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Y ante todo, ¿por qué él? por Miraku

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Notas del capitulo:

Notas principales:

CANCIÓN:  Last Night on Earth –Delta Goodrem.
(Creo que es de las canciones más románticas que he puesto. Recuerdo que la escuché mientras veía un doujinshi de Yu-Gi-Oh! Qué cosas...)

¡Hola, roqueros!

Primero que nada: ¡Gracias a las chicas que participaron en esta pequeña temática! Me hicieron muy feliz ver que se atrevieron a hacer de este concurso realidad *hace pose con corazón extremadamente gay* Ya en las notas finales doy los lugares y avisos...

Este capítulo está lleno de sorpresas...

Sin más, a leer:

Sus bocas, siempre que se encuentran, son atraídas cual dos polos opuestos. Era un magnetismo indescriptible con gran fuerza y asombro que, con tal de querer juntarse, hacen lo imposible por tener ese momento. Eran fieles drogas que fluían como corrientes eléctricas que llenan de espasmos sus cuerpos. Con la capacidad de llevar sus más lujuriosos sentires a flor de piel y punta sudor.

Así era cada que Vinx y Hinata se besan.

Con la exquisita sensación de adrenalina, peligro y rebeldía era con que unían sus labios. Buscando sentir ese sabor tan único y refrescante para el contrario. El temblor que corría por sus espaldas hasta las piernas en pos de hacerlos flaquear. Los nervios eran por culpa de raros sentimientos escondidos. La suave sensación de piel con piel chocando, sus labios hinchándose, sus lenguas enredándose y su saliva fusionándose. Así de increíble lo sentían, y quizás aún más allá de lo explicable. Eran besos únicos y tan similares al mismo tiempo por la misma razón: los enloquece como cuando un cocainómano ingería su elixir de vida. Eran su droga.

Y más cuando lo hacían a sabiendas de saberse descubiertos. Como ahora. Hinata estaba siendo cargado por el baterista, rodeando con sus sensuales y fuertes piernas la fuerte cintura del contrario y se abrazó al cuello de Vinx para más intimidad en la caricia; sin olvidar cómo enredaba sus dedos en las suaves y largas hebras doradas. Podía sentir esas grandes y fuertes manos acariciar su culo a gusto y disposición. Sus lenguas se lamían y degustaban como quisieran. Sus sonidos húmedos resonaban cuales ecos estridentes en sus tímpanos, encendiéndolos a niveles inimaginables. Hinata se arrimaba contra la entrepierna de su free. Empujaba de adelante hacia atrás como solo él sabe hacerlo: sexy. Quería que Vinx le provocara morbosos y ahogados gemidos mientras, también, buscaba saciar sus necesidades. Necesitaba sentir dentro de él la enorme verga del baterista. Quería que lo llenara con fuerza en sus embistes y le extasiara con su aliento contra su oreja.

Y Vinx estaba igual. Andaban especialmente de deseosos esa mañana de inicio de semana. Era extraño y erótico. Pero, sin poder negarlo, les fascinaba esa sensación. La sensación de derretirse en brazos del contrario. Vinx adoraba poder besar aquellos labios que posee el DJ. Y sentir ese delicioso y redondo culo estimular su miembro, lo llevaban hasta las estrellas y le nublaba en el más puro y fogoso placer.

Sin poder evitarlo, y sin querer hacerlo, Vinx metió su mano dentro del pantalón del chico que cargaba y fue abriendo espacio entre toda esa deliciosa carne y tanteó con dos de sus dedos esa apretada y caliente entrada que le pedía a gritos ser ultrajada con toda su fuerza y armamento (que poco, no tiene nada).

—¡Ah, sí, Vinx! —Gimió Hinata mientras su vista se confundía con destellos de delirio.

El baterista sonrió y se cercioró de que el DJ estaba bien recargado contra la pared del pequeño estudio del propio Hinata. Todo aquello, para poder ir besando y chupando en lugares estratégicos el cuello del chico. Bajó por un hombro la playera tan atrevida que provocó poner así a Vinx. Era de prominente escote en “V” con mangas largas hasta la mitad de los dedos. Esa blanquecina y dulce piel era fácil de enrojecer. Deliciosa y sumamente adictiva. Así que fue buscando los lugares donde no vean sus marcas y, que Hinata recuerde quién estuvo con él, fue mordiendo. Lamía, succionaba y dejaba salir esos eróticos sonidos de la saliva escurriéndose.

Hinata gemía quedo y con la vista clavada en el hombre que jugaba en la parte entre su oreja derecha y cuello. Sentía cómo le besaba y mordía. Se sentía de maravilla y le fascinaba ser tocado así por Vinx. Pero, tiempo, disponen muy poco de él. Ya alguien saldría en su búsqueda. Tenían que apresurar lo que se convirtió en su ritual antes de consumir el acto: incitarse, invitarse, hacerse desear, jalar al contrario al pecado y quemarse por un apasionante fuego. Hinata deseaba prolongar esas caricias tanto como podía porque si no, tendría que esperar mucho más por Vinx.

Alexandra estaba cerca de esos rumbos, debían ser precavidos y rápidos. Por lo que, en un mensaje mental y unánime decidieron dejar esas lamidas, chupones y mordidas para cuando estuvieran realmente solos. Hinata se bajó de los fuertes brazos de Vinx y le desabrochó la cremallera de esos pantalones con varios agujeros en las rodillas. Y, sin bajarle la ropa, sacó el enorme pene con el que carga Vinx. Con deseo, Hinata comenzó a masturbarlo y estimular para que se ponga erecto por completo. Mientras su ágil mano subía y bajaba, con su boca lamía y degustaba de la punta de aquel miembro. Estaba brillosa y expulsando su líquido pre-seminal que, sin dudarlo, Hinata lamía y fingía embestidas con su gran habilidad en la lengua y labios. Vinx le tomaba del cabello y se aguantaba las incontenibles ganas jadear y gemir de satisfacción. Sin duda, Hinata se la chupaba demasiado rico.

Viendo que ya estaba listo el miembro del baterista, Hinata se levantó y bajó sus propias ropas, dándose la vuelta para dejarle su culo en todo su esplendor a Vinx. Levantó las caderas y con una mano abrió paso para dejar a la vista de Vinx esa sonrosada y apretada entrada.

—Métemela hasta el fondo, Vinx —gimió Hinata deseoso.

El nombrado lamió sus labios y sacó un condón del bolsillo de su camisa que estaba en la mesa cercana. Abrió el preservativo con cuidado y envolvió su pene con el látex; sin dejar de masturbar un poco más, y pegó su punta al ano de Hinata. El chico soltó un gemido bajo y lleno de súplica por sentirlo ya dentro de él. Vinx se frotó un poco y, aprovechando el lubricante del condón, fue metiendo poco a poco su miembro dentro de Hinata.

Una vez que llegó hasta el fondo, Hinata soltó un gemido ahogado. ¡Le encantaba esa sensación tan placentera! De verdad que le gustaba mucho, mucho. Sentir cómo le invaden con semejante tamaño y grosor, cómo sus paredes apretaban deliciosamente y que aquellas imponentes manos le sujetaban con fuerza las caderas le hacían perder toda su cordura. Y más cuando Vinx comenzaba a moverse. El baterista es muy bueno en la cama, no puede negarlo. La forma en que empuja su miembro hasta el fondo, tocando su punto ‘G’ que le sacaba la razón. El cómo aumentaba la velocidad y le hacía quedar en blanco era una sensación embriagante y abrumadora. Lamentablemente no podía soltar los gemidos que deseaba soltar porque alguien podría atraparlos. Pero ¡cómo deseaba gritar el nombre artístico del baterista y decir en gemidos lo fantástico que se sentía el cómo le follaba! Que adoraba sentir hasta el fondo de su ser el miembro de Vinx y aquella cercanía que le ponía a flor de piel, erizándola y que todo fuera tan sensible y placentero.

Vinx vio esas ganas de Hinata por querer gemir, su enorme sonrojo y los ojos dilatados por el placer, y eso sólo lo encendió más. Ver la manera en que el DJ mordía sus labios y siseaba en relación al placer, lo abrumó por completo. Aumentó sus embistes y metió sus dedos a la boca del DJ para que se entretuviera con ellos y evitar que gimiera. Sentir esa lengua jugando con sus dedos y la saliva, era muy erótico y lascivo. El chico hacía un oral con sus dedos. Y a pesar de tener las ganas de poder cambiar en varias posiciones, como suelen acostumbrar, debían ser certeros, y moverse de lugar no era una opción; sin embargo, buscaron disfrutar de su encuentro lo más que se pueda. Sentir ese calor que los abrazaba cuando estaban juntos. Esas cosquillas que flaqueaban sus sentidos y los hundía en el mar de la lujuria y pasión sin tener las ganas de ser salvados. Querían ahogarse en el otro, saborearse y sentir aquel fuego hasta el último rincón de su cuerpo.

