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Chilanguitos. por Linlim

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Notas del capitulo:  
Por si se perdieron en el tiempo aclaro: El viernes en la noche al  Güero…pues le pasa la desgracia , el sábado se la pasa durmiendo siendo cuidado por el Chilango,  el domingo van a la fiesta y esta capitulo se supone es el lunes , que es cuando el Boss le pidió fuera a verlo.
 
 
 
Apenas se vislumbraban los rayos de sol filtrarse  por la ventana tras la cortina que era de  un diseño típico mexicano, de jerga blanca con rayas dobles en color rojo. Era poco audible el bullicio del ruido en la calle. La saliva pegostiosa resbalaba por la comisura del labio inferior  de Pedro cuando un distinguible sonido empezó a emanar de un objeto cuadrado de plástico celeste transparente a lado del colchón cuyo mecanismo se activo.
 
Pi-pi-pi-pip…pi-pi-pi-pip… pi-pi-pi-pip… pi-pi-pi-pip… pi-pi-pi-pip…
 
El sonido constante y repetitivo de ese dispositivo desquiciante que te anuncia la llegada de un nuevo día.
 
-Pablito apaga esa chingadera que te juro lo voy a tirar desde la azotea pa´ que se desmadre-
Un adormilado Pedro medianamente se incorporó en una búsqueda incesante,  estiraba el brazo buscando el objeto poseído por una fuerza satánica que no dejaba de sonar.
 
-Pero si su música es bonita Pedrito-
 
El menor se levantó  quitándose una lagaña del ojo mientras apagaba su despertador y le quitaba el polvo acumulado con sumo cuidado.
 
-Ya es tarde Pedro, ya ni vayas al mercado-
 
Pedro asintió. Aun no le decía al menor que trabajaría para el Boss y era un suplicio para el iniciar la platica.
 
Tras un corto hervor, en la mesa estaban ya dos jarros con  atole de fresa, humeantes, pacíficos, espesos,  cuyo liquido se equilibraba hacía un lado por el desnivel de la mesa. Desayunaron en completo silencio y sin embargo, se sentían mas acompañados. El filo de las palabras rompió el silencio.
 
-El Boss me dijo que me hará halcón…y acepté- Tiró la bomba.
 
-Estas bromeando verdad, porque no me gusta que juegues así.-
 
-No bonito, es verdad lo hice por nosotros porque  ahí ganaré mas baro-.
 
-No quiero- Un no rotundo.
 
-Bonito por favor, mira vas a ver que hasta un refrigerador voy a comprar-
 
-Pero sino tenemos nada que guardar, para que queremos un refrigerador, yo lo único que quiero es a ti y que estés bien no con ese tipo, que Dios sabe que te hará-
 
Los ojos grises se opacaron, generando cierta humedad, cuya única evidencia recorría lentamente su mejilla izquierda-.
 
-Claro que tendremos que guardar, porque ganaré una buena lana, ese bisne deja…viviremos mejor – Pedro suavizo su tono en afán de convencerlo.
 
-Será muy peligroso, no quiero que te pase nada- Un llanto silencioso que de ligero paso a copioso, surcaba la cara del menor, que permanecía impávido viendo un punto inexistente en su horizonte visual.
 
-No bonito, no te pongas triste, las cosas mejoraran ya lo veras- Pedro se acercó al menor tomándolo de las manos y besando los nudillos de estas repetidas veces.
 
-Hasta que me vuelvan a vender o que a ti te maten en la calle…pero si ya lo decidiste nada tengo que decir, voy a vestirme para ir a trabajar a la Oficina- Pablo vestía solo una enorme camiseta de Pedro que publicitaba un partido político cuyo nombre no se mencionará por temor a ganarme una mentada de madre por parte de los amables lectores.
 
