Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Back in Black por Liesel Meninger

[Reviews - 34]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo X: El reflejo de los verdaderos sentimientos.

Se quedó observando por la ventana, perdido en la imagen de Peter alejándose, siguiendo las patrullas... siendo el héroe de New york. Pero, a medida que Peter se alejaba, una sensación de decepción lo invadía paulatinamente. Sin embargo, dicha sensación, no aminoraba los latidos de su corazón. Llevó la mano derecha a su pecho, justo en el lugar donde estaba su corazón, sintiendo, además, alivio de que Peter se hubiese marchado; su mirada aún lo tenía alterado. Apretó la tela de la bata de baño en esa zona de su pecho y un jadeo, involuntario, escapo de sus labios, provocado por la sensación que le ocasionaba solamente recordar aquella intensa mirada. Y, a pesar de esa mezcla de emociones, se lamentó por no haber tenido el valor de romper la poca distancia que, en aquel momento, había separado sus rostros. Si no hubiese actuado de forma tímida habría podido nuevamente besarlo.

— "Si... solamente..."

Pero unos labios, rosando la comisura de los suyos, interrumpieron el hilo de sus pensamientos, de volviéndolo a la realidad. Giró hacia su izquierda, recibiendo un nuevo beso directamente en los labios.

—Lo siento —sonrió, separándose de Harry, y se acostó sobre el sofá —. No pude evitarlo —a pesar de que era consciente de lo que había hecho Johnny, no era capaz de formular ninguna frase —, te veías muy adorable... y me sigues enloqueciendo —dijo, como si fuera algo normal. Pero, para alguien con su personalidad, lo era.

Harry no hizo ningún comentario; sabía que Johnny no bromeaba, pero no podía, a pesar de quererlo, responder a aquella pregunta que silenciosamente le formulaba.

—¿Dónde está... él? —inquirió, cambiando de tema. Desde que había visto a Peter Parker a los ojos, sabía que no debía confiar en él, por esa razón no soporto esperarlos en la planta baja.

—Tuvo que irse; al parecer no notaste cuando salió —no lo miró, aún pensaba en el beso de Johnny, tratando de identificar si algo, de lo que sentía cuando se los daba, había cambiado.

—Se cae de lo bueno —mencionó después de algunos segundos de silencio, llamando la atención de Harry —. Al fin se por qué jamás lo olvidaste... —dijo esto con una mueca. Aunque no le agradara, tenía que reconocer que Parker era apuesto, pero no su tipo; no le gustaban muy... masculinos. Sin embargo, llegado el caso, no le haría desprecio —, pero tiene un aire de nerd... Igual al que poseías en aquella época

—Le gustan las chicas, si es lo que quieres saber —decidió ser directo, empezando a buscar la ropa que se colocaría, tratando de restarle importancia al tema —. No deberías estar celoso —dijo, con marcada burla.

—Creo que eso es inevitable, cariño —mencionó, logrando que Harry detuviera sus acciones. Este no esperaba que le reconociera directamente que, el gran Jonathan Storm, eminencia en las artes amatorias, aquellas sensaciones también le embargaban —, ¿por qué no debería estarlo, si siempre su recuerdo se interpuso entre los dos?... Inclusive le agarre fastidio sin conocerlo.

—Ya... no deberías —miró al rubio de soslayo, quien le miró intensamente, específicamente por el tono, ligeramente avergonzado, que había utilizado —. No tendrías por qué —dijo, restándole importancia, utilizando un tono neutro —. Peter me quiere... —volvió nuevamente a mover sus vestimentas, fingiendo que el tema carecía de importancia, pero lo que trataba de hacer era esconder su rostro para que el rubio no se percatara de su expresión afligida al pronunciar lo que diría a continuación—... como un hermano

—¿Hermano? —rió con ironía —. Jamás he mirado a Susan con ese tipo de posesividad, como... —se tomó unos segundos, pensando cual sería la palabra adecuada, en ese caso —, si me la quisiera tirar frente a un rival. Por un momento llegue a creer que Parker orinaría sobre ti

—Deja de imaginar cosas, Johnny —rodó los ojos, concluyendo que el aludido, cuando pensaba, solo sabia decir idioteces.

—No me mires de esa forma, cariño —a pesar de no verlo directamente al rostro, lo conocía lo suficiente para saber que expresión tenia Harry en ese momento —, tengo mucha más experiencia que tú en estas cosas, y no confió de Parker. Eres tan inocente que no te percatas del deseo que despiertas en los demás hombres. Tendré que cuidarte

—No soy una doncella virginal, Storm —dijo con visible irritabilidad —. Deja de decir idioteces... En dicho caso, no sería yo quien estaría en la posición que insinúas —a pesar del tono que había utilizado, Johnny no pudo evitar reír ante aquella frase, por lo cual Harry giró, encarándolo con el ceño fruncido —. ¿Tratas de insinuar algo más? —Johnny no respondió, pero la expresión de burla en su rostro lo indignó aún más —. ¿Realmente se te llegó a pasar por la cabeza que yo me dejaría dominar por Peter? —esta vez sí obtuvo respuesta; una fuerte carcajada de parte del rubio —. ¿Qué te causa tanta gracia, idiota? —levantó un poco la voz, reflejando que casi perdía los estribos. Pensaba que solo un imbécil como Johnny podría pensar en una tontería como la de él dejándose dominar. Él era un Osborn y, sin importar las circunstancias, jamás miraría a nadie desde abajo.

—¿Lo decías enserio, cariño? —se mordió el labio inferior, reteniendo una carcajada —. Sinceramente, no te veo a ti dominando en una relación, y menos con Parker... —una chaqueta cayó sobre su rostro, provocando que riera más fuerte. Sabía que no debía seguir el hilo de esa conversación, pero le gustaba ver a Harry enojado, imaginando como podría drenar este toda su molestia —, pero no te preocupes, cariño, si lo deseas puedes mirarme desde arriba, porque a mí, verdaderamente, me excita esa posición

—Sigues siendo un hombrezuelo —dijo finalmente, girándose, decidiendo ignorar las provocaciones de Johnny, pero sin dejar de pensar que el rubio era un idiota por creer que él se dejaría dominar por otro hombre—. Si hay alguien de quien deberías protegerme es de ti mismo —bromeó, siguiéndole el juego.

Johnny rió ante aquella designación a su persona, mirando sin ningún disimulo la espalda de Harry.

—Si de esa forma prefieres llamarlo —se encogió de hombros —, pero yo solo les brindo a las personas necesitadas todo el amor que me sobra; soy una persona excesivamente amorosa, lo sabes... Pero mi corazón es solamente tuyo, a pesar de que siempre me utilizaste

—Sí, pobre de ti... Debió ser muy doloroso —dijo con sarcasmo.

—No imaginas cuanto —mencionó, con fingida aflicción —. Deberías compensarme... saliendo esta noche conmigo en una no cita

Harry rió, caminando hacia el baño con las vestimentas que utilizaría. Abrió la puerta y, después de cruzar el marco de esta, respondió finalmente.

—Supongo que por los traumas que te causé, no tengo opción

Pensó que tal vez despejarse, después de mucho tiempo, no era una mala idea... sin embargo, despejarse junto con Johnny, incluyendo alcohol, si lo era. Pero, en ese momento, no se le ocurrió.

<<<<>>>>

Sonrió, observando el líquido que aún se encontraba en su vaso. Back in black de AC/DC amortiguaba las voces de las personas que se encontraban a su alrededor, incluyendo la voz de Johnny, quien tenía que acercarse a su rostro para poder hablarle y escucharle. Las luces de colores eran cómplice de algunos amantes que, llevados por el frenesí de la música y alcohol, se daban amor en algunos rincones de la disco.

El alcohol, afectando su raciocinio, lo hacía sentir verdaderamente libre después de mucho tiempo. Por primera vez, en varios meses, no pensaba en Peter y sus incorrectos sentimientos hacia él. O en la vergüenza que le causaba al apellido Osborn por ser un desviado, como siempre le recrimino su padre. Por primera vez, desde que todo había iniciado, no deseaba que la noche concluyera.

