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THE BETSFRIEND por Mariposa23

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Noah Puckerman no es precisamente el hermano mayor del año. Pero tampoco es ningún desobligado; cuida y adora a su hermanita menor. Es quizá, un poco, solo un poco sobre protector. Pero en este mundo lleno de pedófilos (Mariposa y 23: ejem, nosotros) es preferible cuidar mucho de su bella hermanita.
Y precisamente por q es muy cuidadoso. Sabe q su hermanita tiene una nueva amiguita.
Con la q va muy seguido de shopping, y a pijamadas, y a tomar té, etc. Cosas de chica, y cada vez q vuelve a casa después de verse con su “mejor amiga” luce radiante. Tienen el cabello peinado de formas q Puck no puede imitar, por q él ya hiso una gran proeza al poder hacerle una trenza en el pelo; vine con bucles o el pelo alaciado, o con tintes temporales de colores rosados o celestes, tiene coletas, o trencitas, llena de trabitas y moñas, con ropa toda rosa y llena de flores y corazones.
Su hermanita habla mucho con su amiga, no se desprende del teléfono.
Pero hasta ahora. Puck no sabe, quien rayos es. La chica q tiene tan contenta, a su hermana. Su madre lo sabe, y solo comenta q es una gran persona, al margen q confía mucho en el padre de la mejor amiga de su hermana. Y su hermana, solo cuenta q su amiga, es algo mayor q ella.
Aun q claro, solo así lo dio a entender una vez y de manera apresurada.
Dijo “es algo mayor, q yo. Pero nos entendemos”, para citarla.
Pero.
Este tema está empezando a intrigarlo demasiado.
¿Quién es la mejor amiga de su hermana?
Fue por eso q una vez, q se enteró q su pequeña hermana ya tenía planes para verse con su amiga; decidió seguirla, espiarla. Y enterarse por sus propios medios, quien era la adoración de su hermanita.
No es q estuviera celoso, no, claro, q no. …l solo era precavido. Como lo debía ser todo hermano mayor. Que se precie de ello.
Tal vez, por ironía del destino, o q diablos. Solo una broma cruel.
Cuando Puck llego al centro comercial, y con su vista siguió el camino de su pequeña hermana. La quijada se le fue hasta los talones al observarla; dar un beso en la mejilla y un fuerte abrazo. Aun chico.
A ese chico.
Al q molestaba en la escuela.
Pero, molestaba a muchos chicos en la escuela. Este era, ese chico.
El del club Glee, aun así. Haciendo recuento, también molestaba a muchos chicos del club Glee.
En resumidas cuentas. “…L” mejor amigO de su hermana. Era nada menos que.
Kurt Hummel.
El chico gay de la escuela. …l mismo q semana tras semana, infaltablemente. Enterraba en el enorme contenedor de basura del colegio.
Naturalmente q después del shock inicial lo único q quiso hacer es abalanzarse sobre Kurt con todo su peso, de jugador de futbol americano q poseía. Porque lo primero q paso por su mente. Es q “princesa” se las estaba cobrando todo lo q le hacía en la escuela, con su hermana menor.
Pero se detuvo después de ver, como su enana, se acopiaba cómodamente entre los brazos del chico q la cargaba.
Les miro mover los labios como si tuvieran una conversación y de inmediato empezaron a moverse. Y Puck junto con ellos.
Primero fueron a una tienda de la cual, ni conocía su existencia. Una llamada “Mundo Unicornio” llena de arcoíris, mucho rosa, plumas y brillos.
Muchas de las cosas q, él, en lo personal detestaba.
De allí, junto a unas bolsas, partieron, a una tienda de ropa para niñas, le siguió una tienda de maquillaje, una tienda de bolsos. Y rentaron con una visita a una confitería llamada “Vainilla”
Puras y detestables cosas de chica.
Con las cueles Kurt parecía cómodo, además de ser un experto conocedor.
Aprovechando q por fin hacia una parada estable, Puck decidió infiltrarse en la cafetería, un poco más cerca de su hermana y de Hummel, para parar el oído y escuchar lo q hablaban.

K-entonces ¿Qué te pareció ese truco con las ofertas?
S-fue, ¡increíble! Tienes q enseñarme esos trucos…
K-por supuesto q si, esos son detalles importantes q te ayudaran en tu futuro…por el resto, creo q hicimos compras grandiosas…
S-aja. Y cuéntame, ¿por fin estas, con ese amor de tu vida?
K-ay eso quisiera amiga. Pero no sé. Ahora siento, q lo eh tenido todo este tiempo como un amor platónico, ¿entiendes?, como el mismo amor q se le tienes a Leonardo DiCaprio. ”sea, puedes besar su poster un millón de veces, y amarlo en “Titánica” pero. En la vida real, no te lo imaginas a tu lado en lo cotidiano…
S-mmm, parece difícil. Yo creo q todos los niños tienen piojos excepto Wally. …l es lindo…
K-sobre eso Sally, no te precipites. Aun eres joven, tendrás tiempo para amores. Ahora concéntrate en pasarlo bien y divertirte. Aun los dos son muy niños. Pero no negare q puedan divertirse juntos ¿te parece Sally?. Digo solo piénsalo. Expondrías al pobre de Wally a Puckzilla. Porque si es alguien especial eh importante para ti, te va a tocar presentarlo a la familia. Y sinceramente, tú hermano mayor. Ya da mucho miedo de por si, como para q todavía le des un blanco teledirigido. Puck te quiere mucho y se va a poner muy celoso y sobre protector cuando vea al niño q te gusta.
S-¿tu crees?
K-sip. Así suelen ser todos los hermanos mayores…
S-¿y tú no abrías querido un hermano mayor para q te protegiera?
K-si, pero. A mi ya me dejo el tren.
S-pero ¿Noah te protege en la escuela no?
K-si, tu hermano es una buena persona. Tiene talento en el canto y en el campo. Así q nunca dejes de quererlo y respetarlo ¿okay?

