Thor se despertó con un silbido terrible. Bueno, eso no era del todo cierto. Eso es lo que le diría a Loki, pero en realidad se despertó con la vejiga llena y después se fue a la cama, entonces, fue que escucho el terrible silbido. No le dejó conciliar de nuevo el sueño y la verdad sea dicha, ya estaba suficientemente cerca de su hora de despertar. Se levantó de la cama y se dirigió al otro lado de la habitación donde Loki dormía en la cama que solían compartir, y todavía a veces lo hacían de nuevo, porque, ¿por qué no? Solían hacerlo. Habían dormido el uno al lado del otro desde que Loki nació, hace unos nueve años y medio.
Thor tenía su propia habitación ahora, una serie de habitaciones, sus propias cámaras un piso más abajo. Había estado increíblemente emocionado por ello, como lo había estado en todo lo relacionado con su Ceremonia de Presentación, cuando cumplió diez años y se le dio oficialmente el título de “Príncipe de Asgard” en medio de una celebración que duró todo un día y a la que asistió todo habitante de los Nueve Reinos. (Seis de ellos, de todos modos. Nadie invitó nadie de Helheim, Jotunheim o Midgard. Pero todavía era habitual hablar en plural de los Nueve). Thor eligió el diseño de los muebles y selecciono sus propias mantas y sabanas y pieles. Loki había estado con él y su madre en todas sus salidas y mientras Madre había tratado de involucrar a Loki, pidiéndole que mantuviera un ojo en las cosas que le gustaban dado que su décimo cumpleaños estaba a solo meses de distancia, Loki se había aferrado a la mano de Thor y permaneció casi completamente en silencio, como lo había hecho cuando era muy joven.
Thor había dormido en su nueva cama con sus nuevas sabanas y mantas y pieles precisamente por cuatro noches antes de despertarse por la mañana para encontrar a Loki dormido junto a él. Había esperado esto de Loki, el solo hecho de que Thor lo intuyera le decía que su hermano menor había estado teniendo problemas para dormir, y una vez que confirmo sus sospechas tomo a Loki de la mano, subieron ese piso y le dijo que prefería su antigua habitación con sus juguetes y rompecabezas y pinceles y que ahí se quedaría si no le importaba. Thor sabía que tenía diez años y que ya era un joven, no un niño. Todos los Nueve Reinos lo sabían. (Seis de ellos, tal vez ocho de ellos, porque en este caso Helheim y Jotunheim podrían haber escuchado de su nombramiento).
Y aunque nunca lo admitirá, excepto a Loki, porque con su hermano pequeño no guardaba secretos; él también había tenido dificultades para conciliar el sueño.
Estaba solo en un piso completo del palacio con solo el Einherjar en la sombras merodeando en el pasillo. Más de una vez un ruido desconocido lo había hecho saltar en su cama, apretando una almohada contra su pecho.
(Dejó fuera la parte sobre la almohada cuando le dijo a Loki acerca de eso).
Loki estaba feliz, Thor estaba feliz y Thor era un príncipe de Asgard, así que todos los demás eran felices. Nadie se había quejado y eso era lo suficientemente bueno para Thor.
Pero Thor no estaba feliz ahora mismo. Loki estaba haciendo ese silbido de nuevo. Todavía no estaba seguro que como lo producía. Había intentado averiguarlo mientras trataba de dormir en su habitación-ahora abandonada-tal vez dos veces. Tal vez tres veces. O cuatro.
Se subió a la cama y se inclinó sobre Loki, que estaba de costado frente a la pared. Por supuesto, el pulgar derecho de Loki estaba dentro de su boca, entre sus dientes, donde alternativamente lo mordía y chupaba, y de alguna manera, algo en la posición del resto de sus dedos producía un silbido mientras respiraba. Loki no siempre mordía su pulgar y no siempre producía un silbido cuando lo hacía. Thor pensó que en realidad ya no lo hacía mucho, pero no estaba seguro, porque bueno, si pasaba, sucedía de noche cuando Thor estaba dormido. El silbido de Loki no era tan escandaloso para despertar a Thor pero era un poco molesto una vez que estabas despierto.
