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El Ángel Malvado por RozenDark

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Notas del capitulo:

Pues he aquí la continuación de la historia. Y ya con este, solamente estamos a 3 capítulos de concluir :D


Espero y les guste lo que le reserve a Kurohi, aunque ahora todavía es algo demasiado leve, pero ya casi esta por pagar como se debe ;)


En fin, lamento mucho la demora, he aquí la continuación de este fic ;)


Los personajes de Naruto son propiedad de su respectivo autor. Los demás de mi propia autoria. Las imágenes utilizadas a lo largo del fic son propiedad de su respectivo autor.


Y sin más que decir, les invito a leer ^3^/

"Lo Que El Ángel Se Gano"

 

~.°.~.ღ.~.°.~

 

Naruto abrió de poco en poco sus azules ojos. Parpadeo un par de veces con rapidez, debido a la luz de la mañana que se colaba por la ventana.

Apenas logro despertar, analizo confundido el lugar donde se encontraba y al ver la blanca habitación y sentir el olor de alcohol y desinfectantes, supo que estaba en un hospital. Fue allí cuando todo el recuerdo de lo sucedido con su padre le vino de golpe.

Desesperado guio ambas manos a su vientre y pudo suspirar con alivio al sentir que aún había vida en ese lugar, al menos así lo sentía él.

 

—¡Qué bueno que ya despertaste! —, exclamó aliviada la rubia abuela del doncel.

—¿Cómo está mi bebé? —, le pregunto preocupado.

 

Tsunade solamente le dedico una mirada un tanto preocupada al pensar en cómo tomaría su hiperactivo nieto los riesgos que tenía su embarazo.

 

—Primero déjame hacerte un chequeo y llamar a tu novio, para que les explique a ambos la situación —, pidió calmada y un deje lleno de seriedad.

—¿Sasuke está aquí? —, preguntó con ilusión. Simplemente no quería pasar solo la situación en la que ahora se encontraba.

—Desde ayer llegó y no se ha ido para nada del hospital. Es más, solo porque tuvo que ir a comer salió de tu habitación y eso porque lo obligaron por la señora Chiyo y su madre —, respondió Tsunade con diversión —. Por ahora concéntrate en descansar en lo que te reviso y ya después te diré todo lo que quieras.

 

Naruto asintió ya un poco más calmado al saber que Sasuke había llegado para verlo. Pero aun cuando sabía que contaba con mucha gente, temía por lo que su padre pudiera hacerle a su bebé cuando saliera del hospital.

Apretó los puños con fuerza y frunció el ceño, lo había decidido. Tomaría las riendas en su situación y le pondría un alto a su padre y para ello necesitaba de alguien en específico.

 

—Abuela, ¿podrías llamar a Kakashi-san? —, le pregunto con seriedad.

—Claro, ¿se puede saber para qué? —, inquirió dudosa y preocupada.

—Para demostrarle al señor Namikaze que ya no voy a permitir más humillaciones. Y para eso debo quitarme algo con lo que ya no quiero lidiar más —, respondió secamente.

 

Tsunade decidió no preguntar más y dedicarse a hacer los chequeos requeridos para ya dejar por un rato a su nieto. Y ya después de haberse cerciorado que el doncel estuviera bien y estable, comenzó a guardar todo lo que utilizo para hacer tiempo a que llegara Sasuke.

No paso mucho cuando el menor de los Uchiha llegó a la habitación y le diera un beso y abrazo al rubio en la cama.

 

—¿Cómo te sientes Naruto? —, preguntó preocupado, mientras posaba una de sus manos en el vientre de su doncel.

—Adolorido, pero vivo —, respondió con una pequeña sonrisa.

—Lamento si interrumpo, pero debo darle las indicaciones necesarias para llevar como se debe este embarazo —, Tsunade se hizo notar nuevamente —. Para empezar, este embarazo ya es de riesgo, lo que significa que deberán seguir al pie de la letra las indicaciones.

 

Tanto Naruto como Sasuke miraron a la doctora con preocupación y alarma. Si bien sabían que no todo puede ser color de rosa, esta noticia no era muy prometedora, ni tampoco alentadora.

