# Capítulo 4 Kougyoku y Dunya. #
-Ayer Kou-chan y yo tuvimos la oportunidad de hablar de ciertas cuestiones personales y eso en verdad me ánimo. Desde que llegué aquí solo podía preocuparme por mi familia, el "¿cómo estarán? "¿se alimentarán bien? "¿tienen dónde dormir?" y lo peor de todo... ¿estarán vivos? Ahora se que sí, todo esta bien. Mi familia esta junto a la de Kou-chan, tranquilos y felices de saber que yo también me encuentro bien. La guerra en mi país continúa, pero confío en que algún día regresaremos y será nuevamente el país tranquilo que tanto amamos.
-¡¿En serio?!- pregunta el profesor Solomón.
-¿Eh? Yo...- Dunya recién sale de sus pensamientos y no tiene idea de lo que le pregunta-. Disculpe profesor, estaba distraída.
-Lo sé-sonríe-. Y al parecer era algo bueno porque te reías sola.
-¡¿De verdad?! Lo lamento tanto.
-¿Por qué? De fin que si uno es feliz ¿qué importa lo demás? Además no estamos en clase. Solo estamos preparando los detalles para la feria del conocimiento... ¿a quién se le habrá ocurrido el nombrecito? Y de fin, como eres mi mejor alumna estás ahora aquí.
-Gracias, pero usted es un muy buen profesor. Me agrada y le tengo confianza... y hablando de ello ¿le molesta si le pido un consejo?
-Para nada, dime.
-Yo... empiezo a desarrollar cierto tipo de sentimientos por una persona y no se como lidiar con ello porque no siento que sea correcto.
-¿Tiene pareja?
-No.
-¿Entonces cuál es el problema?
-Que es una chica al igual que yo.
-Ya veo... mira, para bien o para mal las personas nos podemos enamorar de quien sea. Algunos lo tomarán como insulto y otros te apoyarán, pero lo importante no es como lo vean los demás sino como te sientas tú. Que no te importe lo que digan, nadie debe limitar tu felicidad. Además alguien que sólo habla para lastimar y juzgar no merece siquiera tú atención. Y seguro pensarás "me habla tan a la ligera porque no entiende mis sentimientos," pero para serte sincero yo también estoy en tú situación, sólo que un poco más tabú.
-¿Y qué hizo usted profesor?
-Los comentarios me dieron igual, porque es bien sabido que un amor tan intenso no se puede ocultar. A mí lo único que me importaba era la otra persona, así que para no presionar decidí darle tiempo y así no incomodar. Si tienes miedo de lo que ella sienta sólo dale un poco de tiempo. Eso ayudará.
-Muchas gracias.
-Fué todo un placer, espero haber sido de ayuda.
-Claro que si.
-Bien, ya puedes retirarte. Mañana continuaremos.
-De acuerdo, nos vemos después profesor Solomón.
-Si. Y suerte con Ren Kougyoku.
-¡¿Eh?! ¿Cómo sabe?
-Porque "un amor tan intenso no se puede ocultar."
-Ah... gracias-. Dunya sale del aula sonrojada.
《Descuida, parece que ella siente lo mismo que tú. Pero decírtelo habría sido irresponsable de mi parte》
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-Dunya, hola ¿ya terminaste?
-Hola Kou-chan. No, mañana continuaremos. Ya solo faltan algunos detalles.
-Ya veo. Me alegra que este saliendo todo bien.
-Si. Trabajar con el profesor Solomón es muy agradable- sonríe.
-Vaya, se nota que te agrada mucho ¿no?- Sin poder evitarlo soltó esa frase con fastidio.
-¿Kou-chan... qué pasa?
《¡Cielos! ¡¿así o soy más obvia?!》
-Amh... nada, lo lamento tanto. Es solo que me duele un poco la cabeza y eso me pone de mal humor.
-Descuida. ¿Ya tomaste algo?
-Si, gracias. Solo necesito descansar un poco.
-Claro, vayamos al dormitorio-. Le toma del brazo para guiarla.
-¡E-estoy bien! ¡No te preocupes!
-Me preocupas, al menos deja que haga esto ¿si?
-De acuerdo, muchas gracias.
...
-Bien, ya estamos aquí. Duerme, si necesitas algo sólo házmelo saber.
-No tienes que mimarme tanto- sonríe.
-¿Te sientes como un bebé?
-Algo así.
-Bien, en ese caso-. Se acerca a Kougyoku y toma asiento a un lado de ella-. Que descanses amor-. Da un beso de buenas noches en la mejilla.
-¡¿Dunya?!-. Se sienta de un brinco con la respiración agitada-. ¿Qué haces?
-¿Te molestó?
-N-no. Claro que no. Es que yo...
-¿No me encuentras atractiva?-. Menciona cabizbaja-. ¿Acaso... no soy tu tipo?
-¡Eres muy hermosa! ¡Y claro que me atraes!
-Entonces demuéstralo.
-¿Cómo?
-Así-. Se inclina y su aliento roza los labios de Kougyoku-. Besame.
-Bien...-acorta la distancia y... cae de la cama.
-¡Kou-chan! ¡¿Estás bien?!
-¡¿Eh?! ¿Qué... qué paso? ¿Acaso fue... solo un sueño?
-¿Tuviste una pesadilla?
-No, en realidad...- se sonroja-. Fué un buen sueño.
-¿En serio? ¿Y qué fué?
-Bueno, ya no me acuerdo-. Ríe nerviosa-. Supongo que se me olvidó con el golpe. Parece que esto de caerme de la cama se me está haciendo un vicio.
-Al menos aún conservas el sentido del humor-. Sonríe y le toma de la espalda para ayudarle a levantarse-. Ven vamos.
《¡Que vergüenza! Eso me pasa por tener pensamientos pecaminosos!
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