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Unicamente EDxAl por Hao Asakura

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-Como has crecido, Alphonse.

Alphonse con su serio uniforme color azul había estirado bastante, pero no había perdido aún ciertos rasgos infantiles, bajó la mano del saludo y se arrojó sobre su hermano mayor.

-Nii san!! Nii san estoy en casa!

-Bienvenido- murmuró Edward con dificultad, se estaba asfixiando pero no pudo evitar hacer lo mismo y estrechar a su hermano con todas sus fuerzas.

-Tu también estás tan alto!!- dijo mirándolo hacia arriba aún desde sus brazos- Nadie esperaba que un enano como tu estirara tanto!! Eres más alto que yo!!.em…yo... Nii san?

Edward lo miraba desde todos los ángulos posibles.

-Estas bien Alphonse?? No te hirieron en la guerra?

Alphonse soltó una carcajada infantil.

-Estoy perfectamente bien! Te lo dije hace dos semanas por teléfono.

-Qué alivio… estaba tan preocupado- suspiró Edward descansando al fin, se cubrió los ojos con la palma de la mano como si tuviera jaqueca y luego recargo su frente en el hombro de su hermano.

-No llores Ed…- susurro Al inclinándose hacia él – vas a hacer que yo también lo haga.

-Dijo que me mataría si algo te pasaba- interrumpió Roy para desviar la atención.

-Es completamente capaz, sonrió Alphonse y se movió ligeramente, hubo un pequeño ruido metálico.

-Mentiroso- murmuró Edward.

-¿Qué?

Sujetó a su hermano por los hombros y lo sacudió como a un muñeco, la cabeza de al rebotó para todos lados.

-Eres un mentiroso de poca monta Alphonse!! Escucho un automail!!

Al le soltó un golpe en la cara a su hermano mayor.

-No seas estúpido Edward, no es ningún automail, es mi reloj de alquimista estatal!! Ha chocado con mi llavero de todas las balas que extraje de compañeros a quienes les dispararon!!

Al sacó su llavero, eran siete balas.

-Desgraciadamente a Martin no lo pude salvar… - susurró mirándolo.

-He escuchado que fue muy valiente- dijo Roy poniendo su mano en el hombro de Alphonse- su familia tendrá todo mi apoyo y recibirá los más altos honores.

-No fue tu culpa, Al- dijo Edward, hiciste todo lo que pudiste.

-Lo sé…

-¿Qué harás ahora que has vuelto? Buscarás un piso? – preguntó Roy.

-Ni hablar, pienso regresar a mi viejo departamento… es decir, mi hogar está al lado de mi hermano, puedo Nii san?

-No tienes ni que preguntar- sonrió Ed- Führer, le pido permiso para escoltar a mi hermano hasta su casa.

-Se irán empezando la fiesta?

-A decir verdad estoy algo cansado- dijo Al, fueron tres días de viaje, saludaré a todos y luego quisiera dormir al menos 24 horas.

-Tienes dos semanas de permiso antes que necesites reportarte para nuevas funciones, solo asiste a la ceremonia en la capilla. Y tu Edward, tienes el día libre para pasarlo con tu hermano.

-Gracias Führer.

Luego de ser abrazado y achuchado por Hawkeye y los demás, Alhpohse hizo un pequeño brindis de agradecimiento con su hermano  y emprendieron el camino a casa.

-Todo es igual a como lo recuerdo- dijo Al mirando todo, no tenía más que una pequeña maleta estilo militar.

-Yo hace mucho que no voy por el sur, el trabajo me tiene copado, han cambiado las cosas desde la vez que estuvimos juntos ahí?

-Había cambiado por el grupo terrorista que estaba adueñándose de la ciudad, pero considero que lo dejamos todo bastante en paz.

-Debió haber sido duro.

-Las malas cosas que pasaron ya las conoces por mis cartas o por llamadas, ahora quiero disfrutar mientras llega alguna otra misión.

-Lo que quiero decir Al, es que estoy orgulloso,-Edward hurgó en su bolsillo- ten, Roy me pidió que te la entregara- y puso en su mano una medalla del tamaño de la palma de su mano: un dragón purpura, la medalla de más alto valor para al ejercito de Amestris-Felicidades, por tu heroísmo has sido ascendido, probablemente te dejaran elegir tus misiones de aquí en adelante.

-W…wooow, esta es la máxima medalla en la milicia!

-Sabemos todo lo que has hecho, incluso lo que no me has enviado en cartas.

-Falman…- gruño Al- Bueno, mi mejor recompensa es haber desarmado esa red de traficantes

-Y…

-Y salvado a todas esas familias.

-Y…

-Y a mis compañeros del ejército

-Y…

-Y eso no es nada comparado con lo que has hecho tu Edward.

Ed solto una risa tonta.

Cuando Edward abrió con llave la puerta del pequeño departamento ubicado en un tercer piso, Al entró como una tromba.

-No hay lugar como el hogar! No hay lugar como el hogar!!- bromeó chocando sus botas mientras observaba todo el lugar. El ambiente era cálido y estaba muy bien iluminado, algunas paredes eran de ladrillo rojo y otras de concreto pintado de blanco, un comedor de madera sencillo con cuatro sillas y una sala de medio uso color marrón

-Sigue tan pobre como siempre- dijo el hermano mayor.

-Y desordenado! Edward cuando vas a cambiar?

-Tengo mucho trabajo, no hay forma de hacerlo todo!!

-Da igual- dijo Al - es tan cálido como lo recuerdo, las cuatro sillas disparejas, la foto de mama y papa en la pared.

Ambos entraron en la habitación de Al, la ventana estaba abierta y un rayo de sol caía sobre la cama de acolchado azul, solo estaba la cama, algunos libros y un escritorio pintado de blanco.

-Todo está tal como lo dejaste, también he cuidado de tus gatos.

En la ventana estaba uno asomado, que al oír la voz de Al había acudido a curiosear.

-Tony!!- gritó Al cargando de inmediato al gato blanco con manchas negras.- Gracias Nii San!! Por mantenerlos tan gordos y saludables.

-Al… hay algo que debo decirte.

-¡No! Murió alguno de los gatos? Fue tacchi?

-No!! Al, puedes dejar de pensar un momento en los gatos? Esto es serio.

Al suspiró, desvió la mirada hacia la cama, probablemente ya no entraría en un lugar tan pequeño.

-Estas saliendo con Roy no? Eso es lo que querías decirme?

-Cómo lo supiste??

-No eres el único al que Falman tiene informado!

-Falman- gruñó Edward.

-Todos en el ejército hablan de eso estos días.

-Y no te molesta?

-¿Por qué habría de?

-No te sorprende ni un poquito?

-Ustedes pasan peleando todo el tiempo, era de esperarse.

-Pero es un hombre.

-Y tu también y yo ¿Qué hay de nuevo en eso? El ejército está lleno de ellos.

-Pe…

-Mientras tu estés feliz no me preocupa nada más, ahora si no te molesta quisiera dormir un día o dos.

-Claro- dijo Ed atónito alzando las cejas ante la naturalidad con que su hermano menor tomaba lo que él consideraba la noticia más impactante en tres años de no verse- que descanses.

Al se tiró en la cama con todo y uniforme, efectivamente le quedaba algo pequeña.

-Nii san.

-¿Si?

-Es bueno estar aquí.


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