El tiempo pasaba y aun no recibían noticias de Yagari, Haruka los visitaba en ocasiones preocupado por su sobrino tras no encontrar información que les fuera de utilidad. Rido y Zein le daban su sangre a Zero intentando de forma desesperada disminuir los ataques que si bien no eran muy seguidos de momento, resultaban muy dolorosos para el pequeño empeorando su condición.
Las dos últimas semanas la situación había empeorado para Zero y sin embargo ese día parecía estar bien. Ichiru se había vuelto algo sobre protector con sus hermanos y siempre permanecían juntos. Los gemelos cumplían ese día seis años y esa tarde tras celebrar una pequeña fiesta para ellos, apareció Yagari acompañado de Isaya sorprendiéndolos.
Todo ese tiempo habían estado buscando a aquella persona con ayuda del esposo de Isaya, hasta que la encontraron. El camino hacia donde vivía era desconocido y peligroso, pero tenían una idea real de donde se encontraba. Rido y Zein se alegraron intentando contener la emoción que sentían en ese momento al tener una esperanza para su hijo.
-Saldremos entrada la noche y tardaremos algunos días en llegar-
Zein asintió y miro a su hermano.
-Isaya por favor cuida de Ichiru y Shiki hasta que regresemos-
-Entendido-
Los niños entraron jugando en la habitación persiguiendo a Shiki y este riendo se abalanzo sobre Zein quien lo recibió en brazos, Ichiru se acercó a Isaya y este lo abrazo con cariño mientras Rido tomaba a Zero entre sus brazos sentándolo sobre sus piernas y besando su cabello, Shiki bajo y abrazo a Ichiru para después salir corriendo seguido de este.
-Parece que Shiki quiere mucho a Ichiru-
Menciono Isaya sonriendo y Zero soltó una pequeña risita que los sorprendió un poco, para después bajarse y acercarse a Yagari jalándolo de la manga de su chaqueta con una adorable sonrisa.
Yagari lo miro extrañado y se levantó siendo jalado ahora por su mano hacia el jardín.
Rido rio un poco acompañado de Zein.
-Quiere mostrarte las rosas que plantamos en el jardín, son las mismas que trajo Isaya-
-Ha esas rosas azules-
Sonrió Isaya a su hermano y el cazador asintió siguiendo al pequeño niño hacia afuera.
Las rosas inundaban el jardín junto con el olor tenue de estas que se mezclaba con el de las hierbas.
Lo llevo hasta la mitad para después soltarlo. Yagari se arrodillo viendo el hermoso rostro del pequeño y acariciando su suave cabello plateado escuchando la risa infantil.
Zero tomo una de las rosas cortadas que dejaba Zein sobre las otras para que las agarraran y la acerco al cazador.
-¿Es difícil cazar vampiros malos?-
La pregunta lo sorprendió. Que un pequeño vampiro sangre pura diga algo así que tan improbable es.
Tomo la rosa de las delicadas manos y le revolvió el cabello.
-Lo es-
Zero lo miro con curiosidad, sus grandes ojos lilas se fijaron en los azules grisáceo y después giro el rostro tocando una flor cuando repentinamente comenzó a toser, Yagari palmeo un poco su espalda pero no ayudaba, la sangre salió rápidamente de su boca cayendo sobre algunas flores he intento cubrirla con una mano. Lo miro sorprendido y asustado tomándolo rápidamente en brazos, sintiendo como aferraba una de sus pequeñas manos a él y con la otra tapaba su boca. Corrió dentro de la mansión donde los vampiros quienes ya habían percibido el olor de la sangre le hicieron espacio y siguió a Rido hasta la habitación de Zero, Isaya se retiró a buscar a los niños para que no presenciaran la escena lo cual agradeció Zein.
Deposito suavemente al niño sobre la mullida cama y se apartó. Rido limpio la pequeña boca retirando la sangre y Zein limpio su mano.
Había dejado de toser quedándose dormido, agradecían que solo hubiera sido eso ya que sus ataques solían ser largos y dolorosos.
Rido lo cubrió con las sabanas inclinándose sobre el para besarle la frente y abrazo con un brazo por la cintura a su esposo dirigiéndose a la entrada, donde Yagari se había detenido mirando al niño un momento para después salir con los demás y cerrar la puerta. Isaya los alcanzo con la duda reflejada en el rostro a lo que su hermano asintió dándole a entender que estaba bien y haciendo que soltara un leve suspiro de alivio.