Eso era lo único que no había extrañado cuando se mudó a sus habitaciones privadas. Sus intentos de reproducir el silbido allí, tal vez cinco veces, quizás seis, fueron impulsados únicamente por el aburrimiento y la curiosidad. (Eso es lo que le diría a cualquier persona que preguntase. Tal vez, incluso a Loki).
—Loki…—Susurró Thor. Loki tenía el sueño ligero pero este no se movió, aunque su respiración se volvió desigual. El silbido desapareció y volvió—Loki, despierta, deja de silbar—Dijo un poco más alto. Loki todavía no mostraba signos de despertar, pero empezó a murmurar en su sueño. Thor capturó un par de sonidos que podrían haber sido un “No” amortiguado y un “No te vayas”. Se sentó junto a Loki y le dio un buen empujón en su hombro; si estaba en un muy mal sueño, eso normalmente hacía el truco. Y lo hizo. Thor sabía que lo haría porque Loki a menudo pateaba cuanto tenía pesadillas y eso lo despertaba.
Loki se sacudió al despertar, su mano cayendo de su boca. Se giró y miró a Thor con ojos nublados de sueño.
— ¿Qué?—Preguntó con voz ronca.
—Estabas mordiendo tu pulgar y haciendo ese silbido, me despertaste—Dijo Thor, señalando la cama que estaba a su espalda.
—Oh—Exclamó suavemente Loki, aun despertando. Nunca se había escuchado silbar y a veces pensaba que Thor lo imaginaba. Su hermano mayor tendía a enfadarse cuando se lo decía—Lo siento—Dijo contrito incluso si no hubiera estado silbando, porque no quería despertar a Thor de esa manera. Luego se volvió a la pared y se tapó la barbilla, pero ahora que estaba despierto y volviendo a su sueño, estaba preocupado y no se sentía capaz de dormir de nuevo.
Thor vio a su hermano clavar los puños en las sabanas y escuchó su profundo suspiro. Se sentía mal por sonar tan grosero. No era como si Loki lo estuviera haciendo a propósito.
—Loki… yo lo siento, sé que no puedes evitarlo.
Loki no dijo nada. Se limitó a mirar la pared y trató de quedarse quieto, esperando que Thor se quedará dormido, tal vez allí mismo, como siempre.
— ¿Tuviste un mal sueño?
Loki se mordió el labio inferior y vaciló.
—Sí—Admitió finalmente.
— ¿De qué se trataba?—Loki no respondió, así que Thor levantó las mantas y se deslizó por debajo de ellas, luego se volvió sobre su costado y se apoyó en su codo izquierdo frente a la espalda de Loki. Le dio un suave empujón—Oye, me sacaste de la cama con tu silbido, es mejor que voltees y me cuentes de tu sueño—Sin respuesta—No creo que sea tan malo.
Loki vaciló un momento más, luego se volvió hacia su lado opuesto para enfrentarse a su hermano. Volvió a tirar de las mantas hasta la barbilla y metió las rodillas y los brazos cerca de su cuerpo. Miró fijamente el estrecho espacio vacío entre él y Thor.
— ¿Te acuerdas de Muli?
—Por supuesto—Solían jugar con él y algunos otros chicos y chicas después de sus lecciones a veces, antes de que Thor y con él, Loki (aunque técnicamente no tenía la edad adecuada) habían comenzado su entrenamiento como futuros guerreros cuando el mayor cumplió diez años. Thor no había visto al chico desde entonces.
Los ojos de Loki evadieron unas cuantas veces los de Thor antes de-finalmente-mirarlo fijamente.
—Hoy, después de que mamá me llevó a ver a Eir, fuimos al parque y Muli estaba allí, me dijo que tenía un hermano mayor y que se había mudado a Alfheim.
