Capitulo 8
¡Muchacho pero que estás diciendo!- Prácticamente gritó el ministro, ya había recibido esa reacción varias veces ese día, al parecer todos estaban muy exaltados, y su compromiso no sería algo que los haría quedarse indiferentes-
Lo que escuchó ministro, esta misma noche anunciaré mi compromiso con Draco y me complacería mucho su presencia. No se vaya a negar, esta será una de las noches más importantes de mi vida y sería de mal gusto que no se presentara- Le respondió con clase, pero con el mismo estilo con el que solía hablar desde siempre, cuando no era un cuerpo hablando solo con un libreto previamente escrito-
Harry, aún estás a tiempo de recapacitar esta decisión, no cometas esta locura- Le imploró el ministro. Él por su parte gritó, gritó de forma estridente en su cabeza, pero de sus labios no salió lo que estaba pensando, bueno, si lo que estaba pensando, porque su subconsciente estaba en lo más recóndito de su mente y quien hablaba y pensaba respuestas era el Harry que ellos habían creado-
No siga porque me voy a enfadar con usted, entienda, yo amo a Draco y lo más lógico es que me case con él, no le veo el inconveniente. Si somos amigos realmente, como usted afirma, no faltará a mi fiesta de compromiso- Respondió sonriendo, Kingsley lo miró intensamente por unos cuantos segundos, buscando en ellos alguna clase de arrepentimientos o hasta miedo, pensando que los Malfoy podían estar amenazando a Harry de alguna forma, pero no vio nada más que ilusión por su compromiso-
Esta bien, pero sabes que no estoy de acuerdo con esto- Aceptó a regañadientes, se notaba que no quería ir por nada del mundo, pero tampoco quería perder su amistad con El-niño-que-vivió, eso lo perjudicaría en algún punto, o al menos eso era lo que parecía, sólo por algo así Kingsley Shacklebolt se atrevería a poner un pie en Malfoy Manor-
Gracias, sólo eso quería escuchar… Por cierto, le pido que si asiste sea cordial con mi futuro esposo y con mis suegros, ambos sabemos que usted con los Malfoy nunca se ha llevado bien, además de que mis suegros son difíciles de tratar pero haga un esfuerzo en nombre de nuestra amistad- Dejó la invitación sobre la mesa y salió pacíficamente de la oficina, aun le faltaban muchas invitaciones que dar y ya había pasado la mitad del día. Pensó en como seria su vida, pues empezaba a perder las esperanzas de ser rescatado, empezaba a pensar que nadie se daría cuenta de las fechorías que esos mortifagos estaban haciendo, no hasta que fuera demasiado tarde-
[Caminó sin preocupación hasta la oficina de Ron justo al lado de la suya, su traje en su sitio sin una arruga en su haber, su cabello peinado y controlado, pero lo que más llamaba la atención era su gran sonrisa y rebosante alegría. Ya había entregado algunas invitaciones, principalmente entre los jefes de algunos departamentos del ministerio, así que la noticia de su compromiso ya había corrido por todas partes, ahora simplemente le faltaban sus amigos, a quienes Malfoy hijo le había ordenado dejar para último por si se le iban encima, aunque tenía órdenes explícitas de defenderse si los animales se le iban encima, pues ese día estaría muy ocupado y Cygnus había dicho que no podía estar herido para las cámaras]
Hola querida, ¿Ron y Neville están en sus oficinas? Me gustaría hablar con ellos, si no es mucha molestia. Avísales que estoy aquí- Ella lo miró con aprehensión, al parecer le habían dado ordenes de no dejarle pasar, por supuesto no le extrañó después de todo lo que había pasado ahí - ¿Qué esperas? No tengo todo el día. Que ineficiente- Antes de que ella pudiera levantarse Ron y Neville salieron de la oficina del primero. Neville lo miraba extrañamente, como buscando algo del muchacho que conoció en Hogwarts, no del hombre que estaba frente a él-
¿Qué diablos quieres? Te dije claramente que no quería volver a ver tu rostro- Rodó los ojos fastidiado por la terquedad de su amigo, al menos la parte exterior, pues su verdadero ser estaba hablando, queriendo decirle más de una cosa a Ron, gritarle, decirle que no era él, decirle que atrapara a Malfoy y lo hiciera pagar, pero no podía-
