Capítulo 2
Era el primer día de clases del último año de preparatoria. Shuichi había tenido una mañana muy agitada, entre cálculo, física y química. No había podido detenerse a pensar en lo que había pasado el fin de semana en aquella fiesta. Trataba de bloquear el suceso de su mente.
-Así que no has notado que todo el mundo te mira hoy?... En una escuela tan grande como esta... todo el mundo está hablando de ti!!- exclamó Ayaka mientras caminaban hacia los casilleros.
-Me senté en pudin de chocolate?...o tal vez un nuevo rumor sobre mi pasando el año fuera... que me cambie de sexo...o que me embarace o algo más ingenioso?- cerró la puerta del casillero y siguió caminando hacia su clase de inglés. Sabía que la castaña lo seguiria. Realmente no quería escuchar los chismes de la gente, no le interesaban. Francia había sido un respiro... sólo quería comenzar de nuevo... desde cero.
-Ni de cerca. Lo que dicen es realmente bueno.
-Ah si?- esperaba que la chica sintiera su tono desinteresado y se callara.
-Al parecer tu año en Francia te transformo de una oruga a una hermosa mariposa- emitió sabiendo que le molestaría la metáfora.
Claro que había sido una oruga... y cómo no serlo si cada vez eran más grandes los rumores que circulaban en torno a él. A parte de Hiro, y Ayaka, no tenía más amigos.
-Shu me has oído?... mira a tu alrededor!!!....
-Y qué que todas las personas digan que me veo bien HOY...qué pensaran mañana que Yuki llegue a ellos??- obviamente no le había contado a su amiga acerca de la fiesta o no estaría tan optimista.
-Tu sabes... él no fue tan malo cuando te fuiste a Europa...tal vez estamos preocupandonos por nada... todo lo que digo es...-
-Hey Shu...déjame abrir la puerta para ti...- Ryuichi Sakuma interrumpió. Ayaka sonrió y con un gesto de complicidad se alejó para darles espacio.
Shuichi se hizo a un lado, dándole espacio para abrir la puerta.
-Es genial tenerte de vuelta.- susurró mientras entraban a clase. Shu abrió los ojos y reprimió una risa nerviosa. Que Ryuichi Sakuma le dirigiera la palabra, era surrealista.
Era el capitán del equipo de futbol y de natación. Tambien estaba empezando a ganar fama como cantante solista, realmente tenia talento. Y nunca le había hablado al pelirrosa.
-Gracias...- dijo con un leve rubor en las mejillas. Eso era algo fuera de su zona de confort.
<<Es genial tenerme de vuelta???...será esto un truco de Yuki??>>
Shuichi no podía dejar de pensar en las advertencias que su amiga le había hecho. Y sumado a lo que Hiro le comentó la otra noche, acerca de su aspecto, se preguntó.. por qué ahora las personas lo miraban con otros ojos?... qué cambió en él?... su aspecto era el mismo, su ropa tenía el mismo estilo. Llevaba unos shorts cortos negros con una camiseta de manga corta, un poco pegada y unos tennis cómodos. Todo seguía igual, salvo su corte de cabello.
Después de cincuenta minutos dolorosamente largos de clase, con sonrisas de gente inesperada, la campana sonó y el pelirrosa corrió para encontrarse con Hiro, pues Ayaka tenía junta con el comite organizador de los festivales escolares.
Tan pronto como entró a la línea de la cafetería, la piel se le erizó. Agarró la bandeja y cerró los ojos. Él estaba en alguna parte. No necesitaba girarse o escuchar su voz.
Sus pulmones dolían con la respiración que no se había dado cuenta estaba reteniendo, y exhaló. Después de elegir un emparedado de pollo y una botella de agua, le entregó a la cajera el dinero y encontró un asiento vacío cerca de la ventana. El bullicio en la habitación era una entretenida distracción de las miradas. Varios estudiantes asintieron al pasar y ofrecieron un "bienvenido de vuelta".
Giro la tapa de la botella de agua, tomó un largo sorbo, disfrutando del alivio. Sentía que su corazón había estado latiendo desbocado la última hora.
Sin embargo, su descanso fue interrumpido por la voz de Seguchi Tohma.