Thor iba a decir algo, pero ahora que Loki había juntado el coraje necesario para contar la historia, se precipitó y corto las palabras de Thor.
—Su hermano se mudó a Alfheim para ser comerciante de especias y luego se enamoró de una chica allí y ahora se va a casar con ella. Muli ni siquiera la conoce. Tiene que ir a Alfheim para la boda y luego volverán a Asgard y su hermano se quedará en Alfheim.
— ¿Muli esta emocionado?
Loki hizo una mueca confundida.
— ¿Por qué estaría emocionado?
—Viajará a Alfheim, yo estaría emocionado.
Loki suspiró. No sabía si Muli estaba emocionado. No parecía emocionado. Bueno, tal vez un poco. Loki no había prestado mucha atención a lo que Muli pensaba. Porque Loki creyó que era horrible. Y se había quedado en el fondo de su mente durante el resto de día, tanto, que Madre le preguntó dos veces si algo andaba mal. Es solo que no le había gustado la historia.
Y entonces había soñado con eso. Pero no sobre Muli y su hermano cuyo nombre no podía recordar.
—En mi sueño, te mudabas a Alfheim.
—Estoy bastante seguro de que nunca me mudaré a Alfheim, es bonito pero no es Asgard y además voy a ser Rey—Thor hizo como si no le gustara pero la verdad, Alfheim era su segundo reino favorito. Aunque estaba muy lejos de Asgard.
(Nadie llamaba a Alfheim “El Reino Eterno” o “La Joya de la Corona de Yggdrasil”. Lo llamaban Alfheim, excepto en Svartalfheim, en donde le decían Ljosalfheim y eso no era una gran mejora).
—Pero ¿y si te vas a otro sitio, incluso a algún otro lugar de Asgard?
Thor dejó que su mirada se alejara, reflexionando sobre eso.
—Creo que nunca pensé en ello, pero supongo que seguiré viviendo en el palacio porque es en donde el rey vive.
—Pero ¿y si te enamoras de alguna chica y quieres casarte con ella y ni siquiera la conozco?
—Loki… ¿de qué se trata todo? Esto se está poniendo raro. No quiero pensar en todas esas cosas. ¿Hay… hay alguna chica que te guste?
Loki apenas oyó la pregunta y no procesó las palabras en absoluto. El peso de su pecho se volvió insoportable y la pregunta que había estado tratando de formular todo el tiempo, estalló.
— ¿Y si te vas y me dejas en paz?—Su pecho se sentía un poco mejor, pero ahora estaba a punto de llorar.
Entonces, Thor lo entendió. A ninguno de los dos le gustaba estar solo, pero era diferente para Loki. Thor se pondría malhumorado y aburrido e iría a buscar alguien con quien hablar, pero Loki se preocuparía, se asustaría y se retiraría si lo dejará por su cuenta durante demasiado tiempo. Loki estaba preocupado por muchas cosas que realmente no necesitaba.
—No te dejaré solo Loki, somos hermanos.
Loki sacudió la cabeza y sólo se preocupó más.
—Muli también tenía un hermano.
—Yo ni siquiera sabía que Muli tenía un hermano, que debe ser mucho mayor.
—Tiene ochenta y siete años—Loki no sabía porque recordaba eso y no el nombre del hermano. Empezaba con “M”…
—Loki, probablemente se mudó a Alfheim antes de que Muli naciera, tu y yo, somos hermanos de verdad, casi de la misma edad, unidos por cuerdas invisibles, si alguna vez me quiero ir a Alfheim, te llevaré conmigo—Dijo Thor casi desafiante, como si pudiera hacer tal movimiento mañana y ¡ay de aquel que tratara de impedir que llevara a su hermano con él!
