Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ni tan casados por jotaceh

[Reviews - 281]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Día 50: Mi primo Manuel

¿Les había comentado que mi familia del campo es muy rara? Pues lo recalco, porque hasta a mí me han vuelto a impresionar.

Mi abuela María era de esas ancianas que jamás en su vida usaron pantalón, porque esas eran cosas de hombres. La vieja prefería congelarse los tobillos andando en la nieve que parecer un macho.

Y ese no es el único indicio de estupidez, porque por cuarenta años fue esposa de un hombre que le era infiel hasta con la borracha del pueblo, esa que hacía pajas por unos cuantos pesos. ¿Qué será de la Conchita? ¿Seguirá igual de ebria?

En fin, lo que sucede es que enviudó después que mi abuelo muriera de cáncer testicular. Claro, como usó tanto a ese par durante toda su vida y en lo que se le pusiera en frente, terminó dañándolo tanto que se fue para el patio de los callados.

Desde ahí que María se transformó de cornuda profesional a monja diabólica. Todo asunto moral de la familia tenía que tener su aprobación y así es como toda hija, nieta o sobrina que le saliera puta, o la casaba con algún riquillo de la provincia o la metía con calzón de castidad al claustro, temiendo que se hiciera tijeras con las otras novicias. Eso sí, si eras hombre no tenías nada de qué preocuparte, porque la vieja era tan machista que hasta le pagaba las meretrices a sus nietos, como quien regala caramelos. A excepción, claro está, que hayas salido maricón, porque ahí cometías el peor pecado que pudieras cometer (como si lo eligieras) y ella simplemente te borraba de su vida, dejabas de pertenecer a su familia y terminabas en la calle peor que perro con sarna. ¿Entienden por qué no me gusta mi familia?

-¿Nicolás?... ¿Tu tío en realidad se llama Florencio? - me preguntó Gabriela durante los primeros días.

-Sí, mi abuela lo llamó así.... ¿Por qué? ¿Lo encuentras muy raro? - contesté.

-No, para nada... Le queda bastante bien... Mucho, diría yo.... - algo quería decir la gordita.

-¿Qué insinúas? - entrecerré los párpados temiendo algún disparate.

-Estoy seguro que es gay... Su forma de ser, de hablar...la forma de su trasero. Todo me grita que es marica... - comenzó con sus divagaciones yaoi.

No quise hacerle mucho caso a mi amiga, porque tan solo eran prejuicios, quizás mi tío solo era un hombre delicado. Total, está casado y tiene dos hijos, muy homosexual no parece.

Lo que sí me ha preocupado los últimos días en que hemos vivido aquí, ha sido el tema del hijo que supuestamente espera Gaby.

Resulta ser que mi familia nos esperó para abrir el testamento, pero ya todos sabían lo que había escrito la loca de María. Que le dejaría a cada uno de sus hijos 15 millones de dólares, además de la parte que le correspondía en el fundo. Y a sus nietos la misma cantidad, siempre y cuando cumplieran con una condición: estuvieran casados y tuvieran al menos un hijo varón.

Y claro, todos mis primos comenzaron a casarse y a follar como locos para dejar preñada a alguna pobre mujer. ¿Resultado? En la lectura del testamento habían tres embarazadas, gordas como ballenas.

-¿Cuántos meses tienes? - le pregunté a una de ellas.

-¿Qué te importa? Si no es hombre, no sirve de nada... - la mujer estaba loca, me respondió como si me odiara.

-Hay que pena, porque el de nosotros es un machito...- Gaby se interpuso y dejó el desorden.

Ahora habíamos caído más bajo en las mentiras, ya no sólo íbamos a ser padres, sino que además sería de un varón, cuando lo único que tiene la gorda en su estómago es la mitad de pollo que tomó de merienda.

-Hace tanto tiempo que no te veía primito... ¿Cómo has estado? Has crecido un montón... - luego de la lectura del testamento, un hombre grandulón me abrazó con cariño.

-¿No te acuerdas de mí? Soy tu primo Manuel... El hijo de tu tío Florencio... - intentó recordarme.

¡Claro! Tan solo luego de hacer memoria pude reconocerle. Era el muchacho con el que jugaba los veranos en qué venía acompañando a mis padres.

Pero qué grande se había puesto, lo recordaba enano y escuálido, casi un títere. Y ahora era un hombre hecho y derecho, más alto y corpulento que yo, con una barba frondosa y vellos en todas partes. Era como... Como...

-Un oso... - Gaby completó lo que estaba pensando.

-¿Quién era ese oso?... Harían buena pareja... - siguió.

-¿Estás loca? Es mi primo, con él me bañaba en bolas en el río... Competíamos para ver quién meaba más lejos, o a quién le salía más grande el escupitajo... - comenté.

-Eso es bastante sugerente, ahora me suena más gay todavía... ¿No te gustaría saber cuánto le ha crecido? - la gordita no iba a cambiar jamás.

La dejé hablando sola, mientras me dedicaba a mirar a mi primo, quien se había ido al otro lado del salón junto a quien parecía su esposa, otra de las preñadas.

Madre mía... Ya después de unas cuántas miradas, me convencí que tenía un encanto de primo. Qué digo, que tengo todo un semental de pariente, ¿y qué pasaría si le coqueteo? Total, hijos no podemos tener, así que niños con cola de chancho no van a nacer. Y ya no está viva la abuela María, ¿qué podría salir mal?

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).