Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

The Time por Ash_Ashford

[Reviews - 37]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Nuevo cap! perdonen por tardar, entré a la uni y mi vida es un asco xdd

Generalmente mis capitulos son de minimo 3000 palabras, pero si sigo con ese mínimo la historia acabara con 100 capítulos y no queremos eso así que he subido mi mínimo a 5000. Este tiene 4700 porque sí xd pero los siguientes si serán más largos, al menos para que la espera sirva.

Muchas gracias a todas las lectoras/lectores/lecteres que me siguen desde 2017 no sé como soportaron los hiatus y aún siguen aquí son unos capos <3

Gracias a MoonSpiky por comentar y leerme desde hace tanto :3

Espero les guste <3

The Time.

Capítulo 18. Pensando.

Jueves 3:44 pm

Finalmente, después de limpiar todo el sólo, caminaba a la salida de la escuela para poder regresar a casa. Sólo le quedaba un día más de castigo y al fin sería libre. Se la pensaría dos veces la próxima vez que quisiera hacer una estupidez en frente de Akainu.

—Ese Luffy, debe de estar acostado en su cama jugando videojuegos y yo aquí, todo sudado y cansado por haber tenido que limpiar lo de él. Que lío, lo bueno es que ayer acabe la mayor parte de proyectos parciales así que tengo estos días para dedicarme al proyecto de arte… La profesora dijo que podía ser cualquier tipo de naturaleza muerta… me pregunto qué será bueno, no se me ocurre nada…

—Bueno, no creo ser naturaleza muerta, pero a mí me debes un retrato. —Para cuando escuchó la voz detrás de él, Usopp ya había salido de la escuela y caminaba tranquilamente por la vereda. Escuchar alguien hablar detrás de él de por sí ya le causaba pánico, pero reconocer al dueño de la voz le causaba horror.

—Jajaja… jajaja…  —Una pequeña risa nerviosa salió de él sin consentimiento, y más temprano que tarde sus piernas comenzaron a moverse sin control alguno, huyendo despavoridas como si tuvieran vida propia.

—¡Oye espera! —“Cómo osas huir de mí, el gran Cavendish” —Pensó el rubio mientras lo perseguía.

Una vez en secundaria, Usopp había tenido la brillante idea de engañar a un tipo que estaba molestando a unas señoritas. Usopp le dijo que en cierto lugar de la ciudad a cierta hora había chicas incluso más guapas y terminó convenciéndolo de que fuera. En realidad, a esa hora y en ese lugar había de todo menos chicas guapas, chicos guapos tal vez, pero no chicas. A Usopp no se le ocurrió que el tipo conseguiría dar con él dispuesto a darle una paliza.

Como corrió Usopp en aquella ocasión, con el tipo que buscaba chicas lindas detrás de él, era su marca personal, incluso presumía de ello. Pues ahora, con Cavendish detrás de él estaba corriendo el doble de rápido. Casi ni podía sentir el suelo a sus pies, y no entendía cómo era que Cavendish podía seguirle de tan cerca.

“Vas a tener que amputarme las piernas si quieres que pare hijo de perra”  —Pensó el rubio con la cara roja del esfuerzo, el cabello enmarañado, una cascada de sudor bajando por su cuerpo pero con una convicción en la cara como la de un lobo que no parará hasta atrapar la liebre.

—¡Ya deja.. de seguirme…! —Gritó el pelinegro mientras seguía corriendo con el poco aire que le quedaba en los pulmones.

—¡Quiero… hablar contigo… por favor! —Gritó con esfuerzo el rubio. Para este entonces los dos ya estaban bastante lejos de la escuela, de hecho, hasta se estaban alejando del centro de la ciudad.

Usopp no tuvo tiempo de frenar cuando vio la carriola enfrente de sí con una madre muy asustada viéndolo fijamente a los ojos, así que, en lugar de intentar parar, sólo desvió su cuerpo y terminó chocando con la pared de un edificio. Cavendish tampoco tuvo tiempo de frenar, pero al no poder ver lo que había más delante de Usopp el si se estampó con la carriola, la cual se cayó y de ella salieron corriendo dos perros, y su “madre” salió corriendo detrás de ellos también.

