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Criminal por Eruka Frog

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Notas del capitulo:

Hola, gracias a los que leyeron y sobretodo a los que comentaron, y de esas dos personas, especiales gracias a Karolita, que ha leído y comentado varias de mis historias, no sé cómo me aguantas =D

 

 

 

 

Capítulo 4.

 

Desde que conociera a Naruto, nunca se había obsesionado tanto con alguien. A diferencia de lo que parecía ser casi el cien por cien de la escuela, él sí encontraba extraño que un alumno fuese promovido dos clases de modo tan misterioso, casi al final del ciclo y sin un aviso previo al consejo escolar, tan importante en una institución como Konoha, que fomentaba la independencia de sus alumnos. Así se lo había dicho a Hyuga Neji, el actual presidente de dicho consejo, que había asentido antes de convocar a una junta urgente.

 

-No tiene sentido –dijo Sakura, apenas todos los miembros estuvieron presentes en el aula reservada para su uso particular- pensé que quizás querían que tomara los exámenes finales para promoverlo otro año más, pero no es tan fácil.

 

-Se necesitan pruebas muy concretas para promover a un estudiante, así como un historial académico que lo respalde –aseguró Neji. Los restantes miembros del consejo asintieron cada uno con distintos niveles de desconfianza.

 

-¿No tenemos su expediente? –interrogó Sasuke, que realmente no necesitaba a esa bola de payasos, pero Neji era quien con mayor facilidad podía darle acceso al expediente del pelirrojo.

 

-Lo tenemos –Tenten, del mismo grado que Neji, puso sobre la mesa una carpeta blanca, en la que se leían los caracteres del nombre del objeto de la discusión. Sakura la tomó y la hojeo unos segundos, componiendo más y más una mueca de confusión –pero no dice nada significativo, sólo que estuvo inactivo unos meses antes de entrar a esta escuela, lo que podría decirnos que estuvo presentando pruebas para ser adelantado, y algunas recomendaciones genéricas de sus profesores, instando a Konoha a aceptarlo como estudiante de primer año.

 

-¿Puro nepotismo? –interrogó por primera vez Kimimaru, que hasta entonces había escuchado todo en silencio.

 

-Puede ser, pero Sabaku ha demostrado, estos pocos días, que está a la altura de las circunstancias. Se sabe muy bien todos los temas vistos, aprende con rapidez y, para ser franca, tiene la misma actitud correctísima que… bueno, Sasuke-kun –replico Sakura instantáneamente. Todos miraron al aludido, que no se molestó en responder de ninguna manera.

 

-Hablaré de esto con el director, pero no me gusta que se nos haya pasado por alto –sentenció Neji, dando por finalizada la junta.

 

De esa reunión, Sasuke sólo se quedó con el expediente, lo demás resultaba obvio. A él mismo lo habían intentado promover unos años antes, pero se había negado porque, y aquello era un secreto que se llevaría a la tumba, no le apetecía dejar de lado su reinado de terror (como seguramente lo llamaría Naruto) e instalarse en alguna escuela de nivel superior le parecía que como mínimo, estaría más vigilado. Ya tendría la universidad para mostrar su superioridad.

 

Todas las recomendaciones plasmadas en el expediente eran formales y sin ningún tipo de carga afectiva, como deberían ser, pero ninguna ahondaba en las pruebas con las que el menor había sido examinado, sólo se referían a él como un estudiante avanzado que necesitaba una interacción intelectual más elevada de la que sus compañeros podrían otorgarle. Pero Gaara no había llegado a Konoha para interactuar con nadie, según le parecía. Al contrario, parecía que estaba predispuesto al ostracismo, y toda la atención que tenía en aquel momento no le parecía especialmente atractiva. Comprobó la institución previa, un instituto privado bastante conocido, y los maestros nombrados en el expediente, todos actualmente en servicio y con historiales insuperables.

