Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amante inocente por Haruka Eastwood

[Reviews - 131]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Título: Amante inocente

Resumen: Él y solo él, era la persona que tanto había buscado...
Clasificación: Mayores de 16 años.
Género: AU. Romance. Drama.
Advertencias: Lemon. Mpreg.

Autor: Haruka Eastwood

~ * o0O0o ♦ o0O0o * ~
Amante inocente

Capítulo 17: Memorias sombrías

Minato apretó los labios dirigiéndole una mirada furibunda a Sasuke, conteniendo sus ganas de golpearlo, pero no precisamente por darle semejante noticia, así que suspiró un par de veces sentándose en el sillón. Lo último que deseaba era que su niño se alterara más de lo que ya estaba, porque evidentemente aquel chiquillo no mentía sobre el embarazo de Naru, sin embargo, más allá de la molestia por saber que sería abuelo, comenzaba a sentirse tan aterrado como cuando Kushina dio a luz.

—¿Cuántos meses? —preguntó en un murmullo, apoyando ambos codos en sus rodillas, a la par que entrelazaba sus manos para acomodar su barbilla.

—Dos —respondió Sasuke mientras tomaba la mano de un confundido y temeroso Naruto que no dejaba de temblar—. Hoy estuvimos toda la mañana en el medico.

Las manos de Minato se crisparon e instintivamente agacho la cabeza frustrado y molesto consigo mismo. Él no tenía idea del estado en que se encontraba Naruto cuando lo golpeo por aquellas malditas fotos, sin embargo comenzaba a sentirse peor que antes al saber que no solo puso la vida de su propio hijo en riesgo, sino también la del bebé que crecía en su interior, pero había algo más que le preocupaba.

—Siéntense —demandó sin siquiera levantar la vista. Sasuke torció la boca en un gesto disconforme mientras obedecía al igual que Naruto e Itachi—. Kushina, mi esposa, siempre fue una mujer fuerte y sana, sin embargo su embarazo no fue el mejor. Cuando huimos de Kumogakure…

—¿Cómo que huyeron? —cuestiono Itachi, obligando a Minato a verlo.

Todo lo que sabía es que aquella mujer falleció en el parto, lo cual no era tan extraño como se creía. Incluso sabía sobre sus últimas palabras de despedida; aquella tarde de hace dos años Minato se las dijo de memoria mientras finas lagrimas humedecían sus mejillas, aunque tampoco se interesó por saber cómo se conocieron o lo que vivieron, después de todo no le importaba, pero ahora era diferente.

En un principio, Itachi no podía soportar los celos hacía Kushina, porque a pesar de los años, Minato la seguía amando intensamente, pero Naruto siempre fue diferente, aun sin conocerlo había adquirido una especie de cariño y empatía hacia el pequeño doncel, por lo mismo le reprochaba constantemente a Minato su falta de atención hacía su pequeño e inocente hijo.

Claro que el verdadero motivo de que jamás preguntara sobre el pasado de su amante era debido a la actitud hostil que adquiría, por lo que era sorprendente y bastante extraño que comenzara a contarles algo tan delicado. Pensándolo bien, ahora es que se daba cuenta que no conocía muchas cosas de Minato, a pesar de que él siempre decía que confiaba en él plenamente, aunque todo indicaba que no era cierto.

—Mi padre es… o era un hombre… especial. Cuando tu madre y yo fuimos ante él para decirle sobre ti —murmuró viendo directamente a Naruto—. Él me golpeo hasta que perdí el conocimiento y le ofreció a Kushina una exorbitante suma de dinero para que no nacieras. Como se imaginaran, ella se negó. Cuando logramos irnos creímos que teníamos el dinero suficiente para vivir bien un par de meses, sin embargo no fue así, los gastos eran mayores de lo que imaginamos y no lograba conseguir empleo debido a las influencias de mi padre, y Kushina no podía volver a trabajar debido a su estado.

—Volver a trabajar ­—murmuró Sasuke con curiosidad, comenzando a entender a qué quería llegar Minato.

