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Ave Versus Cristus por Xora

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Notas del capitulo:

Gracias una vez más por la paciencia, esto está tomando forma lentamente. No hay prisa ¿o, si?

¡A leer!

El amanecer había estado cerca en el momento justo que su consciencia volvió de aquel otro mundo que las personas solían llamar sueños, proyecciones de la mente que actuaban en consecuencia del recuerdo y la imaginación propia del subconsciente. Light se removió con despereza sobre la suave superficie y se dispuso levantarse al percibir aquel hechizante movimiento que golpeaba la atmósfera provocando delicados oleajes de viento, observando con obvia admiración humana las formas del par de alas negras que había estado presenciando desde que un desequilibrio de circunstancias le concedieron la mayor fuente de poder con la cual podría cumplir sus más profundos -y codiciosos- anhelos. Veía a la sombra generadora de oscuridad absoluta en su habitación, veía al ser inmortal ante él e imaginaba cómo sería su vida si no hubiesen acordado un pacto no contextual en esta serie de casualidades que los hicieron terminar juntos un tiempo indefinido. El shinigami frente a su curiosa mirada aleteaba varios centimetros lejos del suelo, suspendido ante su escritorio, interesado en observar lo que fuera que había atraído su total atención. Ryuk era una criatura fascinante a la que Light no era capaz de pasar por alto, pues caminar por las calles en su invisible compañía era de por si extraño, incluso más al ser el único ser humano que podía verlo mientras nadie tocara la razón de este vinculo entre Dios de la Muerte y mortal. Al mirarlo ahí, quieto, hizo al joven estudiante de preparatoria preguntarse en qué ocupaba su entretenimiento mientras él dormía como lo establecía el horario para recuperar fuerzas. Ryuk no era muy activo a menos que Light se moviera fuera de su cuarto y, ya que lo seguía como perro tras las pisadas de su dueño, sus rutas eran las mismas que él trazaba en su rutina diaria. Todavía desconocía detalles en su formas de vida atípica así que no podría hacer a un lado la intriga que -ocasionalmente- se permitía emergir sólo para sí mismo, sin cometer el error de cuestionar a menos que tal naciera del propio shinigami.
 
Oh, ¿ya estás despierto, Light?
 
El extraordinario ser de imborrable sonrisa y afilada dentadura se giró hacia el japones al advertir lo evidente, su voz -abastecida con la cantidad usual de sorna- despertó al joven estudiante de su ligero ensimismamiento. A Light todavía le resultaba impresionante que esa criatura pronunciara de forma tan limpia su mismo léxico, tal como si fuese su lengua natal, ya que dudaba que en el mundo de los shinigamis el dialecto fuera igual.
 
—Si. He dormido suficiente —replicó volviendo a recostarse sobre la cama con las manos detrás de su nuca, enfocando su atención en lo verdaderamente importante para él. La noche anterior había revisado las fechas en que Kira estuvo más activo y terminó por concluír que todo marchaba a la perfección, no existían huecos que L pudiese utilizar para llegar hasta él pero debía admitir que esto no se trataba de otra cosa que mero -e improductivo- autoconvencimiento pues aún estaba inquieto sobre la seguridad con que estaba avanzando su plan de acción; si existiera cualquier abertura en sus movimientos todo estaría arruinado. ¿Debería ir a echar un vistazo a los cuarteles anti-Kira? Se preguntó con anticipada seriedad debido a que -de hacerlo así- no avanzaría más allá de la entrada.
 
—Oye, Light —le interrumpió Ryuk de sus cavilaciones—. ¿Qué harás con L? ¿No buscarás la manera de matarlo ya? Recuerda que entre más tiempo pierdas, él podría avalanzarse muy pronto sobre ti —dijo acompañando sus palabras con una indiscreta risa intoxicada de provocasión. Light endureció su mirada en respuesta. Aquel shinigami debería aprender a callarse cuando no era el momento apropiado—. Si eso sucediera sería el fin de Kira.
 
