Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Criminal por Eruka Frog

[Reviews - 38]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, ¿cómo están? gracias por los comentarios, ya están respondidos, de verdad muchas gracias por leer y comentar.

 

Este capítulo es la razón por la que continué este fanfic en vez de dejarlo como un oneshot, tiene las partes que más me emocionan y no sé, creo que es el capítulo más decente, si es muy fanteseoso, culpen a los primeros capítulos de Naruto, cuando todos eran así bien niños xD

 

Capítulo 6.

 

Los días siguientes pasaron  como si estuviera tocando neblina. No es como si de repente le hubiese dejado de hablar a Sasuke, porque eso habría sido infinitamente raro y las preguntas comenzarían a estallar, sólo había dejado de seguirlo a sus… lecciones de modales, y procuraba no quedarse a solas con él, pero fuera de eso, es como si todo siguiera igual. Seguía haciéndole pullas acerca de cosas ridículas frente a los demás, pasando del bando de los perdedores como Chouji, Lee y Kiba al de los alumnos decentes de la academia, como lo eran todo el puto séquito de Sasuke, pasando por el intermedio eterno de los alumnos que por un lado eran brillantes por alguna razón y por el otro eran luces consumidas (Shikamaru, Hinata, y los que le daba pereza nombrar),  intentando que ni de un lado ni de otro se diesen cuenta de lo mucho que había cambiado su relación con el moreno.

 

Sabía que Chouji se había salvado de la tremenda golpiza porque el chico había llegado de una pieza a la escuela, pero era evidente que el propio Chouji se sentía de ese modo más incómodo que si Sasuke lo hubiese golpeado.  Naruto se preguntó si se sentiría como ganarse la lotería sin comprar boleto, todo el tiempo paranoico esperando a que te quiten el dinero de las manos. Al principio Naruto había creído, iluso como él solo, que quizás Sasuke se desmotivaría por la falta de público, pero luego supo que un alumno de otra clase, de quien ni siquiera recordaba el nombre, había faltado dos días a clases por las graves heridas que, según decía el mismo estudiante, le había ocasionado un asaltante.

 

La epidemia de asaltos preocupó de verdad a la comunidad escolar, cuando empezaron a ocurrir a razón de uno cada dos o tres días. Naruto había cruzado un par de miradas con Sasuke, intentando saber si estaba tan colérico como sus actos mostraban, o simplemente estaba especialmente irritante por alguna cosa totalmente ajena a él.

 

Gaara, por ejemplo.

 

Ahora que se sentía con la necesidad de redimirse, había enterrado la secreta hacha de la guerra, intentando comportarse con el pelirrojo de forma normal. Estaban por terminar las clases de ese ciclo, y en su esfuerzo por comportarse normal, se encontraba observando detenidamente al chico, esperando que su atención lo disculpara de su anterior conducta antipática. Gaara no se daba por enterado, porque estaba muy ocupado preparándose para los exámenes de primero y segundo, dispuesto a pasar al último año de un tirón. Aquello le pareció extraño, y un poco preocupante al ver como la blanca piel se teñía de ojeras apenas visibles, pero preocupantes en un chico de su edad.

 

-Luces pálido, Gaara –tras unas cuantas negativas a llamarle por su apellido, Gaara había decidido pasar de él y sus costumbres dicharacheras. Susurró aquello en medio de la clase de Iruka-sensei, mirando de reojo que el mayor no escuchara.

 

-Siempre está pálido –le dijo justamente Sasuke, a tres bancas de distancia y aun así más discretamente que él.

 

-Más pálido –insistió Naruto.

 

-No estoy pálido, gracias por tu interés –cortó Gaara. Sasuke y Naruto por fin cruzaron una mirada, cargada de molestia por ambas partes aunque ninguno entendía el porqué.