-Hey preciosura...-Tohma puso una mano a su lado y se inclinó a su oreja.
Shuichi puso la tapa de su botella para cerrarla. <<qué no entiende este chico!!!...>>
Fijó su mirada al frente en un intento por ignorarlo.
-Shu...- Estaba tratando de provocarlo para que lo reconociera. Sin confrontarlo todavía, sin hacer contacto visual, continuó- Vamos... sé que puedes oirme. De hecho sé que cada parte de ti es muy consciente de mi en estos momentos.- Tohma paso los nudillos de su mano por el brazo del pequeño. El pelirrosa aspiró una bocanada de aire y su cuerpo se sacudió con su toque. Sentía repulsión -Mmm.... se te pone la piel de gallina.. - jugueteó con él.
-Sí.... tu me erizas la piel...pero sabías eso no??- contestó con todo el desprecio del mundo.
-Realmente te extrañé el año pasado... y en realidad me gustaría hacer una tregua. De hecho, por qué no dejamos todo atrás y dejas que te lleve fuera este fin de semana...- Su mano se deslizó por la espalda del menor y bajó rápidamente a su trasero.
Shuichi aspiró profundamente. <<maldito bastardo!!...se atrevió a agarrarme el trasero?!!!!>>
Entonces, Tohma apretó. Todo después de ese momento, pasó a toda prisa por la reacción y la adrenalina. El pelirrosa salio de su asiento como si sus piernas tuvieran resortes. Los músculos de sus muslos estaban tensos y los puños apretados.
Se enfrentó al oji esmeralda, quien se había levantado para verlo a los ojos, lo tomó por los hombros, levantó su rodilla y le pegó en la ingle. Fuerte. La cantidad de presión fue suficiente para hacerlo gritar y caer de rodillas gimiendo mientras agarraba su entrepierna.
Había tenido suficiente del maltrato de Tohma. No había manera de que se dejara intimidar por nadie. Romperle la naríz el año pasado claramente no era el final de la cuerda. Era el inicio de otra.
Con el corazón palpitante y un calor fresco surgiendo por sus brazos, no se detuvo a pensar en dónde lo pondría eso al día siguiente o la siguiente semana. Solo quería que se detuviera.
Yuki lo había amenazado por años, pero nunca había cruzado esa línea. Nunca lo había tocado o hecho sentir violado fisicamente.
-No me toques y no me hables - le gritó enojado. Los ojos de Tohma se cerraron mientras respiraba con fuerza. - De verdad crees que me gustaría salir contigo?....He oido la charla de las chicas y contrariamente a la creencia popular las cosas buenas no vienen en paquetes pequeños!!- Toda la sala estalló en carcajadas
Vió a Hiro con su bandeja en la mano y una expresión de Oh por Dios!! en su cara.
-Gracias por la oferta de todos modos Tohma...- entonó con dulzura fingida.
Agarró la bandeja, paso a través del oceano de ojos y tiró los restos de su comida. La única cosa que importaba era salir de la cafetería antes de derrumbarse. Se sentia débil, con hormigueo y tuvo miedo de que las piernas le fallaran. Qué acaba de hacer??
Antes de llegar a la puerta, buscó a la única persona que le hacía hervir la sangre además de Tohma.
Toda la atención de Yuki estaba sobre él, y el mundo en su visión periferica se detuvo cuando sus miradas se cruzaron.
Sus ojos lucían fríos, desafiantes y malditamente interesados. Parecía estar evaluandolo.
Recostandose en su silla, tenía un brazo enganchado detrás de él, en la parte de trasera de su asiento y el otro apoyado en la mesa. Lo miraba y un calor no deseado se precipitó a su cara.
Hubo un momento en que tuvo toda su atención, y le encantó.... Por mucho que quería que lo dejara en paz, tambien le gustaba la forma en que parecía sorprendido. Le gustaba la manera en que lo miraba ahora.
Hasta que se acordó que lo odiaba.
z88;
z88;
Una vez que la adrenalina se disipara, se le ocurrió que había golpeado a otro estudiante en la escuela. Podría meterse en problemas. A pesar de las constantes felicitaciones que estaba recibiendo por lo ocurrido, los nervios comenzaban a fallarle.