Mientras más pronto salieran mejor.
La noche llego y Zein cubrió a Zero con una manta cargándolo, salieron de la casa les esperaba un largo viaje, subieron al carro Yagari manejaba con Rido en el asiento a su lado y Zein en la parte de atrás con el pequeño sobre sus piernas. Viajaron en avión y pasaron por diferentes ciudades y pueblos alejados de todo, ocultando su presencia y vistiendo ropas abrigadoras intentando pasar desapercibidos.
Llegaron a unas altas montañas cubiertas de nieve rodeadas de un bosque profundo, adentrándose en el siguiendo a Yagari. Rodearon una de las montañas mirando el bosque que cubría todo llevándolos en desnivel a lo profundo, conforme descendían el paisaje que se revelaba era uno casi tropical rodeado de árboles y vegetación de diferentes clases, más allá las montañas permanecían casi de hielo. Era increíble cómo podía mantenerse la coexistencia de climas tan diferentes estando tan cerca uno del otro. Un lago de agua tan azul que parecía negra separaba un poco el camino del pie de una montaña, rodearon el lago comenzando a escalar la montaña y Rido cargaba a Zero. Apenas escalaron unos cuantos metros de altura Yagari les indico con una mano el camino lizo a un lado, donde se movió saltando y aterrizando en él, los vampiros lo imitaron y caminaron apenas unos pasos cuando el cazador desapareció por una entrada secreta, imitaron sus acciones entrando a la montaña. Los cristales naturales junto con el azul inundaban el techo, el agua azul se mantenía tranquila y casi inmóvil a uno de los costados donde se reflejaban los cristales, la nieve formaba un pequeño colchón sobre el suelo amortiguando sus pasos, los arboles de cerezo rodeaban el lugar formando un hermoso paisaje. Conforme se adentraban las flores violetas y rosas de diferentes colores lo hacían parecer irreal, una pequeña cabaña de madera se veía un poco más lejos con el techo cubierto por la blanca nieve. Sintieron la presencia de algo un poder que no podían diferenciar y lo buscaron con la vista encontrando a esa persona cerca de uno de los lagos naturales que se formaban ahí. Vestía un kimono blanco igual que la nieve, adornado por pétalos plateados y rojos, su cabello largo y rubio era sostenido por una coleta alta que caía sobre su espalda, su figura era suave y poseía un delicado rostro por lo que podían distinguir conforme se acercaban deteniéndose a unos cuantos metros de distancia.
-¿Qué hacen personas como ustedes en este lugar y más aquellos que pertenecen a la realeza? -
Soltó sin despegar su vista del agua, su voz era tranquila. El viento paso meciendo los árboles y haciendo que los pétalos de sakura bailaran flotando a su alrededor.
Estos se sorprendieron pero caminaron hasta quedar más cerca de la mujer que les daba la espalda, arrodillándose sobre la nieve sorprendiéndola y haciendo que se volteara mirándolos ocultando cualquier expresión en su rostro serio. Yagari permanecía atrás con el niño en brazos.
Le explicaron rápidamente la situación lo mejor posible y el tiempo que habían estado buscándola, le suplicarían si era necesario pero debía salvar a su hijo, harían lo que fuera con tal de que no muriera. La mujer se negó al principio pero al ver la insistencias a pesar de su estatus rebajándose ante ella la hizo dudar, les dirigió una pequeña mirada y después miro al cazador quien sostenía al niño que acababa de despertarse y lo ponía sobre la nieve, Zero corrió sonriendo hacia sus padres y estos se levantaron recibiéndolo y retrocediendo unos pasos, el niño miro con curiosidad a la mujer quien lo observo seriamente, se acercó a ella y el viento soplo agitando los pétalos a su alrededor, el niño le sonrió.
-Es hermosa, sus ojos son como los pétalos-
Susurro y la mujer se sorprendió sonriéndole levemente.
-Mi nombre es Saraki-
Se giró comenzando a caminar hacia la cabaña, los vampiros se sorprendieron ¿Entonces había decidido ayudarlos? Zero corrió atrás de ella y Yagari los siguió. Se sentaron en la sala y los ojos rosas de la mujer se fijaron en el cazador.
-¿Por qué un cazador está ayudando a los vampiros?-
Yagari la miro seriamente.
-Es nuestro amigo-
Hablo Zein sonriendo un poco nervioso.