Vinx aumentó sus embestidas y a veces bajaba la velocidad para ir más profundo, sólo como él sabe volver loco a Hinata. Le encantaba cuando el DJ ponía los ojos en blanco y hacía tales gestos calientes que, simplemente, lo encendían más y más. Esa saliva cayendo por sus dedos, el sonrojo que abarcó todo el perfecto rostro de Hinata, sus ojos dilatados y perdidos en un lívido exquisito e incitador, y el que lleve tantos accesorios y el cabello alborotado le daba un plus a la imagen. Además de que ese enorme culo que se carga era la gota que siempre derrama el vaso. Podía apretarlo, masajearlo y tocarlo como se le antoje. Por lo que Vinx, con su mano libre, abrió espacio entre las nalgas del DJ para poder empujar con más rapidez.

Los gemidos de Hinata se ahogaban gracias a los dedos del baterista. Pero Vinx necesitaba sus dos manos para poder tomar bien la cadera del chico y embestirle con mayor precisión en aquella zona que los hace perder a ambos la cordura.

—Evita que te oigan, reinita, no nos deben encontrar —le susurró con aliento caliente el baterista mientras retiraba sus dedos de la húmeda boca del DJ.

—¡Ah, Vinx~..., n-no seas in-injusto! —Adrede, Vinx aumentó la velocidad—. Lo haces, ahhh, a-a propósito. No-no seas así, ammm~...

—¿Quieres gritar lo rico que se siente que te la meta?

Vinx arremetió fuerte y profundamente con su pene contra la entrada del DJ. El chico buscó todo su autocontrol y evitó gritar de placer, sus mejillas ardieron, sus ojos blanquearon y su boca tembló.

—S-sí... —Su respiración se volvió errática y apretó fuertemente su entrada.

Vinx jadeó por la exquisita sensación que aquello le provocó. Dos pueden jugar el mismo juego. Y Hinata sabía que Vinx se volvía completamente sumiso cuando le apretaba de aquella manera su miembro entre sus calientes paredes. Hinata sonrió de medio lado y apretó con fuerza el pene de su free, mientras empujaba sus caderas en busca de más contacto con la verga de Vinx. Éste volvió a jadear. Ambos comprendían que era imposible si del otro se trata, ambos quieren ganarse. Hinata llevó sus propios dedos a su boca y comenzó a jugar con ellos para callar su voz mientras Vinx volvía a embestirle con esa fuerza y velocidad que tanto le gustaba. Sea como sea, a Hinata nunca le parecía aburrido el sexo con Vinx.

Pasaron unos cuantos minutos y Hinata se vino en su propia mano. Todas las sensaciones juntas, y tremendo semental follándolo atrás, le llevaron a la cúspide del placer y terminó por eyacular. Gracias a aquello, apretó fuertemente sus paredes y Vinx terminó por venirse dentro del preservativo.

Sus respiraciones estaban descontroladas y aún veían puntitos blancos en el entorno debido al delirio por el que acababan de pasar. Cuando Vinx se recuperó, sacó su pene con cuidado y se retiró el condón para envolverlo en papel y tirarlo (sin olvidar hacer el nudo correspondiente, claro está). Se arregló sus ropas y vio que Hinata seguía respirando de forma atolondrada y buscaba mantener el equilibrio contra la pared. El baterista se preocupó y fue para ayudar al chico a enderezarse. Le dio la vuelta a Hinata y vio que estaba llorando.

Vinx se alarmó. ¿Por qué Hinata lloraba? No lo comprendía, ¿lo habrá lastimado? En todo caso, le hubiera avisado. Hinata siempre dice lo que piensa. Esa es de las pocas cosas que Vinx sabe sobre el DJ sensación que tiene por compañero de trabajo con derechos. El baterista ayudó a vestir a Hinata, y a limpiarse, ya que siempre cargaba consigo pañuelos por costumbre. Una vez arreglado el aspecto del DJ, Vinx se dio cuenta de que el mismo no ha dejado de llorar. Su sollozos eran silenciosos y sólo suspiraba el sentimiento que le provocara tal acción de manera pausada; más las lágrimas que caían por sus ojos demostraban que no podía controlar sus sentimientos. Impulsivamente, Vinx lo abrazó de manera protectora.

Hinata correspondió necesitado y lloró un poco más fuerte. Sus ruidos eran insonorizados por el duro pecho de Vinx, mientras esa dolorosa y reconfortante sensación de calor calaba hasta el último de sus huesos.

Aunque lo intentara, no podía evitarlo. Quiere que Vinx sea sólo suyo. Que el baterista sea alguien con el cual pueda compartir más allá de fluidos, besos, mordidas y sábanas. Deseaba que el maldito estuviera siempre a su lado, que le abrace siempre como ahora lo hacía, que le susurre palabras amorosas y dulces, que le vea con tal devoción y dulzura como para que Hinata no olvide lo especial que es. Quería sentirse especial para el baterista. Quería que el baterista le dijera que es especial para él.

Más no es así. ¿Para qué? Si Vinx ya tiene a Alexandra. Pues es a ella a la que debe dedicarle todos esos deseos que tiene Hinata. Quiere ser el novio de Vinx, no su escape sexual. No eran ni siquiera amantes, no eran absolutamente nada. Nada los unía más que el puro deseo. ¿Desde cuándo se volvieron tan idiotas e inmaduros? No lo sabían pero esto comenzaba a dolerles.

Vinx lo sabía. Sabía perfectamente que Hinata gusta de él. Se veía a través de aquellos ojos rojizos el deseo y anhelo que Hinata tiene sobre él. Y era reciproco: a Vinx también le gusta Hinata, y mucho. Pero no podía externarlo como si nada malo pudiera pasar, no tenía camino para hacerlo a menos que decida comenzar a hacerlo. Pero, lo principal, es...

—¿Por qué? —Preguntó Vinx.

Hinata levantó la mirada, con los ojos aún inundados en amargas lágrimas, sin comprender la razón de la pregunta tan espontánea del baterista. ¿Por qué, qué? Hinata tembló, ¿será que Vinx ya llegó a su límite?, ¿acaso quería hablar sobre su relación? ¡Hinata sabía que era imposible que estuvieran juntos! Pues si no es la novia del fundador de CaNniBaL, eran los integrantes de la banda, era el proyecto y, para empeorarlo, como dolor final era que son famosos. Se tendría que salir la noticia a la luz del chisme, sería muy duro tratarla y salir adelante sin que duela. Porque dolerá, dolerá mucho la crítica amarillista y que puedan dejarlos en paz. Hinata es capaz de recibirla, está acostumbrado a ser duramente agredido por esos comentarios, pero ¿qué hay de Vinx? ¿Podría aguantar?, ¿podría soportar todo aquello por un DJ homosexual?

Por supuesto que... no..., ¿o sí?

—Hinata... —llamó la atención del DJ—, ¿por qué yo?

Entonces lo entendió. Hablaba de sus sentimientos.

El nombrado suspiró cansino y trató de limpiar sus lágrimas: —No lo sé... Contigo..., contigo me siento feliz. ¡No me preguntes cómo sucedió porque yo tampoco lo sé! Me gustas y ya, Vinx. De todos los malditos hombres, tuve que interesarme en ti: en un estúpido urgido sexual con complejo de homofóbico machista y mal sentido del humor.

—¡Yo no tengo mal sentido del humor!

Hinata sonrió adolorido. De todas las cosas que dijo, Vinx decidió quedarse con la que menos sentido y peso tiene. Era cierto que para el DJ, Vinx tiene un pésimo y muy agrio sentido del humor; y eso lo volvía más que atractivo. Lo volvía más único e increíble. Hinata veía de una manera muy peculiar al baterista. Lo veía como el hombre perfecto más desperfecto del mundo. Le encuentra más defectos que virtudes, y eso le fascinaba. Vinx no fingía ni mucho menos intenta impresionarlo. Era él y nada más. Hinata sabía que el verdadero Andrew seguía escondido, pero cuando se dejaba ver en ocasiones, se sentía muy afortunado. Vinx es alguien difícil de describir. Su locura y mala copa son una fachada con la que esconde muy bien a un hombre inseguro y cursi. Muy cursi, especialmente.

