MALENTENDIDOS
Dean sin ninguna delicadeza tiro la orquídea como la nota que tenía dicho arreglo a la basura, a un lado estaba Balthazar con una risa sarcástica y su mirada divertida al ver lo que había hecho el cazador, al parecer Dean había conseguido un admirar secreto particular en Hawaii por el momento no lo tomarían en cuenta en el sentido de ir a buscarlo para matarlo, ya que teniendo al vampiro cuidándolos en la sombras era de seguro que ningún humano tocaría al cazador aun cuando este se supiera cuidar solo, él pobre idiota qué se atrevió a posar sus ojos en la pareja de su hermano, no sabía lo que ellos eran capaces de hacer, ni los métodos que podían realizarlo ya que nadie tocaba a su familia.
El Winchester entró al baño para asearse pero se quedó observando la pequeña curvatura que sobre salía en su plano abdomen al parecer esos días que descanso le permitieron mostrar ya los cambios de su embarazo. Su pequeño Jack ya se estaba mostrándose en el exterior, y era de seguro que iba a ganar unos buenos kilos porque presentía que los antojos pronto se le estarían mostrando. Era de seguro que luego se dedicaría hacer ejercicio para recuperar su atractivo cuerpo no sea que lo que vio en esos días se hiciera verdad, pero su angelito no lo dejaría por irse con otro, era suyo como él era de Castiel, aunque eso no quitaba las inseguridades que a veces atacaban su mente, esos tres días que planeó como pensó en el plan de Danny, también estaban los cambios de si vida no pudo evitar ver su serie favorita Doctor Sexy mientras estaba esposado en la cama por cortesía de Benny para que no huyera del lugar, por lo que también vio un programa de embarazadas había algunos casos, no todos que sus parejas no la tocaban por verlas gordas y, si Castiel no lo tocaría al verse como una ballena. Y no como el atractivo cazador.
— Sabes que Castiel, te va a seguir dando duro en la cama, sino que te estrella en la primera pared cuando te encuentre, lo cual es cada maldito segundo, aunque parezcas una bola, toda redonda que parezcas un balón de futbol —Menciona divertido Balthazar esquivando el florero que le lanzo el cazador, Dean sabía que su pareja lo amaría aun cuando pareciera un balón de lo contrario si alguna mujer, hombre deseara meterse con el padre de su hijo, pues solo la cazaría y a Castiel lo bañaría con aceite sagrado para luego prenderle fuego, noto como la nota de esa estúpida flor se miraba en todo su resplandor “Esta orquídea ha quedado opacada por tu belleza, espero que la próxima vez que te vea dormido sea a mi lado. Tu admirador secreto “
—Conozco a mi angelito, Balthazar por lo otro eso es lo que menos me importa —hablo seguro Dean, aunque de verdad deseo creer eso, no quería quedarse nuevamente solo pero confiaba en Castiel — Lo que no me explico como un idiota pudo burlar la seguridad de mis dos guardianes —menciona sarcástico viendo al ángel que solo se rasco la cabeza, al saber que por estar con Benny había descuidado su puesto, ambos se quedaron viendo pero sin darse cuenta que una persona iba a ingresar a la habitación pero se quedó en la puerta cuando vio a ese par.
— Seamos sinceros Dean, nada te cuesta darle alas al pobre tipo, no te molesta y a la vez te ayuda a tu autoestima mientras no veas a Castiel. Porque te conviertes en una colegiala enamorada cuando lo ves —habla divertido Balthazar, y no es que el cazador lo niega pero esos tres días con sus cambios hormonales ha estado como chicle con Castiel cada vez que aparece, y el ángel agotado solo lo abraza para que ambos se queden en esa posición, donde la mano de ambos reposa en su vientre, hablando de los posibles nombres y no fue un día atrás que Dean amo el nombre de Jack, todos esperaban que fuera el de sus padres, pero no fue de esa forma, fue algo extraño pero cuando leyó el nombre y luego lo pronunció supo que era el correcto.
