La acción y la adrenalina se había adueñado de todos los participantes de la misión quienes ahora mismo tomaban cada uno un único camino hacia una posible ubicación de las ruinas, que de alguna manera, se relacionarían con la monstruosidad del pergamino. El clima se había nublado ligeramente, pero no lo suficiente como para darle esa negatividad tan característica de las nubes acumuladas al día, no en esta ocasión.
Por una parte, la concentración era realmente difícil de sostener para los siete Shinobis quienes deberían estar al tanto a cualquier posible amenaza mientras tenían que centrarse en la búsqueda. Ambas cosas no eran nada fácil de hacer a la vez pero no era imposible.
...
Mientras tanto, con su mirada siempre impávida y sus ojos al tanto, Gaara recorría de árbol en árbol a una velocidad lo suficientemente equilibrada como para no perder mucho el tiempo y a la vez mantener la cautela. Como Kazekage aquello no era tan complicado, lo que le dio un espacio en su cabeza como para preocuparse solo un instante en la situación de Lee. Era obvio que no era el momento de preocuparse por asuntos más distantes y menos peligrosos, pero Gaara siempre estaba consciente de que la arena podría protegerlo de cualquier cosa justo antes de que su buen instinto le siguiera el juego a esta. Incluso a veces la arena se alteraba tiempo antes de que el peligro atacara. Por esta razón Gaara se despreocupaba por una parte para centrarse brevemente en algo que en verdad le preocuparía; Lee. No había tenido ni tiempo para contarle la verdad, incluso se preguntaba si el peli negro lo sabia o no, aunque con lo distraído que era Lee a veces hacía suponer que no tenía ni idea, aunque no era algo de, todo oficial.
Así pasó un buen rato en el que Gaara confiadamente se perdía entre las opciones y posibilidades de sus pensamientos, mientras saltaba con agilidad de árbol en árbol con su característica calabaza cargada en él. No había pasado ni dos horas cuando el pelirrojo notó algo tan inusual que parecía torcer un poco la situación, lo que le hizo detenerse en un árbol, preparando la arena cuyos granos comenzaban a fluir levemente mientras sus instintos que fueron causantes del concepto denominado “Monstruo” que la gente en el pasado veía en él, comenzaban a despertar.
-. Aquí estas, ex propietario de Shukaku .- Se escuchó una desconocida voz ronca. -. Mis compañeros y yo nos sentimos complacidos con la presencia del no solo ex Jinchuuriki, sino también del mismísimo Kazekage de la Aldea de Suna. -. Los tipos, que eran unos seis, no parecían tener ni la más mínima buena intención con el pelirrojo. Era evidente que ellos eran la enigmática amenaza de la que Shikamaru hablaba.
Gaara sólo los observaba con esa impávida, pero a la vez tétrica mirada que tanto terror llenaba en los corazones a quienes tenían la desgracia de presenciarlo de tal manera, sobretodo en el pasado.
-. Si tú no te presentas a ti y a esos otros sujetos, tendré que tomar medidas de cautela .- Dijo Gaara con esa voz tan escalofriante mientras alzaba su mano en señal de estar preparado para utilizar su arena de las más despiadadas maneras.
-. Je, al parecer no estamos hablando con cualquier niñito líder llorón .- Dijo el sujeto mientras su posición de combate ligeramente cambiaba al hablar. .- Por desgracia, ni yo ni mis compañeros estamos autorizados para revelarnos...
-. Ya veo. No esperaba encontrarme con semejante chusma tan luego .- Respondió el pelirrojo mientras el movimiento de la arena era cada vez más inestable. -. Apenas a pasado una hora de búsqueda. Pero cuando los restos de sus asquerosos cuerpos estén esparcidos por el suelo, me habré demorado apenas unos minutos...
-. Estén preparados... .- Susurró el sujeto para sus acompañantes.
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Por otro lado, el destacado propietario del Byakugan llevaba a cabo la ya mencionada búsqueda que le correspondía a todo su grupo por partes distintas. No había pasado nada especial salvo la extrañeza de aquello mismo; todo estaba demasiado normal, el ambiente estaba inusualmente muy silencioso. Por esta razón, se le ocurrió confirmar ciertas dudas con su eficiente vista dentro de un rato para saber si esas supuestas amenazas, contadas por Shikamaru, acechaban o no.
