Capítulo 3
Minutos antes…
-¿A dónde creen que van? –Decía un hombre alto moreno vestido de traje a sus dos hijos más jóvenes, que en ese momento se encontraban ya en la puerta con sus mochilas en los hombros y sus patinetas en las manos.
Al escuchar al mayor; ambos chicos se paralizaron por un momento, que disimularon mientras se veían disimuladamente entre sí comunicándose casi telepáticamente con los ojos. Decidieron dar media vuelta para encarar al mayor que permanecía en el umbral del pasillo con los brazos cruzados y cara de completa seriedad. Para ambos chicos su padre era de temer pero aun así, jamás ese hecho había impedido que su autosuficiencia los sacara de situaciones como esa. Con completa indiferencia miraron de vuelta al mayor quien afilaba más la mirada al notar la irritación de sus hijos menores.
-……
-……
-¿Y bien?- Siseó impasible - He venido a casa por unas cuantas horas y es mi deseo que todos se sienten a la mesa. Así que más les vale quedarse en casa- Finalizo dándose la vuelta mientras se alejaba rumbo al comedor.
Ambos chicos se miraron nuevamente en silencio como antes lo habían hecho, pero de la más joven se pudo ver con toda claridad que no estaba feliz con lo que su padre había pedido, sin evitar recordar lo que “comer en la mesa”; con su padre significaba para ella, su hermano noto como ella llevaba una de sus manos a su cabello que ahora era corto mientras lo acariciaba lentamente absorta en su recuerdos.
Al llegar sus manos al final de sus cabellos dejo suspendida su mano en el aire unos segundos y poco a poco la empuño con fuerza para darse ánimos para lo que sabía vendría. Sasuke sabía exactamente lo que esos gestos significaban, Sakura anteriormente había dejado crecer su cabello hasta llegarle a la cintura, adoraba su cabello largo y el siempre que ella se lo pedía lo cepillaba hasta dejarlo brillante.
No obstante un día en los cuales sus entrenamientos los dejaban exhaustos hasta el límite, su padre se hizo presente y solicito una demostración de sus habilidades en una lucha contra el, los había derrotado sin mucho esfuerzo; especialmente a Sakura quien desde el principio fue sujetada por la trenza que tenía en su cabello y derribada al instante. Su padre había dicho que se lo cortara que era algo inútil en la lucha, y luego se fue del doujo. Más tarde ese día se sentaron a cenar; todos estaban en la mesa a excepción de su madre, quien debido a su trabajo se encontraba de viaje, su padre noto de inmediato que su hija no había obedecido la orden de cortarse el cabello. Y sin pensarlo tomo el cubierto de la mesa. La sujetó del cabello con brusquedad tan rápido que ni Itachi ni Sasuke fueron capaces de detenerlo; corto el cabello de la joven de un tajo y tiro los restos por el lugar.
-¡Cuando te doy una orden, espero que la cumplas sin demora! Esto te enseñará a no desobedecer jovencita – Dijo fríamente mientras se dirigía de nuevo a su lugar en la mesa.
El rostro de Sakura era de completo shock, sus ojos lucían desorientados mientras veía sus cabellos caer en el aire y luego por primera vez Sasuke vio las lágrimas de su preciosa hermana, su ira era más que evidente por lo que Itachi le sostuvo para que no empeorara las cosas más de lo que ya estaban. Lo último que necesitaba era que su padre lo golpeara hasta la inanición; empuñando sus manos se tranquilizó y llevándose consigo a la peli rosa salieron del comedor. Esa noche durmieron juntos como cuando eran niños. El pelinegro intentando aliviar el dolor de su imotou que se estremecía en un llanto silencioso casi ahogado entre sus brazos. Hinata había arreglado el cabello deshecho de Sakura, dándole un corte muy parecido al suyo.
-¡Ya está! Ahora te vez más bonita, el cabello corto te sienta muy bien Sakura- Alago la joven morena a su amiga sentada frente al espejo.
-¿Sasuke?...-Llamo la menor.
-¿Dime?
-Me veo… ¿Bien? – Pregunto Sakura sin dejar de mirarse en el espejo.
-Te ves preciosa. No lo olvides – Respondió el mirándola con cariño.
La peli rosa le sonrió con un sonrojo leve casi imperceptible; recuperando su confianza y orgullo, después de todo ella era un Uchiha también. La frustración de aquel día se presentó en él nuevamente como si aquello hubiera pasado apenas ayer.
Tomando la mano empuñada de su hermana, la saco de los difusos recuerdos y la llevo al comedor de la casa para ver que necesitaba decir su padre, el viejo dijo que se sentaran en la mesa para hablar nunca dijo que se quedaran a comer como dios manda, así que escucharían lo que tenía que decir y después se irían.
