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Mi Secreto por princesadehielo

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Las miradas estaban sobre ella, Suigetsu se disculpaba incesantemente avergonzado por su descuido.

La capa negra aún escurría en el suelo, Naruko se abrazaba a si misma por el frescor de la noche, su cabello mojado y gotas llenas de maquillaje caían por sus mejillas.

— Naruko — decía la pelinegra, preocupada.

— Estoy bien — le aseguro tratando de calmarla.

— !Suigetsu! — la pelirroja se levantó, dispuesta a regañar al de cabellos blancos por su torpeza.

Después de salir del shock inicial, sintió el alivio de por fin verse librada de la presión.

— ¡Ya me disculpé! — el Hozuki, retrocedía lentamente, conocía a esa chica mejor que nadie, sabía de lo que era capaz.

— Eso no lo arregla — gruñó la de lentes, con su chacra subiendo a cada pasó, estaba molesta, la chica rubia había logrado robarse su corazón, le tomo apreció, y el ver que la dañaban le molestaba de sobre manera — Es la segunda vez que se moja, si no se baña con agua caliente se va a enfermar y en su estado no puede tomar medicamentos — le recordó.

— Pues que se bañe — dijo restándole importancia e, inconscientemente, bajando la guardia.

— ¡No puede, idiota! — exclamó al tiempo que le daba un golpe en la cabeza

— Pero — empezó una vez su cabeza volvió a su forma original — el agua es de un nacimiento, no estaba muy fría, estaba cálida, apuesto a que más arriba abra algún manantial, uno cálido — aseguró Suigetsu, intentando librarse del regaño.

— No podemos estarnos moviendo — interfirio por primera vez el Uchiha —Cada vez estamos más cerca y podemos llamar la atención.

— Pero...

— Yo puedo ir sola — aseguró la rubia sería, interrumpiendo a Hinata — Desde un principio les dejé claro que lo importante era la misión y lo sigue siendo, yo me puedo mover perfectamente sola, ir y regresar mientras ustedes descansan.

— Pero Naru si algo te pasa no me lo perdonaría — aseguró la Hyuga — Es mi deber...

— Tu deber, Hinata, es con Konoha, eres una Kunoichi y por lo tanto tu deber es asegurar que la misión sea completada con éxito — le recordó tan seria que daba miedo.

— No pasa nada si te acompañamos — le dijo Shikamaru, aunque no muy convencido.

— Shikamaru, sabes bien que no podemos estar en movimiento de noche, si me acompañan podemos llamar la atención, además el movernos todos sería mover las cosas y se retrasaría todo — los veía tan seria e imponente que nadie se atrevía a enfrentarla — Quédense aquí, no quiero que nadie me siga — ordenó, tomo su mochila y dió media vuelta, internandose en el bosque.

Casi todos bajaron la cabeza, algunos con resignación, otros con impotencia.

Sasuke solo veía el lugar por donde se fue la chica, sintiendo esa necesidad de ir.

─── d70; ── d22; ── d70; ───

La chica continuo caminando, el sonido del agua se hacía mas fuerte a cada pasó, estaba cerca.

Encontrar el nacimiento no fue difícil, el agua estaba tibia, las corrientes de agua siempre fluyen por el subsuelo así que el manantial que decía Suigetsu debía estar en línea recta.

No sé equivocó.

Conforme subia el terreno se hacía mas rocoso, era difícil caminar en ese lugar, aún más con sus 4, casi 5 meses, de embarazo.

Tardo, pero llegó, volteando de vez en cuando, asegurándose de que sus compañeros no la siguieran. ¡Estaba embarazada no invalida!

Frente a ella se levantaba una gran cueva, hecha de puramente de roca. Dentro, se escuchaba con claridad el constante movimiento del agua, aun cuando no había ningún rio a la vista, mas que el nacimiento de agua que había mas abajo.

Con suma precaución, se adentro en aquella oscuridad que rodeaba la cueva.

Mientras mas pasos daba, mas claro era el sonido del agua, el calor resguardado en aquel lugar se sentía incluso desde la entrada, la piedra servía como un termo, que recolectaba el calor del día y la resguardaba en la noche.

