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Actuar por Midori Uchiha Phantomhive

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Notas del capitulo:

Capítulos: 2/3

Desde ese día

Scorpius sentía el incesante movimiento a su lado. Se hacía el dormido porque sabía de antemano lo fastidiosos que se portaría Albus si descubría que permanecía despierto. Sinceramente, tenía curiosidad, por lo general el chico se quedaba dormido nada más tocar la cama. Sintió una incómoda sensación recorrerle entero, sabía que Albus lo miraba fijamente, pero no reiría no se delataría. Sintió al chico quedarse inmóvil y sonrió complacido, al fin se había resignado a quedarse dormido. Se dispuso a intentar quedar inconsciente por el sueño pero el movimiento a su lado reanudó. Con todas sus fuerzas evitó fruncir el ceño pero cuando sintió que Albus se levantaba no pudo evitar preocuparse.

“¿Qué le pasa al idiota hoy?” pensó.

Entreabrió uno de sus parpados para inspeccionar el perímetro encontrándose solo en la cama. Se reincorporó y buscó al chico con la mirada. Al no verlo liberó un suspiró. Salió de la cama y se asomó discretamente al balcón. Dejó caer los hombros al ver al chico allí, como idiota pensando estupideces. Se acercó e intentó tocarle el hombro para jugarle una broma, pero se congeló antes de tocarlo.

-¿Por qué me siento así?

Scorpius alzó una ceja en desconcierto por las palabras de su amigo. Regresó la mano junto a su torso esperando a que el chico continuase hablando.

-Lo quiero para mí, solo para mí.

Scorpius sonrió de lado. El rubio, sinceramente, pensaba que el chico había notado su presencia y se desahogaba con él. Iba a comentar lo idiota que era por pensar en quien sabe quién a esas horas de la noche cuando la siguiente frase lo dejó helado en su sitio.

-Lo amo… ¿Por qué no me di cuenta antes? Amo a Scorpius, lo amo y no quiero perderlo, no quiero que se vaya.

Sintió su boca desencajarse. El pánico lo recorrió de arriba abajo. Antes de que Albus voltease y notase su presencia se apresuró a regresar al interior de su habitación. Se arrojó a la cama y se enrolló como una oruga entre las sabanas. Su respiración estaba acelerada y sentía sus mejillas calientes.

“Dijo que me amaba, ¡a mí!” pensó con pánico. Inevitablemente comenzó a repasar los años que llevaban siendo amigos, buscando un gesto, una acción, una frase lo que sea que le dijese que el chico se sentía de esa manera hacía él.

“Estúpido Albus, ¿por qué te enamoraste de mí?” pensó confundido. Sus acciones nunca mostraron más allá que una amistad. Eso era lo que veía en el moreno, un amigo, un confidente a quien podía contarle lo que fuera, un cómplice con quien jugar bromas. Repentinamente se sintió mal, siempre le contaba a Albus con detalle lo que hacía con sus parejas. Quiso golpearse la frente, ahora comprendía porque Albus detestaba que cambiase a cada rato de pareja “Estaba celoso, eran celos” pensó el chico comprendiendo.

“¿Qué puedo decirle?” pensó Scorpius.

Sintió el peso de Albus cuando se acostó a su lado. Una desagradable sensación de mareo se instaló en el fondo de su estómago. Liberó un suspiró para calmarse. Meditó por unos instantes, Albus nunca le había dicho algo directamente por lo tanto él no lo haría. Actuaría como si nunca hubiese escuchado a Albus sobre lo que sentía por él.

***

El bullicio a su alrededor lo molestaba. Miraba impaciente el reloj, faltaba media hora para que el tren partiese. Miró a su alrededor, sus padres estaba platicando pasos más atrás con los matrimonios Zabini y Nott. Al otro lado Sebastián Nott y Amanda Zabini intercambiaban un fogoso beso a escondida de sus padres. Rodó los ojos, sus amigos de la infancia eran un caso, ellos eran los únicos que creían que nadie sabía lo suyo.

