El ambiente parecía cambiar cada vez más. Pasaba mientras la peli rosa lograba alcanzar cada árbol que pisaba para llegar a otro más, y era algo que no podía evitar. Desde que había empezado a recorrer aquella zona sentía que algo no iba bien, incluso aún estando consciente de que la señal que indicaba el éxito de uno de sus compañeros había salido a la luz. Pese a esto, algo le incomodaba a Sakura.
“Estoy segura, de que en algo está involucrado esos restos de lodo”
.....
“Debo apresurarme” Pensó el peli negro quien se dirigía con la velocidad que mejor podía alcanzar hacia el lugar de donde provenían esos preocupantes ruidos. “Habrá un momento en el que el poco humo que queda de la señal se disperse por completo, y si pasa perderé totalmente la ubicación del lugar”. Pensó mientras aumentaba la velocidad de sus rápidos pies todo lo que podía.
......
No había pasado ni cinco minutos y aquel terreno estaba completamente alterado; El orden mantenido por la armonía de la naturaleza del bosque fue empezando a transformándose poco a poco en un caos en tan sólo un abrir y cerrar de ojos cuando el pequeño grupo de maleantes ejecutó el primer ataque contra el Kazekage de Suna, quien no se quedó atrás, logrando desviar y contener perfectamente, casi sin esfuerzo, los ataques un tanto amateurs que sus contrincantes ejecutaban contra él. Gaara sabía muy bien como coordinar la arena para que el manejo de esta sea dividida entre él y el manejo automático, y esto no hacía más que dificultarles las cosas al enemigo.
-. Wow, este chico es bueno .- Se dijo el líder, quien se tomó un tiempo fuera de la batalla para visualizar tanto los movimientos de la arena del pelirrojo (pues este mismo estaba totalmente quieto con los brazos cruzados) y los de sus compañeros quienes fácilmente eran arrasados por la enorme cantidad de arena que controlaba Gaara, la que aumentaba cada vez más.
No es que Gaara sea ahora el vanidoso y arrogante que antes solía ser, pero este intento de batalla en verdad lo estaba aburriendo. Casi no había ni necesidad de estar concentrado en el manejo de la arena cuando ésta automáticamente lo podía hacer todo, aún así el pelirrojo decidió quedarse así un leve tiempo más para visualizar mejor la situación, cosa que no costaba hacer con semejantes ataques tan poco entrenados.
Entendía que eran los mismos sujetos que secuestraron a Lee la otra vez, portaban el mismo símbolo que a estas alturas era fácilmente reconocible. Pero Gaara planeaba hacerse el inocente, fingiendo no conocer la identidad de esos bandidos, nada más que por cautela, y eso no duraría mucho al ver que esos tercos no tenían ni intenciones de revelarse aún.
“Me pregunto si estaré perdiendo el tiempo” Pensó el pelirrojo. “Podría terminar con este chiste en un segundo, pero tal vez estos tipos me den alguna pista de la ubicación de los simb...” En ese momento, el pelirrojo volteó su vista hacia un lado para mirar brevemente al cielo. Allí se veían las armas y el humo disparadas hacia arriba. Era sin duda una señal, alguno de sus compañeros ya había encontrado esas ruinas. No lo pensó mucho al momento de sacudir un poco esa aburrida batalla para ponerse en camino. Levantó sus brazos para manejar la arena para que esta, en gran cantidad, arremetiera bruscamente contra los nada profesionales contrincantes quienes recibieron con facilidad el ataque del pelirrojo, lo que los dejó fuera de combate. Al ver que esos indignos no se podían ni mover, Gaara dirigió su tétrica mirada al último enemigo que se encontraba aún presenciando la escena casi finalizada. Éste notó la mirada del Kazekage por unos momentos y de la nada, una sonrisa sospechosa se dibujó en su rostro.
-. No me esperaba menos del Kazekage .- Dijo desde la distancia.
-. No me importa. ¿Me vas a responder antes de que acabe contigo? .- Amenazó el pelirrojo.
-. Por supuesto que te responderé... .- Dijo el tipo mientras cambiaba su posición, bajando su rostro. Era un comportamiento bastante sospechoso. .- ¡Con ésto!
-. ¡¿Qué... .- No supo ni cómo ni de donde, pero en un abrir y cerrar de ojos el sujeto había sacado un pergamino el que abrió al instante, sin darle ni un segundo al pelirrojo ni a su arena para reaccionar ante la atrocidad que de ese rollo salió.
