Segundos antes del amanecer y media hora antes de que los efectos de la droga que había usado en el universitario se disiparan del todo, Beyond se preparó para marcharse de la residencia que le había servido de refugio temporal. Verificando la función del intercomunicador que le fue entregado por manos de Watari, -el gran inventor, recordó con clara ironía-, se dispuso a deslizarse con gracia por el corto pasillo sin evitarse darle una última mirada a su benefactor quien continuaba durmiendo, victima de la sustancia controlada, fiel material caracteristico con cual el asesino BB hizo sencillo sus asesinatos.
—Hehe— emitió como despedida sin importarle lo burlón que sonase el gesto pues no valía la pena preocuparse si su acompañante todavía no despertaba. Como villano que era, reirse era lo menos que podía hacer para mantener su perfil a flote.
Introduciendo el aparato de comunicación en su bolsillo, cruzó con absoluta normalidad la puerta sin olvidarse de cerrarla adecuadamente y avanzó a la reja que rodeaba el conjunto de edificios departamentales para volver a las calles, incluso se tomó la libertad de darle los buenos días al conserge que ya estaba depositando la tierra que barría dentro de una bolsa de plastico negra cuyo tamaño casi alcanzaba el nivel de Minato Tsuki, y este le había devuelto el saludo con un acento fatigado, tal vez un poco extrañado de verle, desconociendole como asiduo de alguno de los departamentos rentados. Quién sabe, en el interior de la bolsa podría habitar un cuerpo despedazado, pensó B mirando ligeramente hacia el elemento en cuestión, causante de la jocosa sonrisa que pasó a tomar evidente tensión en las comisuras de sus labios; entretenido con la idea.
Del mismo modo, en una calle y vecindario distinto -apartada de los planes y nuevos movimientos de BB- Naomi Misora también se disponía dar inicio a su misión autoestablecida. Normalmente, ella hubiera considerado muy temprano el horario de salida, pero esta vez incluso se sorprendía de lo idóneo que había sido para su cuerpo adaptarse a este nuevo cambio de rutina; tenía una importante tarea que concluír y nunca fue su intención retractarse en ello a pesar de todo.
La atmósfera en el cuartel de investigaciones del caso Kira era tensa, ácida, chocante. Desde el momento que el Jefe al mando había anunciado una importante reunion, todos aquellos asignados al caso inevitablemente se reconocieron preocupados por el asunto que quisiese tratar en plenas labores, considerando las circunstancias que habían experimentado siquiera un día anterior; la desconfianza que había causado las sospechas de L dejaron roto cualquier equilibrio del que pudo gozar el escuadron. Yagami Souichirou sintió a sus músculos tensarse cuando, luego de solicitar absoluta atención, cada uno de los agentes enfocaron la mirada en él pero no estaba inquieto, él ya había tomado su desición luego de haberlo conversado la noche anterior con su familia; no abandonaría el caso sin importar el riesgo que su vida corriera mientras tuviera el deber de terminarlo porque se sentía obligado como policia, padre de familia y ciudadano a valerse de todos sus medios para capturar a este misterioso asesino en masa que creó controversias incluso en su propio interior. Entrelazó sus dedos recordando las palabras de su hijo Light, recibiendo el debido coraje para pronunciar las palabras que estaba a punto de ofrecer a todos sus compatriotas sin acobardarse, enfrentarlo con la valerosidad que requería la situación pues no culparía a nadie por lo que no tardaría en desarrollarse dentro de aquel -hasta ahora- cómodo espacio.
—Kira asesina a todos los que se le oponen, aún si no somos criminales podemos ser asesinados— afirmó pues no tenía sentido alguno el ignorarlo a estas alturas y consideraba lo más acertado ponerlo en claro antes de cualquier absurdo malentendido alzara una barrera en la convivencia diaria del grupo. —Piensen en sus vidas, sus familias, sus amigos. Quien quiera retirarse del caso, por favor renuncie. No habrán consecuencias al renunciar, lo prometo— agregó proponiendose a un acuerdo común, más como persona que como Jefe de Policia ya que mantener en alto el respeto que inspiraba su titulo de trabajo no traería rencores o alabanzas, ni tampoco las quería; no se es un valiente escudandose en valores operativos. —Sólo aquellos que tengan la convicción para pelear con Kira, a pesar de todo lo que he dicho, deben quedarse. Es todo.
Los murmullos de la audiencia no se retrasó más en alzarse cual bruma, hundiendo el cuartel en penumbras, efecto de opiniones entremezcladas. Y el detective, que observaba todo a través de la lente ajustada a la computadora portatil de Watari, veía al personal irse de uno en uno mientras trataba de suponer cuántos hombres de la fuerza se quedarían guiados por sus fuertes deseos de justicia. Tal vez ni siquiera el Jefe Yagami se quedaría para brindar su apoyo aunque había visto en él a un excelente aliado pues sabía reconocer a individuos de su tipo. Prefería detener sus deduciones un instante. Quien se quedara para servir el honor de Japón, serían los más adecuados para poner en marcha la verdadera investigación; serían quienes vieran por primera vez el verdadero rostro de L.