-Ya veo-
Le hablaron más sobre la enfermedad de Zero y esta se sorprendió mirando al niño, demostrando algunas emociones en su rostro conforme avanzaba la explicación, se levantó un momento sorprendiendo a todos y se inclinó sobre Zein mirándolo para después cerrar los ojos un momento regresando a su asiento y cruzo sus brazos levemente, algo parecía inquietarla.
-Eres un descendiente de ella, de Azura-
-¿Azura?-
Pregunto Zein sin entender.
-Ella era alguien muy especial para mí-
Entrecerró los ojos, observando a Zero.
-Sus rasgos, son tan parecidos-
Acaricio uno de los mechones de cabello plateado de Zero y este la miro con sus grandes ojos lilas.
-¿A qué te refieres?-
Enfoco su mirada en Rido y después en Yagari.
-Ustedes los cazadores la conocen como corazón litio y fue con lo que crearon las armas anti vampiros-
Yagari la miro abriendo los ojos desmesuradamente sorprendido.
-No puede ser, esa persona….-
-Ella era un vampiro sangre pura que se enamoró de los humanos y amaba a uno en especial, paso su vida con él hasta que este murió a manos de otro vampiro, sin embargo ella siempre fue neutral y cuando su enfermedad empeoro decidió darles la misma fuerza de los vampiros a los humanos entregando su sangre a algunos de ellos y lanzando su corazón al fuego donde se crearon las armas anti vampiros-
Miro con tristeza a Zero y este le sonrió un poco intentando hacerla sentir mejor.
Zein estaba sorprendido. ¿Cómo podía el ser descendiente de esa persona? Jamás lo había escuchado. La mujer lo miro detenidamente.
-No dejo descendientes directos, sin embargo ella tenía un hermano menor y tu familia debe descender de él, por lo que tus hijos llevan su ADN y Zero heredo su misma enfermedad la cual no tiene cura-
-Entonces él...-
Zein abrazo fuertemente a Zero y el niño lo miro sin entender, Rido apretó los puños.
-Su sangre actúa como veneno recorriendo su cuerpo, ahora es roja pero se irá tiñendo de negro, el sabor y el olor se intensificaran volviéndose muy poderosa para quien la beba y esto claramente lastimara al portador, su corazón no resistirá en algún momento el fluir de la sangre negra y eso será todo-
Su voz disminuyo mirándolos directamente a los ojos.
-El dolor será insoportable.-
Las lágrimas de Zein comenzaron a caer y Rido se tapó la boca con una mano temblorosa intentando asimilarlo.
-¡No! Tiene que haber alguna forma-
Grito Zein. Yagari los miro desde su posición con una expresión dolida acercándose lentamente a ellos.
-Nosotras intentamos cualquier cosa para que se curara pero nada funciono, entonces ella decidió que antes de morir daría su vida-
Miro un momento a la pareja de vampiros y después bajo la mirada pensativa.
-Todo este tiempo, jamás pensé en ver que alguien tuviera la misma enfermedad que ella. Por muchos años tras lo que le sucedió seguí investigando y le prometí que si alguna vez encontraba a alguien que padeciera lo mismo que ella lo ayudaría-
La miraron esperando algo que les indicara alguna esperanza.
-No hay cura-
Sentencio viendo las caras que la miraban con horror.
-Sin embargo Zero no es lo mismo que ella, no puedo prometer nada pero tal vez haya alguna forma de alargar su vida-
-De cuanto…-
Empezó Zein hablando pero un jadeo de dolor le impidió continuar. Rido apretó una de sus manos entre las suyas mirándolo.
-¿De cuánto tiempo estamos hablando?-
La mujer suspiro levemente cerrando los ojos un momento para después abrirlos.
-Azura presento la enfermad una vez a adulta, a diferencia de Zero que ahora es muy pequeño.-
Zero miro a su padre subiendo su pequeña mano tocando las lágrimas que se deslizaban desde los hermosos ojos plateados que lo veían con mucha tristeza, intentando averiguar porque lloraba. Zein lo acerco juntando sus frentes y le sonrió tranquilizándolo.
-Podría ser poco tiempo, la enfermedad avanza más rápido en su condición actual-
Rido recargo su cabeza entre sus manos cubriéndola unos momentos para después alzar el rostro dolido.