Esa noche solo eran Johnny y él... Ayudándole, nuevamente, a olvidar.

—¡Esa canción sonaba el día que perdí mi virginidad! —gritó Johnny, antes de llevar el vaso nuevamente a su boca—. ¿¡Lo recuerdas!?

Miró hacia Johnny, entrecerrando los ojos, tratando de recordar a pesar de las lagunas mentales que, en ese momento, le producía el alcohol.

—Teníamos catorce, y estábamos de excursión —dijo finalmente, sonriendo.

—Recuerdo que estaba muy nervioso cuando te lo propuse —dijo, sin dejar de mirarlo fijamente a los ojos —, pero después de haberte visto duchando, no pude evitarlo —rió, producto del alcohol, contagiando a Harry con aquella sonrisa bobalicona—. Aunque, ciertamente, llevaba desde algunos meses antes deseando tener sexo contigo, ¡incluso busque en internet como hacerlo, y con mis ahorros compre todo lo necesario! —rió más fuerte, antes de posar, en la mejilla de Harry, su mano izquierda —. Besarte ya no era suficiente... Observarte dormir en la cama superior, todas las noches, me estaba enloqueciendo, pero... —sonrió, mirándolo directamente a los ojos —... tú me rechazaste porque ya tenías novio... Peter Parker —bebió todo el contenido de su vaso al finalizar —, y no querías que él se enojara contigo... Los besos también cesaron por la misma razón

Harry, a consecuencia del alcohol, entrecerró los ojos, tomando un aspecto, para los ojos de Johnny, extremadamente sensual.

—A la mañana siguiente no te quejaste por haber tenido tu primera experiencia sexual con aquel chico de la clase B

—Lo disfrute, fue la mejor experiencia que un chico de catorce puede tener —sonrió de lado —, pero siempre he sabido que no es comparable a si hubiese sido contigo... —retiró la mano de la mejilla de Harry, alejándose un poco de su rostro, ya que no quería besarlo... por lo menos no en ese momento —, y ese chico... —intentó recordar el nombre de aquel chico bajo, de contextura delgada, de cabello castaño claro, de piel pálida y de ojos azul oscuro, como los suyos. Pero no lo recordaba —, resulto ser demasiado intenso, duró seis meses detrás de mí... Aunque tengo que reconocer que nos divertíamos mucho juntos. Creo que, a pesar de todo, fue mi primer novio... en realidad el único

—Después de que te fuiste siguió preguntándome por ti —dijo, recordado al chico que después de algunos meses cambio un poco físicamente y, después, simplemente dejo de asistir al internado—. Pietro Maximoff, así se llamaba, era becado. Al parecer le afectó mucho que te marcharas

—Ah —fue lo único que mencionó, ya que aún no recordaba si ese era su nombre —, era un buen chico, pero nunca pude quererlo como a ti —acercó su rostro al de Harry hasta que sus narices se rosaron —. ¿Podrías esta noche pensar en mi cuando te bese?

—Johnny...

Pero su frase murió en los labios del contrario. Probablemente el alcohol en su sangre era más del que imaginaba porque no lo rechazó; pero ese beso seguía siendo igual a los que se dieron algunos años atrás... No significaban lo que ambos deseaban.

—Ya lo sé —le acaricio la mejilla izquierda, antes de besarlo nuevamente —. ¿Sabes?, esta noche no me importaría ser su reemplazo... nuevamente —le mordió levemente el labio inferior, antes de atraparlo totalmente e iniciar un nuevo beso al que, Harry, tampoco se resistió.

Estaba cansado de querer a Peter. Pero sobretodo, está cansado de seguir rechazando sus preferencias, producto del odio que le había sembrado su padre después de saber que se besaba y quería a Peter. Ya la bofetada, que recibió el día que fue enviado al internado, por ser un asqueroso desviado que avergonzaba su apellido, había dejado de doler definitivamente.

—Tal vez... —se separó un poco, entrecerrando los ojos, esta vez adrede, tentando al rubio a seguir sus labios en un juego que este le había enseñado algunos años atrás. Pero, a pesar de ser él el maestro, siempre terminaba cayendo en aquel excitante coqueteo—... has mejorado un poco...

—No imaginas cuanto

Finalmente lo besó. Un beso que no tenía nada que ver con aquellos que se dieron, como práctica, algunos años atrás. Y Harry le respondió. Pero, a pesar del alcohol que dominaba sus sentidos, sabía que no lo besaba a él y, gracias a ese mismo alcohol, no le importó, sobre todo cuando Harry rodeó, con ambos brazos, su cuello, situación que aprovecho para pegarlo a su cuerpo. Después de todo, no serian los únicos que iniciarían una sesión de caricias en dicho lugar, situación que aprovecharía para finalizarlas en un lugar más privado. Después de todo, ya no eran niños... Harry ya no era un niño, por lo cual, al menos por esa noche, cumpliría el deseo que sintió a los catorce años.

Solo por esa noche, sería un reemplazo... Esa noche reemplazaría a Peter Parker.

<<<<>>>>

Miró el reloj antes de meter la llave en la ranura, confirmando que se había demorado más de lo previsto en todas las emergencias que habían surgido ese día en la ciudad: Un incendio, el colapso de un puente, dos robos y un accidente de tráfico... sumado a que las telarañas se le agotaron; ese no había sido su día. En ese momento solo quería asearse y descansar. Abrió la puerta, pero una presencia lo hizo girar, encontrándose con Mary Jane, quien vestía totalmente de negro.

—Tienes buenos reflejos, tigre —sonrió de forma jovial, echando su cabello hacia atrás, probablemente en un acto de coqueteo.

— ¿Estabas tomando? —mencionó, cuando la ella dio un pequeño traspié al tratar de acercársele.

—Shhi —colocó su dedo índice sobre los labios de Peter, mientras miraba hacia los lados, y bajaba el tono de su voz, como si le susurrara un secreto—, pero no se lo digas a mi tía, cree que estaba haciendo un trabajo donde una compañera — rió, cubriendo su boca con una de sus manos, y agarrándose, con la otra mano, al hombro de Peter, para no caer.

—Deberías ir a descansar

Rodeo el cuello de Peter con sus brazos, y bajo un poco sus parpados, mirándolo a través de sus pestañas —. ¿Me invitarás a pasar?... podríamos finalizar lo que dejamos inconcluso —dijo, frunciendo sus labios seductoramente, pero casi inmediatamente sonrió —. Solo bromeaba, pete; tome algunas copas pero no estoy borracha aún —le besó la mejilla y se giró, dispuesta a marcharse, pero después de dar un paso se detuvo —. Lo vi en la disco... a Harry —mencionó, llamando la atención de Peter, quien detuvo sus acciones —. Creí que estarías con él, ya que cuando vine a buscarte la señora May me dijo que habías ido a visitarlo, pero solo estaba con un chico rubio... Al parecer era su pareja

Peter, quien estaba de espaldas, abriendo la puerta, se giró hacia ella.

—¿Pareja?

Sonrió, encogiéndose de hombros —. Supongo; se estaban besando —levantó su mano derecha, pasándola frente al rostro de Peter, quien la miraba fijamente, con una expresión de extrema seriedad y no pareció prestar atención a nada más de lo que decía hasta que le movió levemente el hombro. Peter la miró, pero parecía no observarla específicamente a ella—, ¿estás bien, tigre?

—¿Besándose? —y la palabra "pareja" se repetían constantemente en su cabeza.

—¿Vas a dedicarte a repetir todo lo que diga? —una pequeña risa escapo de sus labios —. Si —prosiguió finalmente, llevada por la curiosidad debida a la expresión, y forma de actuar, de Peter —. Supongo que terminaron su idilio en el baño, ya que los dos entraron a esa zona y no los vi salir en los siguientes quince minutos que estuve por esa área. Pero eso fue hace como dos horas, supongo que decidieron terminar la fiesta en casa, ya que...