—Claro, como no es a ti que te vigilo como un pervertido mientras duermes, ese trabajo solo se lo dejo a mi angelito. Él si puede verme cuanto quiera y tomarme como quiera —canturreo Dean, viendo como el otro solo se burló para sonreír perversamente.
—Vamos Dean, no creo que se tan malo el sexo con tu admirador. Imagínate un trio con Castiel — se burló Balthazar. Viendo como el otro solo dejo brillar un poco sus ojos, al parecer a su sobrino no le gusto esa idea pero luego escucho la risa del cazador.
—Tener sexo por agradecimiento por lo que ha hecho (refiriéndose al ramo, como la insinuación que lo vio mientras dormía) Balthazar, si claro el pobre idiota enamorado dejemos que me toque, y se acueste conmigo, sin que yo sienta nada, por mí que se tire de un puente, no me interesaría en lo más mínimo. Al que amo es a Castiel, los demás solo fueron una aventura de una noche y seguiría siendo así si no hubiera encontrado a mi ángel guardián —contesto recordado los años en que buscaba llenar un vacío en su interior acostándose con cualquier mujer que se presentara, de esas mujeres que caían por su físico, como galantería pero que nunca pudo amar, no hasta que un ser maravilloso lo rescato del infierno, lo amo como ninguno lo había amado, pero sobre todo que lo protegía como un tesoro invaluable.
— Vaya Dean, te pego duro el amor — hablo sin burla Balthazar, escuchar la forma sincera que tenía el cazador de sus sentimientos con su hermano era algo fascinante, porque todos los ángeles sabían la vida que había tenido ambos hermanos, de haber confiado en las personas equivocadas pero en Dean nunca se vio una felicidad sincera, siempre se conformaba con lo que la vida le daba, se acostaba para olvidar su vida, pero desde que sus sentimientos fueron correspondidos por su hermano. Dean sonreía con la mirada, una mirada llena de amor hacia solo una persona. Ninguno de los dos se dio cuenta que estaban siendo escuchado por una tercera persona que apretaba sus puños con fuerza deseando entrar en esa habitación porque cuando quiso reclamar pudo ver esa mirada, y las palabras de Kono golpearon su mente, se dio la vuelta para irse de ahí, ahora su prioridad era encontrar a ese tal Castiel. Si Dean creía que se iba a burlar de Steve, estaba muy equivocado, lo peor era que su amigo estaba muy enamorado de ese tipo, no podía ir y decirle la verdad de un solo y especialmente sin pruebas.
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Esa mañana no había sido uno de los mejores para Daniel, si era sincero cuando había tenido suerte. Una levantado como cambiado se dirigió al hogar de Steve. Ese día estaba él dichoso día del campamento que fue metido sin haberle pedido permiso a él pero al admirar la sonrisa que poseía su monito cuando Dean confirmó la fecha y no había poder alguno que evitará ese día.
Sólo llegar a su destino Steve, ya tenía todo listo con esa sonrisa de enamorado que se notaba a kilómetros de distancia y nuevamente tuvo que contenerse de gritar algo que se prometió no decir, su amigo era feliz, quizás ese tal Castiel jamás regresaría con Dean, no cuando este estuviera encubierto, ¿por qué callarse? Porque no tenía pruebas de lo que escucho, y detesto más a Dean por estar jugando con Steve y lo peor su amigo conocía de la existencia de este hombre.
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Solo escuchando eso de este par se dio la vuelta para hablar con McGarret.
— Steve, Dean no te ama, ama a otra persona —dijo serio Daniel, viendo a su amigo que lo tomo del hombro para meterlo en una habitación del Hospital, realmente el Seal esperaba que Dean no haya dicho algo comprometedor a Danno mientras hablaba con Balthazar pero esperanzado miraba una oportunidad para poner celoso a su amigo y al fin notara sus sentimientos era algo arriesgado pero todo valía la pena para que este hombre se diera cuenta de sus sentimientos.
