Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Forbidden heart por hannastony

[Reviews - 151]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Para cuando los oficiales de la capital partieron de Galápagos tenían conocimiento de algunas cosas, como por ejemplo que, los Vengadores ya habían estado por ahí no hace mucho; Galápagos era lugar donde vivieron un tiempo los piratas conocidos como Thor y Loki, por lo que regresarían, pero después de largo tiempo, años quizá; por lo que no podían esperar ahí, también supieron que los Vengadores al llegar a Galápagos, ya no contaban con los costales de riqueza que habían robado, ni ninguna otra posesión de demasiado valor y finalmente, que el caballero Steve Rogers se encontraba sano y salvo, pero no dieron más detalles respecto a su situación.

La mayoría de los gitanos dieron toda la información posible con tal de adquirir aquellas monedas que les ofrecían, pero para suerte de los piratas, Kavi era el que sabía más al respecto, siendo el único que no aceptó ni una sola moneda a cambio de abrir la boca. Los oficiales decidieron no perder tiempo con él y ponerse en marcha cuanto antes. 

Cuando estuvieron todos arriba del navío se reunieron en el camarote del coronel para hacer un reporte de toda la información obtenida y de cuál sería su siguiente movimiento.

—A pesar de toda la información adquirida, no es suficiente para saber a dónde se dirigían, o donde estarán en estos momentos —dijo un oficial apuntando a lo obvio de la situación.

La situación era más complicada al saber que los piratas no se quedaban quietos en un solo lugar, siempre iban y venían como forasteros y quién sabe si cada vez que pisaban nuevas tierras cambiaban sus identidades, haciendo más difícil la tarea de conseguir testigos.

El coronel exhaló exasperado mientras se pasaba una mano por el rostro y el cabello.

—Si ya no traían el motín con ellos, podemos asumir fácilmente que pasaron por Barlovento, pero ¿Para intercambiar el oro por qué otra cosa? —habló Bucky llamando la atención de los demás.

— Podríamos ir a averiguarlo y probablemente adquirir alguna pista —propuso otro de los oficiales, uno de los más jóvenes.

—Bien. Sabemos que no los encontraremos en Barlovento, pero puede que las personas de ahí nos den algo más que nos pueda decir dónde continuar. —declaró el coronel no muy convencido dando las órdenes para zarpar de inmediato.

Bucky no rechistó, sin embargo, tampoco parecía convencido con la idea, aunque no se le ocurría nada más para poder continuar, por lo que se resignó a seguir las órdenes. Una vez  estando allá, esperaba saber cuál sería el próximo paso a dar.

><><><><>< 

Tony había quedado con Steve de acompañarlo a un palomar o criadero de palomas mensajeras para que pudiera escribir y enviar su carta. De eso estaban hablando cuando salieron de su habitación hasta que vieron a Bruce salir con cara levemente angustiada.

—Debemos bajarles la resaca, ambos están mal pero Natasha es la que más me preocupa  —dijo Bruce para luego tranquilizar a ambos, diciéndoles que no era nada grave.

Aun así, Tony al escuchar aquello se dirigió hacia la habitación de la pelirroja y tocó, para recibir la aprobación, entrar, y acercarse hasta ella que se encontraba sentada, con la cabeza entre ambas manos y pálida, señal de que había vomitado hace nada.

—Hey Nat, ¿cómo te encuentras? —preguntó Tony tratando de no lucir afligido mientras se ponía en cuclillas para estar cara a cara con su amiga.

—Estaré bien, solo necesito recuperarme —habló la pelirroja con voz ronca y cansada.

Steve se acercó, quedándose en el marco de la puerta y Bruce se acercó también, a su lado.

—Loki y Thor fueron a investigar más acerca de Santo Domingo, y ahorita estaba cuidando a Clint. Lo mejor será que les prepare una infusión a ambos para la resaca —explicó Bruce más aliviado de tenerlos ahí.

Sin embargo, Tony no se encontraba tranquilo, especialmente por lo que la pelirroja susurraba en medio de la borrachera la noche anterior. El castaño volteó a ver al rubio y este entendió a la perfección su mirada.

