Imperfect Puzzle
IX
The Truth Untold
Era un sueño.
Una pesadilla.
Tengo visiones que en verdad espero no sean más que pesadillas, no sé qué haría si 'esos' sucesos fueran 'hechos' por ocurrir, no, no, nunca lo haría.
Y sin embargo, esas acciones tomadas por mi persona no fueron hechas conscientemente, es como si mi cuerpo no hubiese sido mío durante bastante tiempo.
Y aún así lo niego.
No, ningún hechizo pudo ser suficientemente fuerte como para hacerme.... para obligarme... no, no pude haberle hecho daño a Tsu-kun o a alguno de sus amigos sabiendo que cualquier daño a ellos lo dañaría a él de igual manera.
Si estos sueños son visiones del futuro, haré hasta lo imposible por cambiarlo... no, antes de lastimarlo destruyo lo que le amenazara, primero, muero yo.
Pero antes de volver con él... y rogar por su perdón... tengo que terminar esta guerra de una vez por todas.
¨*¨/¨*¨/¨*¨/¨*¨/¨*¨/...Tsuna.../¨*¨/¨*¨/¨*¨/¨*¨/¨*¨
Ya ha pasado una semana desde que terminó lo relacionado a nuestro viaje hacia el "Futuro que Nunca Será". Poco a poco las cosas van volviendo a la normalidad; mis amigos han dejado de ser paranoicos, Reborn sigue con sus entrenamientos espartanos cada vez más intensos... quiero creer que es porque se preocupa por mi seguridad.
También... también he tratado de contactarme con Hari-kun. El Futuro que vi es demasiado cruel, y no quiero que le afecte de alguna manera, Reborn me aseguró que Hari-kun no fue uno de los que recibió los 'recuerdos' de lo que fue/sería su vida. Y me consuela el hecho de saber que Hari-kun no sentirá la devastación que sufrió en el futuro.
Si los papeles hubiesen sido a la inversa... yo habría enloquecido.
No quiero que Hari-kun, el del presente, se mortifique por algo que espero nunca se repita; algo por lo que Hari-kun tenga que sufrir. Aunque no niego que el no poder hallar la manera de encontrarle, encontrar un indicio para asegurarme que está bien, me tiene un poco preocupado.
Quiero verlo.
¨*¨/¨*¨/¨*¨/¨*¨/¨*¨/... Harry.../¨*¨/¨*¨/¨*¨/¨*¨/¨*¨
Esta vez, volver a Namimori no fue por 'accidente' como la primera vez o por magia provocada por mi deseo, esta vez, vine por transporte muggle... ésta vez vengo a quedarme. Fue bastante difícil, siete años y medio sin contacto con tanta tecnología a la hora de enfrentarse a ella todo parece abrumador, gracias a Gringotts no debo preocuparme mucho pero, en el aeropuerto sin importar si mi boleto fue de primera clase o no, tanta gente al rededor, tantas medidas de seguridad por la que se tiene que pasar... ya quiero que esto se termine.
Tan solo quiero llegar con Tsu-kun.
Quiero saber que está bien.
******
Por las calles de Namimori paseaba un joven claramente extranjero, sin embargo este joven caminaba como si conociera el camino por el que dejaba su huella... rodeó el área de los institutos y siguió de frente rumbo a una casa ya conocida por los habitantes, hacia ese rumbo se suelen encontrar explosiones, gritos desesperados y una que otra risa demoníaca.
Sus pasos son apresurados, de aveces titubeantes otras veces parecía casi correr lo que nunca cambio fue su rostro pensante y sus ojos cristalinos.
¨*¨/¨*¨/¨*¨/¨*¨/¨*¨/... Harry.../¨*¨/¨*¨/¨*¨/¨*¨/¨*¨
No hay muchos cambios en Namimori, prácticamente todo luce igual, parece increíble.
