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Lucius lo miró, cuando sus ojos se encontraron sonrieron. Por un instante el repicar de la lluvia contra el asfalto cesó. Y Lord Voldemort se reclinó contra él y lo besó.
Ya tenía mucho de esa vez. De encuentros como ese.
Caminando por Diagon, se encontró con un extranjero de aspecto fascinante.
“Es decir, es una cita con un vampiro, no un humano y no vamos a hacer nada indecente, solo quiere chupar mi sangre. No tiene nada de malo”
El encuentró se prolongo una semana.
Se encontraban abrazados, apoyados en una columna del Caldero chorreante.
-Debo irme ya. A casa.
-¿Qué? ¡Pero dijiste que te irías el próximo mes!
-Lucius- Lo hizo mirarlo a los ojos. –La tentación es cada vez más fuerte-Le tomó las manos- Siento que si no te devoró entero explotaré. Y no puedo permitirme acabar con tu vida.-Le besó la mano.
-¡Eso no pasará! ¡Lo hemos llevado bien!- Eleazar sonrió, Lucius estaba tan pálido y débil, un sorbo más y se desvanecería.
-Por ahora, pero tu sagre es tan deliciosa, y tu aroma corporal me enloquecé. Quiero arrebatarte la vida y entregarte otra en muerte a mi lado pero no puedo por ese tratado de paz. Me conformaría con tu perdón y un último beso.
-¡Eres tan cruel!- Lucius se prendó rápidamente de él, pero por supuesto el vampiro tuvo culpa, usaba algo de su hipnosis para mantenerlo contento, asegurándose de que su compañía fuera adictiva.-¡Quédate conmigo!
-Mi amor, sabes que eso no es posible-
…..
Comenzaba a espabilarse, no se sentía tan triste. Bueno, un poco. No podía culparlo, cada uno tenía una vida y apenas se conocían, si algo sacaba de esto, además de la anemia e inyecciones dolorosas de hierro, fue que se le cumplió su sueño preadolescente de un romance de ensueño con un vampiro.
Suspiró.
Debió pedir un transporte, quería ir a casa pero no quería recibir un sermón. En estas estaba cuando al frente vio a Fenrir acercarse.
“Genial, lo que faltaba”
El licántropo llegaba de frente, en un sitio concurrido. Lo que era raro porque siempre lo abordaba por un costado o desde atrás. Venía tampándose la nariz y boca, parecía enfadado. Se plantó frente a Lucius.
-¿Qué quieres?-Espetó el rubio.
-¡Báñate! ¡Apestas a cuadras de aquí!- Lucius se ruborizó. Odio que Fenrir lo notará. Modificó su rutina de aseo porque notó que en efecto, a Eleazar le encantaba su aroma corporal. Y le encantaba complacer al vampiro.
-No es tu asunto.
-Lo es si no me puedo concentrar- Se miraron funestamente. Y no sólo eso, Fenrir lo notaba, que el mago era presa fácil en ese momento. Y que otro depredador se le adelantó. -Si te gustan tanto las criaturas oscuras no tenías que buscar tanto. Ya sabes que puedes venir conmigo.
-Sí claro. ¡No! Olvídas que soy la pareja del Lord. – Fenrir se rió.
-Si, y por eso te fuiste con un vampiro.- Fenrir podía percibir su prescencia en Lucius y era imponente.
-¡Lo que ocurra en mi vida privada no es tu asunto! Mejor recuerda cual es tu lugar y deja de hablarme tan confiadamente o estarás en problemas. -
Fenrir pudo seguir molestándolo, pero lo dejó por la paz, siguió su rumbó. Y Lucius siguió el suyo muy indignado. Más adelante, a media calle. Una docena de duendecillos de Cornualle montaban un desagradable espectáculo, orinando sobre el concretó y Lucius se abría llevado el mal gusto de contemplar o pisar tal. De no ser porque, para su buena o mala fortuna, Fenrir regresó a buscarlo. Lo tiró del brazo y lo cargó como princesa.
-¡Oye!- Dio largas zancadas para no pisar el orín o algún duendecillo y lo dejó en el otro lado de la acera.
Lucius lo odio, odiaba deberle favores.
-Gracias. ¡Puedes bajarme!- Y el otro lo hizo muy lentamente para molestarlo. –Veré que mi Lord te recompensé por tu servicio.
-Muchas gracias, lo agradecería- Tomó su mano y se la besó. -¿El vampiro lo hace así?