Después de escuchar aquella conversación. Puck vivió todo un sube y baja de emociones.
Primero estuvo tenso, alerta a cualquier movimiento amenazante de Hummel. Y si algo sabia Puck era leer el peligro. Luego se sintió confuso, con la situación de las compras y eso, eran cosas q no entendía. Y no negara q sintió verdadera curiosidad cuando su hermana menciono al chico q le gustaba a Kurt, se preguntó si seguiría enamorado de Finn; y rio con el comentario de los piojos de su hermana menor.
Hasta q escucho ese, maldecido, nombre. “Wally” un tal Wally del q nunca escucho ni media palabra por la boca de su hermana Samanta Judit Puckerman. Ojo q solo solía llamarla por su nombre completo cuando iba a regañarla. Porque, iba a regañarla. Todavía era una mocosa con dientes de leche ¿Qué hacía fijándose en muchachos?. Y concordó mucho con la recomendación q le dio Hummel a su hermana. Se ofendió un poco cuando Kurt le acuso de monstro, él no era un incivilizado. Solo le aria lamer las calles cerca de prisión al tal Wally si se atrevía a cortejar a su hermana. Pero si, se divirtió al escuchar su apodo en labios de Kurt. Y le pareció invaluable el consejo de presentar a la familia futuro, muy lejano, novio. Desde ya, quería mentalizar a su hermana, para q supiera, q la familia, lo sabía todo. …l lo sabía todo, y si un día un desgraciado se animaba a lastimarla. …l le aria la vida un infierno hasta q el pobre diablo, se fuera al infierno de verdad. También comprendió demasiado bien el porqué, Kurt le tenía miedo. Después de todo, seguro seria su peor pesadilla encarnada todos los días en la escuela.
Y volvió a odiar al tal Wally, cuando ese mocoso desconocido se ganó el título del “niño q te gusta” en palabras de Kurt. Ese miserable mequetrefe llamado Wally no tenía ni oportunidad con su hermanita.
Tampoco pudo evitar sentir algo de pena por Kurt. Tal vez, si el chico hubiera tenido un hermano mayor q lo cuidara, de desgraciados como él, dentro de la escuela no se atreverían a molestarlo por ser diferente. Pero Kurt estaba solo, no tenía a nadie. Y eso, eso le espantaba. No quería q su hermanita se sintiera así; si bien no podían contar con su padre; para eso estaba él, su hermano mayor. Para cuidarla de compañías indeseadas y chicos patanes.
Le sudo la nuca cuando escucho a su hermana preguntar a Kurt por él.
Pensó q en ese momento todo se cagaría y Kurt le contaría a Sally lo bastardo q era con él todos los días.
Pero Kurt. Dijo algo totalmente diferente.
Mintió, para hacerlo quedar bien. Para q Sally siguiera pensando q él era bueno y talentoso…
Para q Sally lo siguiera queriendo.
Porque de seguro de enterarse. Todo lo q le hacía a su “mejor amigo” Sally lo odiaría…
Después de esa conversación vio como Kurt y Sally se marchaban.
Los vio, dejando a Sally en casa y a Kurt volviendo a la suya…
Y no supo q pensar.
Para empezar ¿Cómo es q Sally y Kurt se conocían? ¿Cómo se habían hecho amigos?
Preguntas clave q decidió responder cuando llegaran a clases mañana.
Y como lo prometido es deuda.
Al día siguiente, después de q arrojara a Kurt al basurero junto con sus amigos.
Decidió cercarlo para conseguir respuestas.

P-oye, tu ¿Cómo conociste a mi hermana?-directo y en seco. Así era él.
Kurt lo miro algo sorprendido abriendo enorme sus ojos azules.
K-¿Cómo es que, lo sabes?...-blanqueo los ojos restándole importancia-como sea. Una vez, la ayude cuando unas niñas de su escuela la estaban molestando-Puck le dedico una mirada confundida ya q al parecer nunca se había enterado de q a q su hermana la molestaran unas niñas.-era una discusión sobre quien era bonita y eso…las encontré en el parque camino a mi casa…así q intervine cuando vi llorar a Sally, y por ser su “héroe” decidió compensarme invitándome u helado. Congeniamos desde el primer minuto, y decidimos volver más frecuentes esas salidas.
Puck aun así lo miro con los ojos entre cerrados, estudiándolo…
P-como sea, te advierto q si le haces algo. Te matare.
Kurt volvió a blanquear los ojos.
K-yo no le aria nada a una niñita. No me meto con los q no son de mi tamaño a diferencia de ti.-los ojos azules q no perdonan nada lo miraron acusadores y llenos de un provocativo desdén y Puck no pudo evitar sentirse mal.-no importa, gracias por arruinar mi bolso nuevo, animal.-le espetó furioso el chico. Y ciertamente ese bolso le vio comprar nada más ayer, junto a su hermana.
Y en ese momento, Puck se planteó seriamente. Disculparse de verdad con “princesa”. Es solo q algo de su “orgullo patán” no ese lo permitió. Y en cambio miro en silencio como el chico se iba imprimiendo, fuerza en cada paso q daba. En cada movimiento de izquierda a derecha de esas caderas demasiado amplias, como para ser las de un chico normal, común y corriente.

Esa fue la primera vez, q Puck empezó a “humanizarse” con princesa.
Y cabe decir q a esa le siguieron muchas veces más.
Hasta q consiguió desligar a su bola de abusivos a asía un nuevo blanco. Y Kurt dejo de visitar los basureros.
Los proyectos del club Glee y los de la clase de español no hicieron más q relacionarlos, mutuamente. Y con lo estrechos q ya se sentían de por si gracias a Sally. Porque la niña decidió invitarlo, a pasar tiempo en casa con ella. Y esta vez, Kurt si acepto, a sabiendas de q Puck no lo partiría en dos al poner un pie en su propiedad.
Las visitas frecuentes, los proyectos compartidos, la amabilidad flotando entre ellos.
Puck por fin, “protegiéndole” a su estilo, en la escuela. Y Kurt. Kurt tenía la mano de los dioses del desayuno porque preparaba maravillas para la primera comida, q tenía la generosidad de compartir con los Puckerman. Esos panqueques de frutas, o las ensaladas de frutas con yogurt, y crema. Las tortillas españolas…dios todo lo q cocinaba era una delicia. Y no había mañana en la cual faltara el desayuno en la mesa hecho por Kurt, desde q se tomó la libertad de preparo permanentemente.
Y todo iba tan bien q Puck había conseguido, mejorar las notas y su actitud. Con Kurt como compañero e institutriz era bastante competente.
Princesa lo llamaba, pedagogía. Decía q no era Puck el q fallaba en los estudios, sino los maestro, por no encontrar la forma de enseñarle de manera q realmente entendiera. Las cosas con Kurt eran muy claras siempre mucho más sencillas. Kurt sabia como explicarle justo aquello q no entendía; podía ser de cualquier materia, de cualquier cosa. Física, química, literatura, matemática. Kurt lo sabía todo. En español hasta cantaba canciones enteras con un perfecto asentó.
Además gracias los nutritivos desayunos, Puck había aumentado de peso. Y no de grasa saturada, sino fibra q lo tonificaba. Ahora era más fuerte, y podía dar más oportunidad a su equipo de ganar.
Fue una situación q se dio, una rutina establecida sin q se dieran cuenta.
Puck había perdido la cuenta de los días en los q Kurt estaba en su caso, o él en la de Kurt.
Solo iban y venían, con las tareas, comidas y Sally.
Ahora claro, en la escuela, no pasaban más allá del pequeño y discreto, hola o adiós. O al menos frente a todos.
Eran en momentos de privacidad donde se podían dar el lujo de conversar un poco más. De preguntarse, cuál era la casa de turno para pasar la tarde o hasta la noche. O como iban a organizarse para hacer tareas, o estudiar para los exámenes, hablaban incluso de Sally, de cómo estaba la enana en la escuela, o q onda con ese chico de la escuela llamado Wally.
Tan cercanos, q Puck le contaba sus venturas o desventuras amorosas, eh incluso idioteces q le parecían graciosas o tristes; su simple y maldito día a día, cada detalle a Kurt, como si fuera su diario hecho carne.
Kurt siempre le tenía algún concejo q dar en cuanto a relaciones se trataba, siempre levantándole el ánimo, renovando su desgastada autoestima. Diciéndole q valía mucho más de lo q le decían sus conquistas, o sus ex conquistas.
Mirándole con infinita paciencia contarle sus cosas, eh incluso riéndose de sus chistes.
Era una buena rutina. Una buena vida.
Eso hasta q un día; cambio todo.
…. Kurt. Vino sonriente una tarde. Muy sonriente.
El plan era ayudar a estudias a Sally para un examen de matemáticas q tenía al día siguiente. Y de paso hacer la tarea juntos. El plan típico.
Puck ya tenía listos unos bocaditos y Kurt tenía las manos llenas de lo siguiente q prepararía.
La efusividad de princesa era demasiado llamativa. Sally tuvo q preguntar.

