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Hombre Lobo al descubierto por SigmaIII

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Notas del capitulo:

Este capítulo lo comparten nuestros protagonistas: Severus, Remus y Lucius. ¡Ah y por supuesto Fenrir!

ACOTACIONES:

"Pensamientos"

"Texto"

 

Enlazados: Si antes nos vimos, ni me acuerdo.

 

---Snape Day---

Severus adoraba ir con su madre a los mercados mágicos, se sentía muy seguro.  Caminando juntos por las calles solo circuladas por miembros de la comunidad mágica.  Entraron a la Herbolaría, la tienda favorita de los dos, su mamá necesitaba algunas hierbas para sus pociones.

A él le encantaba el olor de las plantas, tallos y hojas, flores y algas secas. Le gustaba el aspecto de la tienda, con fajos de mercancía acomodados sobre los estantes, el piso polviento por tantas hojas secas que se desmoronan y olor amargo pero fresco. También le agradaba el dependiente, era muy amable. Siempre obsequiaba ramas aromáticas a sus clientes. Le gustaba cuando les regalaba saquitos, porque con ellos su madre preparba té. Eran pocas las oportunidades que tenían para salir a Londres mágico. Por eso eran maníficas estás oportunidades.

A sus once años, Severus ya sabía que quería trabajar en esa tienda de grande.

Le encantaría trabajar para el dependiente. Si fuera así llevaría los ramos y fajos, llenaría botellas y envolvería hojas en periódico, pesaría ingredientes en la balanza y prepararía encargos. Algunos los entregaría a domicilio. Todo eso haría.

Observaba de lejos como el hombre y su madre se llevaban bien. –Suspiró- De solo imaginar como sería la vida como hijo del dueño de la herbolaría… si tan solo los sueños se hicieran realidad…

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La señora Snape agradeció y salieron de la tienda. Caminaron por la banqueta, se dirigían al centro de la plaza. Severus iba de su mano, entonces, al frente lo vió, otro muchacho, como de su edad pero más alto. Caminando hacia ellos, en compañía de su padre. El chico era tan guapo que Severus quedó prendado de inmediato. Su madre decía que no se deben juzgar los libros por su portada ¡Pero rayos y centellas! ¡Es tan atractivo! No pudo hacer más que quedársele viendo, ¡Y entonces le sonrió de la manera más espléndida! Supo que era amor a primera vista. Su corazón latió tan fuerte, la cara la tenía toda caliente y las piernas hechas gelatina. ¡Lo amaba sin conocerlo! Quisó seguir contemplándolo pero su mamá le tiraba la mano y se lo llevó con ella.

---Malfoy Day---

Abraxas notó que su hijo le sonreía al mestizo ese sin gracia, maldita pubertad del demonio… ¡Apenas tenía once, apenas! Cuando los pasaron de largo interrogó.

-¿Y a ese vándalo lo conoces?- Lucius se encogió de hombros. -¿Por qué sonríes?

-Mamá dice que hay que sonreír. –

Abraxas rodó los ojos.

---Snape Day---

A su madre le había sobrado algo de dinero por lo que le invitó un helado. Ella lo dejó sentadito en la banca de la fuente con las compras mientras pedía dos conos en la fuente de sodas.

Severus estaba rodeado de varias bolsas de papel. Rodeado y abrumado. No podía sacárselo de la mente. ¡A ese ángel rubio! - Suspiró. Entonces notó que al otro lado de la calle un niño se le quedaba viendo demasiado, luego una mujer, probablemente su madre quien le sonrió y se fueron.

“Raros”  -pensó Severus.- “Su madre es muggle, también debe ser mestizo”

Su mamá volvió a su lado con ambos helados, los comieron mientras disfrutaban el sol de primavera.

---Lupin Day---

Mientras tanto Hope y Remus buscaban el restaurante donde se verían con Lyall, pero antes ellaquisó incentivar a Remus. Sabía que su hijo es muy tímido. Y había un pequeño sentado en la fuente frente a ellos, parecía amistoso.  

