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Caballero rubio vs Marimo por visune

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Notas del capitulo:

El capítulo bien podría haberse llamado: “las palabras convenientes”

En el capítulo anterior:



-Lo sé, lo sé… Yo simplemente me distra…-

-¿No peleaste con Zoro antes de venir acá?-dijo Chopper con mucha confianza en sus palabras. Mi boca tembló un poco al tratar de decir algo, cuando vio mi reacción movió un poco la cabeza en forma de negación- un día de estos se van a provocar grandes lesiones- añadió caminando por delante de mí, después de tres pasitos se detuvo- y… ¿Dónde está Zoro?- le pregunta me dejó mudo ¿Dónde estaría en esos momentos?


 


Capítulo 23: Un mes. ¡Que empiece la cuenta regresiva!



Ante el silencio del rubio, la curiosidad le picaba a la mayoría de la tripulación cuestionándose internamente la ubicación de su perdidizo nakama. El único que daba opciones del paradero de su amigo era el narizón de abordo.

-Seguramente entró en a la cocina por sake- dijo Usopp restándole importancia mirando hacia el suelo, alzando sus manos a la altura de sus hombros, cuando sorpresivamente escuchó las palabras de su huesudo nakama

-Aquí no ha entrado- comentó Brook que estaba justo enfrente de esta mientras bajaba su taza a medio tomar, para informarle al chico de la soledad de la cocina.

-Tal vez está en el nido del cuervo- dio otra opción el narigudo viendo a Chopper, tratando de dar una opción lógica.

-Nosotros acabamos de bajar de ahí- Contestó Nami dándole un pequeño golpe por no recordar que momentos antes estaba en ese lugar.

El chico se empezó a rascar la nuca con su mano derecha, iba a empezar a buscarlo hasta que a Chopper se le ocurrió una idea del paradero de Zoro

-¿Y si se quedó en la isla?- preguntaba al aire

-No sería la primera vez que lo dejamos- contesto Franky de manera simple cruzándose de brazos.

-Entonces tenemos que regresar por él, ¿Cierto Nami?- comentó Usopp esperando una orden, de la que parecía vice capitana por siempre tomar las riendas del barco.

Después de pensarlo unos cuantos minutos la peli naranja comenzó a explicar el posible escenario cerca de la isla que recién habían dejado atrás
-Supongo que la marina se habrá ido en una hora, por lo que ya no supondría un problema...- suspiró pesadamente antes de continuar hablando-  además,  tenemos que ir por él antes de que se pierda más- claramente se le notaba un poco molesta por el viaje innecesario que tenía que dar pues le quitaba tiempo y de alguna forma también se gastaban recursos, pero a fin de cuentas era para recuperar a un nakama así que no había tanto problema. Colocó su brazo izquierdo en su cintura y se preparó gritarle a la persona más cercana que estaba en el timón, el cual casualmente era su atolondrado capitán. -Anda Luffy, da la vuelta-

El pelinegro se bajó de la cabeza del león, lugar en el que había estado desde que se alejó del rubio. Estirando sus brazos por detrás de su cabeza en dirección al cielo, comenzó a caminar.

~--------------------- Sanji -------------------~


“¿Es enserio?, ¿Solo unas cuantas palabras de mi adorada le harán cambiar de opinión?”  Me preguntaba internamente un poco enfadado al ver como Luffy se acercaba cada vez más lento al timón, lo veía atentamente, casi como si lo estuviese analizado, cada paso que daba, cada movimiento de sus manos, por algún motivo me pareció que tenía que ponerle atención a esos pequeños detalles.

En el sexto paso podría jurar que pude ver su cara confusa por unos segundos antes de que bajara la mirada junto con sus brazos.
Claramente me di cuenta de algo: Él estaba dudando de irse y dejar al idiota del marimo en aquella isla y eso de una forma extraña llenaba de ilusión mi ser. Mi corazón empezó agitarse, el dolor que hasta hace unos segundos me limitaba a hacer cualquier cosas pasó a segundo plano, solo quería escuchar  las palabras que salieran de su boca. “¿Ansiedad? ¿Alguna vez la sentí por algo que dijera Luffy?”



Di una mirada rápida a mí alrededor, para ver si era el único idiota esperando las reacciones de nuestro capitán. Observe como mi preciosa Nami-san se desesperaba ante la lentitud con la que Luffy estaba actuando, así que se encaminó hacia el timón haciendo que sus tacones resonaran en mi cabeza. Tuve un mal presentimiento sobre aquello, mi corazón empezó a latir más rápido, si eso se podía, tratando de decirme que la detuviera, pero lo único que hice fue seguir con la vista su esbelta figura hasta un par de metros del timón en el cual Luffy ya posaba su mano derecha.

