Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Crónicas de un villano por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 95]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 Holis!!

Bueno, primero quiero agradecer el apoyo que le han dado a esta historia, muchas gracias por sus comentarios, me han hecho la navidad :P

Segundo... no era mi intenciòn que esto quedara así, pero cuando menos lo espere... en fin, mejor lean.

Hasta la proxima semana!!

De nuevo, no sé dónde estamos, no hay ruido ni ningún indicador que me diga eso. Escucho a alguien quejarse ¿es esa chica, Ivette? Quizá de nuevo las cosas le salieron mal. Lo único que sé, es que ahora estoy más cerca de lograrlo, y todo gracias a Kiran.


— ah, está ahí, creo que Keegan acaba de llegar a donde estábamos— ¿Lou es el nombre de esa chica? Kiran lo repite mucho.


— ¿Por qué seguimos huyendo? Keegan podría ayudarnos— claro, podría ayudarles a que me sentencien a muerte.


— Ivette, él no quiere esa clase de ayuda, y además…


— ¿Podrían pasarme mi libreta?— intervengo, Kiran aún me sujeta pero está viendo la pequeña discusión.  Me mira como si hubiera dicho algo malo.


— nada de eso, aún.


— Tenemos que asegurarnos de que nadie venga, ¿entendido Ivette?— ella gruñe y se va. No logro ver donde estamos aún.


— ¿Dónde estamos?


— ¿importa? No nos encontraran—Responde Hassim— creo que eso es ligeramente más importante— arqueo una ceja cuando me señala. ¿Eso?


— Oye…— me quejo cuando Kiran comienza caminar, y por fin veo un poco de donde estamos. Es el patio de una casa, una casa normal. No se ve grande, quizá un poco descuidada. El pasto me hace sentir que aún no termino de poner los pies en la tierra. La puerta esta vieja, y el interior no luce mucho mejor— ¿Qué es este lugar?


— Bueno, no había mucho de donde elegir— Hassim nos sigue, porque Kiran me sigue llevando, sin soltarme hasta el interior.


— estupendo. 


— ¿Te sientes bien?— miro a Han, que de pronto se ha puesto a mi lado, no me mira con temor o preocupación, solo curiosidad.


— sí, es mejor que la vez pasada.


— ¿Mejor?—  la voz de Kiran suena más alta y estrangulada que de costumbre. Justo entonces, pasamos frente a un espejo en una pared. A pesar de que está sucio, y que la única luz proviene de la luna, puedo ver mi reflejo: hay rastros de sangre en mis mejillas, como si hubieran corrido lágrimas de sangre. Aun gotea sangre de mi nariz, cae por mi barbilla hasta ensuciar mi camisa.  También parece que la sangre sale por mis poros, como si fuera sudor, porque no creo haber manchado de esta forma la camisa solo con el sangrado de la nariz.


— Oh, vaya…— murmuro, mirándome— creo que esto explica porque me siento mareado.


— Ah…— Kiran suspira y hace que me siente— esto luce terrible, si no se detiene el sangrado…


— ¿moriré?  Solo haz que deje de salir— sonrió, porque sé que es más fácil decirlo que hacerlo. Kiran ni siquiera me pregunta nada, me quita el saco y la camisa.  Su mano queda manchada cuando toca mi brazo.


— No te muevas—  no veo lo que hace, pero de nuevo siento su magia, casi puedo ver las ondas de color dorado que debe estar usando. Alzo mi brazo, mirando las gotitas de sangre.


— interesante. Una vez hice una maldición como esta, la chica sangraba por todos lados y no podían curarla. Lo último que supe fue que tenía que ir a que le hicieran transfusiones.


— Eso no ayuda mucho, ¿quieres callarte?— resoplo, pero eso solo hace que comience a sangrar de nuevo por la nariz. Estupendo.  No siento que lo que hace Kiran ayude mucho.


— Han, busca milenrama en el jardín… ortigas también funcionarían— cierro los ojos, la cabeza me comienza a doler.  Kiran se pone frente a mí, su mano levanta mi rostro y yo abro los ojos.


— ¿Cómo te sientes?


— como debería sentirme cuando estoy perdiendo sangre. ¿No puedes hacer algo más?— sería fácil para mí hacer algo con un sangrado… creo. Kiran no me ha dejado hacer nada.


— Déjate de bromas— pongo los ojos en blanco. Si sigo así voy a morir. Kiran limpia mi brazo, y lo alza, mirándolo con atención— ya no estás sangrando.