—Auch —Dijo Cavendish mientras se ponía de pie, sus piernas se habían raspado, también uno de sus codos y sentía un leve dolor en su mejilla. —“Más vale que esto realmente vaya a valer la pena”—pensó molesto.

—Carriola del diablo, carriola del diablo —Repetía Usopp, el pobre estaba desparramado en la banqueta.

“No voy a dejar que escapes de mi ahora maldito” —Pensó el rubio mientras se ponía rápidamente de pie y se acercaba al moreno.

—¿Estás bien? —Pregunto con la más dulce sonrisa que pudo ofreciendo una mano al moreno para ayudarlo a levantarse. A pesar de estar despeinado, sudado y molesto en el interior, el rubio seguía siendo muy atractivo.

Usopp salió de su trance y se incorporó. Al ver la sonrisa de Cavendish sintió una oleada de culpa. Tomó la mano del rubio y se levantó.

—Ah, lo siento, todo esto pasó por mi culpa. —“Claro, idiota” —Pensó el rubio.

—No, fue mi culpa por perseguirte a lo bruto, entiendo que no quieras hablar conmigo. —Dijo con fingida tristeza.

—No, no, tú no tienes la culpa. Yo soy el único culpable, ¡soy Capitán Culpable! —Dijo Usopp poniendo una mano en su pecho con una pose que intentaba ser heroica. —“¿Qué diablos le pasa a este tipo?” —Se cuestionó interiormente el rubio.

—Pffff Jajajajaj —Rio con una carcajada que parecía sincera. Usopp sonrió al ver que el ambiente de culpa se había disipado— Usopp, déjame invitarte a comer —Dijo mientras lo veía directamente a los ojos con una sonrisa en la cara. No había forma de que el moreno se negara a tal cosa.

~~*~~

Jueves 06:00 pm

—¿Qué mierda acabo de ver? —Dijo el rubio prendiendo un cigarrillo mirando el vacío, parecía estar en shock, una gota de sudor se deslizaba por su cuello, su camisa celeste estaba arrugada, sus pantalones blancos algo sucios por haberse tenido que esconder en un lugar con tierra y su cabello que casi siempre estaba impecable estaba algo alborotado. Zoro tenía que admitir que se veía bien incluso así, pero no era tiempo para eso.

Después de que un repentino ruido rompiera el momento Usopp había salido despavorido y el vanidoso rubio había ido tras él, dejando solos en el pequeño parque a los dos amigos, quienes empezaron a caminar de regreso.

—Oye, sé que eres un completo idiota loco por las mujeres, pero no significa que alguien que no lo es esté mal. Usopp necesita a su amigo en algo como esto. —Sanji volteó a mirarle como si estuviera viendo a un alíen, como si no comprendiera ni una sola palabra de lo que decía.

—Espera, ¿tú crees que estoy así porque Usopp es gay? —pareció darse cuenta de algo y habló de nuevo —Bueno, a ver, gay tal vez no sea, más bien bisexual —Negó con la cabeza y después le dio una calada profunda al cigarrillo— cómo sea, ¿crees que es por eso que me preocupo? A mí no me importa que es lo que le gusta a Usopp, sino quien. Ese idiota de Cavendish no me gusta nada. —Zoro lo vio algo sorprendido, dentro de sí, estaba un poco aliviado.

—Vaya, pensé que eras algo homofóbico la verdad.

—Por favor, ¿de qué me viste cara? Es cierto que no entiendo como no podrías amar a las mujeres si son creaciones divinas, ángeles de luz que…

—Ya entendí, sigue

—¡No me interrumpas marimo de mierda! —Zoro lo vio expectante— Bueno, que no es algo que se elija vaya, después de todo si te enamoras te enamoras y punto, no se puede cambiar o negar.