Pronto una gran masa de agua fue visible para los ojos azules. Tan clara y cristalina, sobre ella, en la piedra, se podían apreciar algunos huecos donde dejaba pasar haces de luz, producidos por la bella luna llena de esa noche, aquellos rayos iluminaban el lugar, bañando con su luz plateada el agua de un bello manantial. Las enredaderas se alzaban orgullosas en las paredes rocosas, algunas florecillas crecían entre las rocas del suelo que rodeaba el agua, flores de colores flotaban libres sobre el agua, caídas posiblemente de los huecos que había en la parte superior.

La chica sonrío, era algo muy bello, pero no podía apreciarlo por mucho tiempo, debía regresar pronto.

Dejo caer su mochila al suelo, una mochila ligera donde llevaba apenas lo esencial. Soltó su cabello, dejando caer las hebras doradas sobre su espalda, llegando hasta su cadera. Se saco con calma la blusa blanca que portaba, de mangas largas y que mantenía caliente su vientre, incluso en climas fríos.

Poso sus manos sobre esa piel que se alzaba en su estomago, su vientre ya abultado, donde dentro de ella habitaba aquel fruto de su amor, resguardando de cualquier daño a su pequeña, mientras ese ser anidaba en su interior, haciéndose mas fuerte día con día, mostrando sus primeros signos de vida con ligeras pataditas, gritando al mundo <<Estoy viva>>. Sonrió con ternura, tal vez podría arrepentirse d muchas cosas, pero jamás se arrepentiría de tener a ese pequeño ser dentro de si, tener a esa criatura que día a día ganaba su corazón.

Bajo sus manos con lentitud, sin querer quitarlas de esa piel tan suave en donde crecía su adoración. Se quito el pantalón negro, que le llegaba hasta media pantorrilla, dejando que callera al suelo, quitándose en el proceso sus zapatos.

Subió sus manos y las paso a su espalda, desabrochando su brasear, recordando con una pequeña risa como su amiga rosada le explicaba el uso de esa prenda tan necesaria en las mujeres. Y finalmente se quito sus lindos calzoncitos color blanco con adornos de flores rosas.

Tomo de su mochila lo necesario y camino hacia el manantial, dejo todo en la orilla y se adentro en el agua cálida.

Mientras se sumergía en el agua cálida, su mente divagaba, por eso odiaba relajarse, por que el hacerlo la dejaba pensar y pensar la llevaba a recordar.

Recordaba al padre de aquella criatura que ahora cargaba en el vientre, a aquel que apenas se enteraba de su existencia, aunque aun descocía que el era el padre. Sasuke Uchiha.

Recordar como inicio.

Aún podía recordar cómo comenzó, un beso, pero está vez no fue un accidente, está vez ambos estaban de acuerdo, por fin lo aceptaban, aceptaban ese sentimiento que albergaba su corazón.

El entrenamiento había acabado, ambos habían quedado solos y entre risas y juegos, el primer beso ocurrió, el primero donde los dos estaban de acuerdo, donde entregaban sus sentimientos.

A lo lejos, una chica de cabello rosa, observaba la escena frente a ella con resignación, lo aceptaba, había perdido una contienda que jamás estuvo a su favor.

Al separarse solo pudieron sonreír

Y también como termino

Los días siguieron pasando, las manecillas del reloj siguieron girando, y el destino siguió su curso.

Las risas siguieron, los besos y las muestras de amor, hasta que el día llegó.

Las paredes de su departamento fueron testigos de su entrega de amor, la luna los iluminó en las penumbras de la noche, guiados únicamente por su corazón.

Se deseaban, como pocos se han deseado, los besos subieron de nivel, las caricias se hicieron amenas, la ropa cayó al suelo.

Con sus manos recorrían el cuerpo contrario, la piel ardiente de deseo, apropiándose de ella, aspirando la esencia de su amante.

- No temas - le susurró al oído, con la voz ronca por la excitación.

Su aliento caliente, pegando en el lóbulo de su oreja logro exitarlo más.

Y finalmente se unieron, fundiendo sus almas en una sola.

Lágrimas cayeron por los ojos azules, sentia un dolor jamás sentido, ambos eran inexpertos en esa área, pero no importaba, el amor era más fuerte que eso, le amaba y deseaba ser siempre de él y que el fuera suyo.

Pero no fue asi.