 

Tras algunas búsquedas en internet, supo que en efecto Gaara había ganado algunos premios académicos importantes casi desde el jardín de infantes, pero aparte de ello el pelirrojo no tenía ninguna cuenta social en ningún sitio conocido. Al poner Sabaku en el buscador, sólo arrojaba resultados de un par de familias con nombres parecidos y, escasamente, sobre la que él creía que era su familia en particular. De ser así, los Sabaku provenían de Takamatsu, bastante lejos de Tokio, parecía que su familia se había quedado en la lejana ciudad portuaria en vez de mudarse a Tokio, como había hecho Gaara al entrar a la secundaria. Sus hermanos sí que tenían cuentas sociales, pues ella era una bastante activa estudiante de primer año de universidad y su hermano un artista. No pertenecían a una familia renombrada, más que nada porque eran burgueses de toda la vida, pero sí que tenían relevancia suficiente para que no resultara extraño que su hijo menor acudiera a escuelas privadas.

 

Y en la comprobación personal de Gaara, cuando había revisado su mochila y demás pertenencias, no había encontrado nada aparte de libros. El menor no tomaba apuntes y por lo que sabía, entregaba directamente sus trabajos a los maestro, como el resto. Tenía dos plumas y un lápiz, pero no parecía ni siquiera haberse tomado la molestia de estrenarlos. No había accedido a su teléfono, porque el pelirrojo parecía ser el último ser humano en la tierra sin contar con un dispositivo móvil, y cuando hizo que Suigetsu lo siguiera a casa, le había informado que vivía en una residencia de estudiantes, algo pija, pero nada fuera de lo normal.

 

Casi se daba por vencido, pensando que aunque parcial y subjetiva, la promoción de Gaara no tenía nada de particular, y comenzaba a asimilarlo como otro estudiante no tan molesto más, cuando lo detuvo en su camino a encontrarse con Naruto.

 

-Uchiha –llamó desde una banca. Pensó en esquivarlo o ignorarlo, pero entonces Gaara se adelantó.

 

-Estoy ocupado, en otro momento será… -casi balbuceó, porque aunque a veces le daba morbo hacer esperar a Naruto, la verdad es que él sentía la misma urgencia de liberarse que el rubito. No obstante, Gaara comenzó a caminar con él.

 

-Uchiha –llamó otra vez, y esta vez se detuvo porque parecía evidente que Gaara no se había intimidado por su respuesta cortante, así que quizás tendría que ser todavía más directo.

 

-He dicho que estoy ocupado –dijo, mirando  duramente al más bajo.

 

-Te escuché la primera vez –se limitó a contestar, sujetándolo de la chaqueta del uniforme. Eso hizo que casi perdiera el control  y le soltara un golpe ahí mismo, pero a esa hora y en ese lugar todavía había un flujo esperable de estudiantes. Se conformó (momentáneamente) con fusilar aquella mano pequeña y desagradablemente blanca que intentaba hacer contacto con él –es urgente, me he dejado algo en el libro que te presté hoy –un mundo feliz, de Aldous Huxley, Sasuke ya lo había leído pero le pareció una forma tan buena como cualquier otra de no despegar un ojo de él.

 

-Toma –casi le arrojó el libro tras sacarlo de la mochila, pero para su sorpresa, Gaara no había dejado de sujetarlo. El pequeño pelirrojo seguía afianzado de su chaqueta, pero su agarre era suave, asquerosamente delicado como todo él. Se encontró con los ojos verdes que parecían contener el paradisiaco océano en ellos, mirándolo con atención. Una de las cosas que tenía Naruto y que lo hacían tan jodidamente irresistible, es que nada en él era delicado. Podía ser bajo y delgado, pero en sus  movimientos siempre había una energía desmesurada.

 

-Espera –pidió Gaara. De la misma forma en que no se había dado cuenta de que lo sujetaba, no se dio cuenta cuando dejó de hacerlo. Gaara tenía una hoja en la mano y otra en el libro, que le tendía de vuelta.

 

-Esa hoja no estaba ahí –dijo, bastante seguro porque había inspeccionado el libro con la misma manía que todo lo demás que pasaba por cualquiera de sus sentidos.

 

-¿No? –interrogó  Gaara sin inflexión en la voz, a lo mucho, le pareció que el pelirrojo se aburría-Es una nota de compra. Mira, ahí vienen Iruka y Kakashi-sensei –en efecto, los dos maestros se dirigían a ellos. En ese justo momento, como un flashazo de comprensión y mirando la impavidez del taheño, supo que estaba siendo retrasado a propósito.