Ya en el comedor se sentaron en la parte más alejada del mayor para que tuvieran pase libre a la salida, esté no se molestó en lo absoluto sabia de ante mano que eso harían así que no le dio importancia, también sabía que después de que había castigado a su hija por desobedecerle; sus hijos menores no le dirían una sola palabra, a menos que fuera absolutamente necesario y sus predicciones se cumplieron al pie de la letra. Itachi ya se encontraba sentado en su respectivo asiento esperando las palabras de su padre sin inmutarse.
-Bueno parece que todos están presentes… -Hablo Fugaku, mientras los tres hermanos se preguntaban en silencio que era lo que su padre tenía que decirles, esperando expectantes.
- He recibido una carta de su madre…- Prosiguió la conversación satisfecho de tener la atención de sus tres hijos- Ha dicho que regresara a Japón en una semana más o menos; razón por la cual espero que le den la bienvenida con el orgullo posible por su trabajo realizado.
-“¿Mama?” – Pensaron los gemelos casi con sorna.
-La razón de su regreso es desconocida para mí, de todos modos espero que no la avergüencen con resultados mediocres ¿Han entendido?- Finalizo firmemente el mayor.
Ninguno de sus hijos le respondió, los sirvientes de la casa empezaron a entrar con las bandejas del desayuno y las fueron depositando enfrente de cada uno de los Uchiha, poniéndose de pie al mismo tiempo Sasuke y Sakura, se dieron la vuelta y comenzaban a retirarse sin mirar a su padre de nuevo, al ver esto Fugaku inmediatamente intento detenerles.
-¡Será mejor que regresen a la mesa; aún no hemos terminado!- Espeto fríamente Fugaku.
Y como si fueran una misma conciencia, ambos chicos lo miraron y dijeron al unísono
-¿Tienes algo más que decir?
-No ¡Pero aún no hemos comido!- Replico su padre.
-Has dicho que querías hablar y te hemos escuchado… –Dijo Sasuke con indiferencia.
– Pero nunca dijiste que nos quedáramos a comer…- Completo la frase Sakura que al igual que Sasuke se mantenía indiferente a las quejas del mayor. Itachi miraba divertido como sus hermanitos sacaban de sus casillas a su padre. Cosa que molesto más a Fugaku y no volvió a hablar.
-Nii-san… Te veremos más tarde –Se despidieron del mayor, ambos chicos de nuevo hablando al mismo tiempo y haciendo una reverencia a su padre en completa sincronía, Itachi adoraba que la telepatía de sus hermanos fuera tan sincronizada, porque su padre odiaba que ellos hicieran eso. Era divertido ver a su padre enojado. Sin más ambos chicos salieron lo más rápido que pudieron de la casa, mientras en el comedor Itachi disfrutaba de su desayuno y del mal humor de su padre.
Ya lejos de la casa, ambos chicos se detuvieron por el combini a comprar lo que sería su desayuno de ese día un par de onigiris y un bote leche para cada uno. Comieron en el combini y no queriendo regresar a casa hasta muy tarde, decidieron llamar a todos y reunirse de nuevo para ensayar después de todo el día anterior no habían hecho mucho. Por lo que sería necesario avanzar un poco más.
Ya estaban a punto de llegar a la casa de Shikamaru, faltaban poco más de un par de cuadras para llegar, pero al doblar la esquina se encontraron con un par de rubios siendo víctimas de un acoso.
-Son muchos contra uno ¿No crees? – Comento Sakura mirando la escena absorta.
-Tienes razón pero… Él no parece de mucha ayuda ¿Verdad?- Respondió Sasuke señalando al rubio apresado en el suelo. Agregando muy a su pesar - ¿Qué quieres hacer?
-¿Deberíamos ayudarlos?- Sugirió la menor con duda.
-……- Sasuke no respondió se limitó a ver lo que pasaba.
Uno de los tipos intentaba manosear a la joven rubia, y no pudiendo soportarlo Sakura se adelantó con un rápido impulso en su patineta y con esta le dio un golpe al tipo justo en la parte superior de la ingle.
-“Tsk… un poco más y lo tenía”- Bufaba interiormente Sakura. Sasuke vio con resignación el arrebato de heroísmo de su gemela y sin más remedio tuvo que ayudarla.
Con destreza golpeo fuertemente a uno de los tipos que mantenían preso al chico rubio y sostuvo al otro con una gran fuerza mientras el otro se caía al suelo inconsciente, miro más de cerca al joven rubio que al encontrarse sus miradas, lo cautivaron de inmediato sus hermosos ojos azules; aquel niño era el más hermoso que había conocido jamás.
