YoungBae no supo cuánto tiempo estuvieron sentados pero finalmente el menor había dejado de llorar, por lo que con suavidad continuaba acariciando su espalda sintiendo cómo poco a poco Seungri se relajaba en sus brazos.
Al notar que el pelinegro tiritaba de frío debido a que sus prendas estaban húmedas por la lluvia, decidió deshacer el abrazo.
-Estás húmedo y puedes enfermarte, pequeño. ¿Quieres darte una ducha mientras busco algo de ropa para prestarte?- lo mira preocupado al encontrarse con los rojizos ojos del menor.
-No quiero bañarme… ahora- susurró débil desviando su vista hacia abajo.
-Entonces ven conmigo que te prestaré algo de ropa, ¿sí?- lo toma de las manos con suavidad intentando que Seungri reaccione.
Pero el menor no cambiaba su semblante triste, por lo que YoungBae suspiró intentando pensar en algo para hacerlo sentir bien.
-¿Quieres quedarte a cenar?, tengo un delicioso postre para poder degustar luego de mi deliciosa comida casera-
Seungri no pudo evitar que sus labios se curvaran hacia un lado, mostrando una débil sonrisa ante las palabras del rubio.
-El postre es helado- susurra con una gran sonrisa.
El menor lo miró con un cierto brillo de interés.
-¿Qué dices?, ¿aceptas?- se pone de pie esperando a que Seungri pusiera un poco de voluntad en pararse.
-Está bien- hizo fuerza para ponerse de pie pero no contaba con que el rubio también lo hiciera provocando que cayera sobre el pecho de YoungBae quien lo abrazó con calidez.
El mayor le sonrió de una manera tan bella que logró sonrojar a Seungri hasta que finalmente se puso de pie alejándose un poco de YoungBae quien le hizo señas para que lo siguiera hacia su habitación.
Una vez que ingresaron al dormitorio, YoungBae le indicó que se sentara en su cama mientras él revisaba su ropero.
Seungri obedeció mientras no pudo evitar sentirse nervioso al recordar aquel sueño en donde el rubio lo tocaba.
“Aún sigo pensando si realmente fue un sueño… se sintió tan real… pero no me animo a preguntarle”
Intentando no pensar en lo bien que se sintió aquellas caricias, tomó la toalla que tenía sobre sus hombros para secarse un poco más su cabello.
-Espero te agrade usar mis prendas- le da una bermuda oscura junto a una camiseta blanca de mangas largas-
Tomó las prendas y dudó en vestirse por lo que YoungBae sonrió.
-Puedes vestirte aquí. Iré a ver cómo va la cena que lleva un buen rato cocinándose-
-De acuerdo-
-Cuando termines, puedes secar tus prendas en el tender que está allí o déjalas en aquel canasto que mañana a primera hora me encargaré de lavarlos ya que si no, tomará olor por la humedad y se arruinarán- le señala los lugares.
Seungri asintió.
-Gracias Taeyang... h-hyung- le dedicó una débil sonrisa.
-No me agradezcas, pequeño. Te dejaré solo así te vistes tranquilo- sin poder evitarlo, acarició los oscuros cabellos de Seungri para luego retirarse.
Al quedarse solo en el dormitorio, Seungri suspiró ante lo amable que era YoungBae mientras se ponía de pie comenzando a quitarse la ropa secándose rápidamente su húmedo cuerpo para así vestirse y dejar sus prendas a lavar ya que creyó que era la mejor opción.
Una vez que se quitó toda su ropa, notó un embarazoso detalle.
"No puedo dejar que vea mi ropa interior pero tampoco quiero dejármela puesta ya que está húmeda y mojará la bermuda"
Mordió su labio inferior al no saber qué hacer ya que por haber escapado corriendo de la pareja de Mei, no llevaba ni una bolsa como para guardar su bóxer.
Pensativo, decidió finalmente dejar todas sus prendas en el canasto.
"Ya he tenido suficiente con lo que acabo de vivir como para avergonzarme si Taeyang ve mi ropa interior"
Hizo una mueca encogiendo sus hombros mientras se vestía rápidamente.
Al notar un espejo cerca del armario, se miró notando lo bien que le quedaba la ropa del rubio y sonrió de lado para luego salir hacia donde YoungBae estaba ya que podía oler el aroma a comida provocando que su estómago se quejara ruidosamente.