-¿Qué podemos hacer para alargarla? Hare lo que sea-
-La única forma es… convertirlo en humano, es muy arriesgado debemos sellar sus poderes de vampiro así la enfermedad avanzara de forma más lenta y aun si hacemos esto no se detendrá, pero le dará por lo menos una vida normal algunos años, incluso podría vivir toda una vida como humano si la enfermedad retrocede-
Rido y Zein se miraron un momento azul y granate contra plateado. Podían hacerlo, si esa era la única forma en que su preciado hijo viviera más tiempo se arriesgarían.
-Deben saber las consecuencias de esto, no podrá permanecer con ustedes más tiempo, ya no será un vampiro y no recordara nada, empezara de nuevo, sin embargo les repito que su enfermedad es incurable esta no se ira solo avanzara más lento dándole más tiempo de vida-
No podían permanecer con Zero…. Rido abrazo a Zein y a Zero fuertemente. Era una decisión tan dolorosa apartarse de alguien a quien amas por su bien, Zein se aferró con una mano a su abrigo y con otra a su pequeño hijo quien los miraba asustado intentando comprender porque actuaban de esa manera, no le gustaba verlos tristes y menos por su causa.
Se separaron y Yagari poso las manos sobre sus hombros desde atrás apoyando a la pareja, si esa situación era dolorosa para él no podía siquiera comenzar a imaginar lo que ellos como padres sentían.
-¿No hay alguna otra forma en la que puedan quedarse con él?-
Miro los ojos rosas de Saraki entrecerrarse un poco mirándolo para después negar con la cabeza.
-Si permanecen con él sería muy arriesgado para todos ustedes y tendría que vivir fuera de la vista de todos encerrado todo el tiempo como si no existiera, además sus recuerdos podrían comenzar a regresar.-
-Entiendo-
Soltó Rido con dificultad para después mirar a Yagari quien asintió.
-¿Cuándo seria esto?-
-En un mes se reunirían las condiciones requeridas para hacerlo-
Zein tomo a Zero en brazos levantándose y permaneciendo a un lado de Yagari quien lo sostuvo por los hombros con uno de sus brazos.
-¿Dónde se hará?-
Saraki miro a Zein y al niño, quien le regreso la mirada de manera preocupada.
-Iré a su casa, manden a alguien hasta aquí para que me indique el camino unos días antes de la fecha-
Bajo la vista.
-Deberían pasar todo el tiempo que puedan con el-
Zein limpio sus lágrimas mirando a su pequeño, Rido se levantó y los tres realizaron una reverencia
-Estaremos en gratitud por siempre-
Saraki asintió levantándose y acompañándolos en el camino hasta llegar cerca de la entrada a la montaña.
-Si es la única manera…Debemos aceptarla-
Hablo Rido pasando un brazo por la cintura de su esposo mientras caminaban.
-Lo sé-
Junto su mejilla con la del niño y este se abrazó a su cuello, sentía el rostro húmedo de su padre y dudaba si sería un buen momento para que respondieran sus preguntas así que decidió guardar silencio.
El viaje de regreso fue extraño. Nadie decía ninguna palabra y su padre lloraba a veces sin poderlo evitar mientras que su otro padre parecía nervioso y enfadado consigo mismo al igual que Yagari. Se habían detenido en un hotel esa noche antes de continuar su camino.
Suspiro trepando a la cama dejándose caer en esta, extrañaba a Ichiru y a Shiki nunca habían estado alejados tanto tiempo, pensaba en el enorme jardín lleno de rosas y los arboles de sakura realmente le habían gustado pero quería regresar pronto a casa.
Continuaron al otro día, se había despertado en brazos de su padre y caminaban hacia la mansión. Miro emocionado su hogar y miro fijamente los ojos de su padre, Rido lo miro entendiendo y lo bajo viéndolo correr hacia la casa.
Zein tomo su mano y Yagari los siguió entrando en la casa donde Ichiru y Shiki corrían a abrazar a su hermano.
Isaya se asomó desde la cocina asustado por sus rostros tristes y cansados.
Los niños salieron a jugar al jardín y todos tomaron asiento en la sala contándole lo sucedido a Isaya quien se sorprendió bastante negando con la cabeza.
-¿Pero entonces que pasara con él?-
-Yagari se encargara de buscarle una familia que lo cuide….-
-No puedo creerlo-
Isaya se levantó acercándose a su hermano y abrazándolo fuertemente sintiendo como este se aferraba a sus ropas.
