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46. El G.O de Seung HO (27) por dayanstyle

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Seung Ho salió al porche, inhalando el aire fresco de la mañana. Estiró los brazos arqueando la espalda mientras sacaba el pecho. Sus articulaciones hicieron un ruido seco, cuando Seung Ho, finalmente exhaló. Tomó un sorbo de café mientras veía a Jinwoon seguir a Leo.

El padre de Seung Ho manejaba el rancho, pero su Pá decidió abrir su hogar a las personas menos afortunadas que necesitaban ayuda para volver a estar de pie o que huían de un abusador.

Jinwoon era un Fey. El tipo era agradable, cortés, y un poco extraño en opinión de Seung Ho.

Jinwoon había ayudado a Seung Ho, Pá y Hyesung a encontrar a Yoogeun cuando el pequeño niño fue secuestrado por el líder de los Fey. Yoogeun era el hijo de Hyesung, el hermano de Seung Ho. El niño era adorable y tenía a todos los hombres Moon girando alrededor de su pequeñito dedo. No había nada que Seung Ho no hiciera por Yoogeun o Hyesung.

Eran una gran adición a su familia.

 

Hyun Joong, el líder de los fey, era un diabólico bastardo. Había tratado de sacar provecho de la sangre de Yoogeun cuando descubrió que la sangre del bebé era la cura para la droga Liquid Wrath que era mortal para paranormales.

 

Seung Ho aun apretaba los dientes al pensar en cómo Hyun Joong había querido tener a Yoogeun como una fábrica de sangre y  usar la sangre del bebé para venderla al mejor postor.

Pero, Jinwoon había ayudado a encontrar no sólo a Yoogeun, sino también a Mir, la pareja de Lee Joon, que había sido secuestrado por  Hyun Joong.

Ese había sido un paso equivocado.

 

Lee Joon era el gemelo de Seung Ho, y su mejor amigo. No porque fueran gemelos, sino porque amaban meterse en problemas juntos. Pero desde que Lee Joon se había emparejado, le habían cortado las malditas bolas. El hombre ya nunca más se metía en problemas. Así que Seung Ho sabía que también sus días de meterse en problemas  habían terminado. Tenía una pareja y un hijo… sobrino que cuidar ahora. La responsabilidad hacía que hasta el más grande niño creciera en un santiamén.

Y Seung Ho había sido el más grande niño por aquí, junto a Lee Joon. Su gemelo quien siempre lo vencía sin problemas. Él iba a extrañar un infierno esos días, pero Seung Ho esperaba con gusto dar el siguiente paso con su pareja y entrar en su rol de padre. Eso sería, si G.O alguna vez dejaba a Seung Ho llegar a primera base.

De cualquier manera, ¿cuál era exactamente la primera base?

—¿Vas a trabajar en algún momento hoy o te la vas a pasar mirando hacia la tierra de los sueños todo el día? —su Pá preguntó cuando salió al porche.

Eric Moon era el hombre más grande que Seung Ho hubiera visto. Y eso era mucho viniendo de él. Pero el tamaño de su Pá no era lo más importante del hombre. Era su amabilidad, su aceptación. Su Pá tenía el corazón más grande que cualquier otro hombre que Seung Ho conociera, y Seung Ho no tenía nada más que respeto y admiración por él—aunque el hombre realmente asustaba a Seung Ho cuando la jodía.

—Sólo estoy disfrutando de mi café antes de empezar r13;dijo Seung Ho mientras tomaba otro sorbo de la negra bebida.

—Hay algo diferente en ti, hijo. —Su Pá se quedó ahí, examinando a Seung Ho con sus ojos, haciéndole sentir como si estuviera bajo el microscopio. Seung Ho se movió, inclinándose hacia la derecha, lejos de su Pá.

—Parecía que me ibas a dar un beso.

Pá se rio entre dientes. —Ya has madurado.