—Awww el cejas de diana es un romántico

—Vete al diablo… —en ese momento el teléfono de Zoro empezó a sonar, el peliverde lo sacó del bolsillo de su pantalón de mezclilla y vio que quien lo llamaba era su padre

—¿Sí? No, todo bien, me encontré a… un amigo, ajá. Sí. Yo le digo, hasta pronto. Sí sí, pediré instrucciones, sí, chao.

—¿Tú mamá?

—Mi papá. Me dijo que si quieres puedes venir a comer con nosotros. —Sanji se lo pensó un momento.

—Mmm espera, tengo que preguntarle al viejo, quedé de hacer la cena y si no le aviso que no llego me mata.

—¿No pasa nada con eso? Mi casa está algo lejos—Preguntó Zoro señalando la bolsa de vegetales que cargaba Sanji desde que se habían topado.

—Oh, mierda —El rubio se había olvidado por completo de que los traía. Revisó el interior de la bolsa; parecía que todo estaba bien. —Na no te preocupes, y tu casa queda a 10 minutos de aquí si tomamos otras calles, tonto. —Dicho esto Sanji llamó a Zeff, quien le dio permiso de comer en casa de Zoro, aunque le pareció algo curioso que esta vez no se tratara de una chica.

~~*~~

Jueves 04:10 pm

A esas alturas, ya era una cuestión de orgullo. Estaba completamente seguro de que haría que Usopp cayera costara lo que costara, la popularidad ya había pasado a segundo plano.

Cavendish había estado pensando en alguna estrategia en esas 3 semanas sin hablarle y aunque intento algunos acercamientos sutiles el pelinegro los evadida con maestría. Cavendish no sabía si lo hacía apropósito, o era en extremo despistado, pero fuera como fuera habían sido 3 semanas sin ningún tipo de avance. Pero finalmente, después de una confrontación trágica para su cabello tenía al pelinegro sentado en una silla, viendo la carta menú en un restaurant de comida rápida, completamente listo para decir que sí (o eso creía el rubio).

La elección del lugar la había hecho el pelinegro, no era exactamente del agrado de Cavendish, pero no había mucho más que hacer.

—Creo que quiero la megaburger con papas, ¿tú que vas a pedir? —Cavendish no tenía mucha experiencia yendo a ese tipo de lugares y todo el tiempo que Usopp había visto la carta Cavendish lo había visto a él así que no tenía ni idea.

—¡Ah justo eso iba a pedir!

—¿En serio? ¡Que coincidencia! —Cavendish sabía que Usopp no era la persona más atractiva, pero, aun así le gustaba su sonrisa. —Bien, iré a pedirlas entonces.

—¿No vendrá un camarero?

—¿Qué dices? Jajaja no, tienes que ir a la caja a pedir. —Dicho esto Usopp se levantó y fue a la caja. Cavendish se sentía torpe, definitivamente no estaba en su elemento, pero no se iba a echar atrás por ello.

Usopp volvió al cabo de unos minutos con un ticket.

—¿Cuánto fue? Déjame pagarte.

—No, no, yo invito.

—Pero yo fui quien te invitó.

—Pero te lastimaste por mi culpa, es como recompensa. —Dijo el moreno nervioso.

—Y ahora esperamos

—Sí, tiene que decir mi nombre, me levanto y voy por la comida. ¿Nunca habías estado en uno de estos?

—Claro, claro que sí, pero era algo diferente. —Mintió

—Ah ya veo. —Entre ambos se estableció un silencio incómodo.

“No, si lo dejo pensar mucho tal vez se niegue de nuevo” —Pensó el maquiavélico rubio.

—Entonces… naturaleza muerta —Dijo el rubio retomando lo que le había escuchado decir hacía poco.

—Ah, sí, es el proyecto parcial de artes. ¿Tú estás en el equipo de porristas verdad?

—Sí —Cavendish hizo una pausa para ver directamente a los ojos al pelinegro. —Me gusta que sepas sobre mí.