Caminó hacia la cocina y pudo divisar al rubio revolviendo algo de una olla, el cual aspiró el aroma y sonrió satisfecho.
No pudo evitar mirarlo curioso ante aquella cálida expresión hasta que se sorprendió al notar cómo YoungBae volteaba su rostro dedicándole una dulce sonrisa.
-¡Wow!, mi ropa te queda muy bien- deja de prestarle atención a la comida para mirar de pies a cabeza a Seungri.
-Obvio. A mí sí me queda perfecto- dice modesto.
YoungBae sonrió de lado y se acercó al pelinegro.
-Sí, te ves hermoso- susurra logrando que Seungri se sonrojara levemente.
El rubio se quedó observándolo un momento provocando que Seungri se sintiera nervioso.
-¿Qué sucede?-
-Te traeré un abrigo porque tienes frío-
-¿Cómo lo sabes?- lo mira sorprendido.
-Porque esa camiseta se transparenta y se puede notar levemente tus duros pezones- con su dedo índice toca uno de ellos por sobre la tela para luego irse hacia su dormitorio.
Seungri no pudo evitar sonrojarse completamente mientras se tapaba la zona de su pecho.
"Su toque provocó una sensación extraña en mí"
Suspiró mientras intentaba calmar su agitado corazón caminando hacia el comedor sin quitar sus brazos de su pecho.
**
Un hambriento Seungri terminaba de comer su segundo palto de comida, bebió un poco de su jugo y suspiró satisfecho.
-Debo admitir que estuvo delicioso- susurra.
-Me alegra que te haya gustado mi comida. Es más, eres el primero en probarla. Ni mis padres lo han hecho cuando vivía con ellos- sonríe cálidamente.
-¿De verdad?-
YoungBae asintió.
-Y eres de buen comer, Seung Hyun. Lo tendré en cuenta para nuestra próxima comida juntos-
“¿Próxima?, siempre tiene planes en mente…”
-Es que hace un buen tiempo no como comida casera… mi tía suele enviarme algo de comida cuando mi tío se lo permite pero es muy de vez en cuando- suspira.
-¿Acaso tu tío no quiere que comas la comida de ella?- lo mira curioso.
-No exactamente… él quiere que sea independiente y que cocine por mi cuenta pero me da mucha pereza. Por lo que la mayoría de las veces, consumo comida chatarra- ríe nervioso.
-¿Y tus padres?-
-Están muertos…-
-Oh, lo siento… no quise…-
-Descuida. De todas formas fue hace mucho tiempo, por lo que ya he hecho mi luto en su debido tiempo- bebe otro sorbo de su jugo.
Un silencio incómodo se formó entre ellos ya que el rubio se sintió mal por haber preguntado sobre los padres de Seungri, por lo que suspiró intentando pensar en alguna solución para la mala alimentación del menor.
-¿Qué te parece venir a cenar conmigo?- propone.
Seungri lo miró sorprendido.
-Somos dos solitarios hombres jóvenes en crecimiento y me gustaría pasar tiempo contigo para conocernos mejor, practicar para esforzarnos aún más en la academia y además, te alimentarías adecuadamente-
-¿Por qué quieres hacer eso conmigo?-
-Ya deberías de saber la respuesta- mira al pelinegro de una manera tan intensa que logró sonrojarlo levemente.
Luego de unos segundos, Seungri suspiró.
-No suelo salir mucho de mi departamento…-
-Puedo ir a visitarte con la cena lista. Total, vivimos cerca… ¿qué dices?-
-Lo pensaré- lo mira intentando mantener la seriedad ante la gran e iluminada sonrisa que YoungBae le hizo.
-¿Quieres postre o prefieres esperar un poc...-
-¡Quiero!- respondió de una manera tan tierna que YoungBae sonrió.
-De acuerdo. Lavaré esto y sirvo el helado. Si quieres, puedes ir al living y escoger ver una película o lo que quieras, Seung Hyun- se pone de pie tomando las vajillas sucias.
-¿T-Te ayudo?- no pudo evitar sentir la necesidad de ayudar ante todo lo que estaba haciendo el rubio por él.
-No hace falta. Eres mi visita especial- le sonríe para luego retirarse a lavar las vajillas.