No escuchó nada más de lo que Mary Jane le decía. Simplemente se giró, cerrando la puerta, caminando de forma mecánica hasta subir las escaleras. Al llegar al último peldaño, levantó la mano izquierda, y como si se hubiese percatado de algo, corrió a recargar sus lanzadores.

<<<<>>>>

Después de buscar por cual ventana ingresar, finalmente lo hizo por la primera que encontró abierta, a pesar de que la de la habitación de Harry había sido su primera opción, al estar está cerrada, ingreso por una que daba al pasillo del primer piso. Subió las escaleras, en busca de la habitación que quedaba al otro lado del pasillo. Pero algo que pisó detuvo su paso. Se inclino, agarrando una chaqueta azul, que parecía ser de su talla y, sin soltarla, siguió su camino, con extrañeza, pero el sonido de una canción, que identifico algunos pasos después, provocó que detuviera sus pasos nuevamente.

Back in black.

Apresuró su paso, deteniéndose frente a la puerta, entre abierta, de donde provenía la melodía. Elevó la mano, dispuesto a tocar, pero un gemido, casi ahogado por la música, lo dejo en shock; claramente no era un gemido de dolor.

—¡Sí...! ¡Así!

Pero al escuchar una voz, que inmediatamente reconoció como la de Johnny, regreso nuevamente a la realidad, alejándose de la puerta. Pero los nuevos gemidos, que aumentaban paulatinamente en intensidad, sumado a las palabras de Mary Jane, provocaron que, sin pensarlo, abriera la puerta, llevado por aquella sensación que le había invadido todo la tarde después de marcharse de la mansión.

—¡Har, cariño! — dos gemidos graves se entre mezclaron—. ¡Tienes un trasero de infarto!

La habitación parecía una pequeña sala de cine, mostrando las imágenes de la agrupación en una pantalla, pero las luces tenues dejaban identificar a dos personas; Un chico delgado, de cabello corto, desnudo, realizando movimientos obscenos sobre alguien en el mismo estado. Pero, aunque no podía ver el rostro del hombre que se encontraba sentado sobre uno de los sofás de la habitación, sabía que este era Johnny.

La chaqueta resbalo de sus dedos, y la furia lo invadió.

Apretó, sin ser consciente, la madera de la puerta, logrando quebrarla. Y, por reflejo, dio un paso hacia dentro, llevado por aquella rara sensación que crecía paulatinamente con los gemidos que torturaban sus oídos.

Pero se detuvo.

No tenía ningún derecho a interrumpir. Ya no eran niños... y Harry no le pertenecía para inmiscuirse en su vida privada. Este último pensamiento intensifico aquella sensación, confundiéndolo aún más, por lo cual, simplemente se quedo ahí, apretando la madera de la puerta, observando cómo las manos de Johnny bajaban por aquella espalda, marcando el ritmo de los movimientos que realizaban sobre su cuerpo.

Sin ánimos de seguir escuchando, y observando aquella escena, bajó las escaleras, crispando los dedos en la baranda de esta, luchando con las crecientes ganas que tenia de regresar a aquella habitación y detener lo que estaba sucediendo de forma tranquila, porque si, después de que calmara sus deseos de golpear al rubio, estaba seguro de que posteriormente actuaria de forma apacible, como solía hacerlo. Pero cuando finalmente tomó la decisión de regresar, de forma tranquila, según su perspectiva, a aquella habitación, chocó con alguien.

Gracias a sus reflejos pudo agarrar un vaso y a la persona que chocó contra él, antes de que cayeran al piso. Al mirar hacia abajo, se encontró con Harry, en su brazo derecho, con una expresión de somnolencia.

—Peter...

—Estas aquí... —apretó, inconscientemente, el agarre que mantenía en el cuerpo contrario, dejándose llevar por la sensación de alivio que inundaba lentamente su ser y, sin proponérselo, sonrió.

—¿Dónde más estaría?, es mi casa —sonrió, sosteniéndose de los brazos de Peter —. Pero tú no deberías estar aquí, son las tres de la mañana ¿sucedió algo? —hablaba atropelladamente por el alcohol que había consumido, pero Peter, por su nerviosismo, no lo notó.

—Yo... Bueno... Estaba... Eh... Realmente... —intentó excusar su presencia, pero de su boca solo salían balbuceos sin sentido. Hasta ese momento no se había preguntado por qué había ido a buscarlo a esa hora, o que le diría cuando lo viera para no sentirse, como en ese momento, un idiota.

—Detente, por favor, comprender una lengua muerta me causa jaqueca —bromeó, sosteniendo el rostro de Peter entre sus manos, y sonrió nuevamente, mostrando sus ojos vidriosos y mejillas rojas por el alcohol. Lo cual formó un silencio incomodo, por lo menos para Peter que no comprendía lo que le estaba ocurriendo; simplemente lo miraba, sin atreverse a apartar la vista de su rostro. Pero Harry se irguió, con un poco de dificultad, liberándose de los dedos que intentaron retenerlo en vano —. ¿Esa es música? —subió las escaleras lo más rápido que sus torpes pasos se lo permitieron y, cuando ya no estaba a su vista, Peter reaccionó, corriendo para alcanzarlo —. Es... —cuando estuvo frente a la puerta pudo identificar la canción, pero cuando iba a empujar esta, Peter le dio alcance, girándolo para que no observara el espectáculo que daba Johnny con su acompañante, quienes ahora estaban en otra posición. Trató de no ruborizarse, y cerró la puerta lo más lentamente que sus emociones se lo permitieron, sintiéndose estúpido por haber creído que Harry había sido capaz de mantener relaciones sexuales con Johnny —. ¿Qué sucede? —Harry frunció el ceño, al parecer no disimulaba muy bien.

—Creo que deberías descansar —sonrió nerviosamente —, te ves un poco más pálido

—Lo haré, pero necesito... —intentó girarse pero Peter lo tomó de la cintura, pegándolo, sin intención, a su cuerpo cuando lo jalo hacia atrás, tratando de impedir que percatara de lo que hacían esos dos; no quería que Harry viera como Johnny, detrás de aquel otro chico, realizaba movimientos obscenos, porque aquella extraña sensación le invadía nuevamente al imaginar que Harry los observaría desnudos.

—Peter... —se ruborizo, cuando su espalda baja chocó contra la pelvis del mencionado, y al parecer este también lo había sentido, porque no respondió a su llamado.

Estuvieron en esa posición por algunos minutos, ya que Harry no se atrevía a apartarse y Peter no se atrevía a alejarle. Simplemente estaban ahí, disfrutando del calor y olor del contrario, hasta que Harry, llevado por el falso valor que le infundía el alcohol, se giró sin salirse del abrazo, encarándolo, mirándolo fijamente a esos ojos que se veían más oscuros. Y, el aumento de la fuerza del agarre, en su cintura, lo sorprendió, provocando que un pequeño gemido de sorpresa escapara de sus labios, cuando la escasa, y casi inexistente distancia, que separaba sus cuerpos, desapareció.

—Peter... —apretó con fuerza la chaqueta del aludido, cuando la distancia entre sus rostros también empezó a desaparecer paulatinamente, hasta que sus narices se rosaron, disfrutando, para lo que a ambos fue una eternidad, del aliento del contrario.

Peter estaba tan ensimismado en sus deseos que ni siquiera el olor a alcohol, que salía de la boca de Harry, le molestó. En ese momento los dos deseaban aquel contacto... Un beso, que si no hubiese sido porque Harry lo empujó, se hubiese llevado a cabo.

Cuando su cuerpo chocó contra la pared del pasillo, se liberó de aquella ensoñación, observando a Harry correr hacia su habitación con una mano cubriéndole la boca. Se quedó por casi dos minutos en esa posición, pensando en lo que casi sucede y en lo que debería hacer. Pero, finalmente, frustrado y confundido, decidió seguir el camino que llevaba hasta la habitación de su mejor amigo.

