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Chilanguitos. por Linlim

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Notas del capitulo: Doble actualización  , sirvió estar enojada.  
 
 
" Por todo lo que se, por lo que no sé y por lo que me llegaré a enterar "
 
 
 
- Prometiste que si no le hacía nada a tus amigos te portarías cariñoso…así que cumple- 
 
El Boss se acercó a el Juguis y le besó, el quiso rechazarlo, pero le tomó del cuello con ambas manos, lo sujeto con fuerza inmovilizándolo, trató de rechazarlo empujándolo. El Boss se separó.
 
-Mira cabrón lo dijiste …sino cumples tu puta  palabra, yo tampoco cumpliré la mía e iré tras los pendejos de tus amigos- La angustia oprimió el pecho del Juguis, es esa sensación, literal,  en la que sientes que una mano te oprime el corazón y te dificulta respirar. Solo asintió. No tenía opción.
 
El Boss  volvió a acercarse y le dejó hacer. Le beso con fuerza, tanto que le ardieron los labios, le metió la lengua, sintió el sabor de su saliva, tabaco, alcohol, sabor ajeno, le asqueó. Pero no le obligaba.
 
El Boss tomó una pastilla azul que le dio el Chiquilín. Juguis observó la presencia del intruso pero no reclamó. Por lo tanto eso significaba que aceptaba.
 
Le ofreció una capsula roja que tomó de una mesa de cristal. Le acercó un vaso con agua  y lo miró. Juguis lo tomó y tragó la pastilla por si mismo. Nadie  lo obligó.
 
Fue tumbado en  la cama y lentamente  le acariciaban, el se dejó hacer, una a una sus prendas fueron retiradas , desde los zapatos, hasta la camiseta.  No fue forzado.
 
Juguis sintió que su cuerpo se empezó a relajar, sintió un mareo, empezó a subirle  la  temperatura. Se quedó quieto. El Boss actuó,  le lamió  los pezones con suavidad, le acarició las piernas,  olisqueó por encima del bóxer, pasó la lengua alrededor de su ombligo, le frotó por encima de la tela, con la mano oprimiendo un poco. Le bajó el bóxer, lo empezó a masturbar. Suspiró. Lo metió a su boca. Juguis sintió repulsión al pensar que era un hombre el que le hacía todas esas cosas  y al no le gustaban los hombres, lo odió. Pero se dejo hacer, nadie lo obligó.
 
El ritmo de la succión aumentó, quiso retirarse pero le apretó con las manos la cadera, le oprimió el glande y no pudo evitar gemir, la temperatura de su cuerpo aumentó, sintió la necesidad de moverse, quería gritar, se sintió energetizado, se sentía eufórico. Dejó de pensar, sentía claramente la saliva que escurría por su vientre, las sensaciones se incrementaron, un liquido frío para su temperatura corporal, fue untado en su ano, quiso empujarse con las piernas para alejarse, pero fue jalado. Nuevamente su concentración se centró en su entrepierna. Sintió un dedo invadir su interior, luego dos, luego no supo, todo corría rápido a su alrededor, escuchó gemidos, no supo si era el o era el Boss o el Chiquilín que observaba desde un sillón de color rojo. Sintió emerger el semen de su cuerpo, volátil, con presión, se vino, eso significaba que nadie lo obligó.
 
Fue volteado, lo hincó, lo penetró, un liquido viscoso fue derramado entre sus nalgas, esas grandes y suaves, esas que fueron masajeadas, oprimidas, acariciadas, intentó retirar la mano que lo hacía, pero tuvo miedo,  sintió la presión del ajeno intentar entrar y temió. Sentía la punta gruesa, resbaló un poco, esta vez la intromisión no fue violenta, fue suave, mientras le estimulaba con la mano, lloró, lloró porque no quería, su mente no deseaba eso, tenía miedo de lo que le podrían hacer a su familia, a su hermano, a sus amigos, a Bryan, ya había pasado por lo de su padrastro. Así que cedió, nadie lo obligo.
 
