JunMyeon conocía a la esposa de Yifan. Se habían hecho amigos, no por venganza ni nada, en realidad la chica le agradaba. Se sentía culpable cada vez que la visitaba. Cosa que ya no puede, hace dos años que no la visita. Yifan no le permite acercarse. Yifan no le permite llamarle. Yifan no le permite que los busqué ni que le contacte. JunMyeon sabía que Yifan lo hacía para no meterle en problemas y que las cosas se arreglarán más rápido.
JunMyeon siempre sacaba el tema del divorcio. Yifan siempre le contestaba que lo haría cuando por alguna razón no. Ya se iban a cumplir cuatro años y JunMyeon ya se estaba cansando de toda esa situación. JunMyeon ya no tiene una vida normal, no sale a fiestas ni con sus amigos, se limita a salir por qué a Yifan no le gusta que los demás le miren. Yifan sabe que JunMyeon es hermoso y que a más de uno o a una está tras de él, Yifan sabe qué lo puede perder y teme por ello. Pero también teme no poder dejar a su esposa.
Precisamente hoy se cumplían cuatros años de todo esa situación, JunMyeon no creía que todo ello aún no se había arreglado. Ya no tiene seguridad, sabe que lo ha perdido todo y que ya no vale la pena seguir luchando en vano porque si Yifan no cambio en los primeros meses, porque lo haría ya después de varios años. Ayer había discutido fuertemente con Yifan acerca de que eligiera, una vida con su esposa o una vida con él, que ya no tiene fuerzas y qué en verdad apreciaba a su esposa y que ella no merece esto. JunMyeon le había gritado y Yifan no soporto la verdad y termino por golpear a JunMyeon. Desde ayer hasta a esta hora del mediodía no habían hablado y ni uno de los dos trato de hablar y disculparse.
JunMyeon había despertado con un fuerte dolor de cabeza. Se levantó y se mareo por lo rápido que se había levantado. Tomo su cabeza hasta que dejara de sentirse mal y salió de la cama. Camino hacía el baño y se miró en el espejo de este, su hermoso rostro blanquecino ahora estaba cubierto de tonalidad púrpura. Se intentó tocar parte de la mejilla cerca del ojo pero no pudo, el dolor era intenso. Observo su rostro en el espejo, sus ojos rojos de tanto haber llorado toda la noche, y ahora ese color para nada grato en su rostro le hacían sentir patético. Empezó a llorar aunque sus ojos picaran y dolieran, Yifan nunca le había puesto una mano encima, nunca le había gritado, nunca había tenido miedo al amor de su vida. Viendo su imagen se dio cuenta que estaba acabado, qué ya no era sano vivir de aquella manera.
Despues de cuatro años se dio cuenta de la realidad, que ya no podía amar de aquella manera, JunMyeon se dio cuenta que su amor ya no era el mismo, por fin pudo ver que su amor tenía un límite.