—No es la palabra con M, Pá —Seung Ho advirtió mientras bajaba las escaleras del porche. Iría a mirar hacia la nada en otra parte. Su Pá realmente vería su tonta expresión y Seung Ho quería estar lo más lejos posible de él.

—Se ve bien en ti —su Pá le gritó a Seung Ho que se dirigía al establo. Si el hombre no fuera su papá, y Seung Ho no temiera que lo desollara vivo, se giraría y le enseñaría el dedo medio al hombre. Pero Seung Ho no estaba totalmente loco... aún.

Entró en el establo para ver a Jinwoon alrededor de Leo, y una expresión petulante en el rostro de Leo. Cuando Jinwoon llegó por primera vez aquí, estaba aterrorizado de los animales del rancho. Aún estaba aterrorizado de ellos, pero también seguía a los hombres Moon, como un cachorrito perdido. Seung Ho no creía que se tratara de una atracción sexual, pero no conocía  bien al hombre.

Podría ser.

 

Eso apestaría para Jinwoon, ya que casi todos los hermanos de Seung Ho estaban emparejados. Todos excepto el mayor, Leo, y uno de los trillizos, Hoon. Seung Ho sintió pena por el fey cuando se acercó a Leo que le mostraba cómo herrar un caballo. Jinwoon estaba perdiendo su tiempo con Leo. Su hermano era distante, malhumorado y silencioso como el infierno. Un parlanchín como Jinwoon no tenía ninguna posibilidad.

Ningún parlanchín tenía oportunidad.

 

—¿Cómo te va? —Seung Ho preguntó mientras entraba al granero, terminando su café. Jinwoon levantó la vista y le sonrió a Seung Ho con sus brillantes y blancos dientes.

Si Seung Ho no hubiera encontrado a su pareja...

—Leo es un gran maestro —dijo Jinwoon mientras veía la cara de Leo como si fuera lo único que quedaba en el mundo.

« Pobre chico».

 

Cuando enfrentara la realidad de que Leo no le iba a dar a Jinwoon ni la hora del día, el hombre iba a estrellarse duro. Algunas personas simplemente eran de esa manera, y ninguna cantidad de argumentos por parte de Seung Ho iba a hacer que Jinwoon cambiara de opinión.

—Necesito ayuda en el corral, Jinwoon.

 

Jinwoon le hizo señas a Seung Ho para que se alejara y le sonrió a Leo. Dios, el hombre estaba loco. La semana pasada Jinwoon había seguido a Doo Joon como si Doo Joon hubiera enlazado la luna y se la hubiera entregado a él. La única cosa que casi logra Jinwoon fue perder su culo cuando Yoseob, la pareja de Doo Joon, se dio cuenta de la forma en que Jinwoon acosaba a Doo Joon.

Seung Ho veía al hombre por lo que era, alguien con falta de atención. Jinwoon actuaba como si nadie nunca le hubiera prestado algo de atención en su vida y estaba desesperado por algo. Seung Ho esperaba que Jinwoon no fuera tras el hermano equivocado en su búsqueda por obtener algo de atención.

Eso sería malo.

 

Cuando Seung Ho salió del granero, vio a su Pá al frente del camino. «¡MaldiciónSupuso que su mañana sin hacer nada había terminado. Se detuvo cuando vio la sombría mirada en el rostro del hombre. Su Pá era bondadoso y tolerante. Difícilmente fruncía el ceño. Eric Moon podría ser encontrado en cualquier momento del día con una amplia sonrisa en su rostro.

El ceño fruncido era un poco atemorizante. —¿Qué sucede?

Su Pá sacudió la cabeza. —Yesung está en la cárcel.

 

Decir que Seung Ho estaba impactado era una subestimación. No conocía a Yesung bien, pero sabía que el hombre no era un criminal. Infiernos, había estado en su nueva casa con Ryeowook, su pareja vampiro. ¿Qué infiernos estaba sucediendo?

—¿Por qué?

