Finalmente nos calmamos y fui capaz de ver nuevamente a la cara a Angie sin sentir vergüenza o que mi corazón quisiera correr una maratón, Angie hablo con sus amigas, si es que eso es lo que son y Diego procuro no burlarse demasiado de mi… o creo que lo intento por que la sonrisa que tenía creo que se le quedó grabada para todo el día, parecía que las cosas finalmente se habían calmado, por suerte las clases no son la gran cosa y no requieren que yo este demasiado pendiente, fuera de todo el drama que involucra ser amiga de Diego y Angie aún tengo otra preocupación que debería ser más importante, o al menos eso se supone, pero realmente tampoco es que sea algo que no sepa, el doctor solo me dirá si o no y conociendo al doctor y a mi querido y aterrador abuelo hay un 99,9% de que el Doctor levante la restricción del deporte, por lo que no tengo escape y aunque lo tuviera… buscaría alguna manera de saltármela ya que la presidenta hoy me confirmo la gran diferencia que hay entre nuestras habilidades, quito mis manos de ella como si fueran nada, aunque no debería sorprenderme, cuatro años de artes marciales mixtas hacen una diferencia y en cierto modo la maldita es alumna indirecta de mi abuelo, lo cual es más frustrante aun y dudo que mi abuelo no haya llegado a la misma conclusión que yo, mi abuelo no tuvo mucha piedad cuando se enfrentó a la presi y conozco el cómo piensa, sé que él ya debe haber analizado a fondo la fuerza y habilidad de la presi y si se enfrentaran de nuevo la presi no sería capaz de acertar un solo golpe, la pregunta es ¿Qué es lo que me enseñara a mí?, no sé qué es lo que mi abuelo tendrá planeado para Angie y Diego, pero sé que buscara que yo me haga más fuerte que la presi, mi abuelo conoce demasiado bien el cuerpo de las personas, conoce como entrenarlo y que es lo más eficiente, así como conoce las debilidades y puntos débiles, mi abuelo es aterradoramente analítico incluso más que yo, por eso siempre esta tres paso por delante.
-Señorita Garrido, no sé qué clase de pensamientos tiene que la tienen tan concentrada y seria, pero le pediría que se concentrara en la biología y si no le importa la invito a retirarse del salón a menos que quiera resolver esta pregunta- El profesor de biología me indico el pizarrón y yo suspire mientras tomaba el plumón y me disponía a leer la pregunta.
- Si a un cultivo de células pancreáticas, se adiciona una sustancia que bloquea la formación de los filamentos de actina, ¿Qué proceso celular se vería directamente afectado? – No sé en qué momento el profesor se puso a hablar de procesos celulares la verdad, pero veamos recuerdo que en uno de los libros del abuelo que tuve el placer de leer hace un año había algo sobre esto… Si no mal recuerdo decía que la actina es una proteína fundamental en la formación del citoesqueleto celular, y desempeña un papel crucial en varios procesos celulares, incluyendo la morfología celular, la motilidad, la división celular y el transporte intracelular, recuerdo que el libro decía que si bloqueaba este proceso el principal afectado seria la Motilidad celular… ósea la migración celular…
- ¿Y bien señorita Garrido? - Miré a mi profesor y escribí.
-Se vería afectada la Motilidad Celular, conocida también como migración celular- Mire a mi profesor el cual me miraba de manera desafiante.
- ¿Y me puede decir que es la migración celular? - Suspire.
-Solo sé que es cuando las células se mueven de un lado a otro y es esencial para que ciertos eventos biológicos del cuerpo humano sigan funcionando entre los cuales recuerdo estaban el desarrollo embrionario… o la respuesta del sistema inmunológico ah y también estaba la reparación de tejidos, pero no recuerdo nada más… procurare leer nuevamente el libro- El profesor suspiro como derrotado.
-Señorita Garrido, si hubiera estado prestando atención como debería se habría dado cuenta de que yo estaba explicando que este tipo de preguntas son del tipo que aparece en un examen de admisión para los estudios superiores… no estamos viendo los procesos celulares aun… ¿Qué clase de libros ha leído usted? - ¿Eh?