S-¿Kurt q paso hoy q parece q te vas a quebrarte los labios con la enorme sonrisa q traes?
Kurt la miro, algo apenado. Y sus ya de por sí, rosas mejillas. Se encendieron en un intenso rojo, contrastante con los ojos azules y remarcando la sombra de las largas y tupidas pestañas…Kurt sonrió aún más si era posible.
K-conocí a un chico.
Oh, así q eso era.
Puck automáticamente frunció el ceño, antes de q fuera consiente de q la noticia no le agradaba en nada.
S-¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! ¡¿Cuándo?! ¡¿Quién es?!-por el contrario Sally parecía emocionada
Kurt soltó una risotada risueña, boba. Enamorada.
Y algo en todo ello, revolvió las tripas de Puck, como en un espasmo de puro miedo y rabia combinados.
K-es de otra escuela. Se llama Sebastián Smythe. …l canta también, pero lo cierto es q lo conocí en una tienda en la q estaba comprando unos vaqueros. Hoy…no sé, coqueteamos, nos dimos nuestros números y hasta ahora no ha parado de hablarme. Dice q le gusto, y para ser sinceros él también me gusta a mí. Y Sally tienes q ver lo guapo q es…
Kurt y Sally ya parecía perdidos, en esa tonta conversación.
Pero, todo esto a Puck le latió mal. Porque, no era muy poco tiempo, para q te gustara una persona. Si, ciertamente Kurt era lindo, y sería fácil, el primer flechazo de alguien; palabras q le nacieron desde el fuero interno y tuvieron mucha lógica, aun q Puck no se dio cuenta de sus propios pensamientos. Aun así, a Puck le parecía extraño q se gustaran tanto, solo con verse una vez y ya…
No es q no creyera en el amor a primera vista, y menos si la ecuación incluía a Kurt-caderas amplias. Pero, pero…
Algo no estaba bien.
Le picaba debajo de la penúltima costilla izquierda.
Era la señal. La misma q tenía cuando su hermana o su madre estaban en algún problema.
En simples palabras llamémosle, premonición o síndrome premenstrual de vieja gazmoña.
A Puck no le importaba. Eran las señales, las malditas señales de algo peligroso gestándose…
P-no sé, a mí no me gusta la idea.-y tuvo q expresarlo. Ganándose una mirada confusa por parte de su hermana y princesa. Era como si de repente le hubiera crecido un cuerno en la cabeza.
S-estas ¡¿loco?! Este podría ser el príncipe azul de Kurt y tú…
P-hey Sally no soy imbécil ¿sí?. Se q esta es una oportunidad para Kurt. Pero. Para empezar Kurt no está desesperado por una relación-a lo q Kurt lo miro con ironía destellando de su jactancioso rostro. Porque, efectivamente. Kurt si estaba desespera. Puck lo reprobó con la mirada de vuelta.-porque Kurt es una gran persona y está seguro de sí mismo, y sobre el hecho de q algún día, una magnifica persona se fijar en lo grandioso q es, y estarán juntos. Pero este chico…no se…algo, no encaja. Además Sally, lastimosamente, los príncipes de la vida real suelen ser ogros de calabozo. Esos príncipes q encuentras una vez en tu vida y te aman para siempre. Rara, rara vez en tu vida encuentras.
S-¿pero cómo sabes q este no ese ese príncipe para Kurt?-Sally se empecinaba en discutirle.
K-sea lo q sea, vamos a darle el beneficio de la duda. Ya sea, un amor de verano, otro patán, o mi príncipe azul soñado. Quiero q él por sus propios medios me demuestre quien es realmente. Y por el camino q vamos. Vamos muy bien.
La conclusión del asunto. Fastidio aún más a Puck. Que antes q enojarse, con todo. Estaba muy confundido.