-Mira Remus, allá hay un chico de tu edad, ¿Por qué no hablas con el?- El niño negó. -Anda, que no te de pena.

-No quiero, es raro.

-¿Cómo dices? Ni siquiera lo conoces.

-Debe serlo, ¿Y qué le digo?, es raro como el vecino de enfrente- Hope sonrió, la mentalidad de su hijo era adorable, el vecino de enfrente era completamente normal, extroverdito y aventurero. Y el suyo una cosita súper tímida.

-¡Vamos. Inténtalo! – Remus miró fijamente al niño y negó, entonces él se dio cuenta de que lo miraban, tras un gesto de despedida por parte de Hope, siguieron su camino buscando el restaurante.

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Lyall Lupin esperaba en una mesa que daba a la calle, con vista a un pequeño parque. Se encontraría con su esposa e hijo. Miraba a todos lados esperando reconocerlos entre la gente. Unas personas se acercaron a la entrada del local. El hombre miró su reloj.

-Faltan cinco minutos para que tu madre note nuestra ausencia. ¿Qué quieres hacer?- El jovencito vio la tienda de enfrente.

-¿Puedo ver los animales?

-No.

-¡Por favor!

-No, dudo seriamente de la sanidad de ese establecimiento.

-¡Padre! ¡Por favor!

-Está bien pero no me sueltes la mano.- 

Lyall casi escupe el café de la gracia que le produjo ver a ese hombre llevando de la mano a su hijo, que era de la edad de Remus y ya estaba grandecito. Una mujer en la mesa de al lado también contemplo la escena.

-Como exageran algunos padres ¿no?- Como queriendo iniciar la conversción. Ella suspiró.

-Es complicado, cuando yo era niña las calles eran más seguras pero ahora, con tantos incidentes, solo hace un año avistaron a un licántropo serial en el ministerio y hace tres aquí mismo en Diagon. Yo también pecaría de exagerada con tal de mantener a mi hijos a salvo- Concluyó la mujer que no concordaba para nada con Lyall.

Lyall bajo la vista.  Se tapó el rostro avergonzado, ella tenía razón. Se frotó las sienes recordando lo acontecido. Recordando lo que pasó.

“Un mal sin alma que no merece más que la muerte”

-¿Cómo pude ser tan imbécil?-Dijo por lo bajo. -“¿Cómo pude condenar a mi único hijo?”- pensó.

 

Hope divisó a su marido y lo saludo de lejos agitando su brazo.

Al verlos, Lyall se animó un poco. Carraspeó para sacarse el trago amargo. Su familia se acercó a la mesa pero antes de tomar lugar Remus se adelantó.

-¿Puedo ver las mascotas?

-¿Mascotas?- Hope se extrañó pero luego vió la tienda al otro lado.

-Claro pero no tardes, y si ves a otros niños ¡Hablales!-

Los esposos se miraron, Hope con una sonrisa nerviosa. Remus ni siquiera vio el letrero ó la tienda, debió ser su olfato super desarrollado. Tenía que hablar de eso con el.

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Lechuzas, gatos, perros, ratas, murciélagos (los amo), escarabajos, había de todo.

Remus los miró ilusionado, pero entonces otro espécimen llamó su tención. Notó su movimiento de lejos aun cuando el estante no lo dejaba verlo, avazó tímidamente y lo divisó, un chico rubio, esbelto con cabellera larga amarrada en una coleta. Miraba la gran jaula de las lechuzas.

Remus no supó que hacer o decir. Su mamá le dijo que hablara con otros niños pero no quería, era muy difícil. Se acercó lentamente, miró a todos lados esperando que algo o alguien lo sacara de su embrollo. Tomó una gran bocanada de aire y muy tímidamente se acercó más al chico; a pesar de la mirada homicida del adulto a su lado, quien distrajo su atención cuando el dependiente le ofreció alimento para gerbo al 2x1.