Después de aquella noche, le siguieron muchas más, cada noche, en un acto de amor, se entregaban al deseo, recorriendo sus cuerpos y fuendiendose en un solo ser.

Pero el día se volvió todo lo contrario, la indiferencia del Uchiha no hacía más que quebrar su corazón, en la noche era el chico más dulce, en el día era más frío que un géiser, en la noche le juraba amarlo más que a nada en el mundo, en el día parecia odiarlo, en el día era uno, en la noche otro y Naruto era quien cargaba con esa condenapero él siguió adelante, le amaba más que a nada.

Pero todo tiene un límite y el Uzumaki llegó al suyo.

Aquel día, como era su costumbre, el azabache se fue temprano del campo de entrenamiento, pero está vez el rubio lo siguió.

Al principio creyó que era una tontería, pero se equivoco, fue testigo de su traición.

Ahí, frente a él, pudo verlo besando a una chica de cabello castaño, sus ojos se llenaron de lágrimas, pero no dejo salir ninguna, no lo merecía.

La furia recorría su cuerpo, sus manos hechas puños con tal fuerza que sus nudillos estaban blancos, las uñas se clavaban en sus palmas, sacando un poco de sangre. Deseaba ir y darle un buen golpe al Uchiha, la chica solo era una zorra más, pero ella no tenía la culpa, la culpa era del del bastardo; deseaba tanto el desquitar toda esa furia, golpearlo hasta hartarse, pero tenía dignidad y no la perdería por aquel chico, ya se había humillado mucho en el pasado y no lo volvería a hacer.

Dio media vuelta y regreso a su departamento, a esperar, lo conocía muy bien, sabía que él iría, como lo hacía cada noche.

Se permitió llorar un poco, antes de que él llegara, se permitió gritar y maldecir, por qué no lo haría frente a él, no valía la pena.

Tal como pensó, en la noche oscura, él llegó, tocó la puerta suavemente pero nadie abrió, no se molestó en volver a tocar y entro como si fuera su propia casa, camino por el pequeño apartamento, buscándolo.

Él espero paciente, sentado en una silla en la cocina, el azabache no tardó en llegar ahi.

El ambiente se tornó pesado pero apesar de sentirlo en la cocina no se digno a verlo, no deseaba ver a la persona que tanto daño le estaba haciendo.

- Naru...

- ¿Qué haces aquí? - pregunto cortante.

- Vine a verte - contesto desconcertado haciendo rabiar al rubio.

- ¿Para que?, No te divertiste lo suficientemente - trato de contenerse tanto como su furia le permitía, más el enojo estaba impregnado en cada palabra, algo el Uchiha no pasó por alto.

- ¿ De que...

- Te vi, Sasuke, así que no lo niegues, ni tampoco trates de hacerte el loco.

- No se de que hablas.

Los ojos azules lo vieron con profundo rencor, la sangre hervia dentro de sus venas, sentía su chacra ir en aumento por la furia, tanto dolor desgarradorr03;,

— ¡Te vi! Te vi con tu "amiga" — Se levantó de la silla azotando la mano en la mesa, con la furia reflejada en su mirar.

Sasuke dibujo una sonrisa triste y se dejó caer en una silla cercana, su mirada quedó perdida en el piso, no se atrevía a verlo a los ojos.

— Ya te enteraste — aseguró el azabache, con total tristeza en su voz.

El Uzumaki lo vio y volvió a sentarse en la silla en la que estaba. Asintió con la cabeza aún sabiendo que el otro no lo vería.

— Bueno no es como que esas cosas se puedan ocultar por siempre, ¿no es así? — seguia sin verlo a los ojos, invadido por la culpa y la tristeza.

Al rubio le dolió aquellas palabras, lo estaba aceptado, aún había una pequeña parte de si que esperaba saber que aquello no era más que una mentira, una treta de de alguien para separarlos, pero esa esperanza murió con aquellas palabras.

— ¿Porque? — No iba a hacer un drama por aquello, si bien aquello le dolía más que el haber perdido su brazo, no era una chica berrinchuda, es mas, ni era una chica, solo necesitaba una explicación, solo eso.

— No lo entenderás — aseguró el azabache.