—Creo que he vuelto a hacer el ridículo hoy —Harry mencionó, con tono cansado, cuando Peter ingresó al baño, encontrándolo al lado del inodoro —. Johnny tuvo que acompañarme al baño en la disco y después traerme a casa... Incluso me llevó en brazos hasta la estancia de abajo. Ni siquiera la primera vez que consumí alcohol esto me sucedió —dijo, para sí, riéndose, como si lo dicho fuera un chiste.

Después de que Johnny le había besado, y cuando su cuerpo reposaba casi totalmente en el sofá, el alcohol en su organismo le paso factura, provocándole nauseas, por lo cual lo empujo y caminó, atropelladamente, hasta el baño, siendo seguido por el rubio.

—Entonces... ¿tú y él...? —inquirió sin pensar, queriendo confirmar que entre ello no había ocurrido nada de lo que le había insinuado Mary Jane.

Harry levantó la mirada.

—¿Nosotros qué?

Pero antes de que pudiera responder, otra arcada obligó a Harry a girar hacia el inodoro, salvándolo de tan vergonzosa situación, porque si le decía que sabía que ellos se habían besado en la disco y que, incluso, llegó a creer que habían mantenido relaciones sexuales en el baño, no sabría cómo justificar el haber ido a su casa a las tres de la mañana, justo después de saber que estaba con Johnny. Porque ni siquiera el mismo tenía una explicación lógica para ese hecho.

Le ofreció el vaso que aún llevaba en la mano, pero Harry le señalo un enjuague bucal que estaba en un estante.

— ¿Estás bien? —preguntó cuando finalmente Harry se levantó.

—Era un Armani —bromeó, al ver la mancha que sobresalía en el pantalón —. Bernard se enojara cuando le pida que de deshaga de el —y esta vez sonrió de forma bobalicona al imaginarte la cara de su mayordomo mientras le reprendía.

Para sorpresa de Peter, se empezó a desvestir. Quiso pedirle que no lo hiciera, pero lo único que pudo hacer fue quedarse ahí, de pie, observando cómo cada prenda que cubría el cuerpo de Harry caía lentamente al piso de mármol, hasta quedar simplemente con un bóxer negro, que resaltaba en su pálida piel, y una camisa blanca en la parte superior de su cuerpo. Cuando giró nuevamente hacia él, llevaba las hebras de cabello desarreglas, y sus mejillas con aquel tinte rosáceo, además de ojos cristalinos, le daban un aire más adorable.

—Peter...

Sus dedos estaban desabrochando cada botón de la camisa, a su parecer, de forma extremadamente lenta, dejando ver poco a poco su pálido y lampiño pecho, induciendo que, para su sorpresa, sintiera la boca reseca y las manos sudorosas; aquella imagen lo alteraba y provocaba. Pensamiento que le impresionó, pero no pudo dejar de mirarle.

—... ¿estás bien?

Sin ser consciente de lo que hacía, se acercó lo más rápido que pudo, asiendo las manos de Harry para que no concluyera su objetivo.

—¿Eh?

—Puede... darte frío —fue lo único que, atropelladamente, se le ocurrió decir, y agradeció que Harry estuviera alcoholizado, porque no hizo ningún comentario de su patética excusa; la mansión Osborn poseía uno de los sistemas de control de temperatura más avanzados del planeta —. Es mejor que descanses

Ni siquiera lo pensó para tomarlo en brazos, y Harry no se resistió a ser llevado como una princesa. No tenía fuerzas para resistirse y tampoco quería hacerlo, simplemente se acomodo mejor sobre el pecho de su mejor amigo, disfrutando de los latidos acelerados que emitía su corazón.

—No deberías ingerir alcohol; te hace daño —mencionó, observando, lo mejor que la posición le permitía, el rostro de Harry.

—Voy a morir, Pete... privarme de algunos vicios no lo cambiará en absoluto

—Pero... me dará tiempo —susurró para sí mismo, apretando más su agarre en el cuerpo contrario; tenía miedo de no tener el tiempo que necesitaba y perderlo nuevamente. No quería volver a vivir lo que le toco sentir cuando Harry lo dejó cuando eran niños. Sentimiento que había provocado que bloqueara la mayoría de sus recuerdos junto a, la que en ese entonces consideraba, su personita especial.

Caminó en silencio hasta ingresar en la habitación de Harry y, creyendo que este estaba dormido, lo colocó sobre la cama, pero una mano, aferrada a su camisa, no le permitió erguirse.

—Quédate conmigo, pete —se rodó un poco, haciéndole espacio en la cama, luchando por evitar que sus parpados se cerraran.

Quiso negarse... realmente quiso hacerlo, pero aquella expresión, que aún adornaba el rostro de Harry, no se lo permitió. Le sonrió tenuemente, tranquilizándolo. Y, observando todo el espacio que había en la cama, se quito la chaqueta y zapatos que llevaba, pensando que no habría ningún problema. Pero, a pesar de todo el espacio que había en la cama, inmediatamente se acostó, Harry lo abrazó, posando la cabeza sobre su pecho.

—Harry...

—Me gusta así, Peter —dijo, de forma suave, acomodándose mejor.

— "Es mi mejor amigo, y no es la primera vez que dormimos de esta forma" —se dijo mentalmente, tratando de no sobresaltarse por la situación. Pero una pequeña voz, interna, le respondió "ya no son niños", por lo cual deseó agarrar la almohada y ahogarse. Después de algunos segundos, respiró profundo, decidiendo finalmente descansar —. Descansa, Harry —dijo, dejando sus brazos estirados en la cama, lo más alejados que podía tenerlos del cuerpo del nombrado.

Harry levantó la cabeza, y sonrió, antes de, para sorpresa de Peter, darle un pequeño beso en los labios, pensando que todo era igual a como cuando eran niños —. Descansa, pete

Peter levantó las manos, nuevamente le sudaban, y su corazón empezaba a latir de forma irregular por aquel inocente contacto. Respiró profundo, tratando de tranquilizarse, pero el olor de Harry, y las inocentes caricias que daba en uno de sus brazos, lo altero más. Y, nuevamente, a pesar de ya no estar muy seguro, se repitió que, además de ser hombres, Harry era como su hermano.

<<<<>>>>

Un pequeño calor, en su brazo izquierdo, le hizo abrir los ojos. Frente a él había una pequeña llamarada, por lo cual pensó que alguien había colocado una vela encendida frente a su rostro. Pero, ignorando la fuente de luz, cerró nuevamente los ojos.

—Tía May... —abrazó más al cuerpo que tenía en brazos, bajando la nariz hasta rosarla en el cabello de aquel cuerpo, tratando de inundar sus pulmones con su olor, asegurándose de que esa vez no había sido otro sueño y Harry se encontraba junto a él —, cinco minutos más... quiero seguir abrazando a Harry, por favor

Pero alguien lo agarró por el cuello de la camisa, obligándolo a erguirse un poco, por lo cual abrió los ojos nuevamente, y una voz, visiblemente disgustada, le habló —. ¿Qué demonios crees que estás haciendo?

Cerró los ojos y, al abrirlos nuevamente, pudo identificar al rubio que estaba frente a él.

—¿Eh? —fue lo único que pudo pronunciar, mientras se preguntaba que hacia Johnny en, la que creía era, su casa.

Pero el rubio, por su enojo creciente, apretó más el agarre en el cuello de la camisa de Peter, a pesar de que este parecía desorientado.

—Si te atreviste a tocarlo...

Peter recordó todo lo que había sucedió en la madrugada, por lo cual bajó la mirada, encontrándose con el cuerpo de Harry, el cual, descansaba sobre su pecho y abrazaba. No tuvo tiempo de procesar, o avergonzarse por dicha situación, ya que el calor, creciente, en la mano del rubio, que apretaba su camisa, lo estaba incomodando, por lo cual le apretó la muñeca, lo más fuerte que el calor le permitió, logrando soltarse antes de resultar lastimado.