-¿No hay alguna forma en que permanezca aquí?-
-No, el será humano y no recordara nada, lo mejor es que viva una vida normal mientras pueda-
Hablo Rido y Yagari lo miro para después dirigir su vista a Isaya.
-Ellos son una pareja de cazadores, siempre han querido tener un hijo sin embargo la mujer es estéril, lo criaran bien y yo lo visitare con frecuencia, me asegurare de vigilarlo –
Rido asintió.
-Aún nos queda un mes para estar con él no deberíamos perder tiempo Isaya-
Le dijo cerca del oído a su hermano y este se separó un momento viéndolo a los ojos y asintiendo.
Los días pasaban felices conviviendo todos juntos, Yagari llegaba de visita con frecuencia al igual que Haruka al que le habían contado lo sucedido y había apoyado a su hermano con la decisión.
Isaya había llevado a su hijo casi de la misma edad que los gemelos, ligeramente más alto, su cabello era de un tono rojo oscuro largo y sus ojos azul turquesa rasgos que había heredado de su padre junto con la sonrisa que siempre mostraba, Isaya acaricio su cabello alborotándolo tomándolo en brazos y poniéndolo frente a su hermano quien sonrió mirándolo y acaricio su rostro escuchando la risa del niño quien al ver a los gemelos se zafó del agarre saltando y cayendo de forma elegante en el suelo, caminando hacia ellos para abrazarlos fuertemente, estos correspondieron con dificultad el abrazo de oso que impedía sus movimientos y cuando llego Shiki a la habitación ocurrió lo mismo mientras los gemelos se burlaban mirando a su primo y este no soltaba al menor, Ichiru se molestó un poco tomando a Shiki de la mano y jalándolo hacia el jardín mientras que su primo se acercaba a Zero sonriendo para tomarlo de la mano y jalarlo al jardín siguiéndolos, Isaya y Zein habían presenciado todo riéndose levemente cuando los niños salieron.
Zero le enseño las rosas acercándole una a su boca y este agrando su sonrisa colocando su mano sobre la de él, sujetándolo mientras la rosa se secaba para después acercarse y darle un beso en la mejilla a su primo con un tenue rojo en el rostro.
Zero se sorprendió un poco pero le sonrió, después de todo era algo bastante común en su familia solo que él nunca lo había besado. Lo miro y acercando su mano toco una de sus mejillas aumentando el sonrojo en su primo.
-Tu cara está casi tan roja como tu cabello-
Después de eso el niño se volvió más apegado a Zero y lo visitaba con frecuencia.
La fecha se aproximaba lo que hacía insoportable para los padres pensar que ya no tendrían a Zero con ellos.
La fecha límite era mañana, Rido, Zein, Isaya y Yagari se encontraban reunidos en la sala.
-Isaya ¿Podrías llevarte a los niños más tarde? No quiero que estén aquí cuando ella venga-
Asintió mirándolo preocupado.
-Todo esta listo con la pareja de cazadores-
Hablo Yagari y Rido asintió recargando su cabeza en un brazo, cansado. El y su esposo no habían dormido casi nada los últimos días.
-Deberían descansar-
Miro a su hermano con tristeza levantándose.
-Yo cuidare a los niños-
Zein le dio una pequeña sonrisa como agradecimiento.
-Debo irme regresare a tiempo-
Yagari se levantó saliendo de la habitación junto con Isaya.
Zein suspiro y se levantó yendo a su recamara, se sentía cansado sin fuerza, solo esperaba poder soportar lo que les esperaba.
Rido lo alcanzo y ambos se sentaron sobre la cama, se miraron fijamente sin decir nada unos momentos hasta que las lágrimas de Zein comenzaron a recorrer su rostro de manera silenciosa, su esposo lo miro apretando los labios tocándole el rostro sorprendiéndolo un poco.
Se dio cuenta que había comenzado a llorar repentinamente y se limpió con una mano las lágrimas que se negaban a detenerse.
-Uh... yo lo siento-
Rido lo tomo del rostro con ambas manos mirándolo fijamente.
-Está bien llorar-
-No puedo con esto… pensaba que si pero yo… no soy tan fuerte-
Las lágrimas se acumularon en sus ojos inundando su rostro mientras agachaba la cabeza aferrando las manos a la camisa de su esposo.