— Sasuke — le llamo tratando de contener el dolor que sentía; atrayendo la mirada del mayor — En toda la aldea creo que soy quien mejor te comprende, así que, por favor contesta ¿Porque?

— Te va parecer estúpido — su mirada bajo al suelo y coloco una sonrisa amarga en su rostro — Pero hace mucho lo dije y lo prometí a mis padres... fue mi segundo objetivo ¿lo recuerdas?

«— ...matar a alguien en específico y renacer mi clan — »

«—Renacer mi clan— » aquel recuerdo le callo como una cubetada de agua fría, era obvio, necesitaba a una chica para aquello.

— Lo recuerdo — aseguró.

— Yo... Naruto lo siento, pero si tan solo Itachi estuviera aquí no lo dudaria — aquello le causó cierta gracia, ¿gracias a quien es que Itachi no estaba? — Pero quiero que sepas que lo que dije es verdad, jamás te mentí, te amo — lo veía fijamente, tratando de dar peso a sus palabras.

— Lo se — susurro viéndolo con la misma intensidad — Yo también te amo Sasuke pero no por eso lo voy a soportar — Aquello estaba llevando toda su fuerza para no quebrarse ahí frente a él — entiendo lo que me haz dicho y no te juzgo pero también deberás entender que yo no puedo con esto, te amo demasiado y por eso mismo es que no lo voy a tolerar, así que — hizo añicos su corazón para poder decir aquello — Lo mejor — rogaba por qué sus fuerzas no le traicionaran — será dejar todo así.

Sasuke le vio sorprendido y después con tristeza volvió a bajar la mirada — Lo entiendo.

Lo más doloroso es que no estaba luchando, no estaba tratando de salvar esa relación, tiraba todo por la borda, como si no importara.

— Sasuke — el chico emitió un pequeño sonido indicando que le escuchaba — lo mejor es que te marches, mañana nos veremos como siempre en el entrenamiento y fingiremos que nada a pasado, que esto no paso jamás — Le dijo con firmeza y el otro levanto la mirada y lo vio firme, por solo un momento se quiso sentir valiente, quiso arreglarlo.

- No me ire - dijo firme - Aun podemos solucionar esto.

- ¿Solucionar que?- pregunto con las lagrimas ya brotando de sus ojos.

- Este problema, puedo arreglarlo yo...

- El problema de todo esto es. . . Qué yo sí te amo, te amo más que ami vida y me duele lo que hiciste, me duele que me engañaras de esa forma, que me vieras la cara de estúpido, ¡Me duele que no tuvieras la confianza para contarme lo! ¡Aún cuando yo te dije que podías decirme cualquier cosa! Me lástima está situación como no tienes idea, me ... - Intentaba contener esas lagrimas que brotaban de sus ojos, esos sollozos que deseaban salir, mostrando debilidad, pero dolía.

Sasuke no dijo nada solo bajo la mirada, apretando la quijada por la impotencia pero era verdad.

— te amo, y por ese amor que te tengo te pido que te vallas, déjame y vete, has tomado tu decisión y yo acabo de tomar la mía — con sus manos limpio las lágrimas que corrían por sus mejillas y que había estado reteniendo.

Y así termino un bello romance.

Tal vez por eso dolia. Dolia el recordar.

Ver como él seguía con esa actitud galante con las chicas de su edad, verlo a diario con una chica nueva a su lado, ver a esas chicas y saber que jamas ocuparia ese lugar.

Y dolía mas fingir.

Dolia aun mas el tener que fingir que nada pasó, que todo era un bello sueño que ahora quedaba en el olvido. Sonreir a diario y repetir tanto "Estoy bien" como una grabadora. Caminar a su lado y fingir que todo estaba bien cuando en verdad estaba muriendo por dentro, tentado a cerrar los ojos y ya no abrirlos.

Dejarse caer en el sueño eterno.

Pero no pudo hacerlo, porque aún en esa bruma tan oscura llamada amor encontró una luz, esa luz que le motivaba a seguir adelante. Una luz que le dio fuerza y que ilumino nuevamente su vida. Una luz que le motivó a amar nuevamente, pero no como amo a su novio, ni a sus padres, mucho menos como ama a sus amigos, era un amor inmenso, tan brillante, un amor auténtico y puro.

Por ello es que aun seguía en pié, luchando hasta el cansancio solo por ella.