Pero la algarabía, que produjo el rubio posteriormente, despertó a Harry, quien se frotó los ojos, sin soltar a Peter.

—Johnny... ¿Peter? —dio un pequeño bostezo, sin dejar de frotarse los ojos —. ¿Qué sucede?

—Nada, cariño —dijo, lo más suave que pudo, tendiéndole la mano para ayudarlo a levantar, pero Harry no parecía tener deseos de hacerlo.

A Peter no le agradó, como el día anterior, que Johnny se refiera de esa forma a Harry, por lo cual, inconscientemente, lo miró de forma irascible... del mismo modo en que lo miraba el rubio.

—La cabeza va a explotarme... —dijo, sin percatarse de la pesada atmosfera que existía entre Peter y Johnny —, ayer bebí de más —tratando de ocultarse de la luz, que se colaba por una de las cortinas, se refugió en el pecho de Peter, llevándolo consigo, nuevamente, a la cama—. ¿Podrían correr las cortinas?

—Harry —tomó por la muñeca al aludido, jalándolo suavemente para obligarlo a levantarse. Sin embargo, Harry se abrazó más a Peter, quien, por reflejo, también lo abrazó, después de liberarle la muñeca de aquel agarre que le disgustó.

—Quiere descansar —mencionó Peter, en tono serio —. Si no lo hubieses alentado a consumir alcohol, no estaría en este estado... Seguramente pensando en aprovecharte de él —susurró, esto último entre dientes, sin pensarlo.

—¿Ahora serás la madre sustituta de Harry? —dijo, con visible burla —. No tienes derecho a cuestionar lo que haga, o deje de hacer con él; lo que hagamos juntos es nuestro problema, Parker

—Harry es...

—¡Cállense los dos! —gritó Harry, deshaciéndose del abrazo para llevarse las manos a la cabeza por el dolor —. ¿Se les dificulta cerrar la boca, y dejarme descansar? —se levantó, sin percatarse de que la camisa la tenía casi totalmente desabrochada —. Espero que al volver ninguno de los dos se encuentre en la habitación —dijo finalmente, dándoles una mirada de advertencia, para que ninguno de los dos se atreviera a replicar.

Cuando la puerta del baño se cerró, los dos se miraron fijamente, como si se dijeran que el contrario era el culpable del enojo de Harry.

—Sé lo que estás haciendo —habló finalmente el rubio, rompiendo el silencio que se había formado mientras luchaban con la mirada —, pero quiero que te alejes de Harry

Peter frunció el ceño y, de forma seria, respondió:

—No sé a qué conclusión llegaste, pero estas errado

—No soy idiota, Parker —dijo, con un tono de voz serio—. Y me importa un bledo si estas en negación sobre tus preferencias, solo quiero que te alejes de Harry

No comprendía a que se refería el rubio frente a él, pero, sin importar qué, aclararía esa ridícula situación.

—Creo que estas mal interpretando la situación —dijo calmadamente—, Harry y yo no...

—Te dije que tus líos preferenciales no me interesan —le cortó, sin ánimos de seguir con esa discusión. Simplemente dejaría en claro que Harry no le pertenecía y que debía alejarse, especialmente esto último, que era lo que realmente le causaba daño —, solo no te metas entre Harry y yo

— ¿Harry y tú? —se levantó de la cama, quedando a igual altura que el contrario. Desde el inicio de la conversación había tratado de ser conciliador, pero la mención de una frase que sugiriera que Harry y Johnny eran pareja no le agradaba, especialmente después de descubrirlo manteniendo relaciones sexuales con otro hombre, a pesar de que, inconscientemente, lo agradecía —. Creo que quien esta sobrando, en este momento, eres tú. No le convienes a Harry... Alguien como tú jamás podría hacerlo feliz.

— ¿Y tú, sí? —se acercó más al cuerpo de Peter, encendiendo, por la exaltación, la llama de su cabello—. ¿Un maldito confundido que lo único que hace es lastimarlo por olvidar y no aceptar que le atraen los hombres? —rió con sátira, mientras lo observaba con desdén—. Eres patético, Parker... No eres más que un homosexual reprimido

Peter le tomó del cuello de la camisa; Johnny tenía la facilidad de enojarle... Incluso su presencia bastaba para hacerlo. Pero a él no le gustaban las peleas sin sentido, su tío ben se lo había inculcado.

—Harry y yo solo somos amigos... Siempre lo he visto como un hermano, por esa razón no permitiré que un imbécil como tú lo lastime

—No lo dudo... —la llama en su cabeza se intensifico, y él sonrió de lado —, lo quieres como un hermano incestuoso y por eso quieres tirártelo —a pesar de que el agarre le estaba impidiendo respirar, prosiguió —. Te escuche dormido... Desde antes de que te empezaras a despertar, te escuché —dijo, provocando que cualquier replica, que pretendiera dar Peter, quedara en el olvido.

—¿Qué? —sus manos soltaron levemente la tela de la camisa, mientras trataba de recordar lo que había soñado y, un pequeño fragmento de ese sueño, fue suficiente para abochornarlo.

—Pero ya lo había identificado en tu mirada... Eres un asco de obviedad —se burló nuevamente, ante el silencio de Peter —. Seré directo contigo, Parker —su tono de voz se suavizo —. Harry me atrae desde que estábamos en el internado, y vine con la intención de seguir con las cosas donde las dejamos... —sonrió de lado, al sentir la puerta del baño abriéndose —, y no me pidas que no me le acerque, o lo toque, porque ya he hecho más que eso... y ambos lo hemos disfrutado

Sus dedos, que apretaron con más fuerza, se negaban a soltar la tela, mientras sus manos luchaban por no cerrarse y estamparse contra la cara del rubio que sonreía sin ningún descaro, insinuándole que él y Harry... Todas las imágenes de la madrugada vinieron a su cabeza, y la furia le invadió al imaginar que Harry, alguna vez, había podido estar en la misma posición que aquel chico, dejando que lo viera de aquella forma tan intima, vulnerable.

Lo odió.

Realmente, en ese momento, odió a Jonathan Storm.

Llevado por aquel sentimiento, dejó de luchar en contra de los deseos crecientes de golpearlo, cerrando la mano, sin importarle modular su fuerza en aquel golpe, pero cuando su mano se levantó, la puerta del baño se abrió, dejando ver a Harry, provocando una sonrisa en el rubio, que parecía divertido y excitado con la situación. Su furia, además de aquellos sentimientos que no podía identificar, lo invadieron totalmente y, sin pensarlo, su mano se estrelló contra el rostro de Johnny, con el único deseo de que dejara de mirar de esa forma a Harry. Con el deseo ferviente de cambiar todo lo que había escuchado e imaginado.

<<<<>>>>

Bajaba las escaleras apresuradamente, tratando de calmarse. Había sido un golpe... solamente uno, pero con la fuerza suficiente para que el johnny no volviera a levantarse por algunos minutos. Pero, a pesar de eso, su furia no disminuía. Sentía que odia a Jonathan Storm, a pesar de que sabía que era ilógico hacerlo.

—¡Peter! —escuchó los pasos detrás de él, pero no se detuvo; necesitaba salir de ese lugar —. ¡Peter, espera!

Vio una ventana abierta al final del pasillo y, sin pensarlo, se dirigió hasta esta. Se subió en el marco, dispuesto a saltar, pero antes de que pudiera hacerlo, un cuerpo que reconocía perfectamente, se lanzó sobre el suyo, abrazándolo. Pero, por la fuerza del impacto, cayeron hacia afuera, por lo cual tuvo que maniobrar, evitando caer al asfalto.

—¿También estas enojado conmigo? —preguntó, aferrándose más a la espalda de Peter, con temor. Ver aquella mirada de odio, nuevamente, dirigida hacia él, lo había lastimado —. ¿Hice algo que te molestara?

