Tan sólo esas palabras bastaron para alterar bruscamente el ambiente de calma que con tanto esfuerzo había logrado establecerse allí. La sorpresa fue enorme tanto para Lee como para Gaara, a quien poco a poco el arrepentimiento y el temor lo comenzaban a invadir al darse cuenta de lo que había hecho. Sin embargo éstas disminuían al considerar que era lo sumamente correcto aquel acto, tarde o temprano Lee debía saber y, conociéndolo, de seguro se lo agradecería.
Pero mientras Gaara intentaba sacar ese remordimiento que le quedaba, a Lee lo invadía aún una enorme sorpresa que se podía ver perfectamente reflejada en su rostro, el cual Gaara solamente contemplaba con algo de culpa.
El pelirrojo esperaba que después de ese sorpresivo rostro, vería unos muy tristes ojos negros humedecidos por las lagrimas provocadas por la traición y un recelo total, que vería unos leves espasmos causados por su próximo llanto los cuales cada vez serían más bruscos e incontenibles, que vería tal vez a ese inocente chico intentando buscarle, entre lágrimas y lágrimas, alguna explicación lo más lógica posible a esas palabras y a lo que significaban con tal de justificar esos supuestos actos de sus compañeros en quienes mantenía un fuerte vínculo de confianza, más fuerte de lo que debía.
Sin embargo, y para sorpresa de Gaara, Lee no hizo más que tranquilizar su muy sorpresivo rostro para dirigir su mirada a un lado, pareciendo intentar comprender las recientes palabras que emitió su acompañante que miraba con cierta preocupación e interés cada gesto del peli negro quien cerraba sus ojos con ligera pena pero no la que el pelirrojo esperaba.
Así se estaba completando poco a poco un minuto desde que el Kazekage dijo aquello, estando éste último bastante intrigado por dentro. El silencio del bosque había encontrado un compañero en el ligero viento que llegaba a visitar el lugar, cuyas brisas empezaban a acariciar el brillante cabello de Lee mientras éste último seguía con sus ojos cerrados suavemente, con la mirada agachada, sentado de rodillas en el suelo y con el césped moviéndose alrededor de él.
Esa imagen por alguna razón cautivó a Gaara, no sólo por el contexto de la situación, había algo especial en la vista del pelirrojo que le hacía ver a Lee con un tipo de sentimiento que antes no había encontrado en él, y esto le estaba haciendo sentir al pelirrojo que su corazón se estaba abriendo de una forma totalmente especial, también lo reflejaba en su mirada que, sin darse cuenta, se encontraba raramente sorprendida.
De manera inesperada, Lee, giró su mirada hacia el pelirrojo y, sorprendiendo aún más a éste último, salió de él una pequeña risa que emitía con suavidad, mientras llevaba su vendada mano hacia sus labios mientras cerraba los ojos.
-. Entonces era cierto .- Dijo sonriendo suavemente.
-. ¿C-Cómo? .- Preguntó confuso el Kazekage.
-. N-No es que lo haya considerado de forma oficial, pero... .- Decía el peli negro mientras las palabras salían cada vez con más de esa característica forma enérgica suya de hablar .- Pero.. No c-creí que fuera cierto... No creí que ellos serían capaces. Y no quería creerlo.
-. Ya veo, quiere decir que ya lo sospechabas desde un principio .- Comentó Gaara, mientras veía a Lee asentir, admirando esa forma de tomarse semejante situación .- Me pesa el hecho de que tengas que soportar esto ahora mismo y lo haría en cualquier otra situación, pero tarde o temprano tenías que saberlo...Yo l-lo siento mucho, Lee.
-. Gaara-kun .- El mencionado, quien estaba esquivando la mirada del peli negro, sintió un afable calor en su mano izquierda proveniente unas de las manos de éste, a quien miró para contemplar una amable sonrisa pocas veces dirigidas a él, pudiendo sentir al verla, una sensación similar a cuando vio a Lee recibiendo la reciente noticia, encontrando en ese rostro un sentimiento que hacia a su corazón latir de una forma única, que sólo pasaba con él. Y más encima, estaba sosteniendo su mano. -. Por favor no te sientas culpable de todo esto. Y-Yo me siento muy feliz de que te hayas molestado en decirme... P-Probablemente hayas tenido que preocuparte mucho en cómo decirme todo y cuando, y de qué manera y yo... yo me disculpo por es...