Aunque resintió en su piel la frialdad del ambiente, en ningún momento B accedió al impulso de frotarse los brazos, manteniendo su postura insensible al caminar. No podía identificar cuan tarde era desde que se alejó de su último escondite y visualizó toda clase de nombres y tiempos de vida en su camino, sólo comprendía que era necesario detenerse un momento para descansar antes de que optase por arrebatarle algo de valor economico a quien luciera susceptible, pues era en esos momentos de escacez que no se abstenía de llevar a cabo un robo discreto en quien tuviera la desdicha de cruzarse en su camino primero. Se detuvo en seco junto a una silla adornando un pequeño jardin donde solían cruzarse algunas personas, observó un poco a su alrededor y se dejó caer con cuidado sobre la superficie metalica, aquel parecía el sitio perfecto así que se relajó mientras esperaba a su presa predilecta, aunque no le apetecia -normalmente- hurtar veía la practica necesaria a falta de sustento monetario.
Levantó la mirada y visualizó a un par de niños en compañía de una pareja paseando un cachorro quien feliz les ladraba cuando estos hacían un movimiento juguetón, inevitablemente recordó sus años en el orfanato, la época en que sus compañeros habían adoptado a un perro callejero que arrivó a las puertas del Wammy's House para luego engrirse con la comida que le ofrecían y terminar convirtiendose en la mascota consentida. El can a él nunca lo quiso, pues cada vez que le veía cerca le ladraba o gruñía y en una ocasión intentó morderlo sino mal recordaba, B nunca supo la razón y en cierta forma no se interesó en conocerla porque aunque podía ver el tiempo de vida del animal, el nombre que este poseía era un misterio, fue la primera vez que había sentido intriga por conocer la caducidad de otros seres vivientes además de los humanos y de si intervenciones ajenadas a la vida de estos podrían influenciar su destino; nadie supo nunca lo que había sucedido al perro la última noche que Beyond quiso soportar sus horribles gruñidos pues, sin importar cuánto Alex lo acusara o los crueles testimonios de otros niños sobre lo sospechoso que fuera su radiante buen humor desde la misteriosa desaparición canina, las pruebas eran inciertas. Siempre era incierto cuando se relacionaba a Beyond. Después de eso, B se había dado cuenta del potencial que sostenía su habilidad, la proyección personal que podría dar al mundo con su existir, entonces había decidido no menospreciar más los beneficios de su poder pues si fuera capaz de darle un buen uso lo haría sin dudar más, después de todo la vida no es nada trascedental sin la muerte a su lado.
De pronto una figura que entró a su campo de visión -al reconocerla- envió una poderosa descarga electrica a su columna vertebral, obligando a su mirada perderse entre las letras componiendo aquel nombre. La figura femenina y los cabellos oscuros distaban mucho de aquellos que había visto a lo largo de su travesía, ¿y cómo hacerlo? Si la conocía, especialmente cuando inconscientemente pensó en ella desde el momento que se unió a las calles de Japón. Sin dudarlo más se puso de pie y avanzó con largos pasos hacia ella, ignorandolo todo: la misión que se había impuesto, las ideas de rutina que optó por seguir ese día, los niños y su perro, o el resto de personas; ahora mismo sólo importaba ella.
—Misora Naomi-san.— Y ante su llamado la aludida respondió deteniendose, segundos que se expandieron a una eternidad para la mirada atenta de B, pues quizás esperaba no verla de nuevo, quizás la había considerado muerta y distante, tal vez escéptico por la vida plena que aún le hacía falta vivir, tal vez incrédulo y decepcionado; pero ella continuaba en una pieza, tan altanera, iderrocable y servicial como la conocía.
—¿Si?—. Su voz le pareció exquicita dentro de un paladar más metafórico y psicótico pues la voz humana no poseía un sabor además del poetico y de eso se convenció B al observar cuidadosamente ese rostro serio, ligeramente confundido por la repentina solicitud.
—Ya decía que la había visto en alguna parte— intentó disimular sin apartar la mirada.
—... Disculpa, ¿quién eres?
—¿No me recuerda? Estaba seguro que habiamos convivido, tal vez... ¿en el trabajo?
—Oh. Supongo que debió ser hace mucho tiempo.
—Ciertamente.— Beyond sonrió con la mayor cordialidad que le fue posible, inventando una broma particular dentro de su cabeza. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que habían convivido como los ojos de L y detective privado? Si no recordaba su rostro quería decir que debió pasar bastante tiempo o simplemente no significaba un rostro especial que considerar memorable sin importar lo conocido que le resultara.
—¿Tú nombre es?