—Bueno, eres una persona muy popular, es normal que todos lo sepan. —Usopp había desviado su mirada, de repente estaba algo nervioso.

—Pero me hace especial ilusión que tú lo sepas. —Usopp volvió a mirar a Cavendish. Le encantaban sus ojos.

—ORDEN DE CAPITÁN CULPA, ORDEN DE CAPITÁN CULPA —Gritó la encargada de repartir las órdenes.

—Ah, soy yo, ahora vengo. —Dijo Usopp mientras se levantaba.

Cavendish sintió como algunas personas los veían con curiosidad y gracia. “¿¡Por qué mierdas escogió ese nombre?!”

Usopp volvió un poco con una bandeja a rebosar de comida. Puso delante de Cavendish una abominación de unos tres pisos repleta de carne y grasa con unas papas a la francesa gigantes a un lado. Eran las calorías de todo el mes y más probablemente.

—Buen provecho —Dijo Usopp mientras se zampaba su hamburguesa que era igual a la de Cavendish. El rubio sólo podía observarlo con algo de asco.

“Tendré que cambiar sus hábitos alimenticios” —pensó resignado mientras tomaba con ambas manos la hamburguesa.

Podía sentir como todo se resbalaba al otro lado de la hamburguesa, sus dedos comenzaban a llenarse por completo de comida, esa sensación no le gustaba en lo absoluto. Masticó lentamente el primer bocado y tragó. No estaba tan mal, pero diablos, definitivamente podría saber mejor. Podría sentirse mejor.

—¿Está muy buena verdad? —Preguntó Usopp con la boca llena, Cavendish a penas había podido entenderlo.

“También tendré que enseñarle modales”

—Sí, muy buena.

04:50 pm

Cavendish apenas había terminado de comer y Usopp ya había terminado el postre. El pelinegro había decidido comprarse una rebanada de pastel de chocolate mientras esperaba que el rubio terminara su comida.

—¿Tú no quieres postre? —Preguntó inocente al rubio. Una gota de sudor bajo por la frente de Cavendish, se sentía obesamente derrotado.

“¿Cómo es posible que coma tanto y esté tan flaco?” —Se preguntó.

—No, no gracias.

—Bien, entonces supongo que es todo por hoy —Dijo nerviosamente Usopp mientras se paraba de su asiento.

“No te hagas pendejo” —Pensó el rubio mientras tomaba la mano de Usopp.

—Quiero hablar contigo Usopp. En un lugar algo más privado. —Dijo con una voz suplicante mientras lo veía a los ojos.

—Es… Está bien.

05:45 pm     

Finalmente habían llegado a una plaza. Cavendish habría jurado que estaba más cerca del restaurante, pero su recuerdo lo había engañado. Al final terminaron caminando un buen rato tomados de la mano en silencio. Al principio podía sentir la mano de Usopp completamente nerviosa, temblando y sudando, después poco a poco empezó a relajarse, o tal vez simplemente se había acostumbrado. Se sentaron en una banca.

—Esto no tiene sentido —Dijo de forma rápida y tajante Usopp. —Veía al piso y sus manos jugaban nerviosamente en su regazo.

“Ah ¿cómo carajos no?” —Pensó el rubio

—Dame una oportunidad. —Usopp había levantado su cabeza y veía a la cara a Cavendish.

—Por favor, para esto, tú mereces alguien más… —El argumento de Usopp fue interrumpido por los labios del rubio.

El moreno podía sentir los suaves y carnosos labios del rubio sobre los suyos, era un beso lento, cuidadoso. Usopp lo correspondió de inmediato. La mano de Cavendish se posó sobre la cara de Usopp. Se separaron lentamente, ambos estaban sonrojados, se vieron unos pocos segundos y justo cuando iban a continuar un fuerte estruendo se escuchó.

Las alarmas de Usopp lo hicieron salir del sopor de inmediato y salió corriendo sin ver atrás, temeroso de lo que acababa de pasar.