 

—No se preocupen, mientras sigan como se debe las indicaciones, todo irá bien —, Tsunade suspiro abatida al ver las miradas que le mandaba ese par.

 

Explicó con lujo y detalle todo lo que había dicho días atrás y aunque pudo ver un gesto de disgusto por parte de su nieto, este le afirmó que, si debía volverse estatua por su hijo, lo haría sin dudarlo. Decidió salir y dar la noticia de que su nieto había despertado y ya hablar con Kakashi para que más tarde hablara con Naruto, esperando que su nieto no hiciera algo de lo que luego se arrepentiría.

 

—Tuve miedo —, Naruto miro hacia la ventana, esperando que sus problemas se fueran con el viento.

—Pues ya no más. De ahora en adelante vas a vivir conmigo y no quiero un no. Ese maldito pagará por lo que te hizo a ti y a nuestro hijo —, Sasuke se mostró furioso.

—Eso lo sé. Pero, aun así, es mi padre y no quiero verlo en prisión —, respondió con tristeza.

—¿Entonces no quieres que pague? —, preguntó con molestia.

—Naruto lo miro enojado —. Por supuesto que quiero que pague —, le respondió ofendido —. Pero no en prisión. Quiero que sea libre y sepa que yo sigo mi vida de manera feliz y sin amargura, pero para eso necesito a Kakashi-san —, dijo decidido.

—Sasuke levanto con intriga una de sus cejas —. ¿Qué piensas hacer? —, preguntó dudoso.

—Primero que nada, poner una orden de restricción para evitar que Kurohi y mi padre se me acerquen y luego, cambiar mi apellido por el de mi madre.

 

Sasuke se mostró sorprendido. Si bien sabía que Naruto podía llegar a ser rencoroso, no creyó que llegaría el día en el que su doncel decidiera cambiar el apellido Namikaze por el de Uzumaki y mucho menos formular un plan en el que Minato sepa de lo que se perdió por imbécil.

 

—Y luego dicen que yo soy el vengativo —, murmuró Sasuke sonriendo apenas —. Tú cuando te lo propones puedes llegar a pensar en la venganza, pero en grande.

—El rubio solo infló sus mejillas y lo miro con reproche —. Creo que después de todo lo que me hicieron pasar, lo más lógico es que yo quiera disfrutar, aunque sea un poco de su dolor y arrepentimiento, después de todo, por muy bueno e iluso que yo pueda ser, también soy un ser humano con todo y defectos —, recalcó aquello con rencor. Si bien no quería que su padre fuera a prisión por el simple hecho de que recordaba que quiso ayudarlo a no caer, Minato no merecía un trato digno de héroe puesto que todo ese lio se inició por su estupidez.

—Bueno, bueno, no te juzgo —, levantó sus manos en son de paz —. Además, yo ya he tomado mi venganza, no solo con tu padre y primo, también en contra del imbécil que tengo por padre —, le dijo sin remordimiento alguno.

 

Naruto lo miro sorprendido. Si bien se imaginaba lo que su novio hizo en contra de esos tres, quería que se lo contará. Un morbo quizás o un disfrute que solamente Sasuke le daría para menguar un poco la furia que ambos sentían.

 

—¿Qué hiciste? —, preguntó ansioso.

—Sasuke sonrió con maldad —. Que no hice —, respondió en murmullo —. A mi padre le di un buen golpe que lo derribó, además de prohibirle la cercanía a mí y a mi futura familia —, miro a los ojos, que su novio se encargaba de mostrarle —. A tu padre le fracture el brazo, pero creo que eso no es nada. Aunque de no ser porque todo mundo me detuvo, no lo mate —, apretó con fuerza los puños al recordar como su madre y hermano hicieron de todo por parar aquello y el cómo Tsunade le inyectó amablemente un sedante —. Pero a tu primo... ¡Oh!, a ese bastardo le reserve lo mejor. Lo expuse con todos los que vieron el video e incluso la noticia llegó a la escuela y socios más destacados de tu padre, ahora todo mundo sabe la clase de puta que Kurohi Uzumaki es. Y aún si llegara a pedir perdón con una linda bendición, lo mandare para que trate de encontrar al padre —, respondió aquello con total furia y rencor. Todo dirigido al principal causante del dolor de su amado.