-Hho… ho…- Remus estaba congelado, las palabras no salían.

-¿Hablas con las lechuzas?- Preguntó el muchacho.

-Ahmm no..

-¡Ah! ¿Intentas hablar con las lechuzas?

-Ehmm sí.. creo..- Remus desvió la mirada, sentía que sudaba frío. Se puso nervioso, era lindo y sus ojos grises, nunca había visto ojos así.

-No creo que funcione.

-Yo tampoco. – Remus se frotó el brazo, estaba sudando de nervios, que fuera amable lo confundió y lo puso más nervioso, lucía genial con la ropa que llevaba. Ya no quiso hablar, quería salir corriendo de allí. Entonces notó que el chico llevaba un anillo con un emblema que no supo identificar, parecía antiguo como la bandera de un castillo. Pensó en el uniforme del vecino de enfrente, era muggle pero en su uniforme siempre estaba dibujado el mismo símbolo en casi todas sus prendas. ¿Era parte de su uniforme? -¿Tu vas a la escuela?

-No, educación en casa.

-Ah… yo tampoco voy a la escuela.

-¿Quién es tu profesor?

-¿Profesor? No tengo, mi mami es quien me enseña.

-Ah ya, eres pobre.

-¿Eh?-

Lucius siguió la conversación como si nada, como si las palabras no ofendieran.

-Yo quisiera ir a Hogwarts pero no creo que mi padre me deje.

-¿Hogwarts?

-Sí, ¿No lo habías escuchado?, ¿Eres squib?

-¡nno! No, soy mago y.. –“ah sí, que no debo decirlo”

-¡¿No lo habías oído? ¡Es la escuela de magia y hechicería más famosa de Gran Bretaña!, mis padres estudiaron allí, y mis tíos y mis tías. ¿Enserio no lo había oído?- Remus negó.

-Bueno, supongo que tu podrás ir, es un colegio publico así que a tus padres no les pesara. – Lucius miró a su padre que le hacía señas mostrando el reloj y con una ceja levantada.

-Debo irme, fue un gusto.

-Adiós. –

Remus se secó el sudor de la frente con un movimiento del brazo, luego miró los ratones corriendo en su jaula.  El lugar entero olía a aserrín y comida para gato, un perico se mesía en un columpio en el techo y comía semillas de su recipiente. Se agachó ante una caja y acarició a los gatitos.

Mientras tanto Lucius y Abraxas regresaban al restaurante.

---Malfoy---

-¿Quién era ese?

-¡No sé papá!

-¿Por qué hablabas con él?

-No sé, parecía interesante. ¿Y qué hacemos por aquí? ¿Enserio vamos a comer allí?

-Es el lugar más medianamente decente en cuadras por aquí.

-¿Y qué hacemos por aquí?, da miedo.

-Los amigos de tu mamá- Eso decía todo- Ayúdame a buscarla. -

Llegaron a la mesa donde los esperaba la señora de Malfoy. Ella leía el periódico.

-¡Mami!

-Querido.

-Tu hijo está muy coqueto el día de hoy- dijo con reproche Abraxas esperando que ella hiciera algo al respecto. Lucius rodó los ojos, el mago se sentó y quitó los guantes pero detuvó a Lucius antes de que tomara asiento.

-No señorito, primero lávate las manos.

-Pero no toque nada.

-¿Escuche a alguien contradecir? – Lucius acomodó la silla y fue a buscar el baño. Abraxas estuvo por ponerse de pie..

-¡Siéntate!

-Querida.

-¡Sentado!

-¡Es nuestro hijo!

-¡Cálmate Abraxas!, ¡Dale dos minutos por amor a dios!- El señor Malfoy luchó con todas sus fuerzas; no podía contra el papé en el. -¡Cálmate!, mira cuenta los segundos y si tarda mucho vas con él. - Abraxas lo hizo, contó los segundos que parecían eternos. -Cálmate. –Abraxas miraba sobre su hombro pero Lucius no regresaba. -Tranquilízate.- Abraxas respiró profundo y contó la cuenta regresiva en su cabeza “20, 19, 18, 17…” que equivalía a los cinco minutos que podía descuidar a Lucius. “11, Mierda 10, mierda, mierda 9”  Y Lucius llegó. Abraxas respiró aliviado. Desfalleció en su asiento.