- ¿Espere entonces no tenía que responder? -
-De alguna manera pensé que no podría, pero en ocasiones olvido que usted es… bueno usted- ¿Y qué quiere decir eso? – Vaya a sentarse y por lo menos por respeto hacia mí, aunque sea trate de prestarme algo de su preciada atención – El profesor se veía entre resignado y molesto, realmente si no fuera por que siempre soy el objetivo de todos los profesores no tendría que estar leyendo libros de biología celular, aunque recuerdo que el libro de mi abuelo tenía ilustraciones, no sé por qué mi abuelo tiene un libro de biología celular en su casa, pero tengo claro que tengo que volver a leerlo solo por diversión.
Me senté y podía ver la mirada irritada de la mayoría, no les preste atención y dirigí mi atención al libro de biología para enterarme un poco, aunque sea de que estaba hablando el profesor antes de que se le ocurriera hablar de las células.
La clase acabo finalmente y el profesor no trato de hacerme más preguntas por lo que estuve tranquila durante el resto de la clase, Angie se acercó a mí al igual que Diego el cual parecía resignado.
- ¿Estás segura que no eres una especie de genio? -
-Diego eso da igual, Amber sigue atrayendo el “cariño” de los demás de una manera espectacular y muy llamativa y creo recordar que te dije que dejaras de hacer eso- Angie se veía algo molesta.
-No fue mi culpa, el pregunto algo, yo respondí lo que sabia- no sabía que no se suponía que lo supiera.
-Ese no es el punto, estas dejándolos… mal- Diego me miraba tratando de hallar las palabras.
-Diego no es mi culpa que ellos quieran ponerme en vergüenza y tampoco es mi culpa saber tanto, me gusta leer y dio la casualidad que leí un libro de biología celular hace un tiempo y recordaba muchas de las cosas que ahora, dije- Diego suspiro.
-Eso… realmente no puedo culparte… no tengo ninguna buena razón para criticarte eso-
-Escuchen, estuve sola mucho tiempo las tareas de la casa las solía hacer durante el fin de semana y las cuentas solo se pagan una vez al mes, antes no tenía a Angie y mi abuelo junto a mi abuela me enseñaron a leer y me enseñaron muchas cosas pero al pasar tanto tiempo sola desde los 7 básicamente mi única entretención eran los libros y después cuando mi padre me compro mi primera consola fueron los videojuegos y claro después cuando cumplí los 13 adquirí mi primer pc, donde empecé a ver anime, pero jamás he dejado la lectura, Angie lo sabe los meses que pase hospitalizada literal pase leyendo, dime tu como se supone que no aprenda más de lo que debo- Angie suspiro y Diego no sabía que decir.
-Amber…- Angie quería decir algo, pero se detuvo.
-Dejen de preocuparse por lo que se o no sé, tengo cosas mejores de las que preocuparme ahora mismo como el hecho de que tendré que entrenar artes marciales con mi abuelo- Angie y Diego se miraron y asintieron.
-Bien- Diego respondió de manera rápida.
-Hoy tienes el chequeo- Angie me miraba.
-Si hoy es el chequeo, mi padre me va a llevar, me levantaran la prohibición y empezara el infierno-
-El abuelo me mandó un mensaje, Diego y yo tenemos nuestro chequeo mañana- Sigue siendo demasiado raro que Angie lo llame así.
-Angie… podrías no llamarlo abuelo… al menos aquí-
-También es raro para mí, pero el abuelo es el que insistió- Angie parecía entre apenada y resignada mientras decía esas palabras.
-Tu abuelo es bastante testarudo, puedo ver el parentesco- Suspire.
-Entonces mañana serán ustedes- Suspire todo está pasando tan rápido que apenas tengo tiempo de reaccionar o de procesar las cosas y eso es frustrante.
Diego me sonrió y puso su mano en mi hombro.
