Mal Esposo.
Se quedó dormido, eran las 8 de la noche y se había quedado dormido quizá por toda la ajetreada mañana no hubo más que lo relajara que otro sueño reparador, si de por sí sus días solían ser pesados este lo fue aún más, no esperaba que estuviera casado de la noche a la mañana.
Fue hasta su baño, tenía cosas en la mente como su trabajo, papeles que firmar, juntas para reajustar y su nuevo esposo, mientras pensaba en todo esto y al echarse agua en la cara una idea brillante que quizá le sacaría de apuros le vino a la mente. Se secó la cara, salió del baño, de su habitación y corrió hasta la sala donde estaba Naruto, mirando tele y al parecer cenando tenía un buen sándwich y un vino.
-Genial, despertaste. ¿Quieres un sandwich y ver conmigo una película?
Se mordió su propia lengua, la mayoría se pellizcan o algo asi para comprobar que estaba soñando pero para su mala suerte la situación no había sido un sueño, seguía casado y con su amigo. Iba a seguir reprochando pero había dormido todo el dia y si tenía hambre, no le quedó más opción que sentarse a su lado a comer.
-Tengo mas preguntas acerca de eso que estamos casados.
-¿Eso es un si quiero un sandwich? -Intuyo Naruto -Ok, te lo hago. -Se levantó del sofá y fue hasta la cocina. -Dime ¿De qué más tienes dudas?
-Es que aun no lo puedo creer, eras un niño cuando hiciste todo eso no podías hacer esas cosas sin el permiso de tus padres, ese papel no puede ser legal.
-¿Conoces esas advertencias. “¿eres mayor de edad?” ? -Sasuke asintió - Obviamente dije que era mayor de edad y si también te preguntas ¿Cómo pagué? Obvio en un banco, no existían las transferencias electrónicas en ese entonces. Asi que legalmente estamos casados desde los 18. ¿Algo más?
Y ahí llegaba su brillante plan, se cuestionaba en esos momentos la seguridad de las páginas web que ofrecían ese tipo de cosas.
-De todas las personas del mundo eres el único que da con una que ofrece matrimonio legalmente y solo tiene mensajes de advertencia que todos ignoran.
-Bueno eran viejos tiempos donde no existían páginas seguras… Así que sí. - Le entrego su sandwich. - Espero te guste, no es por presumir pero tengo buen sazón en todo lo que hago, así que de hambre nunca morirás. - Volvió al sofá - ¿Quieres ver esta película? Se que es de Disney pero me gusta mucho, el Rey León. ¿No te hace llorar Mufasa?
A decir verdad Naruto parecía de lo más normal con todo esto, no le afectó mudarse, no le afectó ver a la prometida de Sasuke y mucho menos le afecto el humor de Sasuke. ¿Quizá muy confiado de que Sasuke lo aceptaría? ¿O solo es la misma comodidad que sentía como cuando eran niños?
Fuera lo que fuera eso era algo que tenían que solucionar, después de todo ya tenía su vida planeada y un matrimonio a punto de realizarse no podía darse el lujo de pensar demasiado en esa situación. Acabaron de ver la película en total silencio o al menos por parte de Sasuke si hubo total silencio, no entendía como Naruto podía relajarse después de todo lo que había pasado ese dia. Ya era bastante tarde y aunque había dormido todo el dia no dejaba de estar cansado mentalmente .
-Hora de dormir… -Naruto se paró del sofá. Se estiró y tomó los platos para ponerlos en la cocina. -Bien, mañana igual será cansado, me encantaría que me mostraras la ciudad, los lugares más cercanos y sobre todo los supermercados. -Abrió la nevera - ¿De qué te alimentas si no tienes casi nada?
-Creo que ese es mi problema yo sabré cómo me alimento -Suspiraba pesadamente- Ya que no hay más espacio tendrás que dormir en el sillón espero que no te moleste.
-¡DISCULPA! -Naruto sin quererlo, escupió la leche que estaba tomando. -¡YO NO VOY A DORMIR EN EL SILLÓN!
-Te acabo de decir que no tengo más espacio vivo aquí solo, ¿Que esperabas? Yo nunca recibo visitas.
-Si, pero yo no soy visita ¿Qué te sucede? -Casi corriendo, fue hasta la habitación de Sasuke y se tumbó en un lado de su cama matrimonial. Sasuke por inercia lo siguió y observó cómo se acomodo en su cama y se sacaba los zapatos con sus pies. -Aqui es perfecto.