— Se que no me ama, Danno pero mientras Castiel no aparezca puedo hacer mi lucha, sé que Dean no piensa en él —hablo calmado Steve, Daniel quiso decirlo que Dean seguía pensando en este tipo que sólo se acostaba con él para olvidarse del otro pero ver la mirada enamorada de Steve, deseo que lo mirara a él de esa misma forma que amaba a Dean.
— Estas seguro de esto —menciona herido, que esperaba Daniel que Steve despechado viniera a sus brazos, al decir eso casi cae de espaldas con esa revelación ¿acaso no estaba haciendo lo mismo? Se había refugiado con Rachel, mintiéndose que la amaba cuando solo se aferro a las migajas de cariño que le estaba dando, no era lo mismo Steve, después de no haber conciliado una relación con su novia, la teniente y el quedaron como solo amigos, pero era lógico que McGarret necesitaba encontrar el amor, y aparece su viejo amigo de saber dónde, quizás le gustaba en esa época y ahora tenia una oportunidad de conquistarlo. Pero era justo, tanto su Seal y él se aferraban a un amor que no era correspondido porque Daniel no era tonto, tal vez prefería voltear el rostro para no ver como era Rachel, una mujer déspota que lo maltrataba de una manera emocional, sabiendo lo que le afectaba algunas cosas, lo único que lo consolaba era que la mujer amaba a su monito.
Ahora que sabia que no amaba a Rachel, que ni ella ni el podían tener una relación después del campamento terminaría con ella, ya que tampoco le parecía justo que su pareja estuviera jugando con él y al mismo estaba con Stan, Daniel no se merecía esto. Se había prometido no revelar algunas cosas de Dean a Steve, pero si ese tipo creía que dejaría pase libre para que jugara con el corazón de su Seal estaba equivocado. Ahora se conformaba con seguir siendo amigo de su Neandertal, de amarlo en secreto pero ya no buscaría consuelo en otros brazos, sí el tipo después de haberse acostado con mujeres había descubierto que era bisexual, él se entregaría a ese sentimiento puro como hermoso que tenia con su amigo.
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Danno salió de su recuerdo al escuchar la voz emocionada de su monito siendo cargada por Steve que la depositaba en la camioneta, el detective miraba esa escena llena de esperanza como un calorcito dentro de su cuerpo, ver la risa de su hija como de su animal era la imagen perfecta de un cuadro familiar, Chin, Kono como Steve habían logrado acabar con el caso de ese animal salvaje que devoraba a los turistas, logrando que la isla volviera a estar más tranquila después de los días llenos de preocupación como angustia de ese animal salvaje como hombres.
Los dos hombres como Grace miraban con una sonrisa nerviosa a Dean que entraba en la camioneta con un gran tarro de fresas con crema batida, y salsa de barbacoa, como chocolate arriba de la crema estaban varios malvaviscos untados con mantequilla de maní, y como guinda a esa cosa incomestible estaban unos trozos de piña. ¡Como hizo esa cosa tan rápido! Las tres personas presentes contuvieron sus ganas de vomitar cuando Dean se llevo un gran bocado de esa cosa para comer como si fuera el más delicioso manjar. ¡Hasta suspiraba! Para seguir comiendo esa cosa. El cazador desde que se levantó se le hizo agua la boca con su primer antojo, su hijo estaba moviéndose frenéticamente, y no tuvo la necesidad de llamar a su pareja cuando esta a su lado, dándole tremendo susto pero al ver a Castiel, le exigió cada ingredientes de su capricho para que el ángel como pudiera se lo hiciera. Y Dean comía sabiendo que se lo merecía al haber enseñado muy bien a Steve, Kono como Chin de como matar a ese hombre-lobo y era de seguro que solo era esa criatura ya que era muy raro ver a esas criaturas acompañadas.
Era imposible que hubiera otras ¿Solo debió ser uno, verdad?
CONTINUARA…