se dieron un beso y Mihawk fue el que le sostuvo las caderas a Shanks, ayudándolo a sacar su miembro del interior.

El pelirrojo apagó la cocina y se fue al baño a limpiarse, el peli negro se limpió un poco la virilidad, el pasivo siempre era el que terminaba más manchado, en este caso, fue Shanks el que se llevó todo el resto de semen de ambos.

Mihawk empezó a buscar en la revista el ranking de escuelas del año pasado, no pudo evitar curvar sus labios en una sonrisa orgullosa cuando el primer lugar lo ocupaba el “Kuraigana School”, una escuela para varones donde él había estudiado, no solo él… su padre, su abuelo, su bisabuelo… etc; prácticamente era una tradición familiar de los varones de su familia.

 

-        El Kuraigana School – dijo cuando Shanks regresó a la cocina

-        ¿Mn?

-        Ahí es donde estudiará nuestro hijo

 

El par ya había ido a fijarse el sexo de su futuro bebé y para el orgulloso Mihawk, era una grata sorpresa que fuera a ser varón.

 

-        ¿Esa escuela borde y de colores apagados?

-        Tiene decoración elegante, que es diferente

-        No, claro que no, nuestro hijo no estudiará ahí… no me gusta nada esa escuela

-        Toda una generación de varones Dracule ha estudiado ahí

-        ¿A sí? Pues no me importa, si estudia ahí, mi hijo de seguro terminará siendo un borde amargado, serio y adicto al estrés, al final será un maniático obsesionado con la perfección que hasta doblará sus calzoncillos ni bien se levante

 

Los ojos dorados de Mihawk lo analizaron, sorprendido.

 

-        ¿Te molesta mi costumbre de doblar los calzoncillos? – musitó, dolido, jamás en su vida pensó que Shanks tuviera ese concepto de él

 

Porque el único ser que el pelirrojo conocía que había estudiado en el Kuraigana School era Mihawk, así que describir a un estudiante de allí así como lo había hecho, solo pudo hacerlo tomando de ejemplo al azabache. Shanks botó aire agotado, sí, se le había pasado la mano.

Cuando una pareja discutía, o alguno de los dos se sentía incómodo con el otro, comenzaban a llover todas las cosas que al agresor le disgustaba del otro. Y ahí estaba Shanks, sacándole en cara sin querer a Mihawk que fuera tan perfeccionista y hasta doblara tanto su ropa como la propia muy simétricamente y guardarla. No era el hecho de ser tan ordenado, era el hecho de ser demasiado ordenado, porque hasta un doblez o arruga podía descolocar al oji miel… y para una persona tan relajada como Shanks… eran exageraciones. Y sí, Mihawk ya se había mudado al departamento de Shanks desde hacía un mes.

 

-        Pues no el orden en sí, pero eres muy… maniático con eso

-        Pues yo no te saco en cara que seas tan descuidado y te tomes las cosas a la ligera a veces

-        ¿Cosas a la ligera? ¿Cómo qué si se puede saber?

-        Esto, desde ya, yo velo porque nuestro hijo fuera a una de las mejores escuelas del país, por no decir la mejor, en cambio tú…

-        ¡Tienes muy sobrevalorada esa estúpida escuela! – uy, eso le dolió al azabache – ¡No quiero que mi hijo adopte tus genios!

-        Pues soy su padre y tiene que parecerse a mí

-        No, no y no, este bebé elegirá a qué escuela ir… inclusive está ese borde nombre que quieres ponerle

-        ¿Qué? ¡Pero si estuviste de acuerdo cuando te lo sugerí! ¡Es un nombre admirable!

-        ¡Nombre de aristócrata amargucho! Pues ahora te digo ¡No me gusta nadita ese nombre! ¡TÚ!... ¡Eres tan… tan!

-        ¡Dilo! Te escucho

-        ¡Ash! Eres imposible… ¡Este bebé que llevo aquí! – se tocó el abultadito vientre, que se le notaba bastante bien porque a las justas y llevaba la delgada camisa – ¡Será…!

 

Pero un sonido estruendoso interrumpió su acalorada discusión. Era el sonido de un vaso estrellándose contra el piso. Ambos hombres giraron tempestivamente sus cabezas para encontrarse, aterrados, con Sellawk, que acababa de soltar su vaso vacío en la entrada de la cocina. Tanto Shanks como Mihawk palidecieron.

 

-        ¿¡Estás… estás… estás preñado!? – azuzó la chica, analizando el bulto que yacía en la figura de su esbelto pelirrojo padre

 

 

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Notas finales:

La situación en mi país está algo difícil ;’v con decir que antes 1 kilo de limones estaba 2 soles… ahora está 40 soles… sí, desmesuradamente… espero que ya pase toda esta pesadilla >__<

Les dejo imágenes  MISHAZOSANLAWLU ACESABO (omg! TuT) – DOFFYCROC (XD)

Lamento informarles que no se me ocurre fecha exacta de actualización ya que las clases son hasta los sábados, así que procuraré avanzar durante la semana de a pocos, si logro terminar el episodio a tiempo, estaría publicando el siguiente domingo, sino, durante los días posteriores. Agradecería vuestra comprensión para con ese asunto, pero descuiden xD no abandonaré este fanfiction, me lo prometí a mí misma, además no creo que tarde más de dos semanas en actualizar e,e

 

Sanji: Marimo cómo pudiste hacerme gemelos TT^TT

Zoro:  ._. Es en el fic y además, todo fue idea de la loca de la escritora

Autora: ¡Hey! Más respeto u,u

Shanks: Bueno yo estoy feliz con uno más Dahaha

Mihawk: Mejor si es varón, así podré entrenarlo

Zoro: Cierto, ojalá esos bebés sean dos varones para entrenarlos también, aunque si son mujeres igual lo haré

Shanks: ¡A mi hijo no me lo traumas con tus cosas Mihawk! D:<

Sanji: ¡Igual con los míos! ¡Mucho menos si son delicadas damiselas! DX

Autora:  ._. chicos… se lo están tomando muy a pecho… recuerden que es un fanfiction n.nU

 

Muchas gracias por seguir la historia :D si tuvieran algún comentario, queja, sugerencia, crítica, saludito, carita, etc que deseéis dejarme, no dudéis en hacerlo, también me alimento de vosotros xd recuerden que me llega un mensaje a mi correo cada que uds dejan un review, así que ninguno pasa sin ser respondido más de dos días :3

Bueno, me despido cordialmente, que tengan una buena semana :D cuídense mucho ¿capishi?

¡Hasta el siguiente!

 

 

Domingo 19 marzo 2017


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