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Mientras tanto, Sakura ya había percibido algo sospechoso desde los primeros cinco minutos de búsqueda en su camino correspondiente; Para empezar, el canto de las aves del bosque había cesado notablemente al atravesar el pequeño río que se interponía en el camino, como si el hecho de cruzar el río fuese como teletransportarse a otro lugar totalmente diferente. Pero lo que más despertó su sospecha fueron los restos de lodo y barro que se encontraban por todo el bosque, de la parte que ella estaba recorriendo por supuesto. Y era obvio que aquellos montones de barro no se habían originado por naturaleza pura y propia, es más, sus suposiciones, que como Shinobi debía llevar a cabo siempre en una situación así, le hacían deducir que el enemigo, que ya fue percibido por la peli rosa, podría tener alguna especialidad con el barro, algún Jutsu tal vez.
Como no podía dejar la tarea solo por una suposición, Sakura empezó a estar más alerta que nunca.
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“Rayos” Pensaba amargamente el Shinobi de pelo negro mientras recorría el bosque yendo de árbol en árbol a una velocidad que nada tenía que ver con los Shinobis promedio, beneficio del gran desarrollo de su Taijutsu. “Ha pasado más de una hora y no se me ocurre qué señal dar”.
Lee, como siempre, partía entusiasmado a un cargo que como deber de Shinobi debía realizar, pero gran parte de él lograba angustiarse al sentirse tan... “Especial” dentro de ciertas cosas y... bueno, esta vez, y nuevamente, el hecho de no poder realizar Nintjutsu lo estaba perjudicando una vez más.
Pero bueno, él es Rock Lee, el Shinobi que esta entre los que más se han esforzado como grandes defensores de la Aldea de la Hoja, una simple señal no lo detendría, por supuesto que no era imposible arreglárselas. Además, todo empezó a tener sentido desde que se sintió valorado por cierto pelirrojo... Cierto pelirrojo... “¿Qué estará haciendo?” Se preguntó casi embobado, pero se sintió aún más idiota cuando se dio cuenta de la evidente respuesta; Llevando a cabo la misión. ¿Es que no es obvio? De lo único que se ha estado hablando todas estas horas es de la santa misión que incluye ese santo pergamino. “No puedo distraerme de esta manera” Pensó “Gaara-kun y los demás deben estar dando lo mejor que pueden, no me puedo quedar atrás” Pensó antes de aumentar la velocidad del recorrido por el bosque a una casi sobrehumana.
...
-. Es hora .- Se dijo el peli castaño mientras se detenía en un árbol -.¡BYAKUGAN!
Lo primero que vieron aquellos ojos que cualquier cosa podían detectar, fue el simple paisaje del bosque, al adentrarse más en las capacidades que esa increíble vista podía otorgar, Neji logró visualizar una figura algo... rara. Confiándose, el peli castaño decidió avanzar levemente para que su vista fuese capaz de determinar de qué se trataba. Lo que resultó ser... era un humano tendido en el suelo... No alguien que conozca para su alivio, pero si era un tanto sospechoso. Como la cautela de Neji ejerce en cualquier situación de Shinobi, él decidió primero lograr analizarlo a la gran distancia en que estaba de aquel cuerpo. Si lograba verificar que no había mucho riesgo en acercarse, lo haría. Pero no era nada fácil, es más, es casi imposible confirmar el estado, apariencia o identidad de un cuerpo solamente viéndolo desde una gran cantidad de metros de distancia. Si tan sólo se disminuyeran unos cuantos metros... Un paso algo receloso, luego otro que le daba la bienvenida a la decisión y a la concentración, luego otros pasos más que acortaban la distancia por unos metros menos, y lo vio mejor. Vio a un sujeto vestido casi completamente de un azul muy oscuro, llevaba un par de bolsas amarradas al cinturón de cuero que traía puesto, un cuero del que probablemente eran el mismo tipo de sus botas. Confiándose en el Byakugan que no lograba ver ningún tipo de amenaza en los alrededores, en todo ángulo existente del lugar, Neji pretendió verificar la vitalidad o no de aquel cuerpo e investigar qué es lo que pudo haberlo dejado en semejante estado. Al llegar a este, lo observó un rato más antes de agacharse levemente y posar sus dedos por la parte lateral de su cuello... No tenía pulso... Sin conformarse con la respuesta, el oji blanco descendió un poco más para colocar su oído en el pecho del pobre sujeto... Nada, ningún sonido era capaz de emitir aquel cuerpo inerte. Incorporándose, Neji lo observó esta vez muy determinadamente. No era tan viejo, probablemente no tenía más de treinta años, y entre sus naranjos cabellos no parecía haber ninguna cana. Pero... algo no andaba bien. Para empezar, el cuerpo parecía estar lo bastante “fresco” como para estar muerto, es decir, ¿su piel no debería estar aunque sea un poco pálida?. Ésta tampoco estaba lo bastante fría. Por otra parte, Neji, quien no podía imaginarse aun la muerte del desafortunado, empezó a abrir su investigación.