(Los príncipes de diez años de edad no tenían tanta libertad, a pesar de lo que Thor pensaba)
— ¿Me lo prometes? —Preguntó Loki, medio temeroso de que Thor estuviera bromeando. Había hecho eso últimamente. Pero Loki también podía imaginar a Thor tomando la iniciativa, agarrando su mano, marchando directamente al Bifrost y ordenando a Heimdall que los enviara a Alfheim, y ahora que Thor era oficialmente un Príncipe de Asgard, Heimdall probablemente tendría que hacer lo que Thor le dijera.
(Sin embargo, Heimdall tendría una opinión diferente sobre eso).
Thor sonrío a su hermano.
—Lo prometo—Por supuesto que lo prometía. Si Thor quería hacerlo, Loki también y a Thor le gustaba eso.
También quería a Loki.
Loki buscaba en Thor orientación, protección y consejo y eso hacía sentir al mayor orgulloso de ser todas esas cosas para el menor aun cuando los diez meses que le llevaba no lo calificaban exactamente para ese papel. No importaba. Cuando le pedía su consejo, Thor imitaría la mirada de su padre que decía “Estoy pensando profundamente y enserio y son pensamientos de la realeza” y le proporcionaría el consejo. Cuando le pedía una promesa, también se la daba.
Loki suspiró y se relajó un poco. Si Thor se mudara a Alfheim y lo llevara con él, eso no sería tan malo, aunque Alfheim no sería su lugar favorito para vivir.
Y Madre no estaría allí y Padre tampoco. Loki decidió que si Thor quería mudarse a Alfheim, se esforzaría por convencerlo de que se quedara en Asgard.
— ¿Thor?
— ¿Qué?
— ¿Quieres quedarte conmigo esta noche?
Thor sonrió de nuevo y extendió la mano para sacudir el cabello oscuro de Loki. Odiaba cuando la gente se lo hacía a él, pero le gustaba hacerlo a Loki.
—No iré a ninguna parte, el suelo esta frío, mi cama también se ha enfriado y mi lugar aquí ya está cálido, así que no me moveré.
Loki sonrió y se acurrucó más en su almohada, acomodándose de nuevo para dormir, esta vez frente a Thor en lugar de la pared.
—Pero no muerdas tu pulgar o despertaras con guantes en las manos—Le advirtió Thor.
— ¡No!—Dijo Loki con una risita, cruzando los brazos sobre su pecho y empujando sus manos debajo de sus axilas.
Thor rió y alargó la mano para abrazar a su hermano y Loki desenvolvió sus brazos para devolver el gesto.
—Pon tus manos en donde estaban—Ordenó Thor con fingida autoridad.
Loki se apresuró a burlarse de complacencia, su rostro en una mueca divida entre seriedad y susto cómico antes de disolverse en risas de nuevo.
Thor mantuvo un brazo sobre su hermano y se durmieron poco después.
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Thor se incorporó de golpe en la cama debido al insistente llamado que provenía de su puerta. Se puso una bata sobre la ropa de dormir y corrió hacia la puerta principal.
— ¿Qué sucede?—Preguntó con la voz aun ronca por el sueño.
Trygvi, uno de los Einherjar que regularmente servía en su piso, llamó su atención.
—Lord Heimdall lo ha encontrado—La postura del Einherjar era perfectamente inmóvil, pero su voz estaba sin aliento por la emoción de las noticias.
Thor se quedó sin palabras por un momento, pero se recuperó rápidamente y agradeció al guardia antes de desaparecer de nuevo en sus habitaciones para vestirse rápidamente.
No habría más sueño para él esta noche.
Un caballo estaba listo para cuando salió del palacio, ya con toda su armadura, listo para lo que estaba por venir. Tomo las riendas y se apresuró al puente, disminuyendo la velocidad un poco cuando se volvió y vio a su madre y a su padre también a caballo, siguiéndolo. Se dio un momento para mirar hacia abajo y apreciar la renovada belleza del puente mientras se iluminaba con cada galope de su caballo. Cuando se acercó al resplandeciente observatorio reconstruido, tiró suavemente de las riendas y desmontó una vez que su corcel se detuvo, sus padres justo detrás de él haciendo lo mismo.