—Kushina había sido la asistente del director de una universidad de Kumogakure.

—Espera —Itachi frunció el ceño—, No se supone que ella era menor que tú.

—Claro que no, ella era siete años mayor —arguyó con fastidio, sorprendiendo a todos, aun así los ignoro, cerró los ojos y recargo su frente en sus manos mientras seguía hablando—. Nos fuimos de Kumogakure por una amenaza hacia ella hecha por mi padre. Cuando llegamos a Konoha estábamos prácticamente en la ruina, apenas y teníamos un techo donde vivir, y la comida escaseaba, por ello mismo la salud de Kushina decayó a tal punto que era incapaz de levantarse de la cama, estaba excesivamente delgada y débil… pero cuando logre conseguir el dinero necesario para internarla en el hospital y darle una vida decente era demasiado tarde.

Apretó los puños con excesiva fuerza, comenzando a temblar debido a la rabia que aquellos recuerdos le generaban. Jamás pensó que contaría esa parte de su vida, pero ahí estaba, hablando de su más grande amor mientras rogaba a un dios que creía inexistente que su niño no corriera con la misma suerte. Pero esta vez todo era diferente, porque lo tenía a él. Entonces sintió las pequeñas manitas de Naruto posarse sobre las suyas, dándole el apoyo que necesitaba para continuar.

—Minato —murmuró Itachi con la voz afligida, frotando suavemente la espalda de aquel hombre que tanto amaba.

—Debido… debido a las malas condiciones de vida que Kushi tuvo en el embarazo, no solo su salud estuvo en riesgo —hablo bajito, tomando las manos de Naruto entre las suyas, acariciando su cabello—. Cuando naciste estuviste un mes en el hospital, los médicos aseguraban que no sobrevivirías pero lo hiciste, sin embargo tu salud siempre fue muy delicada. De pequeño enfermabas mucho y te desmallabas constantemente, después de muchos análisis, los médicos dijeron que tenías una anemia moderada, pero necesitabas de diversas atenciones y cuidados.

—¿Cómo qué cuidados ttebayo? —Preguntó entre pucheros.

—Una buena alimentación y el uso de vitaminas, sin embargo no daban el resultado que los médicos esperaban —concluyó con pesar—. Hace unos cinco años logré contactar con un viejo amigo de mi madre. Es un reconocido medico a nivel mundial; estuvimos haciendo una serie de investigaciones pero todo tratamiento es experimental y no sabemos si funcionara, las pruebas son favorables pero...

—¿Tu ayudaste en la investigación? —La mirada de Naruto pareció brillar de emoción, al saber que su padre siempre se ha preocupado por él, pasando por alto cierto detalle que los hermanos no pensaban omitir.

—No sabía que tuvieras conocimientos de medicina —murmuró Itachi con incredulidad.

—Desde muy pequeño quise ser médico, pero mi padre no lo permitió, aun así seguí estudiando y actualizándome.

Repentinamente se puso de pie comenzando a pasar los dedos por su cabello de manera nerviosa. Años atrás, cuando inicio aquella investigación nunca pensó que se vería en una situación tan frustrante, mucho menos que fuera contra reloj. Probablemente si las cosas se hubieran dado de otra forma, dentro de un año más podría asegurar que tendría una posible cura para la anemia de su niño, pero ahora todo era experimental, teorías y pruebas favorables hechas en animales.

Era claro que su niño siempre tendría una salud delicada pero rogaba porque su anemia no se volviera crónica debido al embarazo, porque de ser así era capaz de usar hasta su último recurso con tal de verlo mejor. Todo era experimental, sí, pero no existía nada mejor, al menos él no conocía a nadie que hubiera llevado una investigación tan exhaustiva sobre el tema como su socio y él.

—No creo estar entendiéndote, Minato.

Itachi se había puesto de pie yendo directamente hasta aquel frustrado rubio, tomándolo de los hombros para detener su andar, obligándolo a que le preste atención. Todo lo que entendía es que Naruto necesitaba de un tratamiento urgente que él y alguien más estaban desarrollando.