-¡No quiero que él se valla! No quiero que lo aparten de nosotros-
Apretó el agarre en la camisa pegando su cabeza contra el pecho de Rido comenzando a jadear suavemente sintiendo dolor en el pecho y la gran angustia que había acumulado todo ese tiempo recorrerlo desde adentro.
-Lo sé, yo tampoco quiero esto-
Lo rodeo con sus brazos sintiendo las lágrimas mojar su pecho, apretó los dientes con impotencia y cerró los ojos con fuerza abrazándolo, sintiendo los ligeros espasmos en el tembloroso cuerpo de su pareja. Permanecieron en esa posición largo rato.
Acaricio el largo cabello plateado intentando calmarlo.
-Debemos aceptarlo, es lo mejor para Zero en este momento-
Zein levanto el rostro lentamente quedando frente al de Rido, las lágrimas se habían detenido pero el dolor permanecía reflejado en sus ojos, asintió dándole la razón.
Rido suspiro, odiaba verlo así casi tanto como se odiaba a sí mismo en ese momento por no poder hacer algo para evitar lo que estaba a punto de suceder con su hijo.
Miro los ojos plateados, acercándose para darle un beso en los labios y se recargo un momento en su hombro apretando sus cuerpos en el abrazo, Zein lo abrazo comenzando a calmarse, sabía que no era el único que estaba sufriendo.
Intentaron dormir, pero solo lo hicieron por poco tiempo a pesar de estar tan cansados, salieron de la habitación pronto llegaría Saraki y les seria arrebatado una parte de ellos.
Isaya se acercó a la pareja con una leve sonrisa que pronto desapareció, se notaba cansado casi igual que ellos.
-Les dije que Zero se marcharía un tiempo y que se quedarían en mi casa unos días-
Rido asintió junto con Zein.
Los niños se encontraban en la sala. Ichiru abrazo fuertemente a Zero para después darle un pequeño beso en la boca misma acción que repitió Shiki, realmente lo habían extrañado la última vez.
Isaya se acercó dándole un gran abrazo a Zero intentando no mostrarles a los niños su cara de dolor y tristeza dándole un montón de besos en el pequeño rostro para después separarse y tomar a los niños de las manos dirigiéndose a la entrada donde se despidieron de sus padres con la mano tomando sus mochilas y sonriéndoles para cruzar la puerta.
-Gracias-
Soltó Zein, Isaya lo miro con una pequeña sonrisa triste saliendo de la casa.
Rido se sentó en el sofá y su esposo lo imito ocupando el asiento junto a él, Zero se acercó a ellos y Zein lo cargo colocándolo sobre sus piernas abrazándolo, Rido acaricio con una mano el suave cabello plateado de su hijo abrazándolo junto con su esposo para después separarse un momento.
-Papa ¿Nos van a separar?-
La voz del niño se escuchó suave y preocupada mirándolos con los enormes ojos lilas.
Zein y Rido se miraron un momento con tristeza.
-Sera poco tiempo-
Zein apretó la mano de su pequeño para después besarla sonriéndole.
-Entonces no los veré-
Bajo su rostro con tristeza y Zein intento contener las lágrimas.
-No quiero irme…-
Los ojos lilas comenzaron a llenarse de lágrimas que amenazaban con salir.
-No llores-
Hablo Rido y el niño lo miro.
-Sabes que te amamos ahora y lo haremos siempre-
Acaricio su rostro y el niño le sonrió.
Rido se inclinó besando sus ojos y después su pequeña boca abrazándolo.
-Todo estará bien, nosotros estaremos pensando en ti hasta que regreses-
Acaricio el cabello de su hijo viendo como su pareja sonreía limpiando rápidamente sus lágrimas y estiro su mano tocando su rostro.
-De acuerdo, espero regresar pronto para que papa no este triste-
Rido le sonrió y el pequeño se volteo a ver a su otro padre quien tomándolo del rostro le dio un suave beso en los labios para después unir sus frentes viéndolo directamente mientras lo abrazaba.
-Prométeme que serás fuerte-
Zero asintió para después sonreírle un poco.
Llamaron a la puerta y ambos se levantaron, Rido sostenía a Zero en brazos y este se aferraba a su cuello.
La puerta se abrió y entro Yagari junto con un hombre alto de cabello corto rojo oscuro y ojos azul verdoso, llevaba un abrigo negro de cuello alto. Saludo con una sutil sonrisa a la pareja frente a él permaneciendo serio y dando paso a la mujer rubia.