-. Lee, eso no importa .- Dijo Gaara mientras notaba lo culpable que se estaba poniendo el Shinobi de Taijutsu. Demonios... este Lee en verdad se preocupaba por temas innecesarios...
-. E-Entiendo .- Dijo avergonzado, quitando sus manos rápidamente de las de Gaara volteando su muy sonrojado rostro a un lado, quitándole ese pequeño y a la vez potente calor a la mano del pelirrojo quien, ante todo ese comportamiento, suspiró.
-. Entonces, ¿qué harás ahora?
-. No lo sé. No es que tenga algún rencor con Neji y Ten Ten, pero dudo que desde ahora las cosas vayan de forma normal.
-. Me imagino .- Respondió el pelirrojo -. Debe ser difícil cargar con esto.
-. Pues... sólo me preocupa el hecho de cómo esto afectara nuestro trabajo en equipo, el cual ha perdurado por muchísimo tiempo. Y sólo el saber que tarde o temprano los tendré que mirar a la cara nuevamente y quizás trabajar en alguna misión, me pone algo nervioso.
-. Ya veo...
El silencio invadió nuevamente el lugar, con Gaara y Lee teniendo dudas en cómo romperlo. Todo aquello se había tornado un poco incómodo, para Lee porque sentía que Gaara ya había metido sus narices en la situación más que suficiente y no quería molestarlo más, después de todo, no estaba obligado y ya había ayudado bastante. Por otro lado, Gaara sentía que la situación si bien era ajena a él, el hecho de que Lee fuera el protagonista de todo aquello lo acercaba por alguna razón a todo ese lío, pero debido a la enigmática que puede ser la personalidad de Lee a veces, en cuanto a sus fuertes sentimientos, no quizo apresurarse en soltar algunas palabras que tal vez podrían herirlo. Así que el pelirrojo se tomó un buen tiempo para pensar, aunque por nada logró que esa preocupación disminuyera, el tiempo que había conocido a Lee le había mostrado los muchos puntos débiles que él siempre camuflaba con su actitud y optimismo, y Gaara ya lo sabía bien.
-. Y... ¿cómo te sientes?, quiero decir, ¿te sientes capaz de superar todo esto?
-. No creo que tenga dificultad en hacerlo .- Respondió Lee sonriente mientras alzaba su característico pulgar arriba. -. Además, si se trata de mi objetivo como Shinobi, ¡no me importa!
-. Pero Lee...
-. Mientras tenga a cierta persona a mi lado, a quien me ha apoyado desde que me conoció y me ha abierto una esperanza nunca antes vista, siento que nada me detendrá .- Dijo, sorprendiendo a Gaara con tales palabras, haciéndole sentir que el peli negro le tenía mucho aprecio al decirle aquello pero... -. Así es, Gai Sensei es uno de los responsables de mis logros como Shinobi, pese a que no puedo realizar algún Ninjutsu.
-. Entiendo .- Dijo el pelirrojo esta vez decepcionado de forma notoria. -. Entonces no te importa...
-. Bueno... .- Lee no notó el comportamiento de Gaara debido a su concentración para hablarle. .- Eso es respecto a mi meta pero... pero el hecho de ser engañado de esta manera, de vivir un buen tiempo con personas que pensé que creían en mi... para después enterarme de esto me... me duele .- Dijo llevando una mano a su pecho. -. No puedo mentir respecto a eso. ¡P-Pero eso no importa porque...
-. Lee .- En eso el mencionado sintió sus manos atrapadas entre las de Gaara, quien con una de sus suaves e inusuales sonrisas en su rostro se acercaba un poco al peli negro, hipnotizando a éste último, pero a diferencia de otras veces similares con el pelirrojo, esta vez no hubo ni una pista de nervios que lo molestaran, al contrario, no recordaba vez en el que se sintiera así de seguro y al mismo tiempo despreocupado. .- No te preocupes por eso... Y-Yo... Yo al igual que tu maestro, también creo que eres capaz de llegar realmente lejos.