Después de salir corriendo de la cafetería, se escondio en la biblioteca y le mando un mensaje a Hiro disculpandose por dejarlo plantado.
La siguiente clase era educación física, así que corrió a cambiarse para la práctica de campo traviesa.
Necesitaba liberar el estres de la única forma que le gustaba: moviendose.
-Has tenido algun contragolpe después de lo que pasó en el almuerzo?- pregunto Sakano, mientras se dirigían a los vestidores después de la práctica.
-Todavía no... pero estoy seguro que el director no lo dejará pasar tan fácilmente. Espero que sea suave conmigo por ser la primera vez que causo un conflicto.
-No... me refería a Seguchi. Por el director no te preocupes, Yuki se encargó de eso.
Shuichi se quedó helado.
-Qué quieres decir con eso?-
Sakano abrió la puerta del armario y se detuvo para sonreirle.
-El señor Tanaka llego justo después de que te fuiste preguntando qué estaba pasando. Yuki se acercó y le dijo que Seguchi se resbaló y cayó en una mesa o silla o algo asi...-
-Y se lo creyó??-
-Bueno.... probablemente no pero todo el mundo respaldo la historia, así que no podía hacer nada al respecto- sacudió la cabeza con incredulidad- Y cuando Tohma se levantó, respaldó la historia tambien.
<<oh no!!!....ellos no salvaron mi pellejo!!!>>
Hundiendose, se sento en el banco en medio del pasillo y plantó la cabeza en sus manos
-Qué pasa?...esa es una buena noticia...- Se sentó a su lado y comenzó a quitarse los zapatos y calcetines.
-Noo... creo que prefiero estar en problemas con el decano que en deuda con esos idiotas.
-No estas aplicando para la Universidad de Bellas Artes y Musica de Tokio?... No creo que les interesen jóvenes brillantes con problemas de ira... Sólo digo que cualquier cosa es mejor a que esto termine en tu expediente.-
Se levantó... terminando de desnudarse y se dirigió a la ducha con su toalla.
El pelirrosa se quedó ahí considerando sus palabras. Sakano tenía razón. Se había esforzado demasiado para subir sus notas, había practicado horas extra en sus vocalizaciones y tenía un montón de actividades extra curriculares. Podría sobrevivir a lo que Yuki tuviera bajo la manga.
Agarrando su toalla, se dirigió a las duchas.
El agua caliente caía en cascada por su espalda, dandole la sensación de comodidad. Luego del entrenamiento que tuvo, lo necesitaba. Sus músculos estaban exhaustos.
Se colocó la toalla alrededor de la cintura, y se unió a los demás chicos en los vestidores. La mayoría ya había terminado de cambiarse.
Algunos le lanzaban miradas indiscretas cargadas de lujuria. Shuichi se sentía incómodo. No terminaba de entender por qué la gente de pronto lo encontraba ...atractivo??
-Todos fuera... Shuichi se queda.
Giró la cabeza ante la voz masculina y decidida. Yuki se encontraba ahi.
Shuichi agarró la toalla que lo envolvia y tiró de ella más fuerte mientras desesperado buscaba con la mirada al entrenador.
Un escalofrio recorrió su cuerpo. Los ojos de Yuki estaban sobre los del pequeño mientras hablaba con todo el mundo. El menor se asustó al ver cómo todos obedecían y lo abandonaban
-Me estas tomando el pelo?- espetó mientras sus pasos avanzaban igualando a los suyos retrocediendo.
-Shuichi... Quería asegurarme de tener toda tu atención... la tengo?- parecía relajado, sus ojos fríos se clavaron en los amatistas haciendolo sentir como si no existiera nadie más en el mundo, Solo ellos dos.
-Di lo que tengas que decir... estoy desnudo aqui y comenzare a gritar...Esto es ir demasiado lejos incluso para ti.- Su frustración era evidente cuando alzó su voz y su respiración se aceleró. Un extenso rubor se extendió por su cara.
Agarró la toalla de su cintura por la parte superior y con el otro brazo trató de cubrir su pecho. Todas las partes importantes estaban cubiertas, pero la toalla cubría hasta justo debajo de su trasero, dejando la mayor parte de sus piernas al descubierto.