 

A Naruto le supo muy mal que Sasuke estuviese tan al pendiente de los tonos de palidez de Gaara, y renacieron un poco sus instintos homicidas hacia el pelirrojo, pero intentó tranquilizarse. Por otra parte, Sasuke se estaba irritando bastante porque Naruto se interesara por el molesto taheño y no por él, como solía ser el caso. Ambos chicos estaban inmersos en su chaqueta mental, que tardaron más de lo norma en darse cuenta de lo que ocurrió.

Porque de pronto, salido de ninguna parte, Gaara se desplomó sobre su propio asiento. De no ser por el ruido sordo que hizo, todos habrían creído que simplemente se estaba tomando una siesta.

 

Iruka-sensei se acercó alarmado al muchachito, pero para entonces Gaara ya estaba erguido de nuevo y, aunque confuso, miraba todo como si la escena nada tuviera que ver con él. Pero el maestro no era escogido cada año como el favorito de los alumnos por nada, en menos de dos minutos ya estaba llevando al más joven a la enfermería mientras pedía a Sakura, delegada de clases, que informara de lo sucedido al director.

 

Después de esto todos quedaron en silencio dos segundos para luego comenzar a hablar sobre el incidente. Un buen chisme era una razón insuperable para comenzar a armar bullicio, aunque se preocuparan sinceramente por su compañero.  Naruto instintivamente miró a Sasuke, no sabía por qué, pero sentía que lo ocurrido era una de esas cosas que irritaban al Uchiha al punto de los golpes. Pero no podía ser así, creía que ni siquiera él se metería con un alumno menor que había perturbado su paz y rutina desmayándose de cansancio…

 

Y sin embargo lo siguió después de clases. Para entonces Gaara ya se había recobrado del todo, y había insistido en quedarse en la escuela. En el nuevo rumoreo, se decía que los maestros no le iban a permitir presentar los exámenes de segundo, por consideración a su salud. Hasta el momento, el pelirrojo no se había pronunciado al respecto, y había vuelto a la última clase con un aspecto más cansado que molesto. Al escucharse la campana que indicaba el fin de las clases de ese día,  Sasuke le dirigió un largo susurro para después conducirlo con gran facilidad hasta una huerto que sólo se usaba tres días a la semana.

 

El pelirrojo evidentemente no se esperaba nada malo, porque aparte de ser lo bastante correcto como para no merecer la ira de Sasuke, también era demasiado nuevo para saber remotamente algo de la fama que precedía al moreno entre una parte del alumnado.  Cuando estuvieron solos, Gaara se paró de frente a Sasuke, y al ver que no decía una palabra, comenzó:

 

-Dijiste que ibas a mostrarme algo, Uchiha –podía no estarse esperando nada malo, pero igual parecía querer deslindarse del asunto lo antes posible.

 

-Sí, esto –ante el asombro de Naruto (Gaara parecía inmune a todo), Sasuke le tendió lo que parecía un expediente bastante grueso y maltratado-es tu expediente real, no la mierda que tu escuela entregó a Konoha.

 

El pelirrojo no se molestó en tomar el expediente, así que Sasuke comenzó a hojearlo.

 

-Para ser un alumno avanzado y respetable, tienes un historial francamente alarmante… vamos a ver, conducta sexual inapropiada ¿te tiras a los maestros para que te pongan esas recomendaciones tan buenas?, absoluta falta de respeto hacia las autoridades ¿si no caen con el sexo simplemente pasas de ellos? Comportamiento antisocial grave ¿eso es porque te crees mejor que los demás? Porque estas hojas no dicen lo mismo. Sin ir más lejos, te aseguro que  si el director ve estas notas, te puedes ir olvidando no sólo de adelantar grados, sino de la escuela…

 

No se lo vio venir, pues de un momento a otro Gaara pasó de cero a diez. En un momento estaba absolutamente sereno ante las acusaciones de Sasuke, para el segundo siguiente estamparle el puño en el abdomen. Sasuke soltó algo parecido a una risita adolorida, para enseguida asestarle al pelirrojo una patada en la cara, que si no le rompió la nariz estuvo a punto de hacerlo. Para su sorpresa, Gaara ni siquiera intentó apartarse, pues apenas Sasuke le había pegado, ya estaba haciendo un movimiento guiado por la clara práctica de la pelea callejera y tenía a Sasuke inmovilizado sobre el piso.

