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Chilanguitos. por Linlim

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- Ah ya se lo que quieres- El corazón del menor latió con fuerza.
 
-Cosquillas- Y sin permitir la reacción del menor comenzó a ametrallar su cuerpo con cosquillas, había encontrado el punto exacto donde la risa explotaba hacía que lanzará esquirlas de hipidos al reír y uno que otro disparo de saliva,  era curioso como cada vez Pedro exploraba y conocía el cuerpo del menor. La zona era exactamente en el costado de su cuerpo justo debajo de las costillas. El menor se giró para evitarlas, pero el Chilango buscando nuevos puntos de debilidad risoria, tocó una parte de su espalda, en una de sus vertebras lumbares que aun cuando el mayor no tenía idea de su nombre pudo escuchar el efecto.
 
-Aghhhiii- El ruido extraño emitido por el rubio.
 
-¿Te lastimé? 
 
-Mmm no, yo…no, definitivamente no- El menor había sentido que al presionar ese punto exacto en su espalda había sentido una sensación eléctrica recorrerle hasta la ingle, como cuando se pegaba en el dedo chiquito del pie y la sensación subía por la pierna y era inevitable mentar la madre, solo que en este caso fue inevitable dar un gemido de placer.
 
El Chilango lo voltea con fuerza jalándolo de la cadera y al girarlo en el movimiento brusco  la mano resbala por la cadera quedando de frente a la pelvis.
 
-Ahhhh- Entendió la situación el Chilango.
 
-Si quieres tocarte me salgo-
 
-No- El menor sentía arder la cara de vergüenza.
 
-Te va a doler-
 
-Ya dije que no-
 
-No te de pena, Bonito, esoque le pasa a  tu ver…digo tu choricito… bueno no es que sea chiquito…pero bueno… que le quieras sacar punta a tu lápiz…eso siempre pasa –
 
-¿Eso te pasó en la mañana?-
 
El Chilango se sintió descubierto. Dio un fuerte suspiro.
 
-Pos si-
 
-¿Por qué?-
 
-¿Cómo que por qué?-
 
-¿Qué hizo que…se te…así…tu ese…que se pone…ya sabes? Quería saber que le pasaba cada vez que lo tocaba de cierta manera el Chilango. Hacía unos días empezaron a surgirle muchas dudas, cuando inicio la adolescencia nunca tuvo una conversación de madre-hijo mucho menos de padre-hijo que le explicara sobre sexualidad,  en algunas ocasiones vio chicas muy bonitas y chicos que le parecían guapos, pero nunca lo habían invitado a salir,  nunca tuvo una cita, un primer beso, una pareja, nunca tuvo algún tipo de amistad donde se contaran sus dudas y alguien lo aconsejara o lo malaconsejara. 
 
En algunas ocasiones cierto tipo que vivió con su mamá intento tocarle sus trasero pero le pareció repúgnate el hedor a alcohol y aunque el Chilango  no olía a flores no le generaba asco alguno, al contrario le gustaban sus besos  y le parecían mas que necesarios por las noches. También era distinto como lo tocaba, había un señor de la tienda que en ocasiones le fiaba a su mamá y cuando lo saludaba su mirada le daba pánico, cuando le tocaba el rostro y pasaba la mano por su espalda lo que le generaba un escalofrió y su piel se erizaba deseando salir corriendo; en cambio cuando el mayor  lo tocaba también sentía erizar su piel y la corriente eléctrica pero en cambio deseaba mayor contacto y reducir la cercanía. Lo que había sucedido en los baños le había gustado en demasía, después de ese día no había vuelto a suceder el contacto tan intimo y sin embargo lo deseaba. Solo se deban besos y el tenía tantas hipótesis en la cabeza.
 
-Pos es que cuando te toco, asi…pos ya sabes cuando te tengo tan cerquita…tu carita,tu trompita,ayyy tus besos, sentirte tan suavecito…yo siento que no me controlo…bueno yo si quiero controlarme, pero  mi animal  no , ¡Rapidito  me pones duro!  , cuando te empiezo a dar besos siento que me caliento todito…¡Pos tu culpa por ser tan Bonito! 
 
-O sea… ¿porque te gusto ?
 
- Si…digo no…bueno si pero es que cuando te empiezo a besar y te pones coloradito y tus labios se ponen rositas, cierras un poquito tus ojos y se ponen grises clarito como cuando la pileta del lavadero esta llena de agua limpia, haces tu cabeza pa´ tras, abres la boca y haces soniditos y me dan ganas de apretarte, tu piel se pone calientita que quita el frió y esta suavecita y quiero tocarla y me empieza a dar mucho calor y mi animal se …pos se me levanta y me dan ganas de frotarme contigo y no me puedo controlar y quiero darte mas besos y tocarte y chuparte y morderte y hacértelo…ya sabes que y…y…perdóname yo …yo soy un bruto bien hecho y tu no mereces eso- La desesperación en las palabras de Pedro hace entender un poco lo que le pasa a sí mismo.
 