~~*~~

Jueves 06:10 pm

—SHISHISHISHISHISHISHISHISHISHI ¡QUÉ DIVERTIDO!

—No sé qué te parece divertido, ¡casi nos descubren por tu culpa! —Dijo el mayor mientras se quitaba el bigote falso.

Ambos jóvenes estaban bañados en sudor,

—¿Y eso que tiene?

—¿CÓMO QUÉ QUE TIENE? En primer lugar, ellos CLARAMENTE no querían ser vistos, en segundo lugar, hasta donde yo sé tus amigos no saben de mi existencia y NO DEBEN de saber. ¿Cómo habrías explicado tal cosa?

—Sí saben. Bueno, al menos Usopp, le conté de ti al día siguiente de conocerte. —El comentario hizo sentir un poco confundido a Law, ¿le cuentas cosas importantes a tus amigos no? Sí Luffy le había hablado sobre él tan sólo un día después de conocerlo, tal vez era… no, tenía que concentrarse.

—¿Por qué le hablaste de mí? ¿No eres consciente de la magnitud del odio entre nuestras escuelas?

—No me importa. No entiendo. Sí alguien me quita mi comida me cae mal y lo golpeo, pero ¿por qué voy a odiar a alguien que no me ha quitado mi comida? —“Este tipo puede explicar el manifiesto comunista con comida si se lo propone” pensó el mayor con una gota de sudor en la frente.

—Ya, yo tampoco tengo especial interés en ello, pero si se enteran son capaz de expulsarnos, así de absurda es la situación.

—¡YA NO PODRÉ COMER LOS TACOS DE LOS MARTES! —Gritó Luffy con una expresión de horror en su rostro —Law no sabía de qué hablaba, pero le siguió la corriente.

—Sí, no más tacos. Así que no puedes decir que nos conocemos.

—Está bien, ¡Es una promesa! —agregó el Monito mientras sonreía.

~~*~~

Jueves 06:17 pm

Sanji entró en el pequeño recibidor y pudo notar un aroma delicioso en la casa, probablemente el padre de Zoro era bueno cocinando, o había un buen restaurante cerca.

El pequeño recibidor estaba limpio y despejado, a excepción de dos cajas apiladas contra una pared. Había muy poca decoración: Además de una gran planta en una maseta y una pequeña fotografía en la pared todo estaba vacío. Normal, ni siquiera tenían un mes viviendo ahí, las secuelas de la mudanza todavía se sentían. Sanji tenía cierta curiosidad de ver la fotografía, pues desde donde estaba el reflejo de la luz no lo dejaba apreciarla, pero cuando iba a verla, la voz de Zoro lo obligo a cambiar de dirección.

—Por aquí —Dijo el peliverde mientras entraba a otra estancia. Sanji lo siguió, estaba algo nervioso, conocer adultos casi siempre lo ponía en modo “debo dar una muy buena impresión” por alguna razón.

—Bienvenidos —Dijo un hombre alto, moreno, con cabello y barba negros y unos ojos dorados que sólo se podían describir como hipnóticos.

Dentro de la vanidad de Sanji (que no era poca) una de las cosas que más le gustaban de sí mismo eran sus ojos, azules como el mar cercano a la playa, varias personas habían caído presas de ellos, pero mierda, los ojos del padre de Zoro le ganaban por mucho. Pero no era sólo eso, era la forma en que se movía, su presencia irradiaba una elegancia que Sanji nunca había visto en su vida. Podrían decirle que el padre de Zoro era un rey de alguna nación extranjera y perfectamente lo habría creído.  El señor se acercó al rubio y le tendió la mano.

—Soy Dracule Mihawk, un gusto. —Su voz también tenía una extraña tonalidad hipnótica.

“Espera, ¿que el apellido del marimo no era Roronoa?” —pensó.

—Soy Kuroashi Sanji, un placer —dijo mientras estrechaba la mano.

—Me alegra que Zoro traiga un amigo, el no suele ser muy amigable —dijo el mayor dando la vuelta para volver a la cocina.