-¡Scorp! -gritaron a su espalda.

Giró para ver como Albus se acercaba corriendo hasta él para abrazarlo.

-¿¡Qué haces!? -preguntó Scorpius sintiendo como Albus lo apretaba más de lo necesario.

-Tratando de matarte ¿qué no es obvio? Me has tenido abandonado todo este tiempo -dijo el más bajo separándose del rubio.

-Estaba ocupado -dijo el rubio.

-Sí, lo sé -dijo Albus rodando los ojos-. Como sea, quería decir que mi padre…

Albus se vio interrumpido por una chica que se acercó a ellos mirando el suelo con las mejillas rojas. El moreno alzó una ceja mientras que Scorpius la miraba indiferente.

-Ma-Malfoy -dijo con voz entrecortada-. M-me preguntaba s-si quería ir c-conmigo en el t-tren -preguntó la chica llena de nervios.

Scorpius la recorrió con la mirada de arriba abajo luego miró a Albus a su lado quien hacía su propia evaluación.

-Lo siento, pero no será posible -dijo el rubio a la chica.

La chica disimuló mal su desanimo antes de disculparse y despedirse vagamente.

Albus se colgó de su cuello.

-¿¡Qué has hecho, idiota!? Era bastante linda -riñó Albus.

Scorpius miró confundido a su amigo. Detalló su rostro y descubrió que detrás de esa sonrisa burlona y expresión picara había un gran esfuerzo para no mostrar el dolor. En ese momento descubrió cuan idiota e insensible era, la mirada de Albus había perdido completamente el brillo.

-Por qué no te la quedas tú -sugirió el rubio.

-Que va, la chica te prefiere a ti ¡es obvio! Escucha, si decides intentarlo con ella no dudes en pedirme ayuda para intentar ligártela. En un chasquido estará comiendo de tú mano -comentó Albus separándose de Scorpius.

El rubio meditó unos segundos sus siguientes palabras.

-No planeo salir con nadie este año, me concentraré en mis estudios -dijo el rubio, parte mentira parte verdad.

-¡Entiendo! Así que tendré que conformarme con mis compañeros de casa -dijo Albus disimulando muy mal su desanimo.

Scorpius sonrió de lado, provocar las reacciones de Albus era divertido. “¿Cómo no me di cuentas antes? Es muy obvio” pensó.

-Dije que no saldré con nadie, pero tú no estás incluido en eso. Solo me concentraré en mis estudios y… en ti.

Albus miró boquiabierto a Scorpius pero se recompuso rápidamente antes de palmearle el hombro a Scorpius y decirle un vago “te veo en el tren” antes de girar su pasos y alejarse con prisa.

El rubio ensanchó su sonrisa al notar la punta de las orejas de Albus rojos, apostaría lo que fuera a que en ese momento Albus estaba sonrojado.

“Que divertido” pensó antes de acercarse a sus padres para despedirse. Ese año sería muy interesante.

***

Estaban en la biblioteca, había pasado una semana desde que las clases reanudaron. Albus se quejaba sobre no entender algo de Runa Antiguas. Mientras que Scorpius hacía un reporte para la clase de DCAO.

-¡No entiendo! -gimió frustrado Albus.

Scorpius miró a su amigo momentáneamente y una idea se le ocurrió, se levantó de su asiento rodeó la mesa y se colocó detrás de Albus; se inclinó muy cerca de su rostro y dijo:

-¿Qué es lo que no entiendes? -preguntó.

Escuchó como Albus carraspeaba y notó como se esforzaba en mirar el libro fijamente.

-E-esta parte -dijo el chico señalando con una temblorosa mano la parte que no entendía.

El rubio sonrió de lado con sutileza colocó su propia mano sobre la de Albus y la deslizó por las líneas del texto. Se inclinó un poco más y habló justamente sobre el oído de Albus.