 

-Violencia desmedida hacia compañeros, ese es el punto en rojo de todo tu despreciable historial –pese a estar en el suelo, Sasuke parecía dueño de sí mismo y recitó aquella falta con tono de presentador. Contrario a él, Gaara parecía decidido a matarlo. Por su parte, Naruto, que estaba escondido detrás de la jardinera de  las legumbres, algo alejado pero listo para pasar a la acción esta vez, se levantó de un salto, consciente de que contrario a sus ingenuas ideas, era Sasuke quien necesitaba refuerzos.

 

-Cuando miras al abismo, el abismo te mira a ti –eso junto a unos brazos firmes, le impidieron avanzar. No tuvo que girar para saber que se trataba de Sai, le había dicho eso mismo cuando le preguntó (hacia muchos meses), cansado, cómo es que sabía que se excitaba viendo a Sasuke pegarle a alguien.

 

-Suéltame, joder, ¿no ves que Gaara se volvió demente? –farfulló, intentando soltarse de él.

 

-No se volvió nada, ya era así y Sasuke acaba de cometer la estupidez de soltar una bomba.

 

Sasuke no duró mucho tiempo en el suelo. Aunque sabía gracias al expediente real de Gaara, conseguido con un número ridículo de sobornos e intimidaciones, que aquel pequeñajo de aspecto de muñeca no era lo que parecía, le pareció asombroso que Gaara lo atacara tan rápido. Él esperaba que se liase primero con una sarta de comentarios cortantes que él respondería de igual forma antes de lanzarse a la pelea real, pero ahí donde Sasuke era puro hielo y escondía en su interior el contenido espíritu de un sociópata, Gaara dejaba ver que él era pura bestialidad.

 

Logró pegarle en el abdomen, pero el pelirrojito sabía pelear. En todos sus años de reeducar a golpes a los demás, Sasuke se había encontrado con diversas versiones de defensa personal, incluso habían logrado darle un puñetazo o dos, pero la gran mayoría de las personas no sabían pelear ni defenderse, y los que sabían un poco al respecto, no estaban a la altura de un Uchiha. Gaara tenía una forma de pelear totalmente temeraria y falta de sentido del peligro,  no intentaba esquivar uno solo de sus golpes, los recibía o bloqueaba pero no se detenía a pensar en el dolor, sino que aprovechaba la ventajosa posición que él dejaba ver después de cada golpe (ventaja de la que recién se venía enterando), y que nadie más había aprovechado porque estaban ocupados lamentándose por el dolor.

 

Sabaku no Gaara, el pequeñajo estudiante, con aquel falso expediente y una relación inexplicable con su primo, era como la jodida caja de Pandora: un exterior límpido y delicado, simplemente listo para que los incautos como él corrieran la tapa y salieran todos los pecados y demonios contenidos en su persona. Cuando a duras penas esquivó un rodillazo en la entrepierna supo que el otro era capaz de matarlo, de arrancarle los testículos y hacérselos tragar. Aun así no había llegado a ser quien era por preocuparse por nimiedades como el talento de los demás. Él, que sí se detenía por el dolor, tenía más cuidado en apuntar en lugares estratégicos, mientras Gaara gozaba de una fuerza que nunca hubiera imaginado en un individuo de su edad y complexión.

 

-Dijiste que estarías ahí si Sasuke confrontaba a Gaara –casi gritó Naruto, mientras observaba como la pelea se hacía más pareja, pero también que ambos estaban sangrando y envueltos en sudor. Sai se rio a su lado, sin dejarlo ir. Los dos estaban demasiado concentrados en su pelea como para escuchar el escándalo que tenía a unos quince metros.