Cálmate Ron, quien debería estar molesto aquí soy yo, después de todo me rompiste la nariz… Bueno, no vine a hablar de eso sino a darles esto personalmente, espero que asistan- Le entregó a ambos una invitación, Neville la leyó con rapidez mientras que Ron no le quitó los ojos de encima, al parecer ya no se fiaba de él o no le importaba en lo más mínimo lo que pudiera decir la invitación-
¿Te comprometes con Malfoy?- Le dijo Neville con un tono de incredibilidad en su voz. La mirada de Ron se endureció más aún y lo miró como su quisiera matarlo en ese mismo lugar y Harry hasta cierto punto deseó que lo hiciera, pues no quería volver a compartir lecho con Draco Malfoy, mucho menos tener que ver como el desgraciado abusaba de él cada noche-
Sí Neville y enserio espero que vayan, no creo que mis supuestos amigos me dejen solo en uno de los días más importantes de mi vida- Respondió con algo de cinismo. Al parecer la persona que Malfoy y Cygnus habían creado era impaciente como el rubio, pero con la suficiente astucia del hijo de Snape- Ron, hazme el favor de entregarle esta a Molly, no pude encontrar a Arthur para entregársela así que te pido que se la des a cualquiera de los dos-
Te puedes meter tu invitación por donde mejor te parezca Potter porque ni locos iremos a esta estupidez, ¿Qué clase de persona eres? Viniendo tan fresco después de todo lo que dijiste, ¡Lárgate de mi presencia antes de que pierda la paciencia!- Y como era de esperarse Ron llegó de 0 a 100 en un segundo, como era de esperarse. Neville lo sostuvo del brazo para que no se le fuera encima nuevamente-
No entiendo por qué tanta hostilidad, simplemente les dije la verdad, no es mi culpa lo que pasó, es injusto de su parte culparme por algo que pasó y que fue inevitable- Respondió ya algo fastidiado, Ron cortó la distancia que había entre ellos, él sacó su varita, pero antes de que ninguno hiciera algo un grito los detuvo-
¡Ron, cálmate por favor, estás haciendo un escándalo!- Gritó Hermione antes de que Ron empezara a golpearlo. Él tenía la varita fuera, empuñándola hacia Ron, las órdenes de no dejarse mangonear estaban muy presentes en su mente… En la mente del otro Harry- ¿Qué está pasando aquí?- Preguntó mirando en su dirección sosteniendo a Ron por uno de sus brazos para que la situación no se saliera de control, aunque parecía algo difícil con lo inquieto que parecía estar Ron, temblaba como una gelatina de la rabia que parecía tener dentro-
Éste caradura es tan sinvergüenza que se atrevió a venir aquí a invitarnos a su compromiso con el infeliz de Malfoy, fresco como si nada hubiese pasado- Hermione lo miró directamente, como parecían hacer todos ese día cada vez que escuchaban sobre su compromiso, querían verle en los ojos algo de inconformidad, porque ninguno quería creer que Harry Potter aceptaría por su propia voluntad a unir su vas por el resto de su vida con Draco Malfoy, no sin la intromisión de una poción o algo extraño-
Simplemente vi prudente invitarlos, después de todo y aunque sigan molestos conmigo, sin razón cabe añadir, yo aún los considero mis amigos y me dolería mucho que no asistan a mi fiesta, pero eso ya queda en sus manos, los invité y espero verlos allá, de lo contrario asumiré que nuestra amistad se acabó de forma definitiva- Y sin más que decir se volteó, caminad en dirección contraria a la de la pareja y Neville, podía sentir los ojos de los tres clavados en su espalda, con cada paso que daba sentía que se alejaba más y más de su libertad-
¡Eso deberías haberlo sabido ya!- Fue lo último que escuchó de Ron, y sintió que fue como una bofetada, como si le confirmara que nunca iba a volver a ver los rayos del sol como un hombre libre-
¿De qué secuestro hablas Mione?- Ella lo miró con una mirada llena de confusión. Él sonreía ligeramente como si le causara gracia lo que acababa de decir. Miró a los presentes y vio desconcierto en sus ojos, preocupación por su paradero, pero por más que quiso no pudo detener las palabras que brotaron de sus labios- Yo no estaba secuestrado, tomé unas pequeñas vacaciones; una escapada al Londres muggle para cambiar un poco de aires, empezaba a sentirme asfixiado aquí-