Yuki entrecerró los ojos hacia el pelirrosa antes de que comenzaran a caer hacia abajo y siguieran bajando. La mente del pequeño se arremolinó y su rostro adquirió un sonrojo más marcado por el calor mientras continuaba registrandolo. Su táctica de intimidación era estelar. Ninguna sonrisa acompañó su transgresión. Su mirada vagabundeaba resistiendo como si fuera involuntario. Su pecho se movia poco, y su respiración se aceleró.
Un estremecimiento y un calor se asento en el vientre bajo del menor.
Despues de unos momentos, volvieron a cruzar miradas. Dorado con amatista. Las comisuras de sus labios se alzaron.
-Saboteaste mi fiesta el fin de semana. Atacaste a mi amigo. Dos veces, en realidad estas tratando de hacer valer alguna fuerza en la escuela Shuichi??
-Creo que es hora- contestó
-Por el contrario- dijo apoyando su hombro en los casilleros y cruzando sus brazos.- me he mudado a pasatiempos mas interesantes que agredirte, lo creas o no. Ha sido un año muy tranquilo sin tu petulante soy demasiado-bueno-para-todos-los-demás....cara en estos pasillos.
Shuichi apretó los dientes ante el tono mordaz del rubio.
-Qué?...está el gran y malvado Yuki Eiri sintiendose amenazado?- contestó arrepintiendose por decir lo primero que le venia a la mente sin medir las consecuencias.
En un instante, Yuki se apartó de los armarios e invadió su espacio, caminando hacia el pelirrosa, puso sus manos en las puertas de los casilleros a ambos lados de su cabeza, con sus ojos mirando directo a los amatistas. De pronto, Shuichi olvidó hasta de respirar.
-No me toques- Había querido gritar, pero su voz salió como un susurro. Cada nervio de su cuerpo, estaba alerta ante la proximidad del mayor.
Yuki movió la cabeza de lado a lado tratando de atrapar los ojos del pequeño, sus labios a centímetros del otro.
-Si alguna vez pongo mis manos sobre ti- dijo en voz baja y ronca- TÚ LO QUERRAS...-Llevó sus labios más cerca: Shuichi podía sentir su aliento acariciando sus mejillas. - lo quieres?...lo deseas?
Shuichi lo miró a los ojos. Olvidando lo que estaba por contestarle, mientras su esencia invadía su cerebro. El olor de Yuki simplemente era delicioso. Una mezcla de jabón, tabaco y menta.
-Estoy aburrido...qué más vas a decirme?- logró decir finalmente
-Sabes...esta actitud con la que regresaste me sorprendió... solías ser un objetivo muy simplon... llorabas por todo o huias...ahora tienes algo de lucha... estaba dispuesto a dejarte en paz este año...pero ahora..- su voz se apagó
-De verdad crees que puedes asustarme?-
-Crees que eres los suficientemente fuerte para enfrentarme??- Su lento susurro acarició la cara del pelirrosa.
-Adelante- le devolvió la mirada desafiante
-Shindou Shuichi!- Sacado del extraño trance en que lo tenía envuelto Yuki, miró hacia la puerta donde el entrenador y medio equipo lo observaban
-Entrenador- el horror echó raices en su cerebro mientras trataba de buscar una explicación. Yuki estaba inclinado hacia él hablando intimamente. Algunos chicos tenían sus teléfonos fuera. Shuichi se encogió ante el sonido de las fotografías siendo tomadas
<<noo!!!!....malditos!!!>>>
-Hay lugares para que ustedes dos hagan eso!!... - habló el entrenador mirandolos a ambos- Señor Uesugui...Salga!!!- Hablaba entre dientes. Los chicos reían disimuladamente
Yuki atacó al pequeño con una sonrisa satisfecha antes de salir, guiñándole el ojo a algunas chicas que se habian asomado al oir los gritos.
<<Ese imbecil lo planeo todo!!>>
-Chicos!!... los veo la proxima semana....Shindou te quiero en mi oficina en cinco minutos!! Vistete!!!-
-Si señor!-
Terminó de arreglarse, no tardando demasiado. Seguramente las fotos ya estarían en internet. Se preguntaba qué era lo que dirían al día siguiente sobre él... antes sólo eran rumores....pero ahora había pruebas...porque seguramente esas imágenes parecerían comprometedoras...
