Después de dejar a Amber en su casa, me dirigí a la mía vi a mi mama en la mesa mirando la tele, me sentía intranquila quiero ir con Amber, pero debo respetar su decisión, estos días han sido muy emocionales para ambas y la verdad es que siento que de algún modo si no me contengo cruzare una línea que Amber probablemente no esté lista para cruzar, no quiero forzarla a nada pero tampoco quiero ignorar mis sentimientos… el que no hayamos besado esa noche solo hizo que mis sentimientos despertaran, pero la idiota no se da cuenta y tampoco se da cuenta de como esa enfermera la mira…Porque rayos Amber debe ser tan jodidamente encantadora con todos aunque no se acuerde de ellos… mientras pensaba en mi miserable posición de mejor amiga sentí mi teléfono sonar.
- ¿Hola? - estoy un poco desganada.
-Vaya que animo…- Es el abuelo de Amber.
- ¡Señor Garrido! No lo siento es solo que estoy un poco cansada- escuche su risa al otro lado.
-Vamos Angie nos conocemos mejor que eso, dime que te hizo ahora la torpe de mi nieta- quería reírme, pero no encontré el ánimo.
-Ella… solo me preocupa, no quiero que haga cosas sin pensar y acabe equivocándose- note que suspiro.
-Angie… te diré algo que talvez te parezca un poco cruel, pero… quiero que no interfieras con Amber con este problema- ¿Qué?
-A qué se refiere señor- no entiendo.
-Angie tu mas que nadie sabe que mi nieta no es alguien cobarde verdad, bien mira se que ella esta teniendo muchas dudas acerca de sus padres y se que en el fondo sabe la razón, pero no quiere tener que enfrentar esa realidad- estoy confundida.
-A que realidad se refiere señor- no se si quiera escucharlo.
-La realidad de que sus padres en realidad no han estado como deberían y que anteponen el trabajo a su hija…- no puede ser…
-No creo que… sea verdad- escuche al abuelo de Amber suspirar.
-Angie, si te cuento esto es por que te siento parte de mi familia ya… sabes que estoy en malos términos con mi hijo ¿verdad? – Amber me conto algo así.
-Si algo se-
-Amber piensa que es por que ellos pasan mas tiempo viajando que en casa, pero la realidad es que estoy en malos términos por que cuando Amber tenia 3 años ellos se iban a ir del país por un viaje que llevaría al menos ocho años e iban a dejar a Amber conmigo y mi señora- me quede en silencio… ¿sus padres la iban a abandonar por tanto tiempo?
- ¿Por qué? ¿por qué le harían eso a una niña de tres años? – me siento molesta.
-Angie… recuerdas que mi mujer te dijo que si no fuera por que Amber iba a nacer ellos jamás se hubieran casado- claro que lo recuerdo.
-si recuerdo eso- tengo miedo de saber que me dirá ahora.
-Bueno la boda la impuse yo ya que ellos de partida no querían tener hijos ya que querían vivir su sueño de viajar por el mundo y un hijo solo sería una carga- como rayos dos personas tan irresponsables pudieron tener a una persona tan maravillosa como hija.
-Amber no sabe nada de esto verdad- claro que no lo sabe.
-Y no debe saberlo, al menos no la realidad completa, veras se que ellos tienen planeado llevarse a Amber fuera del país para así probablemente “actuar como padres” pero yo creo que ya no pueden reparar 16 años de daño, sin mencionar que no conocen a su hija.
-porque tomarse tantas molestias- el enojo en mi voz era evidente.
-Porque Amber los frena en sus sueños, Amber es la única cosa que los ata de hacer lo que ellos quieran, Hasta que Amber no sea mayor de edad ellos tienen responsabilidad legal con ella, es por eso que ellos utilizan su trabajo como método de escape- mis dientes estaban cerrados con fuerza.
-Amber se negará, ella jamás se iría con dos personas que no la quieren- escuche suspirar a el señor Garrido.
-Angie… Amber aun quiere a sus padres y aunque son como son ellos aun la quieren … ya una vez impedimos que se la llevaran lejos, pero esta vez Amber está más grande si ella quiere ir no habrá nada que se lo impida, o eso te diría si no fuera por las claras dudas de ella hacia ellos, se que Amber llegara a un punto de quiebre pronto… y lamentablemente no querrá enfrentarlo, probablemente recurra a ti para que le digas que hacer- ahora comprendo.