—No te preocupes Tony, puedo ir solo a enviar la carta, tu deberías quedarte a ti a cuidar de Nat —dijo Steve tratando de que Tony quitara aquella mirada, pero al capitán tampoco le agradaba mucho la idea de que Steve anduviera solo en un lugar completamente nuevo y desconocido.

Para su fortuna, no faltó que ninguno de los dos agregara nada más, ya que Peter apareció de la nada y se unió a la conversación.

— ¡Yo puedo acompañar a Steve! —se ofreció el muchacho con gusto mientras levantaba un brazo.

—Me parece buena idea —respondió Steve dirigiéndole una sonrisa al joven Peter.

—Solo vayan con cuidado —dijo por último Tony viendo como los dos asientan y se retiraban del lugar.

— ¿Le dejarás enviar una carta? —cuestionó Bruce no muy seguro de aquella idea una vez que ya se encontraba solo con Tony y Natasha en la habitación.

—Sí, solo será para informales a sus padres que se encuentra bien. Confió en el —dijo Tony con seguridad para luego dirigir su atención nuevamente a la pelirroja.

—Bien. Prepararé la infusión —finalizó Bruce retirándose y cerrando la puerta dejándolos solos.

Tony  le ofreció un vaso con agua a la pelirroja y esperó un momento en silencio hasta que esta termino de beberlo para preguntar.

— ¿Quieres hablar sobre lo de anoche? —preguntó Tony teniendo en consideración que Natasha probablemente recordaba el tormento de sus pensamientos. Cosa que comprobó cierta al notar como ella contestaba.

—No, la verdad es que no —respondió sinceramente la mujer tratando de poner una sonrisa, fallando en el intento.

—Está bien, sabes que puedes contar conmigo para lo que sea ¿verdad? —dijo de manera reconfortante mientras tomaba sus manos entre las suyas y las apretaba, casi como una figura paternal.

—Lo sé —dijo por último la pirata y lo miró, ahora si, con una ligera pero sincera sonrisa.

><><><><>< 

No fue muy difícil el saber a dónde se debían de dirigir para poder enviar una carta, simplemente tuvieron que pedir unas cuantas indicaciones para encontrarse en camino.

—Siempre me ha parecido interesante el cómo las palomas mensajeras pueden soportar volar tantos kilómetros y aun así saber la orientación perfecta para llevar el mensaje a su destino ¿Cómo lo hacen? —comentaba Peter con Steve mientras ambos se encaminaban al palomar.

—Es una buena pregunta Peter, aunque no sabría qué responder —dijo Steve sonriendo apenado, al no poder resolver las dudas del menor.

—No se preocupe, espero y el criador sea amable, así podre preguntarle. El capitán siempre me repite, “la curiosidad es la más pura forma de la inteligencia” —dijo lo último tratando de imitar la voz de Tony, haciendo reír con esto al hombre a su lado.

Steve no podía evitar comparar a veces a Peter con Tony, era como ver una mini versión de él, los dos unos genios, los dos muy parlanchines,  valientes, con una amabilidad innata…

— ¡Llegamos! —exclamó Peter sacándolo de sus pensamientos apuntando hacia el lugar.

Cuando se adentraron, había muchísimas palomas por todos lados, algunas enjauladas y otras libres,  lo asombroso, era que a pesar de la enorme cantidad de animales dentro del establecimiento, éste se encontraba limpio.

Un señor mayor con bigote blanco se acercó a recibirlos, viendo en qué los podía ayudar. Steve dio a conocer su propósito, por lo que el dueño del lugar lo dirigió hasta una mesa de madera, junto con una silla, para que pudiera escribir ahí mismo su carta, ofreciéndole la tinta y el papel necesario.

El señor se mostró amigable, por lo que Peter se aventuró a sumirse en una conversación con él acerca de todo sobre palomas mensajeras.

Steve después de un rato, termino ambas cartas, una para la familia Rogers y otra para la familia Carter, lamentó interrumpir la animada charla que tenían Peter y el adiestrador para entregarle enrolladas sus cartas a este último.

— ¿Para dónde me dice que se dirigen? —preguntó el señor con el ceño levemente fruncido.

