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Mi Secreto por princesadehielo

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La caminata se hacía larga y pesada, no podían ir por las ramas de los árboles, de la forma en que lo haría un ninja, ella no podía, asi que la solución fue ir caminando. Shikamaru la había ayudado, alegando que no era necesario ir tan rápido, después de todo no les habían dado una fecha límite. Sobra decir que no todos estuvieron muy contentos con la idea, pero terminaron aceptando.

El día anterior habían acampado en el bosque, durmiendo muy poco y levantándose muy temprano, con solo un descanso que ocuparon comer, estaba cansada y quería llegar pronto para poder descansar.

Ella iba al frente, ya no usaba la capucha de la túnica, ya no necesitaba ocultar su rostro. La rubia sería la guía, solo ella sabía el lugar donde le habían ordenado ir. Frente a ella, a algunos metros más adelante, iba el Uchiha, seguía molesto por la transformación, más cuando ella se había rehusado a decir el porqué había hecho eso.

Una sonrisa dolida se dibujó en su rostro, viendo fijamente la espalda del chico, acaso tanto le importaba tanto el asunto, realmente le interesaba.

— Ya te enteraste

— Bueno no es como si esas cosas se pudieran ocultar por siempre¿No es así? —

Aún podía escuchar su voz ronca al pronunciar aquellas palabras, ver su mirada perdida pero ¿Cuánto de aquello era verdad? ¿Cuántos "Te amo" fueron sinceros? ¿Cómo sabía que aquello no fue más que una actuación? Porque lo cierto era que, el chico que caminaba frente a todos, no demostraba jamás lo que sentía y además era un excelente actor, después de todo, era un shinobi y los shinobis eran expertos en el engañó. Aún podía recordar sus miradas gélidas, dedicadas únicamente para él, podia sentir su desprecio después de la despedida y sentir como esa brecha se hacía más y más larga, hasta formar un abismo profundo.

— Naruko — La voz de la pelinegra la saco de sus cavilaciones, regresando a la rubia a la realidad.

— Hina-chan ¿Qué sucede? — pregunto viéndola, la chica estaba a su lado, sosteniendo su hombro.

— Te preguntaba si todo está bien ¿No te haz sentido mal? ¿Estás cansada? Si es así solo dilo y tomaremos un descanso o si… — la risa de la rubia la interrumpió.

— Estoy bien Hina-chan, si necesito algo no dudaré en decirles, vale — la de ojos blancos la vio con preocupación pero asintió — y lo de si estoy cansada, debo admitir que si pero prefiero descansar en el pueblo que está cerca — su sonrisa calidad relajo a la Hyuga, está asintió con la cabeza  y continuaron caminando.

El Uchiha las veía de reojo, contrariado por la actitud de la Hyuga ¿Porque se preocupaba tanto por esa chica? ¿Qué tenía de especial?. Y lo que más lo desconcertaba era el hecho de que no solo ella se preocupaba de más por la chica, Shikamaru e incluso el chico insecto se preocupaban de más por la chica ¿Por qué?
Observó a la chica, por lo que tenía entendido era prima de Sakura, su cabello era rubio y brillante, sedoso a la vista, largo, muy largo, su piel era morena, tostada por el sol, seguramente era de las que se pasaban entrenando bajo el sol, observó cómo reía con la Hyuga, su risa era ruidosa comparada con la pelinegra pero, hasta cierto punto, era melodiosa, entonces fue que ella lo vio, dejándolo apreciar sus ojos, azules, como el azul del cielo sobre él, tan grandes y expresivos, pero llenos de tristeza, una tristeza que no lograba comprender.

— ¿Soy o me parezco? — pregunto insolente, indomable.

Qué si se parecía, era casi igual a él, solo que en chica, solo hacía falta esas tres marcas en las mejillas y sería su hermana gemela.

El chico borró aquel pensamiento de su mente, aquello era estúpido. Chasqueo la lengua y devolvió su vista al camino, tenía cosas más importantes en las que pensar.

— ¿Falta mucho para llegar a esa aldea? — pregunto el Hozuki, cansado — Me he quedado sin agua — se quejo mientras agitaba su vaso.