 

—Chocó y huyó —dijo Pá acercándose—. Un testigo dijo haber visto la camioneta de Yesung abandonar la escena del crimen. El testigo incluso suministró el número de la Placa. Jongin está trabajando para liberar a Yesung, pero tenemos que ir a ver a Ryeowook.

—¿Qué quieres decir con que Jongin está trabajando para liberar a Yesung? La policía conoce a Jongin. Debería presionarlos un poco para sacar a Yesung.

Pá negó con la cabeza, suspirando cuando se giró y se dirigió hacia su camioneta. Seung Ho lo siguió. —Yesung no está en la cárcel de Villa Kim. Había ido a la ciudad esta madrugada, mientras Ryeowook dormía para conseguir algunas  cosas  para  la casa. Eso es todo lo que sé.

—Yo sé que él no lo hizo. Yesung puede tener sus defectos, pero huir de la escena de un accidente no es su estilo —dijo Seung Ho mientras se deslizaba en el interior de la   camioneta—. Jongin lo habría desollado vivo, si Yesung hiciera algo por el estilo.

Jongin era el Alfa de la manada de la villa Kim. Ningún shifter vivía en su territorio, sin obtener primero su permiso. Yesung era el primo del Alfa. Jongin había querido a Yesung muerto cuando apareció por primera vez, pero las cosas se arreglaron entre ellos, y Yesung era un lobo feliz viviendo con su vampiro.

Simplemente no tenía sentido.

—¿Jongin dijo quién fue el testigo? —Seung Ho preguntó mientras se dirigían a la casa de Yesung y Ryeowook.

—No. Yesung está gritando por un abogado y cerró los labios. Jongin no sabe demasiado, pero me dijo lo que  sabía r13;dijo su Pá.

 

Seung Ho negó con la cabeza. Yesung tenía todas las de perder en esta mierda. La ciudad no era un lugar para tener tus bolas colgando, y las de Yesung colgaban de su ingle.

—¿Alguien ha llamado a Jae Hyo? Ese es su territorio. r13;Jae Hyo era el Príncipe de los Vampiros, y su Aquelarre residía en la ciudad. Por lo que Seung Ho sabía, no pasaba mucho sin que Jae Hyo no lo supiera. Además, el hombre era un vampiro. Podía encantar y deslumbrar con sus ojos, por lo que cualquiera haría lo que él quisiera.

—Sí —respondió Pá—. Pero es de día, y no hay mucho que pueda hacer ahora mismo. Él llamó a un abogado después de hablar con Jongin, pero los policías le están dando a Jae Hyo y al Alfa un duro momento.

—¿Por qué? —Seung Ho preguntó.

—Hijo, a algunas personas simplemente no les gustan los hombres gay. Yesung puede que no ande por ahí con camisas de color rosa o pantalones ajustados de cuero, pero un pato es un pato.

—O un lobo —murmuró Seung Ho.

—O un lobo —su Pá concordó.

 

Llegaron a la casa de Yesung, y Seung Ho saltó de la camioneta. Tenían que asegurarse de que Ryeowook  no iba a volverse loco. El hecho de que era un vampiro, no significaba que durmiera cuando el sol estaba alto en el cielo. Hollywood había equivocado todo. Ryeowook podría caminar como cualquier otra persona, sólo que no a la luz directa del sol.

—Toca y entra, anúnciate, hijo, así no asustaras como el infierno a Ryeowook.

Seung Ho asintió e hizo lo que su Pá dijo. Él llamó a la puerta con fuerza y luego gritó mientras entraba a la casa. — Ryeowook, soy yo, Seung Ho. Voy a subir.

Seung Ho subió los escalones, su Pá detrás de él. Abriendo la puerta de la recamara, Seung Ho vio que Ryeowook estaba sentado en la cama, bostezando. Estaba desnudo hasta la cintura, con una sábana negra en su regazo. Maldición, el hombre se había quedado dormido. Tal vez no habrían tenido necesidad de venir aquí. Ryeowook podría haber dormido todo el día.