Peter no le respondió, solo siguió lanzando telarañas, alejándose lentamente de la mansión Osborn, mientras la lluvia empezaba a caer sobre la ciudad, ensombreciéndola como en ese momento se encontraba su alma. Pero, a pesar de su molestia, agradecía que los brazos, que se aferraban a su pecho, siguieran en ese lugar, dándole alivio como las pequeñas luces de las farolas parecían dárselo a la oscuridad reinante en la ciudad. Logrando en ese momento, a pesar de querer negarlo, identificar el nombre de aquella rara sensación que lo invadía desde el día anterior.

Aquella baja emoción que solo sentían los seres irracionales... o las personas que han tenido un amor no correspondido. Aquella sensación que hasta ese día había repudiado y creía no sentiría jamás.

Celos.

Quería negarlo. Pero no tenía argumentos sólidos para hacerlo.

Esa era la palabra que, por más que se esforzara en negarlo, dominaba sus emociones desde que Johnny había aparecido en la vida de Harry. Y que la noche anterior, cuando creyó que este había mantenido relaciones sexuales con el rubio, sintió, mezclados con dolor. Pero llegaron a su límite cuando Johnny insinuó que realmente si las mantenían desde algunos años atrás.

Aprovechó la oscuridad que le brindaba la tempestad para llegar hasta su casa y colarse por la ventana que daba a su habitación. Pero, ni siquiera cuando estuvieron dentro de la casa, Harry dejó de abrazarlo, y él no hizo nada para separarlo; a pesar de que el enojo no había disminuido, le gustaba seguir sintiendo aquel contacto. Le gustaba creer que nada había cambiado... que las cosas eran iguales a cuando eran niños; Harry teniendo únicamente ojos para él.

—¿Estas enojado conmigo? —seguía sin comprender que había sucedido, pero estaba dispuesto a no soltarlo hasta que este se lo dijera. Ni siquiera recordaba haber abandonado a Johnny desmayado sobre su cama—. Peter... —un pequeño estornudo le interrumpió y, antes de que pudiera seguir, Peter se giró hacia él, sin soltarse del abrazo.

Harry temblaba ligeramente y sus labios se veían levemente morados. La ropa se le pegaba al cuerpo, incluso la camisa blanca ahora era traslucida, dejando ver los pequeños botones rosas que adornaban su pecho. Peter se sintió desolado porque nuevamente su reacción le confirmaba algo que no deseaba aceptar; lo tomó de los brazos, alejándolo, sin ser capaz de seguir recibiendo su contacto.

Esa acción le dolió a Harry, pero Peter no se percató de su expresión porque estaba observando hacia un lado, hecho que también mal interpretó, creyendo, dicha acción, una confirmación de su enojo hacia él.

—Peter...

—Es mejor que te desvistas

Dicho esto, él empezó a hacerlo, quitándose primero la camisa, siendo observado por Harry; era la segunda vez que le veía sin camisa, a esa edad, y nuevamente, como la primera vez, sus ojos se quedaron anclados a aquella piel. Pero cuando Peter iba a desabrocharse el pantalón de mezclilla, reparó en lo que estaba haciendo, por lo cual se sintió como un idiota; solo con Peter le daba pudor desnudarse. Ni siquiera le sucedía con Johnny, a pesar de saber que este poseía ciertos deseos carnales hacia él. No queriendo sentirse más patético, imitó a Peter, empezando a quitarse la ropa que llevaba. Pero cuando se retiró la camisa, advirtió que lo miraba, mostrándose visiblemente enojado, sensación producto de haberse percatado de su error; jamás debió pedirle a Harry que se desvistiera frente a él, ya que, justo en ese momento, ratificó que verlo en ese estado le incomodaba. Pero al encontrarse directamente con los ojos de Harry, desvió la mirada hacia un lado, reprendiéndose mentalmente.

—¿Finalmente vas a decirme que sucedió? —no hubo respuesta, por lo cual, cualquier resto de vergüenza que tuviera desapareció. Lanzó la camisa al piso, acortando la distancia que los separaba—. ¿¡Cuál es tu problema!?... ¡no te quedes ahí, como una maldita estatua observándome! —empujó a Peter por el hombro, logrando moverlo levemente—. ¡Responde!, ¡estas actuando como un imbécil, y ambos sabemos que no lo eres!, ¿¡por qué!?

—Harry, calma...

— ¡Y una mierda! —Peter se silencio, no quería que Harry se percatara de por qué estaba enojado en ese momento, por lo cual se giró, dispuesto a salir de la habitación, pero Harry lo tomó de la muñeca, impidiéndoselo —. ¡Dime de una vez cuál es tu maldito problema, Parker!. ¿¡Cuál es tu problema conmigo... y con Johnny!? —estaba muy enojado, por lo cual no percibió el cambio de expresión de Peter cuando mencionó al rubio; su mandíbula se había tensado, y la ira nuevamente se avivaba en sus ojos —. ¿¡Por qué lo lastimaste!?... ¡responde, maldita sea!, ¡actuaste como un maldito neandertal! —abrió los ojos, recordando cómo había dejado al rubio —. ¡Johnny! —su expresión de enojo fue reemplaza por una de preocupación —, tengo que ir a...

Y sin saber cómo, su espalda chocó contra la pared, haciéndolo callar. Intentó preguntarle a Peter que estaba haciendo, por qué se comportaba de esa forma, sintiendo como la furia lo invadía nuevamente. Pero no pudo exteriorizar su pregunta al observar aquellos ojos que le miraban intensamente... Aquellos ojos que se iban acercando lentamente a su rostro y él, inconscientemente, empezó a cerrar los suyos a medida que la boca contraria estaba más cerca de sus labios, olvidándose lentamente del hilo de pensamientos que su enojo le había generado. Y la esperada unión llegó, sin disminuir ni un ápice la ansiedad de querer tocarlo, de seguir siendo acariciado. Sin embargo, pasados algunos segundos, intentó alejarlo, tratando de evitar aquel contacto que poseía tintes agresivos. Una caricia que distaba mucho de las que solía ofrecerle Peter. No le gustaba que lo tocara de esa forma. No le agradaba sentirse sometido ni siquiera por él; era un Osborn, no la macha, en aquel apellido, que siempre su padre, desde que lo descubrieron besándose con Peter, le recriminaba. Profundizó el beso, iniciando una incitante lucha que el contrario sin pensarlo aceptó, iniciando una lucha entre dos bocas ansiosas. Labios succionándose y mordiéndose, probando y respirando el aliento del contrario, perdiéndose en el sabor ajeno, mientras trataban de dominar sobre el contrario. El aire no era un problema en esos momentos, la pasión en que se entregaban no les permitía detenerse, respiraban el poco oxígeno que podían capturar en cada pequeña bocada que daban al alejarse lo, que para ellos era, suficiente, sin romper la unión de sus labios totalmente. Y, cuando la lengua de Peter entró en su cavidad, se rindió, entregándose completamente, respondiendo a cada toque en que sus labios eran guiados.

Peter lo abrazó, pasando una mano por su espalda y otra por su nunca, a pegando el cuerpo contrario al suyo, lo más que podía, provocando que harry arqueara levemente la espalda, apretándolo con fuerza, aferrándose a él, tratando de sentir atreves de su ropa y memorizar su cuerpo.

Sus jadeos, tratando de capturar el aire, eran lo único que se escuchaba en medio del beso enérgico y casi obsceno, inundando toda la habitación.

Peter se separó un poco, observando como permanecía con los ojos cerrados y las mejillas ruborizadas. Y, en esa ocasión, no se lo negó. Le atraía más de lo que deseaba admitir, y observarlo de esa forma despertaba un deseo oscuro que hasta entonces había estado hibernando en su ser. Se debatía entre dos hechos, pero sin decidirse en si la atracción que sentía por Harry o el enojo que sentía por lo acontecido con Johnny eran justificantes válidos para lo que estaban haciendo. Pero, después de perderse en aquella expresión, no le dio más importancia a dicha incógnita, decidiendo dejar de darle relevancia a esa pregunta que le atormentaba desde que había hablado con Mary Jane. Solo se dejo llevar, sintiendo su corazón desbocado al deleitarse con aquella excitante visión. En ese punto ninguna de las anteriores dudas le importaron, simplemente pensaba en sentir más y, silenciando su raciocinio, lo besó nuevamente, obteniendo pequeños suspiros en cada leve o profundo rose que le proporcionaba.