Zein miro al esposo de su hermano sonriéndole de forma sincera, sabía todo lo que estaban haciendo por ellos al igual que Yagari.
-Touma gracias por tomarte el tiempo de indicarle el camino y todo lo que has hecho-
Hablo Rido y este asintió.
-Gracias por venir hasta nuestra casa-
Hablo Zein viendo a la mujer que mantenía su rostro serio sin expresión caminando hacia ellos.
-Muéstrenme una habitación vacía-
Asintieron dirigiéndola al sótano de la casa.
Bajaron las escaleras, el suelo de madera emitía un ligero sonido con cada uno de sus pasos, adentrándose en el lugar iluminado por una tenue luz.
Zero se aferró a la camisa de su padre sintiéndose ansioso y preguntándose qué hacían en ese lugar.
Saraki se arrodillo comenzando a recitar algunas palabras en un idioma desconocido conforme dibujaba unos trazos en el suelo concentrada, encerrándolos en un gran círculo. Se levantó mirándolos.
-Los padres vengan aquí-
Los llamo moviendo sutilmente una de sus manos.
Rido miro a su hijo pasándolo a los brazos de Yagari quien lo recibió de manera seria y Zein se acero a darle un beso en la frente al pequeño para después caminar junto con su esposo hacia la mujer.
-Extiendan uno de sus brazos frente a mí-
Obedecieron y Saraki tomo un cuchillo de sus ropas cortando a cada uno, la sangre broto de las heridas goteando sobre los trazos en el suelo, la mujer asintió y los hizo colocarse a un lado de ella.
Las heridas se cerraron y Rido tomo el brazo de su esposo lamiendo la sangre que había quedado.
Los ojos rosas se fijaron en el cazador un momento y este la miro entendiendo la indirecta, bajo al niño despeinándolo un poco y este se giró viendo a sus padres.
Saraki se arrodillo extendiendo los brazos abiertos hacia él y Zero camino hasta ella quien al llegar lo abrazo para después colocar una mano sobre sus ojos haciéndolo desvanecerse en sus brazos y acomodándolo en el suelo dentro del circulo retrocedió mirando a los padres.
-No importa lo que pase no pueden interferir-
Ambos asintieron dudando un poco.
Comenzó a recitar diferentes palabras y los trazos se fueron iluminando alrededor del pequeño cuerpo, las palabras se alzaron del suelo lentamente convirtiéndose en cadenas que lo rodearon afirmándose a él, la luz que envolvía las cadenas comenzó a desprender electricidad con forme se apretaban y Zero soltó un jadeo de dolor sorprendiendo a los presentes a excepción de Saraki quien seguía recitando el hechizo concentrada.
Los ojos lilas se abrieron desmesuradamente y su cuerpo comenzó a temblar aprisionado por las cadenas que impedían su movimiento, su pequeña boca se abrió soltando un enorme grito de dolor.
Rido apretó la mano de su esposo y ambos se miraron.
Los recuerdos de Zero estaban siendo borrados, su vida con él estaba desapareciendo.
Los gritos de dolor continuaron comenzando a agitar su cabeza de un lado a otro desesperado comenzó a llorar, los jadeos inundaron la habitación y las descargas eléctricas aumentaron sorprendiendo a los presentes que se contenían de ayudar al pequeño.
Una punta de cadena que formaba dos picos se levantó saliendo del suelo y se clavó en su pecho, la sangre comenzó a salir formando un pequeño charco bajo el cuerpo tomando la forma de los trazos. El olor dulce de su sangre inundo la habitación tornando rojos los ojos de los presentes un momento para después regresar a la normalidad.
Zein se movió hacia adelante desesperado, apretando los dientes viendo a su pequeño sufrir siendo detenido por los brazos de Rido quien lo aprisiono en un abrazo que le impedía moverse. Ambos miraban la escena con horror.
Yagari desvió la vista de la terrible escena apretando los puños.
Las cadenas comenzaron a retirarse volviendo a ser simples trazos en el suelo y la luz en estos comenzó a disminuir soltando el pequeño cuerpo que aun sufría pequeños espasmos con la boca levemente abierta con un rastro de sangre que caía de ella y los ojos comenzaron a cerrarse lentamente al mismo tiempo que la figura en el suelo desaparecía y Saraki terminaba el hechizo.