—Beyond Birthday.
Como bien lo esperó, las facciones anteriormente indiferentes de la joven mujer se deformaron en una expresión asombrada -hasta curiosa- en su rostro, inspirando una impensable sensación de placer en el vientre de Rue Ryuzaki.
—Oh, es verdad, tengo la impresión de haber escuchado ese nombre antes.
—Bien, no puedo culparla. Es natural que lo haya olvidado ya que juntos atendimos un único caso pero yo no olvidaré nunca su coppeira, Misora-san.
—Me siento honrada. Debo admitir que para mi es una sorpresa encontrarme con un antiguo compañero de trabajo, sobre todo a estas alturas.
—¿Por qué lo dice?— cuestionó Beyond esta vez con sincera curiosidad.
—Bien, decidí dejar mi puesto como detective para casarme.
—¿En serio?—. Esta vez B no consiguió concretar el brote de una emoción mecanica en su centro sentimental pues se reconocía en verdad sorprendido. —Felicidades.
—Desafortunadamente acabo de perder a mi prometido— confesó Naomi en acento lastimero, volviendo a quebrantar el entendimiento de su acompañante quien poco podría comprender el dolor que en esos momentos aturdía incluso el manejo de las cuerdas vocales que ejercía la dolida mujer. —Fue asesinado...— acusó descendiendo su mirada del rostro de quien yacía frente a ella— ... por Kira.
Y su incriminación impactó contra el cerebro del asesino de Los Ángeles, despertandolo del ligero ensueño donde se había mantenido por mera seguridad, ahora volvía activarse, dispuesto a desenvolver las capas que él mismo tejió con la intención de no crear demasiadas cavilaciones que entorpecieran sus deducciones.
—¿Kira? Eso es inaudito, según tengo entendido, Kira sólo juzga criminales. ¿Por qué estaría interesado en matar a tu prometido? ¿Acaso él era esa clase de hombre?
—¡De ninguna manera!—. En reacción a la insultante insinuación, Misora no dudó exaltarse en defensa a la memoria de su prometido. —¡Raye jamas cometería un acto semejante! ¡Raye era un hombre de honor... y principios! ¡Exijo que te disculpes ahora mismo!
—Error mio, por supuesto que usted jamas se involucraría con un hombre de esa calaña... me disculpo— dijo Beyond tirando de las comisuras de sus labios para forjar una sonrisa, aunque esta funcionó para calmar un poco la furiosa impresión que generó en Naomi, aún así no la dejó convencida. —Solamente pretendía asegurarme, nunca fueron mis intenciones ofenderla, a usted o su prometido. Eso sólo indica que Kira no se trata de ningún mesias, es un pesimo defensor de la justicia, un farzante, un terrible mentiroso, un victimario despiadado que refleja de forma distorcionada la bondad divina. Sólo otro demente que quiere ver a la humanidad rendida a sus propias reglas... como bien diría L.
—¿Eh?—. Aunque no fue su intención, Naomi no pudo ignorar la última oración que Beyond articuló en sus labios a pesar de que este enseguida la distrajo tomando un nuevo tema.
—Disculpe que me entrometa, Misora-san. Ha sido algún tiempo desde que conversamos, si gusta, puedo ayudarle en la investigación que está realizando.
—¿Qué quieres decir?
—Dudo que una mujer tan capaz como lo es usted deje suelto a un asesino tan peligroso, lo supe desde el momento que me dijo que Kira fue el asesino de su amado. Recuerde que fuimos compañeros antes, aunque sólo haya sido un caso fue extraordinario investigar a su lado. Por supuesto, si está de acuerdo.
—Agradezco tu preocupación pero creo que prefiero hacerlo sola, no me gustaría que arriesgaras tu vida por ayudarme en algo que sólo me concierne a mi.
—¿Qué dice? Dos cabezas son mejores que una, además este asunto es ahora personal, no puedo tolerar que ese impostor le haya hecho daño a un inocente. Si cooperamos podremos atrapar al responsable rápido, eso incluso cuando L está involucrado en el caso, quizás hasta podamos integrarnos a la investigación si estructuramos una teoria creible.
—Eso es lo mismo que yo estaba pensando— Misora no dudó en confesar, de pronto accesible a la propuesta de su antiguo compañero sin saber que la sonrisa que se forjó en los labios de Beyond Birthday eran vehículo de otra clase de satisfacciones.
—¡Perfecto! Eso lo haría más fácil, ¿no cree?
Naomi asintió al instante, absolutamente convencida de que sus investigaciones brindarían importantes frutos, mientras tanto Beyond sonreía, lejos de lo que podría significar una victoria para Naomi, lo sería para él si lograse involucrarse en el caso Kira ya que no sólo tendría la oportunidad de dar un paso delante de L, lo daría delante de Misora esta vez sin cometer el error de subestimarla. Kira, Naomi o L, todos estaban después de B.