La mujer hizo a un lado el periódico y la libreta donde hacía anotaciones.

-Es momento de esa charla.- Concluyó.

-¿En este lugar?- Rogó Abraxas.

-¿Quieres esperar a llegar a casa?

-Esta bien, ¿Qué magnífica propuesta tienes tú querida?- dijo fastidiado.

-Avery.

-¿Con esos estirados? ¿De verdad?

-Tienes razón- dijo cansada. Ni siquiera sabía porque se le ocurrió. Abraxas se frotó la barbilla meditando seriamente.

-¡Ya sé! ¡Hyperion y Lucius!

-Es la octava vez que lo mencionas, ¡No!, ¡Lucius no se casara con tu hermano!

-¡Por favor mujer es el hombre indicado!

-¡No Abraxas!. Lucius no se casará con Hyperion.

-¿El tío Hyperion?- preguntó el muchachito queriendo saber si hablaban de ese Hyperion.

-¡Sí!- contestó Abraxas lleno de dicha.

-No Lucius, no. – Afirmó la mujer.

-¡Dame un motivo válido! – exigió el hombre.

-Porque yo quiero nietos, Hyperion lo tratará como a su sobrinito precioso y no le pondrá un dedo encima, Abraxas ¡Entiende que en estos tiempos lo peor que puede hacer una familia sangre pura es no procrear!

-¡Pero ellos serían tan felices!, Hyperion trataría a Lucius como un rey…

-Si, cumpliéndole todos sus caprichitos ¿Verdad? ¡No! – Abraxas apretó los puños enfadado.

-¡Dales una oportunidad!

-No.

-Son perfectos. Hyperion es el único mago confiable en la faz de la tierra, incluso yo le doy el visto bueno eso es decir mucho. 

-Es tu hermano claro que le das el visto bueno.

-¡Fue muy difícil para mí! pero es la conclusión más obvia. Preferiría comer mis propias vísceras a ver como mi hijito se casa con alguien inadecuado. ¡Hyperion es el único mago que se ha ganado mi respeto!

-No.

-Nacieron el uno para el otro.

-Doce años de diferencia.

-¡La diferencia perfecta! Tu me llevas diez – dijo de manera coqueta. “Y eso no nos impide hacer cositas”

-No Abraxas, no, Lucius no se casara con Hyperion.

-Dejemos que el decida. Lucius, ¿Te gustaría casarte con el tío Hyperion?- Lucius medito un poco, adoraba a su tío pero sería raro, es decir, ¡Sería sumamente raro! Sería casi como casarse con su padre. Pero era su tío favorito, era muy divertido. Antes de responder su madre se adelantó.

-No seas absurdo esposo, es un niño, no sabe lo que le conviene.

-Ya mujer, entiende que nadie en esta Tierra es suficientemente bueno para nuestro hijo a excepción de Hyperion pero tu no quieres, admite que no llegamos a nada cuando nació, ni cuando cumplío dos ni cuando cumplío cinco y es más que evidente que no llegaremos a nada hoy, no tiene caso- dijo con desesperanza- Es un cuento de nunca acabar. – La mujer inspiró profundo y asintió.

-El tiempo apremía. – Miró a su hijo pensando concienzudamente. – Tal vez en la escuela podamos conocer a alguien.- Abraxas la miró con todo el enfado que pudo.

Lucius suspiró, miraba la carta en la mesa decidiéndose porque platillo optar, al menos podía elegir que comer.

---Lupin---

Remus regresaba con sus padres. Se sentó con ellos.

-Mami, ¿Qué es Hogwarts?

-Es la escuela en la que tu padre se educó cuando era pequeño. – Dijo gustosa.