Seungri no pudo evitar sonreír mientras caminaba hacia el living.
No supo cuánto tiempo espero, pero mucho no fue cuando el rubio apareció con dos pocillos con helado.
Le entrega uno a un atento Seungri mientras se sentaba a su lado.
-No lo puedo creer..., ¿te gusta la menta granizada?- mira a YoungBae sorprendido.
-Sí, pese a que a la mayoría de las personas no les agrada, a mí me gusta. ¿A ti no?, porque puedo llamar y pedir el gusto que tú quie...-
-¡No!, soy de la minoría que le gusta ese sabor-
-¿De verdad?, entonces tenemos un frío y dulce gusto en común- sonríe provocando que Seungri tuviera que disimular su sonrojo comiendo una gran cucharada de su helado.
"No puedo concentrarme cuando me sonríe de esa manera tan única"
Desvió su vista para mirar el canal musical que había puesto.
-¿Puedo saber lo que sucedió cuando te vi parado en la puerta de mi casa?- pregunto curioso ya que necesitaba saber quién se atrevió a lastimar a la persona que quería.
Seungri mordió su labio inferior.
-Es algo que vi... me enteré de que Mei m-me engaña- apretó con fuerza el pocillo mirando el poco helado que le quedaba dentro.
-¿La has visto de nuevo con el sujeto del karaoke?-
El pelinegro asintió.
-Estaba en un bar-café conversando con Daesung y los vi pasar. Los seguí y al ver al hombre esperando a Mei afuera de un negocio, me hice pasar por un buen amigo de ella y me atreví a preguntarle qué relación tenían.
-¿Y qué te dijo?-
-Que es su pareja de hace tres años... al parecer es un hombre de negocios y viaja mucho, por lo que no se lo ve mucho por aquí...-
YoungBae se quedó sorprendido.
-Lo peor de todo, es que con Mei cumplimos un a-año y medio de novios p-pero ella jamás e-estuvo enamorada de mí... sólo m-me usa para q-quitarme dinero a-al enterarse de m-mi s-secreto- no pudo soportarlo más y comenzó a llorar por lo que rápidamente el rubio lo abrazó.
-Tranquilo. Desahógate todo lo que quieras, pequeño- suspira sin poder sentirse furioso ante lo malvada que era Mei.
Seungri apoyó su rostro sobre el pecho del rubio para poder llorar.
"Su calidez me transmite tanta tranquilidad"
Al sentir unas suaves caricias en su espalda, poco a poco comenzó a calmarse.
-Te confesaré algo pero no te alarmes... conozco tu secreto, Seung Hyun- susurra logrando que el menor enderezara su cuerpo.
-¿Tú también?- lo mira asustado.
-Sí pero fue un accidente cuando me dirigí a hablar con Yang y los escuché hablar. Tú lo llamaste tío y terminé de comprender que eran familiares cuando has dicho hace un rato que tu tío quiere que seas independiente. Las pocas veces que los he visto juntos en alguna parte de la academia, él es muy rudo contigo para que te esmeres más-
"¿Y ahora qué hago?"
-¿Me pedirás dinero para que a cambio, no reveles mi secreto?- lo mira triste.
-¿Qué clase de persona crees que soy?, jamás diría tu secreto y mucho menos por dinero- frunce el ceño.
-Es que de esa manera, Mei logró fingir estar enamorada de mí y pedirme dinero por ser su pareja...- desvía su vista, decepcionado.
-Yo jamás haría algo como eso. Además, yo estoy enamorado de ti desde antes de enterarme de eso, sólo que no lo comprendía con claridad hasta hace unos días- confiesa logrando que Seungri lo vuelva a mirar y a la vez, volvió a notar el hilo rojo brillar nuevamente.
No supo qué responder, por lo que no pudo evitar hacer un puchero.
-Ya te he dicho que no te apresuraré a que me des una respuesta, no te preocupes- le sonríe acariciando sus cabellos.
El pelinegro no pudo evitar sentirse querido entre las caricias que YoungBae le daba y su dulce sonrisa.
-Ahora debes de pensar en aclarar la situación con ella. Trata de hacerlo mañana en la academia o cuando puedas hablar en privado y con tranquilidad.
-Sí, tienes razón- suspira intentando relajarse.