— No preguntes tonterías es obvio que todavía fal… — la Uzumaki trato de regañarlo pero la chica de cabello rubio se lo impidió.

— Ya llegamos — aseguró la chica mientras atravesaba los matorrales que la separaban del pequeño pueblo.

Todos veían el pueblito, escondido entre el bosque, era pequeño de apenas unas cuantas casas, con personas llendo y viendo, vendedores ambulantes con frutas y accesorios, los niños que jugaban como si no hubiera un mañana, corriendo por doquier.

La de ojoz azules observaba todo con nostalgia,una sonrisa adornaba su rostro y, repentinamente, llevo su mano a su abdomen, llamando la atención.

— ¿Te sientes mal? — pregunto la Hyuga alarmada.

Ella negó.

— ¿Tienes hambre? — pregunto Shino a sus espaldas.

— No es eso —  contesto con calma y sonriendo.

— ¿Ya han empezado eh? — aquello atrajo la atención de todos, pero solo ella lo entendió — debe ser problemático — se paro unos pasos más adelante de ella y sin verla sonrió.

— Desde hace un par de semanas, es … extraño — confesó sin borrar su sonrisa.

Sasuke dejo pasar aquella conversación y continuo caminando, sin entender nada.

◌⑅t13;●b25;y02;b25;♥ b25;y02;b25;●○⑅◌

Sonreía al ver aquella aldea, ver la gente ir y venir con sus propias preocupaciónes, sin saber el peligro que les acechaba.

Veía los puestos que estaban en los lados de las calles, con algunas cosas que se veían deliciosas a la vista, pero que no deseaba probar, temiendo devolver todo apenas probará un bocado. Pronto algo llamo su atención, un puesto con dulces.

Paro, viendo aquellos dulces con atención.

— ¿Se te antoja algo, Naruko? —pregunto su amiga, parada a su lado, viendo en la misma dirección que ella.

— Chocolate — contesto sin despegar su vista del puesto.

Dió un paso, dispuesta a comprar el dulce pero Shikamaru se adelantó.

— Tranquila, yo voy — le aseguro con una sonrisa — Porque no mejor se sientan por haya a descansar — señaló unas bancas cercanas a un local, mientras él y otros chicos se acercaban a compartir un dulce.

La rubia sonrió y susurro un gracias, mientras obedecía la recomendación del chico de coleta, con Shino siguiéndolas.

No tardaron tanto como pensó, en cuestión de minutos los faltantes estaban parados frente a ellas, entre ellos cierto azabache con cara de amargado.

— Aqui tienes — El Nara le entrego la bolsita con una sonrisa, estaba siendo más amable de lo normal, tal vez se preocupaba de más o solo estaba tomando muy enserio su labor.

— Gracias Shikamaru — le sonrió agradecida mientras se levantaba para continuar con su camino, acción que la Hyuga imitó.

Continuaron caminando, buscando una posada para pasar la noche y descansar un poco.

Mientras caminaba, tomo uno de los chocolates y lo llevo a su boca, disfrutando su sabor, pero contrario a las anteriores ocasiones, donde había consumido el dulce, le supo muy empalagoso, demaciado dulce. Su cara mostró el desagrado, pero se obligó a si misma a tragar.

— ¿Qué sucede? — le pregunto su amiga, extrañada.

— Es muy … dulce — contesto, aún con el sabor en su boca, ofreciéndole a la chica que lo probará.

La pelinegra tomo un dulce y lo llevo a su boca, pero la reacción fue distinta, disfruto el sabor dulce.

— Para mí está bien — comento aún saboreando el chocolate — Esta delicioso.

La chica torció la boca y le entrego la bolsita a la Hyuga, no deseaba desperdiciar.

El Uchiha iba a algunos pasos adelante de ella, escuchando la conversación.

— Tal vez un chocolate amargo te caiga mejor ¿No crees? — comento la Hyuga, llevando otro dulce a la boca.

— Talvez — contesto sin ánimo, el puesto había quedado atrás y no deseaba regresar para complacer su antojo.

El Uchiha rodó los ojos con fastidio y disminuyó la velocidad con la que avanzaba quedando a lado de la rubia.

— Ten — le extendió una bolsita, igual a la que ella le había dado a Hinata.