—Al tener Kushina un embarazo tan complicado, era de esperar que la salud de Naruto fuera mala, y esta decaerá drásticamente en caso de estar esperando un bebé, pero el tratamiento del que hablo reduciría esta posibilidad, en caso de existir, al mínimo y la vida de mi hijo y nieto no correría peligro —habló atropelladamente—, pero sigue en la fase experimental, y es un hecho de que actualmente hay mucho en juego —se acercó hasta Sasuke y Naruto que lo miraban sin saber que decir—. ¿Qué fue lo que el medico les dijo? —demando, tomando al pequeño doncel de los hombros, intentando no temblar.

—Cinco meses —tajó Sasuke,

Naruto e Itachi lo miraron sin entender nada, pero Minato palideció con una mueca que iba del asombro al terror, teniendo que sujetarse del brazo de Itachi para no caer. Eso debía ser un error, uno que amenazaba con arrebatarle la vida de su niño.

●●●

Parpadeó confundido, intentando saber dónde se encontraba sin éxito alguno y en  medio de la basta oscuridad, logró distinguir una esbelta silueta, demasiado borrosa como para detallar algún otro rasgo que no fuera la enorme sonrisa que extrañamente le aceleraba el corazón. Sabía que la conocía y que era por él y para él, desgraciadamente era incapaz de recordar a quien le pertenecía.

Frustrado, cerró los ojos creyendo que era capaz de sentir la textura de aquellos suaves y rosados labios sobre los suyos, moviéndose vacilantes y temerosos en una danza lenta y cautivante, mientras sus manos rodeaban la pequeña cintura para atraerlo aún más hacia su cuerpo, sintiendo su calor tan reconfortante mientras se perdía en la delicia de su aroma, tan similar al té de canela con miel: dulce y sutil, pero al mismo tiempo exótico.

Entonces abrió los ojos, deseando poder contemplar claramente su rostro, dándose cuenta que en esta ocasión aquel bonito doncel se encontraba bajo su cuerpo, con la respiración agitada y los rebeldes mechones de cabello rubio esparcidos por la almohada, mientras sus labios dibujaban una mueca por demás excitante con cada suave jadeo que escapaba de su boquita. Y de un momento a otro, Shikamaru creyó que el aire escapó de sus pulmones, hasta obligarlo a abrir la boca en ronco gemido.

—S-Shika…

—Shikamaru —la aburrida y monótona voz de un varón lo saco de su letargo, teniendo que parpadear repetidas veces para enfocar a la persona frente a él—. ¿Te encuentras bien? Tienes el rostro rojo y respirabas con dificultad —comentó examinándolo con la mirada, acercándose un poco más—. Tal vez debas ir al médico.

—Tsk… que problemático —farfulló con fingido enfado, ocultando exitosamente su erección con un par de carpetas que debía revisar—. No es nada… solo recordé algo.

—¡Entonces tú! —exclamó con alegría, pero su emoción se esfumó en cuento vio la negativa del chico.

—Sasori-san… —murmuró viendo fijamente los ojos del contrario—. ¿Nunca has creído que te falta alguien?

—No creo estar entendiendo.

Con una tranquilidad común en él, tomó asiento en el sofá junto a Shikamaru, meditando su pregunta mientras veía un punto fijo en la pared frente a él. Dos años atrás había conocido a aquel perezoso varón, fue justamente cuando estuvo internado en el hospital por una fractura. Sin embargo, Shikamaru había perdido la memoria en un terrible accidente en la carretera cuando viajaba rumbo a Kumogakure.

Y gracias a que compartían habitación, se enteró que aquel chico había recibido una llamada de aquel mismo hospital horas antes del incidente, notificándole que su padre había sido internado, pero por desgracia falleció en el quirófano. Sasori lo había visto derramar lágrimas de frustración al no poder ni recordar el nombre de su padre, como lucia o si fue un buen hombre.