Pasé cerca de la secundaria en la que Tsu-kun estudiaba... me pregunto, dónde estudiará ahora, me congelé por un momento ¿Tsu-kun seguirá viviendo en Namimori? Si no recuerdo mal, su tutor decía que en algún momento tendrían que trasladarse a un lugar de Italia.
No, no puede ser verdad.
Me apresuré a casa de Nana-san. Rogaba con cada paso que ella estuviera ahí, que pudiera decirme dónde se encontraba Tsu-kun.
Pasé la calle que varias veces vi pasar al lado de Tsu-kun cuando iba a la escuela en verano porque sus calificaciones necesitaban mucha ayuda, pasé la reja del perro chihuahueño que siempre asustaba a Tsu-kun cuando era aún mucho más joven, corrí hasta el frente de la casa que varias veces creí mi verdadero hogar.
A simple vista lucía igual, el jardín, el pórtico, y antes de abrir y entrar como siempre, me quedé clavado al suelo... ¿tenía derecho aún de entrar como si fuera mi casa?
Fueron varios años los que estuve lejos... tal vez ni Nana-san ni Tsu-kun vivan más aquí... quizá, quizá debería alejarme para no ponerlos en peligro... retrocedí unos pasos, luego recordé los sueños escalofriantes que me hicieron regresar a Namimori, justo para proteger a Tsu-kun.
Tomé bastante aire y toqué la puerta.
Estaba nervioso, escuché a alguien acercarse del otro lado de la puerta y al abrirse pensé que en verdad llegué tarde, alguien a quien nunca había visto estaba mirándome con atención... luego colocó una arma en mi cabeza.
Era alto, elegante, y unos tremendos ojos negros... como pozos sin fondo... no puede ser, esos ojos me recuerdan a...
--¿Reborn? --murmuré totalmente atónito, solo fueron tres años los que me ausenté. Reborn era un bebé, y frente a mí tengo a un adulto, igual de fanático con las armas.
Fue otro par de pasos, demasiado conocidos los que me distrajeron del arma apuntándome.
--¿Reborn? Ahora a quién estás apunto de... --se interrumpió Tsu-kun al verme -- Hari-kun... --susurro, su voz me saco del trance en el que me encontraba.
Era imposible, Tsu-kun seguía siendo el mismo Tsu-kun que dejé hace tres años... la misma altura, los mismos ojos caramelo, pero Reborn... no pude terminar mis pensamientos, Tsu-kun ya estaba entre mis brazos y no pude pensar más, solo me reconfortaba con su presencia, el calor que seguía emanando de su ser no tarda en hacerme sentir en casa, su cabello esponjoso roza mis mejillas y tras alzar su rostro... sus ojos chocolate me miraban con cariño, como siempre. Sonreí enternecido.
--Hola Tsu-kun. --dije para inclinarme y dejarle un beso en su frente.
--Hari-kun, es bueno verte, es genial que volvie... yo pensé... Hari-kun, Hari-kun... --seguía diciendo mi lindo Tsu-kun vibrando entre mis brazos.
Respirando.
Mas que vivo.
Sentí que la opresión en mi pecho se deshacía al fin.
--Es increíble que en tres años no hayas cambiado nada, sigues igual de adorable. --dije mientras acariciaba su cabello.
--No soy adorable, eres tú quien está más alto... --paró de nuevo Tsu-kun mostrándose algo confundido --¿tres años? --repitió confundido --Hari-kun, fueron seis meses los que han pasado desde que te marchaste. --explicó con sus enormes ojos asombrados.
Tan solo me congelé un instante, en cuanto a Tiempo y Espacio no es un enigma que también puede ser alterado con Magia. De comprensión se llenaron los ojos caramelo, no podía ser otra cosa mas que lo que rige "mi mundo". Estuve por explicarle a Tsu-kun la diferencia de nuestro Tiempo cuando volví a sentir algo metálico cerca de mi rostro... en definitiva era un arma.
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En una casa donde siempre había ruido, por tantos gritos, maldiciones y explosiones era tan extraño que estuviera en completo silencio... en la entrada principal un hombre de traje apuntaba con un arma a un moreno de ojos verdes con un prisionero de gracioso peinado entre sus brazos.