Totalmente misterioso... No había ninguna gota de sangre ni herida alguna, mucho menos una hemorragia. No era muy probable un infarto por su no tan vieja edad. Tampoco parecía haber sufrido una insolación. Las opciones eran tantas como las razones de ser omitidas. “¿Qué diantres ocurrió con este tipo?” Se preguntó Neji, quien a la vez que analizaba aquel cuerpo, miraba a todas partes para confirmar la seguridad. En una de sus posibles opciones, el peli castaño levantó el brazo izquierdo del sujeto cuyo antebrazo y palma estaban pegados al suelo. En el antebrazo vio algo sumamente familiar. Era un tatuaje con una forma taaannn... vista antes..
Sus ojos se abrieron por su sorpresa al recordar la primera vez en ver aquella figura del tatuaje, figura que era la misma a la de los bandidos de esa vez cuando secuestraron a Lee.
“¿Qué puede significar esto?”
Justo cuando terminó aquella interrogante, alzó nuevamente la vista a sus alrededores para asegurarse de cualquier amenaza que parecía no haber, pero si se aseguró de algo, algo muy sospechoso... Al su alrededor, los árboles se ubicaban de forma que el cuerpo estuviera precisamente en un muy inusual gran espacio sin árbol alguno, era realmente extraño... Es como si el sujeto hubiese elegido el lugar perfecto para tumbarse, rodeado de árboles y acostado en un espacio que en verdad parecía no ser accidental... Casi parecía ser una... una...
Trampa...
“Mierda...”
Se giró rápidamente para encontrarse con unos once sujetos armados, más o menos con una vestimenta similar a la del sujeto tirado. ¡Maldición! ¡Había caído en una trampa!
“No debí confiarme” Se culpo en su mente “¿Pero cómo han logrado pillarme a pesar de vigilar constantemente?”
-. Ehhh... .- Fue el primer sonido que parecía de duda, como de buscando algo, que emitió el líder de esa banda nada normal. El tipo era mucho más viejo que aquel que estaba investigando Neji. Observó con superioridad al oji blanco para después echar una mirada al alrededor. -. Konoha ¿Eh? Dudo mucho que se te haya enviado hasta aquí a ti solo. ¿Donde está el resto?
-. Como si te lo fuese a decir .- Respondió Neji mientras llevaba a cabo su posición para un evidente combate. -. Me dirás quienes son ustedes ahora mismo.
-. ¿Oh? Que crío más irrespetuoso... ¿No te han enseñado a respetar a tus mayores? .- Decía mientras movía sus brazos para juntar sus manos.
“¿¡Un Ninjutsu!?” Se preguntó Neji con sus ojos muy abiertos “¿¡Es que no son bandidos!?”
-. Sorprendido, ¿verdad? Pero si esto ni siquiera ha comenzado .- Dijo antes de realizar con sus manos una mezcla de movimientos increíblemente rápido y coordinados, como si lo hubiese ya hecho miles de veces anteriormente. -. ¡Jutsu de tierra!: ¡Terremoto!