 

-Sí, para mirar como a Sasuke le dan la paliza que se merece –dijo divertido- ¿creíste que Sasuke siempre se saldría con la suya? En algún momento esto tenía que pasar, hay que divertirnos con el espectáculo, ya que lo tenemos tan a la mano.

 

Y parecía sinceramente divertido. No había pensado nunca en Sai como una persona peligrosa, pero en ese momento se asustó terriblemente, porque parecía más que evidente que aquello era una pelea de resistencia, y aunque Sasuke era terriblemente bueno, Gaara parecía incansable.

 

-Déjame ir.

 

-¿Qué vas a hacer tú metido en una pelea como esa? –interrogó con curiosidad- lo mínimo que va a pasar si te dejo ir, es que alguno de los dos te deje inconsciente.

 

-No, sé que Sasuke parará…

 

-Entonces lo dejas a merced de Gaara, que no va a parar sólo porque tú estés en el medio. No es del tipo escrupuloso.

 

-Lo conoces… -acusó y entendió de pronto. Sai asintió con sencilla franqueza- ¿no puedes detenerle? –preguntó angustiado. En aquel momento, Gaara logró darle en la entrepierna a Sasuke, y él forcejeó para zafarse. Él mismo se había peleado un montón de veces, pero aquello era otro nivel, y las manos de pintor de Sai parecían ahora garras afianzadas a su cuerpo.

 

-Puedo, pero no le veo el caso…

 

-Es tu primo, joder, si Gaara se pasa o algo, y de hecho ya se pasó, se va a armar un escándalo.

 

-Bueno, no me importa especialmente, si logré disuadir a toda la plantilla de profesores de su anterior escuela, te aseguro que no me será difícil hacerlo aquí también. Los Uchiha no pondrán pegas,  después de todo, sé muy bien cómo convencerlos –replicó el moreno con premeditación, estaba claro que ya había pensado en ese posible escenario, y también era evidente que lo tenía resuelto. A parte de sus manos como garfios, Sai no parecía estar haciendo esfuerzo alguno para detenerlo de ir a contener la pelea, y se preguntó qué clase de odio podría tenerle a los dos chicos como para no importarle el daño que se estaban haciendo.

 

-Sai, por favor –rogó ahora, sabiendo que no podía apelar a la razón, apelando ahora a la misericordia.

-¿Por favor qué? ¿No te parece a ti que lo tienen bien empleado? Los dos tienen un problema de control de la ira evidente, y por fin lo están pagando, tiene gracia que sea uno con el otro.

 

-Por favor –volvió a rogar, cuando Sasuke por fin gritó de dolor. Gaara tenía lo menos una costilla rota, y por fin lucía algo desbalanceado, pero si eso continuaba postergándose, no sabía en qué terminaría.

 

-¿Por qué te importa tanto lo que le pase a Sasuke? ¿No son sólo un rollete, basado en un fetiche gastado? Es lo que piensas siempre –no sabía cómo es que Sai sabía lo que pensaba, pero era justo así.

 

-No, no…

 

-¿No qué? ¿No es lo que le lloriqueas a tu padre, el hombre perfecto? O lo que quieres lloriquearle, que Sasuke sólo te usa como un agujero.

 

-No, no es verdad, Sasuke y yo…

 

-¿Sasuke y tú? No son nada, ni siquiera amigos, si lo fueran, habrías hablado con él antes de montarte un dramón. Lo olvidas, pasas de él y no sabes ni cuál es su color favorito, quieres que te deje ir para que dejen de pegarle, pero sólo te quieres hacer el protagonista.

 

Las palabras como cuchillos eran las especialidad de Sai, en adelante no sería capaz de olvidar que una persona puede hacer mucho más daño hablando, que utilizando los puños. Por un momento dejó de revolverse, pensando en sí realmente era tan egoísta como para querer meterse en la pelea sólo por no quedarse de lado.

