Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La máscara de Lex por Eowyn Fitzgerald

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

—Bien, será primero un momento en la vida de Luthor y luego un momento en la vida del Joker y así sucesivamente hasta que terminemos ¿Todos contentos?

Cisco tuvo que intervenir cuando los ojos de Conner habían pasado a color rojo brillante y los Robins habían sacado la kryptonita. De alguna forma habían llegado al mismo tiempo y la discusión se convirtió en pelea tan rápido que fue absurdo. Los únicos que no se querían meter en el asunto fueron Wally,  Cisco y Tim.

—¿Por qué Luthor primero? —se quejó Damian—

—Perdón por darle prioridad al tipo que puede derretir mi cara... Ahora vayamos a lo que importa. El dispositivo metiche no es un juguete así que apreciaría que ninguno tocara nada, necesitaba probarla en alguien mas y ustedes necesitaban la información.

—¿Somos conejillos de indias? —preguntó Jason con un mal semblante— por favor dime que esa cosa es segura.

—Teóricamente...

—¡¿Teóricamente?!

—Es como hacer un viaje en el tiempo, con la diferencia de que realmente no estarán allí, estarán en todo momento durmiendo en ésta sala y no podrán tocar ni cambiar nada, serán como fantasmas. Pero lo conectaremos con sus cerebros así que siempre existe un riesgo mínimo.

—¿Freír nuestros cerebros te parece un riesgo mínimo Cisco?

—No quise decir eso Dick. Les prometo que todo saldrá bien, ¿creen que me dejaría matar a los hijos de Batman?... Y también los de superman —agregó de último al ver la cara de los otros dos—. No es personal, Batman da mas miedo.

—Sups tiene poderes con los que Batman ni siquiera sonaría.

—Conner, Batman puede hacer cosas que superman ni siquiera puede imaginar, y ni siquiera tiene poderes. Bien, antes de iniciar quiero que sepan que es completamente aleatorio, todavía no he descubierto como llegar a fechas exactas así que pueden aparecer desde el nacimiento de la persona hasta su primera cita o cuando descubrió que le gustaba matar personas o un día que tuvo diarrea.

El aparato era tan pequeño como una lonchera, totalmente metálico y con tantas luces que bien podía pasar por utilería de Doctor Who. Estaba montado sobre una mesa también metálica y había electrodos, diademas y anillos conectados, no se veía para nada seguro, pero después de haber discutido tanto ninguno iba a arrepentirse.

Todos se acomodaron según las órdenes de Cisco en las sillas al rededor del aparato, usaron las diademas, se colocaron los electrodos, y se pusieron los anillos. Se sintió como una ligera descarga eléctrica antes de que perdieran la conciencia.

Aparecieron en una habitación iluminada a medias, era claramente la casa de un rico por la decoración costosa y la enorme cama, las ventanas les dejaban saber que era de noche y eso era todo. No había fotografías de ninguna clase, espejos, o algo que les dijera que pasaba, era tan impersonal que bien podría ser un cuarto de hotel, pero al comprobar por el pasillo se dieron cuenta que no, definitivamente era una mansión.

Comenzaban a aburrirse y a querer dispersarse para investigar mas cuando escucharon ruidos provenientes del armario. Solo tuvieron que atravesar la pared para entrar y allí estaba Lex luthor, se veía muy joven, tal vez de unos dieciséis o diecisiete años, mucho mas delgado de lo usual y claro mas pequeño. A penas si iba vestido con ropa interior y usaba una bata de seda mal puesta mientras buscaba algo con desesperación entre las cajas de zapatos.

—Santo cielo, Luthor estaba buenisi —Dick no alcanzó a terminar la frase cuando Tim y Conner lo golpearon por partida doble— mo.

—No creí que podrías hacer un comentario tan asqueroso sobre quien me trajo al mundo...

—No debería sorprenderte tanto, Dick solo piensa con su pene —contectó Wally de mala manera—.