La Hyuga al verlo se adelantó, dándole cierta privacidad.

La chica la tomo, con clara muestra de confusión.

— Son amargos — explicó mientras ella sacaba un chocolate de la bolsa — A mi no me gusta lo dulce.

Eso lo sabía, pero agradecía aquel gesto.

— Gracias — sonrió agradecida, llevo el dulce a su boca, deleitándose con su sabor, disfrutando como el chocolate se derretía en su boca, saboreando cada miligramo del dulce.

El azabache sonrió ligeramente al ver su sonrisa de satisfacción al probar aquella bolita de chocolate.

No solo se parecía a él, también le  provocaba las mismas emociones, le provocó la misma sensación de placer al ver aquella sonrisa.

La chica lo vio y sonrió nuevamente, robándole un sonrojo al de ojos negros, que apenado, ladeó la cara, tratando de ocultarlo.

«— También su sonrisa — » Pensó el azabache, aún apenado « — Es casi tan linda como la de él — »  Admitió, en su mente, jamás diría aquello en voz alta, solo en su mente se permitía decir aquello.

Metros más adelante, una pelinegra los observaba, sin saber que hacer, por una parte deseaba, desde lo más profundo de su alma, que Naru, como le decía de cariño para más comodidad, fuera feliz, pero por otra parte no quería que sufriera.

— Parece que en gustos será igual que él — comento Shikamaru a su lado observando cómo ambos se acercaban a paso lento, en total silencio, pero con un ambiente tranquilo.

— Mm — aún estaba considerando la idea de llegar e interrumpir el momento.

— Sabes, dicen que al corazón no se engaña — eso atrajo su atención, lo vio curiosa, esperando su explicación — Apuesto que lo sabe, sabe que es él,  no totalmente, pero una parte de él lo sabe, solo que se niega a creerlo.

— Pero eso es imposible, si no fuera porque Naruto-kun nos lo dijo, no lo sabríamos, ni mi Byakugan pudo distinguirlo — protesto la de ojos blancos.

— Haz oido lo de que " Para el amor no hay imposibles" pues frente a ti está la prueba — le dijo sin dejar de verlos.

La chica seguia disfrutando los dulces como el mejor manjar del mundo y el azabache la veía disimuladamente con una sonrisa, caminando en total calma, como si nada importara.

— Él lo sabe, solo que no es consiente de ello — ella regreso su vista a ellos, pensando en lo dicho por el genio de Konoha.

Talvez el tenía razón.

— Lo único que se, es que le gusta lo amargo o más bien los amargados — contesto a manera de broma, haciendo al Nara sonreír.

— Más bien el amargado — corrigió y ambos sonrieron.

— Sabes hermana, dicen que el hilo rojo del destino jamás se corta, puede estirarse y tensarse pero jamás se cortará — decía la menor con una sonrisa.

— ¿Enserio, Hanabi-chan?, no lo sabía.

— Si, yo creo que tú hilo rojo está atado a Naruto — comento la chica pícara.

«— No Hanabi-chan, su hilo rojo está atado a otra persona —» pensó la de ojos blancos, observando atenta la escena.

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Estaban todos sentados en la mesa, disfrutando  de la comida que ofrecía el lugar, era un lugar sencillo y pequeño, algunos tendrían que compartir habitación, pero no les molestaba, era mejor que dormir en la interperie.

Se habían sentado por grupo, por lo que el Uchiha estaba frente a ella, comiendo tranquilamente. No habían vuelto a cruzar palabra desde  que le había regalado los chocolates, pero tampoco hacia falta.

Continúo comiendo, hasta que sintió la acidez subiendo por su garganta, se levantó al instante y corrió al baño más cercano, siendo seguida por Hinata.

Apenas llegó devolvió todo al instante, prácticamente abrazada  al retrete, la pelinegra sostenía su cabello rubio, evitando que se ensuciará.

— Aún no te deja comer — comento la chica, viéndola con ternura.

— No aún no — comento limpiándose con un poco de papel.

— ¿Que no debió parar hace unas semanas ? — pregunto Shikamaru, llegando con un de agua.

— Se supone — contesto tomando el vaso que le ofrecía — Gracias.