—Eso es algo que no necesitas decirme, Ryuk. Mataré a L y lo haré más pronto de lo que te imaginas. 
 
Poniendose de pie, marchó fuera de su habitación sin mostrar interés alguna a la risa burlona que Ryuk volvió a emitir mientras miraba la espalda del objeto de su diversión. Escuchar a Light hablar con aquella inquebrantable seguridad le recordaba la finalidad por la que había dejado caer la Death Note que se mantenía oculta en el cajón del escritorio y no se arrepentía en lo absoluto. Los humanos eran criaturas realmente interesantes.
 
 
 
Entre una situación a otra, Light había encontrado el mejor pretexto para encaminarse a los Cuarteles Generales de la Policia Japonesa, habiendose decidido su destino como un desinteresado favor hacia su padre -quien no había pisado su hogar en varios días- tomó su celular y marcó su número personal para ponerlo sobre aviso de su pronta visita pero la linea no cedió a ponerlo en contacto, en cambio, fue atendido por una grabación que le informó sobre las posibles razones por las que ese número yacía inactivo. Sin duda alguna esto le había extrañado a gran escala pero se limitó a cerrar el aparato y apresurarse al edificio asignado para comprobarlo por sí mismo.
 
Cruzó las puertas de entrada con arraigada naturalidad y vislumbró enseguida la presencia de un par de personas llenando la zona vacía además de los trabajadores, una mujer joven de apariencia elegante y un sujeto de vulgar apariencia que ocupaban un espacio delante del recibidor. Esto no era extraño considerando lo temprano que era pero tampoco pudo pasar por alto el hecho de que aquella mujer de negros cabellos parecía estar haciendo pasar un mal momento a los dos hombres que se encontraban tras el recibidor, esta se mostraba bastante insistente respecto a obtener el permiso de ver a alguien de los cuarteles así que fue incapaz de desatender la respuesta que había recibido.
 
—Como le he dicho, en estos momentos no hay nadie en el cuartel que pueda atenderla. —Y lo que había escuchado terminó por encapsular su atención en el descomunal suceso ya que el celular de su padre, el jefe encargado del caso Kira, estaba apagado. 
 
—¿Hay alguna forma de contactarlos? Es algo importante relacionado con el caso Kira.
 
Sintiendo un escalofrío recorrer su columna vertebral, Light avanzó procurando comportarse neutral. Con un poco de su habilidad de persuación trataría de averiguar qué era lo que estaba ocurriendo y, con suerte, obtendría información relevante. Ya fuera que esa mujer no tuviera algo importante que decir y se tratara de una aficionada, sacaría provecho de este inesperado encuentro. Mientras tanto Beyond se aburría, observando con  decepción los nombres y tiempos de vida que volaban sobre las cabezas de los recepcionistas, no concretó eludir la mirada de extrañeza que le dedicaba el segundo de ellos al cual sólo le sonrió provocando que apartara su mirada. Si no fuese porque estaba fingiendo ser un ciudadano más de aquel odioso continente ya habría irrumpido dentro del recibidor y atacado a los dos inútiles que los atendían, miró a su acompañante y contuvo su mueca insensible de ojos bien abiertos, convencido de cortar con aquella insustancial conversación.
 
—Ellos han dicho que no hay nadie disponible, Maki-san —dijo atrayendo exitosamente la mirada de la joven mujer—. Tal vez debamos volver más tarde —propuso a quien se mostró en desacuerdo total con aquello, pues habían recorrido mucho camino para llegar a ese lugar ya que también se habían tomado la molestía de usar nombres falsos para presentarse a los demás de ahora en adelante; Misora no podía permitir que todos sus preparativos se fueran a la basura en ese preciso momento, quizás sí se tratara de algo presipitado -lo aceptaba- pero ambos, en conjunto, habían recolectado y compartido información muy confiable como para rendirse por una simple negativa recibida. No, debían ser perseverantes.
 
