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Ave Versus Cristus por Xora

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Notas del capitulo:

Saludos, casi-muerto-fandom. 

¡He vuelto con nueva actualización! ¡Yeah! Por fin.

Esta era la primera vez que Beyond visitaba el hogar de alguien por invitación verbal, era la primera vez para él ocupar el mismo techo de una persona que podría considerar su amigo pues, en su charla con Misora de regreso al departamento asignado, Beyond se permitió pensar de la ex-detective como su amiga. Su pecho todavía se sentía cálido al recordar las palabras que le había ofrecido cuando comentó que estaba dispuesto a morir por su ambición y ella señaló que no le permitiría morir, que vencerían juntos al malvado Kira. ¿No era esto lo que las personas solían llamar amistad por lealtad? No estaba mal el sentimiento, de hecho era tan agradable como aquel que había causado Watari en su interior al mostrarse preocupado por su siguiente paradero y haberle hecho la oferta de estar en contacto con ellos al regalarle el intercomunicador que aún guardaba dentro de su bolsillo. Aturdido por la sensación que persistía en su pecho, miró el par de tasas de cafe que preparaba en el desayunador de la ex-detective, para su anfitriona y para él, el huesped. Realizar esta simple actividad lo llamó una modalidad con la cual justificar su intromisión a una casa ajena pues Naomi se había marchado a su habitación para cambiarse de ropa, no sin asegurar que no tardaría en volver. Beyond vertió en ambas tazas la cantidad prudente de azúcar y luego agregó un extra de varios gramos para el suyo, entonces diluyó la droga que había estado guardando en su bolsillo para ese momento, la dosis preferente para que el individuo en ingerirla no se resistiera al sueño. En un principio Beyond había planeado matar a Misora, evitarse improvistos que pudieran causarle problemas cruciales en su lucha por obtener a Kira antes que nadie, pero ver a Misora y recordar su ingenua sonrisa conmovida le ayudó a pensarlo mejor y no arrepentirse. Además, la vida de Misora no estaba señalada para ese momento, por más que lo quisiera, a menos que poseyera el poder de Kira, no podría matarla ahora que lo requería. Sostuvo las tazas en sus manos y volvió a la pequeña mesa que se encontraba al centro de un par de sillones, colocó aquella que contenía la droga en el lugar de Naomi y luego la suya en su sillón elegido. No era solicitado pero adoptó la postura aprendida de L para aumentar su capacidad de deducción, por defecto lo necesitaría para mantener una charla efectiva con la ex-detective.El sonido de pasos descendiendo por los escalones de la escalera, advirtió la llegada de Misora quien luciendo vestimentas más sencillas se acercó hasta su huesped mirandolo con cierto asombro por el detalle del par de tazas llenas de café. ¿Quién le había dado permiso de urgar entre sus cosas para recibirla con ello de todas formas?
 
—Bienvenida otra vez, Misora-san.
 
—Me pregunto si debo halagarme por este recibimiento...
 
—He guardado los productos que usé —aclaró antes que cualquier otra cosa—. Me disculpo por este atrevimiento pero era necesario si quería darle una buena primera impresión.
 
—A un invitado no le corresponde atender las necesidades del anfitrión.
 
—Prefiero demostrar mi gratitud con mi correspondencia a su confianza.
 
—Eres raro —dijo Misora sin pensar pero al darse cuenta de su error no encontró las palabras adecuadas con las cuales justificarse. Y la curvatura en los labios de Beyond haciendo de sonrisa no le ayudaban en lo absoluto a recomponerse.
 
—Ya está comprendiendo.
 
—Disculpa, no suelo tener muchas visitas en casa. Raye y yo siempre nos limitamos en organisar cenas en compañía de nuestras familias y parientes cercanos. Nunca hemos invitado amigos o compañeros de trabajo a casa, en cierta forma, eres el primero.
 
—Estoy seguro que a su prometido no le importaría, a menos claro que fuese celoso.
 