Por eso Hinata le quiere. Le quiere por la inconmensurable cantidad de sorpresas que siempre le tiene. Nunca es nada igual junto al fundador de CaNniBaL; y eso le ponía mucho sabor a su vida. Le daba esa cierta sazón que sólo se obtiene gracias a la especia perfecta y complicada de conseguir. Eso era Vinx en Hinata. Le daba muchos giros a su vida: le daba ganas de sentir. Quería sentir esas cosquillas en el estómago, sus piernas de gelatina, la garganta atorada por su corazón retumbando cual tambor de guerra. ¿Es que era eso mucho pedir? Probablemente.

Vinx besó los cabellos del chico y suspiró. Era de esperarse. Si el propio baterista siente lo mismo. Le gusta Hinata. Ese chico le ha enseñado muchas cosas. No lo puede esconder ni negar. Hinata le enseñó que hay pequeños momentos que valen más que un simple regalo costoso. Le demostró que los sentimientos son completamente ciegos ante la fe del corazón, hace ya mucho que dejó de importarle el hecho de que siente más que simple atracción por un hombre. Le enseñó un lado erótico y placentero que era difícil de quitar en sus sentidos. Le ha enseñado muchas cosas, pero, la más importante es que no se necesitan siempre las palabras para externar lo que uno piensa: las simples miradas, actos, roces, y un movimiento silencioso, llenaban de ruido el corazón y mente del baterista.

Había caído rendido ante unos ojos cafés rojizos.

Esas sonrisas coquetas, discretas, curiosas y dulces, llenaron de dicha a Vinx. Mucha más que lo que ha podido sentir en seis años de relación con Alexandra. Y ese era el punto principal: su relación con Hinata es incomparable con la de Alexandra. ¿Por qué? Sencillo: con Hinata ha sentido muchos más sentimientos que con la modelo de cuerpo espectacular. Era así de simple el entendimiento. El DJ le ha traído tantos altibajos que es imposible no pensar en él, al menos, una vez al día. Abarcó todos sus pensamientos. Y le asustaba. Vinx sentía pavor porque era muy difícil controlar todos los sentimientos que albergan su corazón. Quería a Hinata, simplemente lo quería. A pesar de casi no conocerlo, siente que puede confiar plenamente en él. Le empezaba a amar...

—Hinata... —comenzó Vinx con un tono suave—, yo..., yo sé que no soy la mejor opción. Y es cierto: soy alguien que tiene pésimo perfil, lo de homofóbico machista ya lo dudo..., ¡y fue tu culpa que sea así! Antes no me costaba nada decir mi odio contra los homosexuales, incluso lo disfrutaba, me gustaba hacerlos menos. Pero cuando te conocí algo me dijo que no sería por siempre aquello. Mira, me acuesto con un hombre y estoy siendo cursi con un hombre. Y no me arrepiento. Pero, si te hace sentir mejor, me siento muy halagado por ser el hombre de tus sueños.

El DJ sonrió complacido: —De mis sueños, no, no lo eres. Eres todo lo contrario al hombre de mis sueños..., porque eres el hombre de mi vida.

Vinx se sonrojó. ¡Hace cuánto no lo hacía! El baterista, después de mucho tiempo, volvió a sentir vergüenza. Una corriente corrió por todo su cuerpo y su sangre hirvió. Era una sensación tan nueva y a la vez tan conocida, pero que ya la creía perdida. Y Hinata se la devolvió. Volvió a sentir vergüenza, ¡se avergonzó!

Por instinto, el baterista apretó al abrazó y sonrió completamente feliz, extasiado en tanta alegría que aquello le provocó. Hinata se asustó un poco pero viendo la sonrisa del baterista, no pudo evitar seguirle y devolverle el gesto. Se sintieron jóvenes e inexpertos en el amor. Y eso eran. Pero nunca es tarde para encontrar aquella persona que te invite a atreverte hasta lo más alocado por vivir. Por la cual quieras experimentar las bellas sensaciones de amar y ser amado.

—Te quiero, reina —dijo feliz el baterista.

—Yo también te quiero, gorila.

Sin necesidad de pedirlo, se besaron con cariño y más sentimientos que nunca. Por fin dejaron fluir sus sentires a través de la caricia tan íntima como lo es el besar al contrario. Y era fantástico.

—¿Estás libre esta noche o irás a algún lado con Alexandra?  —Preguntó Hinata mientras jugaba con las arrugas de la ropa del baterista. A pesar de todo, tenían que hablar seriamente de su relación, pero en donde se encontraban estaban a la deriva de ser descubiertos.

—Si es por ti, estoy libre, no hay problema —respondió el baterista mientras veía y jugaba con los cabellos del contrario—. ¿Adónde quieres ir hoy?

El DJ tembló de emoción.

—Ven a mi casa.

Vinx sonrió en clara señal de haber aceptado la invitación. No estaría mal ir al departamento del DJ, después de todos esos meses con los que ha pasado junto a él y seguía sin conocer la casa del chico. Al igual que Hinata no conocía el departamento del baterista. Como intentaban que todo fuera impersonal, tiene sentido. Pero, ahora, deseaban hacerlo más íntimo, y la casa del DJ es el mejor lugar. Vive solo y Vinx no levantará sospechas. Dudaba que Alexis se dé cuenta de aquello, aun siendo el vecino de Hinata, éste asegura que el manager es muy indiferente con la gente que vivía en ese complejo de lujo. Sería perfecto.

~*~

El departamento de Hinata era una clara muestra de lo moderno. Decoraciones minimalistas, de colores bien combinados y cómodos en acorde con la personalidad del DJ que le daban ese toque característico en alguien como él. Con la estructura clásica de un pent-house: la sala de estar está interconectada con el comedor y a la cocina por medio de una barra con esta última. Los colores que predominaban eran el rojo y blanco, mucho más el blanco de las paredes sin dejar ir de lado los grandes ventanales con vista a la ciudad. Una cocina bien equipada, la sala con tres piezas (un sillón largo con uno tipo “L”, uno para dos personas y uno individual) con mesa de centro y una enorme pantalla plana reposando en un enorme mueble negro con libros en sus extremos. De hecho, Hinata poseía una cantidad exuberante de libros. Vinx no se pudo resistir y tomó uno de ellos. Grande fue su sorpresa al caer en cuenta de que no era una de esas novelas de moda (como las de Suri Spoon); no, eran novelas de simbolismo, algunos tomos de caballería antigua y muchos del género policiaco y misterio.

Así que mientras el DJ traía los cafés, Vinx miró de reojo para cerciorarse de que nadie le ve –llámese Hinata el sujeto en cuestión–, y tomó uno de los libros que más le llamó la atención. Éste se encontraba junto a otros cuatro tomos bajo diferentes títulos y mismo autor; sin dejar de lado que tienen portadas similares. Y comenzó a darles una leída.

En menos de unos cinco minutos, Vinx ya se había enfrascado en la lectura. Le parecía muy interesante el estilo de narración, era dinámico y muy descriptivo. Además de que los comentarios mentales del personaje principal le agradaban mucho.

—¿Qué haces? —Preguntó Hinata con las mejillas rojas por verse descubierto sobre su fanatismo por ese tipo de novelas, mientras dejaba de lado las tazas de café.

—Había oído de estas novelas, y vi una de las películas que tienen, pero no imaginé que fueran tan interesantes. ¿Tienen un orden para leerse?

Hinata sonrió animado. Por fin podría sacar su fanatismo interior con respecto a esas historias y el increíble personaje protagónico de las mismas. Se dirigió al librero y sacó los cuatro libros faltantes de la colección para devolverse junto al rubio y sentarse a su izquierda. Vinx lo miró atento, y era cierto: las portadas se parecían en el estilo que tienen; sólo cambian los colores, paisajes y el símbolo del medio.

—De hecho, no, no tienen cronología conectada; pero es mejor que, si los vas a leer, los leas en este orden —Hinata tomó el libro de las manos del baterista y lo puso al final de la línea que acomodó, indicando el orden correcto de los tomos—. Estabas leyendo el libro más nuevo. Si lo haces no podrás odiar al personaje femenino de éste tanto como yo; porque es mejor la del que va antes de este libro.

—¡Rayos, y yo ya me interesé por el libro!... Al personaje femenino, que no sé cuál es, ¿la odias por ser mujer o porque arruinó algo?