-De acuerdo como quieras quedate con la cama yo dormiré en la sala no estoy de ánimos para volver a discutir contigo.
-¡No! -Naruto nuevamente le gritó antes de que se fuera. -No quiero que duermas ahí.
-¿CUAL ES TU PROBLEMA? ¡Ya te di la cama no se que mas quieres!
Naruto movió su brazo y lo estiro donde aún había espacio en la cama, movió su mano dándole entender a Sasuke que ahí había espacio para él. Naruto solo volvió a poner sus ojitos de cachorro abandonado.
-Estamos casados… no tienes porque irte a dormir a otro lado. -Hizo un mini puchero. El rubio podía ser a veces o muy fino y maduro o muy niño e infantil.
-Insisto...que ese papel no significa nada -Sasuke solo trataba de conservar la mínima paciencia que aun tenia- Y estas loco si crees que voy a dormir contigo yo hago lo que quiero.
Naruto sacó otro papel y se lo lanzó a Sasuke, quien lo abrió de inmediato y solo hizo que se deprimiera más.
-Ese es otro papel donde damos el consentimiento dónde estamos casados, no solo firmamos el certificado. ¿Recuerdas que llegue con un montón de papeles? Bueno en muchos específica nuestros derechos como esposos, nuestras pertenencias y los testigos que son mis padres… ellos creyeron que era un papel del colegio para salir, no me prestaban atención ya que estaban más ocupados con la mudanza que nada.
Sin más Naruto se quito su camisa y sus pantalones, cosa que Sasuke no dejó desapercibido, claro que estaba muy diferente su amigo cuasi esposo, espalda ancha, pectorales marcados, piernas fuertes. ¿Qué deporte hacia? Claro que la vista no le duró tanto ya que aún usaba pijamas tontas con perritos, ositos o en su caso el mismo ese pedazo de pez que iba en el ramen tenía una pijama de narutos.
-¿Vamos a dormir ya o no?
Por milésima vez en el dia, o en este caso en la noche volvió a suspirar, prefirió ahorrarse todos los reproches e insultos que tenía reservados aun y solo empezó a cambiar las sábanas de su cama y por momentos darse de golpes contra la pared por varias razones, la primera porque ahora se cuestionaba la utilidad de un cuarto de huéspedes aun cuando en el pasado dijo que era una desperdicio de espacio, la segunda por haber firmado todo eso creyendo que no eran más que invenciones de su amigo y la tercera por haberse quedado mirándolo cuando se cambiaba, esa era la más importante.
-Cuando todo esto termine le pagaré a un buen terapeuta -Cuando acabo de organizar la cama tomo un poco de cinta y empezó a ponerla justo a la mitad de la cama- Ese es tu lado, este es el mio, quedate en tu lado de la cama ya que al parecer no tengo otra opción que dormir aquí.
-Si lo que digas. -Naruto se metió en las sabanas y dándole la espalda a Sasuke se durmió, al menos así Sasuke encontró un poco de paz.
A la mañana siguiente, Sasuke se sentía sofocado, ahogado e incómodo. Era por que Naruto, lo estuvo abrazando toda la noche y no lo soltó ni un segundo. ¿No entendió el sentido de la cinta en medio de la cama? Trato de quitárselo de encima una y otra vez pero pesaba más de lo que se imaginaba y aún dormido tenía mucha fuerza, tambien trato de que lo soltara pero sin importar nada parecía estar aferrado, cuando se canso de forcejear supo que solo le quedaba esperar a que se despertara...pero hacía tanto calor no estaba acostumbrado al calor humano.
-Mmmmm… -Se removió un poco Naruto hasta que al fin abrió un ojo. - Oh… buenos días amado Sasuke ¿Dormiste bien? Yo de maravilla. -Le sonrió
-Llevo...asi...casi una hora…¿Te podrías quitar de encima? -Por fin había aflojado el agarre y pudo empujarlo hasta “su lado de la cama”- Maldición que calor hace…¿Porque no me hiciste caso? Claro que no pude dormir.
-Lo siento… solo no me di cuenta, suelo usar toda la cama y también suelo abrazar una almohada, supongo que fue eso. Aunque en realidad no me molesta despertar a tu lado, enserio que lo mejor de la mañana es verte primero a ti. -De alguna forma, muy muy muy en el fondo, eso hizo que el corazón de Sasuke se exaltara un poco. - Bueno, me voy a bañar y salimos, espero no tengas mucho que hacer en el trabajo y puedas llevarme.