Los padres la miraron y esta asintió. Se acercaron rápidamente al pequeño, Zein descubrió su pecho buscando alguna herida pero no la encontró mientras Rido observaba a su hijo limpiando la sangre de su boca. Saraki se dejó caer de rodillas al suelo cansada respirando agitadamente y Yagari se acercó a ella ayudándola a mantenerse en pie. Salieron de la habitación permaneciendo en la sala donde se encontraba Touma esperándolos con preocupación, había escuchado los gritos pero no debía intervenir. Se sorprendió al verlos entrar cargando a su sobrino, se acercaron a él sentándose y recargaron a Saraki recostándola en uno de los sillones.
-¿Cómo está?-
Saraki cerró los ojos un momento para después abrirlos.
-Está bien, dame la caja que te di antes de salir-
Touma asintió sacando de su abrigo una pequeña caja blanca entregándosela.
Abrió la caja y levantándose se inclinó frente a Zero, la pareja frente a ella la miro.
-Sosténganlo-
Rido lo abrazo y Zein coloco las manos sobre las piernas de su hijo.
Saraki tomo unas pequeñas cosas pateadas de la caja y acercándose más al niño acomodo una en su oreja aplastándola y esta penetro la piel, imito la acción un par de veces.
-¿Qué son estas cosas?-
Pregunto alarmado Zein viendo como su pequeño se removía un poco y apretaba los ojos sin despertar.
-Son inhibidores de poder, debido a la condición de Zero es mejor no arriesgarnos-
Asintió mirándola y acaricio el rostro del pequeño.
-Pronto amanecerá es mejor irnos-
Saraki se levantó seguida de Touma.
-¿Es todo? ¿No le sucederá nada?-
Hablo Zein preocupado.
-Es todo, si algo llega a pasar llámenme-
-Gracias no lo olvidaremos-
Menciono Rido y Saraki asintió saliendo de la casa.
-La llevare de regreso y vendré con Isaya-
Rido asintió y Zein le sonrió un poco.
Pasaron casi dos horas en las que no se habían movido de su posición y Yagari se levantó acercándose a ellos.
-Tenemos que irnos ellos están esperando-
Zein miro con dolor a Yagari y después a su esposo, acaricio el rostro de su pequeño hijo pegando sus frentes para después separarse de él, Rido beso el rostro de su hijo entregándoselo a su amigo y besando a su esposo aferrándolo en un abrazo, distrayéndolo mientras el cazador con el niño en brazos salía de la casa.
Zein comenzó a llorar desesperado aferrándose al beso y al cuello de su esposo mientras ambos se miraban a los ojos.
Yagari subió al auto colocando al niño en el asiento de atrás, se sentía como si estuviera cometiendo una crueldad pero sabía que era la única manera, golpeo levemente el volante y encendió el carro dirigiéndose a una parte del bosque, tardó en llegar pero al fin encontró la casa rodeada de árboles estacionándose frente a ella, bajo del carro y tomo al niño en brazos. La puerta de la casa se abrió y por esta salió una joven pareja de cazadores, ella tenía el cabello rubio claro y ojos verdes de apariencia delicada mientras que el hombre era alto de cabello azul oscuro y ojos azul claro, lo miraron con una leve sonrisa acercarse y cuando estuvo frente a ellos miro sus expresiones sorprendidas. Nunca habían visto un niño tan hermoso.
-Su nombre es Zero, debido al trágico accidente no recuerda nada y es mejor de esa manera. Se convertirá en un cazador yo lo entrenare.-
Deposito al niño en los brazos del hombre y este lo recibió enseguida tocando su cabello plateado.
-Toda su familia está muerta, confió en ustedes para que cuiden de él lo mejor posible-
-Por supuesto-
Dijo el hombre
-Lo criaremos como nuestro hijo no debes preocuparte-
Hablo ella mostrándole una enorme sonrisa no pudiendo esconder lo ansiosa y enormemente feliz que se sentía al tener un hijo al fin.
-Vendré pronto-
Se giró regresando al carro y ellos esperaron a que se fuera, entrando a la casa.
Condujo un tramo del camino deteniéndose y pegando su frente contra su brazo sobre el volante, preguntándose si realmente estaba bien lo que acababa de hacer, alzo el rostro mirando el cielo despejado por la ventana, ellos serían felices mientras que Rido y Zein….
Suspiro. Tendría que ser de esa manera, no se podía evitar.