—¿... Celoso? —Aunque el término no le resultó desconocido a la ex-
detective, Misora se sintió un poco contrariada con el contexto ya que no consideró estos temas fueran del social interés de su acompañante pues con ese tiempo había comprobado que sus charlas se basaban en simple analisis y comprensión cientifica. ¿Habían entablado una conversación parecida en el pasado? Ojala Naomi pudiese recordar de dónde conocía a Beyond Birthday.
 
—Tengo entendido que entre parejas, especialmente aquellos con acuerdos maritales, una o ambas partes suelen demostrar este sentimiento en reacción a la estimación emocional que poseen hacia la otra persona. Como el sentir resentimiento y continua desconfianza en aquellos que les rodean por temor a que estas se conviertan en potenciales rivales. Como un juego de ajedres, supongo.
 
—Es una forma complicada de decirlo pero no es así, Raye siempre fue un hombre comprensivo conmigo, eramos... —Misora se detuvo cuando el recuerdo de Raye reprendiendola asotó contra su memoria. Raye jamas admitió que ella le ayudara a pensar en complicadas misiones una vez se había concretado el compromiso entre ellos, en realidad cuando aún era parte del FBI, en más de una ocasión cuestionó sus metodos y degradó su trabajo, convirtiendola en blanco de criticas por parte de sus superiores, ¿qué hacía ella buscando venganza por un hombre tan insensible de todas maneras? Cerró los ojos en busca de evadir estos sucesos, aterrada con sus repentinos pensamientos llenos de resentimiento, pues consideraba poseer mejores recuerdos de ambos juntos que este arsenal de situaciones desagradables. Amó a Raye tanto para gastar hasta el último gramo de su saliva y no retrocedería cuando estaba en sus manos el honor de su muerte. Sin embargo, Beyond había notado su breve congelamiento. Naomi prosiguió. —Raye y yo eramos la pareja perfecta— dijo, aunque fuera mentira, Misora quería guardar para la posperidad los momentos importantes por los cuales Raye y ella decidieron comprometerse; las heridas sanan después de todo y los errores forman parte de la vida humana, ni ella ni Raye eran expertos, tenían permitido equivocarse para que su amor se formara y optara por reforzarse o romperse para siempre. —Raye era un buen hombre.
 
—Si usted lo dice, debe ser verdad —Beyond le restó importancia y volvió a sorber de su cafe. Misora frunció las cejas confundida. ¿Qué había sido esa mirada burlona? ¿Fue su imaginación?
 
—¿Qué me dices de ti, Beyond? —se atrevió a interrogar, sin importarle que el gesto en el rostro del pelinegro denotara genuino repudio a la indecente curiosidad. Tomó su taza de cafe y la colocó a la altura de sus labios dispuesta a beber luego de haber concluido sus respectivas preguntas—. ¿Tienes a alguien esperando por ti en alguna parte? ¿Alguna novia?
 
—Misora-san —Beyond dejó la taza que sostenía con sus dedos sobre el plato, advirtiendo entre sus cuerdas vocales un acento inesperadamente parco dentro de la usual mecanicidad, posó sus palmas sobre sus rodillas y miró a la mujer severamente—, no considero prudente que me haga una pregunta como esa habiendo perdido a su prometido. Yo podría responder a sus preguntas sin problema pero debería antes tomar en cuenta su propio estado de ánimo y considerar mejor si quiere que entablemos este tipo de conversación.
 
Misora se tomó un momento para pensar, sorprendida por esta extraña muestra de preocupación pese a que quien originalmente había ofrecido cavidad a ello fue el mismo Beyond. Se preguntó si podría ser posible que su compañero ahora evadía el tema por su propia situación o era que sentía verdadera pena por ella. Decidió aventurarse pues no consideraba correcto hablar sólo de ella misma y dejar callar a su interlocutor cuando debía poseer importantes asuntos personales que compartir; si debían arriesgarse a la muerte como un equipo, mejor que lo hicieran de forma completa.
 