— ah, es un alivio ¿Por qué no solo hiciste que la sangre no circulara? Si la detenías el tiempo suficiente podrías haber encontrado la causa de esto.  No es exactamente una maldición, pero sí que tiene que ver.


— vas a matarme de la preocupación, Hadrien—  susurra, apoya la cabeza en mi hombro. No hay nadie más aquí, ¿Dónde se quedaron? Solo veo a Morrigan acostada sobre una mesa como si no pasara nada. 


— De haberlo sabido antes…— intento bromear. Alguien viene y Kiran se endereza, alejándose de mí. Han regresa con un montón de hierbas en los brazos.


— oh, creí que era la cocina— dice. Tras él, el chico gemelo también viene, seguido por el amigo de Kiran.


— ¿Qué te paso, Ione?— él ríe, nerviosamente.


— Quise ayudar con las plantas, pero al parecer soy alérgico a las ortigas—  tiene unas manchas rojizas en la piel de su cuello y cara. Claro, ayudar con las plantas, como si no me hubiera dado cuenta de sus intenciones. Le entrecierro los ojos.


— ¿Estás mejor?— Han se acerca a mí. Demasiado inocente.


— si, al parecer Kiran si es un buen sanador y no solo lo aparenta. Por si acaso,  prepara la infusión con eso. Servirá para evitar futuras hemorragias.


— ¿O sea que no confías en lo que hice?— Han se da la vuelta y sale. Escucho algo caer y un “lo siento”.


— confió en que la maldición del diamante quiere matarme. Descuida, no voy a morir por algo como esto— es una suerte ser nigromante, la magia negra se lleva bien con nosotros, una maldición no nos afecta de la misma manera, aunque si nos descuidamos causa lo mismo que a cualquiera. Yo no soy cualquiera.


— qué mala suerte.


— Jency, por favor. ¿Estás seguro de que estas bien?— alzo mi mano, creando una llamarada color verde. Mi magia funciona bien y no me causa dolor— ya entendí.


—  ¿Dónde está Hassim?— no le veo por ningún lado y eso que venía siguiéndonos.  Ninguno me responde. Suspiro— quiero darme un baño.


— esa es una idea excelente, es difícil dar un diagnostico positivo si estas cubierto de sangre.


— ¿Eso fue humor negro?—  sonrió, poniéndome de pie. Todo da vueltas, sí, pero solo por orgullo me mantengo lo más derecho que puedo. Sigo siendo el señor del mal, y tengo una reputación que mantener, algo como esto no va a detenerme. Kiran me sujeta apenas doy tres pasos— puedo hacerlo solo.


— quizá, pero cuando sangras tanto no es seguro estar de pie. Si caes vas a generar otra hemorragia— tiene razón, pero yo no pensaba caer— Jency, dile a los demás que se instalen aquí, que Lou este pendiente por si se acerca alguien— ¿aun si eso quiere decir que se agota el tiempo a la chica? Y yo que pensé que la quería.  


— ¿sabes? me estoy volviendo algo mimado. Normalmente no dejaría que hicieras nada de esto,  pero hay una macabra satisfacción al tenerte— le comento, cuando caminamos por el pasillo.


— nunca piensas lo que dices, ¿verdad?


— No— el baño resulta no está lejos, pero no hay tina.  Miro unos segundos el espacio que hay bajo la regadera.


— quítate la roa.


— ¿Otra vez estas queriendo desnudarme?— Kiran suspira y comienza a desabotonar mi camisa con una mano y con la otra abre la llave— al menos podrías pedirlo por favor. Y no tienes mi ropa aquí, andaré desnudo hasta encontrarla— el agua se detiene.


— Espérame aquí, no hagas nada— me dice y se va tan rápido que no me deja decirle nada más.  ¿Quién diría que Kiran estaría a mis pies? Se siente bien, me hace sentir bien.  Eso sí puedo hacerlo ¿no? disfrutar de esto egoístamente mientras dure.


Kiran tarda un poco en volver, regresa con un montón de ropas y no reconozco ninguna. La deja sobre la tapa del retrete mientras regresa a la llave de la regadera. ¿Qué ropa es esta? No es mía.


— Kiran…                        


— ven.


— esta no es mi ropa.


— Hadrien…— me cruzo de brazos— necesitas ropa más cómoda y menos complicada para quitar.


— ¿Te das cuenta de que estas admitiendo que quieres desnudarme?— la expresión de exasperación que pone Kiran me hace reír, aunque la risa luego me causa un mareo.  Kiran me toma del brazo y me jala un poco.  Hago que mi piel le dé una leve descarga eléctrica.