Pronto regresaron a la mesa, mientras ambos pelinegros terminaban su comida, ella se dedicó únicamente a tomar agua.

— Querida ¿Tenía algo malo la comida?¿Te a caído mal? — pregunto la dueña del lugar, preocupada.

La rubia sonrió y negó con la cabeza — Su comida a estado deliciosa — aseguró con una sonrisa —Solo que aveces me da por devolver lo que como, no se preocupe es normal, en algunos días se me pasará — su sonrisa era cálida.

La mujer la vio y sonrió con ternura, adivinando la razón.

— Entiendo, ya pasé por eso antes, te deseo la mejor de la suertes — le dijo con una sonrisa, comprendiendo la situación y sonriendo como una madre sonríe a su hija.

— Gracias.

Sintió una mirada sobre ella, voltio en dirección a dónde sentía la mirada y vio unos ojos negros, posados sobre ella, intentando saber qué pasaba, incómoda regreso su visita a la señora que le ofrecía algunas frutas para que no durmiera con el estómago vacío.

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Las horas siguieron pasando y la hora de dormir llegó.

Algunos discutían el con quién compartir habitación, peleando si mujeres con mujeres y hombres con hombres, que sí por personas del mismo grupo, y cosas que provocaban dolor de cabeza.

— No, yo no quiero dormir con Suigetsu — alegaba Karin.

— Entonces duerme con Hinata — sugirió Juugo.

— Yo dormiré con Naruko-chan — contesto la Hyuga.

— No pero… — intento alegar Shikamaru.

— ¡Ya! — grito molesta la rubia — Shikamaru, pon en unos papeles los números de las habitaciones, la 1, la 2 y la 3 los pones dos veces, los doblas los mete en una bolsa y cada quien saca uno — ordenó arta por todo el alboroto.

— ¿No sería mejor que cada quien decida? — pregunto el aprendiz de Zabusa.

Naruko lo vio con intenciones de matarlo, haciendo temblar al chico — Los deje intentarlo, no funcionó, así que ahora lo haremos a mi manera ¿Alguna queja? — pregunto sería.

El de pelo blanco negó con la cabeza, atemorizado por la chica.

Shikamaru hizo lo que la rubia ordenó, metió los papeles en la bolsa y dejó que cada quien tomara uno.

Shino fue el primero en verlo teniendo un 4.

Juugo saco un 3.

Shikamaru un 5.

Karin un 2.

Hinata 3.

Sasuke 1.

Suigetsu tuvo un 2.

Y finalmente Naruko, aunque sin abrirlo ya sabía la respuesta, 1.

Karin empezó a quejarse, peleando con el de pelo blanco, Hinata veía a Naruko apenada, Shikamaru suspiró por qué todo era tan problematico y Juugo y Shino, solo veían todo, ajenos a la situación.

Molesta y con dolor de cabeza, dió media vuelta y se dirigió a la que sería su habitación.

Sasuke la vio y se dispuso a seguirla, siendo detenido por la Hyuga que sostenía su brazo.

— Uchiha-san — le llamo la pelinegra, él vio con una ceja alzada — le pido cuide de Naruko-chan, no la haga enojar podría hacerle daño, por favor — pidió viéndolo a los ojos.

Sin comprender el porqué de aquella petición asintió, la chica lo soltó y el se dirigió a su habitación.

— Creí que le pediría el cambiar el número — le comento Shikamaru a sus espaldas.

— Es mejor dejar que las cosas sigan su curso — contesto viendo el pasillo por dónde minutos antes se fueron ambos.

— Si es lo mejor.

— Hinata, ¿Puedo preguntarte algo? — le llamo la pelirroja.

— Claro Uzumaki-san — con resto sonriendo.

— Es sobre Naruko — explicó, sería, poniendo serios al grupo de la rubia. — ¿Ella …

Continuará...

Notas finales:

Qué tal aquí con un nuevo cap, seré sincera no me gustó tanto pero bueno espero que les haya gustado.

Déjenme sus comentarios me hacen muy feliz,  sus suposiciones,  qué opinan, en que debo mejorar, cualquier cosita jeje.

Bueno el siguiente capítulo para el día …

Mmm no sé ya veré jeje mejor no primero por qué me tardo más jeje

Los leo pronto bay

 


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