-¿Yo puedo ir a esa escuela?- Hope sonrió nerviosa. – El chico de la tienda dijo que el quería estudiar allí, parecía amable. Si hay más chicos como el no me molestaría ir a la escuela.- Hope no dijo nada, le hizo feliz que hubira hecho un amigo, pero se deprimió pensando en que Remus no iría a Hogwarts. Comprendía que no podían seguir aislándolo. Ya era tiempo de hablar sobre la posibilidad de un colegio muggle, aunque Lyall no parecía muy convencido. 

-¡Entonces si hablaste con alguien! ¿Cuál era su nombre?

-No lo sé, olía bien. No sabía que los niños usaran perfume.

-Mphhh tal vez así acostumbran en su casa. – dio Hope orgullosa de que su hijo fuera valiente. Y popular.

---Monstruo---

Mientras tanto en la “Golosina lechuzil” La tienda de mascotas para el mago o la brujita. Los empleados intentan abrir una caja de madera. Adentro había alimentos secos para mascotas.

-¡Con esto!- El vendedor usó una palanca de metal para forzar la tapa, al hacerlo. Del interior de la caja emergió un cadáver.

La empleada gritó.

El vendendor se paralizó un instante, pero tras tantos años de experiencia reaccionó.

-¡Tranquila, es un jodido Boggart o de esos malditos…! ¡No te muevas!- Sacó lentamente la varita, pero la criatura al comprender que lo atacarían huyó.

La empleada gritó, al verlo metamorfosearse en una quimera. El vendedor fue tras él, ¡Se había comido toda la caja! 

---Malfoy---

Un montón de gente gritaba. Decían que un monstruo se había colado al restaurante.

Lucius quiso mirar pero su madre con un golpe bajo la mesa le recordó que no había razones para chismear como el vulgo.

Abraxas si se pusó de pie, para prepararse por si pasaba algo. Entonces, a través del gentío y gritos, llegó corriendo un conejo blanco que era perseguido por una bruja nerviosa, quien gritaba cada que trataba de golpearlo con la escoba.

-¡¡¡O por dios lo amo!!!- dijo Lucius mientras contemplaba esa motita peluda que fue arrinconada por la mesera y el vendedor de la tienda de mascotas que llegó sudando. Traía una red consigó para atraparlo.

-¿Cuánto?- preguntó Abraxas al vendedor mientras buscaba en su bolsillo.

-¡No señor! ¡Es que eso no es…-

-¡Mira papi es hermoso!- Lucius pezcó distraído al conejito que estaba más concentrado en sus perseguidores. Lo sostuvó y lo alzó alto para que su padre lo contemplara, al conejo más precioso. El Boggart estaba muy confundido, no sabía que hacer. No sabía en que transformarse.

“¡¡¡PAPI!!!  TwT  - Abraxasno podía contra el “Papi”

-¡¿Cuánto?!- Insistió el mago medio agresivo y poniéndo el dinero en las manos del vendedor-  ¿Tiene pulgas o algo que deba saber?-

Era un momento de moralidad para el dependiente de la tienda. Y la mandó a la mierda, todos tocaban a los animales pero nadie compraba nada.

-No, tiene buena salud y … y… ya tiene sus vacunas, si jeje, es un conejito muy bien portado-

Lucius lo estrechó fuerte entre sus brazos y el conejito solo rascó su oreja con la pata trasera decidiendo qué hacer, por ahora habían dejado de atacarlo.

-Te amo- dijo Lucius, lo cargó y lo abrazó. La señora Malfoy pagó la cuenta para marcharse, ya no quería seguir allí. La familia salió mientras el vendedor los seguía. El conejito se asomó por sobre el hombro de Lucius y en cuanto vislumbró al vendedor abrió la boca y le enseñó tres hileras de colmillos afilados de manera amenazadora. Este permaneció estático ante tal visión. Los Malfoy se marcharon llevando a un monstruo en brazos.