- ¿Yo seré su escape verdad? - puedo entenderlo, pero…
-Así es ella buscara olvidar sus problemas en ti, tratara de escapar y yo no quiero eso… se que es muy joven para que tenga que afrontar algo así, pero… no quiero que mi nieta viva una mentira, por mucho que ellos quieran mejorar esta no es la manera correcta, estarían junto a Amber, pero seguirían en su mundo- yo tampoco considero que sea la solución al problema.
-No permitiré que pase, incluso si debo rechazar ayudarla lo hare…- quiero llorar.
-Angie… no dejare a mi nieta desamparada en esta situación así que tengo un plan… ¿me ayudarías? – a veces me pregunto si este hombre ve el futuro.
-Señor Garrido yo confió en usted, dígame que debo hacer- que empiece el juego.
Después de unos minutos donde el Señor Garrido me explico lo que haríamos y cual sería mi función en todo esto solo había que esperar y como el señor Garrido dijo Amber me llamo.
Fui al parque donde se hallaba Amber lo más rápido que pude y la vi sentada con la cabeza gacha, la llame y ella apenas se percató de mi presencia se levantó rápido y prácticamente se arrojo a mi de manera desesperada… jamás había visto a Amber de esta manera… era como si ni siquiera supiera donde estaba parada.
-no me sueltes, por favor Angie… no me sueltes- Sentía como se aferraba a mí, su voz era suave, pero con tintes de desesperación.
-No lo hare… pero necesito saber que paso- Traté de tranquilizarla frotando su espalda Amber me separo un poco de ella y vi su rostro con muchas emociones, pero las más notables eran miedo y culpa.
-Lo siento…- Miré a Amber sin comprender- no pude cumplir mi promesa.
-Amber… -Toque su mejilla para poder calmarla- dime que paso- ella asintió y se separo un poco de mi
-Acabo de pelear con mi padre- El solo escuchar la mención de sus padres me hacía querer ir a gritarles, pero me mantuve callada- ellos quieren que vaya con ellos dentro de dos semanas, ellos creen que debo alejarme de ti y de mis abuelos- vi que bajo la mirara y eso no me agrado en lo absoluto.
-Amber, dime ¿estás de acuerdo con eso? – ella negó de manera suave- entonces dime ¿qué es lo que quieres tu? – veía el miedo en su rostro y la confusión, nunca vi a Amber ser tan expresiva.
-Me dijeron que no tenía alternativa…yo…- Volvió a desviar la mirada y ya me estaba cansando de tener que tratar con una Amber tan insegura.
-No me desvíes la mirada… la Amber que conozco no escapa de sus problemas- La mire directo a los ojos molesta- La Amber que conozco no es una cobarde- Me separe totalmente de Amber y vi claramente como eso le aterro, como si fuera una niña a la cual le quitan su manta de seguridad- No entiendo porque ahora tienes miedo… no lo tuviste al enfrentar a dos asaltantes, no lo tuviste cuando enfrentaste a tu abuelo para defenderme, no tuviste miedo de enfrentar a Susana… ¿Qué pasa contigo?- vi como apretaba la mandíbula y cerraba las manos con fuerza.
-No lo sé…- Si lo sabes, me doy cuenta de que si lo sabes.
-Creo que si sabes lo que pasa… pero no quieres aceptarlo, ya que si lo aceptas tendrías que enfrentarte a algo a lo que no quieres- vi que me miraba, esta claro que no esperaba que pudiera leerla así de fácil.
-No sé qué hacer… yo…- Negue, ella sabe, pero esta en negación…
-Amber he estado contigo mucho tiempo y sé que tus padres son importantes para ti, pero debes enfrentarlos y aunque quiera yo no puedo acompañarte, puedo darte mi apoyo, pero es algo que debes hacer sola- vi como bajaba la mirada… esto es duro de hacer y no quiero lastimarla… pero el señor Garrido tiene razón ella debe hacer esto.
-No sé qué quiero Angie- ahora soy yo la que cierra los puños… ver a Amber en este estado no solo me molesta si no que me dan deseos de golpearla como lo hice con Susana… ¿que no sabes lo que quieres? Hace dos días si tenias claro que era lo que querías hacer… y yo estaré a tu lado, pero...
-Entonces no puedo ayudarte… cuando sepas que es lo que quieres me avisas- Apenas dije eso me di vuelta y me fui conteniendo las lagrimas de mis ojos, no mire atrás ya que sabía que no podría seguir si lo hacía, apenas me aleje lo suficiente caí de rodillas y llore como no lo había hecho en años, sabia que era por su bien, pero no era algo agradable de hacer.