 

-¿O lo que te preocupa es que Sasuke se excite más peleando con Gaara que follándote a escondidas? –otra herida, Sai ni siquiera parecía divertido, soltaba todo eso con parsimonia, como si aquellos pensamientos sólo pasaran casualmente por su cabeza y los dijera para romper el silencio –tendría sentido, tú lo has dejado de lado y siempre ha habido rumores acerca de la energía sexual de los Uchiha, no creo que Sasuke aguante mucho más sin llevarse a alguien más a la cama… hablo figuradamente, ya sé que tú no conoces su cama.

 

No aguantó más, quizás por celos o por egoísmo, le soltó su combo especial de patada en las pelotas con mordida marca Uzumaki y codazo en la cara,  y Sai por fin lo liberó dos segundos, lo suficiente para que corriera dos metros, pero no lo suficiente para llegar a ellos, que parecían soltarse golpes por pura inercia. Sai pronto lo tenía debajo de su cuerpo, haciéndole una llave tan dolorosa como inmovilizante.

 

-Que ganas, de verdad –le soltó en la oreja-¿no ves que si te dejo ir el más perjudicado serás tú? Sasuke no vale tanto como para que tú pierdas esa preciosa nariz tuya.

 

-Por favor, por favor…

 

-Por favor, Sai, haré lo que quieras si me dejas ir, creo que son esas las palabras que estás buscando.

 

-Por favor, Sai, haré lo que quieras si me dejas ir… y haré lo que no quieras también si detienes a Gaara –suplicó, mordiéndose el orgullo.

 

-Eso está mejor, ahora parece un trato entre caballeros.

 

No se entretuvo un segundo, en cuanto sintió a Sai soltarlo, corrió hacia la pelea, donde aunque Gaara tenía los morados más visibles, Sasuke estaba sangrando más. Sin pararse a pensar en lo que hacía, porque esa era su naturaleza, no la del circunspecto muchacho de los últimos días, saltó justo en medio de ambos, encajando un golpe en la espalda por parte de Sasuke y un codazo en el abdomen cortesía del pelirrojo. Sasuke logró parar el siguiente golpe a la vez que lo hacía a un lado, pero Gaara había visto la obvia apertura en su defensa y ya estaba soltando una patada que les dio a ambos.

 

-Es suficiente, cerecita –como si de una palabra clave se tratara, Gaara se detuvo casi en el aire, recibiendo en consecuencia un derechazo de Sasuke en el hombro. Al igual que con todos los golpes anteriores, Gaara no emitió ningún sonido de dolor aparte del jadeo rabioso de la bestia al ser molestada.

 

Como pudo, logró que Sasuke dejara de intentar pegarle a Gaara, mientras que Sai se ponía cerca del menor, no como si intentara protegerlo, más bien como para asegurar que tampoco él reanudaría la pelea.

 

-Lo declaramos un empate –determinó Sai, a lo que Sasuke bufó.

 

-¿Y por qué habría de escucharte?

 

-Porque si no lo haces, le diré a Gaara que deje de jugar y comience a pegarte de verdad, mientras que Naruto y yo probamos fuerzas –respondió  casi con afecto. Le pasó una mano por el hombro a Gaara, que contuvo una mueca de dolor.

 

-Vete al infierno –farfulló por fin el Uchiha. Sin darse cuenta, Naruto lo sostenía protectoramente, mientras que Sasuke parecía dispuesto a demostrar su propia bestialidad si alguno de los otros dos intentaba lastimar a  Naruto.

 

-Qué ganas, de verdad –repitió Sai. –aquí lo importante es que los tres me deben un favor, y aunque me gusta la tortura psicológica de la espera, esta vez haré una excepción y cobraré de inmediato.

 

-¿Qué coño te vamos a deber nosotros? –preguntó Sasuke enfadado –si no parábamos de dolor, te aseguro que terminaríamos cansándonos en algún punto.