-A mi también se me despierta mi…¿animal ?- Dijo soltando una risita.
 
-¿Te enojaste de lo que dije?-
 
-No, porque me pasa algo parecido contigo, me gusta …me gusta como me tocas, me gustó lo que hicimos en esos baños- En ese momento sentía vergüenza de decirlo, pero sentía que era necesario para evitar que el mayor se sintiera mal.
 
-Pero yo te lastime una vez , allá…ya sabes donde… no quiero volver a hacerlo- Una lagrima escurrió por el rostro del Chilango deteniéndose en un pañito junto a su labio inferior.
 
-No lo harás, yo te diré cuando lo hagas- 
 
El rubio tomó la mano del mayor y la puso sobre su hombría que empezaba a reaccionar.
 
Con mucho cuidado Pedro empezó a estimular sobre la ropa de este, después de unos momentos se aventuró a meter la mano por debajo del pantalón, tomó el “animal”  con su mano, cerrando un poco empezó a estimularlo, el rubio  cerró los ojos y se dejó llevar. Despúes de un poco tiempo,  arrugó las cejas, abrió la boca, jadeó un poco, pujo un mucho, se retorció mas  y derramó sus fluidos seminales en la mano de Pedro.
 
Cuando se recuperó de la sensación, volteó a ver al Chilango.
 
-Ahora yo-
 
-¿Ahora qué?-
 
-Ahora yo te tocaré-
 
-No tienes que hacerlo-
 
-Quiero hacerlo-
 
-¿Pero es porque te sientes obligado?-
 
-No, voy a hacerlo-
 
Dudoso copió el mismo procedimiento que el mayor, frotando sobre el pantalón y después metió su mano, lo había visto pero nunca la había tocado,  se dio cuenta con claridad esta vez de las dimensiones tan diferentes a las propias, más grueso y mas largo que el propio, arrogante, erguido y duro. 
 
-Ooooh- Un sonido de exclamación o tal vez de admiración salió de sus labios.
 
-¿No quieres tocarme?-
 
-Está grande- Al decir esto apretó un poco su mano, recorriendo la longitud, para reconocer el terreno ajeno.
 
-Ayyyyyyyaaaaghhhmmmm - El sonido gutural de Pedro asustó al rubio, que debido a su inexperiencia, pues pocas veces llegó   a tocarse a si mismo y nunca a nadie mas, pensó que lo había lastimado.
 
-Te lastime-
 
-Nop- La cara de satisfacción y un ligero temblor similar al que se hace cuando se orina sacudió al cuerpo de Pedro.
 
-¿Entonces?-
 
-Entonces ya duérmete- Se estiro somnoliento el Chilango.
 
-Pero yo iba a tocarte…-
-Con eso fue suficiente, ya duérmete- El Chilango jaló el menor para acurrucarlo en su pecho, lo tapó y se dispuso a dormir tranquilo.
 
-Mi mano huele a pescado-
 
-La próxima vez, antes de hacer esto me bañare, lo prometo-
 
El cansancio de la talacha realizada en su nuevo hogar o tal vez fue la “furtiva” actividad libidinal emergida del Chilango  lo hizo dormir rápida y profundamente con una cara de satisfacción indeleble en su rostro.
 
-----0-0-0-----
 
 
Como cada mañana el Chilango se fue a trabajar a la Lagunilla , regresando con algo de desayunar para el menor que se encontraba lavando.
 
-Que madrugador-
 
-Es medio día Pedrito-
 
-Ay Bonito sino tienes nada que hacer te hubieras quedado dormido-
 
-Quería lavar la ropa, que olía rara aprovechando que me quedó detergente del que nos dio el casero-
 
-Ayyy ves como eres, le vas a quitar la chamba a Doña Socorrito, que es la que me lavaba mis trapos-
 
-Pues si, en algo te tengo que ayudar- Decía mientras tallaba con ganas unas calcetas renegridas.
 
-No tienes que hacerlo. Mira toma, guárdalo es el dinero que me quedó hoy después de comprar el desayuno, júntalo con los centavos que nos quedaron después de pagar la renta-
 
-El dinero lo escondí dentro del colchón haré lo mismo con esto-
 
Después de tender correctamente  la ropa que Pedro en su afán de ayudar solo atravesó en el mecate, se metieron a desayunar.
 