—Y qué lo diga —Dijo Sanji viendo a Zoro.

—Cejas rizadas

—Lost Marimo

—Muy bien —Dijo el señor Dracule, mientras volvía al comedor. Llevaba en ambos brazos unos platos llenos de comida; en uno un pollo al horno que parecía relleno de verdura y en el otro algunos acompañantes para el platillo principal. Ambos tenían muy buena pinta.

—Wow, se ven maravillosos.

Zoro y Sanji ayudaron a terminar de poner la mesa (Sanji puso su bolsa con vegetales en el frigorífico de la casa) y después los tres comenzaron el festín. Sanji se asombró al sentir que la comida sabía mejor de lo que se veía.

—Este platillo me recuerda a uno que a veces prepara mi padre en acción de gracias para el Baratie. Pero el suele usar Pavo.

—¿Baratie? —Preguntó con curiosidad Mihawk mientras veía el rubio— ¿Eres el hijo del chef Zeff? —Volvió la vista a su plato.

—Ah, ¿conoces al viejo? —Mihawk paró otra vez y volvió a ver al rubio. Zoro sabía bien que el mayor le molestaba cuando los menores no tenían respeto por los mayores. Sanji pareció darse cuenta también. —Digo, al Cheff.

—Sí, nos conocimos hace unos veinte años en esta ciudad, cuando estuve a punto de mudarme para iniciar la universidad, tomé un curso de cocina con él. Siempre nos habló de su sueño de abrir un restaurante llamado Baratie.

Sanji sabía que Zeff había nacido en esa ciudad, por eso después del naufragio lo había llevado ahí, pero no sabía que había dado clases antes.

—Supongo que fue un maestro estricto. —Dijo el rubio con una sonrisa al recordar todas las patadas que recibió de su tutor a lo largo de su vida. No sé imaginaba a su padre golpeando a alguien como Mihawk por cagarla en algo.

—Estricto y excéntrico. Nunca dio clases a una sola mujer. Y siempre golpeaba con fuerza a los que hacían mediocridades. Siempre con las piernas y nunca con los puños.

—“Las manos de un cocinero sólo deben de usarse para cocinar” —Dijo Sanji citando a su padre.

Zoro empezaba a comprender porque Sanji nunca usaba las manos cuando peleaban. Saber más de él le parecía interesante.

—Jajajaja —Una sonora carcajada salió de la garganta de Mihawk— Sí, sí, siempre decía eso. Un hombre de lo más extraño, muy interesante. Después de que acabó el curso se marchó de la ciudad, no volví a saber de él. Es bueno saber que regresó. Zoro, un día vamos a comer a ese restaurante, la comida debe de ser exquisita.

Sanji sonrió ampliamente, que elogiaran a su padre siempre le provocaba el mismo sentimiento de calidez dentro de él.

—¿Entonces el padre de este cejas rizadas te dio una paliza por no saber cocinar? —preguntó Zoro divertido, no se imaginaba a alguien humillando así a su padre.

—No. Nunca tuvo que usar la fuerza bruta conmigo, siempre he sido un alumno de excelencia, a diferencia de otros. —Dijo con arrogancia para después beber vino de la copa de cristal que tenía enfrente.

Sanji vio divertido cómo el entrecejo de Zoro se contraía. Zoro era bueno en muchas cosas, pero no lo consideraría un alumno de excelencia, probablemente el viejo tendría que darle más de una buena paliza para enseñarle a hacer simples hotcakes. La imagen lo hizo reír.

La conversación siguió de forma amena y divertida, de vez en cuando entre Mihawk y Sanji unían fuerzas para hacer rabiar a Zoro, lo cual divertía a ambos.

07:20 pm

Habían terminado de comer y antes de que Sanji se pudiera ofrecer a lavar lo platos, Mihawk le ordenó a Zoro que de una buena vez subiera las cajas que estaban en la entrada a su habitación; hacía una semana que el mayor las había llevado de su antigua casa y el peliverde había dado largas para subirlas a su habitación por pereza.

