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Si tan sólo no te hubiera conocido por Ryouma XS

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Agrio...era el sabor que tenía en mi boca, áspero y desagradable, mi cabeza punzaba y ante el mínimo sonido parecía que me fuera a explotar.

Tenia resaca... Pero no de todo el alcohol que bebí anoche, sino de aquel encuentro carnal que compartimos, después de que toda la noche fui envuelto por un calor abrazador... Ahora sentía el frío del sofá...el frío de la soledad.

No supe en que momento te fuiste, pero lo que puedo asegurar es que fue por que no me podías ver a la cara, te sentías culpable ya que sabias de mis sentimientos... Quien debía sentirse mal soy yo, me aproveche de tu debilidad, de la soledad que te estaba haciendo sufrir.

Puede que un baño no era lo que necesitara pero fue una acción mecánica, quería limpiar mi cuerpo de tus caricias, los recuerdos de tus manos tocándome quemaban y dolían más que cualquiera de las heridas que aun resaltaban en mi piel. Me rasguñé los brazos con fuerza queriendo que el ardor me liberara de la nostálgia... Pero esta ocasión el dolor de mi cuerpo no se comparaba a la daga que se incrustaba en mi alma.

No me importo quedarme bajo el agua por un tiempo indefinido, sin embargo al salir sólo pude tener un mal presentimiento,¿dónde podrías estar si te sentías tan mal?, dudaba que fuera tu departamento... entonces, sólo había un lugar, una pequeña casita donde se encontraban tus siete tesoros más queridos.

Recuerdo que alguna vez me dijiste que querías una casa frente al mar donde pudieras descansar y ver crecer a esos 7 niños, ahora que lo pienso, quizá en tus planes también estaba Ango; no sé si como una cariñosa esposa, pero de lo que sí estaba seguro y  sigo teniendo claro es que yo no estaba en ese plan.

Pero no es momento de estar pensando en eso, no es momento de atormentarme; algo dentro de mí me decía que debía buscarte, estabas en mi mente como una ansiedad sin cura lo único que quería era verte y asegurarme de que estuvieras bien.

Me vestí lo más rápido que pude y me puse en marcha, durante el trayecto mis pies se movían a una velocidad que ni yo mismo recuerdo que tenía, sin embargo no fue lo suficiente para llegar a tiempo.

Desde mi posición podía ver tu espalda rígida, caída, no necesitaba ver tu rostro para saber qué habías llorado, que miles de sentimientos te inundaban el alma y la causa aun ardía en llamas a unos metros de ti, ya había encargados en la escena pero tú parecías un fantasma, nadie te notaba, sin embargo para mí sólo estabas tú.

Cuando me acerqué hacia ti la oscuridad que tu presencia había encerrado en mi ser se liberó con mucha más fuerza de lo que esperaba, te habías roto, habían destruido tu voluntad, tu fuerza, lo que te mantenía en pie y por ende lo que lo hacía conmigo también.

Hubiese querido abrazarte aferrarte a mi pecho y decirte cuánto te amaba sin embargo la cobardía me gano. Me escondí detrás de esa estúpida lógica que sólo me ha provocado soledad.

¿Recuerdas aquel día cuando el enemigo de Mimic me apuntaba? Habías estirado tu brazo con el objetivo de detenerme, sujetando mi ropa y así evitando que fuera a mi inminente final; en su momento no pude entender cómo te sentías pero ahora...  no sabes cómo me está lastimando saber que en el momento donde puede ayudarte, mis sentimientos y mi mano no pudieron alcanzar te.

Perdóname, perdóname por no lograr detenerte.

Yo sabía bien que tú no me escucharías y este sentimiento no me abandonó durante unas horas, sin embargo fueron suficientes para que recordara cada bello momento que viví a tu lado; desde aquella ocasión en la que nos conocimos por un incómodo momento en enfermería o aquella donde fuimos a beber por primera vez.

Tu sonrisa, tu mirada, tus palabras, todo eso me hizo reaccionar, no podía dejarte solo, yo no era como los demás, para mí tú lo eras todo y aún si yo no lo era para ti, no me importaba.

Si en algún momento quería que escucharás mis sentimientos y te enfrentarás aquellas dos palabras que he tenido tantos deseos de decirte, debías de estar vivo.

Mori fue mi primer parada, sabía que aunque se alargará mi estancia, no me detendría. Básicamente mi visita fue más como para avisar que para pedir permiso, que podía decir, la rebeldía podrían ser una excusa.