-A partir de mañana me voy a quedar mas rato en el mercado, aparte de ayudar a descargar camiones, voy a ver si cae quien quiera que le cargue morrales o acarree mercancía y así ganar más lana-
 
-Yo podría trabajar en el mercado-
 
-Nel, tu te quedas aquí, estas muy rengo para trabajar, no te preocupes no hay pedo, con lo que yo gane nos la llevamos tranquila, pobremente, pero yo puedo solo-
 
-Pero ni puedo estar sin hacer nada, necesito ayudarte a ganar para la renta, además me voy aburrir-
 
-Yo te dije que iba a cuidar de ti y yo siempre cumplo lo que prometo y pa´ que no te aburras vamos a ir por esas plantas al parque y haces tus macetas, además te gusta coser ¿no?-
 
-Si, pero no tengo maquina…bueno ni siquiera hilo y aguja-
 
-Algún día te compraré tu maquina, vas a ver que si, pero mientras vamos a la tienda de tela y compras de esos retazos que venden y ya tu abuja y hilo-
 
-Aguja e hilo- Lo corrigió el menor.
 
-Pos como se llamen en esas chingaderas-
 
-¿Puedo hacer unas cortinas para que no se anden asomando los que vienen a lavar a la azotea?-
 
-Simón y aparte vamos a ir a una mueblería de super lux- Dijo dando un chiflidito.
 
-Pedrito no debes andar gastando mira que …- Lo interrumpió el mayor.
 
-Oh, tu calladito te ves mas bonito, ven vamos-
 
Después de caminar un rato llegaron a un basurero, había otras personas removiendo la basura en busca de objetos de algún valor. En su afanosa búsqueda  encontraron  una mesa con solo dos patas.
 
-Mira la basura de uno es el tesoro de otro, nomas es cuestión de usar la cabeza-
 
Dijo el Chilango mientras buscaba trabajosamente entre la montaña de basura, junto a a los  pepenadores que pelaban tremendos ojotes por temor a que les ganaran algún tesoro escondido en el mar de desechos.
 
-Mira este pedazo de palo de escoba y usando los blocks de la azotea ya tenemos mesa-
 
-Compraré un retazo de tela para hacerle un mantel-
 
-Ves tú si sabes Güerito- Decía mientras jalaba un huacal de madera que algún verdulero tiró por inservible. -Mira ya tenemos ropero-
 
El rubio saco entre un costal un sartén negruzco que se veía que  hacia tiempo perdió el teflón probablemente en una disputa con alguna cuchara agresiva.
 
-Mira con la parrilla y esto podré hacer algo de comer para que ya no gastes tanto en comida hecha-
 
-Chale adiós a la comida de Doña Trini, inxe Bonito si fueras presidente dejabas sin chamba a muchos-Rio de buena gana y de contento.
 
Tratando de imitar como buen mexicano las acciones de  la canción de Pedro Infante:  “ Oye Bartola ai te dejo esos dos peso, pagas la renta, el teléfono y la luz…”  alcanzaron a comprar unos metros de tela en oferta para hacer una cobija y unos retazos para sus cortinas. Pero sobre todo el rubio le pidió compraran cepillos dentales en la tienda de los “Tres pesos”  y pasta para los dientes, limón para las axilas y un jaboncito de olor. Presurosos, regresaron juntos a su hogar en  la  azotea.
 
Emocionados con sus “nuevas” adquisiciones arreglaron su cuarto. 
 
El Chilango tenía días cavilando como decirle al Güero lo que planeaba y así sin mas se lo dijo.
 
-Bonito, voy a ir a ver al Boss…-
 
-No Pedrito, dime que estas bromeando-
 
-Debo ir bonito, no va a pasar nada-
 
-No por favor no, dime que no, prométemelo- El menor se notaba angustiado.
 
-No es que tenga ganas de ir, es que no me pagó…ya sabes…si te hice sufrir por lo menos que nos de lo que nos debe para comprar cosas-
 
 
-No quiero cosas, no vayas, lo que tenemos es suficiente, yo voy a trabajar, te lo juro- El menor lloraba ya de manera angustiosa, haciéndole recordar la vez en que el había abusado del rubio y no quiso causarle mas dolor.
 
-Ta´ bien, no iré-
 
-¿Lo prometes?-
 
El Chilango no dijo ni si, ni no, solo hizo un sonido similar a un mugido mientras por detrás de su espalda con los dedos cruzados  hacía changuitos. Lo beso y abrazó fuertemente hasta que e rubio se calmó.
 
 
Notas finales:

Gracias a los pepenadores , son los soldados que ayudan a contribuir al cuidado de nuestro planeta al aplicar las  3 R.


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