A la mañana siguiente Tao no fue a la escuela, ni su padre o madre fueron a trabajar. Ya era medio día para cuando la madre de Tao hubo terminado el almuerzo, Suhee estaba nerviosa. Tao había repasado más de una vez lo que tenía pensado decir, pero estaba demasiado nervioso.
Suho se había arreglado la corbata, tenía pensado luego de que esto acabara, ir a trabajar. Suspiro, y miro a través del espejo de cuerpo completo a Tao, quien se sonrojo al tener la mirada de su padre sobre él.
- ¿nervioso? -preguntó Suho mientras se ponía su chaqueta- todo saldrá bien
Tao se lo pensó, sabía que Jongdae no los dejaría en paz. Él no recuerda lo que había pasado realmente. Tenía miedo de que Jongdae lo alejara de su hogar para ponerlo en un centro con otros niños y esperar a que alguien te acoja. ¡No! Él no quería eso.
Por otra parte, estaba Suho, él no sabía lo que había pasado tampoco. Él había recogido a su hijo después que las clases acabaron, tarde, pero lo recogió. Tao se sentía mal y lo llevo al hospital he de allí donde le dijeron que había sido violado. Se sentía como un mal padre, quería encontrar al que le hizo esto a su preciado hijo. No quería ver a Suhee llorar luego de haber sabido eso.
Giro, para caminar unos pasos y abrazar a su hijo fuertemente.
- No te llevaran, taozi -susurro-
- Tengo miedo papá -tao lloro silenciosamente mientras los brazos cálidos de su padre le rodeaban- no quiero separarme de ti o mamá, yo realmente no recuerdo nada
A Suho se le aguaron los ojos y dejo salir un suspiro cansino. Quería ayudar, pero no sabía cómo tampoco ¿Qué debería hacer? Ya había preguntado a los vecinos si vieron algo sospecho o algún extraño rodeando su casa, pero nada ¿entonces qué?
Jongdae aparco el auto frente a la casa de los Kim, se arregló un poco el saco y salió del auto. Observo algunos vecinos metiches mirando por la rendija de algunas cortinas. Lo noto por las sombras sobre esta, carcajeó y toco el timbre, pero ni espero para cuando la puerta había sido ya abierta por una sonriente Suhee, quien lo recibió.
Jongdae pestaño, pero sonrió dejando ver esa sonrisa gatuna la cual lo caracterizaba.
- Pasa -dijo Suhee para luego cerrar la puerta- he preparado el almuerzo
- No tenía por qué molestarse señora -Jongdae negó con la cabeza cuando Suhee le iba a quitar el saco- estoy bien así
Suho bajo las escaleras con Tao para recibir en la sala de estar a Jongdae, el trabajador social. Tao se había enjuagado la cara por orden de su padre, no quería que ahora Jongdae pensara que le hacía algo malo a Tao; cuando no es así.
Tao se había sentado entre medio de Suhee y Suho, mientras Jongdae lo hacía frente a ellos. Jongdae saco unos papeles y firmo algunos, rellenándolos. Suhee trago nerviosa, pero Tao le agarro de la mano. Suho frunció el ceño cuando vio que abría el expediente de Tao como si nada, dejando ver algunas fotografías de su cuerpo.
- disculpe ¿Podría guardar eso? Tao está presente -dijo Suho tajante-
- -Jongdae pestaño otra vez para sonreír y asentir- disculpen
Suho chasqueo su lengua, y miro a Jongdae seriamente. Jongdae miro a Tao para luego mirar a Suhee y a Suho.
- ¿Cómo te encuentras Tao?
- Bien ¿y usted?
- Vamos, tutéame -Jongdae sonríe- estoy bien ¿Cómo te va en la escuela?
- Me va bien -asintió y vio a Jongdae escribir sobre el papel-
- ¿lo han encontrado? -preguntó Suho algo desesperado-
Jongdae le miro con una sonrisa, no confiaba en los padres de Tao. Suhee apretó un poco más la mano de Tao y este le miro preocupado.
- No, ¿tus padres te han tocado? -preguntó sin más-
Tao abrió los ojos de sobre manera al igual que sus padres. Suho estaba que le decía unas cuantas puñetas para que dejara de preguntar estupideces. Tao negó frenéticamente, frunciendo el entre cejo ¿Qué se creía? Sus padres nunca lo lastimarían.
- Ok, ¿recuerdas algo? -Jongdae le miro serio-
- No, no recuerdo nada y no vuelva a preguntar o insinuar que mis padres me tocan o lastiman -dijo Tao algo enojado y lastimado porque acusaron a sus padres- ellos lo único que hacen es darme lo mejor cada día
Jongdae tenso su mandíbula y sonrió de lado ¿atrevido? No, encontraba a Tao interesante. Suho acaricio el cabello de Tao orgullosamente y su madre le abrazo. Jongdae miro esa imagen familiar tan conmovedora y por poco tiraba lo que había comido en el desayuno esta mañana.
Suho despidió a Jongdae ya luego de que preguntara ¿Cómo era la relación de Tao con sus amigos? A lo que el menor contesto que normal para un joven de su edad. El trabajador social se fue, prometiendo que vendría otra vez.
Suho suspiro cansino para cuando cerró la puerta, se aflojo un poco la corbata y sintió los pequeños y frágiles brazos de su hijo rodearle la cintura. Tao estaba sonrojado cuando su padre se soltó del abrazo y giro para mirarle a él.
- Pequeño, ve con tu madre. Iré a trabajar -Suho sonrió-
- ¿Pero no te quedarás? Pensé que te quedarías aquí papá
- No puedo, si no trabajo no puedo hacer dinero para que ustedes tenga un plato de comida cada día y nada les falte
- -Tao suspiro y asintió- está bien papá
Tao vio a su padre marcharse para luego cerrar la puerta. Era aburrido sin su padre aquí, no era que su madre fuera aburrida, pero ella también trabajaba y no quería quedarme con el tío Jimin.