— Esto no es un juego— pongo los ojos en blanco y dejo que termine de quitarme la camisa y que siga con lo demás.  El agua esta fría, y me causa un leve dolor cuando cae sobre mí, como cuando pasas varios días con fiebre.   Kiran entra conmigo, aun vestido.


— Si ibas a desnudarme, al menos también te hubieras desnudado tú— entrecierro los ojos y él sonríe. No de dónde saca un paño, y comienza a limpiar mi espalda, los brazos… cierro los ojos disfrutando de la sensación de ser cuidado por alguien más. Siempre ha sido Kiran.


— si puedes seguir bromeando así debes estar bien.


— Estoy… bien—su mano baja por mi espalda a mis piernas. ¿Está haciendo esto a propósito? Solo siento su toque por todos lados. Le miro, agachado frente a mí mientras frota mis piernas. El agua se tiñe de rosa.  Sus dedos suben por mi pierna de forma provocativa, tengo que sostenerme de él para no dejarme caer— ¿sabes…? cuando alguien pierde sangre… esto no es… no puede ser bueno— logro murmurar mientas comienza a limpiar esos lugares.


— solo estoy limpiando. Termine— se levanta, sonriendo. Le miro mal ¿estoy molesto porque termino o porque estaba jugando conmigo?  Kiran ríe, y me besa.  Esta mojado también. Se da la vuelta y luego se gira unos momentos y luego me cubre con una toalla— ¿sigues bien?


— Sí— murmuro.


— Ya no sangras— aparto su mano, y me comienzo a vestir yo solo. La ropa es de hecho un pijama. ¿Quién cree que soy?— lo siento, es lo único que encontré que no era pequeño, rosa o con encaje— ¿en que está pensando este idiota? Paso la camisa por mi cabeza, ignorando eso último.


— ¿Dónde están mis cosas?


— Deben estar por ahí— no dejo que Kiran me sujete, pero camina muy cerca de mí. Las luces están encendidas, pero no hay gran cosa aquí, no hay muchos muebles. Ahora no hay una sala, sino un comedor lleno de envases de sopa instantánea.   


— Hadrien, tengo lo que pediste— Han llega, pero el vaso no lo trae él, si no el chico gemelo. Le miro de mala manera, y consigo ponerlo nervioso. Su ropa tiene una gran mancha verde  oscuro en el pecho.


— eh… bien… este es el tercer vaso que llevamos. Tropezó las otras dos veces—  le quito el vaso sin dejar de mirarle mal.


— ¿Alguien sabe dónde estamos?— pregunto en voz alta.  De nuevo, Ivette no está aquí, tampoco Hassim.


— en algún lugar del mediterráneo.


— Gracias preciosa— ¿Hassim sabrá algo? Bien pudo ser solo el azar el que nos trajera aquí. De nuevo, todos lucen un poco cansados.  Este lugar no mejora los ánimos.


— Parece que nos vamos a quedar aquí unos días…— Kiran sigue dando su discurso motivacional, pero ya no le escucho.


— ¿Estás cansado?— Hanley me jala el brazo— conseguí una buena habitación, tiene dos camas.


— Eso suena bien— me sonríe, y luego le sigo, saliendo de ahí.  Tiene razón al decir que es una buena habitación, no luce para nada como el resto de este lugar— Han, ten cuidado con ellos.


— Lo sé— Morrigan sube a mi lado, el calor de su pelaje es agradable. Me duermo pronto, casi ni oigo cuando Hassim regresa, pero igual no puedo entender lo que dice.


A quien veo primero cuando abro los ojos, es a Kiran, sentando a un lado de la cama. Parece que esta medio dormido. Me siento en la cama, suspirando.  Kiran abre los ojos.


— ¿Cómo estás?


— Siempre estuve bien— posiblemente estaré cansado por días, pero es todo.


— Sangraste otra vez mientras dormías, aunque solo fue por la nariz— la almohada tiene una  mancha roja, y explica porque Kiran está aquí. Han está dormido en la otra cama, con el gato a un lado.


— Eso es buena señal— veo mis cosas a un lado, y me apresuro a tomar el cuaderno. Deje pasar algo de tiempo, pero recuerdo las cosas importantes. Comienzo a escribir— ¿Hassim dijo algo?


—  Claro que dije algo— le veo recargado en la puerta, no luce como siempre.


— ¿Y bien?— le da una mirada significativa a Kiran, y él se levanta y sale, aunque no se ve contento con eso.