¿QUÉ?- Gritó Ron como si acabara de escuchar la peor de las blasfemia, lo miraba con los ojos desorbitados negando mil y una vez, porque no creía que su mejor amigo podía hacer algo así, mucho menos después de que su hermana estaba muerta - ¿Ginny está muerta y a ti ni te importó? ¿Por qué demonios no regresaste?- Le preguntó molesto. Sentía la rabia bullía dentro de él, como un volcán en erupción, sentía que pronto explotaría y no sería lindo, eso hasta él lo sabía-
Pues ya me había ido, ni que mi presencia aquí la hubiera hecho revivir- Respondió de forma desvergonzada. Los ojos de todos los presentes se abrieron realmente sorprendidos por lo que acababan de escuchar. Ron no pudo más y golpeó a Harry directamente en la nariz, aunque para su sorpresa no se cayó, simplemente trastabilló un poco y llevó una de sus manos a la nariz para detener que la sangre se esparciera por toda su ropa-
¡Desgraciado bastardo!- Ron le gritó, Neville y Arthur lo sostuvieron por los brazos para que no volviera a irse encima de Harry, pues ese parecía ser su plan. Harry lo miró con el ceño fruncido, tomó el pañuelo que tenía en el bolsillo y lo presionó ligeramente contra su adolorida nariz, sabía que después se hincharía-
¡Golpéame todo lo que quieras, pero saben muy bien que tengo razón!- Respondió airado, estaba realmente irritado por el golpe, solo el Harry de afuera, porque el verdadero Harry sabía que se lo había merecido, eso y más por lo que había dicho y como lo había dicho-
Harry, encontramos partes de tu varita en la casa, sabemos que no estuviste paseando por Londres… ¿Te están amenazando? ¿Estás bajo una poción o hechizo?- ‘¡SI, SI!’ Gritó en su inconsciente, pero no fueron exactamente esas las palabras que salieron de su boca, sino unas completamente diferentes-
Por Merlín no, ¿A qué diablos te refieres? Yo tengo mi varita justo aquí, mírala, está perfectamente, así que no entiendo de qué demonios estás hablando Hermione- Le dio la varita y ella la miró hasta por donde no podía, la revisó detenidamente pero con un toque de urgencia, como si no creyera lo que sus ojos veían, pensando que en el segundo que le quitara los ojos de encima la varita desaparecería de sus manos-
¿Cómo es posible? Ron, búscala- Buscó rápidamente en uno de los archivadores los restos de la varita, más lo que encontró no fue lo que había guardado, de eso estaba seguro. Se quedaron mirando los pedazos de varita y no eran ni de cerca la de Harry sino pedazos de la varita de Ginny- ¡No puede ser, ¿Qué es esto?!- Gritó molesta, Harry miró el intercambio que hacían los presentes, todos miraban incrédulos entre la varita de Harry y lo que parecía ser la de Ginny, pues estaban seguros que no era eso en principio, hasta el ministro la había visto y estaban seguros que no se lo imaginaron-
Pues la están viendo y yo la he tenido todo el tiempo- Respondió con simpleza, y se sorprendía de lo bien que parecía funcionar el Harry que habían programado para hablar, pues parecía que respondía por su parte, como si tuviera mente propia, aunque este Harry era tan o más arrogante que las dos personas que lo habían creado-
¿Dónde estuviste Harry? ¿Con quién? ¿Esa persona puede dar testimonio?- Le preguntó Hermione, ambos se miraron directamente-
Hermione, ¿Qué estas insinuando?- Harry dijo sonando realmente ofendido, no recibió respuesta de ninguno de los presentes, la mayoría le evadía la mirada. Esta vez fue a él al que le tocó parecer sorprendido, miró a Hermione y le dijo, con la voz llena de indignación- Por Merlín, creen que yo la maté-
Harry, compréndenos por favor, desapareciste sin dejar rastro, Ginny fue asesinada y encontramos tu varita rota en la habitación, días después reapareces como si nada y con la varita, cuando la teníamos aquí, ¿Qué podríamos pensar?- Le respondió queriendo sonar comprensiva, pero todo parecía estar apuntando a su amigo, quien parecía haber sido el último en ver a Ginny con vida-
Claro, porque todos los que mueren es por mi culpa, ¿Cómo podía saber que alguien la mataría?- Respondió fastidiado, la personalidad del nuevo Harry parecía ser igual de impaciente que Malfoy y ya daba señales de quererse largar, pero tenía órdenes explicitas de cómo debería comportarse- Hagan lo que quieran. Nos alojamos en el hotel Mandarin Oriental Hyde Park, yo llegué primero así que solo yo firmé nuestra llegada, pero hay cámaras en ese lugar, así que pueden confirmar que ambos llegamos. Fuimos a varios lugares, entre ellos y al último que fuimos, los jardines de Kew, una belleza, vayan y confirmen que estuvimos ahí, para que verifiquen mi coartada, si es necesario me someteré a un interrogatorio, háganme beber veritaserum, estoy dispuesto-