Cuando por fin entró toda, gruesa, larga, sentía como iba y venía con lentitud y su cuerpo reaccionó, poseso, ya no había alternativa, cuando el Boss aumentó el ritmo, sentía que empezó a dar en su cuerpo algo que nunca experimentó, sentía el escalofrió correr su cuerpo, no siempre atinaba, pero ahora lo deseaba, impulsivamente empezó a arquearse, echando el trasero hacía atrás buscando, ya hacía rato no pensaba, solo buscaba lo que su cuerpo quería, su cuerpo ardía y  la razón fue fútil  y tampoco  se percató de ello. No era obligada, era por su  voluntad.
 
El Boss de estar atrás del Juguis, salió y se acostó en la cama. La salida brusca de su cuerpo lo desorientó. 
 
-Montate-
 
-¿Eh?-
 
-¡Que te montes, puta madre estas sordo  que te la ensartes, que te la claves en ese culo!- Lo jaló.
 
Verla  asi directamente, en plena luz , le hizo reaccionar por un momento, pero el jalón para colocarlo sobre su cuerpo,  el que le acomodaran la punta, nuevamente se dejó hacer. Se acomodó, la metió el mismo, sentía que su pecho dolía, se sentía frenético y empezó, no sabía como, no tenía experiencia en ese trance, pero se dejó conducir y cuando entendió el proceso, empezó a moverse, se dio cuenta que empujando hacia abajo sentía algo, le agradaba ese algo, quería ese algo, su cuerpo lo deseaba, lo necesitaba, el ritmo de su corazón se coordinó con el ritmo de su cuerpo, su punto p, se remolinaba sobre ese mástil ante la mirada divertida del Boss, que lo masturbaba. Busco lo que nunca creyó obtener de un hombre y lo encontró. El líquido corrió entre los dedos del Boss. Esta consciente que lo que acababa de pasar fue por su voluntad.
 
El acto se repitió hasta que el calor abandonó su cuerpo, cuando todo terminó, cuando la consciencia llegó, cuando la culpa apareció  al mismo tiempo que desapareció el Boss. Lloró. Estaba perdido, nadie creería que había sido victima de violación, porque el quiso ¿no?, nadie lo obligo ¿No?, antes si, pero ahora no contaba como haber sido forzado. 
 
No lo obligo, pero la verdad es  que si. 
 
A Partir de ahí , unas veces lloró y gritó de dolor, otras veces fingió para protegerse y unas pocas disfrutó y se lamentó cada vez que pasó. Pero ahora esa era su vida y no podía hacer nada y si podía, las consecuencias serían fatales. Había dejado de ser un hombre ante sus propios ojos.
 
 
 
 
 
 
Las semanas y los meses pasaron.
 
 
 
 
 
-¡Estoy aburrido, dejame salir!-
 
-Sales, no estas encerrado en la casa-
 
-¡PERO SOLO VENGO A ESTE PUTO LUGAR DE MIERDA!-
 
-Cuida ese vocabulario jovencito- Río rió irónicamente.
 
-Ya me amenazaste con dañar a mis padres, a mi hermano a mi amigo Bryan, sabes que no me iré, ¿ que mas quieres?-
 
-Que no la cagues, te puede ver alguien, nuca falta el  puto chismoso o si alguien te reconoce y avisa a tus papas-
 
-Diré que estoy aquí por gusto-
 
-¡ Caraja madre ,  eres menor de edad!-
 
-Si me llevan, me mandas a traer a escondidas…ya se que no puedo estar con ellos…no los voy a arriesgar…entonces si…nunca mas vuelvo a salir…ni modo que quiera hacer algo que les provoque- Empezó a llorar sin darse cuenta.
 
-Ok, pero con dos condiciones-
 
-Si, dime cuales-
 
-Solo saldrás si te acompaña el Oso o el Chiquilín, son los únicos en los que confió y, los demás son unos pinches putos fáciles de convencer, pero con ellos ni te atrevas a querer convencerlos que te ayuden, ellos son unos perros arrastrados que vendrán a chuparme los güevos y me contaran todo-
 
-Acepto…¿la segunda que es ?-
 
-Dime Papi-
 
-¡QUE PUTAS MADRES, ESTAS ENFERMO!
 
-Ok, no hay trato.
 
A partir de ese día se dio cuenta de la importancia de la palabra papi, aprendió a manipularlo un poco, a sacar ventaja, a llevar las cosas mas tranquilas. Porque como dijo Darwin, si la especie no se adapta, perece. El siguió el principio Darwiniano. No lo deseaba, pero no tenía opción. Sobreviviría. 
 