Con calma salio del agua, totalmente limpia y relajada. Coloco la toalla sobre su cuerpo desnudo y sonrió.
Por ella seguia ahi, en el mundo peleando,por su tesoro mas preciado refugiado en la calidez de su cuerpo.

Un regalo que su amor habia dejado en ella y del cual desconocia su existencia.

Hasta ese día.

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Sasuke se habia adelantado y ellas retomaron su camino decididas a saber que estaba ocurriendo.

La rubia caminaba con rapidez, decidida a conocer la verdad detras de aquel jutsu.

Tras ella iba su amiga de cabellos rosas, siguiendola.

Ambas iban nerviosas, intranquilas, pero decidas.

La gente las veia pasar, preguntandose quien era la chica que iba cubierta, algunos se tranquilizaban al ver que tras ella iba la aprendiz de Tsunade, para otros aquello no era suficiente.

Ambas entraron al hospital de Konoha, pasaron recepción y subieron las escaleras, caminando hacia la oficina de la unica persona que podia ayudarles, algunos intentaban detenerlas, alegando cosas como el paso prohibido pero desistian al ver a Sakura.

Sakura aceleró su paso para poder alcanzar a la chica e impedir que todo el personal del hospital las siguiera deteniendo.

Pronto se vieron frente a la puerta de la directora del hospital, Tsunade Senju.

La rubia, sin siquiera pensarlo, abrio la.puerta de golpe sin preocuparse por tocar antes, la situación la sobrepasaba, se quito la capucha y entro a esa oficina.

- ¡Abuela! - gritó la rubia apenas entro, consiguiendo una mirada furiosa de la mujer.

- ¡¿Quien te cres para llamarme asi, mocosa?!- preguntó furiosa.

-Tsunade-sama- la llamo su alumna.

-Sakura, me pudes decir ¡¿Quién es esta chica y con que derecho se atreve a insultarme?!.

-Es Naruto - contestó la chica seriamente.

La mayor quedo estupefacta, sin palabras. Observó a la chica de cabellos rubios, sus ojos azules y sobretodo aquellas marcas en sus mejillas.

- ¿Como...

- Es lo que queremos saber - contesto la chica -Pero necesitamos su ayuda Tsunade-sama - su seriedad daba peso a lo dicho.

-Entiendo - la mayor regreso su mirada a la rubia y con calma le pidio que tomara asiento.

La reviso meticulosamente, tratando de encontrar algo que le ayudara a saber que estaba pasando, haciendo preguntas sobre lo que habia hecho en los últimos dias, intentando averiguar por que el cambio, pero elr.resultado era nulo.

Tsunade, sin encontrar otra opción, decidio hacer una prueba de sangre. Se acerco a su escritorio, del cajon saco una jeringa esterilizada y se acerco a la chica.

Naruto, al ver la aguja, corrio a esconderse tras su amiga.

- Naru... ko - dijo la chica sorprendida - ¿Que sucede?.

- No me gustan las agujas - contesto sin quitarse de la espalda de su amiga.

- ¿Naruko? - pregunto Tsunade entre confunda y divertida.

- Si, por lo de ser una chica, creí que necesitara un nombre,nadie puede saber esto - contesto nerviosa la chica de cabellos rosas.

- Bueno eso no importa - respondió la Senju restandole importancia - Naruko si quieres saber que es lo que esta pasando, te sentaras en esa camilla y dejaras que te saque un poco de sangre, entiendes.

La rubia asintio y resignada regreso a su lugar.

- Bien - dijo una vez la vio sentada, tomo su brazo y saco un poco de sangre, tapo la aguja y la metió en una bolsa, después se la entrego a  su alumna - Llévala con Shisune, que la examine, la necesito lo mas pronto posible, es prioridad - ordeno.

Sakura asintió y se retiro, mientras Tsunade se ponía al día con la Uzumaki.

***

- Shisune-san -llamo la chica  una vez llego al laboratorio. la pelinegra se encontraba examinando unos tejidos.

- Sakura- la mayor se acerco, dejando los guantes de látex a un lado -  ¿Que sucede?

- Tsunade-sama me ha mandado, me pidió que de esto - decía mientras le entregaba la bolsa con la jeringa dentro - Necesita que examines la sangre totalmente y encuentres cualquier irregularidad, es urgente.