--En verdad quiero dispararte. --masculló el del arma.
--No veo el porqué te detienes. -- contestó con honesta curiosidad el de ojos verdes.
--¡No! --intervino el castaño --No, por favor Reborn, no estés asustando con eso a las personas.
--Dame-Tsuna. --gruño el hombre mas alto.
--Tsu-kun, llevas mucho tiempo en la puerta... --se interrumpió Nana Sawada al tener a la vista lo que ocurría en su umbral --Hari-kun. --susurro de igual manera que su hijo, también se acerco deprisa a unirse al abrazo del moreno y el castaño --Bienvenido a casa, Hari-kun, esta vez nos hiciste esperar demasiado.
--Lo siento Nana-san. -- susurró el moreno --Pero esta vez, vine a quedarme... si me aceptan claro. --casi suplicó.
--¿Qué dices Hari-kun? Claro que te aceptamos, aunque ya estás más grande y necesitarías una habitación para ti solo. --decía la castaña separándose de los chicos para colocar una mano bajo su mejilla luciendo muy pensante.
--No hay problema kaa-san, Hari-kun puede seguir durmiendo conmigo además Reborn ya tiene su propio espacio por lo que a mi me sobra y sin duda estaremos cómodos... --seguía el castaño.
--O podemos probar por unos días solamente, si hubiera la necesidad entonces buscaría un departamento, --sugirió el moreno mientras colocaba sus manos en el rostro del castaño evitando que interviniera --mientras... mientras me gustaría estar lo más cerca de Tsu-kun y sus adorables mejillas.
¨*¨/¨*¨/¨*¨/¨*¨/¨*¨/...Tsuna.../¨*¨/¨*¨/¨*¨/¨*¨/¨*¨
Hari-kun regresó, kaa-san lo recibió como siempre lo ha hecho incluso tomó bien el repentino cambio en su altura (que no es mucha), sus facciones acentuadas, nuevas cicatrices tanto físicas como en su actitud, además de el nuevo tinte en sus ojos... parecen un poco más obscuros, llenos de misterio. Casi me recuerdan a las miradas de Reborn y de otros adultos en la mafia.
Kaa-san hizo un banquete contenta con la presencia de otro "hijo", yo no me separé de Hari-kun en ningún momento incluso en contra de lo que opinaba Reborn. Luego que regresamos del Futuro-que-nunca-será los Arcobaleno estuvieron actuando extraño, jamás lo admitieron pero se les notaba que sufrían algún tipo de dolor interno al igual que fiebres. Después de cinco días despertamos con adultos desconocidos, eran los Arcobaleno que habían recuperado su forma original. Fue un completo shoock. Siempre supe que Reborn era algo extraño pero el saber que su forma de bebé era una maldición por ser una de las personas más fuertes del mundo fue sorprendente.
Me desmayé.
Como todo lo que imponía Reborn en mi vida desde que llegó, no tuve más que acostumbrarme. De manera muy dolorosa. Si de por sí era una tortura su "entrenamiento" ahora con su nueva apariencia es mucho peor y terrorífico. Su sola presencia da mucho a decir, como lo molesto que está con el regreso de Hari-kun e incluso kaa-san le devolvió una mirada de advertencia cuando Reborn le mostró su desaprobación a la cálida bienvenida que le dio a Hari-kun.
Llegaron los demás y también se notaron nerviosos cuando vieron a Hari-kun sentado a la mesa, sonriendo y hablando con kaa-san. Creo... siguen pensando en ese Futuro en el que Hari-kun estuvo al mando de Byakuran. Será difícil hacerlos cambiar de opinión.
******
Eran altas horas de la noche, en la casa de los Sawada nadie se encontraba despierto salvo por los dos habitantes del cuarto de joven castaño donde el moreno que llegó a penas ese día contaba la razón de su regreso.