—Si he hecho estas preguntas es porque quiero saber. La muerte de Raye me duele pero no existe nada que lamentar en ello porque atraparemos a Kira y lo llevaremos ante la justicia juntos y necesito ser consciente de quién yace a tu lado para conocer los riesgos que estás tomando por mi causa. Como mi compañero haz tomado una decisión y te agradezco mucho que estés aquí pero no puedo seguir ignorando a quienes proteges. Quiero saber quién es la persona por la que te arriesgas tanto.
 
Beyond y Naomi se miraron a los ojos por varios segundos, instantes que parecieron volverse eternidades mientras diversos sentimientos oscilaban entre la distancia de sus labios, aquellos que hicieron a Beyond estremecerse ante la agitación en su pecho cuando la imagen del mejor detective del mundo ocupó su cabeza, por primera vez desconcertado, por primera vez avergonzado, por primera vez inseguro. Naomi aún lo miraba, contemplando el gesto de Beyond al encogerse  ligeramente sobre su sitio, sin determinar lo que verdaderamente intentaba lograr haciendo aquello, pues lucía ansioso y ofuscado.
 
—Se trata de mi hermano —confesó para sorpresa de Misora—. Mi hermano y el hombre que ha cuidado de él desde que era sólo un niño. Hasta ahora no había tenido a nadie en mi vida, nadie que me hiciera sentir que yo tuviera a quien acudir cuando estuviera en apuros, nadie que me alterase y me brindara alojo... entonces ellos aparecieron —Misora se reconoció conmovida con las palabras de Beyond y bebió lo último que le quedaba en su taza por inercia antes de ver cómo él levantaba la mirada de vuelta a ella, observandola con ese par de ojos negros maquillados—, de hecho, debo decir, Misora-san, que usted ha hablado con mi hermano antes.
 
—¿Yo? —Misora actuó confundida mas, al siguiente instante, sintió que su vista parpadeaba y se percató del extraño mareo que obligó a su cuerpo perder equilibrio un segundo—. ¿Eh?
 
—Así es. Hubo un tiempo en el cual usted estaba fuera de servicio debido a un problema que le obligó descansar de sus labores en el FBI, entonces yo estaba investigando un caso de un asesino en serie conocido por los medios como el asesino de puertas cerradas...
 
—¿Puertas cerradas.... ? —La ex-detective se tomó de la frente, intentando enfocar la vista delante suyo, apenas procesando correctamente la información que su sentido auditivo recibía de quien parecía importarle poco lo que estaba sucediendole.
 
—En esa ocasión, de algún modo, mi hermano se comunicó con usted y la envió a la primera escena del crimen para que investigara sobre algo que el asesino hubiese dejado atrás deliberadamente, una pista que la policia no hubiese encontrado. —Misora comenzó a percatarse de la falta de respuesta que existía entre sus articulaciones sobre las ordenes de su cerebro, estas no respondían y se mantenían inmóviles, presas de un extraño entumecimiento que desenfocaba su accionar y lo convertía en un temblar incesante—. De la misma manera, este asesino había enviado a las autoridades un crucigrama, uno el cual delataba la sucesión del primer asesinato, crucigrama quien nadie más que L había logrado resolver. —Ante aquella descarada mención, la mente de la ex-detective trabajó, escupiendole infinidad de imagenes difusas relacionadas al caso que el mismisimo L le había asignado, el caso por el cual había dejado de ser denigrada por sus superiores y ascendido de puesto así como su fama dentro del trabajo. L; el mejor detective del mundo. Ahora todo tenía sentido, sus dudas se dispersaban y todo se volvía claro como la luz del sol, como el cristal, pero ahora que lo sabía era incapaz de defenderse. —Debió parecerle extraño desde el principio, ¿verdad? Sabía que me conocía pero no tenía idea dónde lo había hecho. Usted sospechó que mi nombre le era familiar pero no advirtió a tiempo las mayusculas componiendolo. B.B. Ciudad de Los Ángeles. Yo soy ese asesino.
 