-¿Quiénes son...? –Escucho decir al joven rubio desorientado; mientras reaccionaba dándose cuenta de que estaba a salvo.
Durante esos breves segundos la situación se repetía con Sakura y la joven rubia temblorosa, sus hermosos ojos cielo eran un deleite su cara sonrojada por el llanto que amenazaba con inundar su preciosas gemas, la hacían ver frágil y adorable, sin ser consciente de lo que hacia la junto a su cuerpo en un abrazo mientras la chica solo se dejaba hacer, intentando detener el temblor de su cuerpo. Notar esto la enfado más y dirigió su mirada al sujeto tirado en el suelo muerto de dolor.
-¿Que no escuchaste a la señorita? ¡Basura! Dijo que te detuvieras…- Escupió ácidamente Sakura sin soltar de su abrazo protector a la joven rubia.
-¡Malditos! ¿Quiénes son ustedes?- Inquirió el cabecilla del grupo molesto. Aquellas palabras, hicieron que ambos chicos se enfurecieran más por lo que contestaron de manera arrogante y altiva.
-¡Tu peor pesadilla! –Manteniéndole la mirada al depravado ese.
El sujeto enfadado, sin pensarlo se arrojó hacia los jóvenes entrometidos; el jefe de ellos se acercó lo suficiente al chico moreno como para asestarle un golpe certero pero no conto con que este lo detuviera con la palma de su mano mientras con su rodilla le golpeaba el estómago dejando inconsciente en el acto.
-“Uno menos”- Pensó Sasuke despectivo al notar que no eran rivales para ellos.
Sakura puso a la rubia detrás de ella al notar que los demás empezaban a levantarse del suelo; se colocó de tal forma que la rubia no pudiera ser tocada por esos sujetos de nuevo.
Estos se levantaron y una vez más intentaron golpear a la peli rosa cosa que uno de ellos consiguió, logrando golpear su mejilla derecha pero esto ni siquiera inmuto a la Uchiha menor; pues se levantó muy tranquila y sujeto al tipo que la golpeo de la camisa y con una fuerza descomunal lo levanto por los aires y de una patada en el estómago lo lanzo directo hacia su compañero logrando que salieran disparados varios metros hacia atrás.
-¡Nunca vuelvas a golpear a una mujer pedazo de basura!- Fueron las palabras de la pelo rosa quien estaba realmente furiosa, porque el golpe más que dolerle le había marcado su pálida piel.
Sasuke miro la escena con mucho orgullo, su pequeña hermana era increíblemente fuerte incluso sabía que era más fuerte que él, pero después de todo que sería de ella si no fuera de ese modo.
Naruto e Ino no se podían creer lo que había pasado; esos chicos eran sorprendentes ambos rubios estaban muy impresionados mientras veían huir a sus atacantes despavoridos Sasuke se quedó mirando embelesado al chico rubio que se encontraba aun desconcertado en el suelo con la vista perdida en algún punto de la calle que se extendía ante él.
-¿Estás bien?- Pregunto Sasuke al rubio, quien se limitó a asentir con la cabeza - Vamos levántate - Hablo nuevamente Sasuke mientras le extendía la mano al rubio para ayudarlo a levantarse.
-Si...Gracias por...-Comenzó a hablar el rubio siendo interrumpido por la voz temblorosa de Ino que ahora estaba colgada de su cuello llorando con la cara enterrada en el pecho de su hermano.
-Naru- Nii...- Sollozaba quedito Ino contra el pecho del mayor, llorando ahora sin control.
-Ino-chan… Perdóname... No pude ayudarte...-Hablaba un poco triste el rubio mientras acariciaba el cabello de la rubia tratando de tranquilizarla al menos.
La escena era apreciada por el moreno y la peli rosa quienes no podían creer que esos dos fueran tan cursis a según sus pensamientos aunque tal vez estaban realmente enamorados, pues se abrazaban tan protectoramente el uno al otro.
-"Así que son novios lastima es una chica muy linda"- Pensaba la peli rosa.
-"No puedo creer que los haya ayudado"- Pensaba el moreno mientras se acercaba a su hermana que se sostenía la mejilla golpeada de manera inconsciente. Saco su pañuelo de su pantalón y de su mochila saco agua para humedecerlo y después de exprimirlo un poco se lo puso sobre la mejilla a la menor. No lo desinflamaría pero al menos quitaría un poco la picazón que se sentía al recibir un golpe en esa zona de la cara. Mientras ella miraba absorta a la joven que parecía más tranquila ahora que se encontraba en los brazos de su “novio”.