Y fue así como parte, de la nueva vida de Puck se fue al diablo, y al parecer, era a él al único q tenia consternado.
Porque Sally, lo entendía.
Las tardes en las q ya no veían a Kurt, o los momentos ausentes del mismo mientras se la pasaba pegado al teléfono distraído por el pretendiente. Sally se emocionaba a cada segundo suspirando de amor ajeno por “la historia de amor y romance q Kurt estaba viviendo”.
Pero para él estaba siendo un duro, y maldito cambio.
No igual, la rutina no era igual. Y eso lo molestaba tanto. Que todo mundo empezó a notar su mal humor.
Las primeras fueron Quinn y Santana. Sus dos chicas cercanas, se preguntaban, q últimamente estaba cabreando tanto a Puck.
Luego, el algo lento y tonto de Finnn su mejor amigo.
Y posteriormente el maestro Schue y todo el club Glee. Quienes por supuesto lo confrontaron.
Pero las cosas para Puck no estaban siendo tan sencillas, por q ni el mismo se entendía. No podría dar ningún esclarecimiento de la situación.
Y había tantas cosas q quería discutir con Kurt.
Quería. Reparar en esas palabras. En eso de “quiero q él por sus propios medios me demuestre quien es”. Quería decirle algo a Kurt pero no sabía q era. Quería q Kurt le dijera algo, esperaba escucharlo, pero no sabía q escuchar con certeza.
Fue por esa razón. Tan agobiado, tan emocional. Y aprovechando q un día Kurt falto al club Glee, por una “dichosa” cita. Puck aprovecho para cantar. “Iris” de “Goo Goo Dolls”.
“Y abandonaría por siempre tocarte”
Soltó la primera estrofa, acompañado de su fiel guitarra, sin mirar a nadie y a nada en específico con la sola intención de recordar.
A princesa de porcelana.
Lo suave q se veía Kurt. Lo suave q era, las veces q Puck alcanzo a rosarlo.
Lo cálido de su piel, el buen olor q desprendía.
Lo familiar q le era su tacto. Lo agradable. Lo indispensable.
“Porque sé q me sientes de algún modo”
Por lo reciproco q sabia, la estreches entre él y Kurt.
Porque sabía q Kurt no estaba desentendido de sus malos presentimientos respecto al tal Sebastían…
Porque en los meses de esa agradable rutina. Algo, un lazo de relación se estableció entre ellos. Conectándolos, demasiado bien.
Tanto q, el frente a frente, estaba demás. Kurt a veces era un adivino con él. Y sabia q era mutuo.
“Tu estas más cerca del cielo de lo q yo jamás estere”
Porque si Kurt no era un ángel caído del cielo. Entonces era la representación del demonio de tentación en la tierra.
Lo inteligente, lo gracioso, lo talentoso. Lo dulce q era. Lo sexy q podía verse, sin siquiera pretenderlo
Porque unos minutos con Kurt y ya estaba en el paraíso. Porque Kurt tenía la facilidad de hacerte sentir q podías volar. Solo con sus palabras, con su voz, era eso lo q te inspiraba.
“Y no quiero irme a casa justo ahora”
Exacto. Porque nadie quería q la función de magia acabara, justo cuando el mago te estaba haciendo nuevo. Una mejor persona. Algo, sobre tus propias expectativas.
No quería irse de casa de Kurt a la suya, esa tarde, ayer. No quería dejar de reír, junto a él, no quería perder ni un minuto del día q pudiera pasar junto a princesa. Pero tuvo q marcharse, por q esa noche Kurt iba a tener otra cita y quería tener tiempo de arreglarse. Y Puck, ya no quería marcharse.
No de nuevo. No, nunca más.
“Y todo lo q puede saborear en este momento”
Desesperadamente quería el pasado. Ya no el ahora. Porque eso implicaba a un cuarto en su grupo de tres.
Porque al principio, Sally, él y Kurt, estaban bien. De maravilla.
Pero llego el cuarto, Sebastián.
Y los fue separando de apoco. Craquelado todo lo q Puck conocía como su nueva definición de hogar.
Y como quería, saborear, degustar. Disfrutar un poco más de los momentos con Kurt. Cunado solo eran ellos tres. Cuando estaba solas con él.
Cuando se contaban todo. Cuando la palabra amistad era un sobre entendido.
No quería perder más. No quería dejarlo ir, otra vez.
“Y todo lo q puedo respirar es tu vida”
Es como si, de pronto. Puck se hubiera vuelto alérgico a todo. Excepto a Kurt.
Porque todo a su alrededor, le irritaba, le picaba en el alma. Lo asfixiaba.
Solo Kurt, era como un remanso de hipo-alergénicos.
Donde todo estaba bien. Y compartir aire parecía tan correcto, como si fuera asmático, y Kurt su inhalador, q quería respirarlo a él. Quería respirar sobre él, contra él. Sobre sus labios, contra sus labios.
Porque la vida de Kurt, era su nueva cura, sus antidepresivos, sus estimulantes, la adrenalina inyectada a su corazón en la reanimación, su resucitador.
Kurt era su mayor bien.
“Porque más tarde o más temprano se terminara”
Y Puck lo sentía, en su costilla.
El final. De su rutina, de su nueva vida. De su vida en general.
Sentía como de apoco todo se iba acabando.
Mientras Kurt, los dejaba atrás por el maldito novio.
Y si, una parte de él, lo suponía desde q empezaron a agradarse mutuamente. En el fondo estaba consiente, q Kurt era demasiado bueno para él. Y q muy pronto si bien no de inmediato. Kurt se marcharía, con alguien tan genial como él.
Pero no quería creer q Sebastián, era ese, mejor futuro para Kurt.
Al fin y al cabo, tenía sentido q todo terminara. Esto, no debió ser. Kurt no tendría q ni siquiera dedicar una mirada un bruto como lo era él. El final, tenía sentido.
“Simplemente no quiero extrañarte esta noche”
Puck podría predecir su futuro gratuitamente. Y no fallaría.
Esta noche, iría a embriagarse.
Porque sabía q Kurt tenía otra cita. Por cómo iban las cosas y por lo q dictaba su experiencia en conquistas y relaciones. Kurt y Sebastián estaban a punto de dar el gran paso. El desemboque de toda relación.
Intimar.
Y algo de todo eso. Lo desesperaba, lo mataba y lo reducía a la nada. A una ansiedad. Que ya no estaba sabiendo cómo combatir.
Y como siempre, en todas las depresiones. Uno busca algo, lo q sea para distraerse. Un salvavidas en un mar de confusión, un tiempo fuera dentro de un partido en picada.
Y otra vez, en las horas de insomnio. Justo hoy no quería tener cabeza para pensar en Kurt de nuevo. No quería imaginar lo q Kurt estaría haciendo.
“Y no quiero q el mundo me vea
Porque no creo q ellos entiendan”
Y era cierto.
Que diría Finn. Qué pensarían Quinn y Santana.
Nada sabría cómo entenderlo.
Nadie entendería a Puck mejor q Kurt. Porque nadie entendía a Kurt mejor q Puck. Solo ellos dos podían comprenderse de verdad.
Los demás ya estaban fuera. Estaban demasiado lejos.
Nadie entendería, lo mal q se sentía. Porque ni el entendía q era lo q lo estaba matando tanto.
Y si nadie lo comprendía no quería estar con nadie.
No quería nada si el mundo se portaba tan cabrón, tan cruel. Con alguien q de por si era patético, ósea él.
De nada servían amigos q eran demasiado tontos como para ayudarlo. Y de entrada, amigos q no apreciaban a Kurt por lo q era. Por la increíble persona q era.
De q servían las chicas.
Si eran ásperas, y torpes, eh incultas. Y tan diferentes, a las suaves curvas, a la piel de porcelana, a la viveza, o a la belleza de Kurt. De q serviría usarlas si en ellas buscaría a un chico q no tenia comparación alguna.