-Debes leer esta parte antes del siguiente párrafo, de lo contrario no lo entenderás.

-Y-ya veo -dijo Albus finalizando con una sonrisa nerviosa-. M-me tengo que ir -dijo antes de cerrar los libros y guardar sus cosas.

Scorpius se alejó y vio como Albus se marchaba.

-¡Al! -Llamó, el mencionado giró-. Nos vemos -dijo haciendo un gesto con la cabeza disfrutando el sonrojo y el seco asentimiento que le dedicó su amigo.

“Definitivamente, divertido; aunque, también es un poco adorable” pensó con risa regresando a su asiento para continuar con sus deberes.

***

Estaba en el gran comedor comiendo tranquilamente con Sebastián y Amanda en la mesa de su casa cuando Albus se acercó a ellos.

-¡Hola chicos! -saludó el Gryffindor al grupo.

Scorpius utilizó a Albus como espaldar ya que estaba detrás de sí.

-¡Hola! -respondió el rubio inclinando su cabeza hacía atrás para mirar desde abajo a Albus.

Sonrió de lado cuando notó que Albus recorría con la mirada su rostro y cuello.

-¿Q-qué estás h-haciendo? -preguntó el Gryffindor alejando al rubio de su cuerpo.

Scorpius se encogió de hombros antes de correrse para que Albus se sentase juntó a él.

-¿Te botaron de tú mesa? -preguntó Sebastián mirando de reojo a su rubio amigo.

Amanda no dijo nada pero miró con los ojos entrecerrados a Scorpius.

-¿Qué? Espera, ¡No! Solo quería estar aquí. El estúpido de Lysander acosa a mi hermana -gruñó por lo bajo Albus.

-Mmmm, ¿ya desayunaste? -preguntó Scorpius ignorando el comentario anterior de Albus.

Albus negó.

-Bueno, es que Lily es bastante guapa -dijo Amanda mirando con extrañeza como Scorpius tomaba un plato vacío y servía un poco de comida antes de ofrecérselo a Albus quien lo recibió con sospecha antes de agradecer por lo bajo.

-Sé qué es guapa, pero el tipo no me cae muy bien que se diga -dijo Albus antes de morder una de las tostadas que Scorpius había colocado en su plato.

-Y además es idiota, recuerdo que ella babeaba el suelo por donde caminaba el chico Lupin -dijo Sebastián antes de tomar de su taza con té.

-Sí, incluso creo que salen pero qué se le hace -dijo Albus encogiéndose de hombros mientras untaba chocolate en una de las tostadas.

-Tienes que cuidarla, es tu hermana -dijo Amanda inclinándose sobre Sebastián para tomar la mermelada de fresas.

-¡Lo sé! Pero la estúpida me manda a volar nada más me acerco para decirle que Lysander no es una blanca paloma -comentó con fastidio antes de morder la tostada con chocolate.

Albus masticaba tranquilamente ignorando que en la comisura de sus labios había una gota de chocolate. Pero Scorpius sí que la noto. Sin sutileza obligó a Albus a mirarlo (quien por cierto lo estaba dejando de lado solo por hablar con Sebastián y Amanda) y deslizó su dedo índice por el labio inferior de Albus arrastrando el chocolate.

-Ten más cuidado cuando comes -dijo Scorpius antes de llevar el resto de chocolate a su boca y chupar su dedo sin apartar la mirada de los sorprendidos ojos verdes de Albus.

Sebastián miró boquiabierto a Scorpius y Amanda miró con brillos en los ojos a Albus y a Scorpius. El chico Potter comenzó a toser descontroladamente sintiendo como un calor se extendía desde su ingle hasta el resto de su cuerpo. Sus mejillas estaban encendidas. Miró a Scorpius con el ceño fruncido.

-¿¡Scorpius!?

-Dime -dijo el rubio con una sonrisa burlona tomando la taza de café.