— Ha ha ha Yo Dick solo pienso con mi Dick Ha ha ha

—¿No podías dejar pasar ese chiste tan malo, verdad?

—Sabes que no, Wally. Puedes sacar al chico del circo pero no al circo del chico.

Tuvieron que detener su conversación cuando se dieron cuenta que el gran Lex Luthor estaba llorando, era una imagen francamente difícil de ver; en algún momento se había caído entre las cajas de zapatos, estaba de rodillas abrazándose y llorando, no del llanto normal, sino del doloroso donde tienes que gemir y gritar, pero él estaba intentando contener todo y se notaba a kilómetros.

La puerta se abrió de golpe asustando a todos, allí estaba Lillian Luthor la madre de Lex. No parecía una madre amorosa de momento, estaba bebiendo un paso de lo que parecía sidra y tenía una expresión mas bien de fastidio ante el dolor de su hijo.

—Te ves patético.

Los chicos se sintieron ofendidos a pesar de que aquellas palabras no eran para ellos.

—¿Y de quién es la culpa, madre?

—No quieras ponerme encima el peso de tu debilidad.

— ¿Debilidad? —se puso en pie y tiró la bata al suelo dejando ver un cuerpo lleno de marcas, tanto recientes como viejas— ¡¿ésto te parece debilidad!? ¡Tu haz dejado a ese monstruo destruirme y yo soy el equivocado! ¡¿Yo estoy mal por llorar después de ser abusado de todas las formas que existen!?

Mas de uno se puso incómodo, Conner claro estaba hirviendo de ira, así Lex no lo quisiera, nadie merecía ser tratado de aquella manera.

—Llorar no sirve para nada Alexander, solo pierdes el tiempo volviéndote mas vulnerable y estúpido. Las personas como nosotros no tenemos tiempo para eso, deja esa actitud para los fracasados. Imagínate que sería de nuestros antepasados si se hubieran arrastrando por los pasillos llorando, ¿que sería de ésta familia si me humillará y me pusiera de rodillas ante tu padre para que te tenga clemencia? No gracias, todo lo que tenemos es gracias a las decisiones correctas. De verdad, no sé quién te enseñó a ser tan llorón. Ahora mismo me haces querer dar gracias a los cielos que tu padre haya traído a su bastarda a la casa, al menos voy a tener una segunda oportunidad de corregir lo que hice mal contigo.

Conner quiso golpearla, pero solo logró que su puño la atravesará, por un momento se había olvidado que realmente no estaban allí, que aquel momento ya había pasado hace muchos años.

—No puedo creer que de verdad no te importe...

—Me importas, a mi manera... Y es por eso que te voy a dar lo que haz estado buscando tanto —sacó de entre los pliegues de su ropa un pistola —, y un consejo.

Dick le quiso tapar los ojos a Damian, pero éste no se lo permitió. Tim tomó la mano de Conner mientras que los demás prestaban atención con casi fascinación, después de todo, se podría decir lo que sea de Luthor, pero era considerado un villano altamente peligroso no por sus armas sino por su cerebro. Y verlo cerca de un revolver era extraño, Luthor era mas sofisticado que eso.

—¿Qué clase de consejo?

—Ya eres un llorón, no seas un cobarde. Suicidarte es una salida fácil pero eso no arreglará nada, las cosas seguirán su curso, todos te olvidarán con el tiempo incluyendo a tu familia y siendo francos le terminaras por heredar tus problemas a Lena. Si quieres hacer que las cosas cambien, mueve tu trasero y haz algo al respecto. Tienes millones de opción y una de ellas es usar ésta cosa para algo mas productivo, como por ejemplo eliminar al origen de todos tus males —le entregó la pistola en las manos—, solo para que sepas cariño, creo que tenemos el dinero y los contactos suficientes para hacerlo parecer un accidente.

A Wally le dio un escalofrío de solo escuchar a esa mujer hablar, ¿acababa de sugerirle a su propio hijo, que asesinara a su padre? Y lo decía con una sonrisa como si hablara del clima.