—Hacia la capital.

—Perfecto, tardarán unos pocos días en llegar pero tenga la seguridad de que serán recibidas. Mis palomas son las mejores, nunca pierden su destino —y dicho esto con orgullo, el adiestrador se dirigió hasta una jaula específica, usando dos palomas, una para cada carta,  las tomó y soltó, siendo observadas por los tres presentes, mientras estas salían volando con rapidez. Steve se quedó tranquilo y confiado de que sus mensaje llegarían y por fin sus padres tendrían noticias de él.

><><><><>< 

 

Para cuando Steve y Peter regresaron, Natasha y Clint ya se habían recuperado y parecían estar como nuevos comiendo fruta mientras conversaban animadamente con los demás. Thor y Loki ya habían regresado, por lo que también se encontraban ahí.

— ¿Cómo les fue? —preguntó Tony al ser el primero en notar la presencia de los recién llegados.

— ¡Muy bien! Nunca había visitado un palomar, capitán. Me gustaría enviar una carta algún día —comentó Peter soñador acercándose cada vez más.

—Algún día tendrás a alguien a quien enviarle cartas, estoy seguro —respondió Tony al mismo tiempo que estiraba su brazo y revolvía los cabellos castaños del menor.

Steve no agregó más, simplemente sonrió con la felicidad que le daba al ver aquella escena, tan simple, tan sencilla.

—Hey chicos, ya que estamos todos reunidos, un indio del lugar nos dijo a Loki y a mí que había un lugar muy hermoso por visitar, describiéndolo como cuevas con agua pura adentro, aunque nos comentó que no muchas personas lo conocían o no sabían llegar, pero aun así podemos aventurarnos a buscarlo. ¿Qué dicen? —agregó Thor animado viendo que con su propuesta había llamado la atención de todos los presentes.

Los Vengadores eran aventureros, arriesgados, y aquello sólo era un reto más, que todos estaban emocionados por cumplir: encontrar aquel misterioso lugar que el nativo había descrito. Claro, sin contar que absolutamente todos amaban el agua, era parte de su estilo de vida y ahora del de Steve. Por lo que estuvieron de acuerdo con la propuesta.

Fue así como todos se prepararon y se alistaron para salir.

Debían de admitir que a pesar de encontrarse en la supuesta localización, perdieron el rumbo más de una vez. El lugar parecía estar algo escondido, pero claramente ninguno de la tripulación pensaba siquiera una vez en darse por vencido, al contrario, les animaba aún más y cuando finalmente hallaron el increíble mundo subterráneo, que superaba sus expectativas y por el cual, había valido la pena gastar horas buscándolo.

El lugar, era una gran caverna subterránea donde afloraban pequeños lagos de agua dulce, transparente y cristalina, dándole su aspecto de color azulado.

Al momento de adentrarse al mundo terrestre, la belleza natural que lo rodeaba era alucinante, primigenia y misteriosa.

Había específicamente 3 lagunas subterráneas y una cuarta que era la más grande y que se encontraba al aire libre. Todos se quedaron embelesados con el hermoso paisaje que se presentaba ante sus ojos.

Las cuatro estaban conectadas entre sí, decidieron conocerlos todas y recorrer el lugar por completo, para ello, se quitaron sus prendas, la mayoría se quedó en ropa interior, y se zambulleron directamente en las frescas aguas.

El primer lago tenía tonalidades azuladas cubierto por cierto polvillo que parecía estar en el fondo y flotar en la superficie: se trataban de minerales naturales totalmente inofensivos.

Pasar al segundo fue un tanto más complicado, por lo mismo decidieron no quedarse mucho tiempo ahí, ya que no llegaba la luz directa del sol. Al capitán comenzó a darle algo de pánico la oscuridad, por lo que se le ocurrió una idea.

—Steeeeeve, cariño, cárgame —chilló Tony de forma mimada y sin esperar respuesta del rubio, se montó en su espalda, enredando sus piernas en el gran y musculoso torso, pasando sus brazos alrededor de su cuello.