—Confíe en mi, por favor —insistió el trabajador—. Puede dejar conmigo su mensaje.
 
—De ninguna manera —replicó de forma arrasadora—. Tengo que hablar con ellos personalmente.
 
Beyond inclinó la cabeza a un costado ante la iniciativa de la ex-detective del FBI, impresionado con su determinación, preguntandose si debía admirarse por lo mucho que había cambiado desde su primer encuentro o lamentar el hecho de que persuadirla sería difícil. Habían trabajado de manera efectiva antes de haber puesto los pies dentro de aquellas instalaciones pero esto sólo lo convencía de que quería reducir su plazo de vida para que no le estorbara en el camino pero pronto una nueva voz en el espacio-tiempo le arrastró fuera de sus pensamientos, incitandole mirar junto a él.
 
—Soy el hijo del detective Yagami Souichiro, Light —dijo este chico consiguiendo que Beyond le mirara, reconociendose un poco aliviado por su repentina intervención.
 
Pero pronto algo más obligó a su mirada apartarse del inofensivo chico mientras hablaba, encontrandose con una figura que al instante le hizo congelarse definitivamente en su lugar. Una extravagante aparición de largas alas y ojos color carmesí provocaron en Beyond el desconocido sentimiento de pánico puro que se distribuyó por su sistema nervioso en menos de lo que equivalía la velocidad del sonido. Aquel espectro sin especie yacía suspendido justo detrás del muchacho castaño, moviendo sus alas cual ave planeando su ascenso a los cielos. Lento, lentamente, agitaba sus alas, tan lento para Beyond en esos segundos transformados en eternidad. Dentro de su visión escarlata pudo visualizar un nombre sobre aquel rostro de filosos colmillos pero no consiguió ver el tiempo de vida de este. Entonces todo sonido se había consumido y nada más que sus ojos continuaron recibiendo información del plano terrenal, aquel fantasma era algo que nunca en su vida había visto; estaba aterrado. Intentó retroceder pero resbaló contra la dureza del suelo sin fuerzas, cuando sus piernas fueron incapaces de sostenerle, advirtiendo a quienes estaban cerca de su caída, sobresaltandoles en reacción al instante. Misora no había dudado en acercarse a su compañero, preocupada por su repentino desfallecimiento pero B no respondió a sus preguntas, enfocado en averiguar qué era aquel ser que ahora le miraba con aquella monstruosa sonrisa infranatural.
 
—¿Quién demonios eres? —cuestionó con voz tremula, completamente perturbado por aquella misteriosa silueta agitandose suavemente en el ambiente.
 
—¿Eh? Sólo soy un estudiante —respondió Light confundido.
 
—¡No te hablo a ti! —espetó golpeando la atmósfera como si esto ayudara hacer a un lado a Light para luego señalar con uno de sus brazos la figura anormalmente delgada del shinigami a espaldas de este—. ¡Tú! ¿Qué eres?
 
—¿Oh? ¿Te refieres a mi?  —Ryuk se señaló a si mismo, inquietando a Light. ¿Ese sujeto era capaz de ver al shinigami? ¿Cómo era aquello posible? Se suponía que ningún mortal podía ver a un Dios de la muerte a menos que tuviera contacto con la Death Note correspondiente. No tenía sentido que lograra percibirlo sólo porque si. Beyond retrocedió un poco ante la respuesta que terminó por recibir.
 
—¿A quién le hablas? —cuestionó la ex-detective curiosa. Oir su voz le recordó al joven asesino que no había salido a las calles solo.
 
—Maki-san, ¿usted no puede verlo?
 
Naomi miró desconcertada a Beyond y luego se giró a la nada intentando visualizar aquello que tenía a su compañero tan alterado, nunca lo había visto tan asustado por algo. Además esto que miraba nadie más parecía percibirlo así que llegó a preguntarse si estaba sufriendo alucinaciones pues, ciertamente, su apariencia indicaba pertenecer a la clase de personas que sufren de serios trastornos mentales. ¿Estaría siendo victima de un episodio como tal? Quizás aquel chico había olvidado ingerir el medicamento que pudieron haberle recetado.
 