El rubio dejó de acariciar sus cabellos deslizando su mano hacia la espalda de Seungri quien no se quejó ya que le trasmitía tranquilidad.
Al notar que YoungBae le sonreía sin quitarle la mirada de encima, el pelinegro mordió su labio inferior al sentirse ansioso.
No supo por qué pero su cuerpo reaccionaba solo acercándose al rubio que no desdibujaba su serena sonrisa.
Estaba a unos milímetros de tocar sus labios cuando reaccionó y casi golpea a YoungBae en el mentón debido a que acercó su pocillo vacío a su rostro.
-¿Quieres más helado, pequeño?-
-Sí, p-por favor- le entrega el vacío pocillo.
-De acuerdo. Enseguida regreso- al tomar el recipiente, sus dedos hicieron contacto logrando que Seungri sintiera una corriente eléctrica por toda su espina dorsal mientras que el rubio se dirigía a la cocina.
"¿Qué me sucede? ¡Casi lo beso!"
Frunció el ceño y tomó su celular, del cual se había salvado de mojarse ya que lo tenía guardado en un bolsillo interno de su abrigo, para comprobar si no tenía algún mensaje.
Al ver que no tenía nada, suspiró y dejó el celular a su lado del sofá mientras que escuchaba a YoungBae acercarse a él entregándole el helado.
-Gracias- susurra degustando con más ánimo aquel rico helado.
-¿Por qué no te quedas a dormir?-
Ante la repentina pregunta, Seungri casi se ahoga y lo mira.
-Porque mañana debemos ir a la academia y debo preparar mi bolso-
-Pero llueve demasiado. Quédate a dormir, mañana en la mañana te acompaño hasta tu departamento y luego vamos juntos a la academia-
-También debo ensayar salsa...- no estaba muy seguro de quedarse.
-¡Ensayemos juntos!, lo hará más entretenido y competitivo-
Un dudoso pelinegro lo observaba mientras seguía degustando de su helado.
-¿Qué sucede?, ¿temes perder contra mí?- sonríe de lado ya que sabía a la perfección cómo motivar a Seungri quien terminó todo su helado para ponerse de pie.
-¡Jamás!, ensayemos Taeyang hyung- responde confiado logrando que el rubio se sorprendiera al escuchar que el menor no titubeó al llamarlo así.
YoungBae apagó la televisión para poder encender su gran equipo de música, a un volumen no tan alta para no molestar a los vecinos pero lo suficientemente audible para que ellos pudieran escuchar.
-Hagamos más entretenida la competencia y apostemos… si yo gano quiero que desde mañana, los días que tenemos que ir a la academia, me compres helado a la salida- dice entusiasmado Seungri.
-De acuerdo-
-¿Y tú?-
-Lo diré cuando te gane, pequeño- sonríe de lado.
-Entonces jamás me lo dirás porque obviamente ganaré yo- responde confiado provocando que YoungBae sonría con ternura al notar lo lindo que se veía el pelinegro esperando a que la música comenzara para dar comienzo a la competencia de salsa.
**
-¡No vale!, si no fuera por el fuerte rayo que cayó cortando la electricidad durante media hora, ¡hubiera ganado!- refunfuñando, Seungri ingresaba al dormitorio con el rubio.
-Claro, excúsate culpando a la naturaleza- ríe al ver el adorable puchero del pelinegro.
-¡Es injusto!- se sienta en la cama, cruzándose de brazos.
-Entonces dejémoslo en un empate- camina hacia su ropero para poder tomar uno de sus pijamas para poder dormir y otro para Seungri.
-¿Empate?... ¿recibiré el helado como acordamos?- entrecierra sus ojos.
-Sí- le entrega uno de sus pijamas sonriendo ya que aunque Seungri hubiera perdido, él se encargaría de cumplir en comprarle helado a la salida sólo para verlo sonreír y alegre.
Sonriendo satisfecho, toma el pijama que YoungBae le entregó.
-No me gusta usar pijama, me acostumbré a dormir sólo en bóxer…-
-Duerme como más te guste, Seung Hyun. A mí me gusta usar pijama sólo cuando hace frío-
-Pero aquí está ambientado- lo mira sin comprender.