Steve claramente, aceptó el cálido peso extra con gusto pasando su mano por el hueco posterior de las rodillas del moreno, para cargarlo mejor.

Loki tras escuchar aquello frunció el ceño, y no pasó ni un segundo para que este imitara la misma acción del capitán, subiéndose a la espalda de Thor.

—Brucieee yo también quiero que me cargues —Clint imitó la voz chillona de los otros dos  de forma exagerada, montándose en la espalda de Bruce y haciendo burla, lo que provocó que todos los presentes soltaran carcajadas.

Al llegar al tercer lago los que iban montados en los otros se bajaron de las espaldas contrarias, todos excepto Tony que había encontrado una gran comodidad y satisfacción recargando su pecho contra la espalda de su príncipe azul. Las aguas volvían a su color azul-verdoso y la luz comenzaba a hacerse presente de nuevo.

Al final llegaron al cuarto lago, el más grande, el que estaba al aire libre, con una circunferencia casi perfecta; con aguas verdosas, rodeado de vegetación, lleno de peces, unos cuantos cangrejos y tortugas. Fue por estas y otras cuantas características que entre todos decidieron quedarse ahí la mayor parte del tiempo.

Comenzaron a nadar y que ahí que por fin Tony se despegó de Steve para también tener la libertad de moverse libremente, aunque eso no dejaba de lado que le gustaba jugar, por lo que a ratos tomaba agua en su boca para luego acercarse a Steve y escupirle o echarle chapuzones con las manos, recibiendo una sonrisa encantada del rubio y chapuzones de regreso.

Pasaron el rato bromeando, nadando, charlando y en ratos subiéndose a los hombros de otra persona para jugar a ver quién podía tumbar al otro.

Tony en un punto se cansó de nadar y se fue hasta una orilla para sentarse a admirar la vista no solo del hermoso paisaje natural, sino también el ver a su familia, su preciada y querida familia convivir en paz y alegría. Nunca se había sentido tan dichoso de tener todo aquello, un hogar y felicidad.

Steve rápidamente notó al moreno, sin que pasara mucho tiempo para que este también nadara a la orilla y se le uniera para hacerle compañía, sentándose a lado suyo.

Se quedaron un rato en silencio, viendo con una sonrisa cómo Clint se acercaba malicioso  a la espalda de Loki dejándole un pequeño cangrejo sobre su hombro, haciendo que el pelinegro brincara y gritara como niña del susto haciéndolos reír a todos, en especial a Peter que decía una y otra vez que estaba a nada de orinarse de la risa.

Loki estuvo a nada de aventarle una piedra a la cabeza de no ser porque Thor lo detuvo. El dios de los engaños podía ser muy drástico en ocasiones.

Disfrutaron del cómodo silencio entre ellos y de las risas lejanas hasta que Tony le pregunto al rubio cómo le fue con las cartas, repitiendo que le hubiera gustado acompañarlo.

—La verdad es que ni siquiera quería salir de aquella deliciosa cama —dijo Tony volteando hacia Steve,  dirigiéndole una mirada perversa, levantando ambas cejas con picardía—. Hubiéramos podido hacer muchas cosas más.

Steve claramente captó el doble sentido y no pudo evitar sentirse levemente avergonzado por el asunto, aunque eso no le restaba ni un poco el júbilo que aquello provocaba en su pecho.

—Probablemente me hubiera gustado aquello —confesó Steve, sintiendo como su corazón se escuchaba hasta sus oídos de lo fuerte que comenzaba a palpitar. Provocando que Tony también se encontrara en las mismas condiciones.

A lado de Steve,  Tony perdía absolutamente su título de galán, de maestro del coqueteo y filtreo, para convertirse en un adolecente inexperto que hacia que todas sus defensas se bajaran.

Tony se empezó a sentir abochornado, por lo que decidió cambiar levemente de tema. No sabía realmente qué hacer cuando se sentía tan vulnerable, tan expuesto, pero a la vez tan prendado.

—Así que…. El caballero Rogers ya ha tenido experiencias sexuales antes ¿eh? —dijo Tony cambiando a un tono cursi y travieso.

—Muy pocas —contestó Steve calmándose poco a poco.