Heimdall se mantenía firme y calmo, con la espada extendida ante él con ambas manos pero apuntando directamente hacia abajo, una presencia reconfortante en medio de la incertidumbre actual.
— ¿Qué has visto, Heimdall?—Odín preguntó, su mano libre rozando la de Frigga, apenas visible en los pliegues de la capa de lana beige que ella había arrojado sobre un simple vestido azul pálido.
—Está en Alfheim. Está cenando en una pequeña vivienda aislada en las afueras de un pueblo.
— ¿Con quién?—Odín preguntó.
—Está solo.
— ¿Está bien?—Frigga preguntó.
—No veo nada malo con él.
— ¿Qué más has visto, Heimdall? ¿Qué truco ha planeado? ¿Qué trampas ha tendido?—Thor preguntó. Si Loki había dejado de esconderse de la vista de Heimdall, tenía que haber una razón. Había temido que Loki estuviera gravemente herido... No cenando.
—Estaba arrancando malezas de un jardín frente a la vivienda cuando lo encontré por primera vez. Después de que te mandé llamar, él entró y terminó de preparar la comida que ahora come. Un guiso de verduras.
— ¿Armas?—Thor presionó, desinteresado en los hábitos alimenticios de Loki.
—Un cuchillo en el mostrador de la cocina. Otro en una mesita de noche. Eso es todo lo que puedo ver.
Thor asintió; cada uno de ellos sabía que Loki podría tener muchos más cuchillos de los que podían verse en ese momento. De hecho, aunque una cuchilla de cocina era una cosa, era inusual que Loki dejara a la intemperie sus cuchillos— ¿Padre?
Odín apartó su mano de Frigga e inclinó a Gungnir hacia ella. En su mano apareció un familiar par de esposas. Frigga miró hacia otro lado mientras se los tendía a Thor
—Tráemelo, hijo.
Thor asintió lo suficiente como para llamarlo una reverencia y luego comenzó a dirigirse hacia el observatorio. Heimdall se hizo a un lado y luego lo siguió.
—Abunda el espacio abierto cerca de la vivienda. Te dejaré justo al frente—Heimdall esperó hasta que Thor se paró frente a la abertura, luego empujó la espada en su ranura en el centro del observatorio. El caparazón esférico de oro que los rodeaba comenzó a girar, y pronto Thor sintió el tirón familiar, gentil al lado del Tesseracto que habían sido forzados a usar para transportarse hasta hace muy poco, y pronto estuvo volando a través de un resplandor de luz y chisporroteante energía.
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Thor plantó los pies en el suelo, la luz del Bifrost se desvaneció rápidamente a su alrededor, la tierra húmeda y compacta bajo sus pies todavía brillaba en algunos lugares por el golpe de tanta energía. Agarró a Mjolnir en su mano derecha y las esposas en su izquierda mientras sus ojos barrían el área frente a él. La vivienda que tenía ante él era pequeña y achaparrada, hecha de una mezcla de madera clara y piedra aún más clara. Cinco escalones de madera conducían a una pequeña área de porche abierto que abarcaba el ancho de la estructura, y justo más allá una simple puerta de madera.
Detrás de esa puerta estaba Loki.
Thor respiró hondo, apretó aún más a Mjolnir y dio un paso adelante.
Mientras tomaba el segundo escalón, la puerta se abrió y Loki irrumpió a través de ella.
Loki lo miró boquiabierto y luego miró más allá de él, pero Thor se negó a caer en alguno de sus trucos y mantuvo la mirada fija en su hermano. Tal vez no lo hubiera reconocido si no hubiera sabido exactamente quién estaba en esta vivienda. Tenía el pelo corto y colgaba en ondas sueltas alrededor de su rostro, y vestía una sencilla camisa ajustada con mangas que apenas pasaban por sus hombros, y pantalones oscuros de tiro alto con cinturones, todo un estilo típico Ljosalf. Y su camisa era roja.