—¡Arruinó mi pareja ideal! La chica del penúltimo libro es el verdadero amor del hermoso e increíble personaje del profesor. No hay más.

—¿Debería sentirme celoso de ese personaje?

—Sí; él es muy listo, astuto, caballeroso y, y, ¡y me encanta!

Hinata, de pronto, paró con su alegría. Y se sonrojó. Normalmente nunca habla de su gusto por las novelas de simbolismo; pero esas en específico le volvían loco. Eran sumamente adictivas. Bajó la mirada y acercó los cafés, uno para Vinx y otro para él. Con bochorno, escondió su rostro entre el humo de la bebida y la orilla de la vajilla para después beber con pena y sigilo.

—Entonces, deberé leerlos, tengo que conocer a mi enemigo.

Hinata sonrió de medio lado y dejó su taza en la mesa: —Te los presto, llévatelos.

—¿Seguro? Parece que los cuidas más que a tu precioso culo.

—Tarado, no arruines el momento. Pero, enserio, no hay problema para que te los lleves y te nutras de arte y simbología religiosa.

Vinx sonrió y besó la cien del DJ. Más que nada, por molestarle. Hinata frunció el ceño pero hizo un puchero que delataba lo feliz que le hacía que el baterista le cumpla un capricho como lo es que lea sus libros favoritos.

Lamentablemente, no estaban en el departamento de Hinata por esa razón. Se desviaron momentáneamente, porque el propósito original de estar allí era para hablar. Tener un lugar sereno para poder dejar ya todo en claro sobre su relación y lo que se venga a futuro. Tenían que ser maduros y afrontar las cosas como son y como pueden ser. Porque, por única vez, intentarían ser egoístas de ser necesario para tener lo que desean.

Hinata suspiró y echó su cuerpo para atrás, para poder recargarse contra el cómodo sillón de su salón principal. Sentía demasiado cansancio y molestia ante todo lo que sucede englobando a él y al fundador de CaNniBaL. Vinx sabía el porqué de esa acción, él se sentía igual. No podían mantenerlo así por más que quisieran prologarlo. Intentar aquello sería solamente caer más duro. Ya de por sí, les dolía ir bajando, dolería más cuando se estrellen contra el suelo llamado realidad. A menos que intenten poner algo que los amortigüe. Algo que les impida caer, algo que los salve.

—Es más complicado de lo que creí... —soltó por fin Hinata mientras tapaba sus ojos con su antebrazo—. Nunca creí que llegaría a estar en una situación como esta. Jamás pensé que podría atraerme alguien de manera seria. Siempre fui una persona que utilizó a los hombres y se encargaba de dejarlos antes de que me dejen a mí. Si tan solo se hubiera repetido así contigo, Vinx, pero no. No dejaste que así fuera. Cuando menos me di cuenta, ya te necesitaba más que cualquier cosa. Me es difícil no pensar en ti, es ridículo. Somos adultos, pero a tu lado me siento de nuevo en la adolescencia. Me siento tonto, inmaduro, inseguro y muy feliz. Yo no debería sentir eso..., no contigo...

—¿Por Alexandra, verdad? —Preguntó seguro el baterista.

—Sí, por ella, y, la verdad, no tiene culpa de esto; sin embargo..., Vinx..., quiero atreverme a preguntarte, a saber lo que quieres: ¿qué sientes por Alexandra?, ¿aún quieres ser su novio?, ¡¿qué pasará con nosotros?!

El baterista entrelazó sus manos y miró al suelo inseguro. Él lo tenía claro: quería estar con Hinata. A quien quería era a Hinata. Pero sabía que la cuestión más pesada no son los medios, o sus amigos, o el trabajo, era su novia. Alexandra no permitirá que la deje, y mucho menos por un hombre. Ella es homofóbica y le hará todo un drama con tal de mantenerlo a su lado. La chica siempre ha logrado manipularle de una manera tan profesional, que daba miedo. Además, tenía aquella promesa: la promesa de nunca abandonar a Alexandra. Pues en sus ayeres, la chica necesitaba de mucha ayuda y comprensión y Vinx se juró dársela hasta el último instante de sus vidas.

Pero hoy día, la mujer utiliza materialmente a su novio más que cualquier otra cosa. Siempre que le llama es porque quiere que le compre algo o que le dé dinero. Todo lo que ha encerrado en esos últimos tiempos a Vinx y Alexandra ha sido el maldito dinero que el baterista gana. Todo lo paga el baterista, todo el flujo monetario es respaldado por el fundador de la banda. Era mucho más complicado dejar a Alexandra.

Era como si estuvieran casados pero sin el papel y los anillos. ¿Por qué? Porque el tarado de Vinx le dio la mitad de sus propiedades a la modelo; si va a terminar con ella, deberá recuperar sus cosas, porque legalmente es lo correcto. No se divorciarán, y era eso: ya no serían nada, así que no le conviene seguir “manteniendo” a la chica y dándole tanto lujo como ahora. Legalmente no sería correcto que Alexandra se quede con propiedades de varios de millones de dólares.

—No te mentiré, Hinata —comenzó a hablar Vinx—, yo siento lo mismo. Nunca imaginé que se complicaría tanto, o que, siquiera, me sentiría tan atraído por ti al punto de que me gustas mucho. Pero, respondiendo tus preguntas, yo..., yo..., yo ya no sé lo que siento por Alexandra. Estaba seguro, hasta hace unos meses, de que la amaba más que a mi vida, que era la mujer con la que quería pasar el resto de mi vida. Pero cuando empecé esto contigo, me di cuenta de que me hacía como que no afecta, más no es así: Alexandra sólo me utiliza y yo ya no sé si sigo con ella por compasión, por amor, o por mi promesa...

—¿Promesa?

—Sí. Cuando me hice novio de Alexandra le había prometido nunca dejarla. Era un chico desesperado por tenerla cerca de mí y protegerla. Pero, eso sí, nunca rompo mis promesas y mucho menos ésta. Aquella en donde he decidido nunca abandonarla. Si por mí fuera, la dejaba y estaría contigo. Pero tendría que hacer muchos trámites para quitarle las propiedades y todas las mierdas que le he comprado por capricho. La consentí demasiado, pero no por ello quita el hecho de ella misma se lo buscó y que ayudé a cometer tamaña estupidez. Perdóname, pero..., tal vez y, lo mejor es que me quede con Alexandra. No puedo ni quiero hacerte más daño de lo que ya.

Después de confesar sus pecados, Vinx se quería levantar e irse de allí. No quería ver llorar a Hinata por su cobardía, otra vez. Pero de verdad no puede dejar a Alexandra. No es algo simple cuando se hablaba de un noviazgo de ya más de seis años. No se puede uno separar de una persona con la que has compartido tanto después de mucho tiempo. Por más que quiera a Hinata, Vinx sabía que lo correcto era no romper esa promesa si ésta llegó primero.

—¡No! —Hinata tomó del brazo al baterista y lo jaló de nuevo al sillón. Una vez así, el DJ se sentó sobre el regazo del hombre de rubios cabellos y tomó entre sus manos las mejillas del contrario. No quería que le evitara la mirada cuando le dijera lo que le dijera—. No siempre debe ser así, Vinx. Alexandra no merece seguir siendo consentida. ¿Qué no te das cuenta? Es muy extraño que salga cada cierto tiempo de “gira fotográfica” y dime ¿cuándo has visto el resultado de su trabajo? Algo tiene entre manos, Vinx, por favor... No quiero que me dejes por algo así, no seas un cobarde de mierda. Contéstame, ¿me quieres?

El baterista se sorprendió por aquella verdad que dijo el DJ. Era cierto, Alexandra no ha salido en ninguna revista últimamente. ¿Qué estaba pasando? Algo debía saber el DJ, no podía desviarle el tema así de rápido. No ahora.

—Yo...

—¡Que me contestes, tonto!, ¿me quieres?

—Sí, sí te quiero, no dudes de eso, Hinata. Pero, ¿a qué te refieres con eso de Alexandra?

—¡Ay, por favor! No puede ser lo lento que eres a veces. Alexandra siempre se va entre dos y tres semanas de gira a principios o finales de cada mes; cuando vuelve se queda dos o tres semanas contigo para volverse a largar. ¿No te parece raro? A mí, sí.