Misora se desplomó sin saber más de sus alrededores, cayendo estrepitosamente contra el suelo de madera. Beyond la contempló, luego se puso de pie con cuidado, colocando una planta antes de otra, y caminó tranquilamente hasta la cocina integral tirando todo cuanto pudo para luego elegir algo entre los utencilios que pudiera servirle, más tarde se encargaría de buscar cosas de valor en la recamara de Naomi pues -si alguna ventaja poseía la droga que ella acababa de ingerir- era que Beyond podría estructurar un escenario donde la victima creyera que acababa de salvarse milagrosamente de un robo a mano armada, pues perdería gradualmente la memoria si golpeaba los lugares correctos. Alzó a lo alto el frasco de vidrio duro que descanzaba en su mano derecha y golpeó furiosamente la cabeza contraria que yacía indefensa sobre el suelo que pisaba.
 
 
 
Light suspiró cansinamente recargado en la pared del desconocido vecindario en el cual había terminado luego de seguir silenciosamente al par de individuos vistos dentro de la estación de policia. No le gustaba, definitivamente. Este no era un trabajo digno, ni mucho menos placentero pero era necesario si quería averiguar la verdad tras la apariencia; seguir cual acosador a dos personas anónimas. Vaya dios del nuevo mundo que era, pensó con ironía para sí mismo mientras el shinigami a su lado aleteaba sin parar alejado tan sólo unos centimetros del suelo con esa sonrisa iderrocable y viciosa. El joven Yagami intentó ignorarlo a él y sus hastiantes preguntas retoricas, ya tenía suficiente de su insolencia porque no parecía tener las respuestas que necesitaba para evitarse estas molestias; era eso o realmente Ryuk no quería decirle por qué ese tipo andrajoso fue capaz de ver un shinigami sin la necesidad de tocar su Death Note o un trozo de hoja pues tal parecía que no poseía ninguna tampoco ni le seguía un ser como Ryuk a él. La teoria que había saltado a su cerebro recién tomar en cuenta la habilidad de los ojos de shinigami se había ido por la borda cuando Ryuk afirmó no haber visto a otro shinigami ocupando el sitio donde estaban. Había pensado en diversas posibilidades para que este suceso diera lugar como defecto pero ninguna de sus conjeturas dieron con la definición de contingencia que esperaba. ¿Quién era ese hombre? ¿Poseía alguna clase de don magico como los representados en las religiones? ¿Era posible que existieran esos renombrados sentidos fantasiosos así como era veridica la existencia de criaturas mitologicas como los shinigamis?  Light lo dudaba pero no podía descartarlo tampoco y odiaba tener que sacurdirse estos peligros de forma directa justo como había sucedido con Raye Penber, como si ese tipo no hubiese sido suficiente estrés para tolerar en su camino al Nuevo Mundo, el paraiso personal del dios Kira.
 
¿Qué harás para matarlos, Light? ¿No crees que les parecerá sospechoso verte después de que se despidieron de ti allá atras? —cuestionó Ryuk burlón. 
 
Light hizo una mueca en respuesta. Por supuesto que había considerado eso en primera estancia pero ya tenía estructurados sus planes, la mujer había dejado relucir su desesperación por contactarse con alguien de la investigación así que sólo bastaría fingir desorientación e intentar iniciar conversación que pudiera mantenerla interesada; tal vez su acompañante no era tan listo aunque pueda ver a un shinigami, lució conmocionado al verlo después de todo y dudaba aquella mujer no lo viera como algo más que un demente. De pronto, el sonido de varias sirenas interceptó los oídos del joven estudiante, atrayendo su mirada a un costado donde la figura de una ambulancia y algunas patruyas policiacas se acercaban con velocidad hasta su posición. Sorprendido, observó la trayectoria del vehículo preguntandose a dónde se dirigía, por tal su impresión fue inmensa cuando estas se detuvieron justo delante de la vivienda que había estado espiando ya que incluso Ryuk emitió un quejido de curiosidad en el momento que los uniformados bajaron la camilla antes de avanzar presurosos justo a la vivienda en que los objetivos de Light habían entrado no hace más de dos horas. Aquellos hombres al fin volvían del interior de la casa, trayendo consigo la camilla con una figura femenina llena de sangre.
 