— Este no es el lugar que elegí— dice apenas cierra la puerta— sí, no sé cómo terminamos aquí, nadie de nosotros pensó en este lugar, pero algo más nos trajo aquí—  las dudas debieron verse en mi rostro.


— ¿Quién?


— no sé, intente averígualo pero no dejo rastro— ¿alguien que no deja rastros?  ¿Acaso estaba equivocado y ninguno de ellos es el culpable?— siento que nos están llevando a una trampa.


—  tsk, eso es malo. Ni siquiera sabemos dónde está el zafiro, los ánimos aquí no mejoran y por si fuera poco, tenemos esto.


— tampoco creo que debas estar flirteando con él. Estas distrayéndote, cambias.


— no estoy cambiando.


— estas siendo un idiota enamorado. Ni siquiera has estado poniendo atención a los demás.


— ¿y? quizá ya me canse de ser malo y que las cosas nunca terminen bien para mí.  Esta es una buena oportunidad para dejar esto.


— no estás siendo objetivo. Pero si es lo que decides, no diré más sobre el tema. Parece que este lugar es seguro, pero seguiré alerta, te recomiendo que hagas lo mismo.


— lo hare— ¿quiero dejar de ser malo? No, pero esto es demasiado tentador, tener a Kiran a mi lado sin tener que estar llamando su atención es demasiado bueno, es un buen precio. Además que no necesariamente dejare de usar mi magia. Si mi destino brilla unos segundos antes de caer, puedo hacer que siga brillando por más tiempo, mantenerlo ya no como una estrella fugaz.


Kiran pasa  una semana más cuidándome, aunque no necesito que lo haga. Ya no vuelvo a sangrar de la misma manera que ese día, aunque de vez  en cuando me sangra la nariz. Hassim no vuelve a mencionar el tema, no noto nada extraño en este lugar, pero sí que me pone alerta el saber que alguien nos trajo aquí.  Intento mantenerme alejado de Kiran, pero cuando es él quien viene a mí siempre, es algo difícil.


— ¿Sigues en eso?— me pregunta, sentándose a mi lado en la cama, apoyando su cabeza en mi hombro para leer lo que estoy escribiendo.


— el tiempo se acaba, entre más pronto termine esto  más pronto podre añadir lo del zafiro.


— esta parte suena  mal.


— es parte de esa maldición.


— te vez pálido.


— Kiran, perdí sangre, es normal que no me vea bien— sonrió. Kiran me abraza, y me hace caer en la cama.


— debes dormir. Has tenido pesadillas ¿cierto?— no digo nada. Si no me veo bien también es porque no he dormido. Normalmente las pesadillas no me afectan ya, pero estas deben ser también  parte de la maldición— yo me hare cargo de ellas.


— Idiota—  me toma de la mano, entrelazando nuestros dedos. Estando aquí, no tardó mucho en dormirme.  


Es un sueño, lo sé aunque no sé cómo lo sé. Esto no es real.  Estoy en un cementerio, no lo reconozco. Veo los espíritus por ahí. Es… como estar y no estar aquí.  Un espíritu se acerca, me hace una seña. Yo no tomo la decisión, pero mi cuerpo le sigue. Me siento extraño, como si estuviera viendo los recuerdos de alguien más. 


Sigo al espíritu hasta un espacio viejo del cementerio, rodeado de mausoleos casi derrumbados. No es más que un montón de tierra, parece que hace años nadie viene a esta tumba, que tiene solo una losa de piedra como lapida. Es de noche, la luna llena es la luz que me hace poder ver algo. El  espíritu señala con un dedo vaporoso la losa. Me acerco y aun puedo leer el nombre: Edward Heron Allen


Me suena de algo.  Todo se vuelvo oscuro, un remolino de sombras. Finalmente solo puedo ver algo, algo brillando con una leve luz purpura.  Estiro la mano, y la visión se desvanece. Solo una palabra flota en mi mente.


Abro los ojos. Estoy solo en la habitación, que me parece demasiado caliente a comparación de ese cementerio, aunque nunca estuve ahí.  Me levanto.


Ya sé dónde está el zafiro.  Ya sé a donde tenemos que ir. 


Siento que nos están llevando a una trampa.


Fue lo que dijo Hassim. Alguien me ha dicho dónde está el zafiro, me lo ha mostrado en ese sueño. ¿Quién y por qué?  Pues sea quien sea, yo necesito ese zafiro, con trampa o sin ella. Tengo que decirle a Kiran que tenemos que irnos. Le busco en  el comedor, pero no hay nadie ahí.  Le busco  en las habitaciones, y le encuentro… hablando con ese amigo suyo.   Me quedo en la puerta, escuchando.