—Rue, creo que necesitas descansar. Puedo llevarte a tu casa —ofreció tomando uno de sus brazos con la intención de impulsarlo a levantarse del suelo, cosa que Beyond hizo sin apartar su escandalizada mirada de aquel espectro sonriente, en ese momento no le importaba que Misora lo creyera un demente, pues él mismo estaba dudando de su sanidad mental mientras veía aquel nombre de descomunal lenguaje que -extrañamente- lograba leer a la perfección. Ryuk. Birthday había encontrado al eslavon perdido. Juntos, sin brindar explicasiones al respecto, Misora y Beyond salieron fuera de las instalaciones acompañados de las miradas de extrañeza que les dedicaron ambos recepcionistas, incluyendo a Light Yagami quien no podía dejar pasar esta oportunidad, debía encargarse de sus asuntos si quería alcanzar a aquellos dos pero, ¿con qué excusa debería interceptarlos? No los conocía y el asunto de Kira había sido hecho a un lado desde el momento que aquel sujeto había visualizado a Ryuk. Sin duda se vería extraño que intentase conversar con ellos cuando estaban en medio de una situación urgente; incluso más que Kira.
 
No tenía otra opción.
 
Naomi y Beyond finalmente pusieron un pie fuera cuando la voz del estudiante de preparatoria consiguió su objetivo de detenerles en su andar. Curiosos, se giraron para recibirlo y Light se detuvo a una distancia prudente, pues los ojos de Beyond continuaron fijos en el ser que le perseguía, hecho que decidió pasar por alto; por el bien de su objetivo requería jugar el papel del ignorante, era bueno en ocultar emociones después de todo.
 
—Disculpen, si gustan, ¿hay algo en lo pueda ayudar? 
 
—No —respondió Beyond con brusquedad, sorprendiendo a Light—. Si es posible, me gustaría que no te acercaras más de tres metros, esa cosa continúa siguiendote.
 
Light se tensó pues sus sospechas eran acertadas, ahora estaba comprobado que ese tipo en verdad era capaz de mirar a Ryuk sin la necesidad de tocar la Death Note. ¿Qué estaba sucediendo? En cualquier caso, ¿era prudente que se acercara a él siquiera? El shinigami podría convertirse en un problema si este hombre decidiera conversar con él a pesar de todo. Ryuk envió a la atmósfera una arrastrada risa cizañosa y vió al pelinegro reacionar a esta sobresaltandose. Light quiso gruñir pero se contuvo a sabiendas de que era obligatorio mantener su porte solidario a cualquier costo o su pequeña actuación quedaría arruinada.
 
—Agradecemos tu preocupación pero no es necesario —dijo Misora haciendo uso de sus mejores modales para luego dirigirse a su compañero quien continuaba un poco flojo sobre sus hombros—. Rue, ¿tragiste contigo algún medicamento o debemos ir a comprarlo?
 
—Si he de ser franco, lamento informarle que jamas consideré necesitarlos —confesó B con acento aburrido—. Mi última cita con un psicólogo fue cuando tenía diez años aunque realizar dichas visitas nunca sirvan de mucho. Pero puedo asegurarle que no estoy loco, al menos no aún. Además, este asunto de la locura es subjetiva, nadie puede decir a ciencia cierta quién está cuerdo o demente, todo depende de la perspectiva.
 
Este chico es interesante. —Ryuk se dejó reir divertido una vez más.
 
—Gracias pero no me halaga mucho al provenir de ti —replicó B.
 
—¿Con quién estás hablando? —cuestionó Misora evidenciando la incomodidad en su mirada, pues Beyond parecía contar con la mirada a un número distinto de personas de las que ella misma divisaba en la zona.
 