—No puede ser... —articuló por inercia cuando reconoció a la mujer que acababa de ver ser llevada por los paramedicos hasta el medio que no tardaría en poner marcha hasta un hospital pero no veía al otro individuo. ¿Qué estaba sucediendo? Se acercó, ofreciendo una mirada a la contrucción y descubriendo que la puerta abierta era cerrada por uno de los voluntarios quien parecía estar conversando con uno de los policias, informando sobre el estado de la victima. Light se sintió confundido e inconscientemente comenzó armar posibilidades dentro de su cerebro mientras volvía a dirigir la mirada en dirección a la ambulancia que aún atendía a la mujer. Acaso, ¿aquel sujeto que le compañaba perdió el control? ¿Este fue en realidad un criminal? No lo veía por ninguna parte. Al final no había manera que pudiese hacer nada en esta situación pues no sabía cuánto tiempo tardaría su objetivo en recuperarse. Por mucho que le frustrara admitirlo, Kira había sido parado. 
 
 
 
Mientras tanto, varias calles delante de su última tarea autoimpuesta, Beyond se alejaba con las joyas adquiridas dentro de los bolsillos que había robado para mantener apariencias, en espera de algún basurero donde desecharlas. El asesino de Los Ángeles se había encargado de llamar a la policia desde un teléfono público cercano a la residencia de Misora después de saltar una ventana trasera, reportando gritos para posteriormente solicitar una ambulancia en la misma calle. Hubiese utilizado algo más driscreto para realizar su presunto movimiento con el fin de resguardarse un poco más pero los intercomunicadores no eran su fuerte, B lo reconocía, sobre todo cuando se trataba de excepcionales inventos como aquel que sostenía entre sus dedos -aunque no se tratara de nada complicado que alguien con intelecto no pudiese usar- y que esperaba poder conectar para entrar en contacto con Watari. ¿Cuánto tiempo había pasado? Después del incidente con Misora le había emergido la nostalgia y los anhelos de ver a L una vez más. No sabía con exactitud el motivo pero sólo sabía que ver a L se convirtió en una necesidad; quizás el hecho de que sostuviera una conversación sobre su hermano genetico estuviera influyendo sus impulsos pasionales justo en ese momento. Luego de unos cuantos intentos consiguió que el aparato conectara, la pequeña pantalla había empezado a parpadear así que B no tardó en comprender lo pronto que escucharía la voz de Quillish del otro lado de la bocina. Lo acomodó contra su oreja y esperó por una respuesta, en demasía impaciente. Era obvio que los dos debieron cambiar de residencia así que no le vendría mal un cuarto donde dormir luego de varias semanas durmiendo en locales vacios  o en compañía de personas completamente drogadas en su lado de la cama; se preguntaba si aún sería posible compartir el mismo lecho con Elle Lawliet y dormir junto a él. Su corazón comenzaba a palpitar cuando ponía esos pensamientos en mente. ¿Qué era este sentir? Era obvio que en su cuerpo profería una especie de simpatia hacia L como el mejor detective del mundo y que su afecto también tenía derivación al hecho de que lo admiraba profundamente desde su niñez pero esto no explicaba por qué de pronto en su ser despertaban los deseos implicitos por poseerle sólo para sí mismo o contenerle como alguien a quien no podría lastimar aunque fuese necesario para sus planes. ¿Significaba que había desarrollado otra clase de sentimientos además de la pertenencia por Lawliet? Probablemente nunca lo entendería.
 