-. G-Gaara-kun .- Dijo Lee sin dejar de mirar ese precioso par de pupilas turquesas que, junto a la imagen del pelirrojo sonriendo, lo estaban hipnotizando totalmente. Sin darse cuenta, el peli negro atrapó suavemente las manos de Gaara, mientras la brisa se suavizaba cada vez más. .- Gracias -. Respondió sonriendo -. Gracias por la promesa que me hiciste en el hospital. Siento... Siento que ahora mismo no necesito nada más para avanzar en esta vida.
Al decir aquello, Gaara, sin alterar el contacto visual posó una mano a una de las mejillas de Lee para acariciarla con su pulgar lentamente antes de comenzar a acercarse cada vez más al rostro del peli negro quien, sin que su voluntad y conciencia lo autorizaran, imitaba la misma acción del pelirrojo. Aquel momento cada vez parecía más irreal para ambos, como si se tratara de un extraño sueño desconocido que revelaba una puerta nueva hacia un destino enigmático nunca antes planteado, uno que, a diferencia de las distintas aspiraciones individuales de Lee y Gaara, éste requería de forma vital la presencia de ellos dos, que es incapaz de forjarse sin la presencia de uno o del otro, que mientras más juntos estén, más abierta se encontrara aquella puerta cuya niebla que alberga se despejará con la unión de ambos que ahora mismo ellos se están encargando de fortalecerlo sin considerar para nada algún límite que resulta ser inexistente.
La distancia que separaba sus rostros iba muriendo cada vez más. Junto a esto, las distintas emociones que formaban una vorágine en la cabeza de ambos mientras se acercaban cada vez más les provoca ese leve rubor al considerar que todo aquello era real, que un nuevo momento, un cambio, una experiencia, se les presenta a ahora mismo con los cincos sentidos activos, y, lo más importante, con la persona adecuada viviéndola.
Sus narices estaban comenzando a rozarse cuando, de sorpresa, Gaara tomó con ambas manos el rostro de Lee con una suave fuerza y acercó sus labios a los del peli negro cerrando los ojos. Lee quien si bien mantenía sus ojos abiertos con el contacto, en él no parecía haber ningún rasgo de sorpresa u alteración, es más, al corresponder al beso, no tardó en dejarse llevar cerrando lentamente sus ojos mientras inconscientemente dirigía sus brazos alrededor de la espalda de Gaara, encargándose esta vez de acercar el resto de sus cuerpos para sentir cada vez más al pelirrojo.
Lo que había comenzado con un suave y romántico encuentro de labios, se estaba convirtiendo en un acto un poquito más subido de tono. Tanto Lee como Gaara estaban con su mente totalmente centrada en convertir sus intensos sentimientos en actos de uno para el otro. Lee empezaba a acariciar la espalda de Gaara con menos suavidad mientras el pelirrojo empezaba a bajar una de sus manos hacia las costillas del peli negro antes de empezar a acariciar muy lentamente parte de su torso, logrando sacar un pequeño gemido a Lee dentro del beso.
La experiencia para ambos era tan nueva pero tan reconfortante, que lo más probable es que si las manos que libremente recorrían partes del cuerpo de uno y de otro no fueran limitadas por la ropa, que si la situación fuera otra, que si el tiempo y el lugar fueran los adecuados, y la timidez e inocencia de ambos personajes lo permitieran, esto hubiese llegado aún más lejos.
La verdad es que el momento en el que se separaron tardó bastante. El beso fue, para ser el primero, totalmente intenso, tanto así, que fue un buen reflejo de los sentimientos que se estaban demostrando. La separación fue lenta, no tardaron en volver a mirar los ojos del otro. Ambos estaban jadeando no solo por el aire que les faltaba por el beso, si no también por el inesperado hecho. Lee se encontraba sumamente sonrojado, mientras posaba su mano en sus labios y sus sorprendidos ojos miraban el suelo, tratando de no desmayarse al considerar que todo aquello no fue su imaginación, que fue real.
Gaara y Lee... se habían besado.
Continuará...