— ¿Y entonces? Kiran… ¿no crees que ya fue demasiado?


— ¿desde cuándo?


— hace días.


— ¿Por qué no dijiste nada?


— ¿tenía que hacerlo? entiendo bien lo que estás haciendo, no me parece mal, aunque si un poco… excesivo.


— ¿ah, sí?— Kiran suena dudoso. ¿No le molesta? O sea, creí que esto sería como una bomba.


— claro, estas solo fingiendo que le quieres ¿no? es un buen plan, le mantienes controlado así y nos es más útil cuando está cooperando gracias a ti.


— Por supuesto— Ja, que gracioso. Esto… es muy gracioso. Demasiado.  Que tonto es Kiran ¿no entiende que mi infierno puede ser más fiel que su cielo? No, no lo ve. Que gracioso. Solo estamos jugando con el otro, solo eso…


Por eso no entiendo ¿Qué es este dolor? ¿Es la maldición de nuevo? Miro mi mano, aferrada a mi camisa, justo sobre el corazón. Ah… entiendo… entiendo…


 


Otro relámpago, seguido por un sonoro ruido. La lluvia es muy fuerte.  No logre llegar al pueblo antes de que lloviera, y todo lo que conseguí fue una cueva, de seguro la guarida de un animal. Todo está enlodado.  Me abrazo a mí mismo, frotando mis brazos.


¿Cómo puedo hacer algo de fuego si todo esta mojado? Me dan ganas de llorar.


¿Dónde está Kiran? Desearía que estuviera aquí. No sé dónde estoy, ni a donde voy. Solo puedo seguir lo que las almas me dicen, los muertos no son buena compañía, comienzo a asustarme de mí mismo. No he dormido tampoco, aunque las pesadillas no son tan malas ahora. Quiero volver a casa.


— ah, cierto. No tengo una casa— me fue fácil creer que ese lugar era mi hogar.  Todo estaba bien ahí.


¿Y Kiran?  El sabría qué hacer, me diría que no debería temerle a una tormenta, me diría como mantener alejada el agua. No puedo hacerlo, todo lo que puedo hacer es invocar espíritus. Kiran… ¿Dónde estás? Tengo miedo…


¿Estará preocupado? Me fui muy pronto ¿quizá debí esperar?  A mí me pareció que espere mucho tiempo ¿o no? ya no sé. Voy a buscar a alguien que no conozco, por lugares que no conozco.  ¿Qué voy hacer? Ahogo un sollozo. No quiero llorar, no voy a llorar.  Siento un poco de frio, pero no es el frio normal de la lluvia.  Cuando alzo la mirada, hay un espíritu de pie en la entrada de la cueva, la lluvia le traspasa. Le miro unos momentos.


— ¿están buscándome? ¿Kiran…?


«No»


Suspiro. ¿Kiran no viene por mí?  No,  no lo hace, y yo soy un tonto por creer que lo haría. Kiran  lucha con magos como yo.  Él…


No vendrá por mí.


¿¡Porque?! ¡Yo no soy como esos magos! No he hecho nada malo, no he dañado a nadie. Bien, hubo algunos accidentes, pero eso no es culpa mía. No soy como ellos, no lo soy. No hice nada malo.  Kiran ayuda a todos ¿no? me dijo que intentaba salvar incluso a las personas que no estaban en el buen camino.


¿Por qué yo soy diferente? ¿Por qué no intenta ayudarme a mí? ¿No merezco que venga? ¿Qué me ayudara ese día?   ¿Yo no lo valgo?


Estoy asustado. Kiran no vendrá por mí, ¿Cuántos días han pasado? Estoy cansado, mojado… estoy solo… pero no es la primera vez que estoy solo.


Si Kiran no me necesita, entonces yo tampoco le necesito. No necesite a nadie antes, y no necesito ni a Kiran ni al parlamento, no necesito a nadie. 

Notas finales:

Lo se, lo se, pero como ya mencione, no queria que quedara tan... tan.. sad, vaya. y menos en una fecha como esta, pero así quedo. Y para compesarles un poco, les prometo que el proximo capitulo habra mas accion, quiza ya se sepa quien es el traidor y por supuesto, Kiran tendra tambien su castigo por ser tan cruel. Ah, y  quiza un poco de IonexHanley implicito para endulzarles el año (?) 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).