—Es posible en un 92% que esa extraña criatura sea una alucinación pero no me parece correcto ignorar un cumplido como ese. No hay muchos monstruos invisibles que digan que soy interesante.
 
—Está bien, entiendo. —Misora trató ignorar la respuesta de su acompañante y se enfocó en solucionar esta situación de forma que aquello no resultara demasiado fuera de la realidad—. ¿Podrías resolver tu charla alucinojena después de volver al departamento? En verdad creo que necesitas descansar, tal vez tu cerebro es sensible a los rayos solares.
 
—Pero, Maki-san, el día está nublado.
 
—No es eso a lo que me refiero.
 
—Usted ha dicho que los rayos ultravioleta causan efectos negativos en mi cerebro sin necesidad de tener contacto directo con este, lo que me lleva a cuestionar su teoria.
 
—Eso no es lo importante —le cortó la ex-detective sintiendo su paciencia a punto de estallar en mil pedazos, no comprendía de dónde sacaba tanta cuando el suceso era demasiado raro. Se volvió al castaño quien aún continuaba en el mismo lugar sin intervenir más, tan sólo analizando la situación y reconsiderando su plan de acción inicial—. Lo siento, creo que lo resolveremos por nuestra cuenta —le informó todavía incombencida pues encargarse sola de Beyond en un estado que podría ser peligroso no le causaría el menor placer. —Siento mucho esto.
 
—No, descuide —respondió Light con una sonrisa—. Espero que pronto se mejore.
 
—Gracias. Con permiso.
 
Misora y Beyond se alejaron mientras Light les miraba sin hacer el menor intento de detenerles, escuchó a aquella mujer preguntarle a su acompañante si podía caminar por su cuenta así como este mismo respondió con una afirmación y entonces se separaron al caminar. Realmente el joven Yagami no quería dejarles ir sin más pero sería mucho más peligroso dejar que ese sujeto continuara hablando con Ryuk, pues había comprendido -con la reciente demostración- que a ese sujeto andrajoso no le importaba hablar con seres invisibles -aún cuando sospechara que fueran alucionaciones- teniendo espectadores cerca.
 
Oye, Light, se están marchando. ¿Eso está bien? ¿Qué pasará si ellos vuelven a los cuarteles y logran comunicarse con alguien? ¿No te traerá problemas?
 
—Ryuk.
 
—¿Hum? —Ser llamado por Light lo intrigó ya que este no solía hablarle mientras estaban fuera de casa y que lo hiciera sin miramientos o sus debidas precausiones lo hacía ver como si esta nueva ocasión presumiera suma importancia, lo suficiente para hacerlos romper sus propias reglas, impuestas entre los dos.
 
—¿Conoces a ese chico?
 
—Para nada, es la primera vez que lo veo.
 
—Entonces, ¿debo suponer que lo que me dijiste antes se trataba de una mentira? ¿Acaso cualquiera puede verte en una hora especifica del día? ¿O en los días nublados?
 
No intentes hacerme quedar mal. Todo lo que te he dicho hasta ahora es verdad, nadie salvo aquellos que han tocado la Death Note pueden verme. Ser visto por un humano sin una Death Note me ha tomado desprevenido, no es algo que sucede todos los días.
 
—Un shinigami confundido es digno de verse también —escupió Light con obvio sarcasmo, intentando no dejar emerger la frustración que le estaba aturdiendo dentro de su relajado semblante. El más minimo agitar de aquellas alas estaban estresandole como jamas lo creyó posible ahora que el manejo de su lógica había impactado contra algo más irreal que aquel shinigami o el poder omnipotente de una pagina de la Death Note.
 
—No te burles.
 