Me preguntaba cuándo intentarías comunicarte —le recibió la voz de Quillish Wammy del otro lado de la linea, inspirando en B un extraño sobresalto, producto de su distracción. Debería dejar de sumergirse tan al fondo de sus pensamientos, se reprendió a sí en silencio.
 
—Señor...
 
Te diré la dirección del hotel pero sugiero que hagas la parada tranquilamente, tu hermano ha estado atendiendo personas de la policia desde esta madrugada.
 
—Sólo pasaré la noche con ustedes —replicó B, terminante—. No pretendo involucrarme en un caso al cual Niichan no me ha invitado a formar parte, no quiero ser una molestia o una carga para la investigación, así que he decidido sólo visitarlos.
 
—¿Estás seguro? —La respuesta que había brindado Birthday fue causante de una enorme sorpresa que Watari no se molestó en ocultar aún dentro de su vocablo.
 
—Si. —Deteniendo su andar un momento, Beyond giró la cabeza hacia su derecha para enfocar su atención de visión escarlata en los tiempos de vida y nombres flotantes de una madre y su hijo que caminaban en la otra banqueta en dirección opuesta a la suya, en su mirada surcando las tempranas muertes que ambos tendrían a partir de la media noche; mantuvo su rostro apacible—. Ya lo tenía decidido —declaró.
 
 
 
Aunque el tiempo hubiera surcado lento para aquellos con las presiones diarias, Beyond se encontraba frente al edificio antes anunciado durante las primeras horas de la noche, a unos pasos de llegar a recepción para solicitar su entrada al número de habitación también proporcionada por Watari. Por alguna razón su pecho no había dejado de agitarse tampoco desde su llegada al hotel, estaba desorientado por los nervios que lo acongojaban mientras esperaba que el elevador llegara a su destino. Se frotó las heridas desplazando lineas sobre su rostro de su fallido suicidio recordando aquellos instantes de dolor, la adrenalina y los colores distorcionados que le entregaron las flamas «Lawliet, Lawliet, Lawliet... » no pudo dejar de repetir en su mente esa ocasión como igual sucedía en el presente mientras se encontraba reviviendo en su boca la textura de aquella otra piel que lo enloquecía, tan áspera y falta de cuidado. Las cicatrices, el emblema de sus ojos muertos y la maraña de cabellos negros llenando su cabeza. Era perfecto. Aberrante. Autodestructivo. Una figura digna de recordar cuando estuviera dentro de un ataúd a punto de ser tirado a la fosa; porque L era un cadáver bendecido con la calidez de un ser viviente. Lawliet era lo que Beyond necesitaba en esos momentos antes de volver una vez más al mundo real pues -en cuanto lo hiciera- probaría que Kira no era la única entidad capaz de cambiar al mundo a su disposición; B también podía y obligaría al mejor detective del mundo perseguirlo esta vez por voluntad propia. No más obligaciones de su titulo, no más adiestramientos.
 
Las compuertas se abrieron, Beyond salió fuera del elevador y se acercó con pasos lentos a la puerta correcta antes de llamar con varios golpes, quedandose quieto a esperar ser atendido ya que no quería inportunar a quienes ocupaban el interior. La respuesta del otro lado fue la esperada así que no dudó adentrarse cuando Watari le cedió camino, quizás un poco más impaciente por ver de frente a su consanguíneo aunque sabía que podría estar rodeado de sus llamados "compañeros de trabajo". ¿Cuánto tiempo les quedaría por vivir?
 
—Ya he avisado a los demás sobre tu llegada y tu relación con L así que puedes entrar sin problemas pero ninguno sabe quién fuiste antes de llegar aquí —informó Watari en primera instancia, B casi se sintió desilucionado por aquella introducción así que no se evitó hacer una mueca—. Me gustaría que intentaras ser cortés con el recién formado equipo de investigación, si lo haces estoy seguro que L te elogiará.
 
