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Amortentia por Pikacha-sama

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Notas del capitulo:

Me he enfermado, lamento la espera.

¡Gracias por leer!

Capítulo nueve: Patronus.

 

 

—Un patronus es un encantamiento de protección contra un dementor o lethifold, ante éstas dos criaturas sólo este hechizo les puede salvar la vida — terminó de decir Itachi notando como todos sus alumnos le prestaban atención. De un momento a otro agitó su varita mientras se llenaba de los recuerdos más vivaces que tenía con su pequeño hermano menor, a los segundos una comadreja bañada en luz apareció rodeando las esquinas del aula, a su paso dejaba un rastro de luminosidad —. Este antiguo y misterioso encantamiento conjura un guardián mágico, el hechizo es muy complicado de hacer, muchas brujas y magos son incapaces de producir un patronus completamente corpóreo.

 

—¿Vamos a hacerlo, Itachi-san? — preguntó uno de sus alumnos.

 

—Es por esa razón que saqué todas las mesas, sus TIMOS están próximos, pueden sacar una mejor calificación si logran invocar a su guardián.

 

—¿Es verdad que toman la forma animal con la cual tenemos mayor afinidad? — cuestionó Kiba con el rostro ilusionado.

 

—Así es… mi patronus es una comadreja, que recae principalmente en el significado de mi nombre.

 

Los alumnos de quinto año de Gryffindor y Slytherin estaban en el aula, divididos como era su costumbre. Naruto estaba en la esquina más apartada de todas mientras Sasuke estaba al frente prestando atención. Después de que se rompiera el hechizo el rubio lo había esquivado a más no poder, ¡se sentía como un maldito! Ni siquiera en tres semanas había podido superarlo. A pesar de que el contrario lo había buscado, el rubio huía de cualquier contacto con él.

 

—Sé que no lo lograran a la primera chicos, pero quiero que lo intenten como si de verdad su vida dependiera de ello. Para poder invocarlo sólo hace falta pensar en el recuerdo más feliz que tengan, aquel que les llene el pecho de euforia, de lo contrario, el encantamiento no saldrá.

 

Poco a poco los alumnos comenzaron a separarse para intentar realizar el hechizo. A como se iba desarrollando la clase Itachi se acercaba a sus alumnos para darles algunos consejos para hacerlo. Pasó una hora para que algunos pudieran hacer que su varita sacara una tenue luz, el profesor los estaba felicitando cuando fue Sasuke el primero en lograr invocar a su guardián.

 

Una enorme serpiente formada de una luz plateada se arrastró por el salón mientras el alumno sonreía arrogantemente. Itachi no esperaba menos de Sasuke, sólo que le sorprendió de sobremanera que su patronus fuera un basilisco. Le aplaudió suavemente, para después golpear levemente su espalda como muestra de lo orgulloso que estaba de él.

 

Uzumaki había mirado el patronus con ilusión, no entendía como era que su varita no reflejaba nada. Estaba pensando en el recuerdo más feliz que tenía, sus momentos con Iruka eran los más preciados que tenía. Había sido la única persona que se preocupada por él desde que tenía memoria.

 

—¿Qué pasa, Naruto-kun? — preguntó el profesor a su espalda.

 

—¡Es complicado ´ttebayo! — argumentó dejando caer sus brazos con pesar. 

 

—Es esencial que llenes tu mente de tu recuerdo más preciado.

 

—¡No funciona! — gritó sin llamar la atención, todos estaban metidos en su propio conjuro. Hasta las chicas, querían impresionar a su apuesto profesor.

 

—Tal vez no estás usando el recuerdo adecuado… — musitó con una mano pasada sobre su barbilla.

 

—¡Y-yo…! — ¿por qué no funcionaba? A esas alturas la clase estaba por terminar y por lo menos la mayoría había invocado un rayo de luz plateada.

 

—Piensa en mi hermano… —le susurró al oído con un tono neutral.

 

—¡Estás loco! — gritó sin importarle la falta de respeto a su docente, Itachi sonrió de medio lado, mientras despeinaba sus cabellos.

 

—Sólo inténtalo, ¿está bien?