—Esto es un problema serio, ¿cómo podría tomarlo a la ligera? —dijo. Era verdad, alguien había sido capaz de visualizar a un shinigami y alguien más había asegurado a los recepcionistas del edificio policiaco sobre poseer información importante referente al caso Kira, información que no había tenido oportunidad de averiguar ya que ni siquiera podría discernir sobre si esto advertía un peligro potencial o era simple tonteria. Como sea, aquella pareja de extraños le dieron la impresión de ser una terrible amenaza futura. No podía dejarles ir sin antes haber eliminado cada escenario posible que pudiera interrumpir las actividades de Kira, pues ya lo había establecido la noche anterior; el menor error sería fatal con L observando cada uno de sus movimientos . No le quedaba más que hacerlo él mismo.
 
 
 
Naomi suspiró discretamente, rodando los ojos para mirar por un momento la figura de Beyond andando a su lado con aquel estilo tan suyo y atipico; pasos lentos, ojos fijos al frente, manos en los bolsillos y aquella postura torsida de su espalda que le hacía ver más pequeño de lo que realmente era. Es que aquello no podía estarle pasando a ella. Desde que se había encontrado de casualidad a Beyond en aquel parque comprobó cuan grande era la familiaridad con la que convivían, aunque no se hubiesen visto por bastante tiempo no había tardado en acoplarse a su extravagante personalidad o molestas interrupciones durante una explicasión extensa, se había dado cuenta que -sin disfrutar del todo su compañía- esta inteligencia que emergía de él le ayudó acostumbrarse enseguida, como si se tratara de un amigo que no ha tenido oportunidad de ver en años. La ex-detective no estaba segura cuándo habían trabajado juntos pero realmente le parecía usual esta convivencia que compartían de forma tan natural, le reconocía pese a que todavía no estaba segura de quién era él, pues su apariencia le resultaba familiar al igual que su nombre, mas el origen continuaba en blanco. Sentía que era su deber recordar de dónde conocía a un sujeto como Beyond quien era raro e indiscreto a la vista y quien le inspiraba ese sentido de alerta que no concretaba disipar de sus prioridades, temiendo por su supervivencia personal. Dudaba que se tratase de un detective experimentado aunque poseía las tecnicas para ello. La sensación que la estaba consumiendo se parecía mucho a ese sentimiento involuntario que se genera imaginarse encadenada a una silla a solas con un asesino en una habitación repleta de artefactos de tortura cerrada bajo llave, donde nadie puede oir los gritos de agonía expulsada por una victima cuya estancia era la misma boca del lobo.
 
—No nos está siguiendo —comentó B, devolviendo a Misora al tiempo presente de forma abrupta y seca. Ella lo miró sólo para darse cuenta que este observaba recelosamente a sus espaldas, acción que imitó para cercionarse que ningún otro transeúnte caminaba esas calles; estaban completamente solos y este hecho la incomodó. 
 
—¿Acaso esperabas que nos siguiera alguien?
 
—Me preocupaba que la criatura de recién estuviera en todas partes, ya sabe; en los muros, en los techos... materializada en todas las zonas posibles dentro de mi rango visual con el único propósito de señalarme mi locura, pero se ha quedado atrás. Lo cual significa que no se trata de mi, no estoy loco. ¿Qué fue eso entonces? ¿Realidad o fantasía?
 
—¿Te refieres a que el mirar alucinaciones estas estarían obligadas a perseguirte?
 
—Así es —afirmó sin mostrar atisbo alguno de duda, desconcertando a Misora con la ágilidad y rapidez de la misma respuesta—. No estoy diciendo que lo sucedido no podría tratarse de una ilusión momentanea pero, ¿por qué factores aparecería? No estoy cansado ni me siento presionado, he dormido bien y no he ingerido sustancias que podrían provocarlo. Además, ¿podría pensar que se quedó cerca de aquel chico? Me di cuenta desde el principio que lo estuvo siguiendo, sólo a él. ¿Por qué? —B giró la cabeza en dirección a su acompañante. —¿Usted qué opina?
 
—Si yo sufriera de alucionaciones también estaría preocupada.
 
—No estoy cuestionando eso.
 
—Lo principal es tu salud mental así que te recomiendo visitar a un doctor.
 
—¿Desconfía tanto de mi que ha tenido que comportarse tan fría?
 