- Entiendo, lo haré ahora mismo.

- ¿En cuanto tiempo estará? - pregunto seria y preocupada, no podían tardar, debía saber que estaba pasando ya.

- Dices que es urgente ¿verdad? - la chica asintió- un examen completo, aun si dividiera la sangre con alguien mas me llevara una hora, ¿Buscamos algo en especifico?- ella nego - si no podre hacerlo en menos de ese tiempo.

- Entiendo, gracias - la chica dio media vuelta y empezó a caminar de regreso al consultorio de su maestra.

- ¡Sakura! - llamo repentinamente la pelinegra pero era tarde, la chica ya se habia ido - olvide preguntarle de que genero era el paciente, eso nos ahorraría unos minutos- la mujer suspiro y empezó con su trabajo.

***

El tiempo pasaba y la desesperación aumentaba, Tsunade intentaba distraer a ambas con preguntas, pero cada vez se hacia mas difícil.

Sakura se movía de un lado a otro, Naruko se removía inquieta, ambas contestaban monótonas a las preguntas, exceptuando toda información sobre Sasuke, cosa que la mayor, ya igual de nerviosa que la chicas, dejaba pasar por alto.

El plazo se cumplió y el sonido de la puerta las alerto, Shisune entro después de que la mayor le diera el permiso y le entrego el sobre donde daba los resultados.

Centro su mirada en la chica rubia, le sonrió tiernamente, ocultando su desconcierto por las marcas en las mejillas y salio en silencio.

Tsunade abrio el sobre, sentada frente a ellas en su escritorio, leyendo el resultado hasta que un detalle llamo su atención, cerro la hoja y vio tan seriamente a la rubia que un escalofrió la recorrió por completo.

-Bien Naruko, te haré unas ultimas preguntas y deberás contestarme con la verdad ¿entendido? - Su voz impregnada de seriedad la asusto, pensando que talvez era mas grave de lo que ella pensó.

- ¿Has tenido relaciones sexuales recientemente... - la observo fijamente, viendo su desconcierto y decidió aclarar lo que quería saber -... con un hombre?

La cara canela se tiño de distintos colores, pero, sabiendo que era importante, la seriedad de Tsunade no cabía para bromas, asintió.

La mayor cerro los ojos y apoyo ambos codos en el escritorio, entrelazando los dedos frente a su rostro.

- ¿Fuiste el pasivo o me equivoco?- pregunto aun seria, abriendo los ojos y observando su reacción.

El sonrojo seguía en las mejillas de la rubia menor, esta escondía el rostro, apenada por aquellas preguntas, negándose a ver a su amiga,pero el sonrojo era notorio.

- No te equivocas, abuela- la vergüenza lo obligaba a esconder el rostro, si bien su amiga sabia de su antigua relación con Sasuke, no esperaba que ella se enterara de esas cosas.

- ¿ A que vienen esas preguntas? - pregunto confusa la de ojos esmeralda.

- Veras, en el examen de sangre se ve que todo esta en buenas condiciones a exepcion de que se detecto la presencia de hormona gonadotropina coriónica- explico y la cara de Sakura mostro su asombro.

Naruko, la veía sin entender que significaba eso.

- Veras Naruko, la hormona gonadotropina coriónica es tambien conocida como la hormona del embarazo, esto quiere decir que estas esperando un bebe -  Naruko la vio asimilando la información.

Sakura la veía y pensando que aun no lo entendía decidió explicar - Veras, lo que quiere decir es...

- Se lo que quier decir - contesto ella seria - Quiere decir que estoy esperando un hijo de Sasuke- Tsunade frunció el ceño, molesta por saber quien seria el padre de esa criatura - Lo que no entiendo es ¿Como es posible esto? 

-Kushina tiene mucho que ver en esto.

- ¿Mi mamá?- Tsunade asintio

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El  enterarse fue una autentica sorpresa, el asimilarlo totalmente fue algo dificil pero que agradecia profundamente.

Notas finales:

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Hola soy yo jaja.


lo dejo hasta aqui por que se que siguen con muchas dudas y yo no he actualizado pronto la siguiente parte jeje


Dejen su votito y su comentaria


bay


 


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