-Luffy, muévete- mi adorada siempre se veía hermosa cuando apresuraba a alguien, pero de alguna forma comprendía a Luffy. Él estaba dudando sobre todo ese asunto ¿sería bueno dejarlo solo ahí? Era la duda que tal vez nos carcomía a ambos, aunque el saber que él fue el causante de las ráfagas de viento no ayudaba mucho, pues en pocas palabras nos estaba alentado a irnos.

-¡Chicos! - dijo Luffy atrayendo la atención de todos- ¡ZORO YA NO ES PARTE DE ESTA TRIPULACIÓN!- lo dijo gritando para que todos escucharan. Sus palabras se notaban que eran más para el que para cualquier otro.


A mis oídos les entró un fuerte zumbido perdiéndome por unos instantes en mis pensamientos
“¿Esto es todo? ¿Realmente, ya no habrá más típicas peleas? … ¿Luffy en serio lo dejara ir? ¿No hay nada que hacer? Yo podría ir y…” en mi mente trataba de dar una solución en la que Zoro regresara con nosotros, sin embargo un quejido de parte de Chopper me trajo a la realidad, sacudí un poco mi cabeza y rápidamente dirigí mi mirada  hacia donde estaba viendo un poco horrorizado cayendo en cuenta de la situación que se estaba desarrollando


Las cosas se volvieron a poner caóticas, todo pasó muy rápido, Nami camino hacia Luffy con una sonrisa falsa y le dio una bofetada con tal fuerza que lo mandó a volar hasta la barda  de contención que había en el barco. Escuche el estruendo, imaginándome la fuerza aplicada en aquel golpe.

-¡¿QUÉ LES PASA A USTEDES?! ¿Cómo es que paso esto? ¡SON UN PAR DE IDIOTAS! - empezó a gritar muy enojada mientras se acercaba al lugar donde ahora se encontraba Luffy, sabía que eso no era ni el principio de lo que mi adorada mellorine podía decir en ese momento. De forma inconsciente en segundos estaba agarrándola del hombro izquierdo con la mano del mismo lado, y la derecha la pose en sus labios para que no siguiera hablando, obviamente la agarre con la fuerza necesaria para detenerla y no lastimarla.


Voltee a ver a Nami estaba furiosa, su labios fruncidos sus cejas levantadas y sus ojos cerrados con fuerza, pero no me quitaba, al parecer quería ser contenida para no cometer una barbaridad.
Mis ojos ahora se dirigieron al afectado. Justo enfrente de mí estaba Luffy tumbado con un montón de astillas alrededor de su cuerpo. Se sacudió la basurilla y se sentó como pudo en posición de flor de loto, se colocó el sombrero y se quedó en silencio. Sentí como Nami se relajó en mis brazos al observar la faceta de Luffy, supongo yo que se dio cuenta de que eso era muy serio y que tal vez no había vuelta atrás.

-¿Porque no podemos regresar por él?- pregunte sin rodeos, pude sentir como la mirada de Nami como la de algunos más me veían directamente, era un sorprendido mirar, yo sabía que  tal vez en otros momentos sería la persona que menos se preocuparía por ese idiota, pero ahora… “…ahora…”

Luffy dio un pequeño salto cuando se dio cuenta que la pregunta provenía de mí, me vio directamente y  me regaló una sonrisa que no pude descifrar para después volver a su cara seria, volteo a ver el león del Sunny como si estuviera reviviendo momentos.

-Recuerdas lo que nos dijo en Water 7- asentí ligeramente- Él se fue por sus propios motivos…- obviamente iba a reclamarle, pues eso no es lo que parecía en medio de ese pueblo… es más, parecía una pelea de pareja, pero se adelantó a mis pensamientos- en el callejón hablamos.- finalizó rápidamente para callar cualquier duda.

-¿Y que decidieron?- una mala curiosidad me carcomía. Ya no me importaba si se veían muy obvia mi preocupación por el marimo.



Se mantuvo unos segundos en silencio, como si estuviera escogiendo las palabras correctas para expresarse.
-Intente hacerle cambiar de idea... cuando recordé vagamente que durante nuestro andar por la isla nos enteramos que entre esa  y la siguiente había una intermedia, esta no es habitada por nadie…ammm, quedamos en que lo esperaremos ahí por un mes mientras tomaba una decisión- lentamente se paró y comenzó a caminar hacia el nido del cuervo, sus pasos eran firmes, no flaquearon en ningún momento, solo se detuvieron por unos instantes. Desde la vista que me otorgaba, su delgada espalda cubierta por esa característica camisa roja que siempre llevaba, pude notar como volteo a ver a los chicos, supuse que lo hizo con su semblante serio pues todos estaban muy callados y poniéndole atención absoluta - eso es lo que haremos.- dijo continuó caminando.


 


Nos quedamos en silencio, esperando escuchar el sonido estruendoso de la puerta cerrándose.
Quite mis manos Nami delicadamente y me puse dos pasos atrás de ella, sabia que o le gustaba que la tocara por lo que esperaba un golpe. Cuando se volteo hacia mi me proporcionó un pequeño puñetazo no muy fuerte  en medio de la cabeza

-Eso es por tocarme sin mi permiso- dijo como si estuviera enojada, pero podía sentir que realmente no lo estaba, pues su tono de voz era más como de comprensión.  