“Cuando todo está hecho para ser roto”
Y demonios, da tanto dolor.
El saber q algo bueno tiene caducidad. Y aun así disfrutarlo. Y cuando llega el vencimiento, q aun te siga sorprendiendo.
El dolor era un mal antiguo q seguía sintiéndose como nuevo.
Ahora q sabia q todo entre él y Kurt se estaba acabando. Tenía tanto sentido.
Solo ahora, porque antes, aquello habría sido risorio imposible.
Porque el final nunca parece llegar cuando te estas divirtiendo.
El viaje a la cruda realidad. Donde todo acaba. Donde todo toma su lugar. Es muy duro.
Pocos lo sobreviven. Y Puck empieza a creer q él no lo hará.
A cada segundo se pone más y más triste, como si ahondara en lo q verdaderamente le pasa.
Como si recién se diera cuenta. Que todo esto lo está rompiendo a él.
“Yo solo quiero q tu sepas quien soy”
Porque si Kurt necesitaba. Saber quién era para enamorarse de él. Seguro se lo demostraría.
Y si hubiera algo bueno en él, como lo presumiría.
Pero no tenía nada q ofrecerle.
Porque no era listo, ni rico, porque ni tan guapo era, porque era su ex abusivo.
Pero si tenía algo honesto. Algo verdadero.
Admiración, anhelo. Amor…
Uno real, por Kurt.
¿Sería esto suficiente para enamorarlo?
“Y tú no puedes combatir las lágrimas q no vienen”
De saber Kurt q Puck se estaba sintiendo así de mal. Intentaría algo para ayudarle. Lo q sea, porque así de bueno era Kurt.
Pero, con esto. No podría ayudarlo. Ni con sus hermosas sonrisas, o con sus lentas caricias.
No habría nada q le consolara porque, térmicamente hablando. No estaba triste. No tendría por qué estar así de herido. De desahuciado.
No puedes derrotar algo q no existe.
No hay mostró q vencer, si no aparece. Y aun q la ternura de Kurt, podría hasta con un asesino serial. Esta vez. No iba a rescatarlo a él.
“O el momento de verdad en tus mentiras”
Y la verdad, espera q Kurt no le preguntó q diablos q le pasa. Todo el mundo lo hace. Y puede evitarlos o mandarlos al diablo. Pero no a Kurt. Porque sus mentiras parecen tener un “hasta aquí” y ese es princesa.
No le puede mentir a Kurt. Es, importante.
Porque en el momento en q Kurt lo encare y le pregunte, entonces soltará la verdad. Sobre porque de repente el, hiperactivo Puck se ha reducido a una sombra nostálgica q extraña demasiado un pasado q, acaba de ocurrir. Dentro de todas las veces q está “bien” y es una mentira. Si Kurt le preguntara, no se atrevería a decir lo contrario, más q la verdad.
Ya sea por q lo respeta, o porque no puede mentirle. Porque Kurt lo conoce ahora demasiado bien.
Por cualquier motivo, al verse reflejado en esos ojos claros. Entonces terminara de quebrarse.
“Cuando todo se siente como en las películas”
Pero esos mismos ojos q lo delatan, son los q le enternecen. Los q los hechizan con esa bruma romántica. Y lo emboban, lo ponen tonto porque son tan hermosos. Tan sinceros, y dulces.
Se siente como en las películas románticas.
Como las melosas escenas en las q los amantes se miran. Y no hay nada más aparte de ellos dos frente a frente.
Kurt consigue transportarlo a ese tipo de situaciones.
Así q es una mescla de sentimientos.
Porque se siente devastado, y siente q va a explotar en cualquier momento, apenas cuando mire los ojos de Kurt, pero también se siente dentro de un poema de amor.
Uno q habla sobre largas pestañas risadas, y ojos casi grises.
Espejos del alma.
Un alma hermosa como la q tiene Kurt.
“Si tu sangras para saber q estas vivo”
Pero sabe una cosa. Sabe q este chico con el q sale lo va a lastimar.
Porque reconocería a un jugador cuando lo ve. …l es un, o lo fue. Hasta q el cazador se volvió presa. Hasta q conoció realmente a Kurt.
Es algo q no se puede ignorar. Porque se trata de Kurt.
Porque no está bien herir a alguien como Kurt.
Aun ángel hermoso. A una alma tan perfecta.
Pero Kurt está empecinado en lo creerle. Como si quisiera confirmar q lastima en cuanto se corte y derrame su sangre.
No quiere q nada lastime a Kurt.
Quiere protegerle.
Quiere…
“Y no quiero q el mundo me vea
Porque no creo q ellos entiendan”
Quiere cosas q no sabe ni nombrar. Cosas q nadie entendería. Y por eso no confía en nadie.
Y la única persona q si es capaz de comprender, finge demencia y se olvida de él.
De repente tiene ganas de dejar la escuela, de buscar algún refugio donde no lo juzguen.
Donde sea libre. Para sincerarse consigo mismo.
Es un hombre fuerte.
Lo tuvo q ser para apoyar a su familia.
Pero esto, esto lo está rebasando. Lo agota y lo quiebra de formas q no puede ni expresar.
Y esta tan solo, sin amigos, sin novia. Sin Kurt…
“Cuando todo está hecho para ser roto”
Y se da cuenta, q no solo su estadía con Kurt tenia limite, sino; él mismo.
Ahora su fecha de caducidad está llegando. Cada día una parte de él muere sin el oxígeno-Kurt, muere sin la luz de la sonrisa de princesa. Sin la energía de sus ojos. Que ahora solo miran una fría pantalla a la espera de un príncipe. Que solo es sapo.
Pero él q puede hacer. Ya no está fuerte, como para nadar a contra corriente.
Los ojos de Kurt lo han amansado. Lo han dejado indefenso ante el ataque q el mismo Kurt decida darle. Y aun q no lo sea, aun q no haya deliberación. Kurt lo mata con la lejanía q de apoco crece mucho.
Acaba su relación, acabo él.
Se aleja Kurt. Se rompe él.
Dios sabe q siempre le faltaron partes. Pero cuando conoció a Kurt, cuando supo quine era de verdad, fue, como encajar en un rompecabezas. Como si cada hueco en su vida tuviera razón de ser, porque estaba hecho para ser complementado; ocupado por Kurt.
Pero Kurt ahora se va y es como si Puck volviera a quedar roto, incompleto sin sentido para estarlo.
“Yo solo quiero q tu sepas quien soy”
De lo mucho q le enseño Kurt sobre sí mismo. Quiere llevarse algo de la seguridad q le dio.
Quiere creer q hay algo bueno en él, algo q ofrecer a Kurt.
Algo verdadero por lo menos.
No es un príncipe. Ni tampoco un sapo.
Quizás solo un perdedor. Que se encontró de cara contra él sol q es Kurt. Y quedo prendado para siempre de esa libre y radiante aura q posee.
Eso q es de verdad. Todo lo poco de bueno q hay en él. Se lo quiere dar a Kurt.
Porque tal vez. Demostrándole quien es de verdad. Consiga enamorarlo…también. Porque él ya lo está. Está enamorado…
“Yo solo quiero saber quién soy”
Pero es tan difícil querer dar algo q ni siquiera tú conoces.
Es difícil, presumir de algo q no estás seguro q siquiera posees.
“Yo solo quiero saber quién soy”
Pero Puck ha descubierto algo.
A descubierto, q cuanto más tiempo, pasa con Kurt. Más puede saber sobre sí mismo, sobre su verdadera forma original, sobre todo lo q puede alcanzar a ser, si Kurt está ahí para complementarlo.
No la q tiene ahora, su verdadera forma, no está completo. Una rota y amorfa. Imagen sobre sí mismo, eso es ahora.
“Yo solo quiero saber quién soy”
Necesita a Kurt más de lo q cree. Más de lo q su subconsciente deja ver y más de lo q su consciente admite.
Porque quizá, detrás de la necesidad este el amor.
Obvio le gusta Kurt.
Quizás lo quiere.
Quizás lo ama.
Aun siendo hombres.
Que tal, q Kurt. Con las piezas q a él le faltan. Le enseño q no hay límites para el amor.
Que puede incluso estar en dos machos de diferentes especies. O en este caso de diferentes estratos sociales, y gustos y aficiones.
Porque el complemento no está en el clon. Sino en la atribución de elementos, q químicamente compacten contigo, así sean diferentes.
“Yo solo quiero saber quién soy”
¡Demonios! Necesita a Kurt para descubrirlo.
Si lo ama o no.
Si puede o no con esto.
Quienes son realmente. Solo Kurt y Puck lo sabrían. Juntos.