-Oye mira el lado positivo, estarás con nosotros-
-No sé cómo puedes aceptar tan fácilmente que todo pase de esta manera Diego-
-mmm realmente no lo sé, también es algo extraño para mí, pero sabes, siento que también es emocionante tener amigas como ustedes las cuales me permiten aprender más y conocer cosas que tal vez no son tan cotidianas- Enarque una ceja.
-Veremos si dices lo mismo dentro de unos días cuando mi abuelo haya acabado con tu espíritu y tengas que recogerlo del suelo y volverlo a armar-
-No exageres Amber- Diego realmente no sabia en lo que se metía.
-…- No hare comentarios al respecto
Pasaron las horas y el día finalmente acabo por suerte no hubo más dramas ni más profesores tratando de hacerme quedar mal o algo por el estilo, nos dirigimos a la entrada de las clases y fue cuando vimos una pequeña multitud de personas en el camino.
- ¿Qué crees que ocurra? - Diego miro, pero no logro ver demasiado.
-No lo sé, pero si mi padre viene le será imposible vernos-
-Realmente vendrá tu padre Amber? -
-Si, el insistió y bueno no pude decirle que no- aunque tal vez este con la directora me dijo que iría a saludarla.
- ¿Que está pasando aquí? - Voltee a ver a la voz que llegaba y que era nuestra respetada y querida presidenta.
-No lo sabemos- La presidenta suspiro y pidió que los alumnos despejaran el área- Angie se acercó a uno de los que estaba en el montón y pregunto qué pasaba.
-Oh al parecer vino un hombre rico, tal vez venga a inscribir a su hijo- Angie miro confusa.
- ¿Un hombre rico? -
-Si, mira allá tiene un deportivo carísimo y entro hace poco, se veía muy elegante- Mi cuerpo me decía que algo no estaba bien.
Vi a la presidenta abrir camino y mis temores se volvieron verdad.
-Amber… ese auto… me es un poco familiar…- Angie se acercó a mí y yo quería que me tragara la tierra.
-Wow, un Nissan GTR-
-Corrección, es un Nissan skyline Gtr… y… conozco al dueño…- Mi voz apenas fue un murmullo, pero Diego me miro y pude ver que su cara se volvía un poco más pálida.
-No…- Angie y yo asentimos, pero antes de poder hacer nada una voz me llamo.
-AMBER que bueno que te encuentro- Me voltee y venia junto a la directora la cual parecía más pálida de costumbre y me miraba como pidiendo explicaciones, mientras mi padre estaba vestido casi de gala y con lentes de sol, casi parecía un mafioso, pero lo peor fue ver las miradas de muchos en la multitud mirarlo con sorpresa y a la presi acercarse a nosotros con cara de no entender nada.
-Garrido…- Creo que jamás lo había visto, así que normal que no lo conozca, de hecho, creo que nadie lo conoce.
-Presi… él es mi papá… es real- Señale a mi papa que seguía pareciendo un famoso atravesando una pasarela.
-…- La expresión de la presi valía oro, aunque todos parecían peces fuera del agua.
-Papá, puedes quitarte esos lentes, pareces mafioso- Mi padre asintió y se los quito dejando ver sus ojos que eran de hecho idénticos a los míos, era el rasgo más similar que teníamos y algo que heredamos del abuelo.
-Son muy parecidos…- La voz de la presi era apenas un murmullo, mi padre miro a la presi y le dio una sonrisa mientras se acercaba.
-Tu debes ser la presidenta del concejo escolar, es un placer, soy el padre de Amber- Mi padre extendió su mano y la presidenta correspondió el gesto pero en eso la expresión de mi padre se transformó en una de negocios y bastante fría – Espero realmente que la próxima vez que mi hija haga algo tonto, no tenga que caer de cuatro metros… Créeme no me gusta tener que ir a hospitales, puedo ver la expresión de la presidenta, mi padre realmente la logro intimidar, eso o es que el apretón de manos que le está dando está siendo doloroso -Bien dicho esto es un placer Susana Melissa Hernández Montes- La presidenta se puso pálida y yo también así como Angie y los demás, ¿Qué tanto sabia mi papa de la presi, ni yo me sabia su nombre completo.