Sakano salía de la oficina del entrenador
-Hablé con él. Sabe que Yuki te tendió una emboscada. Perdón por abandonarte
-Gracias- contestó con mucho alivio.
-Por favor no digas que te ayude...si la gente se entera que meti en problemas a Yuki. Él es importante y no quiero que me hagan pasar malos ratos.- enarcó una ceja esperando comprensión.
Shuichi se preguntaba qué había hecho Yuki para merecer esa lealtad?
********************************************************
La gente siguió observando al pelirrosa TODA LA SEMANA.
Muchos juraban que Shuichi y Yuki habían tenido sexo en los vestuarios. Otros decían que el menor lo había invitado en un intento por seducirlo. Unos pocos decían que había llegado a amenazarlo por lo ocurrido con Seguchi. Cualquier teoría que la gente creyera...hacía que Shuichi fuera más observado y que susurraran a sus espaldas.
-Hey Shindou...solo tienes sexo en los vestidores o también haces mamadas?- Taki Aisawa, un integrante del equipo de basquetbol le gritó en medio del pasillo
-y robarte la atención a ti??- Shuichi disfrutó la estupefaccion del otro. Se giró sobre sus talones y caminó a su clase.
Yuki no recibió un castigo muy severo. Seguían evitandose.
La siguiente clase que tenía era Literatura.
-Shu... tienes una pluma que me prestes?- Ryuichi Sakuma seguía siendo amable con el pelirrosa. Lo necesitaba para distraerse de la presencia de cierto rubio en el salón.
-Creo que si- contestó mientras buscaba en su mochila.
Ryuichi lo recibió con una sonrisa que acentuaba su cabello castaño y sus ojos azules. Sus dedos se tocaron, dejando caer la pluma antes de tomarla.
Shuichi no sabía por qué se alejaba....pero sentía los ojos de Yuki clavados en el fondo de su cabeza.
-Yo lo recojo Shu....no olvides pedírmelo al terminar la clase!!!....-
-Quédatelo!!...tengo varios....asi que...estas en el comite de bienvenida??-
-Sí!!!...vas a venir?- preguntó emocionado
-Ya veremos.... vas a reservar una banda o un DJ-
<<Banda...banda>>
-Una banda estaría bien pero no tocan todos los géneros por lo que es dificil que a todos les guste...así que contratamos un DJ
-Oh...- mentalmente se encogió.... qué tenía de malo una banda. Al fondo escuchaba una risilla. Shuichi miró a Yuki, quien tenía las comisuras de los labios levantadas, mientras jugueteaba con su telefono.
-Aunque sabes qué....podria hacer algo para que ese dia cantes una de tus canciones...- dijo con una expresión soñadora en el rostro.- El otro día escuche un pedazo de la musica que estabas componiendo y es realmente hermosa.... como tu...en serio creo que tienes talento- susurró
Shuichi se sonrojo ante ese comentario.
-Gracias....
-Sabes Ryuichi... sería bueno que pusieras un sintetizador el dia del evento...ya sabes... la música suena mejor...- hiló Yuki detrás de ellos.
Shuichi se negó a ver al rubió. Se había acordado de un comentario que una vez le hizo.
Ryuichi se volvió en su asiento y respondió
-Sí gracias...lo recordare
-Muy bien chicos!!... a sus lugares que la clase va a empezar- gritó la señora Mino.
z88;
************************************************************
-Ugh!!!- Shuichi dejó escapar un gruñido en la oscuridad mientras miraba el techo esa noche iluminado por los faros delanteros de otra llegada en la casa de a lado.
Era después de la una de la mañana y el bombardeo de sonidos de fiesta viniendo de a lado no cedían. La almohada llevada a sus oidos para ahogar los sonidos no había ayudado.
Llamar a la policía y llenar una queja una hora atrás no había ayudado. Si no era la música alta o la constante llegada y salida de autos potentes con sus lamentables sistemas exhaustos, entonces estaban los gritos y risas provenientes del patio de Yuki.