-Sí, pero en el sofá del living comienza a hacer frío luego de la una de la mañana-
-¿Dormirás en el living? Este es tu dormitorio, por lo que debería de dormir yo allí- se puso de pie pero el rubio no se lo permitió.
-Eres mi invitado y quiero hacerte sentir bien. Descansa en mi cama, te hará bien luego del mal momento que has tenido- sonríe acariciando sus cabellos.
“Es verdad… lo he pasado tan bien con él que he olvidado casi por completo a Mei…”
Suspira ya que si no hubiera sido por YoungBae, seguramente ahora sería un mar de lágrimas en algún solitario lugar.
-Buenas noches, Seung Hyun. Duerme tranquilo que me encargaré de despertarte con tiempo para que puedas desayunar, ir a tu departamento y luego a la academia- camina hacia la puerta pero Seungri lo tomó de la mano.
-La cama es muy grande para que entremos los dos-
-¿Estás seguro?, realmente quiero que duermas bien- lo mira sorprendido.
-Sí, lo estoy. Y no te preocupes que gracias a ti, me siento mejor… por lo que dormiré bien- suelta su mano y con un leve sonrojo, le sonrió.
-Está bien- le sonríe y decide dejar su pijama en el ropero nuevamente.
-Iré al baño- al ver que el rubio asintió, caminó fuera de la habitación para poder ir a orinar.
Al verlo salir, YoungBae suspiró aliviado ya que creyó que no iba a poder lograr cambiar el ánimo del pelinegro pero para su suerte, Seungri ahora se encontraba bien, al parecer…
Rápidamente se quitó todas sus prendas quedando sólo en bóxer mientras se metía en la cama, acobijándose con las mantas. Tomó su celular para activar la alarma y lo dejó sobre la mesita de luz escuchando cómo la puerta del dormitorio se abría lentamente mientras Seungri ingresaba nuevamente.
Un silencio se formó en la habitación mientras que el pelinegro se quitaba la ropa que YoungBae le había prestado, a excepción de la bermuda y se apresuró por ingresar a la cama ya que comenzaba a sentir sueño.
Una vez acobijado volteó su rostro para ver al rubio quien le dedicó una sonrisa.
-¿No habías dicho que te gustaba dormir en ropa interior?-
-S-Sí…-
-¿Y por qué estás con mi bermuda puesta?, ¿no te es incómodo?-
-Más incómodo es dormir sin nada…- no pudo evitar sonrojarse.
-¿No llevas ropa interior?- lo mira sorprendido.
Seungri negó.
-Se mojó junto a las demás prendas…-
YoungBae no pudo evitar sentir su garganta seca ante una imagen provocadora que le hizo imaginar su mente, por lo que se le complicó tragar saliva.
-Tengo un nuevo bóxer que he comprado y aún no lo he usado. Está en su empaque y todo, por si no me crees. ¿Quieres usarlo?-
-N-No… sólo por hoy dormiré así- se sentía demasiado avergonzado.
-¿Seguro?-
-Sí, no te preocupes- miró hacia el techo para poder suspirar y tranquilizarse.
-De acuerdo. Si necesitas algo, no dudes en pedírmelo… ¿sí, pequeño?-
El pelinegro asintió.
-Que descanses, Seung Hyun- volteó su cuerpo dándole la espalda al menor quien al recordar algo, giró su cuerpo en dirección a YoungBae.
-Espera, no duermas aún-
-¿Qué sucede?- giró sólo su rostro para mirar de lado a Seungri.
-No me has dicho lo que querías a cambio si ganabas en la competencia… como hemos empatado y ambos ganamos, quiero saber lo que quieres-
YoungBae rápidamente volteó su cuerpo quedando cara a cara con la del pelinegro.
-¿Realmente quieres saber lo que quiero?- lo miró con tanta intensidad que Seungri se sintió nervioso.
-S-Sí-
YoungBae sonrió y decidió decir su segunda opción más tranquila para no alterar al menor.
-Quiero que me dejes llamarte por tu apodo-
-¿Sólo eso es lo que quieres?- pregunta sorprendido ya que creyó que al menos el rubio iba a pedirle algo complicado de hacer o conseguir.
-Sí y sería algo importante para mí llamarte Seungri o Ri o... pandita- sonríe dulce.