-Señor Garrido le pido que no amenace a los alumnos- La directora se acercó a mi papá para evitar más drama cuando en eso mi padre dijo algo que puso un silencio sepulcral.
-Marta, que seas la directora solo hace que seas tan culpable como esta niña, sabes bien que mi padre no es alguien con quien jugar y yo tampoco, así que te pediría que incidentes así no vuelvan a pasar o yo mismo puedo hacer que este lugar desaparezca- Mi padre dijo todo esto con una sonrisa, pero yo sabía que él no estaba sonriendo y puedo ver como la directora también lo cree.
-Lo… lo entiendo señor Garrido-
-Me alegra llegar a un acuerdo, Amber, hija te espero en el auto, despídete de Angie y de Diego que tenemos cosas que hacer- Mi padre se encamino hacia el auto y todo el mundo le abrió el paso y yo solo quería que la tierra me tragase que se supone que voy a hacer mañana… BUENO COMO DICEN POR AHÍ, ESO ES PROBLEMA DE LA AMBER DE MAÑANA.
-Amber…- Angie tomo mi brazo con suavidad y yo solo suspire.
-Mañana hablamos… no creo tener energía para seguir aquí ahora mismo- Angie sonrió y Diego asintió mirándome con compasión.
-Nos vemos mañana- Diego me dio una media sonrisa aun tratando de salir de la impresión de ver a mi padre amenazar a la misma directora.
-Llámame cualquier cosa por favor, quiero saber cómo te va en el medico- Angie me dio un rápido beso en la cara y yo realmente ya no sé cómo sentirme, di un rápido asentimiento y rápidamente me dirigí al auto donde mi papá me estaba esperando, una vez me subí solo fui capaz de decir algo.
- ¿Sabes que van a pensar que eres un mafioso? – Logre volver a mi yo habitual.
-No lo soy- Mi padre solo me sonreía.
- ¿Incluso cuando amenazaste a la misma directora? – Mi familia no es normal.
-No es como si de verdad yo fuera a hacer algo sabes…- Mi padre solo sonreía de manera nerviosa.
-Lo sé- Mi padre no es un hombre malo después de todo.
-Tu abuelo por otro lado…- oh por Dios…
-Si lo sé y por favor no digas nada más- No traigas imágenes mentales escalofriantes a mi mente por favor.
-Yo podre parecer un mafioso, pero si hablamos de un verdadero mafioso… bueno… mi padre es mucho más aterrador-
-Papa…- Miré a mi padre y le di una sonrisa – ¿Puedes conducir y dejar de decir cosas aterradoras? - que son demasiado ciertas para sentirme cómoda, pero prefiero ignorar eso.
Como aún faltaba más de una hora para mi cita médica papá me llevo a comer pizza, la chica del mostrador miro a mi padre y pude ver como se le formaban corazones en los ojos, sin los lentes y con el traje mi padre pasaba de ser un mafioso a ser un hombre que parecía rico y apuesto, aunque… la parte del dinero no sé qué tan mentira sea en este punto.
“Amber… la chica de la caja puso en la servilleta un numero” Mire a mi padre y mire la servilleta con el numero… realmente… si lo conocieran…
- ¿En serio?, a mí me el chico que me entrego la pizza me dio este papel y me dijo que me regalaba un helado-
Con papá nos miramos y soltamos una risa.
-No creo ser tan llamativo-
-Seguro un hombre alto con un traje que se ve caro y que parece que vienes o vas a una junta importante, cabello castaño oscuro ojos azules y bien arreglado no llama la atención- Papa solo se rio.
-Lo dice la chica que tiene el cabello rubio ojos azules, alta delgada con una chaqueta de mezclilla blanca y pantalones a juego- Enarque la ceja.