-Ya hable con el Boss, le pedí un mes para que…bueno ya sabes-
 
-¿Que pasara después de un mes?-
 
-No se, deja pensar en algo, pero al menos estaremos tranquilos ese tiempo, confía en mi  ¿si?, algo se me ocurrirá-  Con ojos desbordantes de amor incapaces de contenerse se expresaron  a través de una  caricia en la mejilla. Paradójicamente mientras sentía la piel áspera de su mano, la caricia era suave.
 
-Yo buscare otro trabajo, voy a ayudarte…-
 
- Te quedaras aquí mientras se calman las aguas, yo trabajaré duro y estoy seguro que alcanzará y luego…ya Dios dirá-
 
No había un plan, no había un camino, ni un pequeño sendero alterno que seguir, la inseguridad del débil es el alimento que nutre al verdugo.
 
-Está bien confiaré en ti-
 
-Voy a ir al mercado un rato a cargar lo que caiga y luego Tengo que ir a ver al Juguis en la tarde me tiene un bisnes y luego en la noche iré con el Boss para que me explique cual será mi jale, pero mañana te tendré una sorpresa, ¿si mi amor?-
 
El rubio sonrió ante el apelativo.
 
.- Si, pero …¿ahora porque me dices así?-
 
-Porque te quiero, porque me gustas y no se… ¿te molesta?-
 
-No, pero no le digas frente a otras personas o empezaran a molestarte-
 
-Me la pelan, los pendejos si se quieren burlar-
 
- Pedro, no todo puede ser pleito contigo, por favor ¿si?- 
 
Pedro pensó que al menor no le agradó la expresión. Pedro pensó que a lo mejor estaba yendo demasiado lejos y no era para tanto lo que tenían. Pedro pensó que el rubio le dio a entender no quería que le dijera así. Pedro pensó y no pensó bien.
 
Pabló creyó que sonaba a una pareja como esas que dice: ´Ya llegaste  mi amor´. Pablo creyó que si alguien lo oyera podrían burlarse del mayor y que   este se enojaría y se iría a los golpes. Pablo creyó que era mejor que no se lo dijera en público, porque Pablo creyó en lo que era mejor para Pedro.
 
-Solo porque tú me lo pides, bueno me voy, estate acostado, estas muy desvelado. Pásatela leyendo uno de tus libros esos aburridos, al rato  te voy a traer comida, y luego me voy a mis bisnes-
-Pues ya que me gane el dinero con el sudor de mi culo, cómprame la tela que vimos el otro día en oferta, ya que no voy a salir estos días voy a aprovechar a coser la cortina ya  el nuevo mantel casi terminé de hacerle el dobladillo-Habló con amargura. Le dio parte del dinero por el que habían pagado por el y que estratégicamente guardaban en un borde del colchón.
 
-No,  guárdalo, porfa no  hables así Bonito, tú nunca dices groserías- Pedro lanzó una mirada suplicante a Pablo. Ya sospechaba por sus actos que se estaba amargando. Y es que cuando la amargura comienza a cercenar el alma prolifera rápidamente  a las emociones, a la motivación, a las metas, a los anhelos,  haciendo difícil la recuperación  al estado anterior,  si acaso el antídoto que es el perdón lo remedia,  los actos ejecutados en su nombre como; rendirse, insultar,  gritar ofender lastimar,  ignorar, humillar;  cincelan  cicatrices dejan que dejan secuelas en uno mismo y en los otros.
 
-Esta bien, no se te olvide lo que te pedí,  me dormiré un rato, solo déjame las cosas sobre la mesa cuando regreses-.
 
-Esta bien, pero acuéstate antes de que me vaya-
 
Se  acomodó de lado en el colchón. Pedro Salió del cuarto después de arroparlo y darle un beso en su frente.
 
Sus pensamientos se detuvieron cuando llegó al mercado, el  trabajo mantiene una mente ocupada, distribuye la energía en el cuerpo, aunque a veces y solo a veces la mente se revela y sigue pensando. 
 