Ryeowook apartó su cabello negro de los ojos y le sonrió a Seung Ho. r13;¿Qué te trae por aquí?

Seung Ho odiaba ser quien borrara esa hermosa sonrisa de la cara de Ryeowook. Ryeowook había vivido con ellos durante algún tiempo antes de irse a vivir con su pareja. Seung Ho había llegado a conocer al tipo muy bien. Ryeowook era como un hermanito para él. Un sexy hermanito. El hecho de que Ryeowook estuviera emparejado y que Seung Ho hubiera encontrado a su pareja, no significaba que no pudiera apreciar la belleza del vampiro.

 

Ryeowook era delgado, de huesos finos, y una expresión infantil. Inocencia le venía a la mente cada vez que Seung Ho veía a Ryeowook. El hombre siempre se esforzaba demasiado para complacer a otras personas, y usualmente terminaba con Ryeowook  rompiendo algo o enojando a alguien.

No a Seung Ho. Seung Ho pensaba que Ryeowook era cómico, especialmente cuando el vampiro bebía café. Oh, sí, Ryeowook podía beber, pero la cafeína le afectaba, convirtiendo al vampiro en el  veloz conejito  de Energizer.

—Um... —Seung Ho miró a su alrededor. ¿Cómo iba a decirle a Ryeowook que Yesung estaba en la cárcel sin que el pequeño hombre se volviera loco?

—Hijo —su Pá empezó—, tu pareja se ha metido en un lío.

 

«Confundiendo al pobre hombre».

—¿Lio?

—Está en la cárcel, Ryeowook —Seung Ho lo soltó.

 

La sonrisa se mantuvo en el rostro de Ryeowook, como si estuviera esperando el remate del chiste. Seung Ho sinceramente deseaba que fuera uno. La sonrisa vaciló y luego se deslizó de la cara de Ryeowook como una gota de lluvia deslizándose por una hoja.

«Cayó».

 

—Por favor, dime qué le está pasando a mi lobo —dijo Ryeowook, cuando se puso de rodillas. La sabana cayó de la cama, y Seung Ho giró la cabeza.

—Consigue algo de ropa, hijo —dijo Pá acercándose a la cómoda—. Te sentirás un poco mejor si estás vestido en este momento.

 

Seung Ho no estaba muy seguro de eso. Ryeowook no se sentiría mejor hasta que Yesung estuviera en casa. Él no lo estaría si estuviera en los zapatos de Ryeowook.

—Puedes girarte —dijo Ryeowook. Seung Ho lo hizo.

—Ahora dime lo que está pasando con mi pareja.

 

Seung Ho cambió su peso al otro pie, viendo hacia su Pá. No era que Seung Ho tuviera miedo del vampiro, aunque los vampiros tienden a ser fuertes como el infierno. Seung Ho no tenía duda de que Ryeowook probablemente podía levantar la cama en la que estaba acostado, y era de maciza madera de cerezo. Él no quería ver a  Ryeowook desmoronarse. Seung Ho no lo hacía bien con el llanto. Nunca sabía qué decir.

—Alguien está acusando a tu pareja de chocar y huir —dijo Pá mientras se acercaba a la cama, sentándose al lado de Ryeowook  —. Pero Jongin llamó al Príncipe, y a un abogado. Tengo la sensación de que estará en casa antes de que lo extrañes.

—Ya lo extraño ahora —dijo Ryeowook jalando sus piernas a su cuerpo y envolvió sus brazos alrededor de ellas—. ¿Podrías llevarme con él, por favor?

Pá negó con la cabeza. —Es de día afuera. Y al caer la noche, no te dejaran entrar a verlo. Sólo sostente fuerte. Su abogado lo traerá dentro de poco.

La única cosa que Ryeowook iba a sostener fuerte eran sus piernas. Seung Ho podía ver en los ojos oscuros del vampiro que estaba a punto de desmoronarse.

«Mierda».