¿Con quién estuviste?- Le preguntó Ron, quien al parecer había recuperado el habla. Meditó por unos segundos su respuesta, aunque solo era para desesperar un poco a los presentes, después respondió sin tapujos-
Draco Malfoy- Ya no había sorpresa en los ojos de Ron, solo ira. Cuando escuchó ese nombre lo miró como si estuviera viendo a su peor enemigo, como si no lo conociera-
¿Engañabas a mi hermana con ese mortifago? ¡Qué diablos te pasa! Eres un bastardo miserable, ¿Por qué tenías que hacerle esto a ella?- La pregunta parecía ser retorica, pero aún así se notaba que algo en el interior de Ron quería escuchar la respuesta, pero sabía que no le gustaría escucharla-
Sé que no obré de la mejor manera, pero no podía más con esta mentira, yo lo amo y deseo estar con él, pensaba decírselo, pero por desgracia alguien me quitó la oportunidad de poder hablar con ella de esto, lo siento enserio chicos-
¡LARGATE, LARGATE!- Le gritó con todas sus fuerzas, ya no quería verlo, ni escucharlo, para él su amistad con Harry Potter había terminado-
Esta será la mejor de las noches, por favor, ya verás- Le dijo Cygnus al ver su agria expresión. Esa noche era la dicha fiesta de compromiso y lo último que él quería hacer era celebrar. Tenía un malgenio que ni él mismo empezaba a aguantarse, más un al recodar que tendría gente que no le gustaba ni un poco en su casa-
Mi hijo se compromete, no creí verlo, aunque no parece muy feliz… Sonríe un poco hijo mío, por lo menos finge- Dijo Narcissa al ver la expresión molesta en el guapo rostro de su único hijo. Todos sabían que Draco no estaba contento, pero no por eso debían dejarlo ir por ahí con tremenda expresión de descontento, eso echaría por tierra sus planes, y no iban a dejar que todo lo que estaban haciendo se fuera a pique porque Draco no quería cooperar-
Madre, ¿Cómo me pides algo así? Lo último que estoy es feliz y no tengo humor para esto, mucho menos para tener que pasearme la tarde completa con Potter de mi brazo y aparentando felicidad- Casi escupió las palabras. Fastidio, eso era lo único que sentía en ese momento y no creía que fuera a cambiar en toda la noche-
Tranquilo, no sé por qué demonios sigues molesto, deberías estar feliz, ¿Sabes cuantas personas matarían por estar en tus zapatos ahora mismo? Tu compromiso es lo único de lo que se habla en el mundo mágico, no te quejes tanto- Le dijo Cygnus, ya un poco cansado de la actitud de su primo. Ya parecía niño chiquito con todo lo que se quejaba-
Claro, para ustedes es fácil decirlo porque no tienen que hacerlo- Dijo entre dientes, aunque lo suficientemente alto para que lo escucharan, pero su madre y Cygnus le ignoraron, pues ya habían estado soportando su malhumor desde la mañana-
Cállense de una vez y salgan ya, los invitados están llegando- Les avisó Lucius asomándose por la puerta para después salir nuevamente, él había estado recibiendo a los invitados de una fiesta que no era suya, su hijo debería estar cruzando palabras con esa gente tan insignificante, no él-
Harry, ven aquí- Cygnus lo llamó. Harry se acercó en contra de su voluntad al hijo de su difunto padrino, viendo tanto de Sirius físicamente en ese muchacho, pero todo lo demás era desconocido, un muchacho demente en un cuerpo que parecía inofensivo- Recuerda, debes sonreír y estar muy feliz, saluda e interactúa con los invitados, estás muy feliz por tu compromiso, haz que se note- Cuando terminó de decir eso el otro Harry se apoderó de su mente, plasmando una sonrisa enorme en su rostro junto con un falso aura de buen humor. Salieron al salón y en el ya los esperaban una gran parte de los invitados, entre ellos la prensa-
Bienvenidos invitados, amigos y colegas, estamos agradecidos por su presencia y esperamos que esta velada sea inolvidable, tanto para ustedes como para nosotros- Dijo Harry con un tono feliz, mirando a los ojos a cada uno de los invitados, por lo menos a los que él había invitado, sólo parecían faltar los Weasley pero ya se imaginaba que no iban a aparecer, aunque podía equivocarse-