Hinata se levantó y dejó a un pasmado Vinx sentado en el sofá. Suspiró frustrado y se fue a lavar la cara. Le ardían los ojos y se sentía desfallecer. No podía creer que Vinx no se haya dado cuenta de esa coincidencia tan obvia. Si por él fuera, ya le hubiera gritado a todo el mundo que Alexandra es una maldita zorra superficial que no sabe más que pensar en sí misma y su beneficio. No la odiaba sólo porque ella sea la novia del hombre que le gusta –o sea, sí pero no sólo por eso– sino porque ella era una manipuladora de primera y utilizaba como objeto a Vinx. Y el muy estúpido le consiente en todo lo que ella pida. ¿Por qué? Por fin Hinata supo eso: se lo prometió. El baterista juró nunca fallarle y no abandonarla. Sea por lo que sea, debía estar para ella. Pues exageró y ahora estaba siendo cobarde. Hinata reconocía el fervor que tiene Vinx por Alexandra; pero era un torpe pusilánime que no se quiere atrever a romper promesas y lo deja a él de lado.

Era simplemente molesto.

Pero no se rendiría. Haría que, por lo mientras, Vinx acepte no romper su relación y, aunque sea aún a escondidas, llevarla a un nivel más alto. Si ambos se querían, no debía de haber problema. No entre ellos, al menos.

Volvió y vio que Vinx seguía sentado con los ojos perdidos en un punto infinito. Sabía que le caería duro esa declaración, pero ya no podía seguir manteniéndola en secreto. Tenía que hacer algo al respecto y vencer a Alexandra en donde más le duele: quitarle a Vinx.

Cuando se acercó, el baterista lo agarró de un brazo y lo volvió a sentar en su regazo. Le gustaba esa cercanía y calor que le proporcionaba Hinata; además de que era cierto. Estaba siendo un cobarde. Y no podía dejar ir a Hinata nada más porque sí, por algo tan unilateral como ahora era su relación con Alexandra. Ya no puede dejar ir a Hinata, sería suicida esa opción.

—Tienes razón —dijo Vinx mientras comenzaba a besar el cuello del DJ—. No puedo dejarte si te quiero. Veré lo que puedo hacer pero de que dejaré a Alexandra, la dejaré. Te lo prometo.

Hinata sonrió y se abrazó al cuerpo del baterista. No cabía entre tanta felicidad. Se sentía tan descarado por sentir felicidad en una ruptura pero era más que sólo eso: una vez que deje a Alexandra, Vinx sería libre de ser él mismo. Y podría estar con quien quiera y como quiera y eso era estar con Hinata como pareja. Ya no como un acostón de pasada.

—Me siento tan cínico por estar feliz de que me digas eso —respondió Hinata mientras recibía gustoso los mimos del contrario—, pero cuando quiero algo, nadie me lo quita, Vinx.

El nombrado sonrió. El DJ nunca dejaría de lado su sentido de diva y eso le fascinaba.

—En todo caso, y para estar seguros, ¿quieres ser mi pareja, Hinata?

El DJ sonrió sonrojado por la emoción y se lanzó a besar al baterista con gran cariño y fogosidad. Estaba demasiado contento por saber que el baterista quería que fueran pareja oficialmente. Eso quiere decir que podrían conocerse mejor y más a fondo. Aún sería a escondidas, pero harían todo lo posible para que salga pronto a la luz lo que ahora tenían.

Se separaron después de un profundo y largo beso y Hinata unió su frente a la de Vinx:

—Tarado, tardaste mucho en pedírmelo. Sí, sí quiero.

~*~

Donde se realizaría el concierto de aniversario de CaNniBaL es el enorme centro cultural de aquella ciudad. Si en algo se destaca este lugar que vio nacer y crecer a los chicos de la banda es su gran influencia y avance en el ámbito musical, y su bonito muelle y lago. Esa ciudad era cuna de grandes disqueras y empresas dedicadas a todo lo que tenga que ver con producción musical. La gran mayoría de los festivales de música se desarrollan ahí, las bandas, músicos y cantantes de mayor renombre trabajan en ella por sus grandes estándares. Era el lugar de ensueño de cualquier músico, y Vinx tuvo la dicha de nacer en la misma ciudad de los grandes ejes musicales de su tiempo. Así que un centro cultural como en el que ahora se encontraban los chicos es completamente normal.

Lo especial de éste son sus enormes dimensiones, con una capacidad aproximada de cien mil gentes, y amplio espacio para una correcta instalación de escenario para quien sea que se presente. Y este centro se encarga de ser la sede del concierto de aniversario de CaNniBaL desde que la banda salió a la luz. Cualquier fan que desee deleitarse con su música, son capaces de hacer hasta lo imposible para ir a verlos. El concierto era todo un espectáculo. Las mejores canciones son presentadas, de hecho, uno sale con el clásico zumbido en los oídos de lo alto que estuvo el volumen. Y como es un lugar abierto (sin techo) era mucho mejor para gritar y hacer ruido.

En esta ocasión, necesitaban mejores cálculos, deben incluir el equipo de Hinata y mejor escenografía acorde al proyecto de la banda sonora original.

Una vez que se pusieron en venta los boletos, para contextualizarnos, fueron vendidos mejor que el pan caliente que tanto se menciona. La gran mayoría se declinó por comprar el boleto especial que te permite entrar a escuchar la banda sonora original en vivo y, posteriormente, disfrutar del concierto de CaNniBaL como estaba estipulado para cada año. La diferencia de costos era un poco alta pero eso no importó y, al menos, un ochenta por ciento de la capacidad del recinto fue apartado a partir del paquete completo. El resto podría entrar durante el intermedio para acomodarse en sus zonas y disfrutar del concierto de aniversario. Además de que en las radios locales al centro cultural hicieron concursos para obtener boletos, y varios objetos de colección de CaNniBaL; sin embargo, el premio mayor era unos pases detrás de camerinos para conocer a la banda (y si tienes suerte y quieres, al DJ y Lila) en persona y pasar un rato con ellos durante el intermedio entre cada número. Fue todo un espectáculo ese concurso, pero bien trajo mucha publicidad.

Por toda la ciudad e internet estaba la información y propaganda del próximo repertorio de CaNniBaL. Fotos de los integrantes junto con el logo de su banda, además de unas fotos con el vestuario de los sencillos de la banda sonora original. Había de todo en todos los medios de comunicación existentes. Cada canal de televisión tenía su tiempo para recordar de su presentación, varios programas avisaban del concierto y la banda sonora original. No se podría acabar la lista de cuánta publicidad y difusión obtuvieron. En todas las redes sociales se hablaba de ello, había videos, artículos, montajes y de más para demostrar toda la emoción que producía este concierto de aniversario.

Sin duda, sería el mejor concierto de todos los tiempos.

Ahora mismo, toda la banda, Hinata, Lila, Alexandra, McGiffen, sus managers, los asistentes del DJ, y un enorme equipo de montaje y producción se encontraban dentro del gran recinto del centro cultural de la ciudad. El lugar, en esos instantes, se veía exageradamente grande por estar vacío. Eran las malditas seis de la mañana pero ya debían instalar todo para poder hacer pruebas de sonido, ambientación, vestuario, seguridad y un sinfín de cosas más. La gente iba a entrar al lugar a partir de las seis de la tarde. De hecho, ya varios acampaban fuera del centro y esperaban para que las puertas se abrieran. La gran mayoría de los boletos eran sin lugares designados, mejor alcanzar hasta delante a que te quedes atrás. Vinx sonrió al ver tantas casa de campaña y le recordó a su juventud temprana cuando hizo aquello varias veces con Henri; valió la pena. Así que, debían apurarse para que todo quede listo antes de que esas puertas se abran.

Comenzaron a instalar todo el escenario por niveles. Sería como una pirámide para poder instalar en los escalones los distintos equipos que necesiten los instrumentos. En la parte inferior habría una pasarela larga y ancha en la cual Henri podría acercarse al público. Ese pasillo fue instalado con luces led de forma paralela y asegurado con todo lo necesario para que no se caiga. Además de que pondrían los barandales de seguridad para que los fans no se pasen y hagan revuelo. En el mismo primer nivel –que es el más largo– instalaron las bocinas que eran más altas que el propio Charlie, máquinas de humo y láser (debía ser un espectáculo a lo grande) además de que instalaron unos proyectores de hologramas para el propio show y hacer la ilusión más vívida sobre el ambiente de la banda sonora original. Todo fue forrado con tela negra como bambalinas para tapar la fuerte estructura. En el siguiente nivel estarían los guitarristas y bajista. En un extremo los gemelos, por lo que su estructura es más grande que la de Charlie, con sus respectivos amplificadores y demás decoración y luces. El tercer nivel sería el de Hinata. Una larga pasarela en horizontal de gran anchura para instalar la mesa con el respectivo equipo que usa el DJ para la presentación. El cual era instalado por los asistentes del chico con supervisión y ayuda de hombres de carga. Igualmente de colores negros y taparon con monitores negros la mesa; pusieron bocinas de cada extremo y sus respectivas luces y escenografía. El cuarto y último nivel es para la batería de Vinx. Por supuesto que el egocéntrico de Vinx querría su propio nivel, y más alto que cualquiera. Pero también es necesario, su batería está compuesta por setenta piezas. Así que, igualmente, guardaron una estructura lo suficientemente fuerte, espaciosa y segura para la bestia de Vinx.