-¿Tengo opción? -Se cubrió la cara con una almohada para aprovechar los cortos minutos en los que su “esposo” se bañaba para descansar, era cierto que no había dormido con nadie durante demasiado tiempo así que estaba cero acostumbrado.
Salieron de la casa y anduvieron a pie toda la mañana, Sasuke le mostró los sitios más importantes de los alrededores de su casa y los supermercados, donde Naruto no desaprovecho y pudo comprar lo indispensable para su nueva casa para que a ambos no les hiciera falta nada, Sasuke por su parte agregó unas cuantas botellas de sake, para olvidar todo lo sucedido en esa misma noche.
De regreso tomaron el tren, el tren era bastante puntual y el que los dejaba cerca de casa de Sasuke estaba a punto de partir por lo tanto Naruto corrió para lograr entrar y así fue inmediatamente se cerraron las puerta del tren, pensando que Sasuke estaba con él aprovecharía para tomar su mano, pero al no sentirlo a su lado, su reacción fue asomarse por la ventana de la puerta donde vio a Sasuke riendo por que Naruto se estaba yendo y el pobre rubio lloriqueaba en el tren mientras se alejaba.
Por dos breves segundos aquello se vio como la típica escena cliché de cualquier película romántica ya que Sasuke dejo de reir y solo veía como el tren se alejaba. Después de esos segundos recobró su razón y dejo de pensar “estupideces”.
-¡No! -Incluso empezaba a hablar consigo mismo- No voy a hacer eso con el es como una película vieja no lo haré...no...no pienso hacerlo...no lo haré...maldito Naruto…
Se repetía a sí mismo una y otra vez mientras se dirigía por fin a su trabajo, sabía que él no era tan idiota como para no recordar el camino de regreso y real realmente tenía que ir a trabajar.
Su jornada no fue pesada y volvió pronto a casa. Al abrir la puerta de su departamente todo aún estaba apagado. Naruto aún no había vuelto, lo cual por unos segundos preocupo a Sasuke y después no, se volvió a repetir a el mismo que Naruto no podía ser tan idiota como para no saber regresar. Dejó las cosas que había comprado con Naruto (Naruto tenía las demás) y se sentó en la sala para ver la tele y esperarlo.
Pasaron por lo menos dos horas para que el rubio pasara por la puerta, Sasuke se asomo desde el sillón, esperaba ver a un adulto llorón como era Naruto de pequeño, solo pudo ver como el rubio se acercó a la cocina y aventó las cosas del supermercado. Estaba mojado, al parecer llovió afuera. Se quitó su chaqueta y al mirar a Sasuke lo fulmino con la mirada.
-¿Es en serio que no encontrabas el camino de regreso? No puedo creer eso.
-Sasuke… hace 15 años que no vivo aquí, es eventual que yo no sepa los caminos y recorridos. -Se quitó su camisa nuevamente deleitando la mirada de Sasuke, este nunca lo admitiría -Pero te agradezco CA-RI-ÑO por llamarme y darme indicaciones. Haz de tener hambre… ¡Te tengo esto! -le lanzó una lata de atún al rostro- Espero te guste el atún fresco.
-¡No crei que fueras tan torpe como para no acordarte! Si realmente lo necesitabas debiste haber llamado no tengo la culpa -Se cruzó de brazos bastante firme sobre lo que había dicho.
-Aja…
Sonó el timbre y Naruto tomando la toalla de la cocina se secaba el pelo y se dirigió hasta la puerta y al abrirla encontró a la prometida de Sasuke, quien al ver a Naruto se puso roja como un tomate.
-Madame Hinata… -Naruto pareció que nunca estuvo enojado, suavizó su rostro y sonrió, era el más hipócrita en realidad no le caía bien la chica y a Sasuke no le gustaba como coqueteaba con ella, no se sentía enojado con él solo se sentía enojado consigo mismo porque no le gustaba ver que Naruto le pusiera atención a ella. -Que se passe-t-il? -Gota que derramó el vaso y la chica cayó desmayada, no era para menos Naruto siendo un rubio, bien trabajado, atractivo y sabía hablar francés… ¿Quién no caería a sus pies? -Diablos Sasuke… ¿Enserio amas a esta chica?
-No, en realidad no. Ahora ayúdame a llevarla al sillón.