 

Naruto solo asintió con premura. No iba a decir más, a decir verdad, a él le encantó oír todo lo que Sasuke hizo por él y por nada se iba a retractar. Al menos no daría marcha atrás con lo de Minato y Kurohi, porque aun cuando le hizo enojar Fugaku, el Uchiha mayor no hizo nada en contra de su persona, ni lo humilló durante tantos años. Fugaku solo trataba de proteger a Sasuke a su manera y si no hubiera aparecido aquel maldito vídeo, el mayor no hubiera hecho nada en su contra.

 

~.o0o.~

 

Kurohi caminaba desesperado por todo aquel lugar. Llevaba una semana aproximadamente tratando de convencer a aquel varón que meses atrás rechazo, pero con lo que descubrió días después de lo sucedido en el hospital, era mejor que se apresurara a solucionar su situación.

Trataba de seguirle el paso a aquel varón que hacía unos dos meses y medio le quería proponer ser algo más que amigos de sexo. Si bien en su momento le dijo que no le interesaba y además andaba disfrazado de Naruto, ahora mismo estaba desesperado para que le hiciera caso.

 

—¡Por favor escúchame un momento! —, le pidió desesperado.

 

El varón detuvo su apresurado andar y guio con la mirada a aquel pelirrojo hacia su oficina.

 

—Hable ahora, porque mi tiempo es muy contado —, le dijo con desprecio, mientras miraba su reloj de mano.

—Kurohi trago grueso ante aquella dura mirada —. Se lo que piensas de mí, más después de que yo te deje en claro que solo me interesaba el sexo, pero te digo la verdad, contigo no tuve oportunidad de usar protección, incluso tú lo recuerdas. No usaste condón o algún preservativo y aunque apenas terminamos tome una pastilla, no se pudo evitar esto —, nervioso le mostro aquella hoja que constataba que tenía justo el tiempo en el que tuvieron su encuentro.

 

El varón sonrió con burla. Él ya sabía la historia de aquel doncel, es decir, ¿quién no conocía la historia del Uzumaki que hacía de prostituta?

Y aun cuando aquella noche llena de calor desenfrenado le gustó, no pensaba caer una segunda vez, menos cuando sabía que ese niño bien podía ser de cualquier tipo con el que ese doncel se topó.

 

—Cariño lo siento, pero eres más fácil que una puta y yo no voy a criar al hijo que podría ser de otro —, le respondió con burla —. Bueno, tu tiempo termino, así que por favor vete y no vuelvas o me veré en la penosa necesidad de llamar a seguridad.

 

Kurohi lo miro dolido. Si bien sabía que se había acostado con varios hombres, también sabía que ese chico fue el único con el que no logró usar protección. Iba a salir, pensando en cómo le haría para tener a su hijo sin que nadie se enterara, pero aquel chico lo detuvo. Por un momento pensó que se había retractado, pero su mirada le dijo otra cosa.

 

—Toma mi tarjeta por si aún sigues brindando tus servicios especiales. Tal vez y te de un dinero extra y puedas comprar algo lindo para tu hijo.

 

Kurohi lo miro con odio, para después lanzarle un golpe en la nariz. Aun cuando sabía que él mismo se lo había buscado, no iba a tolerar que se aprovecharán de su situación, menos a costa del hijo que esperaba.

 

~.o0o.~

 

Un mes paso volando y para gran disgusto de Naruto, todo ese mes se él paso internado en el hospital. Aunque lo que si le puso alegre fue ver que su vientre apenas se veía curveado, demostrando así que su amado hijo aún luchaba y crecía de poco en poco. Algo relativamente normal si con ese mes contaba ya con cuatro meses de embarazo.

Aun recordaba cuando Sasuke y el fueron con un médico y este les dio la noticia de que llevaba ya dos meses en cinta y él ni en cuenta, aun cuando se la pasaba vomitando y tragando aún más de lo habitual, pero que se puede esperar de un doncel por demás despistado como lo era Naruto.