El dependiente juró al cielo que si el conejo no hacía nada nunca más mentiría.

---Fenrir---

Lucius caminaba brincando de felicidad con su conejito en brazos, entonces sintió que le metían la mano en el bolsillo de su túnica. Cuando miró, vió como un niño corría lo más rápido que podía por la callejuela. Revisó rápido, aunque no llevaba dinero se preocupó mucho. Sus padres no se dieron cuenta porque iban distraídos discutiendo, aun, sonre el prospecto perfecto para Lucius.

-¡Hyperion! – dijo Abraxas con una enorme sonrisa.

-¡¡ESE ESTÚPIDO!!-  

Los Malfoy miraron horrorizados a su hijo.

-¿Acabas de decir una mala palabra?

-¡No, yo no…- Lucius intentó defenderse.  

-¿Tu tío? ¿El que se desvive por ti? ¡Jovencito mal agradecido! ¡Te dije que estaba impertinente hoy!- dijo Abraxas desesperado a su esposa.

-¿Qué te pasa Lucius? Tu comportamiento es inaceptable. Aun si tu tío es un estúpido no es razón para que lo insultes y es mucho peor que te atrevas a hablarnos así, ¡Nosotros sabemos que es mejor para ti te guste o no!

-¡No! ¡Yo no quise…

-¡Estás castigado!- Sentenció la mujer.

-¡Pero yo no.. ese niño de allá… -

-¡Suficiente!, ¡Dame ese animal!- La señora Malfoy le arrebató el conejo.  

-¡No! ¡Batuta no!

-¿Batuta? Lucius, al menos ponle un nombre decente a tus mascotas. – Ella no tuvo reparo en llevarlo-con asco- colgando del pellejo, luego Abraxas se lo quitó para llevarlo en brazos.

-¡No madre!

-¡Suficientes quejas! ¡Camina al frente y no digas más!- Lucius brincó lleno de frustración en su lugar, dejó caer el papel al suelo. La nota que aquel niño metió en su bolsillo:

“Joven amo, no deberías hacerle ojitos a nadie más que a mí, si lo haces haré de tu vida un infierno”

Lucius regresó hecho un mar de lágrimas a casa pensando en que tal vez y solo tal vez, ese maldito niño que lo secustró hace casi un año si tenía el poder para hacer de su vida un infierno. No solo lo tenía vigilado sino que también parecía tener espías y agentes en todos lados; como la chica que lo abrazó en la dulcería, o el mocoso que le entregó la nota.

.

.

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Malfoy Manor

Era de noche, Lucius escuchó rechinar la puerta de su alcoba. Sintió como le daban un beso en la frente y ponían algo en su cama, estaba tan cansado que no se fijó que. Al despertar encontró a Batuta recién bañado y con un enorme moño rojo.

 

 Continuará...

Notas finales:

Tal vez a algunos decepcioné la rebelación, pero desde el principió imagine a Batuta como un monstruo o algo. Tal vez un Boggart. No se sabe con certeza.  

El punto es que le salen las cosas al revés, en vez de asustar y que la gente huya por miedo, la gente lo persigué. La mesera le teme a los conejos y por eso intentó golpearlo con la escoba. Cuando Lucius se lo llevó, decidió quedarse así. Estaba cansado de huir y prefirío quedarse y vivir como conejo. Fue llevado a Malfoy Manor donde se le consintió a más no poder y solo cambiaba de forma para proteger a sus dueños.

En el capítulo 18.- "El mal ronda cerca" de “Profesor al descubierto” Lucius no sale del dormitorío porque esta muy avergonzado, entonces Batuta entra al dormitorio y hace que Lucius salga corriendo, no porque lo mordió como pensó Remus, salió huyendo de algo que lo asusto. ¿Qué habrá sido?

Que sea un boggart o monstruo explica su longevidad, Batuta es mucho más listo que el conejo promedio.

Saludos y Gracias por leer. Nos leemos en el próximo capítulo. 


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