Una canción en la clase del club Glee. Le hace descubrir sus propios sentimientos. En un viaje. Que recorre todo dentro de sí.
Cuando acaba de cantar, y sus pensamientos por lo menos tienen cierto camino dentro de esa maraña de confusión.
Los chicos no saben q decir.
Porque no esperarían esa clase de canción de Noah Puckerman. Porque se supone q Puck es más recio, más torpe eh ignorante.
Lo q no saben es q esa es la forma de un Puck incompleto. Porque la forma real. Solo se puede juzgada cuando Puck ya esté completo.
Donde su torpeza se lima, donde lo duro se le quita frente y solo para con su pareja y la familia. Donde lo ignorante solo es desinformación y falta de paciencia.
Quinn y Santana saltan al ataque. Porque pueden jurar q Puck esta vez, está enamorado seriamente y está confundido respecto a que decir o q hacer y como asimilarlo.
Rachel está babeando por el chisme al lado de Mercedes cuchicheándose todo. Finn se ve confundido al verse excluido por su mejor amigo.
Y el resto, está aún más confundido.
Puck no tiene tiempo para dar explicaciones a una ex o a un amigo ausente. Y menos para ser la comidilla de la escuela.
Si se queda ahí más tiempo, se ofuscara aún más.
Lo q ahora necesita es aire para pensar bien. Bueno, en realidad no.
Lo q ahora necesita es a una persona, a su persona especial. Necesita a princesa.
Ese chico cuyo nombre empieza por K y termina por T y tiene cuatro letras.
Kurt, exacto. Kurt. Necesita a Kurt.
Sin él no responde. Sin él no quiere nada. No quiere a nadie. No quiere estar en este mundo.
Casi hiperventila. Cuando arranca su mochila del banco. Y sale corriendo guitarra en mano.
Atrás escucha q lo llaman y le preguntan a donde va o q está pasando o q hace.
Todas esas, son excelentes preguntas.
Pero ahora solo quiere correr y sentirse libre. Por minuto libre de sus propios pensamientos. De sus sentimientos q lo enredan y le pesan tanto.
Su mejor idea es ir a casa.
Cuando llega. Sally está sentada en el sofá, viendo tele y comiendo un emparedado.
Puck ni la saluda. Corre a su cuarto y allí se encierra.
Pero es una pésima idea. Porque se acaba de dar cuenta q su cuarto huele a Kurt.
Es por todo el tiempo q pasan allí, estudiando. Haciendo tareas. Viendo tele o jugando lo q sea.
Kurt es bueno en los videojuegos…
Y curioso Puck se pregunta, si algo del olor de Kurt se le abra impregnado a la piel.
El pensamiento arroja chispas de colores a su estómago. Y una sonrisa estilo imbécil corona su rostro.
Reacciona al darse cuenta q el olor solo le recuerda la ausencia.
La falta q es no tenerlo frente a frente.
Quiere arrancarse los cabellos q no se rapo. Algo o todo con tal de dejar salir la frustración q siente.
Y va gritar. O iba a serlo. De no haber escuchado, los pequeños toques en su puerta.

Sally será una niña pero es perceptiva y es lista. Sabe q algo le pasa a su hermano. Cosas del corazón…
Lo vio en internet.
Cuando su hermano abre la puerta, tiene cara de se va a comer al mundo y a sus habitantes con una endemoniada sonrisa perversa y los ojos rojos. La verdad la espantaría un poco si no lo hubiera visto en peores condiciones. Como cuando se le ocurrió pintar las uñas de sus pies con esmalte rosa y de brillitos permanente. Con todos los quitaesmaltes de mundo, la pintura tardo en irse un mes. Y cada día su hermano la miro como si quisiera arrancarle la cabeza mientras dormía.
Ahora para sus 9 años lo ha visto todo.
Asique pacientemente y sin permiso se adentra en la pocilga, ahora arreglada, gracias a Kurt, alcoba de su hermano. Le da ñañaras sentarse en la cama. Pero ni modo, sospecha q su hermano llego a un punto limite.
S-tienes cara de no saber q hacer. Lo cual me dice q estas por cagarla a lo grande. Así q habla o te morderás tan fuerte la lengua q te la arrancaras.
Puck la mira, casi sin creerlo. Pero niega con la cabeza, pensado q Sally es demasiado pequeña como para entender algo de lo q adolece.
P-mira Sally esto
S-eres tan viejo y no has aprendido nada.-Sally va a disfrutar de la siguiente parte, así q entrecierra los astutos ojos castaños y mira fijo a su hermano-¿Dónde está Kurt?-la bomba esta disparada y ve su aterrizaje en la expresión de Puck. Que cambia drásticamente, el ceño fruncido por una mueca de mártir, luego pasa al pánico y al final a la rabia, todo sometido a una densa capa de confusión.-sabes, Kurt últimamente no pasa mucho tiempo con nosotros. Eso es.-Sally no puede y no quiere evitar sentirse mal, asique agacha la cabeza y se entrecorta ella misma al hablar. Extraña a Kurt. Su hermano se le acerca, se sienta y la abraza. Puede q Puck sea un gran tonto. Pero es un tonto tierno y bueno-eso es algo q lamento. Lo extraño tanto como tú. Es mi mejor amigo. Pero sabes en algún punto pensé q podía soportarlo si él era feliz finalmente junto a su príncipe azul. Lo sé todo. Kurt me conto en palabras fáciles de entender. Lo mal q le había ido en el amor. Me di cuenta de q estaba herido…asique solo quise verlo bien. Pero me di cuenta en medio de todo eso q. A mí no era a la única q su distancia estaba matando…te vi a ti…te veo ahora. Estas, diferente. Estas, triste sin Kurt. Realmente no sabes cuánto lo extrañas hasta q un día se va ¿verdad?. Y verte así. Me hizo pensar tantas cosas. Como, q tal vez. Ese príncipe azul q Kurt espera, siempre estuvo a su lado. De una u otra forma. No importa cuánto hayas lastimado a esa persona. Lo q está destinado para ti. Regresara a ti. Es como en el cuento de la princesa del lago de los cisnes. Al principio el príncipe solo ve la imagen hermosa de la princesa. Pero luego descubre q la ama, aun q sea un animal. Es como. Como tú y Kurt. …l te gusta ¿no?. Sabes, a mí no me importaría q estén juntos. Para toda la vida. …l es, mi mejor amigo como ya te dije y tú eres mi hermano. Qué más quisiera yo q acaben juntos…