Claro que ahora que ese mes se había ido demasiado lento, Naruto estaba más animado y ansioso por salir. Porque ese día, que, aunque Sasuke estaba totalmente en contra, el rubio doncel había logrado convencer al Hatake para que se hiciera una reunión en su despacho. Todo para hacer la lectura oficial del testamento de su madre y dar el anuncio oficial de que muy pronto sería Uzumaki y no Namikaze, además de que muy en el fondo, Naruto quería ver la cara de su padre cuando se enterara de que pondría una orden de restricción en su contra.

 

—Muy bien Dobe, si te sientes mal o incomodo no dudes en decirme para llevarte directo a mi casa —, dijo el azabache muy angustiado, mientras con toda la delicadeza posible, ayudaba a su Dobe novio a acomodarse en una silla de ruedas que desesperadamente compro para evitar caminatas innecesarias para su doncel.

—Si Teme, ya te dije que te voy a decir. Pero no esperes que desaproveche esto y más cuando tengo la oportunidad de saber que tanto hizo mi madre para guardarlo en secreto —, le dijo por centésima vez aquello.

 

Y no es que Sasuke llegara a exagerar, es solo que en verdad le preocupaba que Naruto y su hijo sufrieran algo en verdad fatídico. Pero para su mala suerte, cuando a Naruto se le metía algo en la cabeza, era muy difícil que lo olvidara.

Fue cuestión de unas dos horas para que por fin llegarán al despacho del Hatake. Apenas entraron fueron dirigidos a la oficina del abogado, lugar donde no solo Kakashi se encontraba, también Minato y Kurohi.

Sasuke se encargó de mantener a su novio lo más alejado de Minato y aquel doncel fácil y se sentó justo donde le tapaba la vista al rubio varón.

 

—Como sabrán, todos están aquí para por fin saber lo que Kushina Uzumaki dejo en su testamento —, Hatake se hizo notar ante todos —. Primero que nada y como ya les expliqué a la futura pareja, Kushina-san dejo una carta en donde exigía que el documento donde dejo estipulado a sus herederos se leería antes de tiempo solamente si su hijo sufría un daño a manos de su padre, Minato Namikaze. Como recordarán eso ocurrió y ahora nos vemos en la penosa necesidad de hacer lo que ni Kushina-san hubiera querido, adelantar la lectura de su testamento.

 

Minato mordió su labio inferior, completamente nervioso. Si bien sabía que solamente Naruto quedaría beneficiado, aún le dolía saber que su esposa le había ocultado aquello, como si en verdad nunca hubiera confiado en él.

Kurohi por su parte se mostraba aburrido por fuera, aun cuando por dentro estaba más que nervioso y ansioso, debido a que algo le decía que lo que su tía Kushina hizo, no le iba a gustar para nada. Solo esperaba que fuera su paranoia, porque no sabría qué hacer si en verdad la madre de su odioso primo lo dejo sin nada y el ahora embarazado y sin dinero, no podría valerse.

Naruto por su parte se mostraba sumamente tranquilo, a decir verdad, estaba sonriendo. Kakashi le había dicho un poco de lo que su madre había hecho, pero nada más satisfactorio que escucharlo en esos momentos, con aquel par presente.

 

—Para empezar, Kushina dejo en su testamento que el único beneficiario en la fortuna de la familia Uzumaki, sería su único hijo, Naruto Namikaze. Y solamente Naruto tendría el poder sobre todo lo que concierne a los Uzumaki. Esto incluye los bienes inmuebles, dinero y la empresa —, Kakashi leyó al pie de la letra lo que la pelirroja mujer había hecho —. También dejó algo más. Para su único sobrino dejo solamente la casa que ella había comprado para prestársela a su hermano mayor, en este caso, la casa donde Nagato Uzumaki y su hijo Kurohi Uzumaki vivían. Eso es lo único que dejó para el joven Kurohi.

 

Todo mundo se mostró sorprendido. Es decir, nadie se esperaba que Kushina hubiera hecho aquello, ni siquiera Minato se esperaba aquello, simplemente era algo que nadie se esperaba de Kushina.