—Está bien, está bien. Sanji, ayúdame. —Solicitó el peliverde.

—Claro.

Ambos jóvenes subieron cada uno una caja a la segunda planta.

La habitación de Zoro estaba pintada de un azul obscuro, las paredes no tenían ningún tipo de decoración y contrarío a lo que Sanji pensaba, el lugar estaba muy bien ordenado. Tenía una cama tamaño matrimonial en la pared contraría a la puerta, un escritorio enfrente de ésta, el cual tenía al lado un pequeño balcón que daba a la calle.

—¿Dónde la dejo? —Preguntó el rubio.

—Al lado de esta —Contestó Zoro mientras dejaba su caja al lado de la cama.

—Vaya, tu cama es grande. —Dijo Sanji mientras dejaba la caja en el lugar especificado.

—Soy un desastre para dormir, si fuera más pequeña me caería todo el tiempo

—Jajajaja

—No es gracioso, no puedo dormir en literas o hamacas.

—JAJAJA

Una brisa entró por el balcón, refrescó un poco el ambiente caluroso de primavera.

—¿Te molesta si fumo?

—No, adelante.

Sanji salió al balcón y Zoro tomo asiento en la silla del escritorio al lado del mismo balcón. Vio como el rubio saco de sus bolsillos un encendedor dorado y un tabaco. Le causaba curiosidad porque le gustaba tanto fumar. Un pequeño silencio pacifico se instaló entre ambos.

—Cuando hablaste de tu hermano, mencionaste que no vivía contigo y tu papá, que estaba con un conocido de tu padre. —Mencionó el rubio al cabo de unos pocos minutos, cortando el silencio. Zoro lo miraba sentado en la silla, le hacía feliz que recordara eso.

—Ajá

—¿Puedo saber qué pasó con tu mamá? —Sanji había volteado a verlo, la luz del atardecer golpeaba su cara, la cual, se había puesto seria de repente.

—Murió cuando nací. Mi papá decidió ponerme su apellido.

—Oh, lo siento mucho.

—Está bien, cómo no la conocí, no sentí mucho su perdida.

—Ojalá yo pudiera decir lo mismo. —Sanji había vuelto a ver al horizonte en el balcón.

—¿Qué?

—No, no importa. ¿Te puedo hacer otra pregunta?

—Es sobre mi hermano, ¿no? —Sanji volteó a verlo en signo de afirmación. —Chopper no es hijo de papá. Mi padre tenía un buen amigo llamado Hirurulk, él era el abuelo de Chopper, cuidaba de él porque sus padres murieron, pero Hirurulk era muy viejo, así que le pidió a mi papá que cuidara de Chopper. Realmente no fue un gran cambio porque Chopper ya nos veía cómo una familia.

—Pero de todas formas debió ser duro para él, ¿no? Perder a sus padres y luego a su abuelo.

—Ah no, Hirurulk sigue vivo.

—¡Entonces no hables de él como si estuviera muerto!

—Pues ya no le hace falta mucho.

—¡Oye! —Ambos jóvenes se vieron por unos segundos y comenzaron a reírse a carcajadas. —Mira que eres cruel a veces marimo jajaja.

—Lo dije sin pensar jajajaja. —Zoro paró de reír mientras seguía viendo a Sanji. Le gustaba verlo así, tan risueño, sin poder respirar por reírse tanto. Sanji en su estado sobrio casi nunca reía a carcajadas, y si lo hacía era por alguna tontería de Luffy, era la primera vez que Zoro lo hacía carcajearse de forma tan genuina sin tener que perderse en el proceso. Quería hacerlo reír aún más.

El rubio se dio cuenta que estaba siendo observado y detuvo su risa.

—Tierra llamando a Marimo.

—Ah, perdón.

—¿Te perdiste?

—Vete al diablo.

—Jajaja —Sanji apagó la colilla del terminado cigarrillo y dudó donde depositarla.