-No creo que sea tan interesante-
-Si yo me veo normal, digo me puse el traje por que vamos al médico a ver tu examen, si este sale bien planeo llevarte a un lugar genial antes de que mi padre te secuestre- Suspire.
-No digas eso o el abuelo podría intentar hacerlo de verdad y quien rayos va tan arreglado a un examen que ni siquiera es para el-
-No será para mí, pero se trata de mi hija- Papá nos guio a una mesa y nos pusimos a comer la pizza.
-Ok buen argumento ganaste- Sonreí a mi padre, hace algún tiempo no nos divertíamos así.
-Siempre gano-
- ¿Oh enserio? –
-Ok… no siempre gano, pero el 80% de las veces si-
-Yo diría que es un 75%-
-Amber te educo papá, pero te recuerdo que también me educo a mí, no creas que puedes superarme tan fácilmente-
- ¿Tengo 16 papa, no crees que ya he recorrido más de lo que tu hiciste a mi edad? -
- mmm puede ser…- Sonreí victoriosa y pude dedicarme a seguir disfrutando de mi pizza.
Una vez acabamos la pizza y regresamos al auto, decidimos ir a una librería y ver si había algún libro interesante, ahora imagina a un hombre como mi padre entrando con lentes de sol a un lugar donde la mayoría son personas que no visten un traje elegante y abre la puerta para dejarme pasar y saluda de manera bastante cordial… si creo que yo también lo quedaría viendo raro, pero no me pude preocupar mucho ya que estaba viendo los libros, pero creo que algunas personas se lo quedaron mirando aunque yo también siento la mirada de otros en mi…
- ¡Amber mira ya salió la revista en la que estuve trabajando! – Papá tomo una de las revistas y me la enseño, no habría habido problema de no ser por que en la portada estaba la imagen de un hombre con un arma y toda la gente quedo mirando a mi padre con diferentes expresiones.
-Papa… ¿dónde estuviste? – Necesito aclarar esto o podrían llamar a la policía.
-Kenia lo olvidas, te lo dije hace algunos meses, estábamos haciendo un articulo sobre como en Kenia los guardaparques, aquellos que cuidan de las especies en peligro de extinción usan rifles para combatir a los cazadores furtivos- Suspire y mire como todos parecían más tranquilos.
-Y donde estuviste ahora? -
-Uh… bueno estuve en Nigeria, las cosas ahí siempre son algo… intensas-
- ¿Últimamente vas demasiado a África no? -
-Bueno… mi próximo viaje será a China-
- ¿Te vas a China? - no lo había mencionado.
-Si, con el equipo planeamos recorrer la muralla china- Y ahí vamos de nuevo.
-Si… una nueva locura…- ¿Acaso nadie en esta familia es normal?
-Es más difícil de lo que suena algunos escalones miden casi un metro de altura, es increíble- Papa sonreía emocionado y yo… no podía decirle nada, serian otros dos o tres meses sin él, pero supongo que de verdad ama lo que hace.
-Me alegra saber que te divertirás- Papá me miro y pude ver como su sonrisa se tambaleo y trato de calmarse.
-Si… ven compremos algo y vamos con el doctor- Papá puso la revista en una cesta que había y siguió recorriendo la tienda, yo por mi parte suspiré y vi un par de libros sobre biología celular y no pude evitar sonreír mientras tomaba uno.
Salimos de la tienda y creo que el caballero de la tienda nos miro como a dos locos ya que… bueno creo que gastamos cerca de mil dólares en libros, con papa tenemos dos bolsas cada uno, Papá suele leer tanto como yo, sobre todo en sus viajes y cuando no hay señal con redes y cosas así, por otro lado, yo…
-Amber vamos rápido que creo que nos entretuvimos un poco de más y se nos hará tarde- ambos estábamos corriendo hacia el estacionamiento.
- ¿Pudiste decirlo antes que hora es? – Papá miro su reloj mientras seguíamos corriendo.
- ¿Te enfadas si te digo que faltan veinte minutos para tu cita? – No fui capaz de decir nada.