 Pedro se mantuvo ofreciendo sus servicios a prospectos de  clientes, que a fuerza de competir con otros cargadores ganó.  Morrales llenos de verduras de tonalidades mexicanas, cajas de huevo repletas de mercancía para la quincena, taras con pollos, un diablito cargado al tope  para surtir un puesto de verduras, hasta una retajila de piñatas de diversos personajes  que fueron llevadas a un elegante carro. Corría de un extremo del mercado a otro con la necesidad de generar recursos para cubrir las necesidades del rubio. Hasta una carrerita de diablitos se aventó a disgusto de los compradores y ganó… ganó una mirada de reproche y una baja propina y el tuvo que agradecer con un ´pinchi vieja´ en voz inaudible.
 
 Cargó lo que pudo y lo que no pudo igual lo cargo, sintiendo que se le salía el buche, el corazón y las tripas, pero juntando si no lo suficiente, al menos lo elemental.
 
 Con lo ganado del día,  primero fue a comprar la tela que días anteriores  habían visto en oferta y dijeron que cuando cayera alguna lanita la comprarían para quitar el pedazo de jerga mal puesto que tenían para tapar la ventana, era de color beige claro con líneas onduladas de café oscuro, el color contrario a la tela del mantel café con líneas onduladas beige que compró con lo que una señora le dio de propina por cargarle su morral muchos días antes y que Pablo pacientemente dobladillaba.
 
 
 Se fue a la parte donde vendían comida para comprar un pollo y regresó corriendo a su hogar, ya tenía que ir a ver al Juguis. 
 
Subió con premura para dejar el pollo en la mesa con la tela adquirida, se arrodilló en el colchón para comprobar que el menor respiraba, un largo suspiro le permitió asegurar que dormía, se inclinó y le dio un beso en los labios, intentando no despertarlo.  
 
Se levantó y antes de salir observó como el rubio se removió un poco, definitivamente tenía que hacer algo para cambiar las cosas, tenía solo un mes.
 
Se dirigió al gimnasio donde seguro estaba el Juguis, el Boss le pagaba las clases, pero no solo por amor, sino porque quería que se mantuviera en forma para que se viera ´Apetecible para su macho´ porque no le gustaban las carnes guangas, al menos era la razón que le había comentado el enrulado a Pedro.
 
 El encargado era el Doberman, un sujeto grueso  que otrora fuera boxeador,  que a pesar de ser habilidoso,  no despuntó mucho por su creciente adicción a:  el alcohol, las drogas pero sobre todo a las malas compañías. Una pared estaba repleta de recuerdos de antaño, fotos de peleas ganadas, de objetos boxísticos muy preciados, de medallas escolares y trofeos ganados en torneos, recuerdo constante de las habilidades perdidas, como todos los que en algún momento guardamos; el pantalón que no nos queda  ni nos quedará, la carta del amor de quien nos amó  y nos abandonó o la bicicleta quieta en la habitación, que pacientemente espera sea usada para pedalear y no solo para cargar las toallas, porque como humanos somos inherentemente masoquistas, tenemos tanto miedo a soltar el pasado, que invertimos tanta energía en este,  que no nos deja vivir el presente y nos pasamos regurgitando el ayer.
 
 En alguna ocasión se topó con Pedro e intentó darle consejos que si bien Pedro escuchó,  mas rápido los desechó. Ahora entendía la importancia de sus palabras.
 
El Doberman identificaba la  amistad de Pedro con el Juguis y después de un choque de puños  le hizo una seña para indicarle donde se encontraba su amigo.
Sin camiseta y con el torso sudado, con una bermuda roja con franjas blancas a los costados, con unos tenis cuyo adorno principal es una palomita y gritan moda con el diseño, una banda en la cabeza que le levantaba los rizos, guantes de cuero rojo protegían sus manos. Se encontraba golpeando el costal el muy atractivo amigo. Se notaba la energía o molestia en cada porrazo que daba, vaya usted a saber cual es la razón querido lector.
 