La sexualidad era un tema tabú, sin embargo, tenía que admitir que desde que había visto a Thor y Loki, lentamente su mente se fue abriendo, haciendo que ahora ya no le diera tanta pena hablar de aquello y menos con la persona a la que más le tenía confianza en ese momento. Tony, su Tony.

—Cuando cumplí 16, mi padre contrató a una mujer para convertirme en un “hombre”, a decir verdad no lo disfruté mucho, yo era una persona fiel a la creencia de que la primera vez era especial y debía contener amor verdadero, aún lo soy, por lo que no lo hice con gusto. La segunda chica con la que lo hice fue cuando tuve 21, un ligero romance secreto con una muchacha de pueblo, pero a pesar de no pertenecer a una familia noble era muy educada, hermosa, de cabello castaño, corto y labios rojos. Ahora que lo pienso, creo que he tenido esa tendencia por inclinarme al cabello castaño desde antes —dijo Steve con una sonrisa haciendo reír precisamente al castaño a su lado que lo escuchaba con toda la atención del mundo, curioso e intrigado por los amores pasados de Steve.

—Lo hice más de una vez con ella, pero la cosa no duró mucho, más que nada por la diferencia de las clases sociales. En aquel entonces yo era un hijo ejemplar y el no defraudar a mis padres era lo más importante para mí. Y con Sharon…

— ¿Qué? ¿Con Sharon qué? —preguntó Tony con impaciencia interrumpiendo el relato. Tony recordaba que hubo un tiempo en el que aquella mujer rubia le revolvía el estómago y le hacía querer ahorcarla o jalarle los cabellos a cada momento que trataba de robar la atención de Steve. Analizándolo, probablemente Tony desde ese entonces había sentido celos y envidia por aquella mujer que se iba a convertir en la esposa de tan grandioso hombre.

—Jajaja tranquilo. Con Sharon nunca pasó nada. Solo nos besábamos — lo tranquilizó Steve con una leve risa viendo cómo Tony hasta había contenido la respiración para escuchar su respuesta.

Tony ya sabía aquello, era obvio que como prometidos se habían besado más de una vez, y que eso ya era pasado, sin embargo, no pudo evitar rodar los ojos por el simple pensamiento.

— ¿Y tú, Tony? ¿Te has enamorado alguna vez? —preguntó esta vez Steve cambiando la pregunta a una mucho más romántica y sentimental, no obstante,  con eso hizo que Tony cambiara su semblante a uno un tanto triste.

—No. Jamás me he enamorado. Y si supieras con cuantas mujeres y hombres he estado probablemente te decepcionarías los suficiente como para ya no querer nada conmigo. Nunca he sido de compromisos serios ¿sabes? Me la he pasado por ahí y por allá como un vividor —dijo Tony mientras agachaba la mirada, pero siendo sincero, porque no podía mentirle a él, no a Steve.

—¡Hey! no digas eso. Jamás habrá algo que me haga arrepentirme de las decisiones que he tomado contigo y ya te lo dije ¿no? quiero continuar esto, porque ningún hecho puede cambiar lo que estoy sintiendo por ti, capitán de la tripulación más aterradora de los 7 mares —tranquilizó Steve con su angelical voz, tomándolo de la mano y  haciendo que Tony levantara la vista y le sonriera.

El castaño se acercó y le dio un beso, sin abrir mucho los labios pero presionando los contrarios por unos cuantos segundos.

Steve también le sonrió y le acomodo unos húmedos  mechones castaños por detrás de la oreja con cariño, estaba a punto de besarlo de nuevo cuando fueron interrumpidos por el escandaloso de Thor que había gritado “bola de cañón” antes de aventarse un clavado hacia las aguas, llamando la atención de ambos, ocasionando que rieran y se animaran nuevamente a entrar a las aguas a nadar.

Notas finales:

El humor y la curiosidad son la más pura forma de la inteligencia (Roberto Bolaño)

Como dato curioso El parque nacional de los tres ojos fue redescubierto en 1916 durante la ocupación norteamericana del país. Se cree que los indios aquí celebraban sus ceremonias.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).