—¿Y si no hago nada? ¿Qué tal si solo tomo mis cosas y me voy?

—Te di una sugerencia no una orden, toma la decisión que te haga sentir mas cómodo y solo deja de llorar por amor a todo los sagrado, ¿piensas alguna vez lo mal que quedó yo con tus lagrimitas? Después de todo te parí.

—Dime la verdad, ¿por qué eres tan dura conmigo? ¿Qué hice para merecer ésto? Eres mi mamá, deberías protegerme y amarme...

—Alexander Joseph Luthor, soy tu madre y te quiero, pero hay prioridades por encima de ti. Te di vida pero no por eso vas a ser el centro de la mía. Sé que eres inteligente y ya te habrás dado cuenta que hago lo que me conviene, y me conviene tener un hijo fuerte que proteja mis intereses, lastimosamente eres un omega pero he decidido que no es justificación. Solo intentó que aprendas, que seas mejor que el mayor de los alfas y que aplastes como insectos todo lo que te estorbe. Y espero que algún día sigas el ejemplo de mamá y no dejes que nada se interponga en tu camino, ni siquiera el amor.

—¿El amor, qué tiene que ver aquí?

—Nada. Por eso debes aprender a hacerlo a un lado, si no sirve entonces estorba... Hablaremos después, tu padre llegará en cualquier momento, si quieres sorprenderlo mejor ve a su oficina ahora.

Los chicos sintieron de pronto una fuerza que los jalaba y de pronto estaban en una oficina elegante. Lex estaba allí apuntando con un arma a su padre, Lionel Luthor. Lex no se veía muy convencido, sus manos temblaban y de nuevo estaba llorando pero no bajaba los brazos ni el arma, respiraba tan duro que podían ver su pecho subir y bajar rápidamente.

—Me das demasiado crédito Alexander —Dijo Lionel casi burlándose —, yo no soy el origen de todos los males...

—Pero eres el origen de los míos... ¡Me haz lastimado Lionel, como ningún padre debería hacerlo! ¡Me he humillado ante ti, he fingido en público que tus horrores no son reales! He hecho todo lo que haz querido y más, he sido el maldito hijo perfecto ¿qué obtengo a cambio? ¿Mas humillación, golpes y que metas tu verga donde no debes? O ¿que me prestes a tus malditos amigos para que se diviertan a mi costa?

Oh no, aquello no estaba nada bien, Jason quería vomitar y no era el único.

—Baja esa cosa al piso ahora mismo Alexander, es una orden.

—¡No! Yo soy el que da las ordenes ahora.

—¡Baja esa pistola ahora mismo!

—Dame una maldita razón...

—¡Soy tu padre, soy el puto alfa de la manada!

Lex cerró sus ojos por un momento, aspiró todo el aire que pudo y lo soltó, el pulso de sus manos se normalizó y su expresión se endureció.

—Mala suerte, eso ya no tiene ningún valor para mi. ¿Últimas palabras, papito querido?

—Alexander, se lo fuerte que te puedes sentir en éste momento, pero te aseguro que si Jalas eses gatillo las consecuencias acabarán contigo.

—¿Cómo, exactamente? En lo que al resto del mundo concierne te habrás suicidado.

—No habló de ir a prisión hijo, si cruzas esa línea y me matas no habrá vuelta de página. La oscuridad te tragará y lo sé por experiencia.

—Yo no soy como tú... Soy mejor, mucho mejor. Querido padre.

—Alexander, eres exactamente como yo...

—Permiteme dudarlo. ¿Sabes? Disfruto mucho la ironía de la situación. A tu sombra yo crecí, ahora tú morirás a la mía, todos olvidarán tu nombre, tu rostro, no serás nada mientras yo subiré a la cima.

Jaló el gatillo, fue un disparó tan frío y certero que ninguno pudo evitar estremecerse.

Y entonces los chicos fueron jalados de nuevo pero ésta vez  al mundo real.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).