-¡Ya vete!
-¡Lucius!- El rubio brincó en su lugar, lo que menos quería era encontrarse con alguien conocido. Miró sobre su hombro.
-¡Tío!
-Borreguito♥- El hombre llegó a su lado, lo saludo con un beso rápido sin despegar su vista de Fenrir. -¿No vas a presentarme a tu amigo?- Fenrir sonrió. Por alguna razón Lucius estaba atrapado y el licántropo lo disfrutaba.
Lucius odio su día.
-Es…- No supo si presentarlo como Fenrir, es decir, no sabía si su tío sabía lo que pasó, si lo sabía, peor si se lo decía a su padre… ¡Era un hecho! ¡No volvería a ver la luz del Sol! Viriría el resto de sus días preso en Malfoy Manor. Y a Fenrir lo decapitarían, cosa que no le importaba pero…
Al notar la tensión, Fenrir, despreocupadamente contestó.
-Soy Fenrir Greyback. –Y le tendió la mano- Licántropo serial-
Lucius casi se desmaya allí mismo. Pero contrario a toda razón, su tío se soltó a reír. Saludo a Fenrir.
-¿Enserio eres un licántropo jovencito?
-Por supuesto, me mordieron en el cincuenta y tres.– Hyperion lo tomó como una broma.
-¡Ah ya sé! Viniste a la conferencia internacional de vampiros ¿Es así? -Lucius pensó en Eleazar y los kilómetros que se interponían entre ellos.
-Es así, me invitaron y…
-¡Es una clase de fanático!- Agregó Lucius- ¡Y a menudo olvida que a los demás no les interesa! ¡Lo siento tío! Pero Fenrir ya se iba- Trató de empujarlo pero era como mover un obelisco. Creyendo que debía marcharse, Hyperion se despidió.
-Un gusto Fenrir, Hyperion Malfoy, soy el tío de Lucius- Le hizo un gesto a su sobrino quien interpretó perfectamente que estaba en problemas por no presentarlos apropiadamente.-Espero nos encontremos pronto.
-Será un verdadero placer.- Reverenció exageradamente y se fue. Hyperion rió.
-¿Es muy dramático no? No sabía de este amigo tuyo- Pues sí, al igual que Abraxas, Hyperion periódicamente le daba su vuelta a Lucius y a la gente alrededor suyo.
-Tío, ¿Puedo pedirte un favor?
-Para ti Borreguito la Luna.
-¡No se lo cuentes a mi padre!- Hyperion se extraño.-¡Si mi padre se entera de que nos vieron juntos se muere! ¡Por favor!
-Muy bien, por supuesto exijo una explicación convincente.- Lucius se agobio, estaba perdido. Pero si se lo contaba al tío Hyperion, seguramente podría aconsejarlo.-¿Qué te pasó?- Descardamente hurgó el cuello de su camisa- ¡¿Qué es esto?! –Lucius traía una bandita color piel en el cuello, cubría la cicatriz de los caninos que Eleazar clavó en su cuello más de una vez -¡LUCIUS!-
No importaba la razón, estaba destinado a ser preso en Malfoy Manor.
…….
Un día después.
Malfoy Manor.
Hyperion, como el hermano mayor y cabeza de los Malfoy fue bien recibido, aun cuando llegaba tan sorpresivamente. Él y los señores Malfoy se reunían para beber el té, aunque por supuesto ese no era el motivo.
-Ayer ví un acto de caballerosidad de muy buen gusto.-Comentó - Y me sentiría muy contento de que Lucius recibiera tales atenciones de no ser porque venían de un licántropo. – Circe miró a Abraxas, este palideció.- Y eso no es lo peor, también vengo enterándome de que Lucius llevaba días encontrándose con un vampiro.
-Eso no..- Abraxas no sabía que hacer, estaba entrando en pánico- …
-¡Lo es si transmiten la rabia!-Contestó Hyperion, todos sabían que los vampiros, desde el tratado eran inofensivos, a menos que no tuvieran sus vacunas.-Lo que me lleva al punto de mi visita. No tengo idea que concepto tengan de la situación. Pero a mí me parece que ese compromiso con los Black no ha servido de nada, a los dos jóvenes no les interesa, Narcisa se fue a España y Lucius sale con este Tom del que no ha sabido en un mes…
-Lord Voldemort- Trató de componer Circe.