 

-Te hice dos favores, Sasuke –respondió el otro moreno con amabilidad –primero, evité que Gaara dejara muy maltrecho a tu precioso amiguito, y segundo, le pedí a Naruto un favor sin condiciones, podríamos decirlo, y me voy a contener de pedirle que participe en un trío conmigo y con Gaara.

 

-¿Tú aceptaste esa estupidez? –interrogó ahora ofendido con Naruto, quien se limitó a asentir.

 

-Y lo que te voy a pedir, Naruto –silencio para generar dramatismo y terror –es que le digas a Sasuke toda la sarta de estupideces en las que vienes pensando desde que Gaara llegó a esta escuela, y tú, Sasuke, he dicho que me debes dos favores. Uno va de regalo, en recuerdo de la putada que te hice cuando éramos niños, y la segunda es que dejes de ser tan idiota y empieces a pensar en Naruto como un Ser Humano independiente, algo tonto, pero capaz de llegar a razonamientos muy lógicos viendo cómo te comportas con él.

 

Sin esperar a que ninguno de los dos pudiera decir nada, cargó a Gaara en brazos, besó con ternura su magullada frente, y se alejó de ahí.

 

Notas finales:

Y es todo por hoy, ya es el penúltimo capítulo, pero tengo un extra basado sólo en la relación de Sai y Gaara. Espero que les gustara, yo amé poner a Gaara en modo shukaku, y adoré todavía más que Sai esté tan al tanto de todo. Eso es lo más OoC de esta historia porque siempre pusieron a Sai como alguien super ajeno a todos, pero yo creo que precisamente esa falta de empatía natural es lo que podría hacer que supiera todo de todos, porque no los ve subjetivamente. Y con Gaara, me encanta ponerlo todo delicadito porque AMO que luego demuestre que de frágil nada, es una fiera que decide controlar su fuerza. 

¿Alguien es fan de The Try Guys, del canal de Youtube Buzzfeed? Se los pregunto porque me estoy mega traumando con el Zagene y me gustaría saber si hay alguien así también, porque hasta ahora sólo he leído fanfics anglosajones u-u

 

Gracias por leer, Kissus ^x^

 

Anuncio personal, es super pesado así que si te lo quieres saltar no hay problema, no es referente a la historia:

Si vieron las notas ridículas que dejé al final del capítulo pasado, una disculpa, estaba algo estresadilla y nostálgica y puse eso, de verdad que no es que les esté cantando que me voy a ir de la página por crear expectación o por attention whore (aunque lo parezca, lo sé), es que realmente soy una persona bien básica. Cuando escribía para el fandom de Harry Potter (hace diez años) era muy joven y la comunidad más pequeña, entonces cuando me pasé al fandom de Naruto fue como que sentí la necesidad de cerrar esa otra parte y borré las historias y la cuenta, me dediqué a este fandom incluso cuando dejé de ver la serie porque me perseguía esta idea de que si lo dejaba y escribía de otras parejas, iba a ser lo mismo que con HP, borrar la historia y la cuenta, supongo que no me detuve a pensar que ya no tengo quince años sino veintiseis, mi mentalidad ha cambiado y en teoría debería ser capaz de empezar algo nuevo sin importar que tenga otras cosas. En estos días me abriré una cuenta en AO3 y quizás en FF.net para experimentar con otros personajes y darme un respiro, incluso estoy pensando en fungir de traductora de varias historias buenísimas (estoy intentado ponerme de acuerdo con una escritora del fandom de Cazadores de Sombras en inglés), compartiré las historias en las plataformas cuando me sea posible. En cuanto comience a hacerlo, les paso los enlaces a las cuentas por si gustan leerme en otros fandoms. Ya tengo una historia lista y varios esbozos. Aprecio mucho a quienes me han leído a lo largo de mis publicaciones intermitentes, creo que al final hemos creado una historia muy bonita juntos. A quienes empiezan a leerme, también muchas gracias, sé que hay muchas historias por ahí y aprecio que se tomen el tiempo para leer las mías.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).