--Fue un sueño, mas bien, fue una pesadilla lo que me hizo abrir los ojos. Se supone que me fui de tu vida porque sabía que estarías a salvo con las nuevas personas que entraron en tu vida y que te hacen reír y que te hacen emocionar y en el caso de Reborn que te hacen llorar pero que a pesar de ello jamás te harían daño. --decía casi con orgullo el moreno --Me fui porque estaba seguro que tarde o temprano Voldemort sabría sobre ti y sobre Nana-san y no quería ponerlos en riesgo y con esos nuevos amigos también sabía que no te quedarías solo. Confié ciegamente en que mi ausencia sería lo mejor para este lugar.
--Dijiste que para ti pasaron tres años, ¿por qué no volviste antes? --cuestionaba el castaño.
--Por tonto. En ese primer año me la pasé convenciéndome que era lo mejor, el no regresar, mucho menos con Voldemort totalmente recuperado y a la espera de hacerse notar, fue un terrible año escolar: una trabajadora del Ministerio estuvo torturando a algunos estudiantes, nos tuvimos que enseñar a defendernos nosotros mismos y estuve recibiendo "visiones" que me llevaron a una trampa: Sirius murió por mi insensatez.
A pesar de lo falto de emoción en su relato el moreno fue abrazado por el castaño quien, si no fuera por un duro entrenamiento que poco a poco va dando resultados ya estaría llorando por el dolor de su mejor amigo, se aferró al moreno y con su oído pendiente del latir de su corazón no dejó de escuchar la travesía de esos años separados.
--En ese verano casi regresé pero no vi justo que llegara contigo solo para que escucharas quejarme de algo que fue totalmente mi culpa. --el castaño solo apretó su abrazo --El siguiente año me vi casi obsesionado con mi rival escolar, estaba seguro que en su casa estaba Voldemort, que ya era parte de los Mortífagos y que ya tenía una misión que debía completar. Aprendí mucho de un libro de Pociones también aprendí más de Voldemort. Al final del año murió Dumbledor y la guerra inició. El día de mi cumpleaños me uní oficialmente y... el resto del año estuve fugitivo, con ayuda de muchos y con la despedida de muchos más ganamos la guerra. Voldemort fue derrotado. Enterramos a los caídos. Cuando iniciaron con tontos requisitos acerca de mi "papel" en el Mundo Mágico fue que puse el límite y arreglé mi salida de todo... ese embrollo de la política en el Ministerio de Magia.
--Y entonces llegaste aquí. --susurró el castaño.
--Y entonces llegué aquí. --afirmó el moreno.
--No me contaste de la pesadilla que te hizo regresar. --inquirió el castaño no tan seguro de querer escuchar. Él también recordaba sus pesadillas del año pasado.
--Fue antes de la última batalla... soñé, en realidad ya no recuerdo mucho tan solo que pasó algo muy malo y que te lastimé. Demasiado. Hice mucho daño a mucha gente, destruí ciudades enteras y hasta fui el responsable de tu muerte. --dijo el moreno siendo él quien abrazara al castañito --Lo siento tanto, Tsu-kun, de verdad lo siento, jamás te haré daño y pasa asegurarme, estoy aquí, te protegeré de todo incluso de mí mismo, lo siento Tsu-kun, primero muero yo antes de hacerte daño.
--Hari-kun... --susurró el castaño asombrado, no había manera que Hari-kun supiera sobre lo ocurrido en el Futuro.
--Además hay algo que aún no sé si es verdad o si tan solo fue parte de esa pesadilla... Tsu-kun, ¿eres una especie de heredero mafioso?¿una almeja? Sé que Reborn es una especie de tutor... un asesino de élite... que te está enseñando a ser el mejor de lo mejor.
El castañito se veía nervioso. ¿cómo debía responder? Él no quería aceptar esa vida aunque en su futuro llegó a aceptarlo... pero tampoco quiere que Hari-kun sea arrastrado a ese mundo lleno de...
--Tsu-kun, no importa lo que respondas, te seguiré por el camino que vallas. --juró el moreno.
Continuará...