-Y yo no estaría molestándolos, a pesar de lo inapropiado que pueda parecer, sino fuera porque mi sobrino tiene conductas de riesgo. Y a diferencia de ti Abraxas, hice mi tarea.-
Arrojó un par de folders rotulados, cada uno con información del mago en cuestión “Fenrir Greyback” y “Tom Sorvolo Riddle”
Abraxas miró detenidamente el expediente de Fenrir muy angustiado, pero no pudo pensar más, Hyperion enseguida continuó.
-Desería poder haber hecho algo antes, pero ha sido tu necedad Abraxas la que me impidió guiar más de cerca a Lucius. Incluso te has negado a renunciar a tu paternidad para que yo pueda criarlo. Pero no me importa, amo a Lucius; y velándo por su bienestar es que he tomado la decisión de heredarle Malfoy Manor entre otros bienes con la condición de que reciba ayuda.
-Muchas gracias Hyperion- Contestó Circe sinceramente agradecida. Abraxas la miró pero no dijo nada.
-¿De qué clase de ayuda estás hablando Hyperion?
-Profesional por supuesto. Esto no es casualidad Abraxas- Hyperion dejó a un lado su taza de té y varita- Sé que esto es difícil para ti pero tienes que escucharme, es Lucius quien se mete adréde en estas situaciones. Tal vez quiere llamar la atención pero…
-¡Cállate! ¿Cómo puedes decir eso? ¿Cómo te atreves?
-¡Abraxas! – Pero la ignoró.
-¡Lárgate!
-¡No me iré Abraxas!, olvidas que esta también es mi casa. ¡Ahora siéntate y escucha!-Su esposa a duras penas lo sentó. -Iré al grano. Es obvio, que Lucius tiene una afición por los licántropos y mestizos.
-¡Mi Lucius no es un degenerado!
-¡Hyperion!-Ella se alarmó por tales declaraciones, pero…- ¿Estás seguro?- preguntó preocupada. -¿Pero cómo? ¿Por qué?
-¡Circe! ¿¡Cómo puedes pensar que nuestro hijo…
-¡Es la única explicación!- Dijo ella horrorizada- ¡Es cierto!, ¡Lucius parece fascinado con los mestizos! ¡Tu mismo dijiste que ese chico Lupin era un problema!-
Hubo un silencio incómodo y prolongado, el ambiente se tensó más.
-No sé como es que llegamos a esto- continuó el tío- Tal vez solo… o lo hace de forma inconciente no sé si…
-¡Fui yo!- Abraxas se pusó de pie- ¡Yo lo abandoné con ese licántropo!- Se soltó a llorar- ¡Por mi culpa mi hijo es un pervertido!- Hyperion no entendía lo que decía.-¡Fue mi culpa!, lo expuse a algo ¿Qué tal si ya no se acuerda? ¡El medimago me dijo que todo estaba bien!, pero tienes razón Hyperion, todo es mi culpa. ¡Todo es mi culpa!- El llanto de Abraxas aumentó- ¡Debí hacerte caso! ¡Tu siempre tienes razón! ¡Pero es mi bebé! ¡No podía entregarlo, ni siquiera a ti!-
Abraxas se tapó la cara, estaba hecho un mar de nervios, no entendía como Lucius se reencontró con Fenrir, pero eso solo significaba que el hombre lobo no lo había olvidado y aun lo tenía en la mira, se acercó a Lucius con un propósito, ahora su hijo estaba en peligro.
Hyperion no entedía del todo, pero ver a su hermano tan apesumbrado lo lastimó. No iba a recriminarle más, se acercó a él pero antes de hacer más Abraxas siguió.
-¡Llévatelo Hyperion! ¡Estará a salvo contigo! Austria es muy bonito…
-¡SUFICIENTE!- La señora Malfoy explotó-¡No es por eso Abraxas! ¡No es por ese incidente! ¡La culpa es de ustedes dos!-Los señaló- ¡Ustedes tienen la culpa!
-¿Nosotros?-preguntó Hyperion super indignadísimo, ¿Él que había hecho más que velar por la seguridad de Lucius?
-¡LO ES!- Gritó. Luego se calmó un poco, por cansancio –Lucius actúa así porque está muy consentido por su padre y tío. Querrá atención masculina siempre. Aunque se case con Narcisa, lo sé, es mi hijo ¡Lo conozco!- Y se soltó a llorar, y a ellos les dio terror porque era la primera vez que la veían sincerarse y era una dama pero les daba miedo.- Quería emparentarlo con Sirius Black pero no se dió. No sé que hacer. –Buscó un pañuelo y secó su rostro-No quiero que mi hijo me odie, por eso cuando él y Narcisa se comprometieron no dije nada pero… es obvio que no va a funcionar, ahora esta prendado del Lord.-
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-¡Lucius siéntate! Tu padre tiene algo que decirte.- Se encontraban en la alcoba del joven. Como lo instruyó Hyperion, iría al grano. Abraxas tomó aire y habló.