 

—Quiero a mi pareja —dijo Ryeowook  con voz firme y el mentón en altor13;. Quiero ir a ver a Yesung.

—Ahora, Ryeowook. Cálmate —dijo Pá.

 

Ryeowook desenrolló su cuerpo, negando con la cabeza mientras permanecía de pie. —Si no me llevas, me iré caminando a la ciudad.

—¿Por qué eres tan irracional? —Pá preguntó, mientras se ponía de pie siguiendo a Ryeowook, con la mandíbula tensa. Seung Ho dio un paso atrás. Había visto esa mirada en el rostro de su Pá antes. Nunca llevaba a nada bueno.

—¿Qué harías si fuera Hyesung, quien estuviera sentado en  la cárcel? ¿Esperarías a que un abogado manejara las cosas, o te lanzarías en su rescate?

—Buen punto. —Pá suspiró—. Pero no puedes ir hasta el anochecer. No voy a ceder con esa regla, Ryeowook. No pondré en riesgo tu seguridad.

—De acuerdo —dijo Ryeowook. Sus rasgos de vampiro se suavizaron, y se sentó, con su cara inexpresiva. Seung Ho no había visto nunca a Ryeowook actuar de esa manera antes. Estar emparejado había cambiado al vampiro. Lo hizo más fuerte, más maduro.

Seung Ho estaba impresionado como el infierno. Pensó que Ryeowook  se quebraría y lloraría. Al hombre le estaban creciendo algunas serias gónadas para enfrentar a Eric Moon. Su padre no era nada despreciable. Pero, de nuevo, eso era lo que le hacía a la gente el emparejarse. Preferían morir antes que dejar que le pasara algo a su pareja.

Eso hizo a Seung Ho pensar en G.O., G.O y sus ojos verdes, su sedoso cabello negro y su sonrisa que iluminaba el corazón de Seung Ho. Su G.O. ¿Qué haría si G.O estuviera en la cárcel? Seung Ho ya sabía la respuesta antes de que terminara la pregunta en su cabeza.

Haría lo que fuera por liberar al hombre.

 

Por lo tanto ¿podría culpar a Ryeowook por exigir que lo llevaran con  su  pareja?  No.  ¿Pero  era  prudente  llevarlo?  Infiernos no.

 

Yesung probablemente iba a estar muy molesto por eso. Seung Ho sonrió. Razón de más para tomar a Ryeowook.

—Vendremos por ti al caer la noche —dijo Pá cuando dejaban a Ryeowook preocupado por el resto del día. Quizás el abogado sacaba a Yesung antes de que Ryeowook llegara a la ciudad e hiciera algo muy estúpido para liberar a su pareja. Kim Sang Kyung, el padre de Ryeowook, vivía en la ciudad, e ir ahí no era una cosa sabia.

Sang Kyung había llegado después tras Yesung, con ganas de verlo muerto por emparejarse con su hijo. No es que el hombre se hubiera preocupado por Ryeowook. Todo había sido por el orgullo del vampiro y salvar su imagen ante su pueblo. Él no sólo repudió a Ryeowook, sino también a los tres hermanos de Ryeowook que ahora vivían en el rancho de los Moon.

Seung Ho sabía que era tentar la suerte de Ryeowook el estar tan cerca de su padre. Pero también sabía que Ryeowook no iba a escuchar razones. Incluso si Seung Ho le señalaba a Wook que estar demasiado cerca de Sang Kyung, podría tener consecuencias nefastas.

Cuando estas asustado, enamorado, y sin tener ni idea de lo que está pasando, las cosas malas tienden a suceder. Entrar de cabeza a montar una ola de emociones podría causar la muerte de la persona. —Voy a ir con él.