Actuando por instinto, lo obligó a caminar hasta que la pequeña cama detuvo el andar de ambos. Y un gemido de dolor y sorpresa, de parte de Harry, fue ahogado en medio de un beso, un contacto aún más suave, si se le comparaba con los anteriores que se habían dado.

Harry, en un intento de tomar el control de la situación, justo como dos días atrás, trató de girarse, pero Peter, apresando sus manos con un poco de fuerza contra la cama, no se lo permitió, logrando doblegarlo, momentáneamente, en aquella nueva lucha de besos. Pero sus vanos intentos por someter a Peter quedaron en el olvido cuando la lengua de este nuevamente invadió su cavidad, dejando atrás aquellos besos que, a pesar del deseo que reflejaron, eran muy similares a los que se dieron cuando eran niños; una muestra de amor que ahora incluía pasión. Apretó la tela de la sabana que estaba a su alcance, cuando los besos de Peter migraron por su barbilla hasta llegar a su cuello, arqueando, lo mejor que aquella posición se lo permitía, la espalda, tratando de exponerle más aquella zona y, a pesar de su aversión por ser el sumiso en una relación, en ese momento actuaba por instinto, dándole la libertad de hacer lo que quisiera con su cuerpo.

Una mano cálida le produjo un ligero estremecimiento cuando se paseo, tortuosamente lento, por su pecho, acariciando aquellos pequeños botones rosas que, en ese momento, parecían ser más sensibles que generalmente, arrancándole más de un suspiro y gemido.

Y la tortura de Peter a su cuerpo comenzó.

Siguió bajando, entre besos, dejando pequeños caminos de saliva por doquier. Besando su clavícula como si fueran pequeños aleteos de mariposa que acariciaban la piel de esa zona. Era una caricia muy suave y cariñosa, que contrastaba perfectamente con los besos pasionales que le había dado hasta ese momento. Pero un dolor repentino, en la parte que unía su cuello y hombro, lo hizo salir de su ensoñación, provocando que emitiera un pequeño grito de sorpresa y dolor.

Peter lo había mordido.

Pero, casi inmediatamente, paso hacia el lado contrario de su cuello, besándole nuevamente de forma suave y lenta, dejándole pequeñas marcas, que gracias a su pálida piel, serian visibles por algunos días. Quería que cuando Johnny se le acercara viera sus marcas... su marca en el cuerpo de Harry, porque únicamente a él le pertenecía. Siempre se habían pertenecido a pesar del tiempo transcurrido.

Posteriormente, su boca bajó más, atrapando uno de sus pezones y, con la lengua, comenzó a juguetear con este, logrando que los jadeos de Harry, casi ahogados por la poca fuerza de voluntad que le quedaba, volvieran a resonar en la habitación.

Apretó más fuerte la tela entre sus dedos cuando finalmente sus muñecas fueron liberadas. Aquellas sensaciones que invadían su cuerpo parecían recorrerlo hasta concentrarse en su miembro, estimulando a que este reaccionara cada vez más, por lo cual, haciendo acopio del raciocinio que le quedaba, habló, a pesar de que la boca de Peter, bajando por su cuerpo, nublaba brevemente sus sentidos.

Besos y pequeñas mordidas en sus costillas y abdomen, provocaron que cerrara los ojos fuertemente, reuniendo las pocas fuerzas que le quedaban, logrando finalmente hablar.

—P-Peter... —a penas pudo pronunciar, cuando la mano del aludido empezó a colarse por el cinto de su pantalón, prenda que en ese momento Peter advierto que llevaba, abandonando esa acción cuando se percató de que de esa forma era complico desnudarlo. Sin pensarlo le desabrochó la prenda, con la rapidez, agilidad y urgencia que la molestia en su propio pantalón le obligaba —. D-deten... —una mordida en su cadera indujo que mordiera su labio inferior, reteniendo un gemido que, a pesar del acto que lo había provocado, no era de dolor.

No quería que Peter se detuviera, pero al ver esos ojos que provocaban que su cuerpo sufriera estremecimientos, sabía que debía hacerlo; no quería que, cuando ese placer cegante, que observaba en sus ojos, se extinguiera totalmente, se odiara y lo odiara, por lo cual luchaba entre ser la vil y egoísta persona a la cual su padre había moldeado, o hacer lo correcto.

—Pete... detente, por fav...—no pudo retener un gemido resultante de que Peter se frotara sobre él, presionando las erecciones que aún estaban ocultas debajo de sus ropas; fuerte y sin previo aviso, causándole una punzada de dolor y placer que hizo que sus piernas temblaran, seguidas del resto de su cuerpo.

Y como si quisiera comprobar algo, los dedos de Peter acariciaron sobre la ropa interior de Harry, provocándole un nuevo estremecimiento y más gemidos que lo embelesaron. Aquellos sonido, comparables con una exquisita melodía para sus oídos, le hicieron levantar la mirada, observándole y, sin pensarlo más, retiró la única prenda que cubría el cuerpo del contrario, induciendo a que este apretara los ojos y labios, tratando ahogar un gemido cuando tomó su hombría con una de sus manos.

— ¡Espe... ra, Pete! —cerró los ojos levemente, arqueándose hacia atrás, tratando de reprimir, en vano, todos los gemidos que, el movimiento lento y tortuoso que realizaba la mano de Peter, le provocaba. Volviéndose estos movimientos cada vez más obscenos gracias a la humedad que aumentaba.

En ese momento, ninguno de los dos pensaba en lo que sucedería si seguían como en ese instante, solo deseaban sentir más, querían unirse aún más.

Peter, como si estuviera en un trance, no dejaba de observarlo, mientras aumentaba y disminuía la velocidad con que le acariciaba. No quería perderse el más mínimo detalle de su rostro, de sus gemidos, gritos y contorsiones de placer, porque todo en Harry lo maravilla y excitaba.

Y lo sintieron. En ese corto lapso, las descargas de placer se multiplicaron, provocándole algunos estremecimientos, muy marcados, a Harry, mostrándole, gracias a esto, la expresión más hermosa que había observado, hasta ese momento, en el rostro de su mejor amigo.

—Pe... ter... —jadeó, cerrando los ojos levemente, bañado en sudor, sintiendo como la vergüenza se apoderaba lentamente de él al observar los ojos de Peter sobre si, por lo cual quiso cubrirse totalmente, pero al no poder hacerlo, porque Peter aún seguía entre sus piernas, se cubrió el rostro con su brazo izquierdo.

Y Peter, ante ese llamado, cual serpiente subió por encima de aquel cuerpo que aún temblaba, sobre todo cuando sus pieles se rosaban, hasta poder observarlo directamente a los ojos. Pero, una mano, reposando sobre estos, se lo impidió. Sin embargo, se sorprendió al sentirse más excitado por aquel adorable acto de parte de su, hasta entonces, mejor amigo.

No era un experto en esa área, de hecho, jamás había tenido una experiencia de ese tipo, pero tenía el suficiente conocimiento en anatomía humana para saber, por lo menos, qué puntos debía tocar. Pero, en esos momentos, no era suficiente; deseaba saber cómo concluir una unión... homosexual, sin lastimarlo.

Besó su mejilla derecha, sin dejar de jugar, con sus dedos, en el pecho del otro chico, logrando que emitiera algunos suspiros y, con su mano libre, levantó, de forma lenta, el brazo que cubría sus ojos y la mitad de su rostro.

Y se perdió. Aquellos orbes lo dominaron.

Había observado a Harry muchas veces a los ojos, pero jamás, ni siquiera cuando eran niños, mientras lo hacía, se preguntó lo que realmente sentía por su mejor amigo... por su personita especial. Pero, a diferencia de ese momento, cuando eran niños estaba seguro de que lo sabia; quería estar siempre con Harry, al igual que sus tíos, por esa razón había aceptado, aunque la idea no le convenció del todo en aquel momento, ser su esposa.