En el camino a la mansión podía escuchar los gritos de dolor de mis subordinados, disparos, gemidos y alaridos. Nunca antes en mi vida había experimentado un remolino de emociones en mi cuerpo, creo que la adolescencia me llegó un poco tarde.

A este paso no tendría que pensar en mi declaración...jajaja, sólo a mí se me puede ocurrir una broma de este tipo en un momento tan crítico.

La lúgubre fachada que nos recibió en su momento pudo haber parecido una mansión costosa donde seguramente grandes fiestas se llevaron a cabo, pero ahora era la entrada a mi infierno personal y a las pesadillas de todos mis subordinados.

Recién cruzamos las puertas principales nos encontramos con el escenario que haría vomitar a cualquiera, cuerpos tirados por todos lados, charcos de sangre y el olor a muerte en el ambiente.

Desde el segundo piso podía escuchar sonidos de disparos y  el eco de tu voz a través de este espacio tan gigante, mis pies se movieron por su propia cuenta a través de estos inmensos pasillos, sabía que avanzaba pero parecía que el espacio se hacía cada vez más grande y yo no podía llegar a las escaleras.

Después de un momento que me pareció eterno, por fin estuve en el segundo piso y un último sonido hizo eco en mi mente. Podría jurar que fueron dos tiros sin embargo la sincronía con el que fueron disparados se  mezclaron en esta danza de la muerte.

Mi corazón latía con fuerza, el pecho me pesaba y parecía que mis extremidades no me respondían...aún cuando te tenía frente a mí;  simplemente pude ver cómo caías de espalda impactando en el frío mármol.

En ese momento dentro de mi mente sono un click y fue como si todo mi sistema se reiniciara. Mis cuerdas vocales quemaban mientras sentía que gritaba tu nombre, cuando me viste, pude ver en tu expresión que sabías que yo llegaría.

Implacable

Esa es la palabra que te describe en ese momento, tú solo habías acabado con una organización completa; él único enemigo que tuviste en verdad... fue la oscuridad que se creaba en tu interior la cual por lo visto ganó al llevarte a cometer una misión suicida por venganza; aunque creo que te entiendo, tú lo tenías todo, y por una sola persona, tu pequeño mundo desapareció...llevándome contigo.

Te odio, te extraño, te quiero, te necesito...

Tengo miedo

Así es, tengo miedo, porque sé que este es el adiós definitivo... y la verdad no sé cómo voy a seguir, todo lo que tuve por dos años se está desvaneciendo en mis manos, sé que ha sido poco tiempo pero para mí puedo decir que son los 2 años en los que pude sentir que vivía tal como lo leí en los libros... incluso algunas veces soñé con un cuento de hadas en el que tú y yo teníamos un final feliz.

Tus palabras siguen siendo mi salvavidas querías que yo me convirtiera en aquello que tú no pudiste ser, vuelvo a confirmar mi teoría de que eres el único que ha visto a través de mis mascaras y sabes que aún cuando intentaste salvarme, únicamente lograste encadenar me y por eso hoy me das la llave...
La llave que me libera de mis cadenas, de la mafia, de mi pasado...

Me libero de ti

Sabes Odasaku, aún cuando muchas veces quise odiarte para no amarte, son estos momentos en los que necesito agradecerte, porque aunque no lo creas me enseñaste más que la vida misma.

Gracias a ti, aprendí lo que es llorar, reír,  sentir celos, soñar ... enamorarse, me permitiste convertirme en lo que nunca pensé ser...

Un ser humano

Oda...No, Sakunosuke, Ahora yo también te libero, del dolor, de la venganza, yo te perdono todas las muertes de las que fuiste causante con el objetivo de que vallas a donde los niños te esperan, ve con ello...y se feliz.

Así mientras tu cuerpo se enfría en mis brazos...puedo anhelar con que quizá en un futuro, quizá... Y sólo quizá, yo también pueda alcanzarte, y al verte, las lágrimas de mis ojos no serán de dolor e impotencia, sino de pura alegría.

Esta vida no fue justa para nosotros, Pero cómo va el dicho... Después de la tormenta viene la calma.

Personalmente me encargue de que tuvieras un funeral... Una lápida y un lugar especial con vista al mar de Yokohama, quizá no sea tal y cómo lo soñabas, pero yo sentía que lo merecías.

Este día no es para disculparme, arrepentirme o sentirme mal...sin embargo si es el momento para dejarte atrás y esperar el momento en el que nos volvamos a ver...

Hasta siempre... Oda Sakunosuke.

Notas finales:

Esto ha sido todo para esta historia, puede que en un futuro escriba dos especiales, pero aun se mantiene en duda


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