—¡Hey, hey, cuidado, ese bombo cuesta más que toda tu vida y la de tu familia juntas! —Gritó Vinx viendo que trataban sin cuidado a su bebé.

—¿No estás exagerando un poco? —Preguntó Henri viendo que el tipo que fue regañado por el baterista veía al mismo indignado—, apenas están sacando las piezas y ya estás estresado.

—No, estoy siendo muy paciente y compareciente, que no abusen. ¡Hey, mi abuela sabe desdoblar los cables mejor que tú y tiene Parkinson!, ¡Cuida con tu puta alma ese maldito amplificador! No, no, no me mires así, viejo, ¿quieres pelear?...

Y así, Vinx se fue a pelear con el equipo de instalación... como cada año. Henri sonrió y suspiró, parece que todo saldría hoy muy bien. Pero algo más le llamó la atención: Vinx no es el único que se pone histérico y paranoico con el tema de la instalación. Hinata estaba también enojado y peleando con sus asistentes por algo que esté sucediendo en el tercer nivel del escenario. Rodó los ojos y se largó de allí. No tenía ganas de lidiar con esos estruendosos huracanes y sus problemas con el tema de la instalación.

~*~

Después de haber sobrevivido a la instalación, que quedó lista para cerca de las doce de la tarde con todo y prueba de ambientación y luces lista, tocaba la prueba de sonido. Fueron a descansar el equipo de instalación y los que se presentarían les tocaba hacer prueba de sonido. Henri tomó un micrófono, golpeó superficialmente y vocalizó para cerciorar buena resonancia. Vio que sólo estaban sus amigos de banda y comenzó a cantar una canción de Bon Jovi. Comenzó a moverse al ritmo de la canción y probó que cualquier cambio de sus tonos no afecte a las bocinas. Parecía que ya estaban perfectamente instaladas. Vinx se rió y le siguió el juego a su amigo fingiendo que es un fan del público alabando al cantante, siguiendo los coros de la canción.

—Ya quisieras ser Bon Jovi —se burló Vinx mientras se subía al escenario y le ayudaba a Henri a verificar el cable de un micrófono.

—Sí, ser guapo hasta viejo, lo venceré —respondió el vocalista mientras terminaba con su labor.

Hinata miró aquella cercanía receloso. No podía evitarlo, esa soltura con que Vinx trata a Henri le daba celos, un poquito, poquitito de celos; pero ahí están. Son pareja él y Vinx, y el estúpido baterista anda poniendo sus ojos y atención al vocalista de CaNniBaL. Andan jugando y corriendo por todo el escenario, haciendo desastre antes de tiempo. Y sin embargo, se veían muy bien esos dos juntos.

—Hinata —dijo su chica asistente, llamada Karenka—, necesitamos que pases tú a hacer pruebas de audio para medir volúmenes en contraste a los de la banda. Luego creo que irán los guitarristas, el bajista y baterista, en ese orden, para hacer la prueba final juntos, ¿está bien?

—Sí, no hay problema. —Contestó sin más el DJ.

Se dirigió al escenario –donde aún estaban jugando los mejores amigos–, subió por unos escalones y se dirigió al nivel donde ya se encontraba su equipo completo. Dos mezcladoras de 12 canales cada una, un moderno controlador de audio, tres tornamesas Multi Player XDJ700, un enorme teclado y a su disposición unos lujosos audífonos cerrados de 40 mm HDJ700R de color negro con rojo para que hicieran contraste con el vestuario de esta noche.

El chico encendió todo, cuidó los volúmenes y comenzó a probar el equipo. Una vez entrado en calor y confianza, comenzó a improvisar con todo lo que tenía a su alcance, logrando hacer una canción estilo trance, simple y melódica. Vinx detuvo sus boberías una vez vio al DJ subir al escenario y se quedó mirando cada acción que realizaba. Se veía increíblemente atractivo cuando se concentraba en su trabajo.

Hinata miró de reojo a Vinx y le sonrió.

Una vez acabó, sus asistentes fueron a elogiarlo y revisar ciertos volúmenes que nos le convencían del todo para lo que se esperaba esta noche. Una vez arreglado aquello, pasaron los guitarristas a hacer magia con las cuerdas y mucho ruido, los solos improvisados de ambos hermanos eran potentes y complicados que daban justificación a ser catalogados como parte de los mejores del mundo actual. Charlie hizo prueba de sonido igualmente, mientras improvisaba un solo de ocho cuerdas, estaba perfecto (nunca hay problema con Charlie). Una vez le tocó a Vinx, el rubio miró con orgullo su enorme batería de setenta piezas (y dos asientos porque son necesarios para movilidad) y tomó sus baquetas para acomodarse.

Vinx vio que todo mundo le ponía atención y eso le encantaba. Hinata estaba viéndolo de reojo y se aseguró de darle una buena demostración en lo que se refiere a su talento innato en percusiones. Henri y los demás integrantes de CaNniBaL miraron confiados en lo que haría el fundador y los demás presentes se preguntaron cómo era posible que tenga una batería tan grande y para qué, en realidad. Vinx le dio vueltas a sus baquetas y comenzó a improvisar un solo de jazz, lo más difícil en música y que más técnica necesita. Viendo que estaba entrado bien en confianza (porque en calor ya estaba hace rato, calentó bastante para poder tocar porque, si no, estarían llamado ya a una ambulancia) comenzó a improvisar como le gustaba a él la música. E impresionó a todos, como siempre. Una vez finalizó, detuvo los platillos que tocó al final y miró con la respiración agitada a los demás, estaban listos.

~*~

Justo como se había previsto, las puertas se abrieron a la seis en punto y muchos chicos y chicas ya habían entrado para instalarse como gustaran. Obviamente eran personas que pagaron el boleto por las dos funciones, y escogieron hasta mero adelante para mayor disfrute y pérdida de tímpanos. El escenario impresionó a todo fan por lo bien logrado y gigante que resultó. Las chicas iban vestidas provocativamente y con playeras que tenían el logo de la banda por enfrente y por detrás todas las marcas del patrocinio que apoyaban al espectáculo. Los chicos iban por igual y estaban serenos en cuanto a comportamiento. Pero una vez inicie el concierto, eso cambiaría. No había duda de ello. Porque la adrenalina ya estaba circulando por las venas de todos los presentes.

Hinata estaba siendo atendido por las chicas estilistas, comenzaron a darle todo el tratamiento y maquillaje con peinado para la presentación. Nuevamente, se lo pintaron –con un tinte temporal pero muy eficaz– de color negro con degradado rojo apasionante. Un maquillaje atractivo y que realzaba sus facciones y bellos ojos carmín; sin olvidar el tatuaje falso en su mejilla izquierda. Los pesados accesorios y la muy apretada ropa que usó en primeras instancias de la grabación de los sencillos. Desde su camerino podía escuchar que ya la gente estaba llegando y que estaban poniendo de ambiente música suya: Dubstep y Drumstep en primera instancia. Y sonrió complacido. Le hacía entrar en calor para poder estar listo. Es un concierto, sí, pero era en colaboración con CaNniBaL. El terreno es de la banda, no el suyo ni de Lila, mucho menos de Alexandra.

La banda ya estaba lista y reunida en una habitación para quedar en claro algunas indicaciones. Habían estado ensayando algunos actos para el primer show, pero los detalles mínimos nunca están de más. Además de que siempre es bueno tomar fuerzas con tus compañeros con los que saldrás a hacer algo increíblemente épico, o increíblemente vergonzoso. Ya sólo faltaban por estar listas Lila y Alexandra. La novia de Vinx participa, claro que sí. Pues esa modelo dio voz a muchas de las canciones del repertorio de la banda sonora original.

