Rin (7) Nagisa (6) Sousuke (17)
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-¡Sou-chan es mio! - Gritó un pequeño infante de unos 6 años de edad, de cabello rubio rizado y ojos rosas.
-¡Eso no es cierto! ¡Sousuke es solo mío! - Gritó otro infante de cabello rojo y ojos del mismo color, de unos 7 años de edad, algo característico de este niño eran sus dientes afilados.
Sentado en él piso frente a ellos se encontraba la manzana de la discordia, quien había sido el detonante de la discusión. Sousuke Yamazaki. Quien suspiró al ver a ambos menores.
En la Preparatoria de Samezuka a los estudiantes de Segundo y Tercero se les había informado de que realizarían pequeñas actividades en la comunidad. Algunas de esta estaban como: Limpiar las calles o parques, Ayudante de veterinarios, Ayudante de primaría, Charlar y Ayudar a jóvenes con problemas.
La mayoría de los estudiantes esperaban que el alto, rudo y algo gruñón estudiante de Segundo tomase ya sea Ayudar al veterinario o las charlas. Su perfil encajaba bien para ambos. Cual fue su sorpresa al descubrir que el joven Yamazaki se había ofrecido como Ayudante de Primaria.
Al preguntarle sus respuestas eran: "Los animales no son lo mio" "No soy bueno charlando" "Los niños son mas fáciles de tratar"
Junto a el fueron sus Kohai de primer año (quienes se ofrecieron cuando el director solicito ayuda a los de primero) Nitori Aiichiro y Mikoshiba Momotaruo. Y su Senpai y hermano mayor de Momo, Mikoshiba Seijuro.
El tiempo de los proyectos duraría todo el año. Con el tiempo unos cuantos mas entraron también y quienes fueron a otros salones.
Al llegar a la primaria que tenían que ayudar, se encontraron con una pequeña selva, los niños corrían de un lugar a otro, otros jugaban con sus juguetes, algunos coloreaban con sus manos. Las pobres maestras se notaban algo cansadas.
Tenían que turnarse, ya que deberían atender Primero y Segundo grado. Dos y dos se separaron. Sousuke y Momo, Seijuro y Aiichiro. Lunes y Miércoles cuidaban a los dos grupo de Primero, Martes y Jueves los de Segundo. Viernes no tenían clases.
A decir verdad, la primera vez que se hicieron presentes, decidieron ver como le iba ir a Sousuke, al ser el primero en pedir entrar al proyecto. Al entrar todos los niños le quedaron viendo.
Algunos niños tenían miedo al ver el rostro sereno del joven. De nuevo sus compañeros de sorprendieron al ver como Sousuke se presentaba amablemente a los niños con una suave sonrisa.
-Soy Sousuke y seré su nuevo maestro- Respondió calladamente. Todo quedo en silencio hasta que escucharon una voz chillona.
-¡Sou-chan!- Gritó un niño quien llego corriendo hacia donde el mayor para abrazarle una pierna, con evidencias de que no quería soltarse de ella pronto - ¡Soy Hazuki Nacida! ¡Gusto en conocerte, Sou-chan! - Sonrió alegre el menor de Primer Grado.
La maestra estaba a punto de regañar al menor cuando todos escucharon la risa de Sousuke, quien revolvió el cabello rubio del menor de ojos rosas. Los chicos y la maestra se sonrojaron al escuchar la risa.
Sin más, comenzaron a atender a los niños.
Algo parecido ocurrió cuando llegaron al grupo de 2do grado. Esta vez fue un niño de cabello y ojos rojos fue quien rápidamente se encariñó con el de ojos turquesa.
Grande fue la sorpresa cuando Sousuke les dijo que el conocía al menor desde antes, ya que era el hermano menor de una gran amiga de él, el pequeño Rin Matsuoka. Y vaya que el menor no se quería despegar de su lado y se notaba que quería toda su atención, no solo de sus propios compañeros sino que también de los compañeros de Sousuke.
Todo iba como siempre, incluso a veces Sousuke se quedaba un poco más por petición de los maestros (ya que los alumnos se había encariñado con él, en especial dos pequeños) A los 3 meses de estar allí, se acordó realizar una pequeña actividad entre los grupos de 1ero y 2do de grado y por casualidad, los dos grupos en los que estaba Sousuke fueron juntados.
A lo que nos lleva al inicio de esta historia. El pequeño Rin veía como Sousuke le prestaba total y completa atención un niño menor, cosa que no le agrado en nada. Así que a como podía lograba llamar su atención (ya que sabía que si creaba un alboroto tendrían que llamar a su papá, cosa que no quería) sonreía cada vez que veía la molestia en los ojos rosas del menor.
Luego de todo la mañana de estar peleando por la atención del mayor, cosa que los mayores notaron pero rieron ante aquella situación en la cual Sousuke estaba metido, aún sin siquiera quererlo. Fue un imán para los pequeños problemáticos de los salones.
Al finalizar la actividad, Rin y Nagisa fueron libres de pelearse por Sousuke.
-¡Conozco desde hace más tiempo a Sousuke! ¡Así que por derecho él es mio! - Gritó Rin, ya molesto con aquella discusión.
-¡Eso no importa! ¡Sousuke me quiere más a mi que a ti! - Gritó de vuelta Nagisa.
Ahora ambos menores se encontraban tomados de cada uno de los brazos del mayor, los menores no eran conscientes que cada vez se apegaban más al menor. Sin saberlo, hacían que Sousuke se pusiera más nervioso, no era nada bueno tener a aquellos dos pegados a él y mpas si podía sentir sus cuerpos por sobre la tela de sus camisas.
Los adultos ignoraban le carácter/condición del de ojos turquesas, solos los observaban divertidos, minutos después se fueron a acompañar a los menores a la salida en espera de sus padres, dejando a los 3 en el salón de clases.
-¡Ya es suficiente!- Habló alto Sousuke, haciendo que los menores callaran y lo vieran - Ya estoy harto de esta tonta pelea entre ustedes dos, todo el día han pasado peleando e incluso metiendo en problemas a sus compañeros- Los vio de manera reprobatoria, separándose de manera suave de los menores y poniéndose de pie- Esperaba algo mejor de ustedes dos.
Los niños al escuchar a Sousuke se sintieron mal y triste de haber decepcionado al mayor y el cual posiblemente estaba enojado con ellos.
Al ver la expresión triste de los menores, Sousuke agregó - Y para que lo sepan, yo los quiero por igual, ambos tienen el mismo espacio en mi corazón, así que ya no sigan peleando por quien quiero más- Sonrió al ver el sonrojo y la pequeña sonrisa en el rostro de los menores.
Se dirigió a la puerta para luego decir - Apúrense, tenemos que buscar a sus padres- Los niños sonrieron pero antes de ir por sus mochilas ambos dijeron:
-¡Yo seré quien gane tu corazón, Sousuke!- Los sonrientes niños tomaron sus mochilas y se dispusieron a tomar las manos del mayor y salir del salón.
Sousuke solo atinó a sonreír ante aquella declaración.