Apartando las mantas, Shuichi salió de la cama pisando fuerte y se paró frente a las puertas francesas. Toda la casa estaba iluminada y desbordante de sonido y actividad. Algunas personas tropezaban alrededor del patio delantero , que estaba lleno de vasos de plástico rojos, y algunos estaban reunidos en el patio trasero.
<<Es un idiota egoista!!...qué no tiene consideración por nadie??>>
Shuichi tenia una práctica de vocalización en menos de cinco horas... y no iba a estar despierto mientras ellos se emborrachaban.
Se puso sus tenis morados y una sudadera con capucha negra y se dirigió escaleras abajo.
Abrió la puerta en la cocina, caminó al garage y fue a la banca de trabajo de su padre. Rebuscó entre las cosas, y sacó el corta pernos del cajón superior. Lo maniobró arriba por su manga derecha. Con su mano libre abrió otro cajón y sacó un candado, deslizandolo por la bolsa delantera de la sudadera y se dirigió afuera.
Rodeó la esquina y caminó a la parte posterior de la casa con el corazón latiendo cada vez más rápido. Encontrando el agujero que había hecho en el seto años atrás, movió el nuevo crecimiento a un lado y se deslizó a través.
La gente estaba tan ebria y el lugar tan oscuro que era fácil pasar desapercibido... o eso esperaba. Lo que iba a hacer necesitaba ser rápido.
Tomando vistazos alrededor para asegurarse de que no hubiera nadie, trotó al lado de la casa de Yuki. Había pasado suficiente tiempo en esa casa cuando eran niños, para ser capaz de encontrar el interruptor en la oscuridad.
Deslizó el corta perno fuera de la manga y sujetó ambas manijas con toda su fuerza en el candado del panel de seguridad. Tan pronto como puso el viejo candado en su bolsillo, abrió la puerta del panel y comenzó a apagar los interruptores.
Trató de no registrar qué estaba pasando alrededor de la casa, con la repentina pérdida de música y luz, y los gritos preguntandose qué pasaba?...
Terminó de apagar los interruptores, tomó el nuevo candado de su sudadera y lo aseguró para cerrar el panel.
Yuki no era estupido. Una vez que se diera cuenta de que las otras casas si tenian luz, estaría ahí viendo qué había pasado. Así que se apresuró para escapar lo más rápido posible.
Corriendo con las piernas como gelatina, y deslizandose a traves del seto, comenzó a jadear inmediatamente. Una gota de sudor se deslizó por su espalda, y se dio cuenta que quería reir, llorar y vomitar al mismo tiempo. No estaba seguro de qué ley acaba de romper, pero sabía que se metería en problemas si alguien lo averiguaba.
Shuichi se aseguró de cerrar bien las puertas y corrió escaleras arriba. Cerró la puerta de su habitación, sin encender la luz, y fue a la ventana para ver qué sucedía abajo.
Vio a la gente dirigiendose a sus autos, o caminando para irse a sus casas. La única manera de que Yuki pudiera poner de vuelta la fiesta, era cortando el candado o llamando a la compañía electrica.
Mirando de adelante a atrás, sus ojos rapidamente se dirigieron a la única luz que si vio. Yuki estaba parado debajo de la ventana de su habitación con una linterna en su mano y ambas manos a cada lado del marco de la ventana. Y estaba mirandolo!...
Shuichi sintió su pulso acelerarse, y un calor abrasador recorrerle.
Lanzó la sudadera lejos, y se trepo a su cama, decidiendo negar todo si iba a reclamarle. Se quedó quieto cerca de dos minutos, resistiendo la urgencia de saber qué estaba pasando afuera.
Se congeló ante el sonido de una puerta siendo azotada a través de la casa. Su casa!!
-Qué dem...- temblores sacudieron sus piernas hasta los huesos. Se movio de las mantas y tomo el bate de beisbol de debajo de su cama y corrió fuera de la habitación. Solo necesitaba mirar sobre el barandal para ver si en realidad había escuchado a alguien entrar.
Shuichi reaccionó ante la vista de un Yuki sin camisa rodeando la esquina del recibidor y corriendo escaleras arriba. Definitivamente estaba enojado y preparado para asesinar.