Puck se queda callado porque, parece q su hermana ha crecido demasiado en unos minutos apenas…
Y recién recuerda. Que si hubo un testigo de su lenta transformación, esa fue Sally. Que fue una de entre ellos dos.
La pequeña eh inteligente Sally q lo vio todo.
Como Puck sonreía como idiota cada vez q veía o pensaba, o hablaban de Kurt. Como vio lo afanoso q se ponía cuando iban a casa de Kurt o Kurt venía a la suya.
Como era tan obvio q estaba enamorándose de él.
Quiso decir algo, pero no supo q.
Mejor, su hermana se lo dijo por él.
Le susurró al oído justo lo q tenia q escuchar.
Y ese rato, se paró, tomo una chaqueta. Y se fue a casa de Kurt.
Claro naturalmente no había olvidado el pequeño y muy significativo detalle de la “cita” q tenia con Sebastián.
Asique espero, sentado en las gradas de la puerta trasera hasta q se hizo de noche.
A eso de las ocho y media. Lo escuchó llegar.
Se paró, y se encaminó a él.
Hubiera procedido a hacer, lo q vino a hacer.
Pero entonces vio la cara mojada de Kurt.
Las lágrimas abundantes, q abandonaban los trozos de cielo q eran sus ojos.
Los labios hinchados y rojos como las mejillas.
Kurt, hipando, y temblando.
Puck corrió a abrazarlo. Más bien a esconderlo entre sus brazos. Kurt, se aferró a él.

P-¿Qué fue, lo q paso? ¿Qué te hicieron? ¿Estás bien? Dime quien fue y yo…
K-d-déjalo así-respondió la voz quebrada y ahogado contra su pecho. Puck sintió q le estrangulaban las arterias.
P-cuéntame q fue lo q paso.-Puck se esmera por estar calmado. Y no ardiendo en ira. Lo acuna apretándolo más. Haciendo q la pequeña y estilizada figura se pierda rodeada por todo su cuerpo. Entonces una idea siniestra y aterradora cruza su mente, ¿y si le…? Puck aparta violentamente de su pecho a Kurt. Lo mira de arriba abajo. Las ropas se ven en orden pero no se sabe lo q pueden esconder.-Kurt ¿acaso Smythe te forzó?-el solo pensarlo había hecho un corto circuito en su cerebro, el preguntárselo porque lo considera probable. Lo marea. Toda la sangre rehúye en su cuerpo, se pone pálido, tieso. Sus pupilas se contraen y el bello del cuerpo se le eriza, sus omoplatos se tensan para la pelea. Este tan iracundo en este momento q apenas puede contenerse. Aprieta la mandíbula hasta q le cruje y los dientes le rechinan.
Kurt abre enorme sus ojos, asustado y niega rápido con la cabeza.
Entonces. Puck suelta aire q no sabía q estaba conteniendo y regresa a abrazar a Kurt. Lo envuelve nuevamente. Y cierra los ojos disfrutando de la paz q le da el contacto. Queriéndolo esconderlo de todo el mal q hay en el mundo de afuera.
Pero ese miedo, esa rabia q las dudas horrendas plantaron en su cuerpo, no desaparece solo.
P-dime q paso.-vuelve a preguntar Puck.

Entonces apenas y puede soportar escuchar la historia, completa.
De cómo Smythe rompió el corazón de Kurt. Cuando en el lugar de su cita lo encontró besándose con otro chico. No quiso escuchar las explicaciones de Smythe y se fuera de allí.
Sus brazos casi estrangulan a kurt. Y corre como frenético de vuelta su auto. Va a matar a Smythe. Matar es poco. Lo va a torturar. Y luego enviara esa cinta a todos sus seres queridos para torturarlo por medio de otros q sufran por su tortura. Si es complicado, y estúpidamente complejo. Pero lo q le hizo a Kurt. No va a quedar impune. Si ese tal carroñero Smythe piensa q Kurt no tiene a nadie q lo defienda, q saque cara por él. Está muy, muy equivocado.
Kurt le habla pero Puck apenas puede escuchar a su corazón bombeando sangre como loco.
Siente las suaves manos intentar detenerlo. Lo cierto es q Kurt cuenta con una enorme fuerza aun q se vea tan delicado.
Pero en este momento, ni la muerte podría detenerlo.
Todo menos. Kurt Hummel.
Su nuevo dueño.

K-¿Cuál, es tu problema? Detente Puck. ¿Qué diablos quieres hacer?....¿porque?
La última pregunta. Lo detiene. Porque es una buena pregunta.
¿Por qué esta tan molesto y dolido?
¿Por qué ha estado tan molesto y dolito todo este tiempo?
Y la conversación con su hermana. La canción q canto en el club…
Lo q sabe q le pasa, pero es tan torpe q tarda demasiado en asimilar…
Kurt no solo le gusta. Y es un hecho dicho con seguridad.
Kurt le encanta.
Quiere a Kurt.
Ama a Kurt.

Es un arranque, un arrebato o un impulso.
Como sea, necesita menos de un segundo, para darse la vuelta. Agarrar a Kurt entre sus brazos y plantarle un beso.
Kurt Hummel por fin se ha callado.
No solo su boca, si no su mente, todo su cuerpo guarda silencio.
Parece q se concentra en sentir.
La boca ajena, ruda. Dura. Carnosa. Experta.
La boca de Noah Puckerman.
El silencio dura unos segundos. Al instante Puck es el titular de las noticias en su mente.
¡Oh dios Noah (Puck) Puckerman lo está besando!
¡Puck besa a un hombre!
El mundo le da vueltas, y se siente tan frágil y volátil q teme q el viento se lo lleve. Apresa más las solapas de la chaqueta de Puck. Y siente más de él. Los brazos fuertes encerrándole como un candado. Las manos apresando su cintura y su cadera. Y su boca comiéndose la suya, con un hambre feroz propia de una famélico de años…Puck tiene los ojos serrados y casi gruñe cuando restriega la lengua, los labios y los dientes contra él…
Puck lo está besando con ganas. Demasiado enserio como para estar jugado.
Pero no quiere confiar, después de hoy lo han herido suficiente.
Así q aparta a Puck como puede. Y eso le resulta realmente difícil, no solo porque Puck se aferra a él impidiendo la separación, rogando por otros minutos pegado a su boca. Ahora resulta, q es más difícil, porque él tampoco quiere soltar a Puck…