La chica apareció junto a Lila y dejó pasmado a todos. Alexandra se veía bellísima. Le hicieron un vestido largo de telas claras y traslúcidas que dejaban ver sus fuertes y tonificadas piernas. La prenda era corta por delante y larga por detrás (como el modelo de Lila), de colores blancos, grises, azules y negros en partes iguales. Usaba una ajustada faja con estilo metálico y un sostén  de tirantes que pasan por su cuello –lleno de collares de la temática– de color negro que dejaba sus exuberantes senos lejos de la imaginación. Unos tacones rojos de aguja, altos y sensuales. Y su cabello fue ligeramente ondulado y se veía espectacular con el maquillaje con brillos plateados y dorados que le aplicaron en sus párpados. Lila se veía muy pequeña junto a Alexandra. Eso sonrojó en sobremanera a la cantante de indie-pop.

Luther tomó a su novia y le sonrió. Para él, ella sigue siendo la más hermosa del lugar. Tony desvió la vista de aquello y se concentró en ver su plumilla. Mientras eso ocurría, Charlie seguía fumando y Henri no le dio importancia al hecho de que llegó la novia de su mejor amigo. Vinx, por su lado, sonrió lastimero.

No sintió nada al ver así de hermosa a su novia.

De pronto, llegó Hinata y ya todos estaban listos para el show. Con sus pesadas vestimentas y los nervios sucumbidos por la emoción de salir y darlo todo. El concierto es crucial. Si gusta, aseguran que la película será también un éxito. Todo dependía de esta presentación. Y eso, era lo más emocionante.

—Chicos, es hora de subir al escenario —avisó un sonrojado Spencer al ver a Charlie tan guapo.

—Enseguida vamos —respondió un sonriente Hinata.

Todos comenzaron a salir y a dirigirse a las escaleras que los conducirán a sus respectivos niveles de la pirámide del escenario. Ya eran casi las nueve de la noche, era hora de comenzar. Cuando el salón quedó solo, más que Spencer y Charlie, el manager se acercó rápido al bajista y le dio un casto y fugaz beso en los labios.

—Suerte. —Dijo el manager para irse corriendo a la cabina de grabación. Donde McGiffen, Alexis y los asistentes de Hinata le esperan para poder comenzar ellos también a trabajar.

El bajista sonrió desapercibidamente y se fue a su nivel de la pirámide.

~*~

Las luces se apagaron por completo, el público gritó eufórico y excitado porque por fin comenzaba el ansiado repertorio. Tantos meses esperando por el concierto de aniversario y, hasta qué, ya estaban dando todo un show. Unas hileras de luces led se encendieron y las máquinas de humo hicieron su función de darle ambiente al lugar. Un instrumental de Hinata comenzó a sonar y el nivel donde el DJ estaba se encendió tenuemente. La gente ovacionó aún más. Y un coro potente y llamativo siguió la melodía: era Alexandra. La chica fue puesta en el primer nivel, vistosa con un pedestal con luces decorándola y un micrófono personalizado.

Y, de pronto, una batería sonó. Como si fuera una metralleta, con fuerza y velocidad. El nivel de Vinx se prendió y cuando hizo sonar a los platillos: el escenario entero se prendió. Los guitarristas comenzaron a hacer su labor en compañía de una Les Paul 2008 y una Gibson SG, dando esa agudeza y potencia por medio de riffs y solos bien sostenidos. El bajo de Charlie era un Rickenbacker, que funciona para todo. Henri no se veía en ningún lado, tampoco Lila, aún no les tocaba hacer aparición.

Lo llamativo de la primera canción de apertura eran los coros de Alexandra y la increíble batería de Vinx. Con gran velocidad ponía tu piel de gallina, además de que ver a tan gigante pieza de percusión era todo un deleite. Compuesta por tres bombos de doble pedal, tres tarolas, seis contratiempos, tres toms de piso con tamaño normal y uno de dieciocho pulgadas, por sólo mencionar unas piezas esenciales del set, tenían esa habilidad de sonar con tal velocidad y fuerza que era pegadizo y ya pudo dejar sordos a los débiles y sin corazón a los miedosos. Bajo unos riffs de guitarra y la batería, acabó la primera canción.

El público aplaudió con fuerza.

~*~

            Pasaron una cuántas canciones y el público estaba contento con la gran hazaña que lograron obtener esta contribución. Hinata se hacía lucir en igual medida que CaNniBaL. Pero las fans de Henri ya lo querían ver, y pronto comenzaron a gritar por él. Fueron suertudas, tocaba una canción donde él participaba.

Se escuchó la batería y la guitarra de Luther, invocando el comienzo de un estilo de presentación y batalla. De entre esos dos instrumentos, un violín resonó con fuerza y sensualidad. La luz se encendió y se dejó ver a Henri realizar gran sonido con el instrumento.

Todo el mundo celebró y se emocionó por ver tocar al vocalista. Además de que tenía cierto aire coqueto y sensual en ese movimiento de caderas al compás de su ritmo. Un coro le siguió a la mejor parte de la canción, era sintetizado por Hinata en medio de su controlador.

~*~

Después de otras tantas canciones prendidas, salvajes y potentes, era necesario una delicada y suaves. Seguía la canción nostálgica con una duración de siete minutos. El instrumental de Hinata resonó junto a la flauta trasversal de Henri. Pronto, la voz de Alexandra y las percusiones de Vinx lo secundaron. Para seguir con el instrumental de guitarras y pandero de parte de los gemelos. La modelo estaba cantando tan bellamente como sólo ella lo sabe hacer, caminando con ese porte seguro y melancólico a través de la enorme pasarela principal. Las luces la seguían y su vestido se realzaba con las tonalidades blancas, azules, rosas y moradas del brillo del escenario. Además de que el sonido de aguas cayendo le daba mejor ambiente. Y es que la producción comenzó a mojar el lugar donde estaba Alexandra, el piso resonaba y brillaba junto con la voz de la chica. Y la chicas bailarinas le daban lo volvían más que vistoso.

El coro que la seguía le daba un aire de abandono y triste. Como si de verdad estuvieras solo dentro de un enorme sueño. Donde ya no sabes en quién confiar y en quién temer. Alexandra ponía pasión a sus movimientos y voz que parecía nuevamente el ángel del que Vinx se enamoró. Un ángel que era falso y que ya no existe.

Cuando acabó la canción, con la flauta de Henri, todo el mundo gritó feliz. Había sido increíble esa presentación. Y justo como pensó Hinata, esta fue una de las canciones favoritas del público.

~*~

Tocó el momento de los sencillos. Fue todo un espectáculo innegable. La voz de Henri junto con la de Lila era una bomba para el corazón. La combinación de estilos electrónicos y roqueros dieron simplemente una mezcla curiosa y fantástica, todos los presentes siguieron los coros. Ya varios se sabían la letra de los sencillos. Fueron los más escuchados hasta esos días. Estaban en la radio de todo el mundo. Si no te gustaba uno, estaba el otro pero cualquiera gustaba de los sencillos. Y verlo en vivo fue especial. El show que se formó con bailarinas de danza aérea, luces, agua, fuego y los cantantes por todo el escenario sólo dejó a todos muy satisfechos por haber pagado un boleto tan caro. Henri daba ese show que todo mundo conocía y gustaba, Lila le daba el toque femenino y Hinata daba un plus al hecho de que el DJ llamaba la atención.

Hasta que comenzó el sencillo hecho sólo por Hinata. Instalaron rápidamente un piano de cola blanco y el DJ tocó mientras Lila cantaba con pasión y gestos amorosos que contrastaban en perfecto balance con la letra de la canción. Cuando Vinx vio al DJ ser señalado con una luz blanca y el humo, sintió que vio a un demonio vestido de ángel. Era tan tentador y tan celestial al mismo tiempo. Sus rasgos, su cuerpo y esa pasión que destilaba al tocar era algo que le llenaba de cosquillas el estómago. Se veía precioso. Se sentía muy afortunado de haber conocido a ese chico que llegó a poner todo su mundo de cabeza.

Si fuera la última noche, sin duda, pediría estar junto a Hinata.

~*~

Acabó la presentación de la banda sonora cerca de la media noche y comenzó el intermedio. Después de una hora y media, donde se terminó por llenar el lugar al punto de explotar y los ganadores del concurso pasaron unos instantes con los integrantes del proyecto de la banda sonora original, fue que se dio el concierto de aniversario de CaNniBaL.

Cabe destacar algo especial entre toda esa “alegría”, y fue cuando Hinata se vio acorralado por Alexandra. La modelo tomó al chico lejos de todos los posibles ojos chismosos. Sólo quería hablar con el DJ, no debía haber problema con ello. Sería rápido y, de todas formas, Vinx estaba muy ocupado cambiándose y arreglando unos detalles para el siguiente número como para ponerle atención a la ausencia de su novia y de su pareja secreta.