Albus abrió la boca para decir algo pero los murmullos a su alrededor lo hicieron voltear para ver como Lysander besaba a su hermana, quien intentaba apartarlo sin lograrlo.

El rojo de vergüenza en el rostro de Albus pasó a uno lleno de furia. Se levantó dispuesto a matar de ser necesario, Scorpius lo secundo y luego siguieron Amanda y Sebastián.

Albus llegó en dos zancadas junto al chico y apartó a Lysander con fuerza empujándolo, causando que cayera al suelo.  Amanda tiró del brazo de Lily mientras que le dirigía una fiera mirada al rubio que se había atrevido a forzar a la pelirroja. Los Weasley no tardaron en levantarse y colocarse detrás del grupo. Dominique y Molly rodearon inmediatamente a Amanda y a Lily para asegurarse de que estuviese bien.

Lysander se reincorporó y miró con altanería al grupo. A los pocos minutos a su lado estaba su hermano y sus amigos. El comedor estaba en silencio, expectante a la batalla que se avecinaba.

-Fue una idea estúpida hacer eso -gruñó Albus.

-Ella también lo deseaba -comentó mordaz el chico.

-¡Claro que no, idiota! -gritó indignada Lily caminando hasta él-. Para tu puñetera información tengo novio -dijo entre dientes la pelirroja.

-No pareciera, por la forma en que la pasas conmigo…

Albus iba a golpear al chico por humillar a su hermana de aquella manera pero Scorpius se le adelantó. El rubio estampó su puño contra el rostro de Lysander.

-No vales la pena para que use mi magia o para que Albus sea quien te golpee. Mira a tu alrededor idiota, tienes todas las de perder no te la des de… machito -dijo Scorpius antes de girarse y mirar a Lily quien apretaba los puños.

Ignoró a la pelirroja y se acercó a quien realmente le preocupaba.

-¿Estas bien? -preguntó a Albus.

El chico lo ignoró y se acercó a su hermana, la tomó de la mano y tiró de ella para salir del gran comedor. Scorpius fue detrás de ellos.

-Scorpius regañará a Lily -dijo Molly negando antes de retornar a su mesa.

-Si no fuese por él estaría en malos paso, en ocasiones me pregunto si su hermano mayor es Scorpius y no James y Albus -dijo Dominique sentándose junto a su prima.

-Es mejor así, después de todo es el eterno amor de la vida de Albus -dijo Hugo con gracia.

-Sí, aunque ya va siendo hora de que estén juntos -agregó Molly con el ceño fruncido-. ¿Qué piensas, Amanda?

-Intervendré de ser necesario -dijo la mencionada con una mirada de superioridad.

-Tú no harás nada, no es tu asuntó -riñó Sebastián a su novia antes de tirar de ella para regresar a su mesa.

Fuera del gran comedor Albus abrazaba a su hermana quien escondía el rostro en el pecho de su hermano.

-Yo no salgo con él, no hago nada con él -dijo Lily preocupada-. Si Teddy…

-Shhh, todos vimos lo que pasó él lo entenderá -dijo Albus dando suaves palmaditas en la espalada de su hermana.

-Lo siento, debí escucharte…

Albus se separó de su hermana y negó.

-Sí, debiste escucharlo -dijo Scorpius con el ceño fruncido, Albus era demasiado condescendiente con su hermana-. Pero ahora todo está bien, no desobedezcas a tus hermanos, siempre te pasan estas cosas por eso -dijo el rubio acercándose a la pelirroja para tirar de una de sus mejillas-. Lo mismo fue cuando decidiste ignorar a James y te escapaste para ir a una fiesta donde todos eran mayores que tú y había mucho alcohol.

-Ya he pedido disculpas por…

-No las suficientes, James, Albus y Teddy terminaron en muchos problemas por ti. Crece, idiota -dijo Scorpius tirando con más fuerza de la mejilla de Lily.

-Ya, déjala -dijo Albus tomando la mano del rubio.

Lily sobó su mejilla y miró haciendo puchero a su hermano.