-Naru-Nii vamos a casa. Deben estar preocupados por nosotros. - Dijo Ino un poco más calmada aunque su voz sonaba enronquecida por el llanto.
-Sí, está bien. - Fue la respuesta del rubio.
Los gemelos escucharon en silencio, pero su orgullo Uchiha ameritaba algo de reconocimiento, por lo que Sasuke no pudo evitar decir las siguientes palabras.
-¡Se van, y ni siquiera nos dan las gracias! - Comento con ironía. Sakura sintiendo exactamente lo mismo que él así que le siguió el juego a su hermano, aunque en realidad no era la intención de ninguno poner mal a ambos rubios.
-¡Es cierto! Y todavía que les ayudamos y ni un gracias nos dan… Tsk - Le siguió la peli rosa un poco molesta y fingiendo que los rubios no los escuchaban cruzándose de brazos con ademan decepcionado.
Los dos rubios se miraron avergonzados entre sí, para después dirigir sus miradas a sus recién conocidos salvadores. Aquellos dos chicos tenían un punto, al menos debían darles las gracias. Se miraron el uno al otro una vez más decidiendo que debían hacer sonrojándose al pensar en la misma cosa, sacudieron sus cabezas para quitarse las dudas y sin más se levantaron del suelo. Naruto se dirigió hacia el moreno e Ino hacia la peli rosa ambos depositaron un beso en los labios de los otros dos mientras los miraban con los ojos muy abiertos no podían creer lo que ese par de ángeles rubios estaba haciendo.
-"¿Qu- qué diablos pasa?" – Fue el confuso pensamiento de Sasuke sin poder reaccionar de otra forma, limitándose a sentir la leve presión de los labios suaves del rubio.
-“¡¿Qu-que?! ¿Qué es esto?" – Se preguntaba conmocionada Sakura.
Naruto e Ino se separaron al mismo tiempo de los labios opuestos con un leve sonrojo los miraron y con las sonrisas más bellas que pudieron ver nunca los Uchiha los rubios les daban un gracias.
-¡Gracias por habernos ayudado!- Dijeron al unísono.
-De nada…- Respondió Sasuke mientras se tocaba los labios componiendo lo más cercano a un gesto confuso en su cara.
-………- Para Sakura la situación era tan fuera de lo común que solo atino a asentir mientras al igual que su hermano se tocaba los labios confundida.
Procesando después de unos segundos que les habían dado su primer beso ambos. Los gemelos Uchiha estaban más que rojos por dentro pues sus caras no mostraban reacción alguna más que el gesto de tocar sus labios, los rubios ante curiosa escena optaron por presentarse ¡Por Dios! Si Iruka descubría que habían cometido semejante grosería al no presentarse adecuadamente los reprendería en nombre de los modales y la buena etiqueta.
-Bueno, mi nombre es Naruto Namikaze y ella es mi hermana menor Ino Namikaze. ¡Mucho gusto! ¡Nosotros somos mellizos!- Dijo elocuentemente el rubio.
-"¡Son hermanos!"- Se dijo Sasuke expectante.
-"¿Porque me hace feliz que solo sean hermanos?"- Esta vez fue Sakura la que sin querer se mostró interesada en ellos.
-¿Y cuáles son los nombres de nuestros héroes?- Pregunto Ino curiosa, mas recuperada de susto de antes.
-Mi nombre es Sakura y él es Sasuke mi hermano- Respondió como si nada la pelo rosa recuperada del shock.
-¿Sakura? ¿Sasuke? Mmm… Se me hacen familiares esos nombres- Comento pensativo Naruto llevándose una mano a la barbilla concentrado. Ino hizo el mismo gesto diciendo.
-Es cierto… ¿De donde era?
Ambos rubios intentaban recordar sin muchos resultados de donde habían escuchado esos nombres. Hasta que cierto chico de coleta que pasaba por ahí los llamo.
-¡Sasuke! ¡Sakura! ¿Qué están haciendo? – Dijo el joven Nara a modo de saludo. Los aludidos voltearon al mismo tiempo que los rubios para ver al recién llegado y al instante más rápido que un rayo o el tren bala lo recordaron y gritaron al unísono.
-¡Ahh! ¡Los amargados!- A todo pulmón mientras los señalaban con el dedo. Shikamaru se sobresaltó por el repentino grito de sus rubios vecinos y los gemelos compusieron la cara más fastidiada que Shikamaru había visto en ellos desde hacía un tiempo. ¡Indignación! Eso era lo que sentían en ese instante, sin lugar a dudas.
Continuará…