Era un tipo de tentáculo gigante con leves colores parecidos al los del Chakra pero lo suficientemente poco para verse transparente. No tardó nada en dirigirse hacia el perplejo Kazekage para rodearlo de una forma inevitablemente rápida y tomarlo, apretando el cuerpo del pelirrojo tan fuerte que podía sentir sus huesos crujir. Esa fuerza, para menor mal de Gaara, crecía muy lentamente, pero el pelirrojo sentía que dicha fuerza no era el único mal que traía esa extraña cosa, pues sintió que algo no iba bien con su Chakra. Parecía que con cada segundo Gaara, aparte de recibir mayor fuerza de ese tentáculo, sentía que su Chakra disminuía considerablemente, debilitándolo poco a poco mientras hacía lo que podía con su arena para conseguir librarse de alguna milagrosa manera pero no, pese a la gran cantidad de arena que Gaara tenía a su disposición, ésta no podía contra el tentáculo invocado. ¿Qué diantres era esa cosa? Si su extraña apariencia y tamaño no fuera lo suficientemente raro, era también capaz de absorber el Chakra de quien lo toca, como lo estaba sintiendo Gaara ahora mismo. Éste último estando en graves aprietos, no era capaz de mover ninguna extremidad. Mágicamente, la batalla dio un inesperado giro contrario de una manera tan rápida que el pelirrojo aún estaba sorprendido por ello, aparte de estarlo por la cosa rara que le quitaba su Chakra.
-. Cometimos un error al enviar un grupo tan pequeño contra el gran Sabaku no Gaara, pero yo no lo hice al traer a este bebe. Pronto todo, absolutamente todo tu Chakra dejará tu cuerpo y al atardecer, serás historia niñito.
“Mierda... no puedo ni siquiera moverme” Pensó el pelirrojo quien sentía sus huesos cada vez más apretados mientras sus energías iban desapareciendo, tarde o temprano perdería la conciencia y después... la vida. “Nadie vendrá a ayudarme, todos deben estar dirigiéndose hacia la señal...” Pensó resignándose pero a la vez pensando en qué diantres podría hacer, no estaba dispuesto a morir... No... para nada, no moriría allí siendo aún tan joven, teniendo mucho por hacer, teniendo promesas que cumplir... Promesas...
-. Éste es tu fi... .- El tipo iba a terminar su oración cuando sintió una leve ráfaga de viento a su lado derecho, pestañeo un par de veces para ver de qué se trataba pero nada, infirió que fue sólo su imaginación, pues ese tentáculo de Chakra era lo suficientemente grande como para provocar muchas ráfagas debido a su tamaño. Pero sintió otra por segunda vez, en el lado izquierdo. -. ¿Qué está... .- No alcanzó a completar la desesperada interrogante cuando una brutal y potente patada golpeó su barbilla desde abajo sin saber de donde demonios había llegado esa pierna, ni mucho menos su dueño, el golpe fue tan brutal que, aparte de volarle unos cuantos dientes, la fuerza con la que interceptó el cuerpo del individuo lo empujó hacia arriba, a una distancia bastante considerable del suelo, pero no fue suficiente. Una patada más y otra más y otra, fueron los que llevaron al casi inconsciente sujeto a distanciarse por abundantes metros del suelo. En eso sintió un leve apretón que se originó en la parte de los pies del tipo, pero éste se fue extendiendo rápidamente por todo su cuerpo, dándose cuenta de que dicho apretón provenía de unas largas vendas blancas. No sabía qué significaba todo aquello pero su sorpresa fue mayor cuando vio a un peli negro vestido de verde muy cerca de él, el que reflejaba una furia tremenda tanto por sus ojos como por los actos de su cuerpo. El peli negro se ubicó instantáneamente atrás del tipo para tomarlo con suma fuerza por la cintura y así llevar a cabo su característico ataque letal.
Ocurrió increíblemente rápido...
-. ¡¡¡OMOTE RENGE!!! .- Fue el poderoso grito que se escuchó por toda la gran área en la que se llevaba a cabo la pelea y que introdujo ese brutal ataque en el que tanto el tipo como el peli negro giraban a una velocidad increíble dirigiéndose directamente al suelo.
Gaara, quien con mucho esfuerzo intentaba ver qué ocurría antes de perder la conciencia, tuvo una familiar sensación al ver dicho ataque, pero su vista se nubló cuando esos dos llegaron de golpe al suelo, con una fuerza tan grande, que el punto en el que dieron quedó hecho un desastre, al igual que su alrededor.
-. ¿L-Lee?... .- Apenas logró pronunciar Gaara al reconocer al Shinobi de Konoha quien había llegado en su ayuda.
Lee, incorporándose, no lo pensó dos veces antes de lanzarse hacia ese objeto de Chakra que poco a poco estaba acabando con Gaara.
-. ¡¡KONOHA SENPOU!! .- Fue lo que impactó a la invocación que pareció sentir de forma brutal aquel golpe, retorciéndose, pero aún sin soltar al pelirrojo. Lee tomó eso como una señal para atacar, esta vez, golpeando con sus puños de modo que toda la fuerza con la que podía atacar sea dirigida hacia esa cosa, y así fue. Los golpes, aparte de ser extremadamente rápidos, tenían una destructiva fuerza que poco a poco debilitaba a esa extraña cosa. Pero por desgracia, con cada golpe que Lee daba, su energía disminuía considerablemente. El peli negro pensó que no era por sus recientes ataques, para nada, él no se cansa con facilidad, era obvio que esa cosa tenía que ver con ese cansancio. Pero eso no lo detendría. De una milagrosa manera, el peli negro aumento aún más la velocidad y fuerza de sus golpes hasta que esa rareza cedió, liberando por fin al pelirrojo quien cayó sin poder moverse, pero fue atrapado por Lee, quien se movió rápidamente para salvarlo de la caída. Al llegar ambos al suelo, ambos vieron como esa cosa se retorcía e iba desapareciendo poco a poco, hasta que el armonioso silencio del bosque regresó a cubrir los rincones del verde lugar, con ambos jóvenes incrédulos. El peli negro se agachó junto con el debilitado Kazekage para ubicarlo con mucha suavidad en sus brazos.