-¿Nami, entonces que haremos?- voltee a ver a Chopper, al igual que yo. Sus ojos empezaban a derramar unas cuantas lágrimas.

-Esperaremos un mes, si ese maldito no vuelve, haré lo que sea para encontrarlo- dijo mi adorada sin pensar mientras caminaba hacia su cuarto, dejando sorprendiendo a más de uno, incluyéndome.- Ese bastardo aun me debe dinero- finalizó metiéndose la habitación.

No me pareció extraño pues aparte de ser nakama ellos se consideraban verdaderos amigos, aunque Zoro siempre la degradara con motes ridículos, y Nami siempre le estuviera reclamando y cobrando, se querían aunque no lo demostraban. Claramente la partida de ese idiota le causaba tristeza a mi adorada y eso era algo que no le iba a perdonar. O al menos eso era lo que yo pensaba pues cuanto más recordaba su persona, más quería hacer algo para que ese idiota no se fuera o mínimo regresara rápido.

Después de que mi preciosa dama se metiera a su cuarto, cada quien se fue a hacer sus cosas, si algo era cierto era que a partir de ahora  tendríamos tiempo de sobra, sin embargo teníamos que ocupar en algo nuestras mentes para no hacer una tontería.



Vi el cielo rápidamente y me di cuenta que ya casi era medio día, hice una pequeña reverencia
-Lo siento por no estar en la mañana para preparar sus desayunos, no volverá a pasar. La comida está lista en un par horas- me levanté y me dirigí rápidamente a la cocina, sin darle tiempo a alguien de  preguntarme sobre lo sucedido. En mi camino pude sentir como Robín me seguía con la mirada, pero por primera vez trate de ignorarla y llegar a mi destino.

Abrí la puerta me metí y con mi espalda sobre ella la cerré, me quedé en silencio, lo único que ocupaba mi pensamiento era el latir de mi corazón.

Bom bom bom bom bom bom Bom bom bom bom bom bom Bom bom bom bom bom bom Bom bom bom bom bom bom Bom bom bom bom bom bom Bom bom bom bom bom bom Bom bom bom bom bom bom Bom bom bom bom bom bom Bom bom bom bom bom bom

“¡CÁLLATE!” le ordené en pensamientos a mi estúpido corazón. Coloque mis manos en mi pecho, cerré los párpados con fuerza y escuche como poco a poco como mi palpitar se calmaba. Me alivie un poco, abrí lentamente mis ojos, obviamente por la fuerza que ejerci, me hacía ver puntitos blancos por lo que parpadee un par de veces. Cuando ya estuve bien logre ver la oscuridad de la cocina, la cual solo era iluminada por los pequeños rayos de sol que se filtraban por las ventanas.


Parecía que había pasado una eternidad fuera  de aquel lugar tan especial para mí, voltee a ver la mesa en la que siempre se servían mis alimentos, mi mirar se detuvo en un asiento, el cual siempre ocupaba una alga con patas… reí irónicamente por mi insulto.

“¿Desde cuándo mi cocina se veía tan amplia?”

Encendí las luces del lugar, deje mi chaqueta en una de las sillas y me dirigí hacia la despensa para tomar los ingredientes de la comida  


-¿cuándo compre esto?- me pregunté a mí mismo mientras veía que la despensa estaba a rebosar, de cada cosa había de más. De lo único que no había extra era del sake que le gustaba a Zoro, solo estaban las 5 botellas que había comprado el día anterior. Tome una la cual  por su peso puede decir que estaba a medio tomar, la deje un lado de la estufa.

“¿Desde cuándo se siente tan mal estar solo?”

Tome los ingrediente para la preparación. Cazuela, fuego, aceite, pela, corta, vacía, cocina. La comida era básica un poco de arroz blanco con carne en su salsa, la que por cierto era una combinación de sabores. Serví los platos necesarios y los coloque en la mesa

-Listo- mire la mesa orgulloso, era algo sencillo pero había escogido los sabores necesarios para que la comida fuera excelente. Iba a salir a avisarles de la comida cuando me di cuenta de un detalle, había servido 9 platos… me acerque al asiento que obviamente estaría vacío, toque finamente el plato con mi dedo índice para recogerlo, pero mi vista un poco borrosa me sorprendió, parpadee un par de veces, dejando caer una diminuta lágrima

“¿Desde cuándo me sentía tan vacío si Zoro no estaba cerca?”


Sacudí mi cabeza
-Tengo que hablar urgentemente con Luffy- dije con voz decidida  

Notas finales:

Adivinen quien lleva 10 dias en la carrera y ya no puede :) 

 

El capitulo 24 algun dia se subira xD 

Gracias por sus comentarios y seguir leyendo esto <3 son unos lindos 

Sayooo 

linda vida :u 


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