Thor reanudó su acercamiento con un tercer paso cuando Loki finalmente habló.
— ¿Qué es esto? ¡Has destruido mis coles!
Thor se congeló de nuevo. ¿Coles? Le echó una mirada de medio segundo al lugar donde Loki miraba y se dio cuenta de que había llegado a una especie de huerto.
—No sé a qué juego estás jugando, pero vendrás conmigo—dijo Thor, avanzando hacia Loki una vez más.
Loki lo miró con miedo y comenzó a caminar hacia atrás. De repente, se puso en movimiento, entrando rápidamente en la cabaña y dando un portazo detrás de él. Thor también se puso en movimiento, corriendo por las escaleras y al porche. Empujó la puerta y descubrió que no se movía. Empujó más fuerte, sospechaba que Loki lo había fortalecido con magia, luego movió a Mjolnir dos veces y lo estrelló contra la puerta, rompiendo y astillando la madera. Bajó la cabeza y salió corriendo, encontrándose en una habitación diáfana con ventanas grandes, algunos muebles de madera y una pequeña chimenea forrada de piedra. Un ruido procedía de una habitación a la izquierda, detrás de otra puerta cerrada.
Thor hizo girar a Mjolnir y lo dejó volar a través de la habitación, sin perder el tiempo intentando abrir la puerta a mano esta vez y simplemente dejando que Mjolnir la estrellara. Sus pies bajaron suavemente tras siglos de práctica, trozos de madera de la puerta y el marco volando a su alrededor. Estaba de pie en una habitación con un escritorio, una silla, una cama, y Loki con una pierna colgando afuera de una ventana abierta y una gran bolsa de tela verde oscuro colgada de su espalda. Sus ojos se encontraron brevemente, antes de que Loki girara su otra pierna y cayera afuera.
No estaba dispuesto a dejar a su hermano fuera de su vista lo suficiente como para correr hacia la puerta destrozada (porque un segundo fuera de su vista era una oportunidad para que Loki creara un duplicado y escapara) y sabiendo que no saldría tan fácilmente a través de esta ventana como su hermano con su figura ágil y esbelta, Thor hizo girar a Mjolnir hacia atrás y luego lo empujó con fuerza contra la gruesa pared de piedra junto a la ventana. La roca y el polvo explotaron hacia afuera, y con un segundo golpe la pared entera a la izquierda de la ventana colapsó y Thor avanzó a zancadas a través de los escombros mientras el techo con marco de madera crujía peligrosamente sobre sus cabezas.
Loki, que había estado corriendo hacia un grupo de árboles, lo miró con los ojos muy abiertos y tropezó con sus propios pies, pero rápidamente se levantó de nuevo, y fue entonces cuando Thor captó el destello del cuchillo a la luz de la luna. Loki se agachó para adoptar una posición de combate, pero perdió el equilibrio de la bolsa que ahora colgaba de su brazo en lugar de descansar sobre su espalda.
Thor se lanzó hacia adelante, con los ojos en el cuchillo en la mano derecha de Loki. Loki se echó hacia atrás con el cuchillo, listo para atacar, y justo antes de llegar a él Thor estaba repentinamente convencido de que este era un duplicado y Loki todavía estaba dentro del edificio, después de haberse hecho invisible. Aminoró su impulso, no queriendo ser ridiculizado y fastidiado una vez más por confiar en sus ojos, pero era demasiado tarde para detenerlo por completo y Mjolnir se estrelló contra Loki, impactando contra carne y hueso, las costillas de Loki cedieron justo como las puertas y la pared lo habían hecho.