—Hemos perdido una oportunidad significativa —espetó deteniendose y obligando a Beyond repetir la acción, esta vez sin impedirse ventilar su enojo fuera de su prision—. Si no hubieras sido distraído por ese espejismo absurdo ahora mismo estariamos...
 
—... lamentandonos sentados en la silla de un parque —Beyond concluyó la oración. Misora cerró los puños—. ¿Recuerda que los sujetos que nos atendieron aseguraron que no había nadie en los Cuarteles? —Misora se ahorró sus replicas, Beyond tenía razón—. Entiendo que esté desesperada por vengar a su prometido pero precipitandose no cosechará resultados tempranos. Si yo fuera Kira vigilaría la estación de policia muy de cerca, a la espera de que un informante valioso al cual persuadir para luego asesinar. Creame, sé como piensan los asesinos meticulosos como él.
 
—Lo entiendo —aceptó de mala gana, del modo que B creyó finalmente haber retenido la persistente voluntad de su valiosa interlocutora—. Aún así... —Los ojos de Beyond vibraron sorprendidos por las oraciones siguientes—, tengo que comunicarme con alguien de la investigación, no importa cómo. Kira debe ser arrestado.
 
Misora levantó la mirada, conectandola con las pupilas de Beyond instantaneamente, haciendo consciente al asesino de Los Ángeles de la magnitud de aquella fuerza de voluntad, la cual ardía con insostenible auge de intrepidez. Misora Naomi en verdad había cambiado, su mente y poder de analisis era mucho más atractivo, casi terminaba causando en Beyond una rafaga de inmaculada fascinación. Tensando los músculos de todo su cuerpo, Beyond Birthday tomó una desición; no podía dejar libre a la maravilla con la que se había topado por casualidad. Si permitiese que esa joya se uniera a la investigación de L, o siquiera entraba en contacto con el mejor detective del mundo, no tardarían en atrapar a Kira y B habría perdido su oportunidad de develar los misterios que buscaba resolver con el asesino global. Kira debía caer en las garras de B antes que la policia japonesa a como diera lugar.
 
—La admiro, Misora-san. Usted es increíble.—Naomi se tomó un segundo en procesar el sorpresivo cumplido que le había sido ofrecido y, un poco incomoda por el nuevo cambio de ambiente, agradeció por este aún cuando el rostro indiferente de Beyond no luciera del todo sincero y humilde—. Tiene razón, es nuestro deber como ciudadanos atrapar a Kira lo antes posible y sé que usted podrá lograrlo así que estaré a su lado cuando lo haga. Yo la seguiré hasta el fin del mundo, dispuesto incluso a morir.
Motivada por la cruda sonrisa extendida sobre el rostro de su compañero, Naomi asintió correspondiendole con otra sonrisa, dando un paso más cerca de Beyond de forma inconsciente, euforica con el apoyo moral.
 
—¡Si! Lo haré... no, ¡ambos lo haremos! Jamas te dejaré morir.
 
Naomi extendió una mano hacia Beyond, ofreciendole con su gesto el cierre de un trato fundido con esperanza. El brillo en los ojos de la mujer frente a él a Beyond se le antojó encantadora, digna de un ser que ha vivido toda su vida en la luz a pesar de recorrer un terreno de sombras y escenarios enfermizos. Beyond adoraba esa luz pero al instante siguiente acabó por recelarla. No era este un futuro rebosante de felicidad, no la clase de felicidad que él anhelaba pero no dudó en extender una de sus manos dispuesto a concluir el acuerdo formado silenciosamente entre ellos, mas para él era un pacto de muerte que no pensaba desperdiciar ahora que por fin ella volvía a confiar su vida al ondulamiento constante de la cuerda floja entre sus dedos. —Es muy amable, Misora-san—.
Notas finales:

*grito interno*

Amé escribir este capitulo, siempre adoro cuando Light ve sus opciones cerradas, ¡no me arrepiento de nada!

 


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