-. G-Gaara-kun... ¿Estás bien?... .- Preguntó preocupado Lee quien jadeaba un poco debido a los recientes ataques que tuvo que realizar, acomodando al pelirrojo en su pecho mientras que con una de sus manos sujetaba su pelirroja cabeza.
-. Lee... .- Pronunció Gaara con mucho esfuerzo mirando al Shinobi -. Me has salvado...
-. Por supuesto .- Respondió con una sonrisa leve respondiendo al contacto visual del pelirrojo, aunque reaccionó al instante .- Pero... ¿Cómo pasó todo esto? ¿Qué era cosa?
Gaara gruñó, intentando incorporarse para explicar lo sucedido, pero el dolor era tanto y el cansancio también, que hubiera caído de cara al suelo si no fuera por que Lee nuevamente lo sujetó.
-. Gaara-kun, por favor no te esfuerces .- Le dijo suavemente.
-. Esa cosa... Me ha robado una gran cantidad de mí Chakra, apenas puedo estar consciente.
-. Ya veo... .- Dijo Lee un tanto sorprendido -. Creo que lo mejor es que descanses un poco. Cuando ataqué, sentí un raro cansancio, probablemente lo mismo pasó conmigo pero no quiero imaginar como te sientes si tu estuviste así por más tiempo.
-. ¿No te.. molesta?
-. ¿E-El qué? .- Preguntó Lee.
-. El que descanse... así... .- Gaara, muy somnoliento y sin esperar respuesta alguna, se acomodó en el cuerpo de Lee, apoyando su cansada cabeza en el hombro del peli negro mientras sus brazos rodeaban todo el torso hasta acomodarse en la espalda del peli negro, quien, sin poder creerlo aún y con sus ojos abiertos hasta más no poder, temblaba continuamente mientras su sonrojo se extendía por todo su rostro.
-. E-Ehh... .- Tardó en darse cuenta que, a esas alturas, el pelirrojo estaba completamente dormido. Lee, quien se encontraba sumamente nervioso, se esforzó por mantener su incómoda posición con tal de que Gaara esté lo más cómodo que pueda, pero era un poquito difícil estar derecho con el peso del pelirrojo, aunque siendo Lee, no había mucho problema. Lo que le preocupaba de verdad era el estado del mismísimo Gaara. Probablemente era la primera vez que le pasaba algo similar, pues la arena había fracasado con su objetivo de defenderlo, pero con semejante monstruosidad absorbe Chakra, era casi inevitable.
De repente, Lee pensó en la cercanía con Gaara que tenía en ese preciso momento, considerando que probablemente sería la primera y ultima vez en que se mantendrían tan pero tan poco distanciados, o mejor dicho nada. Sintió la calidez del pelirrojo que le brindaba una tranquilidad muy inusual, pero placentera, a pesar de encontrarse todavía un poco nervioso. Subió una de sus manos vendadas hacia la espalda del pelirrojo para después acariciarla con mucho cariño y suavidad, no quería hacerle daño. Sintió esa calidez en su mano, la cual empezó a subir hacia su cabeza, tocando delicadamente sus rojizos cabellos y sin darse cuenta que empezó a acariciarlos con mucha delicadeza. Entendía que el peligro rondaba por todo el bosque, que en cualquier momento podría aparecer un enemigo y estaba obligado a vigilar mientras el pelirrojo descansaba plácidamente en él, pero... también había que aprovechar el momento de tenerlo tan cerca ¿verdad?
Sonrió tiernamente aún con el gran rubor cubriendo su rostro mientras la calma lo invadía también, cerró sus ojos relajándose por un corto tiempo, pues tenía que estar alerta.
......
-. Aquí es .- Se dijo Sakura mientras llegaba, siendo la primera, al lugar exacto en donde había sido lanzada la señal. Pero era raro, no había nadie, no estaba Ten Ten y tampoco Neji. Las sospechas que antes invadían su cabeza ahora aumentaron considerablemente.
Recelosa, dio unos pasos hacia un espacioso lugar del bosque, donde se había enfrentado Neji contra esos sujetos. Lo primero que vio fue más de esos restos de lodo esparcidos por toda el área de forma muy abundante. Luego notó muchas hojas caídas, ramas de los árboles quebrantadas, huellas de pisotones por doquier. Sin duda, allí mismo se había llevado a cabo una gran contienda, en la que evidentemente estaba involucrado ese enigmático lodo.
-. ¿Qué significa esto? .- Se preguntó Sakura.
Continuará...