-Dile algo, el idiota es muy cruel conmigo -dijo Lily a su hermano.

-Lily, diga lo que le diga seguirá regañándote, es el único que lo hace sin miedo a perder una extremidad. Papá y mamá te tienen muy consentida -dijo Albus liberando un suspiro.

Lily se cruzó de brazos y giró el rostro indignada.

-Tienen qué, soy la princesa de la casa.

-Una princesa no es tan jodidamente irresponsable -dijo Scorpius esta vez dando un suave golpecito en la frente de Lily-. Ahora largo, ve a tus clases y no quiero más problemas o seré yo quien vaya con el chisme a tu padre sobre tu relación con Teddy.

-¡Eres insoportablemente idiota! -dijo Lily antes de girar y alejarse del par regañada.

-Tienes que decirme tu secreto para controlar a esa niña.

-El secreto está en tener mano dura, regañarla cuando es debido y premiarla cuando lo merezca -dijo Scorpius encogiéndose de hombros.

-Ni siquiera mi padre comprende cómo es que te obedece más a ti que a nosotros.

-Soy inmune a miradas de corderito degollado -dijo el rubio encogiéndose de hombros.

Albus miró fastidiado al rubio, bufó antes de alejarse.

“Aunque últimamente no puedo resistirme a tus miradas” pensó el rubio sintiendo su corazón acelerase repentinamente.

***

Era la noche previa a navidad y Scorpius había decidido pasarla en Hogwarts, Albus había imitado su accionar quedándose con él.

Estaban en la sala común de Gryffindor,  esperando la media noche. Se sentían como dos niños pequeños, ambos estaban frente al gran árbol de navidad. Estaban ansiosos a la espera de la media noche.

-Nunca me cansaré de esto -dijo Albus con una infantil sonrisa.

Scorpius no dijo nada, en ese momento las campanadas resonaron anunciando la media noche. Albus soltó un chillido de emoción al ver como los regalos aparecían poco a poco. Eran los regalos que enviaron los padres de los que aún permanecían en Hogwarts, siempre era de aquella manera. A la media noche los regalos simplemente aparecían. En casa solía sentarse con sus hermanos pero desde que pasó navidad en Hogwarts en tercer año hacía eso con Scorpius.

El rubio miró embelesado las facciones de Albus. Su mirada brillaba y su sonrisa era resplandeciente. Su corazón se aceleró y sus mejillas se sintieron calientes. Se cabeza dio vueltas y le costaba respirar. Miró los regalos sorprendido, se había perdido el momento pero no se arrepentía, nunca había prestado atención a la reacción de Albus y ahora que lo había hecho se dio cuenta de algo.

“Yo también estoy enamorado de Albus” pensó sintiendo como su acelerado corazón latía dolorosamente.

Albus se levantó del suelo y se acercó para buscar sus regalos.

-¡Scorp! Ven -dijo emocionado el moreno.

Scorpius asintió a penas. Se acercó y buscó con lentitud sus regalos turbado por el descubrimiento. Recibió de sus padres un kit de costosos ingredientes para pociones y su corazón se detuvo. En ese momento recordó las palabras de Albus aquella noche de luna llena.

“¿Por qué no me di cuenta antes? Amo a Scorpius, lo amo y no quiero perderlo, no quiero que se vaya”.

Comprendió el dolor que había en sus palabras, comprendió la incertidumbre, comprendió todo lo que sintió Albus en ese momento. “No quiero irme” pensó mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Suspiró y calmó su respiración. No podía demostrar lo que sentía, no podía permitir que nada cambiase entre ellos.

Scorpius comprendió sobre todo, por qué Albus no se había atrevido a decirle lo que sentía.

Miedo,  a ser rechazado, aunque sonase estúpido temía que eso sucediese.

Vergüenza, qué pensaría de él, era un idiota no podía evitar el sentimiento.

Es mejor así, su amistad es más importante.

 


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