Al decir esto, el espacio en el que se encontraba Neji con el aun inmóvil sujeto comenzó a temblar levemente para después moverse de una manera en que era imposible mantener el equilibrio.
“Maldición” El peli castaño se apresuró en salir rápidamente de ese pedazo de suelo del que a duras penas logró escapar. No pasaron ni dos segundos en el que logró salir con éxito llegando al lugar de los árboles cuando los sujetos que acompañaban a aquel viejo cargaron salvajemente contra él, dándole una contienda bestial. Sin lugar a dudas, el Byakugan era de las mejores ayudas para situaciones como esta, pero el estrecho espacio que provocaba la ubicación de esos árboles lo dificultaba todo, como siguiera así, el tiempo se limitaría cada vez más. Sí o sí tenía que llegar a ese espacio que aun temblaba bruscamente. “Si detengo a ese viejo, lograré derrotar a estos tipos”.
Neji esperó la oportunidad para zafarse de los diez bandidos o Ninjas o lo que sean que eran. La ocasión llegó cuando los diez sujetos parecieron no ponerse de acuerdo para atacar y fueron todos a la vez contra el oji blanco.
“¡Ahora!”
-. ¡¡Kaiten!!
Tan sólo esa habilidad fue suficiente para mandar a volar a esos criminales que inevitablemente dieron con los árboles y el suelo.
-. Es tu turno .- Gruñó Neji mientras cargaba más salvaje que nunca contra el viejo quien había detenido el Jutsu del temblor para ponerse en guardia contra el Hyuga. Pero fue inútil. Neji era increíblemente rápido, lo suficiente para burlar los reflejos de aquel tipo quien recibió el golpe en todo el rostro, dejándolo totalmente aturdido.
-. Estas frito .- Fue lo que el Hyuga dijo antes de brindar el golpe final, pero justo cuando su letal golpe iba a rozar al sujeto, este desapareció... O eso parecía ser. Al esparcirse el humo que salió de aquel escape se logró visualizar algo.
“Esto es... ¿Un Jutsu de replica?” “¿Es... Es una réplica de barro?” “¿Por qué no veo Chakra en esa cosa?”
En eso no tardó en escuchar un ruido proveniente de las ramas de los árboles que muy arriba se hallaban, era un ataque sorpresa de ese viejo que Neji logró perfectamente evadir, logrando llegar una vez más al lugar donde estaba el tipo tirado en el suelo sin que el Hyuga se percatara de su presencia.
“Bien, eh vuelto aquí”
Al momento, tanto el líder como los otros tipos, se ubicaron en la misma posición en la que habían encontrado a Neji.
-. Sorprendente .- Admiró el viejo -. Konoha no perdido el talento de entrenar a jóvenes tan capacitados, independiente si posees ese llamado Byakugan.
-. Dime una cosa .- Dijo Neji -. ¿Qué es ese Jutsu que hace que no pueda ver Chakra alguno en el elemento, aún cuando tenga activado el Byakugan?
Antes de responder a esa pregunta, el tipo solo soltó una breve risa. Mientras, Neji observaba a cada uno de los sujetos y uno de ellos era algo... Familiar.
¡Claro! Era el tipo que estaba tirado en el suelo.
“Así que no estaba muerto después de todo”
-. Dime de una vez que es ese Jutsu de tierra. .- Exigió Neji.
El tipo lo quedó mirando de forma burlona antes de contestar.
-. ¿Y quién dijo que era un Jutsu?...
-. ¡¿Qué?!
En ese momento, Neji sintió un agarre en el tobillo y recordó el cuerpo tirado.
“Pero... pero si el tipo está justo allá con esos otros...” Pensó sin aún girarse en dirección al agarre. “¡A no ser que...” Al girarse, vio cómo ese cuerpo humano, que parecía tan real, se oscurecía y adquiría la textura tan característica del barro. Era.. Era una réplica, y ahora había capturado a Neji, quien inútilmente intentaba zafarse del abundante barro que cada vez aumentaba más con el fin de envolverlo totalmente.