—Eso no me hace sentir mejor, considerando que aún estoy fuera del grupo.
 
—Sin embargo, L está feliz de que volvieras por esta noche —mencionó el anciano con una sonrisa enternecida, entonces B sintió al fuego nacer en sus entrañas, retorciendolas por un instante en respuesta a tal afirmación. No dijo nada en cambio, se quedó mirando el suelo un momento antes de tomar una decisión. Caminó, deteniendose a la vista de cada uno de los hombres ocupando los sillones de la pequeña sala, atrayendo sus miradas como un imán de metales hacia él y su fabricada semejansa al detective quien con su usual postura apenas y lo miró para continuar bebiendo su café. Beyond observó hacia las cabezas de cada uno de los presentes, ignorando la consternación típica en esos ojos desconocidos, grabandose sus tiempos de vida, sus nombres. Y se inclinó, tratando de hacer una buena reverencia a los policias nipones mientras articulaba las palabras.
 
—Les agradezco su confianza hacia Niichan —dijo en acento arisco—. Pueden llamarme Rue. Aunque Niichan es un sujeto raro o infantil por favor cuiden de él. No quisiera que desperdiciara su vida en manos de Kira inutilmente, ustedes saben... —B levantó la cabeza permitiendo que una sonrisa siniestra adornara su cara por unos segundos—, su desaparición significaría el caos en nuestra sociedad actual.
 
Sin poder evitarlo, aquellos que asistían a la reunión aquella noche no tardaron en sentirse intimidados por esta nueva presencia que se mostraba frente a ellos, si antes la apariencia de L había roto todas sus especulaciones sobre la naturaleza del afamado detective, B rompía muchas más con su escalofriante aura. En todo caso, ¿él acababa de lanzar una severa amenaza sobre ellos? Los oficiales no estaban seguros.
 
—¿Uh? Si... —respondió Yagami Souichiro tenso como vocero de todos sus compañeros, tratando de dispersar sus dudas sobre este extraño quien no había tardado en volver a mover sus piernas hacia la cocina seguido por la vista de todos. Lawliet continuo en silencio, tan sólo ocupandose de su tasa cuando Beyond pasó junto a él para detenerse cerca.
 
—¿Hay algo más que te gustaría agregar a la conversación?— cuestionó, indiferente.
 
—Te daré el nombre de Ryusaki —anunció para sorpresa de L quien sólo pudo tensarse un momento sobre el asiento sin dirigir una mirada a su interlocutor—. Puedes usarlo, —concedió con cinismo—... por ahora.
 
Y continuo su camino sin mirar atrás otra vez, preguntandose cuándo podrían estar a solas. Lawliet, por otro lado, se encontró una vez más perturbado, ahora que tenía una idea de cuál era el don que su consanguíneo poseía se sentía un poco inquieto al saberse ocupando un espacio en el mismo universo pero -existía algo que no podía negar- tenerlo de vuelta hacía emerger sentimientos que todavía no sometía a un profundo analisis.
 
—Bienvenido a casa —musitó, casi como si no tuviese la intención de decirlo, timido e inseguro, provocando una poderosa descarga dentro del cuerpo de B que lo inmovilizó por un instante antes de dejarle libre para seguir avanzando. No lo admitiría, quizás porque no era abierto a sus propias emociones o porque era innecesario justo ahora, quizás era su culpa por la magnitud de los sentimientos que lo sometían al mejor detective del mundo, pero aquella oración había causado un brote inmenso de felicidad, tal que incitó a sus mejillas sonrojarse en consecuencia; Beyond se sintió contento de volver.

Notas finales:

Hehehe he... no me odien.

Yo AMO a Naomi, lo juro... pero entienden que con ella en juego diriamos adiós a Kira enseguida ¿cierto? ¡Mis razones son validas! (?)

Con esto aclarado, me voy, me voy, me voy. Un día regresaré♥


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