 

Murmuró unos impropios para al final terminar aceptando ¿por qué diablos lo hacía? No tenía la menor idea, sólo quería que saliera algo de su varita, ¡por lo menos un gusano! Pero quería demostrar su valía.

 

Cerró los ojos tratando de olvidar todos los ruidos que hubiera a su alrededor, debía de concentrarse plenamente en ello. Cuando su mente visualizó al azabache sus mejillas se tiñeron de rojo ¡era vergonzoso pensar en ello! Sin embargo, trato de calmar su ansiedad para perderse en sus recuerdos. Tenía muchísimas experiencias vividas al lado del moreno, desde primer año compartían clase, pero conforme los años iban pasando en su mente, los últimos recuerdos llegaron como una fuerte oleada de calor.

 

Su corazón había comenzado a latir ferozmente, sentía que incluso Itachi sería capaz de escuchar a la taquicardia que se estaba sometiendo. Sonrió de medio lado, pensando en lo gracioso que al final había resultado toda la situación, Sasuke había actuado como un loco, posesivo, obsesivo ¡Era un maldito acosador! Y sin darse cuenta la sonrisa no desaparecía de su rostro. Y una imagen borrosa apareció en su mente, sus labios sintieron un leve cosquilleo recordando su primer beso. La vista poco a poco dejó de ser borrosa y se imaginó a si mismo tomando de la mano con el azabache a su costado, como amigos, rivales y amantes.

 

—¡Expecto patronus! — gritó sintiendo como una euforia dominaba sus sentidos, la felicidad estaba al alcance de sus manos. Una sorprendente luz plateada le llenó cuando abrió los ojos, sintiendo como poco a poco iba bajando su intensidad, había una silueta que no lograba descifrar delante de sí.

 

Cuando comenzó a visualizar no comprendió del todo, aquella cosa tenía el cabello de Sasuke ¡era imposible!, ¡su patronus no podía ser un humano!, sus mejillas se sonrojaron a un más al pensar en lo obvio que se estaban haciendo sus sentimientos ¡Por los Dioses!, ¡estaba enamorado del teme!

 

—Es una cacatúa, ¡bien hecho! — le felicitó el mayor despeinándolo a un más.

 

El ave había silbado mientras alzaba el vuelo por toda el aula, sus plumas se movían de un lado a otro, mientras el peinado elocuente resaltaba entre sus bellas características. Las plumas levantadas en la parte posterior de su cabeza llamaban demasiado la atención.

 

Sasuke a lo lejos miraba al pájaro con arrogancia. No tenía la menor idea de por qué de entre todas las aves había salido una que tenía cierto parecido físico con él, sólo que alimentaba el ego. Sabía que Naruto había pensado en él cuando lo invocó, estaba completamente seguro de ello.  

 

El trigueño estaba impresionado tanto por la invocación del ave, como la confesión de sus sentimientos. Itachi lo sabía, ¡sabía de sus sentimientos! Por eso le había dicho que pensara en el bastardo de su hermano, y si antes quería ocultar su sonrojo, su cara lo delató completamente ¡al diablo con todo! No esperó a que la clase terminara para salir lo más desapercibido que pudo.

 

 

 

 

Sasuke se había quedado hasta que el ultimo alumno saliera del aula. Tenía serias cosas que hablar con su hermano mayor.

 

—¡Fuiste tú! — lo acusó sin ser más que deductivo.

 

—No sé de que hablas, ototo-baka — soltó el otro tomando sus cosas, no quería realmente tener esa conversación con el menor.

 

—¡Tú creaste la amortentia! — lo atacó interponiéndose en su camino.

 

—Jamás lo admitiré — declaró esquivando al contrario hasta que llegó a la puerta. Era verdad, él creó el filtro de amor con el fin de que terminara hechizando a su hermano. Había fundado los rumores de los chocolates favoritos de Sasuke para que Sakura se los regalara. Conocía a la chica para saber cuáles serían sus acciones, era demasiado obvia. Sí hubiera dejado que Naruto hiciera la poción probablemente alguien hubiera terminado intoxicado.

 

—El patronus, ¿cómo fue qué…?

 

—Oh, ahí se delató él solo, hermanito…

 

 

Palabras: 1253.

Notas finales:

Sólo dejen comentarios, plisssss~


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