—Peter... —a pesar de su bochorno, subió una mano, acariciándole la mejilla izquierda al aludido, mostrándole sus ojos brillosos por la excitación.

Y Peter lo supo.

Nuevamente lo recordó.

Finalmente había obtenido la respuesta que le atormentaba.

—Tus ojos... —no podía dejar de mirarlo —, siguen siendo hermosos —dijo, lo más claro posible que su entrecortada respiración le permitió —. Quiero verlos... no quiero dejar de verlos jamás —su frase fue una súplica cargada de aquel dolor que sintió, en antaño, justo el día que él lo dejo.

Sin esperar una respuesta que no necesitaba, besó nuevamente sus labios, ahogando un pequeño gemido, de parte de harry, provocado por rosarle, con un dedo, su pezón izquierdo. Y, al separarse, sin dejar de mirarle directamente, se desabrochó el pantalón, degustando en cada segundo como se intensificaba aquel adorable rubor. Lo besó intensamente cuando sus pieles, totalmente desnudas, se acariciaron finalmente.

Los ojos de Harry se abrieron más de lo normal, preguntándose cómo había podido aguantar eso, que debía haberle molestado hasta el punto de ser doloroso. Pero al percatarse de algo, no pudo evitar sobresaltarse... Peter había crecido mucho en aquellos años.

Ya no eran niños, acariciándose inocentemente. Y no estaba seguro de poder soportarlo, sobretodo porque su cuerpo, anatómicamente, no estaba diseñado para eso.

—Pete... —le sostuvo de los antebrazos. A pesar de no haber mantenido relaciones con otro hombre jamás, desde los catorce años, gracias a Johnny, sabía lo que eso implicaba. Pero solo hasta ese momento le había tomado importancia y... se ruborizo, porque, a pesar de jamás pensarlo, había dado por hecho que, si concluían el acto en ese momento, él seria quien recibiría, cuando, según todas las fantasías basadas en su ego, Peter debería ser quien le mirara desde abajo.

Pero un beso suave, diferente a los anteriores, le hizo callar. Y, dejándose llevar por las caricias dadas a su cuerpo, rodeo, con sus brazos, el cuello de Peter. Olvidándose momentáneamente de sus recientes temores.

Peter, sin saber exactamente que más hacer, además de los besos y caricias, pero queriendo sentir más, bajó su mano, juntando sus falos. Aquel choque de carnes, húmedas y calientes, provocó que los dos emitieran un gemido de placer; uno más grave que el otro. E inicio un suave y excitante vaivén, sin dejar de mirarlo directamente a los ojos, sintiendo como paulatinamente una mezcla de sensaciones empezaba a asaltar su cuerpo, de la misma forma que se daba en el cuerpo del contrario. Harry trataba de controlar aquellas sensaciones aferrándose en la espalda que cubría su cuerpo, a pesar de que ese acto era en vano.

Sangre y dolor recorrían la espalda de Peter, debido al agarre que mantenía Harry con fuerza en su espalda, hundiendo sus uñas en proporción al aumento del placer. Pero eso no hacía más que excitarlo, para sorpresa de su poca consciencia. Las sensaciones de dolor parecían mezclarse con las de placer, potenciando los efectos de estas últimas sobre su cuerpo.

—Pete... —hundió sus uñas más en la piel de Peter, buscando, desesperadamente, en que sostenerse cuando una oleada de placer se exteriorizo en un fuerte gemido; todas las sensaciones que lo estaban inundando nuevamente, pero con mayor intensidad, lo hacían sentir a punto de caer a un vacio inexistente.

Más sangre y dolor, a medida que aumentaba el placer de forma proporcional a las caricias y el vaivén de sus cuerpos.

Dejándose llevar por las pequeñas descargas de placer, colocó la cabeza en el hueco que formaba el hombro y cuello de Harry. Amortiguando sus suspiros y gemidos en esa zona, pero sobretodo perdiéndose más y más por aquel olor que, recién había descubierto, le encantaba.

Su respiración, al igual que la del cuerpo bajo suyo, era cada vez más pesada, como muestra de que ambos estaban llegando a la culmine del placer.

Harry se aferró más al cuerpo de Peter, sintiendo como era movido al ritmo de la respiración de este. Sintió una pequeña presión en el hombro, pero en ese momento el embotamiento de sus sentidos le permitió ignorar aquel dolor. Solo sentía el calor abrumador que se acumulaba en su vientre bajo con potencia y, sabiendo que ya faltaba poco, busco el rostro de Peter que aún yacía sobre su hombro derecho.

Llevó sus manos hasta los hombros del mencionado, aferrándose fuertemente a estos.

—Peter...

Extrañado por el llamado, que distaba de todos los suspiros que acompañaban su nombre, levantó la mirada, observándolo, mirándolo a los ojos; estaban más oscuros de lo que recordaba y sus mejillas estaban más rojas. Pero no tuvo tiempo de analizarlo más porque las labios de Harry, sobre los suyos, lo distrajeron nuevamente, provocando que aumentara el ritmo de sus caricias, mientras respondía a aquel beso, con deseo, pasión y... amor. Hasta que Harry se vio obligado a romper la danza que mantenían sus bocas, arqueando la espalda y dejando escapar un agudo gemido. Y, su mente quedó en blanco, sintiendo únicamente un fuerte zumbido en sus oídos.

—¡Peter...! —sintió la necesidad de decir lo que sentía, pero un gemido, y estremecimiento más intenso, se lo impidieron. Simplemente pudo aferrarse más a Peter, sacándole más sangre, mientras lo observaba a los ojos y se dejaba llevar por aquella explosión de sensaciones que lo introducían en una nubla de placer.

Peter gimió, dejándose arrastrar también por aquella explosión de sensaciones que embargaban a Harry. Sintiéndose muy ligero... por primera vez en su vida. Y, sin poder evitarlo, se dejó caer sobre el otro cuerpo, sintiendo como su corazón latía fuertemente, y su respiración agitada demostraba la falta de aire que le aquejaba. Harry estaba igual, sumándole el hecho de que, gracias al peso de Peter, se le dificultaba aún más respirar.

—Pe... —intentó hablar, pero la falta de aire se lo impedía—... ter

El aludido se incorporó un poco, mirándolo a los ojos. Y nuevamente vio reflejada la respuesta que le atormentaba en aquellos hermosos orbes que se aclaraban lentamente. Además de pedirle algo, y el suave agarre en su antebrazo se lo confirmó.

Pudo ver como lentamente sus ojos se cristalizaban más, mirándole de forma suplicante, por lo cual sintió deseos de olvidarse de todo, incluso de Spider-man y quedarse a su lado por siempre... como debió y debía ser.

En ese momento lo supo. Lo leyó en sus ojos y se lo concedió, porque él también lo necesitaba. Él también lo añoraba.

Lo besó.

Le beso suavemente, sintiendo el corazón contrario chocar desbocado, igual que el suyo, sobre su pecho. Lo beso con intensidad, robándole nuevamente el aliento. Degustando su sabor hasta que lentamente el contacto, de parte de Harry, disminuyó hasta ser casi inexistente.

Peter se le quedo observando, concentrado únicamente en su rostro, que ahora estaba completamente apacible, al igual que su respiración. Mientras lo hacía, se dio cuenta de que Harry nunca le había dejado de parecer hermoso, y sus sentimientos por él jamás habían cambiado a pesar de los años, o su estúpido olvido. Él lo había amado, de una forma inocente y sincera, y no estaba seguro de poder olvidarlo.

Sonrió, ante su último pensamiento, mientras le acariciaba la mejilla derecha, percatándose de que la mayor parte de su vida había estado equivocado... y la idiota cerilla tenía razón; el único que no se había equivocado.

Y por fin pudo aceptarlo. Era un maldito incestuoso que amaba a su hermano.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).