-El sujeto que te secuestro cuando eras niño es un licántropo serial. Se llama Fenrir Greyback, el mismo tipo con el que sales y no lo han arrestado- Y se soltó a llorar; estrujó a Lucius entre sus brazos.-¡Pensé que al ocultarlo te estaba protegiedo! ¡Perdóname hijo mío! ¡Debí decirte la verdad desde el principio! ¡Perdón! ¡No quería que pensarás que no me importas! ¡Eres mi bebé! ¡Sólo quería protegerte! ¡Te amo tanto!- A Lucius casi se le salen las lágrimas, pero se aguantó. Él tenía la culpa, debió decirle todo a su padre y nunca ocultarle la verdad.
-Padre no es tu culpa, es que ese imbécil le gusto. Por eso me busca pero yo nunca le hago caso, ¡Perdóname! Yo ya sabía quien es, pero te juro que nunca mas lo veré. Yo estoy enamorado de Tom ¡Es a Tom a quien amo! - Abraxas reavivó el llanto, porque esa respuesta tampoco le alegraba.
-Lucius lo que haya pasado no importa. -Hyperion se sentó del otro lado y lo abrazo- Nosotros estaremos contigo en cada paso.
-¿Eh?-
Clínica Atlantis de Salud mental.
-¡No soy un enfermo mental! -Pero si sus padres se enteraban de que hizo un juramento inquebrantable lo matarían ellos mismos. Antes de recibir Verisaterum, mejor habló con el terapeuta quien concluyó que la familia entera necesitaba terapia pero cuando intento acordar una cita, apenas mencionó que Lucius estaba cuerdo y sin traumas, los hombres Malfoy agradecieron y se marcharon llevándose a su más preciado bien a casa.
-¡Jamás me habían avergonzado tanto en toda mi vida!- Tener esa mancha en su historial. Sin contar las dolorosas vacunas contra la rabia, por si las dudas.
-No tiene nada de malo ir al loquero Lucius.
-¡Cálmate galletita!- Para Abraxas saber que su hijo era sano y normal y que su estilo de crianza fue correcto era una alegría, un alivio. Se sentía mejor. Abrazó a su bebé.
Los tres estaban sentados en un sofá de la sala de estar y hechos bolita, Lucius en medio, la señora Malfoy se les plantó enfrente, varias valijas levitaban tras ella.
-¡Estoy harta! ¡Estaré con mi madre!-
Ellos sintieron terror. Sabían que estaba enfadada, pero al menos, si se marchaba no tendrían que vivir con miedo por unos días.
………
-¡Mi Lucius está bien! Ahora podremos seguir adelante. El próximo paso es castigar a ese infeliz con todo el peso de la ley.
-Me temo Abraxas que esa desición no te corresponde. Es de Lucius. – Lucius miró muy sorprendido a su tío. –Y evidentemente optó por no delatarlo.
-¡Pero hay que encerrarlo!, ¡Ese licántropo es peligroso y sigue suelto! ¿No ves qué tiene a Lucius en la mira?
-Padre.- Abraxas miró a Lucius, luego a Hyperion. Este se pusó de pie y los dejó solos.
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-¿Por qué no delataste a Fenrir tío?, Se que quieres hacerlo.
-Porque tu no lo hiciste teniendo tantas oportunidades.- Hizo una pausa- Yo no sabía de esto. Vi cuando te cargo para que cruzaras la acera, me pareció muy tierno y aplaudible. Ahora estoy muy decepcionado.- Lucius se sintió culpable.- Lucius no puedes permitirte que las cosas se te salgan de control, y el adulterio no acordado tambien es una falta de respeto, si ya sé, los vampiros no cuentan, me refería a Greyback y a Tomás.
-Es Tom.
-Eres una persona maravillosa, solo tienes que ordenar tus prioridades. No atormentes así a tu papá- Le dio un besó en la frente.
-Si tío.- Lucius entendía que su familia tenía razón en pedirle un mejor comportamiento.
Ya era tarde, todos se fueron a sus habitaciones para dormir.
Continuará...