Naruto por su parte, aun cuando se mostró sorprendido, solamente masajeo su vientre y sonrió satisfecho con lo que su madre había hecho. Sin duda su madre nunca lo dejó solo, aun cuando ya llevaba tantos años de muerta, ella si mostró lo que su padre en vida no hizo. Miro con superioridad a su primo y le mostró una sonrisa que según Sasuke, solamente un vengativo Uchiha haría, pero Sasuke comprendía a su novio y lo apoyaría en todo lo que decidiera.

Kurohi por su parte vio con miedo a su primo. Y por primera vez en su vida sintió lo que le hizo sentir tantos años a su Naruto: miedo, vergüenza, impotencia, humillación y dolor.

Vio con envidia como Naruto masajeaba su abultado vientre y pensó en el ser que crecía en su interior. Un ser que aún con todo el mal que causo, quería que naciera y quería darle todo de lo que él careció cuando su difunto papi aún vivía.

Algo se nubló, era una muda promesa, se vengaría de ese maldito de Naruto y con ello se llevaría al bastardo que esperaba.

 

—Aun hay más —, Kakashi se hizo notar nuevamente y miro con severidad a su amigo —. Naruto Namikaze pidió una orden restrictiva en contra de Minato Namikaze y Kurohi Uzumaki. También pidió cambiar su apellido a Uzumaki.

 

Minato miro dolido a su hijo y este a su vez lo miro con completa satisfacción.

 

—¿Por qué hijo? —, preguntó dolido. Aun cuando sabia la respuesta, quería escucharla de los labios de su hijo.

—Por todo el daño ocasionado, además de que tu mismo lo dijiste. No quieres que mi hijo lleve tu apellido, bueno, de eso no debes preocuparte, porque yo no pienso dejar que mi hijo se contamine por alguien tan toxico como tu o Kurohi.

 

Naruto le hizo una señal a Sasuke y este entendió de inmediato. El azabache se puso de pie y comenzó a mover la silla de ruedas.

 

—Kakashi-san, luego me pasa a ver a casa de Sasuke, ya estoy muy agotado y no quiero arriesgar más mi salud y la de mi hijo. Por cierto Namikaze-san, le digo de una vez que si quiere mi perdón, tendrá que renunciar a alguien —, Naruto no dijo más, pidió a su novio que lo sacara de aquel lugar.

 

Minato por su parte entendió la indirecta. Naruto solamente lo perdonaría si terminaba por completo con los lazos que tenia con Kurohi. Y de alguna manera, solamente pensaba en que quería el completo perdón de su hijo y poder llegar a conocer a su nieto, pero, por otro lado, no quería dejar a su sobrino a la deriva, aun cuando haya causado tanto daño, Kurohi solamente tenia la vieja casa donde vivió parte de su infancia.

 

—Kurohi lo lamento, pero es más importante mi hijo que tú. Pienso ayudarte a terminar tus estudios, pero ya después te pediré que te vayas de mi casa y de mi vida.

 

El doncel lo miro con asombro y miedo. Mordió con fuerza su labio, tratando de pensar en lo que haría ahora con su situación actual. Obviamente no podía decir nada del bebé que esperaba, pero debía adelantar su venganza no solo en contra de Naruto, también de Minato. Ambos le pagarían por todo lo que le estaban causando.

 

 

Continuará 

Notas finales:

Como podrán ver, Naruto ya no es un lindo pan de dios. Ya saco sus garras dispuesto a dar pelea, aunque con lo ocurrido con el testamento, Kurohi hará de las suyas :/


Aunque tengan en cuenta algo, el bebé que Kurohi espera no tiene culpa y me da pena lo que le reserve al final, más con el bebé de Naruto :(


Ahora para hacerlo divertido, ¿Qué creen que sea el bebé de Naruto?, ¿niño, niña o doncel?, vamos ¡hagan sus apuestas!, ¡hagan sus apuestas!


Bueno, dejando esto de lado, para las personas que siguen mi fic de Ben 10 “¡¿Mi Hijo?!”, el cual también esta por terminar, les digo que ya el sábado o el domingo actualizo y para las personas que no lo siguen y gustan leerlo, saben que son bienvenid@s :D


 


En fin, nos leemos pronto


Chau chau (*_-)/ 


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