Vivía en una casa con comodidades. Solía ir de compras, el dinero no era impedimento, solía usar  ropa a su gusto mas fina de la que pudo usar en casa, zapatos de marca que nunca tuvo,  perfume obligado por Boss, al menos esa era su única distracción.  Siempre custodiado por el Oso o el Chiquilín. El primero era mas tolerante y solía darle espacio, le dejaba andar mas alejado de el.
 
Pero le faltaba algo, el afecto sincero y desinteresado.
 
Caminaba por un parque con canchas de futbol. Veía entretenido, como distracción, ignorado por todos. El solía jugar en la escuela futbol y ahora…ya no mas. Ese día en especial se sentía triste, se supone estaría saliendo de la secundaria, con sus compañeros, con Bryan, con una novia,  aunque probablemente reprobaría, su mamá iría a la escuela lloraría a la directora, conseguiría una oportunidad y aprobaría la secundaria. Tan lejos de su hogar. “Su hogar”, palabras tan alejadas. como de ensueño. Quiso irse de ahí. Cuando empezó a caminar alguien lo retuvo del brazo. Brincó del susto.
 
-Se te cayó-
 
-Ehh-
 
-Tu pulsera…se te cayó- Una pulsera de plata , delgadita , con una medalla de San Judas Tadeo, regalo de su mamá en su cumpleaños. 
 
El  joven olía a resistol, se veía desaliñado y sucio, pero su sonrisa era sincera.
 
-Gracias-s - El Oso llegó, dio una patada al joven que le entregó la pulsera y se lo llevó.
 
El Juguis no sacó de su cabeza el detalle, el  joven largirucho, alto,  flaco, moreno, tirándole a prieto, tenía paños en la cara ,  de  cabello oscuro  y parado con  pronunciadas ojeras, se veía como mariguanillo y pese a ello, le devolvió su pulsera, que si no era muy valiosa, a estas alturas tenía un valor muy significativo pare el. Y el le pagó con la indiferencia ante el ataque del Oso.  Aunado a que era la primera persona que no estaba relacionada con el Boss y era amable con el, no tenía amigos y deseaba tener uno en quien confiar. Los amigos son necesario, son el apoyo, el acuno, el acompañamiento, la confidencia, el amor fraterno. Decidió buscarlo.
 
Preguntó por el parque a los vendedores ambulantes  que no supieron darle razón alguna  y luego a un chico con orejas parecidas a un  chango que si supo darle razón.
 
-De seguro está por la construcción- Le dio santo y seña para llegar al lugar.
 
El Oso le esperó afuera. Ahí le encontró. Su futuro amigo. 
 
Se acercó temeroso, el joven olía fuertemente de una bolsa. Cuando se acercó, el joven volteó, le sonrió un poco embotado.
 
-¿Quieres?- Le ofreció la bolsa. Porque cuando el pobre carece, ofrece lo poco que tiene, que es mas que aquel que posee mas, pues el primero comparte la mitad de lo que posee y el segundo solo una mínima fracción de sus posesiones.  Poseer, posesión, posesionar. Tantas aplicaciones a una sola palabra.
 
Se sentó a su lado aspirando. Iniciar la plática fue fácil. Por lo menos para el otro.
 
-…desde pequeño mi vida era un infierno, mi padre alcohólico tenía como principal entretenimiento darme golpizas cuando llegaba borracho, me hablaba y si  no le contestaba: madrazos , si le contestaba: madrazos, si me defendía: putiza segura…-
 
Era el Chilango, así le conoció.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Notas finales:  

Bueno si alguien lee esto, espero se  haya entendido el porque de  estos últimos cuatro capítulos : Carlos Alberto, Mas tarde,  Agarrado y Así le conoció, pues en ese orden cuentan la historia del Juguis y como llegó con el Boss y como conoció al Chilango. Este capitulo termina donde inicia el primer capitulo de Chilanguitos: Dejar de sentir.  O sea el final de este capitulo es el inicio de mi fic. Jeje, ojalá me haya explicado, espero no haya salido tan mal. Ahora si se acerca el final de Chilanguitos.
 

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