Incluso había preguntado si notificaron a su madre con la esperanza de verla y recordar por sí mismo su nombre pero todo fue en balde. Un mes después, cuando fue dado de alta, Sasori le acompaño gustoso a Konoha, debido a que rápidamente considero a Shikamaru como su amigo.

Desgraciadamente todo lo que Shikamaru sabía de sí mismo era su nombre, edad, dirección y la universidad a la que asistía debido a la identificación que encontraron entre sus cosas tras el accidente. Tristemente no reconoció a nadie en la facultad, y su hogar daba la sensación de estar abandonado desde que se marchó.

Aquella tarde en que volvió a casa, no fue capaz de recordar nada, pero descubrió que su madre falleció cuando tenía diez años, que el pasatiempo de su padre era hacer crucigramas, leer sobre política y que trabajaba como comerciante de telas; que él era un genio en su carrera como abogado y dedicaba su tiempo al estudio.

Entonces creyó que no había nada que lo mantuviera en Konoha, por lo que empacó lo que consideró más importante y se estableció en Kumogakure, comenzando a trabajar junto con Sasori, un reconocido abogado que trabajaba para un importante empresario de nombre Jiraiya Namikaze.

—Hace unos meses —habló bajo, deslizando la mano derecha por su rostro en claro signo de frustración—, yo… he soñado con alguien, es un doncel rubio de bonita sonrisa, ni siquiera puedo recordar como luce exactamente pero creo que era… ah… no lo sé.

—Tal vez fue tu novio —comentó—. En cuanto a tu anterior pregunta. La respuesta es no, porque yo ya tengo a ese alguien especial.

—¿Deidara?

—Si… él me comento que su abuelo deseaba casarlo con el hijo de un militar… o algo así, me parece que él es contador y vive en Konoha.

—Ya… de seguro lo has mandado hasta a investigar.

—Tsk, no.

—Eso es un sí.

—No estábamos hablando de mi —tajó con molestia—. ¿Y no recuerdas nada más de ese doncel?

—No, aunque estoy casi seguro que lo conozco pero tsk… es muy problemático, no logro recordar otra cosa que no sea su sonrisa o su cabello rubio.

—Hn tal vez más adelante recuerdes.

—Eso mismo dijeron los doctores tras el accidente y ya han pasado dos años.

Sasori guardo silencio, soltó un suspiro y comenzó a revisar algunas de las carpetas que Shikamaru tenía a un lado, preguntándose si algún día su amigo recuperaría la memoria, aunque pensándolo fríamente, tal vez era mejor así… después de todo no había nadie por quien recordar.

●●●

—Minato —susurró bajito, mirándolo fijamente, de tal forma que supiera que sin importar nada, él estaría siempre a su lado—, todo estará bien.

—Eso espero —sonrió y por acto reflejo, se acercó a Itachi, besó su frente y lo abrazó con fuerza ante el asombro de todos los presentes.

—Te lo dije teme —Naruto miró con diversión a un asombrado Sasuke—. Te dije que ellos si son pareja…

Repentinamente, Minato se separó bruscamente de Itachi con un notorio sonrojo, mientras que el Uchiha caminó hasta la cocina con la mirada gacha, murmurando cientos de palabras inentendibles, fingiendo que preparaba más té con movimientos torpes, dándole oportunidad a Sasuke de procesar todo lo ocurrido.

—¿Son pareja? —preguntó con una mueca de asco, viendo fijamente a su hermano tensarse ante la pregunta.

—Sasuke yo…

~ * o0O0o ♦ o0O0o * ~

Continuará

Notas finales:

Hola!! Solo espero que el capítulo les haya gustado, si es así se agradecen sus lindos comentarios que me animan un monton.

Y pues ya aparecio Shikamaru, el nunca quiso abandonar a Naru TmT 

Oh y creen que Minato e Itachi digan la verdad sobre su relación? 

Todo esto y más en el siguiente capítulo 7u7 

Por lo pronto me despido y les mando un super abrazote <3

Haruka Eastwood


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).