 

Tras desasirse de las tres personas, se dirigió como un bólido hacia los vestidores, donde Naruto seguramente lo estaría maldiciendo. No se esperaba encontrarse con su asqueroso primo, Sai. Y menos, que los dos estuvieran tan pegados. Hacía mucho que Itachi le había dicho cómo apagar la lava que ningún Uchiha respetable debía tener, de modo que esa explosión de furia lo sorprendió hasta él.

 

Sai era un cerdo en todo sentido, había puesto los ojos en Naruto apenas conocerlo, casi un año atrás, y sabía que le hacía propuestas bastante indecorosas a Naruto cuando lo veía, pero le daba un poco igual porque sabía que tenía al rubio demasiado atado a él como para preocuparse por cada persona que intentara acercarse. Además, Sai tenía preferencia por las mujeres, y de estas, preferentes mayores que él, así que tomaba sus palabras como una broma dirigida a Sasuke con el objeto de desestabilizarle, cosa que no permitiría jamás.

 

Pero Sai pasó  a su lado, y con voz cargada de burla, había aludido a sus uñas.

 

Aunque eran primos, no es como si estuvieran demasiado unidos, sobretodo porque Kurenai, madre de Sai  y prima de Mikoto, la matriarca de los Uchiha, era la oveja negra de la familia, al haberse casado sumamente joven con un hombre que le doblaba la edad y que al conocerla estaba casado con otra.  Aunque nunca se había podido demostrar una infidelidad, Kurenai ya no era bien vista por nadie en su familia. No obstante, Mikoto había intentado un acercamiento con ella y su hijo, porque así de ingenua era su madre, y le parecía que acercar a su retoño con alguien que no fuera un Uchiha de nacimiento, podía ser beneficioso.

 

Lo único que había sacado de ello, es que Sai lo conociera antes de haber conseguido el perfecto dominio de su persona. Y claro, que su padre le pegara con la vara en la cara, todo porque en algún momento Sai, con toda la intención de joderle, había estornudado en plena cena y Sasuke, sin poder contenerse, le había gritado frente a todos en respuesta.

 

Sai sabía que Sasuke se mordía las uñas hasta hacerlas sangrar porque lo había visto hacerlo, y de alguna manera sabía también que cuando pensaba que estaba dormido, su madre entraba a su habitación a revisar y besar sus manos, llena de preocupación por la manía de su hijo menor. Luego del evento de la cena, se habían alejado todavía más, así que al encontrárselo en la preparatoria, había puesto siempre tierra de por medio.

 

A los irritantes mocosos de su edad les pegaba o los hacía miserables por placer y deber, pero a la gente a la que de verdad odiaba, procuraba ignorarla, a sabiendas de que cuando pusiera una mano sobre ellos, no sería para darles una lección de modales.

 

Después de que Naruto se fuera, se quedó mirando hacia el lugar en donde habían estado los dos, reflexionando un poco las cosas. Sabía que su primo estaba enterado de sus movidas, incluso de las relacionadas con Naruto, lo que no le parecía sorprendente porque siempre había sido un entrometido de mierda y de alguna manera se las arreglaba para saber todo de todos. Tenía la intuición de que mientras él mismo disfrutaba muchísimo pegando a otros, Sai disfrutaba haciendo que los demás se sintieran incómodamente expuestos ante él.

 

Dicho de otro modo, Sai había entrado a los vestidores sabiendo que encontraría a Naruto, y sabía que Naruto estaría solo porque tenía  a alguien evitando que él se reuniera con él. No tenía ni la más perdida idea de cómo, pero estaba claro que Gaara lo había detenido siguiendo alguna indicación de Sai.

 

En medio de sus cavilaciones, pasó cruelmente por alto lo más importante de ese día: Naruto se había marchado y él ni siquiera había pensado ir tras él.

 

 

Notas finales:

Ya las cosas se van aclarando, espero que les vaya gustando el desarrollo del fanfic. He decidido hacer las actualizaciones algo más alejadas de lo que inicialmente planeé, esto porque realmente necesito irme dando mi tiempo para asegurarme de que todo tiene un hilo más o menos coherente.

 

Si notan errores, por favor señálenlos, así sean errores que les parezcan subjetivos. Estoy en un periodo bastante confuso, narrativamente hablando. 

 

Por cierto, me estoy dejando convencer de unirme a wattpad, ¿algun alma caritativa que me pueda orientar?

 

Gracias por leer.

 

Kissus ^x^


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