Apenas me calme un poco llame al Abuelo de Amber para seguir con la fase dos le dije donde deje a Amber y que todo era como el lo esperaba, cuando colgué fui a casa, por suerte mi madre había salido y no preguntaría por mis ojos rojos, me fui a la cama y decidí dormir.
Desperté pasada la media noche con un mensaje del Abuelo de Angie que decía que la fase dos había sido un éxito y que mañana seria la fase tres, suspire aliviada, pero a la vez triste ya que no pude ser de mucha ayuda en este problema y la verdad es que probablemente si el señor Garrido no hubiera ideado todo un plan probablemente no habría sabido que hacer ante una Amber rota y con dudas.
¿De verdad puedo llamarme su amiga si no soy capaz de poder ayudarla cuando más me necesita?
Tenía muchas dudas así que llame a la persona que más podría ayudarme.
- ¿Hola? – escuchar su voz me calmo de alguna manera.
-Hola señora Garrido, perdone la hora- pensar que recurriría a una persona ajena a mi familia.
-Angie querida, que tal y no, no te preocupes asumo que estas tan preocupada como nosotros, de otro modo no llamarías- que familia tan peculiar, parece que leen mentes.
-Pues no le falta razón- No puedo mentirle.
-Raúl me conto lo que hiciste y te lo agradezco- no me agradezca algo así- debió ser muy duro para ti ¿verdad? - sentí las lágrimas salir de mi rostro.
-Si… yo no quería dejarla así… yo siento que la lastime…-
-Querida hay ocasiones en las cuales nuestros seres queridos pierden el rumbo y no siempre es fácil o bonito hacerlos entrar en razón, ahora te duele claro, tu amas a Amber y el tener abandonarla en un momento de confusión es doloroso, pero verla tener dudas y miedos cuando sabes que esa no es ella debió ser mucho mas duro- aunque aun pesa en mi haberla dejado, la señora Garrido tiene razón, es mucho peor ver a Amber destrozada por temores y dudas que no son culpa de ella que el hecho de haber hecho lo correcto.
-Tiene razón… pero ¿de verdad puedo seguir considerándome su amiga después de esto? le prometí estar a su lado y no dejarla –
-Encuentro que hiciste lo que una verdadera amiga debe hacer, los amigos no son aquellos que nos solucionan los problemas, no son quienes nos dan las respuestas a las dudas, son aquellos que nos apoyan, son quienes nos dan el empujón que nos hace falta, sé que Amber sabe que querías lo mejor para ella y que cuando esté lista volverá contigo solo debes darle tiempo de solucionar sus problemas, esa chica es torpe pero no es tonta y se que apenas pueda respirar ira a buscarte porque nadie puede negar que tu y ella comparten un lazo muy fuerte- mis lagrimas seguían sin detenerse.
-Prometo esperarla… yo esperare lo que haga falta- sentí la risa al otro lado.
-No creo que sea mucho, además te servirá para practicar para los próximos años- ¿eh?
- ¿A qué se refiere? - escuche una risa.
-A tu boda por supuesto, se perfectamente que quieres a Amber más allá de una amiga, pero como sabes los genes Garrido no es que sean los mejores cuando de sentimientos se trata- me sonrojé, pero me reí.
-Lo sé, pero, aun así, Amber vale la pena y la espera- Sonreí por primera vez ese día desde que me había separado de Amber-Además tengo el presentimiento de que es mutuo, solo que aun no se percata de ello- sonreí aún más recordando nuestro beso.
-Yo también lo creo querida… mas bien todos los que las conocemos lo creemos- sonreí.
-Iré a dormir… gracias por escucharme- me sentía más tranquila.
-Cuando quieras querida, Raúl ya debió decírtelo, pero te consideramos ya de la familia, nunca podremos dejar de agradecerte por todo lo que has hecho por Amber- no siento haber hecho nada tan increíble.
-Al contrario, yo estoy muy agradecida por todo, tanto con Amber como con ustedes-
-bueno descansa bien querida- me despedí y colgué.
Mire al techo un rato y luego a mi lado donde estaba Ángel y sonreí, esperare a Amber no importa cuanto tarde ya que soy su amiga y los amigos siempre estaremos cuando se nos necesite, con este pensamiento me dormí.