-Vaya que chupetones tan discretos te dejo tu macho-
 
-Vete a la chingada pinche Chilango –
 
-Voyyyy, que sentido-
 
-El maldito dice que para que sepan que soy su propiedad, aunque no necesita marcarme, si todos ya saben que soy su puta oficial aunque ande también con viejas - Dio varios golpes desquitando su molestia. Y si señor lector,  ahí estaba la razón.
 
-No seas celosa mamá, ya sabes tu eres la catedral y las demás sus capillitas-
 
-Por mi que se fuera al diablo, el pendejo ese- Dijo entre susurros, con la nariz arrugada y el ceño fruncido. Más golpes catárticos al costal.
 
-De que te quejas si estas bien y eres feliz, a su manera, tienes casa y comodidades, lujos, hasta te deja venir a boxear, vas a antros chidos y tienes drogas gratis-
 
-La jaula aunque sea de oro sigue siendo jaula,  pero tengo un plan chingón-
 
-A ver suéltala-
 
- Pero aguanta vara eh-
 
-Pos si el que aguanta la vara eres tú cabrón- Le dije en doble sentido.
 
 
-Esto es serio güey, estoy guardando lana que le tiro al viejo y me está dejando entrar al bisnes de la coca, cuando esté bien confiado le robo mercancía  y me piro, tal vez me pele a los yunaites para que no me agarre-
 
-No mames cabrón si se entera te quiebra y esparce tus tripas en el canal-
 
-Por eso necesito un socio, para que lo planiemos con calma, además que ya se que vas a hacer halcón vas a atener información de primera de cómo está la movida, solo necesitamos alguien con cerebro y tu novio se ve que es abusado, el nos puede dar ideas-
 
-No mames, no es mi novio y no lo voy a meter en tus pendejadas, ya no quiero mas pedos con el Boss y el Güero- 
 
Y no es que al Chilango no le gustara la idea que el Güero fuera su novio, de hecho lo deseaba , pero lo sucedido en la mañana, hizo  que Pedro pensara que el güero pensaba que no y el Güero pensaba que Pedro pensaba…de esas cosas típicas de las confusiones amorosas en que todos piensan y ninguno dice algo. 
 
-Ay güey, enseguida supiste quien es tu machín- Soltó una carcajada –Y lo proteges celosa, aish eres una peshrra- 
 
Dijo haciendo musarañas con los puños dentro de los guantes, tratando de pegarle a Pedro que contestaba de la misma manera dando manotazos mientras ambos reían.
 
-Bueno ya no…-
 
-No te hagas pendejo, ya hasta el Boss se dio cuenta, además me deben una ehh, he tratado de protegerlo –
 
-Puta que buena ayuda eh – Tono sarcástico.
 
-¡Que Pinche mal agradecido!,  Si por el fuera, se lo hubiera cogido antes del junior que pagó por el, nomas porque lo entretuve, además le he armado una que otra escena de celos, porque le trae ganas, para evitar que se le acerque-
 
-A lo mejor de verdad son celos de perra-
 
-Nel carnal, a mi el pendejo ese no me calienta nada, cada que me la mete le pido antes que me de para aspirar y aguantar, me cae de a madre que la tiene grande y es difícil aguantarle el paso, ¿quien quiere que le dejen siempre el culo destrozado?-
 
-¿Lo disfrutas?-
 
-Nel, ya te dije que no …solo a veces cuando es mas tranquilo, mi cuerpo …pues responde solito, si te meto un dedo en el culo con cariño vas a sentir bonito …¿probamos…?-
 
Dijo el Juguis mientras alzaba las cejas repetidas veces con una sonrisa picara, ya no tenía los guantes pues los sostenía en un brazo e hizo amago de quererle tocar el trasero con un dedo a Pedro, que corría en circulo riendo.
 
-No , ni madres… auxilio policía me roban mi virginidad-Gritaba divertido con voz chillona mientras que con una mano se tapaba donde por debajo de la ropa se encontraba su aun intacto esfínter anal , mientras el Juguis se carcajeaba agarrándose la panza.
 
El Doberman a lo lejos reía de los muchachos.
 