Loki gritó e inmediatamente se desplomó, el cuchillo se deslizó de su agarre antes de que pudiera completar un intento de golpear inútilmente la armadura en el brazo de Thor. Mientras yacía en la hierba, aturdido, Thor bajó la bota sobre el cuchillo y se inclinó sobre Loki con los grilletes, cerrándolos sobre ambas muñecas antes de que el menor lo mirara. Los propios ojos de Thor se abrieron de par en par y se tambaleó hacia atrás dos pasos cuando Loki finalmente levantó la cabeza y lo miró con una expresión de miedo abyecto de esas que no había visto en más de mil años, cuando Thor pensó que Loki había tratado de matarlo y se había puesto furioso e intentó devolver el favor.
En ese breve momento de distracción, Loki se lanzó hacia adelante y agarró el cuchillo, liberado de debajo de la bota de Thor. En un instante, se había levantado sobre sus rodillas y había logrado clavar la cuchilla en el muslo de Thor, pero antes de que pudiera retirarla para causar un daño mayor, Thor se inclinó y enganchó su mano izquierda bajo el brazo derecho de Loki y lo puso de pie; un profundo gemido fue arrancado de su hermano, quien se tambaleó inestable una vez en posición vertical.
—Esperaba más pelea—dijo Thor, manteniendo su agarre firme sobre el brazo desnudo de Loki.
—Siento decepcionarte—replicó Loki, respirando con dificultad—Estaría perfectamente dispuesto... a intentar dar... un espectáculo más impresionante... si me liberas.
—Esto realmente no es más que un juego para ti, ¿no? Tú…—Thor se detuvo entonces. Loki no había usado sus cuchillos, ni su magia para defenderse, ni su otra arma principal: Las palabras. Aun así, no iba a caer en los trucos de Loki, en sus intentos de manipular y controlar a través de palabras inteligentes. Tiró del brazo de Loki, y cuando este se negó a caminar, lo arrastró por el costado de la cabaña con los pies arrastrándose detrás de él, hacia el frente, hacia el huerto donde las marcas del Bifrost estaban grabadas.
Loki se giró bruscamente en el agarre de Thor y logró colocar su mano izquierda cerca de la empuñadura del cuchillo, pero Thor fácilmente contraatacó y sacudió la mano de Loki, haciéndole soltar un breve grito de dolor por el empujón de sus costillas. Thor agarró la cadena entre las esposas de Loki y la tensó, luego se inclinó hacia Loki, su nariz casi tocando la de su hermano.
—Camina, o te arrastraré detrás de mí a través de la tierra. De una forma u otra, volverás conmigo. No lo hagas peor de lo que ya es, por favor—agregó, con voz demandante. Haría lo que debía, pero no disfrutaba tratar a su hermano de esta manera.
Observó cómo los ojos de Loki lo miraban desafiante, tratando de encontrar un medio de escape, Thor lo sabía, pero el menor ya no tenía más magia, si tuviera más cuchillos ya los habría usado, y no tenía otras opciones para luchar contra Thor, quien era físicamente más fuerte. De repente, la cara de Loki se relajó, sus brazos ya no tiraban de sus restricciones, y su mirada cayó al suelo.
Se había rendido.
Thor liberó algo de la holgura en la cadena y comenzó a avanzar otra vez con Loki detrás de él. Pasó por encima de una col aplastada y aún humeante y, al mirar hacia abajo, se dio cuenta de que Loki había perdido uno de sus zapatos en algún momento durante el forcejeo y ahora solo llevaba un zapato Ljosalf de cuero suave que llegaba a un punto cuadrado en el dedo del pié. Sus ojos viajaron lentamente por la forma de su hermano, volviendo a tomar su extraño vestimenta, su cabello corto y extraño. Pensó en lo fácil que fue capturarlo, en cómo Loki no se había estado escondiendo de Heimdall. Y él sabía que algo estaba mal.
—Heimdall, ¡estamos listos!—llamó desde el mismo lugar donde había comenzado, esperando no haber cometido un terrible error.