—Sabía que lo harías —dijo Pá, cuando iban a casa—. Pero tómenlo con calma. Sang Kyung no es alguien para tomar a la ligera. Puede que se haya apartado porque el Príncipe se lo ordenó, pero las cosas pueden hacerse desde la oscuridad, sin que Jae Hyo lo sepa. Cuida tu espalda, hijo. Seung Ho pensó en llevar a Lee Joon con él, pero su hermano gemelo no siempre pensaba con claridad en situaciones de estrés. Cuando una persona del pasado de Mir asomó su fea cabeza para herir a la pareja de Lee Joon, su hermano gemelo estaba listo para ir a matarlo,  mandando  al  diablo  las  consecuencias. Fue Seung Ho quien mató al hombre para que Lee Joon no fuera a casa con Mir con sangre en sus manos.

Ese era un lado de Seung Ho que, aunque ellos fueran gemelos y tuvieran muchas cosas en común, Lee Joon no tenía. Seung Ho no tuvo problemas con matar al hombre que amenazó a la pareja de su gemelo. Sabía que Lee Joon habría tenido un problema con el acto. Lee Joon podía haber estado inclinado a la venganza en algún momento, pero una vez que la adrenalina disminuyera, Lee Joon no habría tenido  la capacidad para enfrentar el haber quitado una vida. No de una manera a sangre fría.

Después de trabajar en el rancho por el resto del día, Seung Ho fue a la casa de Jongin. Era ya la puesta del sol, el cielo se tornaba color magenta mientras llegaba al camino de grava. Había llamado a Jongin y el Alfa había acordado enviar a alguien con Seung Ho. Pero, el Alfa de la manada de lobos Timber no había dicho a quien iba a enviar, por lo que Seung Ho se  sentó ahí afuera esperando a que alguien saliera.

Después de cinco minutos de espera, Seung Ho se estaba aburriendo. Justo cuando puso la mano en la manija de la puerta, la puerta de entrada de la Casa se abrió. Gimió cuando vio a los tres hermanos Wu salir. Seung Ho prefería arriesgarse solo. Los hermanos Wu no eran conocidos por su tacto o el civismo. Ellos preferirían incendiar el lugar, observando que se quemara hasta los cimientos, que la razón

Pero entrar en la ciudad solo, teniendo que enfrentar a los policías humanos, Sang Kyung, y a cualquier otra cosa que saliera mal, sería una tontería.

Ellos no se unieron a Seung Ho en su camioneta. Los hermanos se sentaron a horcajadas en sus motocicletas, colocaron sus cascos en la cabeza, y luego Kris, el hermano mayor, hizo una ligera inclinación de cabeza.

 

Seung Ho movió la camioneta y se dirigió a la calle, preguntándose si esto iba a ser una rápida entrada y salida, o si iba a estar sentado en la cárcel justo a la derecha de Yesung.

Manejando hacia la casa de Ryeowook, Seung Ho se  preguntó si todo esto valía el precio que podría tener que pagar. Llegó a la casa de Yesung y Ryeowook y apagó el motor, y se dirigió a la puerta del frente. Seung Ho tocó y esperó. El último rayo del sol bajaba en el cielo y luego desapareció, dejando a Seung Ho de pie frente a la   puerta con solo la luz de la luna.

Volvió a tocar cuando Ryeowook no llegó a la puerta. Echó un vistazo detrás de él, los hermanos Wu estaban sentados a horcajadas sobre sus motocicletas, los cascos descansando sobre sus muslos, y esperando.

Seung Ho revisó la puerta. No estaba cerrada. Entró y gritó.

— Ryeowook, soy yo, Seung Ho. He venido a llevarte con Yesung.

 

El silencio pesaba en torno a Seung Ho. Subió las escaleras hasta el segundo piso, directamente a la habitación  del vampiro. Trató de llamar otra vez, pero no había ruido, ni pasos, ni nada.

Quizás Ryeowook se había vuelto a dormir. Seung Ho abrió la puerta. —Voy a entrar.

Abrió completamente la puerta, viendo la cama vacía. Seung Ho tomó la nota en la almohada de Ryeowook, un rugido retumbó  en su pecho.

Ryeowook se había ido a buscar a Yesung sin él...

 

 

 

continuara...


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