Shuichi corrió de regreso a su habitación dejando escapar un pequeño grito al tratar de pasar por la ventana y escapar.
No tenía idea de cual era el plan del rubio o si debería tener miedo, pero lo tenía.
-Oh...no lo haras!- Yuki irrumpio a traves de la puerta de la habitación y la manija golpeo contra la pared. No había manera de que Shu lograra de salir de ahí. Se giró para enfrentarlo, levantando el bate de beisbol. Yuki se lo arrebató antes de siquiera prepararse y lo aventó lejos.
-Sal de aquí.... estas loco??!!!- gritó tratando de huir...pero Yuki le cortó el camino. Lo sujetó de la muñeca y lo arrojó a la cama. Enseguida se subió encima de él y sujetó sus manos sobre la cabeza con una sola mano. Shuichi no podía moverse. Su corazón latía deprisa.
-Cortaste la electricidad de mi casa...- Lava estaba por salir de su cara.
-Pruebalo...- lo desafió, removiendose tratando de escapar.
Yuki curvó sus labios, apretó más fuerte las muñecas del pelirrosa. Haciendo que éste dejara escapar un pequeño grito de dolor.
-Cómo entraste aquí??...Llamaré a la policía...-
-Tengo una llave- contestó lenta y amenazadoramente.
-Cómo tienes llaves de MI casa??
-Tu papá y tú estuvieron fuera... quién crees que recibió el correo??- contestó con una sonrisa- Él confía en mí....no debería...
Shuichi apretó la mandíbula. Su papá sabía poco del estado de la relación con el rubio. Si supiera cuan malo se había vuelto, seguro habría hablado con la madre de Yuki. Pero si algo no era Shuichi Shindou era un quejica y definitivamente no quería ser rescatado.
-Fuera- siseo el pelirrosa entre dientes.
Yuki acercó su rostro al del pequeño
-Eres un idiota entrometido... manten tu maldito trasero en tu lado de la cerca...-
-Mantener a todo el vecindario despierto con tu ruido vuelve a las personas irritables.- respondió
Shuichi no sabía si era la adrenalina o la proximidad, pero sus nervios estaban disparados. El menor trató de mirar a todos lados, menos a sus ojos.
El aire escapo de sus pulmones al tratar de ignorar el calor que estaba sintiendo en su vientre bajo. Un rubor se extendió por sus mejillas.
Yuki se percató de la situación, sus ojos se endurecieron, y su respiración se volvió irregular. Su mirada recorrió lentamente al pelirrosa. Fijandose en la escasa ropa que llevaba, unos shorts blancos que dejaban ver sus largas y suaves piernas, y una camiseta de tirantes del mismo color. <<Es que este mocoso quiere andar desnudo???>>
Shuichi sentía que su piel ardia ante la mirada del rubio.
-Nadie mas se esta quejando.... así que mejor callate y no te metas en mis asuntos...- se alejó y caminó a la salida
-Dime qué te hice??- dijo con la voz quebrada, incorporándose en la cama.
-Eres un llorón, de todo te quejas y eres muy escandaloso... me cansé de soportarte!-
-Siempre fui así y así te gustaba... -El pequeño sentía sus defensas desmoronandose. Recordaba muy bien la historia entre ellos, y sus palabras le daban ganas de quererlo golpear!..De niños pasaban cada momento despiertos juntos, cuando no estaban en la escuela. Eran mejores amigos!!...Yuki lo sostuvo cuando su madre había muerto, aprendieron a nadar juntos, iban de campamentos...- Eramos amigos...
-Si claro!!!...como si yo pudiera ser amigo de un baka como tu...
-Te odio!!- gritó sintiendo un profundo dolor en sus entrañas.
-Bien!..al fin!!! - Gritó de regreso golpeando la pared. Shuichi se estremeció...aunque sabía que no lo lastimaría físicamente.
-Largate y deja la llave...- agradeció porque las lágrimas no se escaparan.
-Como sea....-
Hizo lo que el pequeño le pidió y salió sin mirar atrás.
Una vez que Shuichi estuvo seguro que se había marchado, se hizo un ovillo en la cama. Y comenzó a llorar.
<<No puedo creer que una vez te amé >>
CONTINUARA....