- Pedro mira ya hablando en serio, el tipo me da asco, no me gusta, si yo pudiera no dejaría que ese animal me tocara, además…si yo tengo a mi novia-
 
-No mames, es novio-
 
-No pendejín, mi novia… es la Chula, que por cierto eh te querías rayar mi cuaderno, andabas bailando el vals con ella-. Le dio un golpe en el brazo.
 
-¿La hija de Doña Trini?-No mames mentiroso-
 
-Es verdad-
 
-No mames-
 
-Que si chingao-
 
-No mames-
 
-Esa mera, es dueña de este corazoncito y también de este pitote-
 
-Agarrame confianza, jajajajaja-
 
-Te la voy a dar…la confianza ehhh- Dijo en doble sentido  -Ya en serio chilango el bisnes es serio, tengo mis quereres con ella hace unos meses-
 
-Esa niña es mucha madre pa´ti-
 
-Ya va derecha la cosa, somos discretos porque el Boss es muy celoso y no sabe nada , pero la enpanzoné-
 
-No mames Juguis, te hubieras puesto una pinche bolsa de gansito-
 
-Que te pasa pendejo mínimo una de pan bimbo- Habló señalando el gran tamaño…de la bolsa.
 
- Ya en serio no mames , como fuiste cabrón de hacerle una chingadera así a la chamaca-
 
-Ni hables, ¿ a poco cuando te coges al güero te cuidas?-
 
Pedro recordó cuando lo hicieron por acuerdo mutuo, nunca pensó en cuidarse, lo había hecho con todas las que grabo video por mandato de la Almendra, no por ocurrencia propia. Porque el adolescente piensa en el placer primero antes que en la responsabilidad.
 
 
-Ves…te quedaste callado porque es cierto , si fuera vieja el Güero ya estarías esperado un chilanguito prietito, dientón, pelo parado, larguirucho, feo…-
 
-Ora, ora… nos hubiera salido bonito,  güerito de ojo gris, me lo iban a pedir para usarlo como niño Dios en las posadas-
 
Ambos rieron de buna gana.
 
-Bueno ya, al bisne. Hablé con la Chula y su jefa la va a correr cuando se entere, mínimo la madrea, pero yo la  quiero bien y quiero que mi chavito nazca, quiero que formemos una familia lejos de toda esta chingadera, pero necesitamos lana, no podemos vivir de amor, tiene mas o menos 2 meses, así que tenemos menos de dos meses para que se le note, tons que¿ me apoya o no?, también te sirve para que te lleves a tu bato de aquí, antes de que se convierta en la puta del Boss cuando yo me pire-
 
El Juguis había intentado cuidarlo un poco del rubio en la medida de sus posibilidades, tenía razón sin el, la poca protección que les daba sería mas que no tener nada, además que cuando se fuera era cierto que el Boss estaría tan frustrado que seguro se desquitaría con el Güero, además ya solo tenía un mes.
 
-Ya estas, carnal, pero toda la movida discreta, hay que tener cuidado de no cagarla, porque sino todo se va a la verga- Reflexionó y decidió el Chilango.
 
-Simón güey, cuéntale a tu chavo y la armamos un día voy a tu “depa” , un día que me escape , los fines de semana se pone hasta atrás y le da por agarrar viejas-
 
-No Juguis, de esta madre  nada a Pablito, no quiero preocuparlo, nos vemos en el parque  ahí damos las platicadas-
 
-Sale, ya estas, venga esos cinco-
 
-Uyyyy la Chula entonces, tienen suerte los que no se bañan-
 
-Cállate cabrón,  es un secreto y por aquí anda el Chiquilín cuidándome no vaya a escucharte-
 
-Sale, estamos en contacto- Chocaron puños. Una carga había disminuido sobre los hombros de Pedro, salió del lugar con una esperanza, después de todo, había una luz al final de túnel.
 
Notas finales:

Hoy le dije adiós a uno de los pocos Aguita Tibia que conozco, de esos de madera antigua, de esos que se ha ido llevando la vida ...


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