—Déjala en el escritorio o tírala en el bote de basura.

—Así se inician incendios Verde, la dejaré aquí mejor. —Dijo mientras dejaba el residuo en una pequeña maseta con la tierra un poco húmeda situada en el balcón.

—No pensé que te gustaran las plantas.

—Me gustan los cactus. —Ambos se quedaron en silencio un rato. Sanji pensaba sobre todo lo que había pasado ese día y Zoro pensaba en Sanji.

—¿Y qué harás? —Preguntó el peliverde.

—Esperar a que él nos diga algo ¿no?, es un tema delicado, no podemos cuestionarlo así cómo así.

Zoro no conocía tan bien a Usopp como Sanji, pero no sentía que fuera fácil para el moreno decir algo al respecto con lo cobarde que era.

—¿Seguro? Tal vez tenga miedo o algo.

—Mmmm, le diré que puede contar con nosotros. Sólo eso, sin explicaciones. Tal vez lo desconcierte un poco, pero decirle que lo seguimos por casi una hora y lo vimos besuquearse con el imbécil de Cavendish no es una opción.

—Me parece bien. —El silencio agradable había vuelto a instalarse entre ellos. Unos minutos más tarde el rubio habló.

—Bueno, creo que debo irme ya.

—¿Por qué no te quedas?

—La verdad tengo flojera de ir a casa, pero mañana hay clases, necesito el uniforme, los libros y eso. Pero tal vez otro día Marimo. —Zoro no había pensado muy bien en lo que significaba para él compartir habitación para dormir con Sanji hasta después de decirlo, así que sintió algo de alivio de que el rubio declinara la oferta.

~~*~~

Jueves 07:00 pm

Habían caminado tranquilamente hasta el edificio donde vivía Law, a pesar de ambos estar cansados. Luffy no había parado de hablar sobre sus amigos, sin tomarle la menor importancia a lo que una hora atrás habían visto. Se detuvieron a la entrada del edificio y se recargaron en los aparcamientos de bicicletas vacíos al lado de la entrada. Luffy todavía tenía que caminar un poco más para llegar a su casa.

—¿Entonces qué vas a hacer con tu amigo? —Preguntó finalmente Law.

—¿Con Usopp?

—Ajá.

—Nada. No me importa con quien salga. Si él es feliz por mi está bien y si le parten el corazón les parto la cara.

—¿Sabes solucionar los problemas con algo que no sean puñetazos?

—Con comida.

—No tienes remedio.

—Shishishishi —Law se quedó observando su sonrisa.

—Me la pase bien hoy Luffy-ya. —Dijo sinceramente.

—¡Yo también! Ahora… —El teléfono de Luffy comenzó a sonar. El monito contestó. —Hola, Sí, ya voy para allá. ¿¡QUÉ?! ¡SI TE COMES MI HAMBURGUESA TE PATEARÉ EL TRASERO ACE! —Terminando la frase guardo el teléfono. —Lo siento, tengo que irme o mi hermano se acabará mi cena —Dijo sonriendo.

—Sí, ve con cuidado.

—¡Yo también me la pasé bien hoy, tengamos otra cita pronto! —Gritó mientras se marchaba corriendo.

Law entró al edificio, después al elevador y finalmente al departamento. Monet no parecía estar. Fue a su habitación, puso a llenar la bañera, se quitó la ropa y entró a la regadera, realmente estaba sucio. Después de una ducha rápida entro a la tina con agua caliente y después de estar sumergido hasta las clavículas reflexionó.

—Tengamos otra ¿qué?

 

Notas finales:

No hubo Doffy y Crocodile otra vez peeeero les prometo que en el siguiente habrá y rico uwu

¿Qué les pareció? De una vez les digo que la relación de Usopp y Cavendish va a ser la tóxica gg

Leí hace poco un fanfic aquí mismo de Katakuri (el fanfic se llama Wait for me Mr. Vinesmoke 100% recomendado) y me dieron ganas de escribir de él gg 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).