“¡Tampoco... ¿Tampoco pude ver Chakra en esta cosa?!... ¡¿Qué significa esto?!”
El barro sólo aumentaba más y más, volviéndose más pesada para Neji, cuyos movimientos e intentos de escapar se ralentizaban por semejante peso.
“Si tan sólo hubiera alguna forma...”
De repente, Neji recordó el pergamino que Ten Ten le había prestado para utilizarlo como señal, momentos antes de comenzar la búsqueda. Ayuda que le había prestado sólo a él y no a Lee.
“¡Eso es! ¡La señal!” “Se supone que Ten Ten ya ejerció los sellos para este pergamino, solo es cosa de abrirlo.”
A duras penas pudo mover sus brazos para buscar por debajo de sus ropas ese bendito pergamino de invocación de armas, cuya utilidad se suponía era otra.
“No puedo invocar las armas contra ellos, es muy probable que la esquiven, o la logren evadir de cualquier forma”
Con el peso del barro llegando a envolver toda su espalda y sus extremidades siendo cada vez menos capaces de ejercer movilidad alguna, lo logró. Sin saber cómo, abrió el pergamino para luego invocar un arsenal de armas que salieron disparadas al cielo, haciendo un fuerte ruido al moverse y chocar entre ellas.
Los otros hombres, quienes ha cantaban victoria al ver a Neji en semejante estado, se sorprendieron al ver ese acto del oji blanco. Pero de la misma manera en que había sorpresa, también había confusión. Es decir, las armas fueron invocadas con éxito, si, ¿pero por qué se dirigían hacia arriba? ¿Es que Neji falló el cálculo de invocación?... Si, es lo más probable, con esa cantidad de barro que prácticamente ya lo había envuelto completamente moviéndose encima de él, era muy deducible de que el barro movió sus brazos lo que provocaría ese fallo.
“Sólo espero... Que lo hayan visto...” Pensó el Hyuga justo antes de que el barro cubriera todo su rostro, que era lo único ya que le faltaba cubrir.
-. Ha sido un niñato duro. De seguro será un buen aporte a nuestra... Investigación. Llevémoslo.
.....
-. Esa... Esa fue la señal de... ¿Ten Ten? .- Se susurró la peli rosa quien se había detenido en un árbol para presenciar esos extraños objetos que se veían a una gran distancia. “No... Ese camino no fue tomado por Ten Ten. Yo recuerdo que los siete formamos como un círculo para tomar un sólo camino y al lado mío estaban... Naruto y... Neji. Es probable que Ten Ten le haya brindado una ayuda para dar su señal. En cualquier caso tengo que ir. El resto seguramente está dirigiéndose hacia allá”. Fue lo último que Sakura pensó antes de partir hacia el lugar donde se habían visto las armas que habían caído, lo que le obligó a guiarse por el humo que la invocación provocó y era lo único que se podía ver.
.....
-. Esa... esa ha sido una señal .- Dijo el peli negro con algo de tristeza. -. Alguien ya ha encontrado las ruinas. Nuevamente perdí la oportunidad de ser útil... ¡No! ¡Eso no importa! .- Exclamó sacudiendo la cabeza algo arrepentido por deprimirse por el éxito ajeno. -. No tengo tiempo para pensar tonteras, debo ir .- Dijo antes de partir.
Lee, a diferencia de Sakura, se encontraba mucho más lejos de la señal, cuya distancia le obligaba a incrementar su velocidad más que nunca, sin perder la vista en el humo que era lo que quedaba de esa señal, aunque costaba un poco cuando esa vista era intervenida por las ramas y hojas de los árboles que se cruzaban con cada avanzar.
Así estuvo recorriendo los árboles, concentrándose en su vista que era difícil de mantener, cuando de pronto escuchó un ruido nada normal a una distancia lejana, pero no más lejana que la señal. No lo pensó dos veces antes de partir hacia el lugar donde parecía originarse aquellos ruidos que eran de una evidente lucha.
“Alguien debe estar en problemas...”
Continuará...