La chica estampó al DJ contra una pared y acercó su rostro cerca del contrario. Los ojos verde cristal expulsaban un mal augurio y mucha ira. ¿Y ahora por qué?

—No sé cómo lo haces, pero lo haces —dijo enojada la modelo.

—¿Y ahora a qué mierda te refieres? —Preguntó Hinata harto de todo lo que le hace la novia de Vinx.

—Mi novio no me hace el caso debido, ¿tú sabes la razón? Últimamente, tú, jodida mariposa, sabes mucha información que no deberías ni conocer. Y tengo el presentimiento de que eres la puta causa de esto. Algo estás haciendo, Hinata, y me encargaré de saberlo. Ya te lo dije, he visto cómo te comes con la mirada a Vinx. Pero recuérdalo muy bien: Vinx es sólo mío. Nada, ni mucho menos tú, puede hacer algo para quitármelo. ¿Entendido?

—¿Quieres guerra, perra? Guerra tendrás.

Hinata se soltó y se escapó de la prisión del escultural cuerpo de la modelo para irse de ahí completamente sonrojado. Tenía miedo, no puede negarlo. Temía que la mujer se dé cuenta ya de su relación con Vinx y se lo arruine apenas comenzando. No lo permitiría y tenía fe de que el baterista tampoco dejaría que eso ocurra. Sólo tendrían que ser precavidos y audaces. Pero Hinata ya no dejaría que le rompan el corazón ni mucho menos que lo abandonen. Ya no podía dejar a Vinx.

Por parte de Alexandra, la mujer miró enojada la perfecta silueta del DJ y se dio media vuelta para largarse de allí. ¡Cómo odiaba a ese maldito homosexual!

~*~

Como siempre, los integrantes de CaNniBaL, hicieron un show inolvidable y limpio. Las canciones salieron bien ejecutadas, hubo improvisaciones, juegos y bromas de parte de los integrantes mientras interactuaban con el público, una guerra de solos entre Tony y Luther, y terminaron con una de las canciones que más gustaban. El concierto acabó cerca de las cuatro de la mañana y todo el recinto explotaba en aplausos y gritos de emoción por la gran presentación. Coreaban el nombre de la banda y las chicas lloraban por haber visto a sus ídolos.

¿Recuerdas cómo es la estructura de los conciertos de CaNniBaL, respetado lector? Sí, se presentan, tocan sus canciones, juegan un poco, terminan el repertorio y se presentan al público junto con las colaboraciones. Eso era lo que tocaba ahora, se despediría CaNniBaL, diciendo lo maravilloso del público y presentado a todos lo que aparecieron.

Todas las luces se encendieron.

—¡Muchas gracias! —Exclamó Henri con la respiración cortada—. Han sido un público increíble, soportaron varias horas, ¿eh? Aguantan muchísimo más de lo que podría Vinx en la cama con esfuerzo.

Los espectadores rieron. Vinx miró mal a su mejor amigo.

—Como sea, de verdad, gracias por darnos esta noche. Y un aplauso para todo el equipo de producción —los gritos y aplausos no tardaron—. Pero, más importante aún, ¡un aplauso para Lila, Alexandra y el DJ Hinata! Sin ellos, no hubiéramos logrado esta noche tan increíble.

Los nombrados salieron al escenario y se posicionaron para poder saludar y agradecer. Los chicos de la banda seguían distribuidos por los niveles de la pirámide de la estructura.

—¡Ah, Hinata! —Exclamó inocente Alexandra—. Están grabando esto y casi no te ves por culpa de esa bocina y de tu estatura, muévete.

Alexandra se movió más a su flanco derecho y dejó que Hinata se viera más para el público. El DJ dudó un poco pero lo hizo de igual manera. La gente gritó más y siguió aplaudiendo por el gran espectáculo. De hecho, muchos hombres chiflaban a las bellezas que acababan de aparecer, sí, contando a Hinata por lo bien que se veía.

Hasta que un crujido resonó por sobre la celebración.

Sólo los que estaban en el escenario y en primeras filas lo pudieron escuchar medianamente fuerte y mejor que los demás. Todos miraron a todas direcciones, hasta que sonó más fuerte y un chispazo apagó las luces de la hilera que apuntaba al primer nivel, no sabían qué estaba pasando, el equipo fue revisado y no tenía error alguno. La gente se espantó y varios gritaron. Vinx se alarmó con fuerza y bajó de su nivel tan rápido como pudo. Uno de los reflectores se cayó.

Cayó el reflector que estaba justo encima de Hinata.

CONTINUARÁ
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Perdón por las faltas de Ortografía.

Notas finales:

#YaSonPareja

#HinataDiva

#ConciertodeAniversario

#PutoVinx

(Usen el de su preferencia, por fis; sigue el de Vinx, ahí se las dejo...)

MIRAKU: Hinata no es mi responsabilidad, no pueden decir nada... (a no ser...)

“El Mundo de Miraku” es patrocinado por nadie, nadie quiere patrocinar tan buen programa (¿alguien quiere patrocinarnos?):

MIRAKU: Ya saben que Charlie, el siempre buen amigo Charlie, nos acompaña en estas transmisiones porque es al que mejor confianza le tengo después de mi almohada de emoji que tengo desde hace unos años. ¡Hola, roqueros!

CHARLIE: Cada vez me harta más ese saludo.

MIRAKU: Me vale, tú igual te quejas siempre de que odias mi saludo ¿y me ves quejándome?

CHARLIE: Lo estás haciendo ahora mismo, así que sí... Como sea, ve directo al grano.

MIRAKU: Qué grosero. Bueno, es hora de mencionar a las ganadoras y los lugares que obtuvieron:

  • PRIMER LUGAR: Ceci.
  • SEGUNDO LUGAR: Sakurai Neko
  • TERCER LUGAR: Nemecis096

MIRAKU: ¡Muchas felicidades! A las ganadoras necesito que me den un correo suyo para darles sus respectivos premios. Para Ceci (primer puesto) necesito que me diga un personaje o su pareja favorita para hacerle el dibujo como prefiera. Para Sakurai Neko (segundo puesto) debe decirme su personaje favorito y haré un dibujo para ella. Y para Nemecis096 (tercer puesto) quiero que me diga máximo cinco personajes que sean sus favoritos para su dibujo.

CHARLIE: Deben ser personajes de la historia, no le vayan a pedir un Usagi-san...

MIRAKU: Efectivamente. Si tienen problemas o preocupación por darme un correo, no se alarmen, me avisan y yo misma les contesto para ver qué podemos hacer. Pero de que tendrán sus premios, los tendrán...

CHARLIE: *Avienta confeti* Felicidades... ¿Lo hice bien?

MIRAKU: Muy bien... ¡Ahora, dos curiosidades!:

  • La batería de Vinx es totalmente real y es, en realidad, la de Mike Portnoy drum set. Búsquenlo así y encontrarán la bestia que Vinx toca. Cabe aclarar que la batería es un instrumento muy demandante, pesado y complicado. Así que sí, Vinx tiene unos brazos que dan ganas de morder pero son sólo de Hinata *cries in Miraku*
  • Los libros que Hinata le muestra a Vinx en este capítulo son totalmente reales, ¡yo los tengo! Son las novelas de Robert Langdon (es el personaje, al escritor es el gran Dan Brown) quería ponerle un toque muy personal a los gustos literarios de Hinata. Les recomiendo mucho las novelas, ¿han oído de “El código Da Vinci”? Bueno, esos son los libros que Hinata ama. #SiennaIsTheTrueLoveOfLangdon

MIRAKU: Eso es todo (es difícil escoger curiosidades que no den spoilers importantes sobre la historia), espero con ansias sus reviews y, de nuevo, ¡muchas gracias por la participación! Sé que no soy muy interesante y puede que esta historia no sea la gran cosa, pero es mi pasión y me siento muy honrada por ver que hay gente que contribuye a este proyecto amateur. Y recuerden que la opinión de los lectores, para los escritores, es alimento del alma. Los quiero mucho y Charlie también los quiere pero le cuesta admitirlo, porque sólo tiene espacio en su corazón para Spencer. Por cierto, ¿qué le pasó a Hinata?

CHARLIE: ... Suficiente, me largo de aquí. Estás cada vez más enferma.

Los Quere Musho, Miraku, SAYO~


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