Después de tan salvaje beso, Puck solo jadea, sintiéndose solo un poco recuperado al probar esos almidonados labios…
P-te dije. Que ese tipo solo era un sapo. No es tu príncipe, princesa….
A Puck le encantaría decirle. Mi princesa.
Pero aún falta. Todavía no lo es…
K-¿Por qué?-Kurt tiene la garganta seca. El cuerpo entero seco. Es como si estuviera deshidratado.
P-no sé. Eres tu…me gustas. Todo el tiempo, q lo pasamos juntos. Eres alguien…increíble. Me permitiste conocerte, y a mí mismo en el proceso.-Puck cierra los ojos de nuevo. Entregándose a lo q cree. Apoyando la frente contra la de Kurt q no le quita los ojos de encima.-estuve mal este tiempo. Estuve muy mal desde q empezaste a salir con ese bastardo de Smythe. No sabía lo q me pasaba. Pero escuché una canción y luego la cante…y mientras cantaba. Pensé en todo, y aun no entendía nada. Entonces Sally hablo conmigo, por q al parecer ella lo entendió mejor q yo y me dio un concejo, así q…vine a decirte la verdad. A decirte q me gustas. Que puede q no tanga nada q ofrecer. Y q ni siquiera sepa cómo lidiar con esto. Porque nunca nadie en mi vida me había gustado tanto y de esta forma….pero al diablo. Quería tirar al caño todos mis miedos. Porque es mejor caminar por lo desconocido, cuando camino a tu lado, de la mano.-Puck entrelaza los dedos con los de Kurt.
Y Kurt por alguna “misteriosa” razón quiere llorar. Porque es lo más hermoso q a oído nunca en su vida. Y lo hace. Vuelve a llorar a moco tendido. Mientras se abraza a Puck y recibe otro abrazo quiebra espaldas de parte del jugador de futbol.
P-¿hice mal?-Kurt palpa el miedo, el dolor. La sinceridad en la voz de Puck y le cuesta tanto creer, pero quiere tanto creer…
Kurt se separa lo suficiente para agarrar entre sus manos el rostro de Puck y juntar las distancias hasta poder besarlo, fuerte, torpe. Ansioso y desesperado. Como se siente.
Porque él también se ha estado enamorando de lo q Puck le mostro en ese tiempo juntos.
Por eso conocer a un chico interesado en él. Fue como la salida fácil, como el salvavidas en medio de un mar de confusión q Kurt sentía.
Así q se aferró a ello, quiso empecinarse en ello y se lastimo.
Todo para darse cuenta. Que hay cosas inevitables.
Como enamorase.
El corazón no entiende de razones y el suyo eligió a Puck.

Pasan un tiempo más besándose, abrazándose. Confesándose mutuamente. Y cuando se cansan. Deciden tomar asiento en la entrada. Ni siquiera siente el frio clima. Entre ellos, hace calor.
Y siguen hablando y riendo, y hay aun tanto por descubrir.
Puck le cuenta lo feliz q se pondrá Sally cuando sepan lo de ellos. Le cuenta lo triste q se sintió sin él. Y como le mintió cuando actuó como q estando bien.
Kurt. Por su parte le dice q las pocas veces q beso a Smythe, solo podía pensar en él; la información le agrada y le desagrada por igual.
Aun q ni todas las conversaciones y las confesiones del mundo parecen disuadir a Puck de querer matar a Smythe.
Y probablemente las charlas hubieran seguido hasta la mañana y el día siguiente o toda la vida. Quién sabe.
Si el señor Hummel, padre. No hubiera llegado de su juego de cartas con amigos. A eso de las 11 de la noche.
Su sorpresa fue enorme al ver. A su hijo sentado en la entrado abrazando y siendo abrazado por un chico más grande q él q tenía mala pinta.
Al tiro se puso a la defensiva.
Y Kurt. Pego un salto cuando lo escucho aclararse la garganta frente a ellos.
Puck estaba muy nervioso para q negarlo. Pero estaba seguro de algo.
Quería a Kurt y aria lo q fuese por q estuvieran, al fin, juntos.
Por ello, apreso muy fuerte la mano de Kurt. Y le extendió una mano al señor Hummel presentándose como el pretendiente de su hijo.
Y aun q Kurt había palidecido al ver a su padre. El color le volvió cunado escuchó a Puck decirle a su padre q tenía intenciones de salir formalmente con él apuntando a una relación porque se enamoraron, al hacerse amigos gracias a su hermanita menor.
Tuvo q sonreír perdido, en las palabras de Puck.
Muestra de afecto q no paso desapercibida por su padre.
El señor Hummel. Solo blaqueo los ojos, al más puro estilo Kurt. Y les dijo q mañana bien tempranito esperaba ver a Puck en su casa, explicándole a detalle toda la situación con su hijo. A lo q los dos adolecente asintieron enérgicamente.
El señor Hummel entro a casa y le dio a Kurt cinco minutos para entrar.
Cinco minutos bien aprovechados.
De besos, y abrazos. Y promesas de llamarse.
Cosa q si cumplieron.
Y al día siguiente.
La noticia más importante fue ver a Smythe, en caso de Kurt.
A lo q Puck casi pierde la cabeza, dispuesto a moler a golpes al puto Smythe. Pero después de q apenas y si fuera clamado por Kurt. Sebastián. Pudo explicarles q él siempre había estado enamorado de un chico llamado Blaine y q pensó q no tena oportunidad con él, y por eso pensó en salir con alguien más y entonces conoció a Kurt y en verdad le agrado. Pero justo el día de su cita. Por fin él y el tal Blaine se habían confrontado descubriendo q sentían lo mismo uno por el otro. A Sebastián se le había olvidado todo y lo había besado de la emoción. Cosa q Kurt alcanzó a ver y se fue, sin esperar una explicación.
Lo cierto es q Smythe parecía verdaderamente arrepentido. Y Kurt y Puck lo entendía demasiado bien. A ellos ayer les había pasado algo muy similar.
Kurt lo perdono por todo y ambos acordaron no volver a salir como algo más q amigos, bajo la vigilancia de sus parejas. Y Puck lo dejo vivir, con la promesa de q nunca, por ninguna razón ni siquiera de vida o muerte se acercara a su princesa.
Por su parte el señor Hummel poco podía hacer frente a las daciones de su hijo.
Kurt ya no era un niño era momento de dejarlo crecer. Y por lo q había visto del chico q quería salir con su hijo. Era, a pesar de todo, aun muchacho decente y además alguien q en verdad quería a su hijo. Eso le dejo la suficiente tranquilidad para dejarlos salir. Claro q el señor Hummel tenía sus viejos trucos para mantener bien vigilado a su hijo. Truco q ya estaba empleando…
Sally grito tan fuerte de emoción q los vecinos de alrededor, fueron a preguntar q pasaba o si estaban bien.
En la escuela, pues bueno. No es q todo el mundo se sorprendiera.
Ya q últimamente todo mundo había visto, lo apartados q estaban Puck y Kurt del resto.
No les resulto extraño verlos igual de juntos q siempre. Y como era costumbre, mejores chismes y eventos pasaron en el club Glee y en la escuela. Que les dio la libertad y la tranquilidad a Puck y Kurt de pasar tiempo juntos y disfrutarse más. Sin presión, sin prisas.
Además. ¿Qué pobre diablo se metería con Puckzilla y su princesa?

Fin.

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