-Lo último es muy vergonzoso decirlo en público-
-Pero lo he escuchado a Daesung llamarte así-
-Sí pero él es especial, mi mejor amigo-
YoungBae no pudo evitar fruncir el ceño haciendo un puchero provocando que el pelinegro riera bajito ya que le pareció adorable.
"¿Se enojó?"
Lo observó notando que el rubio suspiró dándose la vuelta rápidamente dejando a un sorprendido Seungri mirando su ancha espalda.
-Es mejor que descansemos ahora, de lo contrario, tendremos pocas horas para dormir- susurra.
Seungri se apegó a un enojado rubio, colocando su mentón sobre el hombro de YoungBae.
-Puedes decirme Seungri o Ri. Buenas noches Taeyang hyung- susurra y acomoda su cuerpo para que su espalda se pegue a la del rubio mientras que se relajaba quedándose dormido casi al instante, suspirando tranquilo.
-Buenas noches... Seungri- al no obtener respuesta, sólo un suave ronquito del menor, sonrió suspirando profundo, cerrando sus ojos con lentitud para poder dormir.
**
Al sentir algo caliente en su espalda, YoungBae abrió sus ojos lentamente.
Miró la hora de su celular notando que faltaban al menos tres horas para despertar, por lo que suspiró hasta que sintió un jadeo seguido de las manos y piernas de Seungri aferrarse a él.
-¿Seungri?-
-H-Hyung- susurra agitado comenzando a temblar.
El rubio se alertó y con dificultad ya que el agarre de Seungri era muy fuerte, logró darse la vuelta notando al menor jadeando pero sin abrir sus ojos.
-¿Estás bien?- tocó su frente notando que el pelinegro tenía fiebre, por lo que se desesperó y de un salto, se puso de pie corriendo en busca de una toalla pequeña y un agua.
Una vez que llenó la mitad de un pequeño balde con agua, rápidamente se dirigió hacia el dormitorio notando a Seungri jadeando y llorando.
-Estoy aquí, Seung Hyun- susurra acercándose a él, sentándose al borde de la cama del lado donde el menor estaba.
-N-No me dejes s-solo- hizo un puchero removiéndose en la cama.
-Tranquilo. Jamás te dejaré solo- con paciencia, humedeció la pequeña toalla para colocársela en la frente a Seungri quien al sentir aquella fría tela, se alivió quedándose quieto.
YoungBae lo miraba preocupado ya que presentía que se enfermaría por haberse mojado pero no creería que sucediera tan pronto.
Intentó acomodarse mejor pero Seungri lo tomó del brazo.
-N-No te vayas-
-Aquí estoy. No me iré. Te cuidaré, Seungri- deslizó su mano para acariciar con suavidad el despeinado cabello del menor.
Ante aquellas caricias, Seungri suspiró más tranquilo mientras se relajaba soltando la mano del rubio.
YoungBae le quitó la toalla y volvió a humedecerla ya que se había secado muy rápido, claro signo de que la fiebre del pelinegro era muy alta.
-Si la fiebre no te baja en un rato, te llevaré al hospital-
-N-No mmh- ante el cansancio en todo su cuerpo, no tenía fuerzas para hablar como quería. Mucho menos para abrir sus ojos.
El rubio suspiró y miró preocupado a Seungri quien jadeaba quejándose.
Nuevamente volvió a humedecer la toalla y escuchó un murmullo por parte de Seungri, del cual el rubio no entendió.
-¿Qué has dicho?- se acerca un poco al rostro del menor para poder oírlo.
-Gracias- susurra.
YoungBae sonrió pero el menor se quejó ya que no había terminado de hablar, por lo que el rubio volvió a acercarse a él.
-G-Gracias por todo y... por q-quererme- como pudo, elevó un poco su cabeza para poder besar la mejilla de YoungBae quien se sorprendió ante aquel acto.
Al notar que el pelinegro poco a poco se relajaba, sonrió volviendo a humedecer la toalla.
-E-El hilo… r-realmente eres mi persona destinada, hyung- susurra suspirando profundo para luego quedarse dormido al instante dejando a YoungBae completamente asombrado ya que no sabía a lo que Seungri se refería.
Decidió no darle importancia ya que primero quería bajarle la fiebre a Seungri, por lo que decidió quedarse a su lado para cuidarlo durante toda la mañana con tranquilidad y amor como el pelinegro debía merecerse…