Llegué a mi casa con una sonrisa en mi cara y en la puerta se encontraba mi abuelo con cara de “Lo sé todo” y yo rodé mis ojos, si es que ya ni siquiera voy a preguntar.
-Abuelo-
-Amber-
Los dos nos quedamos mirando sin movernos.
-Jugaran a las miradas toda la noche o entraran para que Amber nos cuente como le fue- Ambos miramos a mi padre.
-Lo siento- Entre a mi casa con mi abuelo detrás de mí.
-Tu abuela está en la cocina Amber- Sonreí y fui a la cocina.
-Hola abuela- Mi abuela volteo y sonrió.
-Hola cariño, ¿cómo te fue? -
-Fue… algo interesante la verdad, pasaron varias cosas- y realmente pasaron muchas cosas…
-Que tal esta mi nieta política- Sonreí.
- ¿Angie? – Mi abuela enarco una ceja.
-No cariño la hija de la vecina- Me avergoncé un poco.
-bueno bien- Recordé como se veía en el vestido.
-Amber cariño… cada día te pareces más a tu abuelo y a tu padre- enarque la ceja.
-Y eso que significa-
-Estoy segura de que Angie lo entendería- Seguí confundida.
-Madre ¿Qué le estas diciendo a mi hija? - Mi abuela suspiro, cuando vio a mi padre.
-Le cuento de lo mucho que tu padre tu y ella se parecen- Mi padre enarco una ceja confundido.
-Y eso… ¿Qué significa? - Mi padre me miro interrogante y yo me encogí de hombros.
-Yo tampoco se a que se refiere- Mi abuela suspiro.
-Bien dicen que de tal palo tal astilla-
-Sigues diciendo tus refranes por lo que veo- Llego mi abuelo con una sonrisa.
-Si Raúl y en este caso tu serias el árbol del cual provino el palo y la astilla- Mi abuelo miro a mi abuela un poco confundido.
-Amm no se a que te refieres al decir que yo soy un árbol, solo vine a ver si podía conseguir algo de café- Mi abuela suspiro derrotada.
-Realmente… Angie necesitara mucha paciencia- Enarque mi ceja.
-Angie ¿Por qué mencionas a Angie mamá? - Miré a mi padre y recordé que no sabe nada de… bueno nada de nada sobre como ha escalado mi relación con Angie.
-Hijo mío… te has perdido muchas cosas este último año- Mi abuela miraba con algo de simpatía a mi padre.
-Bueno… no he estado- Mi padre se veía un poco triste al decir eso.
-Pero aun no es tarde- Mi abuelo puso una mano sobre el hombro de mi padre.
-Supongo que no… pero hay algo que debo arreglar- Mi padre puso una mirada seria y mi abuelo asintió.
-Te apoyaremos… lo sabes- Mi abuelo se veía serio, aunque yo no comprendía nada.
-Gracias, ahora no es momento de pensar en eso, sino en como fue el primer festival escolar de mi hija- Mi padre me arrastro hasta la sala de estar y me sentó frente a el para que le contara todo, mientras mi abuela llegaba con tazas de café y galletas recién hechas.
- ¿Entonces que tal te fue querida? – Mi abuela se sentó al lado de mi padre.
-Bueno, fue algo sin duda interesante- Mi abuelo se sentó junto a mi abuela.
Empecé a contarles como había pasado todo, tratando de evitar detalles como el hecho de que tuve celos de un aprovechado, o que tuve que buscar a Angie por toda la institución y claro tampoco mencioné el hecho de haber visto semi desnuda a Angie o que le confese mis sentimientos con muchos vecinos de testigos, más que nada para no acarrear miradas de mis abuelos, sin mencionar que mi padre no sabe nada al respecto.
-Me alegra que te hayas divertido, me preocupaba que no te sintieras cómoda- Mi padre me miro con una sonrisa triste.
-De haber estado sola, probablemente habría pasado eso, pero tenia a Diego y Angie, con ellos difícilmente podría concentrarme en la incomodidad de las multitudes- Eso y que estaban pasando tantas cosas a mi alrededor que realmente no podía pensar en mí.
-Supongo que ya empezaste a abrir tus horizontes un poco más- Mi abuelo me miraba con una pequeña sonrisa.
-Papá, tú y el abuelo… ¿tenían problemas de socialización? - Mi padre y mi abuelo se miraron y luego me miraron a mí.
-Por mi parte la verdad que no, tenia amigos en clases, como sabes conocí a tu madre cuando tenia una edad similar a la tuya y también mi personalidad un tanto “relajada” me permitió entrar en muchos círculos sociales y bueno, mi trabajo de por si me exige relacionarme constantemente con gente- Mi padre me miraba un poco nervioso.
-Por mi parte tampoco tuve problemas, cuando estaba en entrenamiento hablaba bastante con mis compañeros incluso a día de hoy mantengo contacto con varios de ellos, la verdad es que cuando conocí a tu abuela fui un poco gruñón ya que no quería relacionarme demasiado con nadie fuera de mi propio circulo laboral- Mi abuela sonrió.
-Si, pero eso no impidió que yo lograra mi objetivo de acercarme a ti, no pensé que acabaríamos tan cerca pero no me quejo ha sido una gran vida- Mi abuela sonreía feliz.
-Ya veo… me pregunto si podre llegar a ser como ustedes- Mi abuela sonrió.
-Amber, considero que ya te pareces bastante a ellos en otros aspectos, no digo que socializar no sea necesario, pero todos somos diferentes a la hora de crecer, tu tienes mucho tiempo aun apenas tienes 16 y personalmente me siento orgullosa de todo lo que has crecido este último tiempo, no debes forzarte mas de la cuenta, ya que dejaría de ser autentico- Mi abuela tomo su té de manera tranquila después de decir eso.
-Mi madre tiene razón, tu debes ser quien eres y quien te haga sentir satisfecha, no negare que saber cuánto has crecido tu sola me hace sentir como un idiota ya que me lo perdí, pero me alegra poder decir que eres mi hija, eres independiente y eres capaz de hacer muchas cosas que a tu edad jamás imaginaria hacer y aunque fue por mi culpa en mayor parte… me alegra que resultaras siendo una buena persona que realmente ya casi no necesita de mi- Mi padre sonreía y mi abuelo suspiro.
-Cuando decían que los niños crecen rápido imagino que tu no eres a quien se referían pero al igual que tu padre y tu abuela, me siento orgulloso de en quien te estas convirtiendo, aun no eres un adulto como tal, pero estas formando tu propio camino e incluso si se que no me necesitas como tal para cuidarte, siempre estaré contigo- Mi abuelo me miraba con una seriedad que llegaba a ponerme nerviosa pero sus palabras eran tan cálidas que me hacían sentir feliz.
-Los quiero…-
Después de eso conversamos de otras cosas y mi abuelo me recordó que pronto seria mi chequeo para ver mi evolución y estado de salud.
Mi padre me dijo que el pronto tendría que marchar lo cual me ponía un poco triste ya que no lo vería por algún tiempo, sin embargo, esta vez sentía que seria diferente ya que en su mirada veía algo diferente.
Poco después mis abuelos se marcharon y yo me fui a acostar mandándole un mensaje a Diego el cual se puso como loco por que tarde tanto en hablarle y le mandé un mensaje a Angie dándole las buenas noches.